Publicado: Lun Oct 13, 2008 9:49 pm
por Domper
Veamos. Una cosa es hacer proyectos futuristas (tengan visos de realidad o no), otra contribuir al esfuerzo bélico.

Recordemos que mientras Oberth soñaba con sus estaciones orbitales o Sanger con sus aviones estratosféricos, la Alemania Nazi no pudo llevar a buen fin ninguno de sus proyectos de misiles antiaéreos porque no tenía ni un buen sistema de guiado, ni una espoleta de proximidad. Se pensaba seguir el misil visualmente, dirigirlo mediante órdenes por radio, y como no se tenían espoletas de proximidad efectivas, detonarlo desde tierra.

Dejo a la imaginación de cada cual el medio para seguir visualmente un misil que vuela a Mach 2 contra un avión a 8.000 m de altura a 15 Km de distancia del lanzador. También puede ser interesante apreciar el milisegundo exacto en el que el misil está lo suficientemente cerca como para dañar a su blanco. Se pensó el instalar un sensor IR para la fase final, pero de nuevo puede ser interesante el combinar un autopiloto dirigido por infrarrojos con un guiado por radio, o como el sensor IR captaría un avión por su sector frontal (donde la señal IR es mínima).

Esos problemas tenían todos, los norteamericanos probaron con sus prototipos como el Gargoyle guiado por TV, para descubrir que cuando el blanco y el misil se aproximaban a velocidades combinadas superiores a Mach 1, era imposible dirigirlo. Lo mismo con otros sistemas, hasta que se decidieron por lo sencillo: un misil antiaéreo de corto alcance, guiado visualmente y con espoleta de proximidad (el Little Joe, del que se dispararon varios prototipos antes del fin de la guerra) y un misil de defensa de área, guiado por haz radar (el misil es dirigido por varios haces de radar desde una antena terrestre, que al mismo tiempo recibe el "reflejo" del blanco) y espoleta de proximidad. Este misil llegaría a buen fin como el Terrier, uno de los primeros misiles antiaéreos operativos del mundo.

El problema de los alemanes es que tenían a sus diseñadores soñando ante un tablero de dibujo sin solucionar los problemas concretos que impedían que sus equipos funcionasen. Lo interesante es que el desarrollo del misil antiaéreo Wasserfall fue retomado en los cincuenta en la URSS, culminando en el S-25 Berkut (SA-1 Guild), el primer misil antiaéreo operativo del mundo.

Lo de siempre: que hay que centrarse en lo que se está. Por ejemplo, en ganar la guerra.

Saludos