Publicado: Vie Dic 08, 2006 11:38 pm
LOS MANDOS ENFRENTADOS (1).
Mandos Alemanes.
La política bizantina en el liderazgo nazi minó la capacidad alemana de hacer fracasar la anticipada invasión. En 1944 Hitler había perdido la confianza en los oficiales de la Wehrmacht y había ido ido usurpando más y más la capacidad de decisión de sus generales a nivel táctico. Su intromisión era errática e impredecible y su desorganizado estilo de liderazgo favoreció la formación de facciones enfrentadas en el ejército y el gobierno. Esto se hizó evidente en los fallidos intentos de crear un mando unificado en Francia, donde no sólo eran típicos los enfrentamientos entre armas sino también entre las Waffen SS y la paramilitar Organización Todt, responsable del servicio de construcción militar. El Alto Mando de las fuerzas armadas (OKW, OberstKommando Wehrmacht), liderado por el mariscal Wilhelm Keitel, era nominalmente una Junta de Estado Mayor, pero de hecho la Luftwaffe y la Kriegsmarine estaban representadas por oficiales sin decisión, siendo el OKW obviado por el mariscal Goering y el almirante Raeder según su conveniencia.
El comandante en jefe en el Oeste (OB West) era desde Marzo de 1942 el mariscal Gerd Von Rundstedt. El admirado vencedor de la Batalla de Francia era descrito por uno de sus oficiales de tanques como "un anciano… un soldado de minucioso entrenamiento con la experiencia adecuada en el combate práctico, pero sin la comprensión de una guerra tridimensional que combine al ejército, la marina y la aviación. Era un caballero y tenía el respeto y la confianza de sus mandos subordinados y de las tropas. Su autoridad era limitada y muy reducida. Su jefe de Estado Mayor (Blumentritt) no era el mejor complemento, ni por capacidad ni por carácter." Un estudio de postguerra de Ejercito USA concluyó que la falta de un mando unificado en Francia era una carencia mucho más importante que la falta de tropas y equipo.
A la vez que Rundstedt comandaba las unidades del ejército, el mariscal Hugo Sperrle se encontraba al mando de la Luftflotte 3, que incluía al 3er. Flak Korps y los paracaidistas y divisiones de tierra. El almirante Theodor Krancke comandaba el Grupo Oeste de la Marina a lo largo de la costa francesa, incluyendo la artillería de costa que fue trasvasada al ejército una vez que la invasión ya había sido iniciada. Las tropas alemanas de seguridad, utilizadas para tareas de ocupación, estaban bajo el control de los dos Gobernadores Militares. El control táctico de las operaciones fue trasvasado al OB West una vez comenzada la invasión, pero la desunión de mando previa evitó la posibilidad de coordinar la preparación de las defensas y complicó el control de las fuerzas en las críticas primeras horas del Día D.
El limitado control de Rundstedt fue evidente en la construcción de la Muralla del Atlántico, una serie de fortificaciones costeras comenzadas tras la insistencia de Hitler tras los raids de Dieppe y St. Nazaire en 1942. Dichas fortificaciones eran responsabilidad de la Organización Todt, la cual reportaba directamente al Ministro de Armamento, Albert Speer, y no al Ejército. De modo similar, la Marina era responsable de los cañones emplazados en las defensas, los cuales eran posicionados a su único criterio. Los oficiales de artilleria se referían a ellos como "los acorazados de las dunas", emplazados en la línea de costa vulnerable al bombardeo aliado, en lugar de situarse en la seguridad de retaguardia. Hitler quería 15.000 fortificaciones de cemento defendidas por 300.000 hombres, listas y en servicio en Mayo de 1943, un objetivo imposible de cumplir. La actividad se concentró en el Paso de Calais y para el verando de 1943 fue ampliada tras la decisión de Hitler de concentrar en dicha zona las nuevas bases de misiles V1 y V2. Detrás de la retórica de la impenetrable "Fortaleza Europea", el pobre estado de las defensas llevó a Rundstedt a enviar un informe a Hitler en Octubre de 1943, el cual fue el origen de la Directiva 51 del 3 de Noviembre de 1943. Esta directiva cambiaba las prioridades anteriores y reconocía la necesidad de fortalecer las defensas en el area occidental, en previsión de un ataque aliado en 1944. La ventaja más tangible del debate fue el nombramiento del mariscal Edwin Rommel a la cabeza de un nuevo Grupo de Ejército Espcial (más tarde denominado Grupo de Ejército B), bajo el control directo del OKW para la dirección del frente de invasión.
