Publicado: Lun Dic 10, 2007 12:03 am
Y tras un paréntesis, seguimos...
Aviación (2).
Lidia Vladimirovna Litviak
Lidia Litviak es la más famosa de las pilotos de caza de todos los tiempos. Nació en Moscú, y desde pequeña se sintió fascinada por las historias de las famosas aviadoras Valentina Grizodubova, Polina Osipenko y Marina Raskova. El vuelo del Rodina (Patria), con el que las tres mujeres establecieron un record de larga distancia, inspiró a la joven Lidia y la decidió a convertirse en aviadora.
Al principio de la guerra, Litviak era instructora en la Escuela de Vuelo de Kherson, y sus primeros intentos para ingresar en el servicio activo fueron rechazados. Cuando supo que Marina Raskova estaba reclutando pilotos para su regimiento de mujeres, Lidia se unió sin dudarlo. Después de completar un riguroso entrenamiento en la base de Engels fue asignada a un regimiento de caza, para más tarde ingresar, junto con otras tres compañeras, en el 437ú Rgto. de Caza, equipado con aviones Yak-1.
El Yak-1 de Lidia Litviak en el frente de Stalingrado.
El 13 de Septiembre de 1942, Lidia Litviak consiguió sus primeras dos victorias y se convirtió en la primera mujer que derribaba un avión enemigo. Según la historia popular, Lidia logró derribar a todo un As de la Luftwaffe, condecorado con la Cruz de Caballero, que una vez derribado se negó a reconocer que hubiera podido ser derribado por una mujer hasta que la propia Lidia le contó como había sido el combate, y el piloto alemán hubo de admitirlo. Sin embargo, ningún piloto alemán condecorado con la Cruz de Caballero fue derribado ese día, así que, probablemente, la propaganda y el fervor patriótico popular se encargaron de exagerar la historia hasta esos extremos.
El día siguiente, 14 de Septiembre, Lidia derribó un Me109. El 27 del mismo mes añadía a su cuenta un bombardero Ju88. Aunque principalmente participó en misiones de escolta a bombarderos, la joven piloto no dejaba de impresionar a sus compañeros masculinos por su habilidad en el combate y capacidad individual. A finales de 1942, durante la campaña de Stalingrado, Lidia lograba otras cuatro victorias, y aunque la prensa y la propaganda iban aumentado progresivamente su leyenda, ella se ocupaba de mantenerse al margen de todo ello en la medida en que podía evitarlo.
Lidia Litviak fue herida por primera vez el 22 de Marzo de 1943, durante un combate aéreo, y se vio obligada a aterrizar de emergencia. Un Il-2 que se encontraba en las proximidades consiguió aterrizar y rescatarla, pero por la gravedad de sus lesiones, Lidia tuvo que permanecer hospitalizada hasta el mes de Mayo. Nada más volver al combate, el día 5 de Mayo, consiguió una nueva victoria, esta vez un Me109, y dos días después repetiría su éxito sobre otro Messerschmidt.
El 16 de Julio de 1943 fue herida por segunda vez. Volando junto con otros cinco Yak, la escuadrilla de Lidia se encontró con 30 bombarderos alemanes escoltados por seis cazas, y rapidamente se lanzaron al combate. Litviak consiguió derribar un bombardero enemigo, y compartir el derribo de otro con un compañero, pero su avión fue alcanzado y tuvo que retirarse a su base, donde hubo de realizar un aterrizaje de panza. Esta vez sus heridas no revestían particular gravedad, y Lidia se negó a ser evacuada a retaguardia.
El 1 de Agosto de 1943, Lidia Litviak fue dada como desaparecida en combate mientras atacaba a una formación de bombarderos y escoltas en el área de Donetsk, en Ucrania. En la que sería su última misión, Lidia logró una nueva victoria al derribar un Me109. En 168 misiones, Lidia Litviak había logrado derribar 12 aviones enemigos y un globo de reconocimiento, compartiendo otros cuatro derribos.
