Jue Mar 19, 2009 7:37 am
Jue Mar 19, 2009 7:41 am
Jue Mar 19, 2009 7:48 am
Jue Mar 19, 2009 7:50 am
Jue Mar 19, 2009 7:55 am
Jue Mar 19, 2009 7:59 am
Jue Mar 19, 2009 2:35 pm
Jue Mar 19, 2009 11:43 pm
Vie Mar 20, 2009 6:51 am
Vie Mar 20, 2009 6:53 pm
Sab Mar 21, 2009 7:46 am
Adler Goess escribió:...Creo que ya me has animado a abrir un tema diferente señalando aquellas condecoraciones mostradas por el “Duce” Benito Mussolini.
Sab Nov 09, 2013 6:30 pm
A veces sentía náuseas al tener que contestar a tales preguntas.
«¿Cómo se levantaba Hitler de la cama, con la pierna derecha o con la izquierda? ¿Con qué mano tomaba el tenedor, con la izquierda o con la derecha?»
Los americanos hacían preguntas y más preguntas, como niños que escuchan un cuento. Dado su modo de ser, es muy posible que ni siquiera lo hiciesen con mala intención. Para ellos, Hitler era la bestia feroz, pero interesantísima del siglo XX.
Debido a su estatus único, Hitler vistió uniformes que de hecho no representaban a una organización en particular, siendo estos solo un simple diseño sin mucha elaboración, sin adornos, sin rangos y siempre con muy pocas medallas e insignias militares y políticas.
Aquellas medallas e insignias que lucía con un notorio orgullo fueron las que merecidamente ganó durante la Primera Guerra Mundial y el denominado “Periodo de Lucha” de su movimiento. Estas fueron:
La Cruz de Hierro de primera clase, que le fue otorgada el 4 de agosto de de 1918.
La placa de herido en negro, otorgada el 18 de mayo de 1918.
Insignia Dorada del Partido, llevada encima de la Cruz de Hierro y de la placa de herido en negro.
La Orden de sangre, lucida solo en ceremonias especiales.
Mientras nuestros hombres atacaban el bosque de terreno elevado, salí de los arboles cerca de Wytschaete para tomar una mejor vista de los acontecimientos. Hitler y el voluntario Bachmann, otro mensajero de campo del Regimiento 16º, se pararon frente a mí para protegerme con sus cuerpos del fuego de ametralladora a la que estaba expuesto.
El comandante del regimiento quiso intervenir personalmente y salió de entre los arboles hacia el borde del bosque, cuando, apenas siendo descubierto por el agudo ojo del enemigo, fue objeto de mortal fuego de infantería y ametralladoras. Pudo haber pagado con su vida por esta temeridad, pero los mensajeros regimentales que lo acompañaban, Adolf Hitler y Bachmann, saltaron adelante y lo protegieron con sus cuerpos, llevándolo de regreso a un lugar seguro, todo esto debido a que el regimiento no soportaría perder a su segundo comandante en tan corto tiempo. . . Desafortunadamente, los miedos de los dos mensajeros se cumplieron muy rápido.
Su mano izquierda fue mutilada y una esquirla cortó la artería principal de su muslo derecho. Esas serias heridas no fueron notadas inmediatamente debido a la exaltación y la oscuridad prevalente. La rápida pérdida de sangre causó su gradual inconsciencia pronunciando las palabras: ‘Quise servir a mi patria’, colapsando luego.
En el día del primer ataque [15 de noviembre], tres de nosotros ocho habían muerto y uno seriamente herido. Los cuatro sobrevivientes fuimos citados para una distinción y esto salvó nuestras vidas. Mientras la lista de aquellos propuestos para la cruz era discutida, cuatro comandantes de compañía llegaron a la tienda de campaña.
Debido a la falta de espacio, nosotros cuatro tuvimos que salir por un momento. No habíamos estado fuera ni cinco minutos cuando un proyectil impactó sobre el puesto, hiriendo gravemente al teniente coronel Engelhardt y matando o hiriendo al resto de la plana mayor. Fue el momento más terrible de mi vida, estimábamos al teniente coronel Engelhardt.
