Publicado: Vie Nov 20, 2009 11:12 am
por José Luis
¡Hola a todos!

A raíz del contacto de Paradise, me ha parecido oportuno acercarme aquí para leer este interesante hilo, y, tras hacerlo, me gustaría daros mi opinión y aportar un poco más de información.

Mi criterio es que Seydlitz fue el único oficial superior, de todos los involucrados en el affair de la bolsa, que no dimitió, al menos en los momentos clave, de su responsabilidad personal en el destino de las tropas bajo su mando (y aun de las que no lo estaban, cual el 6. Armee en su conjunto). Y lo hizo así exponiendo su vida. Para ponderar esta mi opinión creo que es necesario exponer brevemente los hechos cruciales que contextualizaron las decisiones de Seydlitz.

En primer lugar tenemos la Orden del Führer cursada en la tarde del 21 de noviembre de 1941, antes de que se cerrara la doble pinza soviética en Kalach, que ordenaba a los ejércitos mantener sus frentes “a pesar del peligro de cerco temporal” y esperar una orden posterior relativa a los suministros vía aérea. Sobre esta base así como sobre la de otra Orden del Führer recibida en la mañana del 22 de noviembre y como resultado del empeoramiento de la situación a lo largo de ese día, Paulus se preparó para una defensa de “posición de erizo”, bajo cuya cobertura tenían que hacerse luego las preparaciones para una ruptura en una dirección suroeste hacia el Chir (Operación Umbau, prevista para el 25-26 de noviembre).

Luego vinieron otras reuniones cuyo contenido, para no hacer esta intervención muy larga, podéis ver en el segundo post de http://forosegundaguerra.com/viewtopic.php?f=5&t=7193

Al anochecer del 23 de noviembre, Weichs (comandante en jefe del HG B) informó a Zeitzler (jefe del EMG) en un reporte telefónico que “a pesar de la dificultad excepcional de tomar esta decisión”, de cuyas consecuencias era plenamente consciente, “consideraba necesaria la retirada del Sexto Ejército, tal como lo proponía el general Paulus”. Para justificar su decisión, Weichs subrayó que el pretendido ataque de rescate, cuyo rápido éxito no era en modo alguno seguro en vista de las condiciones meteorológicas esperadas, difícilmente podía llevarse a cabo -debido a los preparativos del despliegue- “antes del 10 de diciembre”, mientras que el Sexto Ejército, con sus 20 divisiones, sólo “podía aguantar unos pocos días con sus suministros disminuyendo rápidamente”. Y la situación no variaría sustancialmente con los planeados suministros aéreos, pues el espacio de transporte aéreo disponible, incluso bajo condiciones meteorológicas favorables, podía cubrir “sólo una décima parte de los requerimientos reales diarios” dentro de la bolsa (2).

Esa misma noche, Paulus le envió directamente a Hitler un comunicado pidiéndole libertad de acción, pues de otra forma su ejército iba directo, en muy poco tiempo, hacia la destrucción (3).

El 24 de noviembre de mañana, el Führer comunicó su decisión que de nuevo insistía explícitamente en la concentración del ejército en el área de Stalingrado; particularmente, el frente del Volga y el frente septentrional (LI AK, Seydlitz) debían mantenerse a toda costa. Aseguraba que el suministro desde el aire se iba a reforzar con 100 Ju, y que debía levantarse alrededor de Kotelnikovskiy una fuerza de rescate de tamaño de dos divisiones panzer para “encontrarse [con el Sexto Ejército] en la dirección de Businovka” (4).

La decisión final de Hitler, que probablemente tomó durante la tarde del 23 y con toda seguridad durante la noche como muy tarde (cuando conferenció con Zeitzler y éste defendió con resolución la retirada del Sexto Ejército, tal como pedían todos los comandantes involucrados), llegó con su famosa Orden del Führer de la mañana del 24 de noviembre, donde ordenaba al Sexto Ejército resistir en Stalingrado. Dos cuestiones que sucedieron antes de que Hitler cursara su orden merecen subrayarse aquí.

