Lorena 1944. Patton contra Manteuffel.
6. Los Últimos Combates.
Bradley contactó con Patton el 23 de Septiembre y le informó que, debido a las restricciones de suministros, el 3er. Ejército debería detener su avance y establecer posiciones defensivas. Por otra parte, la 6ª Div. Acorazada había sido separada de la fuerza de Patton, y no se podría disponer de las fuerzas blindadas suficientes para un avance sobre el Rhin. A finales de ese mismo mes el XV Cuerpo de Ejército de Haislip sería transferido al 6ú Grupo de Ejércitos, limitando la fuerza del 3er. Ejército en una división acorazada más. El 24 de Septiembre Patton se reunió con Walker, Eddy y Haislip y todos ellos convinieron en que dada la situación lo más adecuado sería establecer una línea defensiva con las fuerzas disponibles.
Los ataques alemanes se reiniciaron el mismo día de la reunión, 24 de Septiembre. Basándose en el nuevo plan de Balck, la iniciativa partiría de las unidades del Primer Ejército, principalmente la 559ª División Volksgrenadier, apoyada por los restos de la Panzer Brigada 106. El Grupo de Combate B de la 4ª Div. Acorazada se encontraba apoyando la posición de la 35ª Div. de Infantería, cerca de Chateau Salins, cuando los alemanes comenzaron su ataque a las 8:30, iniciado con una fuerte barrera de artillería. Dos regimientos de infantería atacaron las posiciones del Grupo de Combate B, apoyados por tanques en el flanco derecho. La nubosidad era de un 80%, haciendo las condiciones de vuelo casi imposibles, pero dos escuadrones de P47 del 405ú Fighter Group consiguieron llegar al área de los combates con la ayuda de radar basado en tierra. Alrededor de las 10 de la mañana los Thunderbolt consiguieron abrirse paso entre las nubes y realizar un ataque sobre los Panther desde una altura de apenas 10 metros. En quince minutos el ataque alemán se colapsó y hubo de retirarse dejando tras de si 300 muertos y 11 tanques destruidos. Patton recomendó para la Medalla de Honor del Congreso al piloto que lideró el ataque.
Balck pronto reparó en la dura realidad, el Primer Ejército no disponía de recursos suficientes para atacar con probabilidades de éxito las posiciones americanas. Una vez más la responsabilidad volvió a las manos del 5ú Ejército Panzer. Al día siguiente Manteuffel había logrado reunir aproximadamente 50 tanques, incluyendo 16 de la recien llegada 11ª Div. Panzer. A estas alturas de los combates las Panzer Brigade habían sido diezmadas, y no eran capaces de participar de forma autónoma en ningún combate. Manteuffel recibió permiso para unir sus tanques y tropas al resto de divisiones y unidades que se encontraran operativas. El resultado fue que la Panzer Brigade 111 se unió a la 11ª Div. Panzer; la Panzer Brigade 112 a la 21ª Div. Panzer; y la Panzer Brigade 113 a la 15ª Div. Panzergrenadier. Manteuffel no estaba dispuesto a cometer los mismos errores del día 22, y dispuso unidades de exploración sobre las líneas norteamericanas que precederían al ataque. El reconocimiento indicó que el cruce de caminos de Moyenvic no estaba ocupado en la noche del 24 de Septiembre, así que sería el objetivo inicial del ataque. Durante la mañana del 25 el avance alemán progresó sin casi oposición, y Manteuffel se decidió a continuar la ofensiva, atacando a lo largo del saliente ocupado por el Grupo de Combate A de la 4ª Div. Acorazada. Sin embargo fueron repelidos, al conseguir las tropas norteamericanas mantener su posición en las colinas y disponer de ventaja en tanques y artillería.
Las acciones alrededor de Arracourt entre el 25 y el 29 de Septiembre de 1944.
