Der zweite Weltkrieg

Desarrollo de la batalla (V)
En la mañana del 22 de Noviembre se formuló un plan que daría el golpe de gracia a los japoneses desplegados en la zona; consistía en atacar en dirección oeste-este, en vez de hacia el sur.
Como primer paso, el 2º Batallón Raider relevaría al 3/3 en la línea del frente, que pasaría a la reserva, situándose tras el 1/3. Como segundo paso se frenó el avance de las tropas americanas y, para realizar el ataque lo más coordinado posible, se fijó para el día 24.

Todos los tanques y todas las armas de apoyo disponibles fueron trasladados, todo lo rápido que el terreno permitía, tras las líneas del 3º de Marines. Ingenieros y Seabees trabajaron duramente en la construcción de puentes sobre el río Piva a pesar de los disparos de francotiradores japoneses y el acoso por parte de los morteros.
Además, las secciones de suministros movieron enormes cantidades de munición, víveres y suministros médicos hacia el frente, llevándolos en camiones o simplemente a mano. También se estableció un hospital de campaña para facilitar la evacuación de los heridos.
Inteligencia estimaba que los japoneses contaban con una fuerza que rondaba los 1200 ó 1500 hombres en el área.




Al caer la noche del día 22, un puesto avanzado del pelotón de Cibik, todavía en la colina, abrió fuego sobre una patrulla de japoneses que se dirigían hacia la cima. Poco después, unos 70 nipones fueron descubiertos formando para lanzar un ataque, por lo que rápidamente se les atacó con fuego de morteros. Tras eso, se repelieron varios ataques con intención de retomar la colina, o simplemente de hostigar a los marines allí emplazados.
Esa noche un pelotón de 30 hombres llegó a la cima, inicialmente para relevar al pelotón de Cibik, pero dado que se iba a llevar a cabo un ataque a gran escala, las últimas órdenes eran que todos mantuvieran esa posición. También se reforzó la colina con una compañía de los raider, lo que hacía un total de unos 200 hombres en la colina.


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