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La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 3:56 pm

Hola a todos.

Vamos con este relato, que espero que os guste. Es pura ficción, pero ya sabeis que a veces la ficción supera a la realidad.

Era finales del mes de marzo de 1944. Las fuerzas alemanas se retiraban en todo el frente oriental. En principio era esta una retirada ordenada, nada atropellada, pero continua. casi ninguna unidad de combate estaba a tope de efectivos, más bien al contrario, se encontraban todas bastante mermadas a causa de una lucha incesante que se prolongaba ya años.

La historia que nos ocupa ocurrió en un pequeño pueblecito del centro de Rusia. Se encontraba al pie del rio Vorosik, y cubierto por varias colinas y pantanos. En este pueblecito convergían 3 importantes carreteras, y el destino había hecho que por ellas debía retirarse toda la plana mayor del 4º Armee alemán y tambien del Heeresgruppe Mitte, es decir, del Grupo de Ejércitos Centro.
Todo ello si antes no llegaban los soviéticos y tomaban el cruce, lo cual tendría funestas consecuencias para el Alto Mando alemán en el Ostfront, pues todos los mandos antes reseñados podrían caer en manos del enemigo.

Pero las fuerzas alemanas en Sbodonovo eran bastante pocas y en un corto plazo no se podrían recibir refuerzos.
Se trataba del Kampfgruppe Tiersmann, compuesto esencialmente por los restos del Batallón 731 de granaderos panzer, al que se habían unido un conglomerado de unidades en retirada, formando una amalgama variopinta de veteranos combatientes.
Al frente de esta unidad se encontraba el Oberst Von Tiersmann, siendo su segundo al mando el Major Immelmann.
Las 3 compañías de unos 60 hombres cada una una, estaban comandadas por 3 expertos capitanes. La compañía "A" la mandaba el capitán Millermann, un veterano que había sobrevivido a Stalingrado, donde combatió en la 24ª Panzer División. La compañía "B" estaba bajo las órdenes del capitán von Dompereiss, prusiano, oficial de academia, siemple impecable en su vestimenta y en el trato con sus soldados, que le apodaban cariñosamente "tío Domper". La compañía "C" la mandaba un veterano de la guerra de Africa y de Italia, un paracaidista que había combatido en Cassino y que por discrepancias con el mando (había discutido muy violentamente con el Oberst Hellmann, comandante del 3er regimiento paracaidista en Cassino) había sido trasladado al frente oriental. Este capitan se llamaba Grognardheim y se llevó una sorpresa cuando vió que en su compañía había otros 12 paracaidistas que habían llegado retirándose de otras partes del frente.

Esta variedad de mandos comandaba el Kampfgruppe Tiersmann, que además contaba con 4 cañones Pak 40, 4 semiorugas sdkfz 251, 3 Stug III, 4 Maultier 42 nebelwerfer, un Panzer IV "H" y un Panther de la Grossdeutschland que se había agregado en la retirada alemana.
Estas unidades estaban repartidas entre las compañías, como ya veremos.

La historia comenzó con la llegada de 2 cartas al puesto de mando de Von Tiersmann.
Se las hizo llegar su ordenanza, el cabo Daniel Jakpenburg.
-Herr oberst, la correspondencia. Dos cartas. Una del OKH y otra del servicio de personal del ejército.
Daniel Jakpenburg llevaba ya dos años de ordenanza y ayudante de Von Tiersmann, y ambos se tenían bastante cariño. El coronel le llamaba en privado Dani.
- A ver Dani. veamos con qué nos sorprende hoy el alto mando.
El Oberst procedió a abrir la carta que le había enviado el departamento de personal. Comenzó a leerla. Se le cayó al suelo y le palideció la cara.

(Continuará)

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 6:49 pm

Hola a todos.
Continuamos con la historia.

Esa carta decía así.
"Mi muy estimado Hans (su nombre completo era Hans Von Tiersmann)
Lamento tener que enviarte esta misiva.
No me hubiera gustado tener que hacerlo nunca, pero tengo que cumplir con la obligación y con el deber que me impone mi puesto.
Tu hijo Andreas ha caído en combate al ser abatido el Focke Wulf 190 que pilotaba.
Antes de ser abatido derribó otros 2 aviones enemigos, elevando su cuenta de derribos a 29.
Su contribución al éxito de nuestra lucha y su determinación a elevar el honor de su patria han sido contundentes, por lo que le ha sido concedida a título póstumo la Cruz de Hierro de 1ª clase.
Hans, en estos momento de dolor, sobran las palabras, así que recibe un abrazo y la comprensión de este que siempre ha sido tu amigo
Firmado
Rudolf Schmundt, Jefe de Personal del Ejército"