Como resultado de la decisión de mantener al 3er. Ejército a la defensiva, el Grupo de Combate A recibió la orden de retirarse dos millas desde sus expuestas posiciones alrededor de Juvelize, estableciendo una línea de defensa más sólida sobre Arracourt. Su comandante, el coronel Bruce Clarke, seleccionó Arracourt porque las colinas que rodeaban la población le proporcionaban una ventaja considerable sobre las posiciones alemanas circundantes. Durante la retirada el 37ú Batallón Blindado de Abrams fue enviado a retaguardia para un merecido descanso y recuperación, recayendo la defensa de la línea en tres batallones de infantería de la 4ª Div. Acorazada, que deberían hacer frente al ataque alemán a lo largo de las crestas de las colinas que discurrían al sur y al este de Arracourt.
Manteuffel aprovechó la retirada del Grupo de Combate A de Clarke para reclamar una victoria local, y el 5ú Ejército Panzer ocupó Juvelize y Coincourt.
El 27 de Septiembre se reanudaron los ataque alemanes. Los efectivos acorazados germanos en aquellos momentos sumaban tan sólo 24 Panther, 6 Panzer IV y algunos cañones de asalto Stug III y IV. Manteuffel quería asegurar dos colinas situadas en el flanco sur de las posiciones de la 4ª Div. Acorazada USA, y que dominaban las posiciones del 5ú Ejército Panzer. Figuraban en los mapas como Colina 318 y Colina 293. Manteuffel ordenó al general Wietersheim que concentrará un grupo de combate en atacar desde Bures en dirección a Arracourt. El Kampfgruppe Hammon fue el elegido. Consistía en los restos de la Panzer Brigade 113 y el batallón de reconocimiento de la 15ª Div. Panzergrenadier, sumando un total de 25 tanques. Debido a su experiencia en el Frente Occidental, Wietersheim se oponía concentrar todas sus fuerzas acorazadas en un solo punto, ya que ello supondría ser extremadamente vulnerables a los ataques aéreos y al fuego de artillería enemigos; pero la experiencia de Manteuffel en el Frente Oriental le llevaba opinar todo lo contrario. Las fuerzas no se dispersarían.
El asalto comenzó con un avance de diversión del resto de la división hacia el extremo oriental del saliente, sobre Lezey y Ley, mientras el Regimiento 111ú de Panzergrenadier, con el apoyo de unos pocos blindados, ocupaba el pueblo de Bezange-la-Petite, debajo de las posiciones del 10ú Batallón de Infantería Acorazada en la Colina 265. Tras durísimos combates, que supusieron la Medalla de Honor del Congreso para el teniente James Field, el ataque alemán no consiguió tomar la colina. La posición fue reforzada por un pelotón de cazacarros y otro más de ingenieros, y un nuevo ataque alemán esa misma noche fue de nuevo repelido. Mientras tanto, en el flanco noreste, el Rgto. 110 de Panzergrenadier avanzaba sobre Xanrey, pero alrededor de las cuatro de la tarde fue sorprendido por un contraataque de carros M4 del 35ú Batallón, y hubo de retirarse tras perder 135 hombres.
El teniente James H. Fields nació en 1921 en Caddo, Texas. Se hizo merecedor de la Medalla de Honor del Congreso por su heroismo durante los combates en la Colina 265. Fields resultó gravemente herido en la cara por esquirlas de metralla, pero se negó a ser evacuado. Tan sólo con una cura de emergencia siguió dirigiendo la resistencia de su pelotón contra los ataques alemanes ayudándose por señas, ya que las heridas recibidas le habían destrozado las mandíbulas. Cuando el fuego cruzado de dos MG42 puso en peligro la posición él mismo puso fuera de combate ambas armas usando una ametralladora cuyos dos servidores habían muerto momentos antes. Cuando tras retirarse las fuerzas alemanas fue evacuado de la posición insistió en no ser llevado a retaguardia hasta poder dibujar en un papel al comandante de su batallón la situación de su pelotón y la de las fuerzas alemanas que amenazaban la colina. Murió el 17 de Junio de 1970 en Houston, Texas.