En 1969 unos niños encontraron los restos de un avión y un piloto, cuyos restos fueron enterrados en una tumba comunal en las cercanías de Dimitriyeva. Años más tarde, en 1079, la tumba fue localizada y los restos exhumados, demostrando el análisis forense posterior que se trataba del cadaver de Lidia Litviak.
Los esfuerzos de la profesora Valentina Vaschenko, que lideró las investigaciones que llevaron a la localización e identificación de los restos, dieron su fruto el 5 de Mayo de 1990, cuando el presidente Mihail Gorbachov concedió a Lidia Litviak el título de Heroína de la Unión Soviética.
Marina Mikhailovna Raskova.
Curiosamente, Mariana Raskova, la mujer que inspiró a muchas de sus compatriotas a iniciarse en la aviación, no mostró ningún interés en su infancia por el vuelo. Su sueño era convertirse en cantante de ópera, influenciada por su padre que era profesor de canto. Sin embargo, tras la muerte de su padre en un accidente, y forzada a conseguir un trabajo que pudiera dar una cierta estabilidad económica a la familia, Marina se decidió a estudiar química y olvidar el canto.
Después de su graduación en 1929, la joven Marina encontró un trabajo como química en una fábrica, se casó con un ingeniero de nombre Sergey Raskov, y al año siguiente nació su hija, Tania. Sin embargo el matrimonio terminó fracasando, y Marina se divorció en 1935.
Marina cambió de trabajo en 1931, ingresando como delineante en el Laboratorio de Navegación Aérea de la Academia de la Fuerza Aérea, y aprovechando para estudiar física, matemáticas, ingeniería mecánica, comunicación de radio y navegación. En 1934 se graduó en el Instituto de Investigación Científica de la Fuerza Aérea en Leningrado, convirtiéndose en la primera mujer en obtener el título de navegante de aviación.
Marina Raskova participó en Septiembre de 1938, junto con Valentina Grizodubova y Polina Osipenko, en el vuelo de larga distancia efectuado en el bimotor Rodina (Patria) desde Moscú al Extremo Oriente de la Unión Soviética. El avión tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en un pantano al quedarse sin combustible, y Marina se vio forzada a lanzarse en paracaidas ante el peligro de morir en el aterrizaje, ya que ocupaba el puesto de navegante en el morro acristalado del avión. Después de diez días pudo ser rescatada y reunirse con sus camaradas. Las tres mujeres habían establecido un record de distancia de 6.450kms, y el 2 de Noviembre de 1938 fueron condecoradas con la Estrella de Oro de la Orden de Lenin.
El Rodina y sus tres tripulantes. De izda. a dcha., Polina Osipenko (copiloto), Valentina Grizodubova (piloto) y Marina Raskova (navegante).
Al comenzar la guerra, Marina no pudo obtener el permiso para el servicio activo en misiones de combate, pero tras unirse al Comité de Defensa del Pueblo se dio cuenta de que miles de mujeres piloto querían, como ella, combatir. Debido a su popularidad e influencia entre los oficiales del alto mando, Marina presionó hasta conseguir la formación de un regimiento de vuelo compuesto por mujeres, y una vez aprobado convertirse en su comandante.
Finalmente, de entre las miles de voluntarias, 1.000 mujeres fueron seleccionadas para participar en el programa de entrenamiento en la base de Engels, en el Volga. El regimiento creció de tal manera que pronto tuvo que dividirse en tres, y Marina eligió liderar el 587ú Rgto. de Bombardeo en Picado, equipado con Petlyakov Pe-2, que más tarde recibiría el nombre de 125ú Rgto. Marina Raskova de Bombarderos de la Guardia.
El 4 de Enero de 1943, la mayor Marina Raskova despegó haciendo caso omiso del mal tiempo en la que sería su última misión. El avión se estrelló y toda la tripulación murió en el accidente. Marina fue incinerada, y sus cenizas enterradas en la muralla del Kremlin.
