Publicado: Jue Abr 26, 2007 11:05 am
por Domper
No creo que en dos buques de carga cupiesen todos los elementos motorizados de una división acorazada. En el mensaje se expresa claramente "en su segundo viaje".

Como ejemplo, cuando el VIII ejército en Egipto recibió los primeros tanques Sherman, se enviaban unos 200 en cada mercante (uno fue hundido y fue preciso enviar otro a toda prisa, sin escolta). En los convoyes en el Mediterráneo de 1940, los ingleses embarcaban entre 100 y 150 carros de combate en cada mercante. Aparte están el resto de los vehículos, tan importantes como los tanques (y los alemanes andaban tan justos de camiones como de tanques), y si en un buque se embarcaban 150 carros, no entraba ni una motocicleta.

Las pérdidas, por lo que he encontrado, fueron graves: 122 tanques, 200 vehículos de otros tipos, 29 motocicletas, 1.328 hombres (probablemente muchos de ellos valiosísimos especialistas). Fue un desastre y retrasó varios meses la participación de la 2ª Panzer en Rusia. Hay que señalar que Heusinger dice en sus memorias que las pérdidas no fueron de tanques (que habían llegado ya a Tarento) sino sobre todo de artillería. Se perdieron también dos escoltas italianos.

Pero hay varias cuestiones muy interesantes que quedan abiertas:

1. Se perdieron sobre todo vehículos de orugas (o cañones, que estaban en situación similar), ya que los que se movían sobre ruedas se dirigieron a Alemania por sus propios medios. Pero el ejército alemán no disponía de medios suficientes para trasladar sus efectivos, y dependía de las líneas de ferrocarril. Que es un medio muy eficiente, pero no el mejor desde el punto de vista militar.

Los alemanes apenas disponían de camiones adecuados para trasladar tanques: no basta cualquier camión, se precisa una cabeza tractora y una góndola que los alemanes no llegaron ni a desarrollar. En la práctica, los alemanes no podían trasladar en camión nada más pesado que un Pz-II o un Marder. La artillería tampoco tenía tractores suficientes, ni las cureñas habían sido diseñadas para ser remolcadas por camiones rápidos. Aunque las divisiones Panzer solían tener medios motorizados capaces de remolcar las piezas de artillería durante cortos recorridos (las divisiones de infantería, y a medidas que avanzase la guerra incluso las Panzer, dependían de caballerías), para trayectos largos era preciso montar las piezas en camiones (las que se pudiese) o, mejor aún, trasladarlas en ferrocarril.

Todo esto creaba una enorme dependencia del ferrocarril para el ejército alemán (y del transporte naval en algunos escenarios). Cuando no se disponía de este, su movilidad quedaba lastrada: el ejemplo fue como en la invasión de la URSS las divisiones de infantería no conseguían mantener el ritmo de las acorazadas, y estas sufrían un desgaste tal que les impidió culminar la ofensiva. Más adelante, la dependencia del ferrocarril dificultaba el trasladar fuerzas a los sectores amenazados y tenían que usar las pocas unidades completamente motorizadas, las Panzer, que de nuevo se desgastaban: eso pasó en Normandía, cuando las divisiones de infantería consiguieron llegar al frente, las divisiones Panzer lo habían tenido que mantener a costa de grandes pérdidas. Durante las retiradas era preciso abandonar una gran cantidad de equipo que no sobraba a los alemanes. Y durante los combates, era imposible desplazar todo lo que no estuviese motorizado: por ejemplo, no se podían retirar las piezas artilleras mediante tiros de caballos durante un duelo artillero (un soldado se puede esconder, los caballos no y son muy vulnerables a la artillería).

Finalmente, la dependencia del ferrocarril hizo que cuando este fue afectado por los ataques aéreos, la movilidad alemana quedó en nada. Los alemanes se beneficiaron de la escasa precisión de los bombarderos aliados, pero eso estaba cambiando a partir de 1944 (mediante el uso de aviación táctica y de armas guiadas).

En resumen, que los alemanes necesitaban camiones, que su industria nunca entregó. No ayudaron las enormes demandas del Afrika Korps, que llegó a tener un cuarto de los camiones disponibles (supongamos el efecto de aumentar en un tercio la disponibilidad de camiones en Rusia en el Otoño de 1941). Desde luego, nada parecido a los Studebaker norteamericanos con tracción total que permitieron la movilidad del ejército soviético cuando los alemanes quedaban atrapados en el barro.