El ataque principal alemán comenzó a las 10:00, pero apenas hubo avanzado algo menos de dos kilómetros cuando cayó bajo el intenso fuego de seis batallones de artillería de campaña que apoyaban al Grupo de Combate A de Clarke. El ataque se frenó y los panzer se retiraron. El general Wietersheim desplazó al 2ú Batallón del Rgto. 110ú de Panzergrenadier para apoyar el sector sur, y el ataque se reanudó a la mañana siguiente. Los granaderos alemanes se infiltraron más allá de la granja situada en la base de la Colina 318, y después de durísimos combates el Kampfgruppe Hammon consiguió alcanzar la cima de la colina y los bosques vecinos. La Colina 318 sería el escenario principal de los combates durante los próximos días.
Las órdenes de Manteuffel para el día siguiente eran claras y terminantes: tomar las colinas 293 y 318, después presionar hacia el noroeste en dirección a Arracourt. Al amanecer del 28 de Septiembre, el 51ú Batallón de Infantería Acorazada consiguió recuperar las faldas de la Colina 318, pero la lucha sobre su cima continuó durante todo el día. Hubo 107 salidas de cazabombarderos durante los combates, y los P47 machacaron literalmente el pueblo de Bures para acabar con los refuerzos alemanes allí concentrados. Tras repeler hasta tres ataques alemanes la infantería americana logró recuperar la Colina 318 hacia el mediodía. En descargo de los Panzergrenadier hay que reconocer que apenas lograron tener apoyo de artillería en sus ataques, ya que las baterías habían sido desplazadas a nuevas posiciones durante la noche, y los observadores de avanzada no alcanzaron sus puntos previstos hasta más tarde aquel día.
Granaderos del Panzer Abteilung 111 preparándose para el combate en las cercanías de Arracourt.
Un último ataque alemán antes de la puesta del sol fracasó al caer bajo el fuego de la artillería americana antes de poder alcanzar sus objetivos. Tras la caida de la noche, los alemanes enviaron una fuerza de asalto, apoyada por tanques, que logró recuperar el lado sur de la colina. El 51ú de Infantería Acorazada se retiró a la cara norte, pero cayó bajo un intenso fuego artillero de barrera alemán. Parecía que la Colina 318 volvería a caer en manos alemanas, pero la combinación del fuego de cuatro batallones de artillería y un contraataque de los soldados del 51ú logró asegurar la falda sur de la colina casi a la medianoche.
Los combates en la Colina 265 fueron casi igual de intensos. A las 19:00 la infantería alemana atacó a la Cia. A del 10ú Batallón de Infatería Acorazada USA, obligando a uno de sus pelotones a retirarse, pero al igual que en la 318 los atacantes pronto ser vieron bajo intenso fuego artillero. Wietersheim solicitó a Manteuffel que sus tropas detuvieran los ataques durante un tiempo, para así poder recuperarse antes de convertirse en inefectivas para el combate, pero Manteuffel, sometido a gran presión desde Berlín, rehusó la petición.
Al amanecer del 29 de Septiembre, la 11ª División Panzer había reforzado sus unidades frente a las Colinas 265 y 318 empleando efectivos de otros sectores. Cerca de la destruida población de Bures, sus fuerzas incluían el Rgto. de Reconocimiento de la 11ú Div. Panzer, un batallón del Rgto. 110 de Panzergrenadier, una compañía de ingenieros acorazados, y los blindados que aún podían combatir de las Panzer Brigade 111 y 113. La fuerza acorazada total en el sector incluía 18 Panzer IV, 20 Panthers y 11 Flakpanzer IV. Otro ataque alemán se produjo contra el 51ú en la cima de la Colina 318, que tuvo que retirarse una vez más permitiendo a los germanos ocupar la cima a las 10:15.
La tripulación de un Panzer IV perteneciente al Panzer Abteilung 2111 de la Panzer Brigade 111 cerca de Arracourt. El comandante (centro) luce la Cruz de Hierro de 1ª y 2ª categoría, así como el emblema de la Campaña de Crimea en 1942.