Maria Vasilevna Smirnova.
Las apariencias engañan, incluso en uniforme. Maria Smirnova tenía el aspecto de una joven adolescente más, y su corta estatura tampoco ayudaba a conferirla un aspecto marcial, pero el apodo que se ganó durante la guerra decía mucho más de ella: La Bruja de la Noche.
Maria nació en una familia de campesinos en el pueblo de Vorobiyebo, en la región de Kalinin, y su relación con la aviación se inició cuando asistía a clase en Kalinin, en las cercanías de un campo de aviación. Se unió al Club de Vuelo de Kalinin en 1937, la única mujer entre cientos de miembros, y se convirtió en instructor dos años más tarde.
El 1 de Noviembre de 1941, Maria respondió a la llamada de Marina Raskova, y después de completar el entrenamiento en la base de Engels fue asignada al 588ú Regimiento de Bombardeo Nocturno.
En sus inicios, como casi todas sus camaradas, Maria Smirnova, tuvo que sufrir la desconfianza de sus superiores, pero su comportamiento y habilidad para el vuelo pronto acabaron con las suspicacias. Al morir el comandante de su escuadrón, Maria tomó el mando, y lo lideró con su ejemplo. Pilotaba un biplano Polikarpov U-2/Po-2, y la mayoría de sus misiones consistian en bombardear concentraciones de tropas y líneas de suministro enemigas en la región de Taman. En una ocasión fue alcanzada y hubo de aterrizar con una bomba todavía en su anclaje y su navegante herido en el asiento trasero, pero no sufrió graves heridas.
Un Polykarpov Po-2.
Las Brujas de la Noche, como se comenzó a llamar a su escuadrón compuesto en su totalidad por mujeres, volaban sin descanso, y a veces en las peores condiciones climatológicas, y con sus bases a veces a tan sólo 15kms de las líneas del frente. El ritmo de las misiones llegaba a ser tan frenético que se alcanzaron las 10 salidas en una sola noche; las tripulaciones permanecían en las cabinas de sus aviones, sin bajarse, mientras los mecánicos revisaban el avión y cargaban bombas y combustible.
El famoso piloto alemán Johannes Steinhoff, comandante del II/JG52, escribió en una carta el 2 de Septiembre de 1942 que "No alcanzamos a comprender que los pilotos soviéticos que nos causan los mayores problemas son en realidad mujeres. No tienen miedo a nada, vuelan noche tras noche en sus lentos biplanos y a veces nos obligan a no tener descanso."
En Agosto de 1944, Maria Smirnova había sobrevivido a 805 misiones nocturnas, y obtuvo un permiso para asistir a una conferencia de mujeres en Moscú. Los periodistas extranjeros sospecharon de la joven piloto, con el uniforme plagado de condecoraciones, y pensaron estar ante un caso de pura propaganda; pero su escepticismo se convirtió en respeto cuando pudieron ver el libro de vuelo y el historial de combate de Maria.
Maria Smirnova fue condecorada como Heroína de la Unión Soviética el 26 de Octubre de 1944. Unos pocos meses antes del final de la guerra, Maria y la teniente Ekaterina Ryabova fueron enviadas por el comandante de su regimiento a la Academia de la Fuerza Aérea, pero no fueron admitidas porque la institución estaba oficialmente cerrada a las mujeres. Smirnova regresó a su unidad y acabó la guerra volando un total de 935 misiones.
Maria no pudo continuar su carrera en la posguerra, ya que sus condiciones físicas y mentales se habían resentido tras cuatro años de contínuos combates y hubo de ser transferida a la reserva. Trabajó como instructora en la División Regional del Partido Comunista en Kalinin, y posteriormente como directora de personal en una fábrica téxtil de la región, donde vive actualmente retirada.
Continuará…
Saludos.