El nuevo puesto de Rommel duplicaba parcialmente al de Rundstedt, pero ambos oficiales intentaron sacar lo mejor posible de la confusa situación. Las primeras actividades de Rommel incluyeron una inspección de los trabajos en la Muralla del Atlántico, fortaleciendo el pobre esfuerzo realizado en sectores como Normandia y Bretaña. El nombramiento de Rommel inició el debate sobre la disposición de fuerzas de cara a una invasión. Rommel opinaba que la invasión debía ser parada en las playas. Era esencial, por tanto, que las reservas (especialmente los blindados) se mantuvieran lo suficientemente cerca de las playas como para facilitar una rápida intervención. El comandante del Panzer Gruppe West, general Leo Freiheer Geyr Von Schweppenburg, se quejaba vivamente argumentando que las Divisiones Panzer y la Luftwaffe debían mantenerse en retaguardia, en reserva para crear un contraataque que golpeara una vez los aliados hubieran desembarcado. Geyr citaba los ejemplos de Sicilia, Salerno y Anzio, donde las fuerzas panzer habían sido paradas por el fuerte fuego de bombardeo naval. Geyr opinaba que el desembarco no podía ser evitado y que las defensas de las playas debían ser solamente unas fuerzas lo suficientemente capaces como para retrasar los movimientos enemigos, pero no tanto como para restar capacidad a las fuerzas que darían la batalla final tierra adentro. Rommel replicaba que con la superioridad aérea aliada los panzer nunca serían capaces de realizar un contaataque masivo desde el interior. El problema alcanzó su punto álgido cuando Rommel pidió a Hitler la creación de un mando unificado bajo su control. Hitler accedió poniendo tres de las divisiones panzer de Geyr bajo el control operacional de Rommel como reserva del Grupo de Ejército B, pero manteniendo otras tres divisiones bajo el control de Rundstedt y las restantes cuatro bajo control del OKW como reservas estratégicas. Como resultado la estrategia alemana en Normandía fue una mezcla entre el esquema de Rommel para una inmediata defensa de las playas y el plan de Rundstedt/Geyr para una batalla decisiva tras los desembarcos. El Día D Rommel se encontraba en Alemania intentando persuadir a Hitler de darle el control de más divisones acorazadas.
Las fuerzas alemanas en Normandía eran parte del Séptimo Ejército, el cual también controlaba las unidades en la cercanía de la Península de Cotentin y Bretaña.. El VII Ejército estaba mandado por el general Firedrich Dollman. Había ganado la Cruz de Hierro en la Primera Guerra Mundial, mandado un cuerpo en Polonia y el Séptimo Ejército en la Batalla de Francia en 1940. Si bien era un altamente competente oficial había empleado la mayor parte de la guerra en tareas de ocupación en Francia y muchos de sus veteranos, endurecidos en el Frente del Este, eran escépticos sobre sus dotes de combate. Dollman murió de un ataque al corazón el 28 de Junio de 1944, menos de un mes después del Día D.
El sector de Normandía era responsabilidad del 84 Cuerpo de Infantería, mandado por el general Erich Marcks. Estaba ampliamente reconocido como uno de los mejores oficiales y había servido en los primeros tiempos de la guerra en un Cuerpo de Ejército en Polonia y con el 18ú Ejército en Francia en 1940. Había colaborado en los planes de ejecución de la Operación Barbarroja y mandado la 101 Jager Division en el momento de la invasión de la Unión Soviética en 1941. Tras perder una pierna en combate en Marzo de 1942 fue reasignado al mando de la 337 División de Infantería tras su recuperación. Su habilidad como comandante divisional le supuso el ascenso al mando de un Cuerpo de Ejército, primero el 66ú en Septiembre de 1942 y posteriormente el 87ú. Los nazis le consideraban políticamente sospechoso ya que había abogado por el general Von Schleicher, asesinado por la SS en 1934, lo que le supuso ser relegado por Hitler de las funciones de mando. Sin embargo fue enviado al 84ú Cuerpo en Francia el 1 de Agosto de 1943 como parte del proceso de refresco de la estructura de mando en Francia con veteranos del Frente del Este. Marcks no coincidía con Rommel en cuanto a las tácticas para vencer un desembarco anfibio ya que su Cuerpo se hallaba demasiado debilitado y disperso para defender tan extensa línea de costa. Fue favorable a la construcción de una cadena de fortificaciones no muy extensas en profundidad y manteniendo un cuerpo de reserva de infantería móvil y tanques a un día de marcha de la costa para ayudar en la carga de la defensa. Debido al mal tiempo el Séptimo Ejército programó una serie de ejercicios de Estado Mayor orientados a la defensa de la supuesta invasión en Rennes el 6 de Junio, con Marcks en el papel de General en Jefe aliado. A las 0100 del 6 de Junio, cuando los paracaidistas aliados se aproximaban a sus objetivos, Marcks se hallaba celebrando su cumpleaños en St. Lo y preparándose para partir hacia Rennes. Murió en Normandía durante un ataque aéreo aliado el 12 de Junio de 1944.