Von Tiersmann se sentó. La mirada perdida y al poco la cabeza gacha.
Daniel intervino.
-Herr oberst, esa carta, yo...
Von Tiersmann alzó la mano izquierda y le detuvo.
- Puedes leerla. Leela.
Daniel cogió la carta del suelo y leyó aquel escueto escrito con detenimiento. Se apenó bastante.
- Lo lamento, herr oberst. Lo lamento mucho.
- Mi hijo era lo único que me quedaba. Como sabes mi esposa murió en el bombardeo de Hamburgo y mi querida madre el año pasado en Köln. Mi hijo Andreas era lo único que me quedaba.
Von Tiersmann se puso en pie y alzó los brazos al cielo exclamando:
- Por qué Dios mío, por qué. Mi hijo nunca había hecho daño a nadie. Sólo tenía 20 años. Por qué estalló esta guerra, por qué se metió en ella. Andreas, ¡hijo mío! ¿dónde estás?, ¿dónde estás?
Se echó las manos al rostro y por primera vez en años el rudo Von Tiersmann lloró.
- Andreas, hijo mío.
- Mi coronel, dijo Daniel. Mi coronel, debe conservar la calma. Ya sabe que toda mi familia también cayó en la masacre de Hamburgo. Yo no tengo a nadie en la vida, y también tengo 20 años. Estos últimos meses ha sido usted mi padre, y el frente mi hogar. Por favor, repóngase, mi coronel.

Von Tiersmann se acercó al muchacho y se fundió con él en un abrazo.
- Bendito seas tú Dani. Ahora los dos estamos sólos.
- Pero venceremos mi coronel. Venceremos al desafío que nos ha impuesto la vida. Y cuando ganemos la guerra y volvamos a Alemania, empezaremos una nueva vida.
Von Tiersmann iba a responderle, cuando vió sobre la mesa de aquel pequeño puesto de mando la otra carta.
La carta que llevaba el sello del OKH.

(continuará)

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 7:53 pm

Qué curioso...¿por qué me serán tan familiares los 3 capitanes? :wink:
Muy bueno, Anibal, a la espera de la continuación del relato. :)

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 8:08 pm

interesante historia anibal. Esperando el resto :D

un abrazo

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 8:21 pm

Espero impaciente la aparición del comisario Ilich Garcianov Moratovich como Némesis del Oberst Von Tiersmann

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 9:06 pm

Quién será ese Daniel Jakpenburg? :?

:D Garcianov Moratovich es el despiadado comunista :evil: ! es broma :D .
Espero impaciente la siguiente parte.
Saludos blindados.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 9:09 pm

Muy buena historia Anibal, espero la siguiente parte con ansias ya! :mrgreen:
Saludos.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 9:24 pm

Aníbal, espero que nos relates, con pelos y señales, las andanzas de las tres compañías, y más concretamente la que lidera el Hauptman Grognardheim, ya sabes por aquello del corporativismo, entre paracaidistas :twisted:

saludos

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 10:42 pm

Así que "Millermann"... :lol: :lol:

Muy bueno Aníbal, muy bueno, sigue con ello que la cosa promete. :)

Sólo espero no dejar de fumar en Sbodonovo, que los pocos vicios que me quedan me gustaría mantenerlos hasta la derrota final. :wink:

Saludos.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 10:47 pm

Por cierto, no sé por qué Sbodonovo ha tenido desde siempre una historia violenta, y eso que es un sitio canijo. En 1812 hubo allí un enfrentamiento que el mismísimo Murat calificó de "hosmerico". :mrgreen:

http://www.iteresa.com/reverte/public/sombraaguila.pdf

Que lo disfrutéis. :wink:

Saludos.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 10:56 pm

Hola a todos.

Antes de ir con la 3ª parte, quisiera decir que he hecho protagonistas a algunos capitanes que "os sonarán" :mrgreen: . Son aquellos que participaron en el supuesto que colocó Miller. No es por desmerecer a otros compañeros del foro, ni mucho menos, ya sabeis todos que para mi sois amigos por igual :wink:
Un abrazo a todos y continúo...


Se acercó y cogió la carta.
La abrió cuidadosamente.

ALTO SECRETO.

Al comandante en jefe del Batallón 731 en Sbodonovo.