Fuente: Heroines of the Soviet Union. Henry Sakaida y Christa Hook. Osprey Publishing,
Aviación (2).
Lidia Vladimirovna Litviak
Lidia Litviak es la más famosa de las pilotos de caza de todos los tiempos. Nació en Moscú, y desde pequeña se sintió fascinada por las historias de las famosas aviadoras Valentina Grizodubova, Polina Osipenko y Marina Raskova. El vuelo del Rodina (Patria), con el que las tres mujeres establecieron un record de larga distancia, inspiró a la joven Lidia y la decidió a convertirse en aviadora.
Al principio de la guerra, Litviak era instructora en la Escuela de Vuelo de Kherson, y sus primeros intentos para ingresar en el servicio activo fueron rechazados. Cuando supo que Marina Raskova estaba reclutando pilotos para su regimiento de mujeres, Lidia se unió sin dudarlo. Después de completar un riguroso entrenamiento en la base de Engels fue asignada a un regimiento de caza, para más tarde ingresar, junto con otras tres compañeras, en el 437ú Rgto. de Caza, equipado con aviones Yak-1.
El Yak-1 de Lidia Litviak en el frente de Stalingrado.
El 13 de Septiembre de 1942, Lidia Litviak consiguió sus primeras dos victorias y se convirtió en la primera mujer que derribaba un avión enemigo. Según la historia popular, Lidia logró derribar a todo un As de la Luftwaffe, condecorado con la Cruz de Caballero, que una vez derribado se negó a reconocer que hubiera podido ser derribado por una mujer hasta que la propia Lidia le contó como había sido el combate, y el piloto alemán hubo de admitirlo. Sin embargo, ningún piloto alemán condecorado con la Cruz de Caballero fue derribado ese día, así que, probablemente, la propaganda y el fervor patriótico popular se encargaron de exagerar la historia hasta esos extremos.
El día siguiente, 14 de Septiembre, Lidia derribó un Me109. El 27 del mismo mes añadía a su cuenta un bombardero Ju88. Aunque principalmente participó en misiones de escolta a bombarderos, la joven piloto no dejaba de impresionar a sus compañeros masculinos por su habilidad en el combate y capacidad individual. A finales de 1942, durante la campaña de Stalingrado, Lidia lograba otras cuatro victorias, y aunque la prensa y la propaganda iban aumentado progresivamente su leyenda, ella se ocupaba de mantenerse al margen de todo ello en la medida en que podía evitarlo.
Lidia Litviak fue herida por primera vez el 22 de Marzo de 1943, durante un combate aéreo, y se vio obligada a aterrizar de emergencia. Un Il-2 que se encontraba en las proximidades consiguió aterrizar y rescatarla, pero por la gravedad de sus lesiones, Lidia tuvo que permanecer hospitalizada hasta el mes de Mayo. Nada más volver al combate, el día 5 de Mayo, consiguió una nueva victoria, esta vez un Me109, y dos días después repetiría su éxito sobre otro Messerschmidt.
El 16 de Julio de 1943 fue herida por segunda vez. Volando junto con otros cinco Yak, la escuadrilla de Lidia se encontró con 30 bombarderos alemanes escoltados por seis cazas, y rapidamente se lanzaron al combate. Litviak consiguió derribar un bombardero enemigo, y compartir el derribo de otro con un compañero, pero su avión fue alcanzado y tuvo que retirarse a su base, donde hubo de realizar un aterrizaje de panza. Esta vez sus heridas no revestían particular gravedad, y Lidia se negó a ser evacuada a retaguardia.
El 1 de Agosto de 1943, Lidia Litviak fue dada como desaparecida en combate mientras atacaba a una formación de bombarderos y escoltas en el área de Donetsk, en Ucrania. En la que sería su última misión, Lidia logró una nueva victoria al derribar un Me109. En 168 misiones, Lidia Litviak había logrado derribar 12 aviones enemigos y un globo de reconocimiento, compartiendo otros cuatro derribos.