La 352 División de Infantería, mandada por el general Dietrich Kraiss, defendía la Playa de Omaha. Kraiss era un soldado profesional, destinado a la 126ª División de Infantería en 1909, a los veinte años de edad, y peleó en la 1ª Guerra Mundial. Al comienzo de la 2ª Guerra Mundial estaba al mando del 90 Regimiento de Infantería. Sus éxitos en las primeras campañas le reportaron el mando de la 168ª División de Infantería en Rusia, el 8 de Julio de 1941, la cual lideró hasta Marzo de 1943. Fue transferido a la recientemente formada 355 División de Infantería, la cual mandó hasta su desintegración el 6 de Noviembre de 1943, debido a las altísimas pérdidas sufridas durante los combates de aquel Otoño en Rusia. Kraiss fue entonces trasladado a Francia para mandar la nueva 352 Div. De Infantería, la cual había sido originalmente destinada al Frente Oriental. Fue herido durante los combates en las cercanías de St. Lo el 2 de Agosto de 1944, muriendo a consecuencia de las heridas cuatro días más tarde.
Continuará...
Copyright Osprey Publishing.
P.D.
Eport, no sólo son unos mapas excelentes sino que además es un magnífico trabajo. Desde este momento te propongo como Cartógrafo Oficial, con rango de General de Ingenieros, de nuestro foro.
En serio, muchas gracias por la ayuda.
Mandos Alemanes.
La política bizantina en el liderazgo nazi minó la capacidad alemana de hacer fracasar la anticipada invasión. En 1944 Hitler había perdido la confianza en los oficiales de la Wehrmacht y había ido ido usurpando más y más la capacidad de decisión de sus generales a nivel táctico. Su intromisión era errática e impredecible y su desorganizado estilo de liderazgo favoreció la formación de facciones enfrentadas en el ejército y el gobierno. Esto se hizó evidente en los fallidos intentos de crear un mando unificado en Francia, donde no sólo eran típicos los enfrentamientos entre armas sino también entre las Waffen SS y la paramilitar Organización Todt, responsable del servicio de construcción militar. El Alto Mando de las fuerzas armadas (OKW, OberstKommando Wehrmacht), liderado por el mariscal Wilhelm Keitel, era nominalmente una Junta de Estado Mayor, pero de hecho la Luftwaffe y la Kriegsmarine estaban representadas por oficiales sin decisión, siendo el OKW obviado por el mariscal Goering y el almirante Raeder según su conveniencia.
El comandante en jefe en el Oeste (OB West) era desde Marzo de 1942 el mariscal Gerd Von Rundstedt. El admirado vencedor de la Batalla de Francia era descrito por uno de sus oficiales de tanques como "un anciano… un soldado de minucioso entrenamiento con la experiencia adecuada en el combate práctico, pero sin la comprensión de una guerra tridimensional que combine al ejército, la marina y la aviación. Era un caballero y tenía el respeto y la confianza de sus mandos subordinados y de las tropas. Su autoridad era limitada y muy reducida. Su jefe de Estado Mayor (Blumentritt) no era el mejor complemento, ni por capacidad ni por carácter." Un estudio de postguerra de Ejercito USA concluyó que la falta de un mando unificado en Francia era una carencia mucho más importante que la falta de tropas y equipo.