"Coronel Von Tiersmann o en su defecto comandante al mando:
Su batallón está al cuidado de un vital cruce de carreteras por el que dentro de las próximas 72 horas deberá pasar la plana mayor no sólo del 4º Armee, sino también del Heeresgruppe Mitte. Debe usted conservar con las fuerzas disponibles ese cruce, al costo que sea.
Igualmente le informamos que una agrupación acorazada y mecanizada soviética llegará al lugar en unas 48 horas.
Según la información que nos transmite Gehlen y ejércitos extranjeros del este, dicha formación la componen unos 150 carros T34/76 y 50 semiorugas que transportan aproximadamente 1000 soldados.
Sabemos de la desproporción con respecto a sus fuerzas, pero confiamos en su habilidad y dotes de mando, y en el fanatismo feroz de sus soldados, que defenderán el terreno hasta la última gota de su sangre.
No le queda a usted más remedio que elegir el camino que le llevará a la victoria o la muerte.
Sepa que el Führer tiene puestos los ojos en ese lugar y en usted, sabiendo perfectamente que no dará un paso atrás y hará gala de la determinación y el coraje que siempre le han distinguido.

Firmado
Kurt Zeitzler
Jefe de estado mayor del OKH

Von Tiersmann leyó la carta tres veces.
- Dani, haga venir inmediatamente al Major Immelmann y a los capitanes Von Dompereiss, Millermann y Grognardheim. Con Urgencia.
De repente las lágrimas habían dejado paso a la tensión.
Daniel salió raudo a avisar a los oficiales, sin saber qué decía aquella carta.

En menos de 20 minutos, los 4 oficiales se encontraban frente a Von Tiersmann. Éste les leyó la carta y les pidió su opinión. Todos coincidieron en que sería casi imposible detener a aquella formación enemiga, pero puesto que no había elección, se pusieron manos a la obra para preparar un contundente plan defensivo.
Al norte del pueblo, la compañía "A" de Millermann se encargaría de la defensa. El oeste y el sur lo cubriría la compañía "C" de Grognardheim. Y el este se´ria trabajo para los muchachos de Von Dompereiss.
En el pueblo quedaría el puesto de mando de Von Tiersmann, mientras que el major Immelmann marcharía a la colina que había al sur del pueblo para dirigir y coordinar el puesto de observación que se había instalado allí y mantener informados de los movimientos del enemigo a los capitanes en todo momento, a través de la radio.

(continuará)

Ahora agradecería a algún compañero que sepa hacerlo, que pusiera aquí el despliegue que hice en el supuesto y que tan amablemente Miller ubicó en el mapa. Para que todos los compañeros foristas pudiesen verlo. Es que el inútil de Aníbal no sabe hacerlo.
Muchas gracias y saludos.
Última edición por Anibal clar el Mié Jun 03, 2009 1:24 am, editado 1 vez en total

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mar Jun 02, 2009 11:20 pm

Y, más o menos, así estaban las cosas aquel día en Sbodonovo:

Imagen

Saludos.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mié Jun 03, 2009 3:08 am

Hola a todos.
Muchas gracias por la cortesía, Miller.
Si algún compañero no conoce el significado de los símbolos del mapa, puede acudir al subforo preguntas, y allí en el hilo "agudizar el ingenio", está todo perfectamente explicado.

Continuaré con la cuarta entrega.

Después de salir de la reunión mantenida en el puesto de mando, cada uno de los capitanes se dirigió a la zona que le había sido asignada para preparar la defensa correspondiente.
Tendrían que arengar a sus hombres para que en el plazo más breve posible, emplazasen los campos de minas en los lugares asignados para ello, construyesen pozos de tirador, emplazasen los cañones en los sitios más favorables para el tiro, y en fin, estuviesen alerta para solventar cualquier contingencia que sobre la marcha surgiese cuando comenzasen los "fuegos artificiales".

Von Tiersmann se quedó a solas con el Major Immelman.
- Max, ¿cuántos años llevamos juntos?
- Tres años y medio Hans.
- Hemos estado en tantos sitios... Polonia, Francia, Grecia, y estos últimos años aquí, en este pais que se nos llevará a todos.
- Hemos estado en otras muy difíciles, Hans. Y siempre salimos adelante. Está vez no será diferente. Lo conseguiremos.
- Para mí ya nada tiene sentido, Max. Mira esto. (le extendió la carta que relataba la muerte de su hijo)
- Oh! Lo siento mucho, Hans. Sabes que lo lamento como si fuese mi hijo, yo...
- No hace falta que digas nada. Te conozco bien y se lo que sientes. Decías que otras veces hemos salido airosos de los aprietos. Y es verdad, pero esta vez, esta vez...
- Esta vez también Hans. Ya lo verás. Ten confianza en los muchachos. Ellos lo lograrán.

