Publicado: Dom May 23, 2021 11:44 am
Los holandeses habían comprendido que las fuerzas que ocupaban la Línea Grebbe no serían lo suficientemente fuertes para repeler todos los ataques por sí mismas; tenían la intención de retrasar una ofensiva el tiempo suficiente para que las reservas las reforzaran. Debido a que el día anterior no se entendió que el asalto principal alemán era inminente, estas reservas no llegarían a tiempo. Este problema empeoró porque la Línea de Parada no tenía profundidad y carecía de grandes refugios para acomodar suficientes tropas para organizar un fuerte contraataque. A última hora de la tarde se decidió ejecutar un ataque de flanco desde el norte al día siguiente.
En el norte, la posición de Wons formó una cabeza de puente en el extremo este del dique; tenía un perímetro largo de unos 9 kilómetros para recibir a una gran cantidad de tropas en retirada sin hacerlas demasiado vulnerables a los ataques aéreos. El 12 de mayo todavía estaban presentes unidades con una fuerza combinada de sólo dos batallones, por lo que la línea se mantuvo débilmente. Esto fue aprovechado por la primera unidad alemana en llegar, el batallón de bicicletas de la 1. Kavalleriedivision. Al mediodía penetró rápidamente la línea en un ataque concentrado, lo que obligó a los defensores a retirarse al Dique del Recinto. Para algunos, el avance alemán cortó su ruta de escape por tierra; zarparon del pequeño puerto de Makkum, tomando los últimos barcos que quedaban en el lado este del lago IJssel. Esto negó a los alemanes cualquier embarcación para intentar cruzar y el plan fue abandonado.
Por la tarde, el general Winkelman recibió información sobre el avance de las fuerzas blindadas en la región de Langstraat, en la carretera entre 's-Hertogenbosch y los puentes de Moerdijk. Aún albergaba esperanzas de que esas fuerzas fueran francesas, pero el anuncio de Radio Bremen a las 23:00 de que los tanques alemanes habían enlazado con los paracaidistas acabó con esas esperanzas. Por fin empezó a comprender la esencia de la estrategia alemana. Ordenó a las baterías de artillería del Hoekse Waard que intentaran destruir los puentes de Moerdijk y envió un equipo de ingenieros a Rotterdam para hacer destruir el Willemsbrug. Pesimista sobre la situación general en este punto, también ordenó que se incendiaran las vastas reservas estratégicas de petróleo de la Royal Dutch Shell en Pernis. Después de haber sido informado por Winkelman de sus preocupaciones a primera hora de la tarde, el gobierno holandés pidió a Churchill tres divisiones británicas para cambiar el rumbo de las opeaciones. El nuevo primer ministro respondió que no tenía reservas; sin embargo, se enviaron tres torpederos británicos al lago IJssel. Además, el 2o batallón de la Guardia Galesa estaba preparado para ser enviado a Holanda, aunque no llegaría a tiempo.
Al contrario de Winkelman, el mando alemán se mostró muy satisfecho con los acontecimientos del día. Se temía que el tercer día de la operación se convirtiera en un "día de crisis", ya que el XXVI Armeekorps tendría que superar, cerca de Breda, la resistencia de varias divisiones francesas. A los alemanes también les preocupaba que pudieran enfrentarse a algunas divisiones belgas o incluso británicas. Por lo tanto, antes de la invasión von Bock había solicitado ser reforzado con otro Cuerpo de Ejército. Cuando esto le fue negado por el jefe de estado mayor, Franz Halder, organizó la formación de un cuartel general adicional del Cuerpo de Ejército para dirigir la compleja situación estratégica de luchar simultáneamente contra los Aliados y avanzar hacia la Fortaleza Holanda sobre los puentes de Moerdijk. Como el 12 de mayo no parecía materializarse ninguna crisis real, con la retirada francesa y las fuerzas belgas y británicas completamente ausentes, von Bock decidió que el XXVI Armeekorps sería responsable de perseguir a los franceses hacia Amberes, mientras que algunas fuerzas serían dirigidas por el nuevos cuartel general, Generalkommando XXXIX (Generalleutnant Rudolf Schmidt), para avanzar hacia el norte con la 254. Infanteriedivision, la mayoría de 9. Panzerdivision, y la Leibstandarte SS Adolf Hitler.