Friedrich Wiedemann, adjunto del regimiento, pidió voluntarios para un despacho. En esta ocasión nadie quiso arriesgar su cabeza entre los cráteres de los proyectiles innecesariamente, poniendo voluntariamente su vida en riesgo. Entonces Hitler caminó hacia adelante, como había sucedido tan a menudo en el pasado. El incansable Hitler y Schmidt se pusieron en camino. Schmidt regresó solo, todos estábamos profundamente conmocionados cuando oímos que Hitler había sido herido. . . Él yacía en el frente revolcándose en su propia sangre, herido a través de la pierna izquierda. . . Camilleros lo trajeron de vuelta.
En la noche del 12/13 de octubre, el regimiento fue sacado de la línea. El sentimiento de que habíamos sido abandonados nos agobió en los últimos días. Cadáveres yacían apilados en el campo de batalla, nadie fue capaz de enterrarlos, así que caminamos sobre los cuerpos de nuestros propios camaradas y nos regocijamos ya que la bestia de la guerra no nos había devorado.
Capitán Friedrich Wiedemann, adjunto del 16. Regimiento de Infantería de Reserva bávaro.
Después de una larga estadía en un hospital militar, me hallo por algunas semanas en Múnich con el batallón de refuerzos del 2º Regimiento de Infantería. Me encuentro nuevamente en forma para el servicio en el campo de batalla y, como he oído, seré prontamente situado en el transporte de refuerzos para el servicio activo con el 2. Regimiento de Infantería. Mi capitán, entenderá que es mi persistente deseo el estar con mi antiguo regimiento y mis viejos camaradas. Pido que mi capitán solicite que yo retorne al 16. RIRb.
Cuando Hitler arribó nuevamente al regimiento a comienzos de 1917, ambas partes estábamos felices: él regresó a ‘casa’ y nosotros teníamos a nuestro probado mensajero.
Durante la dura lucha alrededor de la cabeza de puente de Montdidier, Adolf Hitler tenía un importante reporte que entregar. Cuando arribó a las trincheras, de pronto se encontró haciendo frente a una tropa de franceses. No perdiendo su entereza, apuntó con su rifle y les ordenó a los franceses, en su lengua materna, a rendirse ante él. Los franceses arrojaron sus armas inmediatamente y se entregaron a Hitler como prisioneros. Guió a un total de doce ante el comandante del regimiento, barón von Toboeuf. Muchos habrían perdido sus nervios en esta situación. Debido a esta destacada acción, Adolf Hitler fue galardonado con la Cruz de Hierro de primera clase el 4 de agosto de 1918.
Nadie conoce mejor que usted, mi Führer, que nunca fue el séptimo miembro del partido, sino en el mejor de los casos el séptimo miembro del comité, al cual yo le pedí que se uniera como director de afiliación. Y hace unos años atrás tuve que quejarme ante una oficina del partido de que su primera tarjeta de miembro de la DAP, con las firmas de Schüssler y la mía, fue falsificada, con el número 555 borrado y el 7 adherido.
Freytag von Loringhoven se hallaba en el rellano inferior de las escaleras de hormigón cuando vio de súbito a Magda Goebbels descender por ellas seguida de su prole. Tenía todo el aspecto de una dama. Helga, Hilde, Helmut, Holde, Hedda y Heide, los seis hijos del matrimonio, tenían edades comprendidas entre los cinco y los doce años. Todos sus nombres empezaban por la misma letra, lo que no pretendía imitar a los buques de guerra, sino honrar el lugar del alfabeto que ocupaba el nombre del Führer. Bajaron las escaleras como escolares que caminasen en doble fila. Sus semblantes pálidos contrastaban con sus abrigos oscuros. Helga, la mayor, tenía un aspecto muy triste, aunque no lloró en ningún momento. Hitler conocía la decisión que habían tomado Joseph y Magda Goebbels de matar a sus hijos antes de suicidarse, y la aprobaba. Esta muestra de lealtad total lo llevó a obsequiarle a Magda su propia insignia dorada del Partido Nazi, que siempre llevaba prendida a su guerrera. La llegada de los niños al búnker cayó como un jarro de agua sobre la ebriedad de los presentes. Todos los que los veían entrar eran conscientes de que morirían a manos de sus padres para formar parte del Führerdämmerung, “el ocaso del Führer”.