Von Tiersmann no contestó. Se sentó y quedó sumido en profundos pensamientos. Su mujer, su hijo, Alemania. Dos de esas cosas ya no existían y la tercera llevaba camino de desaparecer.
Immelmann salió del puesto en dirección a la colina (C3) donde colocaría su puesto de combate y observación, como ya se dijo anteriormente.

En el sector este, Von Dompereiss colocó su puesto de mando cerca de los Pak 40 que apuntaban a la salida del vado (V3). Allí, al lado de los cañones se encontraban 3 Maultier 42. Dividió su compañía entre el bosque y la colina cercanos al río. Sabía que sus hombres cumplirían la misión encomendada con una exquisita profesionalidad. Terminaron el minado del puente que cruzaba el Vorosik, y el propio Von Dompereiss tenía el mando para volarlo cuando considerase oportuno.
Metió los dedos en el bolsillo izquierdo de su pulcra guerrera y sacó un papel. El papel tenía exactamente 39 años, los mismos que el aguerrido capitán. Estaba doblado. Lo desdobló y comenzó a leerlo.
Decía así:
De donde hayas venido, no lo se,
pero sí que has nacido.
Que al escuchar tu llanto
oi todos los trinos de ángeles
y pájaros.
Que mi pluma pequeña
quisiera ser gigante
para dejar plasmado
lo que con tu venida
en mi corazón ha brotado.
Y con un Padrenuestro
quiero sellar mis labios
rogando a Dios por ti
para que seas justo, honrado,
y recuerda que un día
en que la niebla envolvía mi alma,
cuando naciste, Antón María,
¡ la vestiste de blanco !

y debajo una dedicatoria que decía:
A mi nieto Antón María, a las 48 horas de su nacimiento, de su abuela Marie, con todo cariño
Bielefeld, 25 febrero 1905

Está claro que Antón María era el nombre de Von Dompereiss.
Volvió a doblar la carta y la metió de nuevo en el bolsillo de su guerrera. Miró al cielo. Apretó los dientes y encaminó sus pasos hacia el puente, para ver como iba la colocación de las cargas de demolición.

(continuará)

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mié Jun 03, 2009 7:04 am

Buenisimo Anibal! como fue que se te ocurrió hacer todo esto a partir de lo planteado en "Agudizar el ingenio"? que por cierto, cuando tenga más tiempo, debo darme una vuelta por ese hilo para ver esos planteos.

Asi que, a la espera de la nueva entrega :wink:

Un saludo.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mié Jun 03, 2009 7:55 am

Aníbal, que te puedo decir, tu historia sobre la "Cruel Batalla de Sbodonovo", es magnífica, esperemos a ver que pasa en la próxima parte.

Felicitaciones. :shock: :o

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mié Jun 03, 2009 3:09 pm

Hola a todos.

Procederemos pues con la quinta parte.

En el sector norte, el capitán Millermann tendría que lidiar con lo que él consideraba el hueso más duro de la batalla que se avecinaba. Millermann cosideraba que el mayor esfuerzo ruso vendría por esa zona, y sobre el dominio de la colina norte (C1) giraría gran parte de la batalla. Como esta colina estaba expuesta al fuego enemigo desde varias posiciones, sólo se estacionó allí un pequeño puesto de observación con una radio, mientras que el grueso de la compañía estaba a la derecha de la colina, protegida por un campo de minas.

El capitán había preparado un repliegue a las primeras casas del publo, caso que los rusos consiguieran penetrar por la colina, evidentemente a pie, pues era impracticable para carros y semiorugas. Para retrasar el posible avance enemigo por el interior de la boscosa elevación, Millermann hizo que se pusieran trampas y alambradas de espino, pues retrasar ese avance le permitiría recolocar sus unidades donde fuese preciso y activar el Pak 40, el Maultier 42 y los 3 semiorugas que tenía a su disposición.

El veterano de Stalingrado no pensaba dejarse sorprender. Gustaba de fumar cigarrillos, según él "el único vicio que tengo", y no pensaba dejarlo hasta que terminase la guerra. Había hecho una promesa de dejar de fumar si acababan las hostilidades y él seguía con vida.
Por lo general era una persona optimista, de buen humor y con indudables dotes de mando. Había empezado la guerra en el personal del cuartel general del Führer, pero aquel ambiente no le gustaba mucho, y pidió el traslado a una unidad de combate.
A partir de ahí siempre estuvo en primera línea, hasta la presente situación. Estaba claro que no iba a dejarse arredrar bajo ningún motivo.

