Publicado: Lun Jun 07, 2010 2:39 pm
por Domper
Juan Manoel escribió:Me gustaría citar un párrafo respecto de Creta, de Erwan Bergot, un veterano paracaidista francés de las guerras de Indochina y Argelia, basado en una entrevista hecha por él al general Student :
...

- El asunto Creta ha demostrado que la era de los paracaidistas está superada. Supone únicamente un arma de sorpresa y el factor sorpresa ya no existe............

Les Paras (Erwan Bergor)


Esta discusión me parece un tanto ociosa. Porque, por un motivo que no conocían ni Student ni Hitler, era este quien tenía razón: el asalto a Malta estaba condenado.

Tenemos que recordar quien fue el artífice de la victoria de Creta: el general Sir Bernard Freyberg VC (y no sé cuantas iniciales más), héroe de la Gran Guerra, favorito de Churchill, pero descrito por el comandante Doral-Smith como “un gran oso muy valiente pero con un cerebro muy pequeño”.

Y esta historia tiene antecedentes. Se llaman “Enigma” y Ultra”. Y entre sus protagonistas, a un criptógrafo llamado Dillwyn Knox y a una criptógrafa, que trabajaba en Bletchley Park, llamada Mavis Lester.

Resumiendo: los esfuerzos realizados por los criptógrafos ingleses de Bletchley Park habían conseguido romper el código de Enigma. Todavía no por completo, pues la máquina Enigma naval era más compleja y sus usuarios, muy disciplinados, por lo que los mensajes navales seguían siendo poco conocidos (por ahora). Pero la Enigma del Ejército y sobre todo, la de la indisciplinada Luftwaffe, eran un libro abierto.

Las Enigmas alemanas habían sido un problema porque incluían, además de los tres discos giratorios de la Enigma civil, un panel de conexiones que hacía que los ataques a su código fuesen muy difíciles. Había sido preciso desarrollar un sistema mecánico muy complejo (las “Bombe”) para su ataque. Pero la marina italiana seguía usando la Enigma civil, que no tenía el panel de conexionado y era por tanto más susceptible a los ataques con un método manual llamado “rodding” (y que como apenas entiendo no puedo explicar) y del que Knox era especialista. Knox tenía predilección por las mujeres atractivas, y se rodeaba de ellas (aunque nunca se insinuó, mucho menos les molestó) y así fue como Mavis Lester acabó en su equipo. Entre los dos desarrollaron una estrecha amistad que acabaría siendo una leyenda de Bletcley Park cuando esta descubrió como romper el código italiano.

Romper la cifra de un mensaje no es sólo asunto de máquinas o de "rodding": se simplifica si conocemos parte de este, es decir, una “palabra probable”. Podríamos suponer que incluye la palabra “EIN” (la más frecuente en alemán) para atacarlo. Y si suponemos además que esa palabra es larga, y está en una posición determinada, resulta “casi trivial” (para genios matemáticos) descifrarlo.

Se sabía que la marina italiana usaba máquinas Enigma comerciales (sin panel de conexionado) aunque no se habían podido capturar ejemplares. Pero no se tenían “palabras probables” para atacarlo. Knox tenía la intuición que la mayoría de los mensajes comenzaban por PERX (“per” en italiano es “para”, y X se usaba para separar las palabras) pero con este “gancho” no se conseguía nada. Una noche que Mavis Lester se había quedado a trabajar sola tuvo la intuición que esas cuatro letras no eran PERX sino PERS, y que la mayoría de los mensajes comenzaban con la fórmula PERSONALEXPERXLEXSIGNORE (personale per le signore, es decir, personal para el señor…). Hasta entonces Mavis nunca había conseguido romper ningún mensaje, y Knox sólo lo había conseguido con los de la Enigma alemana (y con muchas dificultades). Pero al probar la frase resultó que casi todos los mensajes italianos comenzaban con esa expresión, y de repente Bletchley Park pasó a leer los mensajes de la marina italiana como si se emitiesen en claro.

Esto fue justo unos días antes del ataque alemán a Grecia. El conocimiento de los mensajes de la marina italiana, sumados a los del ejército alemán y de la Luftwaffe, hizo que los mandos ingleses pudiesen leer los mensajes casi al mismo tiempo que sus destinatarios. Y en manos de jefes hábiles, llevó a la victoria.

Especialmente cuando el Almirante Cunningham recibió un mensaje dirigido a Rodas, con el texto “Hoy, 25 de Marzo es el día X-3”. Supusieron que se trataría de una incursión de la marina italiana, y con gran secreto se hizo a la mar. Hoy conocemos el suceso como la “batalla de Matapán”, en la que los ingleses hundieron tres cruceros pesados, un destructor, y dañaron un acorazado, a cambio de un Swordfish y tres aviadores.

