Publicado: Sab Ago 29, 2020 1:19 pm
por Kurt_Steiner
Tras las batallas de mayo y de junio, la actividad aérea se redujo mucho en agosto y septiembre. La RAF había recuperado la superioridad aérea, pero la presión alemana había permitido que los convoyes llegaran a Rommel. Malta parecía neutralizada como amenaza y Rommel se podía centrar en pasar a la ofensiva con el apoyo de la Luftwaffe: así se abrió paso hasta El Alamein.

La situación en Malta era peligrosa. Todo escaseaba, especialmente la comida y el agua; las raciones de los soldados también fueron reducidads, de 4.000 a 2.000 calorias diarias; aunque la población aguantaba, la amenaza del hambre era muy real: la pobre nutrición y las malas condiciones sanitarias llevaron a multiplicar el número de enfermos. Para solucionar esto, los británicos prepararon el envío de dos convoyes.

En junio, la operación Harpoon partió de Gibraltar y la operación Vigorous de Haifa y Port Said, ambas con destino a Malta. Se esperaba dividir a las fuerzas enemigas. En Malta, Lloyd pensaba destinar al escuadrón 601 para escoltar el convoy, aunque sólo podría mantener cuatro Spitfires de patrulla sobre él.

El convoy oriental tuvo que regresar tras una serie de combates aéreos y navales, pues se considerói que carecían de munición suficiente para llegar hasta Malta. Las perdidas fueron graves, entre ellas el crucero HMS Hermione, tres destructores y 11 mercantes. Malta envió aviones torpederos Beaufort para hacer frente a los submarinos alemanes y a los barcos italianos que atacaban el co nvoy, hundiendo al crucero pesado Trento y dañaron al acorazado Littorio. Dos cargueros del convoy occidental llegaron a Malta, entregando suministros. Fueron los únicos de los 17 barcos que pudieron descargar, un total de 25.000 toneladas. Además se perdieron 16 pilotos con base en malta durante los combates.

En agosto, el convoy Pedestal llevó ayuda esencial a la isla, pero a un gran coste. Atacados desde el aire por unos 146 Ju 88, 72 Bf 109, 16 Ju 87, 232 cazas y 139 bombarderos italianos (entre ellos numerosos y efectivos torpederos Savoia-Marchetti SM.79), de los 14 mercantes enviados, nueve fueron hundidos, perdiéndose además el portaaviones HMS Eagle, un crucero y tres destructores. Sin embargo, a pesar del coste en vidas y barcos, el convoy fue vital, llevando a la isla municiones y comidas muy necesarias.

Además de los convoyes, los submarinos también tomaron parte en el esfuerzo aprovisionar. El submarino HMS Clyde fue convertido para tal misión, realizando nueve viajes de transporte a Malta,.

En julio Hugh Lloyd fue relevado de su mando en Malta, siendo reemplazado por el mariscal del aire Keith Park, que llegó a la isla el 14 de julio de 1942 en un hidroavión a la isla, en mitad de un ataque aéreo. Park se había enfrentado a Kesselring durante la batalla de Inglaterra. Él, que entonces había lanzado pequeños grupos de caza a la lucha, tanto para ofrecer un objetivo menor a los alemanes como para poder controlar mejor a las formaciones, aplicó una estrategia diferente en Malta. Disponiendo de gran cantidad de Spitfire, se lanzó a interceptar al enemigo antes de que llegara a la isla. Hasta ese momento, los Spitfire habían luchado a la defensiva. Con un rader mejorado, se optó por tácticas más ofensivas. Usando tres escuadrones, el primero atacaria a la escolta, el segundo a la escota cercana o, sin escolta, a los bombarderos, y el tercero a los bombarderos directamente. El resultado de estas tácticas fueron inmediatas a partir de su aplicación, el 25 de julio de 1942. El Eje se vio obligado a cesar sus ataques diurnos seis días después y se retiraron a los Ju 87 del combate.