Von Tiersmann había dejado junto a su puesto de mando en el centro del pueblo, una reserva móvil compuesta por el Panzer IV, el Panther y un Stug III dispuestos a ser enviados a aquel lugar donde surgiese una crisis.
Llamó a su ordenanza.
- Dani, tengo preparada una misión para ti.
- Lo que usted ordene, mi coronel.
- Necesito que se salven, poniéndonos en el peor de los casos, el libro de notas de la unidad, la máquina de claves, y el cifrado especial. También quiero que se evacúe a los 2 enfermos que tenemos, los soldados Miers y Klein. Tú conducirás el Kübelwagen con el material que te he dicho y con los enfermos hacia el oeste. A unos 37 kms te encontrarás con el puesto de mando del hospital de campaña. Cuando llegues allí espera mis órdenes.
- Con todos mis respetos, mi coronel, no pienso cumplir esas órdenes.
- ¿Cómo?
- No pienso dejarle sólo aquí, cuando es muy posible que necesite mi ayuda. Mi ayuda y la de todos. Sabe usted muy bien que esos 2 soldados que me ha dicho no están tan enfermos. No pienso salir de aquí y cargar sobre mi conciencia los hechos que puedan ocurrir. Yo me quedo aquí con usted, mi coronel.
Von Tiersmann miró condescendientemente a Daniel. Su plan para salvar de la posible muerte a su ordenanza había fallado, pero en el fondo se sentía orgulloso de él. Estarían juntos hasta el final de aquello, pasase lo que pasase.
El coronel se levantó y se dirigió a su ordenanza.
- De acuerdo Dani, de acuerdo.

(continuará)

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mié Jun 03, 2009 9:43 pm

Hola a todos.

Ahí va la parte sexta.

Sector oeste y sur.

El capitán Grognardheim se adentró en el bosque por donde salía la carretera que venía de la ciudad (B1). Había decidido y consensuado con el coronel, que 2/3 de su compañia se atrincherarían en el bosque y cortarían la carretera.
Entre los árboles se encontraban con todo tipo de armas sus muchachos, había trampas por todos sitios, y el bosque se podría convertir en una trampa mortal para sus enemigos.
Y es que Grognardheim, que entre otras cosas podía presumir de haber estado en Eben Emael y en el asalto en Creta, de haberse curtido en el grupo Ramcke en Africa y de haber estado en Cassino, era un oficial sumamente eficiente y poco tenía ya que aprender de la guerra.
Lamentaba la desaparición de la Luftwaffe de los cielos de Europa, pero en esa batalla que ahora le ocupaba, el parte meteorológico había anunciado cielos encapotados y techo muy bajo de nubes, por lo que ninguno de los dos bandos podría usar su aviación.
No sabía si eso sería mejor o peor, pues la aviación soviética contaba ahora con buenos aparatos y cada vez mejores aviadores, y la Luftwaffe ya no tenía fuerza para realizar muchas salidas.
En su sector sur, el capitán de los fallschirmjaeger disponía de dos Stug III, un pak 40 y un semioruga, amén del resto de su compañía perfectamente atrincherada.

En general se habían cubierto todas las entradas posibles a la zona para vehículos con campos de minas, los soldados habían trabajado como animales preparando el despliegue, las trampas y los posibles despliegues posteriores según fuesen los acontecimientos.

Grognarheim sabía que si era frenado el primer y poderoso envite del enemigo, se tendría bastante ganado.
Se había hecho de noche y después de todo un agotador día de trabajo, estaba muy cansado. se sentó al pie de un árbol y empezó a comerse una manzana. Había un silencio sepulcral y hacía bastante frío. Se le cerraban los ojos. Se le cerraban...
Vió un puerto de mar. Había alguien pescando ahí delante. Se acercó a la persona sentada sobre el cantil del muelle que sujetaba una caña.
La persona se volvió. Gerd (el nombre de pila de Grognardheim) conocía aquella cara.
- Papá... ¡papá! cuanto tiempo. ¿qué haces aquí?
- Gerd, sientate aquí.
- Papá pero tú estás muerto.
- ja ja. ¿muerto?
- Si. Cuanto me alegro de verte. Hacía tanto tiempo...
- Los sentimientos nunca mueren, Gerd. Por eso me ves.
- Y yo... ¡ Si soy un niño !
- Claro, siempre serás un niño Gerd.
- El pueblo papá. Tengo que estar con mis compañeros.
- ¿te vas, Gerd?
- Papá, mis compañeros...
- Yo también estaré en el pueblo contigo, hijo mío.

En ese momento se le cayó la media manzana que aún no había comido de la mano, y Grognarheim abrió bruscamente los ojos, contemplando la opresora oscuridad que le rodeaba.