Pero no siempre fue así. En Grecia los alemanes eran demasiado fuertes. A pesar de conocer sus planes, los ingleses no pudieron detenerlos, aunque por lo menos pudieron evitar el cerco y escapar. A Creta. Y ahora, los nuevos mensajes interceptados eran claros. La Luftwaffe estaba preparando una gran operación aerotransportada contra la isla.

Esta vez estaba todo a favor de los ingleses. La guarnición de Creta era numerosa (más de 30.000 hombres) y compuesta de australianos y neozelandeses, las mejores tropas en el Mediterráneo. Dada la potencia naval inglesa, y el conocimiento de los códigos italianos, sería imposible para el Eje reforzar la isla por mar. Y en una afortunada coincidencia un oficial inglés había efectuado un reconocimiento de la isla e identificado cuatro lugares como objetivos para los paracaidistas. Lo mejor era que los mensajes interceptados mostraban que la Luftwaffe había hecho la misma elección.

Tenemos todo: superioridad numérica y de armamento (de tres a uno). Conocimiento de los planes enemigos ¿podía fallar algo? Pues sí, falló Freyberg.

Un problema muy importante era como distribuir la información interceptada. No podía hacerse alegremente, o los alemanes conocerían que los ingleses habían roto Enigma (y ganasen la guerra). Un gabinete decidía que información usar, y como “disimular” su origen. Por ejemplo, si se detectaba la salida de un convoy, se enviaba un avión de reconocimiento para que “casualmente” lo avistase. De la misma forma, había que ocultar a los puestos inferiores el origen de la fuente. Un coronel de Estado Mayor podría irse de la lengua (o cometer un error enviando un mensaje). Por tanto, la información sólo se distribuía al general en jefe, y este informaba a su Estado Mayor sólo de lo que consideraba conveniente, indicando que procedía de “una fuente muy alta”. Estas informaciones resultaban tan acertadas que los Estados Mayores acababan creyendo que las "inspiraciones" del general al mando eran como oráculos celestiales, y actuaban en consecuencia. Y ahora ya tenemos los elementos del drama.

Los primeros mensajes, capturados en Abril, mostraban que el mensaje sería a la vez anfibio y con paracaidistas. Freyberg se hizo a la idea y distribuyó la mayoría de sus tropas en las costas, esperando un desembarco que no se produciría.

Los siguientes mensajes interceptados, que incluían los planes alemanes completos, mostraban que el ataque sería aerotransportado, y que sólo habría desembarcos tras la captura de puertos por los paracaidistas. Entonces Freyberg demostró tener una combinación de estolidez y testarudez digna de un mulo, y ni cambió su despliegue ni informó a su Estado Mayor. En Alejandría se desesperaban, pero nadie se atrevió a relevar a Freyberg, favorito de Churchill y con gran influencia política (esa misma influencia que acabaría con Monte Cassino).

El día 20 de Mayo los alemanes atacaron justo como se había predicho. En dos de los tres objetivos (Rezimo y Heraklion) fueron exterminados. Sólo Maleme consiguieron resistir y por las justas. Pero cuando llegase la noche y los ingleses contraatacasen…

Freyberg no contraatacó. Siguió esperando un desembarco fantasma, aunque los últimos mensajes dejaban claro que no habría. Ni siquiera informó a los defensores de Maleme de la importancia del aeródromo. Su Estado Mayor no sabía nada de lo que se cocía y apoyó las decisiones de Freyberg. Durante la noche los australianos se retiraron de Maleme, y el día 21 un costosísimo puente aéreo consolidó la posición. Para el 22 los ingleses habían sido derrotados y comenzaban a retirarse, aunque la Royal Navy (que sí hacía caso a Ultra) exterminó a un par de convoyes de refuerzo.

En resumen, de Freyberg sólo puede hacerse el mismo juicio que hizo Lincoln de Burnside “arrebató la derrota de las mismas fauces de la victoria”.

Tras esta farragosa pero necesaria explicación ¿Qué posibilidades tenía Student contra Malta o Chipre? Salvo una nueva designación catastrófica de un mando…

- El escenario era mucho más difícil: o pequeño y muy protegido (Malta) o lejano (Chipre).

- La marina italiana sería derrotada por la Royal Navy, que conocía sus planes.

- Los defensores conocerían los planes alemanes al dedillo.

Lo dicho, Hitler tomó la decisión correcta aunque por motivos equivocados.

Saludos