Publicado: Mar Nov 24, 2009 4:04 pm
por Domper
Juicio crítico tras la batalla.

Como siempre, es fácil torear a toro pasado. Pero conviene hacer algunas puntualizaciones.

Clásicamente se ha dicho que el Mar del Coral fue la primera batalla que se libró sin que los enemigos llegasen a estar a la vista. No es cierto, en Pearl Harbor ya intervinieron portaaviones por ambos bandos, y lo mismo en Ceilán. Pero la del Mar del Coral fue la primera batalla en la que dos fuerzas de portaaviones se buscaron y combatieron a distancia.

Es muy significativo el resultado: empate técnico: uno tuvo pérdidas mayores, el otro no pudo conseguir sus objetivos. Ese resultado se repetiría en otras dos de las tres batallas aeronavales de 1942 (Salomón Orientales y Santa Cruz), en las que ambos bandos tuvieron pérdidas y ninguno consiguió sus objetivos. Sólo Midway resultó en una victoria abrumadora.

En el Mar del Coral se cometieron muchos errores tácticos, en buena parte debidos a la inexperiencia de ambos bandos. Fueron mayores por parte norteamericana, al ser el bando más bisoño (las dotaciones aeronavales eran recién entrenadas, y no tenían apenas experiencia de combate), pero Japón también los cometió. Uno en el que incurrieron los dos fue el de lanzar ataques masivos contra avistamientos sin confirmar: eso llevó a la pérdida del Neosho y del Shoho, pero hizo que los portaaviones escapasen incólumes: en posteriores batallas se esperaría hasta confirmar los avistamientos, y probablemente fue la causa de la indecisión de Nagumo en Midway.

Otro error grave fue el de dispersar las formaciones. El Shoho no tenía posibilidades de sobrevivir a un ataque masivo, y ambos bandos operaron con sólo parte de la fuerza. Estados Unidos aprendería, y en lo sucesivo siempre desplegaría todos los portaaviones disponibles: el Saratoga y el Wasp serían llamados urgentemente al Pacífico (se perdieron la batalla de Midway por días), y en todas las batallas siguientes actuarían conjuntamente todos los portaaviones, si era preciso reforzados por los de escolta, y apoyados por los acorazados rápidos.

Japón siguió con la costumbre de las operaciones complejas, con multitud de fuerzas que cooperarían, sin aprender las lecciones del Mar del Coral. Ahí ya se vio las dificultades de coordinación entre los contingentes (que debían hacerse vía el Estado Mayor Central, es decir, Yamamoto), pero la táctica se repetiría en todas las batallas siguientes, excepto en la de las Marianas. Y una y otra vez un contingente aislado sería abrumado por fuerzas norteamericanas superiores, y destruido: en Midway y en las Salomón Orientales, y luego en Leyte. Había bastantes causas para ello, una, la escasez de petróleo, pero la táctica resultó calamitosa, y está en el “debe” de Yamamoto.

Respecto a las fuerzas aéreas, ambos bandos vieron que sus torpederos estaban obsoletos y eran vulnerables. USA estaba a punto de sustituirlos (los TBD Devastator por los TBF Avenger) pero la entrada en servicio del B6N Tenzan se retrasó. Los bombarderos en picado resultaron muy efectivos en ambos bandos. Y el caza Zero se mostró superior al Wildcat norteamericano, pero no tan abrumadoramente como lo había sido hasta ahora. Tácticos norteamericanos aprendieron de las lecciones del Mar del Coral, y desarrollaron una táctica aérea muy efectiva, que causaría pérdidas japonesas muy elevadas en Midway y luego sobre Guadalcanal.

Takagi tuvo una actuación un tanto precipitada. Fletcher resultó más torpe, pero la suerte y el radar le salvaron de tener pérdidas mayores. Nimitz demostró ser mejor estratega que Yamamoto.

Y se mostró una debilidad fundamental de Japón: para proteger cualquier base, era preciso atacar la siguiente. Sin Rabaul (que el Ejército no deseaba atacar) no se podían proteger las Indias Orientales. Rabaul precisaba de Lae y Salamúa para protegerse, y estas a su vez, de ocupar Port Moresby y Milne Bay. De conseguirse el siguiente paso ¿hubiese sido Queensland? Eso era excesivo para la capacidad japonesa. Pero como muchos imperios, el éxito era su peor enfermedad.

Saludos