(continuará)

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Mié Jun 03, 2009 10:42 pm

¡Más, más! ¡Más madera! :D

Saludos.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Jue Jun 04, 2009 1:35 am

Tiene buena pinta, esparamos la accion de la batalla!

Saludos

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Jue Jun 04, 2009 3:09 am

Grrr, se estaba tornando interesante y llego al "Contuinará" :evil:

Esperando la siguiente entrega :wink: , por cierto, cuantas más son Anibal? o más o menos tienes una idea?

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Jue Jun 04, 2009 2:39 pm

Hola a todos.
Pues la verdad no se cuantas partes serán.
Dependerá mucho de cómo ataquen los rusos y de la pericia de nuestros héroes :mrgreen:


Aquí va la parte séptima.

El tiempo había ido trancurriendo. Entre preparativos y el stress producido por la situación, las horas habían volado a toda velocidad.
Von Tiersmann reunió de nuevo al major y los capitanes.
- Señores, según los cálculos del Alto Mando, el ataque se producirá dentro de unas 6 u 8 horas. Aproximadamente en torno a las 7 de la mañana. Debemos frenar la primera acometida como sea. El tiempo transcurre a nuestro favor. Cuanto más resistamos, más beneficio haremos a la plana mayor del ejército y del grupo de ejércitos.
Como no puede ser de otra manera, espero de cada uno de ustedes la máxima profesionalidad y entrega.
- Creo hablar en nombre de todos los presentes, dijo el major Immelmann, diciendo que dejaremos hasta nustro último empeño en sacar adelante esta situación.
- Y así será, agregó Von Dompereiss.
- Ahora, dijo el coronel, vamos a brindar con esta botella que tenía guardada para una ocasión especial. No era esto precisamente en lo que yo había pensado, pero en fin, daremos salida a este vino alsaciano.
Brindaron por la suerte, por el futuro y por el éxito de Alemania.
Mientras bebían el vino, los T-34 se aproximaban al lugar. En pocas horas estarían allí.

Una vez acabado el brindis, cada uno marchó al puesto que le correspondía.

Pasaron unas horas. Comenzaba a amanecer. Todo era silencio. Aproximadamente eran las 7 de la mañana.
La radio dió señales de vida en el puesto de mando de Von Dompereiss, al este del despliegue.
El puesto de observación de la colina este (C2) informaba que se veía movimiento de blindados a unos 5 Km.
¡ Empezaba la fiesta !
Inmediatamente a una orden del capitán, se lanzó una bengala amarilla, ¡¡ Máxima alerta !!
Se fueron haciendo visibles al otro lado del río, los blindados soviéticos. Unos 50 aproximadamente, apoyados por 10 semiorugas y unos 200 soldados.
Von Dompereiss se acercó a los pak 40 que apuntaban al vado.
En ese momento, los carros comenzaron a hablar. Fuego de cobertura sobre la colina (C2) y el bosque (B2), a la vez que se dirigían a toda máquina al puente y el vado.
- Las bengalas rojas, rápido, anunció Von Dompereiss.
Los fumígeros fueron lanzados, con lo cual las tropas abandonaron sus posiciones en colina y bosque y se replegaron a las primeras casas del pueblo. Tal movimiento no pasó desapercibido para los rusos, que pusieron toda su atención en el mismo. Justamente era lo que Von Dompereiss quería, pues así pasaron desapercibidos los cañones y los 2 Maultier 42.
El primer T-34 ya cruzaba el puente, seguido por otros 3 a corta distancia. Del mismo modo, 7 monstruos mecánicos y 5 semiorugas empezaban a cruzar el vado (V3).
Von Dompereiss esperó hasta que el primer T-34 cruzó el puente, en ese momento dió la orden de fuego a sus pak 40. El primer disparo hizo blanco e inmovilizó al carro, que pronto comenzó a arder, los que 3 que venían detrás quedaron bloqueados sobre el puente, momento que aprovechó el capitán para accionar el mando y volarlo, con lo cual cayeron al río y quedaron completamente destrozados.
Las unidades alemanas que habían salido de sus posiciones originales comenzaban a ocupar las primeras casas del pueblo, instalando las mortíferas MG-42.
Los carros que cruzaban el vado junto a los semiorugas llegaban a la orilla, comenzaron a avanzar hacia el pueblo. De repente... ¡¡¡ Pummm !!! ¡¡¡ Pummmmm !!! Las minas Tellermine comenzaron a hacer de las suyas. 3 carros quedaron fuera de combate, y los otros 4 hubieron de pararse. Los semiorugas se pararon y la infantería comenzó a bajar.
- Bengala azul, ordenó Von Dompereiss.
Así que bengala azul al aire... Señal para que los Maultier 42 y sus neberwerfer comenzarán el fuego sobre la zona indicada. El diluvio de proyectiles comenzó a caer sobre la infantería que bajaba de los semiorugas con mortífera precisión. Desde el puesto de mando en la colina sur (C3) el major Immelmann daba las coordenadas con una exactitud digna de encomio.
La salida del vado se convirtió en una carnicería horrible. Una matanza.
Los T-34 del otro lado del río, comenzaron a tirar contra las casas, desde donde las MG-42 estabán machacando a los infantes rusos. Los pak 40 seguín haciendo fuego con precisión, y cada descarga de los Maultier era demoledora.
Los soviéticos detuvieron el ataque y se retiraron momentáneamente.
Resultado, 11 T-34 fuera de combate y 5 semiorugas hechos papilla, unos 85 soldados muertos. Todo un éxito contabilizando las bajas propias, 11 muertos y 5 heridos, pero las primeras casas del pueblo habían sido destruidas y estaban bajo el fuego directo de los T-34 del otro lado del río.
No obstante, Tio Domper había conseguido detener el asalto por el momento.