A la vez que Rundstedt comandaba las unidades del ejército, el mariscal Hugo Sperrle se encontraba al mando de la Luftflotte 3, que incluía al 3er. Flak Korps y los paracaidistas y divisiones de tierra. El almirante Theodor Krancke comandaba el Grupo Oeste de la Marina a lo largo de la costa francesa, incluyendo la artillería de costa que fue trasvasada al ejército una vez que la invasión ya había sido iniciada. Las tropas alemanas de seguridad, utilizadas para tareas de ocupación, estaban bajo el control de los dos Gobernadores Militares. El control táctico de las operaciones fue trasvasado al OB West una vez comenzada la invasión, pero la desunión de mando previa evitó la posibilidad de coordinar la preparación de las defensas y complicó el control de las fuerzas en las críticas primeras horas del Día D.
El limitado control de Rundstedt fue evidente en la construcción de la Muralla del Atlántico, una serie de fortificaciones costeras comenzadas tras la insistencia de Hitler tras los raids de Dieppe y St. Nazaire en 1942. Dichas fortificaciones eran responsabilidad de la Organización Todt, la cual reportaba directamente al Ministro de Armamento, Albert Speer, y no al Ejército. De modo similar, la Marina era responsable de los cañones emplazados en las defensas, los cuales eran posicionados a su único criterio. Los oficiales de artilleria se referían a ellos como "los acorazados de las dunas", emplazados en la línea de costa vulnerable al bombardeo aliado, en lugar de situarse en la seguridad de retaguardia. Hitler quería 15.000 fortificaciones de cemento defendidas por 300.000 hombres, listas y en servicio en Mayo de 1943, un objetivo imposible de cumplir. La actividad se concentró en el Paso de Calais y para el verando de 1943 fue ampliada tras la decisión de Hitler de concentrar en dicha zona las nuevas bases de misiles V1 y V2. Detrás de la retórica de la impenetrable "Fortaleza Europea", el pobre estado de las defensas llevó a Rundstedt a enviar un informe a Hitler en Octubre de 1943, el cual fue el origen de la Directiva 51 del 3 de Noviembre de 1943. Esta directiva cambiaba las prioridades anteriores y reconocía la necesidad de fortalecer las defensas en el area occidental, en previsión de un ataque aliado en 1944. La ventaja más tangible del debate fue el nombramiento del mariscal Edwin Rommel a la cabeza de un nuevo Grupo de Ejército Espcial (más tarde denominado Grupo de Ejército B), bajo el control directo del OKW para la dirección del frente de invasión.
El nuevo puesto de Rommel duplicaba parcialmente al de Rundstedt, pero ambos oficiales intentaron sacar lo mejor posible de la confusa situación. Las primeras actividades de Rommel incluyeron una inspección de los trabajos en la Muralla del Atlántico, fortaleciendo el pobre esfuerzo realizado en sectores como Normandia y Bretaña. El nombramiento de Rommel inició el debate sobre la disposición de fuerzas de cara a una invasión. Rommel opinaba que la invasión debía ser parada en las playas. Era esencial, por tanto, que las reservas (especialmente los blindados) se mantuvieran lo suficientemente cerca de las playas como para facilitar una rápida intervención. El comandante del Panzer Gruppe West, general Leo Freiheer Geyr Von Schweppenburg, se quejaba vivamente argumentando que las Divisiones Panzer y la Luftwaffe debían mantenerse en retaguardia, en reserva para crear un contraataque que golpeara una vez los aliados hubieran desembarcado. Geyr citaba los ejemplos de Sicilia, Salerno y Anzio, donde las fuerzas panzer habían sido paradas por el fuerte fuego de bombardeo naval. Geyr opinaba que el desembarco no podía ser evitado y que las defensas de las playas debían ser solamente unas fuerzas lo suficientemente capaces como para retrasar los movimientos enemigos, pero no tanto como para restar capacidad a las fuerzas que darían la batalla final tierra adentro. Rommel replicaba que con la superioridad aérea aliada los panzer nunca serían capaces de realizar un contaataque masivo desde el interior. El problema alcanzó su punto álgido cuando Rommel pidió a Hitler la creación de un mando unificado bajo su control. Hitler accedió poniendo tres de las divisiones panzer de Geyr bajo el control operacional de Rommel como reserva del Grupo de Ejército B, pero manteniendo otras tres divisiones bajo el control de Rundstedt y las restantes cuatro bajo control del OKW como reservas estratégicas. Como resultado la estrategia alemana en Normandía fue una mezcla entre el esquema de Rommel para una inmediata defensa de las playas y el plan de Rundstedt/Geyr para una batalla decisiva tras los desembarcos. El Día D Rommel se encontraba en Alemania intentando persuadir a Hitler de darle el control de más divisones acorazadas.
