Publicado: Mié Oct 13, 2021 1:03 pm
por Kurt_Steiner
La invasión de la URSS en 1941 es una operación militar sin parangón en la historia. Por el número de soldados que tomaron parte en la misma, por las dimensiones del campo de batalla, por la destrucción y el odio sembrado, Barbarroja no tiene igual. Hitler logró una sorpresa estratégica, operacional y táctica ante un Stalin que había sido avisado de lo que se avecinaba. Tras el pobre comportamiento del Ejército Rojo en Finlandia y confiando en repetir el colapso del régimen zarista y del Gobierno Provisional en la Prmera Guerra Mundial, los nazis esperaban derrotar a los sovièticos. Sin embargo, las primeras batalla de Barbarroja comenzaron a sembrar dudas entre la Wehrmacht.

Hitler tenía dos razones principales para invadir la URSS: para cumplir con las amenazas lanzadas desde el Mein Kampf y para eliminar la última esperanza de ayuda continental de Gran Bretaña. En el primer caso se aplicaba un razonamiento nazi básico, la conquista de espacio vital para su colonización y explotación. Aunque la Grossdeustchland no estaba sobrepopulada en 1941, Hitler estaba decidido a ganar Lebensraum en el este para los alemanes. Asimismo pensaba que Gran Bretaña necesitaba una demosración de la "potencia militar" alemana para reconcoer el dominio germano del continente. Relacionaba a los "belicistas anglo-judíos" con los "gobernantes judíos de la Rusia Bolchevique". Todo esto forzaba a Hitler hacia un violento enfrentamiento con Stalin.

Para Hitler, el pacto Ribbentropp-Molotov no era más que una maniobra táctica. Stalin controlaba la llegada de vitales recursos a Alemania. A partir de 1940 la industria soviéticas necesitaban esos recursos para rearmar al Ejército Rojo. La visita de Molotov a Berlín del 12 al 13 de noviembre de 1940 hizo que Hitler pensara que Stalin le estaba chantajenado. Las relaciones sovietico-germanas alcanzaron su punto más bajo en este momento.

A pesar del Pacto Tripartito, Hitler no iba a confiar en sus aliados japoneses e italianos para lanzar Barbarroja, sino en sus pequeños aliados orientales. Eslovaquia, agradecida por conseguir la independencia de los checos, se convirtió en un temprano aliado de los nazis. En el caso rumano, la derrota de Francia y el temor a la URSS fue lo que empujó al país a los brazos alemanes y de todos los aliados de Hitler, Rumanía sería la que colaboraría con más tropas en la invasión del a URSS.

La confianza de Hitler y de sus generales en sus posibliidades de victoria era absoluta. Tras derrotar al ejército francés, "el mejor ejército del mundo", Alemania tenía toda su confianza puesta en su ejército, que, después de todo, iba de victoria en victoria desde 1939.