Publicado: Sab Jun 07, 2008 11:39 pm
La revuelta en la Universidad de Munich
En primer lugar, quisiera destacar la revuelta que se inició en las aulas de la Universidad de Munich, hecho totalmente insólito durante los 10 años que el régimen nacionalsocialista llevaba en el poder. El 13 de enero de 1943, el Gauleiter de Baviera Superior, Paul Giesler, convocó a los estudiantes de Munich en la sala de congresos del Museo Alemán para celebrar el 470ú aniversario de la fundación de la Universidad. La mayoría de los estudiantes fue enviada a las galerías (300 en total), pues la platea quedó reservada para los uniformados: estudiantes soldados, veteranos, representantes del partido, de la SS y el ejército (en total unos 1200 aproximadamente), junto con el claustro de profesores. A pesar de tratarse de un acto de presencia obligatoria, los componentes de la Rosa Blanca fueron fieles al boicot de las actividades nacionalsocialistas al que habían llamado y no acudieron; pero allí estaban, además de Kurt Huber (1), también Gisela Schertling y la hermana de Willi, Anneliese Graf.
El infame Paul Giesler.
http://www.historisches-lexikon-bayerns.de/artikel/artikel_44985
Giesler comenzó refiriéndose a que la Universidad era parte integrante de la sociedad nacionalsocialista, que las universidades no debían ser enclaves del pensamiento intelectual, pues cerraban la visión para la "vida auténtica" y, ya gritando como era usual en los discursos nacionalsocialistas, añadió: "La auténtica vida nos la da exclusivamente Adolf Hitler con su doctrina clara y afirmativa de la vida". En lugar de aplausos se hizo el silencio. Después de alabar a los estudiantes que habían estado en el frente y que pronto tendrían que volver, y los que trabajaban en fábricas de armamento, Giesler comenzó a atacar a aquellos estudiantes que estudiaban "sin talento" y que quitaban el puesto a los otros, destacando a las mujeres: "El puesto natural de la mujer no es la Universidad, sino la familia, al lado de su marido". Entre el público comenzaron a oírse murmullos de protesta. Entonces Giesler pronunció unas frases que desencadenaron el furor: las muchachas, mejor que estudiar, lo que deberían hacer es regalarle cada año un niño al Führer:
... a las estudiantes que no sean lo suficientemente guapas para pescar marido, les pongo a su disposición a uno de mis ayudantes. Y os prometo que será muy divertido...
En ese momento lo agitación se transformó en tumulto; Giesler intentó seguir hablando pero los gritos no le dejaron y tuvo que interrumpir su charla, ya que algunas de las estudiantes, se quitaron sus zapatos y empezaron a golpear con ellos la barandilla de la galería mientras gritaban y abucheaban al Gauleiter. Las estudiantes abandonaron la sala y organizaron un gran estruendo en el pasillo, hasta que las SS hicieron acto de aparición y arrestaron a 24 de ellas. Algunos estudiantes intentaron liberarles y se enzarzaron en una lucha con los uniformados; los estudiantes abandonaron el local y se dirigieron en manifestación hacia la Universidad, hasta que la Policía los dispersó.
Era la primera vez en diez años que de nacionalsocialismo, que se producía una protesta espontánea. Cuando Hans, Sophie, Alex y Willi supieron lo que había sucedido en el Museo Alemán, se sintieron eufóricos: las Hojas estaban causando efecto.
El estudiante Hans Konrad Leipelt, que no conocía personalmente a los miembros de la Rosa Blanca, transcribió el discurso de Giesler y lo difundió con la ayuda de su novia Marie-Luise Jahn juntó con la última hoja de la Rosa Blanca, que incluía el apéndice: "Y su espíritu sigue vivo".
En los meses que transcurrieron después de la ejecución de los integrantes de la Rosa Blanca, se siguieron varios procesos contra otros amigos y simpatizantes de la Rosa Blanca. Aunque Hans y Marie-Luise no conocieron a los miembros de la Rosa Blanca, cuando recibieron por correo la sexta hoja, decidieron reproducirla por su cuenta y llevarla también a Hamburgo.
Después de la condena, y por iniciativa del rector de la Universidad de Munich, Kurt Huber (otro miembro de la Rosa Blanca) perdió su estatus de funcionario, y con ellos su sueldo. En esas circunstancias, Leipelt y Jahn decidieron recolectar dinero para ayudarles; pero la colecta fue denunciada y Hans fue detenido el 8 de octubre de 1943; un tribunal le condenó a muerte el 13 de octubre de 1944, mientras que Marie-Luise fue condenada a 12 años de prisión. El 29 d enero de 1945, Hans fue ejecutado en la misma prisión donde también murieron los miembros de la Rosa Blanca. Ese día, Hans escribió a su hermana:
Siento, en el más auténtico sentido de la palabra, la serenidad divina en mí y muero sin temor, con la esperanza puesta en el perdón de Dios, que sin embargo me es muy necesario, si tengo en cuenta cuanto he pecado contra Él, frente a nuestra querida madre, frente a ti y a Eileen. El pastor protestante doctor Alt me administrará la Santa Cena. Por último, te pido que me perdones mi egoísmo y mi falta de dominio de mí mismo. De nuevo te encomiendo a las manos de Dios. Sé que nos volveremos a ver. Tu querido hermano Hans.
(1) Los miembros de la Rosa Blanca eran Hans Scholl, Sophie Scholl, Christoph Probst, Alexander Schmorell, Kurt Huber y Willi Graf.
