Publicado: Mar Ago 03, 2010 11:17 pm
por Anibal clar
Veamos.

Hay muchos problemas al respecto, la mayoría de los cuales ya hemos tratado aquí.

En primer lugar, la locura de la organización alemana en el oeste.
Por un lado estaba Rundstedt como mando supremo del OB West. Sin embargo, él mismo decía que no tenía más atribuciones que el cambio de guardia de la puerta de su cuartel general. Con lo cual, está claro, Rundstedt sólo era un mero "figurón", un militar importante al frente de un puesto "de paja".
Por otro lado estaba el Grupo de ejércitos B, que fue al que le competía la zona de la invasión. Al frente del mismo estaba Rommel, siendo su jefe de estado mayor el general Speidel.
Al igual que Rundstedt, Rommel dependía bastante del OKW, sin embargo, bajo su mando directo fueron puestas 3 divisiones panzer, a saber, la 21ª, la 2ª y la 116ª. La primera de ellas fue utilizada desde el principio por cuestiones obvias (se vio envuelta en los combates), y las otras 2 estaban al este del Sena, y hay muchas versiones acerca de su tardanza en llegar a la zona de operaciones.
No debe pasarnos desapercibido que tanto Rommel como Speidel, estaban metidos en el complot del 20 de julio, y su compromiso con la lucha era, tal vez dudoso.
Por otro lado, el gobernador militar de Francia, el general Von Stüpnagel, era otro de los conspiradores, y parece ser que su trabajo en aras del deber era un tanto, valga la palabra, "disoluto".

Así que, con todos estos problemas, la cosa, antes de empezar, ya pintaba mal.
El grupo panzer occidente (panzergruppe West), estaba mandado por Von Schweppenburg, veterano del frente del este, pero que nada sabía acerca de la guerra contra los aliados accidentales. Además, no podía dar un paso sin la autorización expresa de Hitler. Bajo su mando directo estaban las divisiones Panzer Lehr, 1 SS LAH, 12 SS Hitlerjugend y 17 SS Götz Von Berlichingen.

Una de las causas de que la 2ª y la 116ª panzer no fueran enviadas a Normandía ipso facto fue, parece ser, que Rommel quería tener a su disposición 2 divisiones leales y fuertes caso de que el atentado contra Hitler tuviera éxito y tuviera que usarlas para "calmar" a las SS. Al final, sin embargo, fueron inexorablemente enviadas al frente.

Los alemanes, sin embargo, no podían pecar de inocentes.
En primer lugar, sabían que la invasión era inminente, la esperaban ya ese verano de 1944. Por lo tanto, tal como apuntó Domper, la Luftwaffe tenía que haber enviado, ingeniandoselas como fuera, aviones de reconocimiento para saber el estado de las cosas. Es insólito que una armada de miles de barcos pase desapercibida hasta que se producen los primeros desembarcos aquella mañana.
Después, vuelvo a mencionarlo, la Operación Chattanooga Choo Choo, para mi de una importancia absoluta, debió indicar a los alemanes el lugar de la invasión (las comunicaciones con Normandía fueron deshechas aéreamente). Estaba claro que todo indicaba a un sitio.

Una vez se produjo la invasión, se debió desbloquear a las divisiones cercanas (Panzer Lehr y 12 SS) y enviarlas de inmediato a la zona de invasión, sin merma para el resto de las divisiones, caso de producirse un segundo desembarco, el 15º ejército aún estaba intacto en su zona.
No obstante, a las 24 horas de haberse producido el desembarco, con la información que ya obraba en manos de los alemanes (sabían ya todas y cada una de las divisiones aliadas que tomaban parte en la operación) y a tenor de los acontecimientos, debían haber desechado la idea de un segundo desembarco (los aliados ya no tenían unidades importantes para hacerlo), y haber fortificado de inmediato la zona atacada, en lugar de estar esperando.

Para ello, por supuesto, nada de cadena de mando de montaña rusa.
Rundstedt debía haber estado en Alemania, tratando su galopante artrosis y haber estado en su puesto alguien competente. Del mismo modo, las fuerzas acorazadas debían estar bajo el mando de alguien que pudiese evaluar de inmediato la situación y las pudiese usas a la mejor conveniencia, no de la manera que se usaron.

Por último, la Luftwaffe dispersó hacia en interior sus ya de por sí exiguas formaciones de cazas, de forma que si ya era difícil intervenir, de esta forma fue imposible, y sólo se hizo testimonialmente.

Con respecto a la "panzerkontroverse", me reafirmo en lo dicho, la mejor idea era tener una reserva blindada en el interior para ser usada donde fuera preciso. Eso está claro. Pero, tal y como luego se probó, tal cosa era imposible en la práctica, y resultó un fracaso. ¿Rommel tenía razón? Nunca podremnos saberlo. Lo que sí sabemos es que la idea de Rundstedt fue un fracaso (y repito, en la teoría era la que me parece más acertada).

Saludos.