En el norte, la posición de Wons formó una cabeza de puente en el extremo este del dique; tenía un perímetro largo de unos 9 kilómetros para recibir a una gran cantidad de tropas en retirada sin hacerlas demasiado vulnerables a los ataques aéreos. El 12 de mayo todavía estaban presentes unidades con una fuerza combinada de sólo dos batallones, por lo que la línea se mantuvo débilmente. Esto fue aprovechado por la primera unidad alemana en llegar, el batallón de bicicletas de la 1. Kavalleriedivision. Al mediodía penetró rápidamente la línea en un ataque concentrado, lo que obligó a los defensores a retirarse al Dique del Recinto. Para algunos, el avance alemán cortó su ruta de escape por tierra; zarparon del pequeño puerto de Makkum, tomando los últimos barcos que quedaban en el lado este del lago IJssel. Esto negó a los alemanes cualquier embarcación para intentar cruzar y el plan fue abandonado.
Por la tarde, el general Winkelman recibió información sobre el avance de las fuerzas blindadas en la región de Langstraat, en la carretera entre 's-Hertogenbosch y los puentes de Moerdijk. Aún albergaba esperanzas de que esas fuerzas fueran francesas, pero el anuncio de Radio Bremen a las 23:00 de que los tanques alemanes habían enlazado con los paracaidistas acabó con esas esperanzas. Por fin empezó a comprender la esencia de la estrategia alemana. Ordenó a las baterías de artillería del Hoekse Waard que intentaran destruir los puentes de Moerdijk y envió un equipo de ingenieros a Rotterdam para hacer destruir el Willemsbrug. Pesimista sobre la situación general en este punto, también ordenó que se incendiaran las vastas reservas estratégicas de petróleo de la Royal Dutch Shell en Pernis. Después de haber sido informado por Winkelman de sus preocupaciones a primera hora de la tarde, el gobierno holandés pidió a Churchill tres divisiones británicas para cambiar el rumbo de las opeaciones. El nuevo primer ministro respondió que no tenía reservas; sin embargo, se enviaron tres torpederos británicos al lago IJssel. Además, el 2o batallón de la Guardia Galesa estaba preparado para ser enviado a Holanda, aunque no llegaría a tiempo.
Al contrario de Winkelman, el mando alemán se mostró muy satisfecho con los acontecimientos del día. Se temía que el tercer día de la operación se convirtiera en un "día de crisis", ya que el XXVI Armeekorps tendría que superar, cerca de Breda, la resistencia de varias divisiones francesas. A los alemanes también les preocupaba que pudieran enfrentarse a algunas divisiones belgas o incluso británicas. Por lo tanto, antes de la invasión von Bock había solicitado ser reforzado con otro Cuerpo de Ejército. Cuando esto le fue negado por el jefe de estado mayor, Franz Halder, organizó la formación de un cuartel general adicional del Cuerpo de Ejército para dirigir la compleja situación estratégica de luchar simultáneamente contra los Aliados y avanzar hacia la Fortaleza Holanda sobre los puentes de Moerdijk. Como el 12 de mayo no parecía materializarse ninguna crisis real, con la retirada francesa y las fuerzas belgas y británicas completamente ausentes, von Bock decidió que el XXVI Armeekorps sería responsable de perseguir a los franceses hacia Amberes, mientras que algunas fuerzas serían dirigidas por el nuevos cuartel general, Generalkommando XXXIX (Generalleutnant Rudolf Schmidt), para avanzar hacia el norte con la 254. Infanteriedivision, la mayoría de 9. Panzerdivision, y la Leibstandarte SS Adolf Hitler.