Publicado: Mié Mar 10, 2021 12:18 pm
por Kurt_Steiner
Varios oficiales subalternos japoneses, incluidos Fuchida y Genda, instaron a Nagumo a llevar a cabo un tercer ataque para destruir la mayor cantidad posible de almacenes, talleres de mantenimiento, diques secos y arsenales de Pearl Harbor. Genda, que había abogado sin éxito por invadir Hawai después del ataque aéreo, creía que sin una invasión, eran necesarios tres ataques para inutilizar la base tanto como fuera posible. Los capitanes de los otros cinco portaaviones informaron que estaban dispuestos y listos para llevar a cabo un tercer ataque. Los historiadores militares han sugerido que la destrucción de estas instalaciones costeras habría obstaculizado a la Flota del Pacífico mucho más que la pérdida de sus acorazados, que podían haber dejado a "las grandes operaciones [estadounidenses] en el Pacífico pospuestas por más de un año"; según el almirante Chester W. Nimitz, más tarde Comandante en Jefe de la Flota del Pacífico, "habrían prolongado la guerra otros dos años". Nagumo, sin embargo, decidió retirarse por varias razones:

-La defensa antiaérea estadounidense había mejorado considerablemente durante el segundo ataque, y dos tercios de las pérdidas de Japón se produjeron durante la segunda oleadaa.
-Nagumo sintió que si lanzaba un tercer ataque, estaría arriesgando tres cuartas partes de la fuerza de la Flota Combinada para acabar con los objetivos restantes (que incluían las instalaciones) mientras sufría mayores pérdidas de aviones.
- Se desconocía la ubicación de los portaaviones estadounidenses. Además, al almirante le preocupaba que su fuerza estuviera ahora dentro del alcance de los bombarderos terrestres enemigos. Nagumo no estaba seguro de si EE UU tenía suficientes aviones supervivientes en Hawái para lanzar un ataque contra sus portaaviones.
- Una tercera ola habría requerido una preparación sustancial y un tiempo de respuesta, y habría significado que los aviones de regreso hubieran tenido que aterrizar por la noche. En ese momento, sólo la Royal Navy había desarrollado técnicas de vuelo nocturno, por lo que este era un riesgo sustancial.
- Las existencias de combustible del grupo de combate no le permitió permanecer en aguas al norte de Pearl Harbor por mucho más tiempo, ya que estaba en el límite mismo del apoyo logístico. Hacerlo corría el riesgo de quedarse inaceptablemente bajo de combustible, tal vez incluso tener que abandonar los destructores en el camino a casa.
- Creía que el segundo ataque había satisfecho esencialmente el objetivo principal de su misión, la neutralización de la Flota del Pacífico, y no deseaba correr el riesgo de sufrir más pérdidas. Además, era una práctica de la Armada japonesa preferir la conservación de la fuerza a la destrucción total del enemigo.
-En una conferencia a bordo de su buque insignia a la mañana siguiente, Yamamoto apoyó la retirada de Nagumo sin lanzar una tercera oleada. En retrospectiva, salvar los astilleros vitales, los talleres de mantenimiento y los depósitos de petróleo significó que EEUU podría responder con relativa rapidez a las operaciones japonesas en el Pacífico. Más tarde, Yamamoto lamentó la decisión de Nagumo de retirarse y declaró categóricamente que había sido un gran error no ordenar un tercer ataque.