En 1969 unos niños encontraron los restos de un avión y un piloto, cuyos restos fueron enterrados en una tumba comunal en las cercanías de Dimitriyeva. Años más tarde, en 1079, la tumba fue localizada y los restos exhumados, demostrando el análisis forense posterior que se trataba del cadaver de Lidia Litviak.
Los esfuerzos de la profesora Valentina Vaschenko, que lideró las investigaciones que llevaron a la localización e identificación de los restos, dieron su fruto el 5 de Mayo de 1990, cuando el presidente Mihail Gorbachov concedió a Lidia Litviak el título de Heroína de la Unión Soviética.
Marina Mikhailovna Raskova.
Curiosamente, Mariana Raskova, la mujer que inspiró a muchas de sus compatriotas a iniciarse en la aviación, no mostró ningún interés en su infancia por el vuelo. Su sueño era convertirse en cantante de ópera, influenciada por su padre que era profesor de canto. Sin embargo, tras la muerte de su padre en un accidente, y forzada a conseguir un trabajo que pudiera dar una cierta estabilidad económica a la familia, Marina se decidió a estudiar química y olvidar el canto.
Después de su graduación en 1929, la joven Marina encontró un trabajo como química en una fábrica, se casó con un ingeniero de nombre Sergey Raskov, y al año siguiente nació su hija, Tania. Sin embargo el matrimonio terminó fracasando, y Marina se divorció en 1935.
Marina cambió de trabajo en 1931, ingresando como delineante en el Laboratorio de Navegación Aérea de la Academia de la Fuerza Aérea, y aprovechando para estudiar física, matemáticas, ingeniería mecánica, comunicación de radio y navegación. En 1934 se graduó en el Instituto de Investigación Científica de la Fuerza Aérea en Leningrado, convirtiéndose en la primera mujer en obtener el título de navegante de aviación.
Marina Raskova participó en Septiembre de 1938, junto con Valentina Grizodubova y Polina Osipenko, en el vuelo de larga distancia efectuado en el bimotor Rodina (Patria) desde Moscú al Extremo Oriente de la Unión Soviética. El avión tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en un pantano al quedarse sin combustible, y Marina se vio forzada a lanzarse en paracaidas ante el peligro de morir en el aterrizaje, ya que ocupaba el puesto de navegante en el morro acristalado del avión. Después de diez días pudo ser rescatada y reunirse con sus camaradas. Las tres mujeres habían establecido un record de distancia de 6.450kms, y el 2 de Noviembre de 1938 fueron condecoradas con la Estrella de Oro de la Orden de Lenin.
El Rodina y sus tres tripulantes. De izda. a dcha., Polina Osipenko (copiloto), Valentina Grizodubova (piloto) y Marina Raskova (navegante).
Al comenzar la guerra, Marina no pudo obtener el permiso para el servicio activo en misiones de combate, pero tras unirse al Comité de Defensa del Pueblo se dio cuenta de que miles de mujeres piloto querían, como ella, combatir. Debido a su popularidad e influencia entre los oficiales del alto mando, Marina presionó hasta conseguir la formación de un regimiento de vuelo compuesto por mujeres, y una vez aprobado convertirse en su comandante.
Finalmente, de entre las miles de voluntarias, 1.000 mujeres fueron seleccionadas para participar en el programa de entrenamiento en la base de Engels, en el Volga. El regimiento creció de tal manera que pronto tuvo que dividirse en tres, y Marina eligió liderar el 587ú Rgto. de Bombardeo en Picado, equipado con Petlyakov Pe-2, que más tarde recibiría el nombre de 125ú Rgto. Marina Raskova de Bombarderos de la Guardia.
El 4 de Enero de 1943, la mayor Marina Raskova despegó haciendo caso omiso del mal tiempo en la que sería su última misión. El avión se estrelló y toda la tripulación murió en el accidente. Marina fue incinerada, y sus cenizas enterradas en la muralla del Kremlin.
