Der zweite Weltkrieg

Cuando se hizo cargo de esta organización en 1929, tenía un límite de 260 miembros y sirvió como servicio de policía para las personalidades del partido. Himmler era todavía sólo un funcionario subordinado a cargo de la propaganda, pero ya se distinguía por el gusto por el acoso y el memorándum: si sus objetivos eran impugnados, se refugiaba detrás de la voluntad de Hitler. Disciplina sobre todo. Esta disciplina, que impresionó al propio Hitler, le permitirá imponer su confiable y distinguida SS contra los brutos SA, que se precipitan en las camillas. El estudiante modelo se ha vuelto celoso: para imponer su dictadura, Hitler se apoyará en este doble estajanovista con un nombre tan parecido. Nombrado jefe de la policía política, Himmler logró, en abril de 1933, que las SS tomaran el control de Dachau, el primer campo de Hitler. Porque los campamentos son también es él. La Gestapo también.

Sobre este eje del mal proyectará sus neurosis. Esta es la tesis de Longerich. Para darle alivio, lo toma por sus fijaciones y su estrategia de ocultación. Himmler es un ser vacío, incapaz de comunicarse, pero disciplinario, que se cubrirá de reglas, mitos, insignias. Con su SS, satisface sus deseos como gran inquisidor: examina las solicitudes él mismo, emite permisos de matrimonio, multiplica avisos de salud, actúa como consejero matrimonial, recomendando a veces el divorcio o la esterilización. ¿Un poco de bebida SS? Abre una sección de desintoxicación en Buchenwald, donde él mismo se encarga de los menús de sus hombres, que tendrán que "permanecer dignos en la masacre". El que, escribió a su futura esposa, una terrible pequeña burguesía, "le hubiera gustado tanto ser indigno".