Fuentes:
http://www.gss-bensheim.de/wrose/wr.htm
Die Universität München im dritten Reich: Aufsätze, Elisabeth Kraus
La Rosa Blanca, José M. García Pelegrín
Saludos
En primer lugar, quisiera destacar la revuelta que se inició en las aulas de la Universidad de Munich, hecho totalmente insólito durante los 10 años que el régimen nacionalsocialista llevaba en el poder. El 13 de enero de 1943, el Gauleiter de Baviera Superior, Paul Giesler, convocó a los estudiantes de Munich en la sala de congresos del Museo Alemán para celebrar el 470ú aniversario de la fundación de la Universidad. La mayoría de los estudiantes fue enviada a las galerías (300 en total), pues la platea quedó reservada para los uniformados: estudiantes soldados, veteranos, representantes del partido, de la SS y el ejército (en total unos 1200 aproximadamente), junto con el claustro de profesores. A pesar de tratarse de un acto de presencia obligatoria, los componentes de la Rosa Blanca fueron fieles al boicot de las actividades nacionalsocialistas al que habían llamado y no acudieron; pero allí estaban, además de Kurt Huber (1), también Gisela Schertling y la hermana de Willi, Anneliese Graf.
El infame Paul Giesler.
http://www.historisches-lexikon-bayerns.de/artikel/artikel_44985
Giesler comenzó refiriéndose a que la Universidad era parte integrante de la sociedad nacionalsocialista, que las universidades no debían ser enclaves del pensamiento intelectual, pues cerraban la visión para la "vida auténtica" y, ya gritando como era usual en los discursos nacionalsocialistas, añadió: "La auténtica vida nos la da exclusivamente Adolf Hitler con su doctrina clara y afirmativa de la vida". En lugar de aplausos se hizo el silencio. Después de alabar a los estudiantes que habían estado en el frente y que pronto tendrían que volver, y los que trabajaban en fábricas de armamento, Giesler comenzó a atacar a aquellos estudiantes que estudiaban "sin talento" y que quitaban el puesto a los otros, destacando a las mujeres: "El puesto natural de la mujer no es la Universidad, sino la familia, al lado de su marido". Entre el público comenzaron a oírse murmullos de protesta. Entonces Giesler pronunció unas frases que desencadenaron el furor: las muchachas, mejor que estudiar, lo que deberían hacer es regalarle cada año un niño al Führer:
... a las estudiantes que no sean lo suficientemente guapas para pescar marido, les pongo a su disposición a uno de mis ayudantes. Y os prometo que será muy divertido...
En ese momento lo agitación se transformó en tumulto; Giesler intentó seguir hablando pero los gritos no le dejaron y tuvo que interrumpir su charla, ya que algunas de las estudiantes, se quitaron sus zapatos y empezaron a golpear con ellos la barandilla de la galería mientras gritaban y abucheaban al Gauleiter. Las estudiantes abandonaron la sala y organizaron un gran estruendo en el pasillo, hasta que las SS hicieron acto de aparición y arrestaron a 24 de ellas. Algunos estudiantes intentaron liberarles y se enzarzaron en una lucha con los uniformados; los estudiantes abandonaron el local y se dirigieron en manifestación hacia la Universidad, hasta que la Policía los dispersó.
Era la primera vez en diez años que de nacionalsocialismo, que se producía una protesta espontánea. Cuando Hans, Sophie, Alex y Willi supieron lo que había sucedido en el Museo Alemán, se sintieron eufóricos: las Hojas estaban causando efecto.
El estudiante Hans Konrad Leipelt, que no conocía personalmente a los miembros de la Rosa Blanca, transcribió el discurso de Giesler y lo difundió con la ayuda de su novia Marie-Luise Jahn juntó con la última hoja de la Rosa Blanca, que incluía el apéndice: "Y su espíritu sigue vivo".
En los meses que transcurrieron después de la ejecución de los integrantes de la Rosa Blanca, se siguieron varios procesos contra otros amigos y simpatizantes de la Rosa Blanca. Aunque Hans y Marie-Luise no conocieron a los miembros de la Rosa Blanca, cuando recibieron por correo la sexta hoja, decidieron reproducirla por su cuenta y llevarla también a Hamburgo.
Después de la condena, y por iniciativa del rector de la Universidad de Munich, Kurt Huber (otro miembro de la Rosa Blanca) perdió su estatus de funcionario, y con ellos su sueldo. En esas circunstancias, Leipelt y Jahn decidieron recolectar dinero para ayudarles; pero la colecta fue denunciada y Hans fue detenido el 8 de octubre de 1943; un tribunal le condenó a muerte el 13 de octubre de 1944, mientras que Marie-Luise fue condenada a 12 años de prisión. El 29 d enero de 1945, Hans fue ejecutado en la misma prisión donde también murieron los miembros de la Rosa Blanca. Ese día, Hans escribió a su hermana:
Siento, en el más auténtico sentido de la palabra, la serenidad divina en mí y muero sin temor, con la esperanza puesta en el perdón de Dios, que sin embargo me es muy necesario, si tengo en cuenta cuanto he pecado contra Él, frente a nuestra querida madre, frente a ti y a Eileen. El pastor protestante doctor Alt me administrará la Santa Cena. Por último, te pido que me perdones mi egoísmo y mi falta de dominio de mí mismo. De nuevo te encomiendo a las manos de Dios. Sé que nos volveremos a ver. Tu querido hermano Hans.
(1) Los miembros de la Rosa Blanca eran Hans Scholl, Sophie Scholl, Christoph Probst, Alexander Schmorell, Kurt Huber y Willi Graf.
Fuentes:
http://www.gss-bensheim.de/wrose/wr.htm
Die Universität München im dritten Reich: Aufsätze, Elisabeth Kraus
La Rosa Blanca, José M. García Pelegrín
Saludos