Maria Vasilevna Smirnova.
Las apariencias engañan, incluso en uniforme. Maria Smirnova tenía el aspecto de una joven adolescente más, y su corta estatura tampoco ayudaba a conferirla un aspecto marcial, pero el apodo que se ganó durante la guerra decía mucho más de ella: La Bruja de la Noche.
Maria nació en una familia de campesinos en el pueblo de Vorobiyebo, en la región de Kalinin, y su relación con la aviación se inició cuando asistía a clase en Kalinin, en las cercanías de un campo de aviación. Se unió al Club de Vuelo de Kalinin en 1937, la única mujer entre cientos de miembros, y se convirtió en instructor dos años más tarde.
El 1 de Noviembre de 1941, Maria respondió a la llamada de Marina Raskova, y después de completar el entrenamiento en la base de Engels fue asignada al 588ú Regimiento de Bombardeo Nocturno.
En sus inicios, como casi todas sus camaradas, Maria Smirnova, tuvo que sufrir la desconfianza de sus superiores, pero su comportamiento y habilidad para el vuelo pronto acabaron con las suspicacias. Al morir el comandante de su escuadrón, Maria tomó el mando, y lo lideró con su ejemplo. Pilotaba un biplano Polikarpov U-2/Po-2, y la mayoría de sus misiones consistian en bombardear concentraciones de tropas y líneas de suministro enemigas en la región de Taman. En una ocasión fue alcanzada y hubo de aterrizar con una bomba todavía en su anclaje y su navegante herido en el asiento trasero, pero no sufrió graves heridas.
Un Polykarpov Po-2.
Las Brujas de la Noche, como se comenzó a llamar a su escuadrón compuesto en su totalidad por mujeres, volaban sin descanso, y a veces en las peores condiciones climatológicas, y con sus bases a veces a tan sólo 15kms de las líneas del frente. El ritmo de las misiones llegaba a ser tan frenético que se alcanzaron las 10 salidas en una sola noche; las tripulaciones permanecían en las cabinas de sus aviones, sin bajarse, mientras los mecánicos revisaban el avión y cargaban bombas y combustible.
El famoso piloto alemán Johannes Steinhoff, comandante del II/JG52, escribió en una carta el 2 de Septiembre de 1942 que "No alcanzamos a comprender que los pilotos soviéticos que nos causan los mayores problemas son en realidad mujeres. No tienen miedo a nada, vuelan noche tras noche en sus lentos biplanos y a veces nos obligan a no tener descanso."
En Agosto de 1944, Maria Smirnova había sobrevivido a 805 misiones nocturnas, y obtuvo un permiso para asistir a una conferencia de mujeres en Moscú. Los periodistas extranjeros sospecharon de la joven piloto, con el uniforme plagado de condecoraciones, y pensaron estar ante un caso de pura propaganda; pero su escepticismo se convirtió en respeto cuando pudieron ver el libro de vuelo y el historial de combate de Maria.
Maria Smirnova fue condecorada como Heroína de la Unión Soviética el 26 de Octubre de 1944. Unos pocos meses antes del final de la guerra, Maria y la teniente Ekaterina Ryabova fueron enviadas por el comandante de su regimiento a la Academia de la Fuerza Aérea, pero no fueron admitidas porque la institución estaba oficialmente cerrada a las mujeres. Smirnova regresó a su unidad y acabó la guerra volando un total de 935 misiones.
Maria no pudo continuar su carrera en la posguerra, ya que sus condiciones físicas y mentales se habían resentido tras cuatro años de contínuos combates y hubo de ser transferida a la reserva. Trabajó como instructora en la División Regional del Partido Comunista en Kalinin, y posteriormente como directora de personal en una fábrica téxtil de la región, donde vive actualmente retirada.
Continuará…
Saludos.
Fuente: Heroines of the Soviet Union. Henry Sakaida y Christa Hook. Osprey Publishing,