Las fuerzas alemanas en Normandía eran parte del Séptimo Ejército, el cual también controlaba las unidades en la cercanía de la Península de Cotentin y Bretaña.. El VII Ejército estaba mandado por el general Firedrich Dollman. Había ganado la Cruz de Hierro en la Primera Guerra Mundial, mandado un cuerpo en Polonia y el Séptimo Ejército en la Batalla de Francia en 1940. Si bien era un altamente competente oficial había empleado la mayor parte de la guerra en tareas de ocupación en Francia y muchos de sus veteranos, endurecidos en el Frente del Este, eran escépticos sobre sus dotes de combate. Dollman murió de un ataque al corazón el 28 de Junio de 1944, menos de un mes después del Día D.
El sector de Normandía era responsabilidad del 84 Cuerpo de Infantería, mandado por el general Erich Marcks. Estaba ampliamente reconocido como uno de los mejores oficiales y había servido en los primeros tiempos de la guerra en un Cuerpo de Ejército en Polonia y con el 18ú Ejército en Francia en 1940. Había colaborado en los planes de ejecución de la Operación Barbarroja y mandado la 101 Jager Division en el momento de la invasión de la Unión Soviética en 1941. Tras perder una pierna en combate en Marzo de 1942 fue reasignado al mando de la 337 División de Infantería tras su recuperación. Su habilidad como comandante divisional le supuso el ascenso al mando de un Cuerpo de Ejército, primero el 66ú en Septiembre de 1942 y posteriormente el 87ú. Los nazis le consideraban políticamente sospechoso ya que había abogado por el general Von Schleicher, asesinado por la SS en 1934, lo que le supuso ser relegado por Hitler de las funciones de mando. Sin embargo fue enviado al 84ú Cuerpo en Francia el 1 de Agosto de 1943 como parte del proceso de refresco de la estructura de mando en Francia con veteranos del Frente del Este. Marcks no coincidía con Rommel en cuanto a las tácticas para vencer un desembarco anfibio ya que su Cuerpo se hallaba demasiado debilitado y disperso para defender tan extensa línea de costa. Fue favorable a la construcción de una cadena de fortificaciones no muy extensas en profundidad y manteniendo un cuerpo de reserva de infantería móvil y tanques a un día de marcha de la costa para ayudar en la carga de la defensa. Debido al mal tiempo el Séptimo Ejército programó una serie de ejercicios de Estado Mayor orientados a la defensa de la supuesta invasión en Rennes el 6 de Junio, con Marcks en el papel de General en Jefe aliado. A las 0100 del 6 de Junio, cuando los paracaidistas aliados se aproximaban a sus objetivos, Marcks se hallaba celebrando su cumpleaños en St. Lo y preparándose para partir hacia Rennes. Murió en Normandía durante un ataque aéreo aliado el 12 de Junio de 1944.
La 352 División de Infantería, mandada por el general Dietrich Kraiss, defendía la Playa de Omaha. Kraiss era un soldado profesional, destinado a la 126ª División de Infantería en 1909, a los veinte años de edad, y peleó en la 1ª Guerra Mundial. Al comienzo de la 2ª Guerra Mundial estaba al mando del 90 Regimiento de Infantería. Sus éxitos en las primeras campañas le reportaron el mando de la 168ª División de Infantería en Rusia, el 8 de Julio de 1941, la cual lideró hasta Marzo de 1943. Fue transferido a la recientemente formada 355 División de Infantería, la cual mandó hasta su desintegración el 6 de Noviembre de 1943, debido a las altísimas pérdidas sufridas durante los combates de aquel Otoño en Rusia. Kraiss fue entonces trasladado a Francia para mandar la nueva 352 Div. De Infantería, la cual había sido originalmente destinada al Frente Oriental. Fue herido durante los combates en las cercanías de St. Lo el 2 de Agosto de 1944, muriendo a consecuencia de las heridas cuatro días más tarde.
Continuará...
Copyright Osprey Publishing.
P.D.
Eport, no sólo son unos mapas excelentes sino que además es un magnífico trabajo. Desde este momento te propongo como Cartógrafo Oficial, con rango de General de Ingenieros, de nuestro foro.
En serio, muchas gracias por la ayuda.