Pero mientras todo esto ocurría, una formación mucho más poderosa se avecinaba contra la colina norte (C1).

(continuará)

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Jue Jun 04, 2009 4:08 pm

Chris si te pasas por AEI (Agudizar el ingenio) podrás ver el despliege con más detalle :D
Excelente Aníbal.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Jue Jun 04, 2009 4:37 pm

Creo que ha llegado el momento de echarme un cigarrito... :wink:

Saludos.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Jue Jun 04, 2009 6:48 pm

ME tiene muy enganchado jaja

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Sab Jun 06, 2009 1:27 am

Vas bien Anibal, sigue con tu empeño, tienes estilo y sabes manejar el ritmo.

Saludos

Huno2000

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Dom Jun 07, 2009 5:57 am

¡Muy bien Aníbal!, muy bien, lo dejas a uno picado con lo que vendrá. ¿Para cuando la siguiente parte?. :D

Es un excelente tema Aníbal, felicitaciones. :wink:

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Dom Jun 07, 2009 10:28 am

Hola todos.
Por cuestiones "técnicas" (osea, trabajo), hasta hoy dia 7 por la tarde no se reanudará el tema. :P
Así que permanezcan atentos a sus pantallas. :mrgreen:
Saludos.

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Dom Jun 07, 2009 12:15 pm

Quedaremos a la espera de la siguiente entrega.. :)

un abrazo

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Dom Jun 07, 2009 8:46 pm

Hola a todos.

Vamos con la octava parte.

Desde su puesto de mando, en las estribaciones del pueblo por el norte, desde donde la falda de la colina (C1) quedaba a un paso, Millermann apuraba un cigarrillo.
Hacía 5 minutos, tal vez un poco más, que había visto en el aire los fumígeros de colores de la compañía de Von Dompereiss, y el estruendo que había en el sur-este de la ciudad le indicaba que el esperado ataque por el norte comenzaría en breve.

Y así fue. Al momento sonó el teléfono de campaña. El puesto de observación en la colina (C1) le comunicaba que una gran formación soviética compuesta por unos 100 carros T-34/76 y 40 semiorugas estaban llegando al pie de la montañita.
Llegado ese momento, la mitad de la formación soslayó la elevación por el oeste y se dirigió más al sur, tal vez para atacar Sbodonovo por el bosque (B1) y la carretera que lo atravesaba, con lo cual Grognardheim fue avisado por radio.

Súbitamente, los 50 T-34 que habían quedado en el norte, detuvieron su avance frente a la colina y comenzaron a disparar sobre ella. El puesto de observación fue alcanzado y murieron los 4 que en él se encontraban. Los disparos de los carros, al no ser obuses, chocaban contra las primeras hileras de árboles, pero alguno que otro batía el bosque de la colina más hacia su cenit.
Después de machacar la posición durante un cuarto de hora, 20 semiorugas soviéticos vomitaron unos 400 soldados que emprendieron la travesía de la colina que les llevaría a las primeras casas del pueblo (donde estaba el cuartel general de Millermann). Los gritos de ¡¡ Hurra !! eran ensordecedores.
Pero Millermann había aprovechado bien el tiempo del bombardeo sobre la colina y había ordenado el repliegue de su compañía hacia las casas, de tal modo que si los rusos salían a pecho descubierto del bosque, caerían de manos a boca sobre el fuego de sus experimentados granaderos, toda vez que esa posición era inatacable por parte de los 50 T-34 que se encontraban a la espera al otro lado del monte (C1).
El capitán había hecho venir como apoyo a los tres sdkfz 251 que tenía al este, cerca de la marisma en la cual desembocaba el vado V2, y al Maultier 42 de que disponía, que había traido consigo el pak 40 de la zona.