2. La pérdida del equipo que llevaban dos barcos bastó para paralizar a una de las pocas divisiones acorazadas alemanas. Indica el mínimo margen con el que trabajaba la industria alemana (por defectos estructurales y porque no se había movilizado). Al contrario, los aliados pudieron permitirse el lujo de ceder inmensas cantidades de equipo a la URSS (entre este, al menos 10.000 tanques y medio millón de camiones y vehículos ligeros), a pesar de las pérdidas tanto en el Atlántico, en el Mediterráneo y en el Ártico.

No sólo eso, los aliados podían darse el lujo, en etapas posteriores de la guerra, de descartar sus vehículos antiguos o más gastados. Unos pocos eran reutuilizados, la mayoría, desguazados, y se reequipaba a la unidad. Lo mismo, cuando era trasladada: las divisiones enviadas a Europa para participar en Normandía lo fueron sin equipo pesado, este se dejó en el escenario original (es decir, los obsoletos Lee/Grant se quedaron en África y fueron desguazados). Un ejemplo poco conocido: cuando se produjo la crisis de las Ardenas, se enviaron a toda prisa unidades inglesas, que sóo participaron en unos pocos combates cerca de Celles. Estas unidades estaban en proceso de reconversión, y acababan de recibir los nuevos tanques Comet. Pero al producirse la ofensiva alemana, tuvieron que dejar los nuevos tanques y volver a usar el equipo antiguo descartado. Estos tanques antiguos descartados eran… Sherman Firefly. Sobran las palabras.

Pero la disponibilidad de equipo permitía un uso mucho más eficiente de este. En las ofensivas en Normandía, los aliados perdieron centenares de tanques (creo recordar que 800 sólo en Goodwood). Pero los aliados apenas notaron esas pérdidas: parte de los vehículos pudieron ser reparados, y para sustituir el resto se recibieron enseguida tanques nuevos. El efecto es que en unos días las divisiones atacantes habían recobrado su potencial original. Mientras, los tanguistas alemanes, sin tanques de repuesto suficientes, eran malgastados como fusileros.

3. Un detalle que no sé si habrá llamado la atención: los dos mercantes de marras tenían nombre alemán. Pudieran ser mercantes alemanes refugiados en puertos italianos en 1939, pero más me huele a lo típico de los alemanes en la SGM: echar mano de todo lo que pudiesen capturar y no ceder nada a sus aliados, que sí tenían una marina eficiente y necesidades acuciantes de transporte naval. Aparte, lo de la coordinación, luego iré a ello.

4. El convoy que se hundió tenía una escolta ridícula: un destructor anticuado (botado en 1916) y un cañonero (tengo alguna duda sobre la composición de la escolta). Se ha preguntado si los italianos tenían dragaminas: pues claro, y de ser preciso los destructores podían actuar como tales. El problema era otro: los italianos no disponían de suficiente combustible, y no podían sacar al mar los barcos disponibles (los ingleses sacaban toda su flota al mar para escoltar un par de cargueros).

5. El minador Abdiel había sido capaz de colocar un campo de minas en el Mar Jónico, en una zona dominada por la flota y la aviación del Eje, sin ser advertido (y sin ser atacado). No dice mucho del reconocimiento aéreo ni de la cooperación aeronaval, lo que se demostró de forma más contundente poco antes en Matapán. Así el campo minado fue una sorpresa para los italianos (y alemanes): aun disponiendo de dragaminas, el mar es muy grande, y sólo se vigilan determinadas áreas. Si un área se supone segura, se vigila menos y pasa lo que pasa. Por cierto, un convoy no puede ir precedido siempre de dragaminas, supone "problemillas" como la mínima velocidad que lo hace muy vulnerable a submarinos. Pueden usarse destructores con los paravanes (unos dispositivos para cortar minas de orinque), pero tampoco se andaba muy sobrado de destructores ni de fuel para ellos.

Saludos

P.D.: como curiosidad, minas del Abdiel hundieron al menos 11 buques del Eje, entre ellos seis destructores. A su vez, el Abdiel se hundió en Tarento por minas alemanas.