La primera es que en ese mismo anochecer del 23 de noviembre, Göring mantuvo una conferencia con sus oficiales superiores de la Luftwaffe (irónicamente sin la presencia del comandante del transporte aéreo) en Wildpark-Werder (cerca de Potsdam) para discutir las posibilidades de establecer un puente aéreo (y su escala). El resultado de la misma, del que Hitler fue informado, fue que el mando de la Luftwaffe se creía capaz, durante un periodo de tiempo limitado, de suministrar a la bolsa no con las 500 toneladas de suministros diarios demandadas por Göring, pero sí con 350 toneladas (5).

La otra cuestión es que en la noche del 23 de noviembre, de acuerdo con los comentarios del general Sodenstern, se estaba preparando una orden en el cuartel general del HG B, garantizando a Paulus libertad de acción, pero en vista de la diametralmente opuesta Orden del Führer enviada directamente al AOK 6 la mañana del 24 de noviembre, no fue despachada (6).

A mi juicio, es desde este contexto general que debemos valorar la actuación del general Seydlitz, el oficial involucrado que con más determinación se opuso a las órdenes de Hitler y, desde luego, el que más se expuso a perder la cabeza. Dede el mismísimo principio de esta historia, Seydlitz solicitó encarecidamente una ruptura del ejército, incluso de ser necesario bajo su propia autoridad (7). Durante la noche del 23-24 de noviembre, Seydlitz retiró el frente septentrional de su cuerpo de ejército más allá de la línea ordenada por el mando del ejército, con el propósito de así “facilitar la decisión del ejército de romper” (8). Luego, cuando el 24 de noviembre el mando del ejército, siguiendo la orden de Hitler, ordenó a todas sus formaciones subordinadas suspender todos los preparativos para la ruptura, Seydlitz no se sintió obligado por esas instrucciones y dio órdenes para su continuación (9). Más todavía, el 25 de noviembre remitió su famoso memorando a Paulus, cuyo contenido ya se ha explicado en este hilo.

Luego, como ya he explicado en el MP enviado a Paradise, Paulus envió el 27 de noviembre (aunque pudo ser el 26*) su carta manuscrita a Manstein adjuntando el memorando de Seydlitz.

(1) H.Gr. B/Ia, Comunicación Nº. 1352 al AOK 6, 21 de noviembre de 1942, BA-MA RH 20-6/241, y H. Gr. B/Ia, Comunicación No. 4018/42 g.Kdos. Chefs., 22 de noviembre de 1942, BA-MA RH 24-21/187 en Bernd Wegner, "The War Against the Soviet Union 1942-1943", en Horst Boog et al, Germany and the Second World War. Volume 6: The Global War (New York: Oxford University Press, 2001), p. 1.128.
(2) Kehrig, Stalingrad, 561 (doc. 9), citado en Bernd Wegner, Op. Cit., p. 1130.
(3) Ibid., p. 562 (doc. 19), citado en Ibid., p. 1130.
(4) Ibid., (doc. 14), citado en Ibid., pp. 1130-1131.
(5) Morzik, Transportflezeger, 155, citado en Ibid., p. 1133.
(6) Carta de Sodenstern a Weichs, 13 de diciembre de 1950, BA-MA N 19/13, citado en Ibid., p. 1133, nota 26.
(7) Paulus, Paulus and Stalingrad, 211; Seydlitz, entrevista 13 de marzo de 1969 en el MGFA, citados en Ibid., p. 1133.
(8) Kehrig, Stalingrad, 209-210, citado en Ibid., p. 1133.
(9) Ibid., 226, en Ibid., 1133.

*Wegner dice que el 27 de noviembre Manstein se reunió con Richthofen, pero que inmediatamente antes recibió esa carta de Paulus con el memorando de Seydlitz, por lo que yo concluí en mi respuesta a Paradise la fecha del 27 de noviembre. Pero unas páginas más adelante, Wegner hace referencia a la respuesta de 26 de noviembre de Manstein a la carta de Paulus en la que le urge a mantenerse en la bolsa de acuerdo con la Orden del Führer de 24 de noviembre. En esta respuesta podemos ver la dimisión de responsabilidad personal de carácter general que he citado más arriba. Manstein escribió a Paulus, cito en el original inglés: “The Führer's order [la del 24 de noviembre] relieves you of all responsibility other than the most appropriate and resolute execution of the Führer's order. What happens when, in execution of the Führer's order, the army has fired off its last bullet-for that you are not responsible”. (Kehrig, Stalingrad, p. 572 (doc. 20), citado en Ibid., p. 1139.

Saludos cordiales
José Luis