A la vista de las graves pérdidas del 51ú Batallón, el coronel Clarke ordenó avanzar a una compañía de Sherman del 8ú Batallón Acorazado. Se unieron a las castigadas tropas del 51ú a última hora de la mañana, y a lo largo del día lograron poner fuera de combate ocho panzer más. Tan pronto como la niebla de la mañana se disipó pudieron volver a dirigirse ataques aéreos contra las tropas alemanas que se agrupaban en la base de la colina. El primero de ellos no fue en absoluto efectivo ya que, por error, se desvió a un grupo de P47 que debían bombardear Metz con… panfletos de propaganda; pero a lo largo del día los ataques de los cazabombarderos no dejaron de golpear a las fuerzas alemanas concentradas, impidiendo la reanudación de los ataques y forzando, finalmente, su retirada.
Después de tres días de intensos combates la mayoría de las unidades alemanas se habían casi desintegrado y cundía el pánico en todas las líneas. La 15ª Div. de Panzergrenadier debió establecer una línea defensiva con sus blindados en las cercanías de Parroy en un intento de reponer un poco de orden. El informe remitido por el comandate del cuerpo a Manteuffel fue rotundo: "La colina se ha perdido. Las tropas están exhaustas, necesitan descanso". Sólo cuatro tanques alemanes permanecían operativos después de todo un día de combates.
Un Stug III destruido en los combates en Luneville.
Los combates en los alrededores de la Colina 265 se centraron principalmente en las posiciones del flanco derecho, ocupadas por la Cia. A del 10ú Batallón de Infantería Acorazada USA. Los soldados tuvieron que abandonar en un principio sus posiciones en la cima, pero a la caida de la noche lograron mantener una línea defensiva en las faldas de la colina. Agotada, la infantería alemana se retiró a Bezange, al pie de la colina. Algunas unidades alemanas quedaron aisladas en las alturas entre las colinas 265 y 318, pero lograron volver a sus líneas en la oscuridad de la noche, cuando ya se había hecho evidente que la mayoría de los grupos de combate se estaban retirando.
El ataque del día 29 de Septiembre representó el mayor esfuerzo del 5ú Ejército Panzer para aislar a la punta de lanza del 3er. Ejército USA en Arracourt. Los cuatro días de combates contra el Grupo de Combate A de la 4ª Div. Acorazada habían costado al 5ú Ejército Panzer no menos de 700 muertos y 300 heridos, así como 14 Panzer IV y 22 Panther. De los 262 tanques y cañones de asalto empleados por las unidades alemanas en los combates por Arracourt, 86 fueron destruidos y sólo 62 se encontraban operativos al finalizar Septiembre. La 4ª División Acorazada norteamericana, que había soportado el peso de los combates más duros, perdió 41 Sherman y 5 tanques ligeros M5. Las bajas sumaban 225 muertos y 648 heridos.
Un merecido descanso. La tripulación de este Sherman, perteneciente al 37 Batallón Acorazado, se repone tras los duros combates por Arracourt el 26 de Septiembre de 1944.
El 29 de Septiembre, mientras proseguían los combates en las colinas al sur de Arracourt, el nuevo comandante del Grupo de Ejércitos G, el general Balck, visitaba al comandante del Frente Occidental, von Rundstedt, en su Cuartel General en Bad Kreuznach. Balck contó al viejo mariscal que si sus unidades no recibían refuerzos de al menos 140 tanques y más artillería, sería imposible continuar cualquier acción ofensiva. Von Rundstedt replicó que era imposible conseguir más refuerzos, y hubo de admitir que la ofensiva sobre Lorena debía finalizar sin lograr los objetivos deseados por Hitler. A las once de la noche Balck ordenó a Manteuffel detener los ataques. La baqueteada 11 División Panzer fue retirada de primera línea y se establecieron posiciones defensivas. Hitler, preocupado por el asalto aerotransportado a Arhem y las penetraciones aliadas en el Westwall en las cercanías de Aquisgrán, prefirió seguir ignorante a una nueva derrota de sus ambiciosos e irreales planes.
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