Tal vez el haber perdido el puesto de observación era un pequeño handicap, pero poco importaba de momento lo que hicieran aquellos 50 T-34.
Los gritos a voz en cuello y el ruido del gentío comenzaron a llegar a las estribaciones del pueblo.
De repente, ante los tiradores alemanes, comenzaron a cargar aquellas riadas de gente de pardos uniformes.
Millermann esperó, como oficial de bien templados nervios que era, hasta el último momento para dar la orden de fuego.
¡¡ Feuer !!
Las 3 Mg-42 repartidas en estratégicos lugares vomitaron fuego de frente a los infantes rusos que acometían las casas. El resto de la unidad con sus Kar-98 y sus Mp-40, habrieron fuego salvajemente contra la horda que se les venía encima. Del mismo modo, desde el lateral derecho de la escena, los 3 semiorugas que se habían detenido formando un semicírculo que dominaba el ángulo de ataque ruso, comenzaron a hacer fuego con su MG-42.
La cadencia de fuego bien dirigido por tropas expertas se tornó mortal de necesidad. Aquel haz de muerte se abatió sobre los ivanes con demoledora contundencia, en el mismo momento que el maultier 42 dejaba caer sobre la zona su primera letal descarga.
En principio parecía que la carga suicida no iba a decaer. La matanza no pudo detener a unos 20 rusos que alcanzaron el pueblo y se enzarzaron en un mamo a mano con los alemanes de las primeras casas, 5 entraron en el puesto de mando de Millerman. Al ordenanza del capitán le dieron un tiro en la cabeza y a otro soldado le atravesaron de parte a parte con la bayoneta calada de un Mosint Nagant. Millermann utilizó su Walther reglamentaria para defenderse y consiguió abatir a dos enemigos ante él, pero un tercero se le echó encima y le acometió con la bayoneta a la altura del corazón.
Millermann se daba por muerto cuando notó que la bayoneta no penetraba en su cuerpo. La punta de la misma había chocado contra la pitillera de aluminio regalo del Führer de los tiempos en que el capitán había servido en el cuartel general. Los instantes de asombro que tuvo el soldado ruso fueron suficientes para que Millerman se zafara y le diese un terrible puntapié en el escroto, con lo que "Iván" cayó de espaldas y dió tiempo a Millermann de cojer un abrecartas que siempre tenía en su mesa de mando, y traspasar con él el cuello del ruso, que murió en ese empellón.
El resto de enemigos que habían entrado en el pueblo fueron abatidos, y ante el cruel castigo a que estaban siendo sometidos, los supervivientes optaron por retirarse al bosque.

Millermann no lo sabía, pero aparte de haber salvado la vida de milagro, había infligido al enemigo 269 bajas, es decir, 212 muertos y 57 heridos, que ya no podrían volver a tomar parte en la batalla.
Los alemanes habían sufrido 17 bajas, y un semioruga había quedado inservible, pues un soldado enemigo que se deslizó subrepticiamente y no fue descubierto hasta el último momento, había arrojado dentro una granada con devastadores efectos.

Una vez que pasó la primera embestida, Millermann salió al exterior. Sacó la pitillera maquinalmente, la fuerza de la costumbre. Vió que estaba doblada. El puntazo de la bayoneta había impactado en una de las palabras que tenía grabada. Exactamente en Deutschland. Así que el intrépido capitán no pudo por menos que esbozar una sonrisa.
Al fin y al cabo, entre "Alemania" y el Führer, acababan de salvarle la vida.

En el momento que comenzaba a saborear el cigarrillo, se escucharon explosiones y disparos en el oeste de la ciudad, en la zona del bosque (B1).
Millermann se dio cuenta que probablemente Grognardheim estaba en dificultades. Y sintió un desasosiego en lo más hondo de su corazón.

(continuará)
Última edición por Anibal clar el Dom Jun 07, 2009 10:34 pm, editado 3 veces en total

Re: La cruel batalla de Sbodonovo

Dom Jun 07, 2009 9:01 pm

Fueron un par de dias de espera de la historia, pero valio la pena... :mrgreen:

Ah una cosa Anibal pusiste que es la septima parte y ya es la octava, no tiene mucha importancia pero por no perder la cuenta de los capitulos!..
Saludos :D
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