Cuando desempaqué una gran colección de reliquias que una vez pertenecieron al antiguo Obergruppenfuhrer de las SA Wilhelm Brueckner, jefe adjunto de Hitler, tenía más de lo que había negociado. Su hijo había listado una Orden de Sangre en el inventario, pero estaba atónito cuando vi que la medalla llevaba estampado el número “1”. Como muchos coleccionistas saben, existe de hecho una Orden de Sangre con el número serial 1 en posesión de Mohawk Arms. La cuestión que lógicamente ahora sería planteada es: cual Orden de Sangre es real? Primero, consideremos la Orden de Sangre propiedad de Mohawk Arms.
Esta medalla fue parte de una gran colección de reliquias encontradas en el apartamento de Hitler en Múnich, tomadas por el teniente Phillip Ben Lieber al final de la guerra. En esa orden es inusual que el número serial esté gravado manualmente y no estampado. Algunos coleccionistas se han preguntado el hecho de esta anormalidad, incluso sugiriendo que el número fue adherido posterior a 1945. Sin embargo, dichas especulaciones son completamente infundadas.
Conocí a Phillip Ben Lieber y personalmente inspeccioné y fotografié su colección completa en 1959, mucho antes de que atrajera la atención de coleccionistas y vendedores. Cuando Lieber me mostró por primera vez la Orden de Sangre ahora propiedad de Mohawk Arms, ya estaba marcada con el número “1”. Cuando vi nuevamente la Orden de Sangre dos años atrás, la reconocí como aquella que inspeccioné y fotografié en 1959. No existe, por consiguiente, dudas acerca de que la Orden de Sangre número “1” ahora en posesión de Mohawk Arms es genuina. Cómo, entonces, podría Brueckner haber estado en posesión de otra Orden de Sangre número “1”? El libro DAS EHRENZEICHEN VOM 9. NOVEMBER 1923 de Klaus Patzwall, provee una explicación lógica.
Acorde a la investigación de Patzwall, la Orden de Sangre conferida a Hitler fue emitida sin numeración. El autor sugiere que la Orden de Sangre portadora del numero “1” estampada, fue originalmente destinada a Ernst Röhm. (Existe un espacio en blanco al lado del número serial “1” en la lista oficial original de los receptores). Como parece no existir alguna fotografía de Röhm llevando la Orden de Sangre, es muy probable que fuera ejecutado antes de que la medalla le fuera conferida. Si este fue el caso, la Orden de Sangre destinada para Röhm indudablemente fue retirada, terminando en la gaveta de escritorio de alguien con todas las otras órdenes de sangre originalmente destinadas para aquellos asesinados o expulsados durante la Purga Röhm de 1934. [Noche de los cuchillos largos]
La persona más lógica en llegar a poseer aquellas condecoraciones revocadas fue Brueckner, el hombre de más alto rango en la comisión designada por Hitler para conferir la Orden de Sangre. La orden con número “1002” también estaba incluida en otra colección de Brueckner comprada por Bob Kraus muchos años atrás. Acorde a la lista en el libro de Patzwall, esta Orden de Sangre estaba destinada a Franz Kastenberger, un antiguo miembro del SA-Regiment Munchen, la unidad comandada por Brueckner durante el Putsch de 1923. No es sabido con seguridad, pero talvez Kastenberger sufrió el mismo destino de Röhm. En cualquier caso, Brueckner llegó a poseer al menos dos órdenes de sangre (Nº 1 y 1002), ninguna de ellas originalmente destinada para él. (Según la lista en el libro de Patzwall, la Orden de Sangre de Brueckner tenía el numero “7”). Con Röhm muerto, la Orden de Sangre número “1” no fue emitida, y su nombre fue removido de la lista de titulares, dejando un espacio en blanco junto a este número. Debe haberse decidido que este prestigioso número sea reasignado a alguien, y si este era el caso, el número no iría a nadie más que a Hitler.
Por lo tanto, puede teorizarse que la previa Orden de Sangre sin numeración de Hitler fue posteriormente gravada con el número serial “1”, condición en la cual fue encontrada por Lieber en el apartamento de Hitler en 1945. Ninguna otra explicación tiene sentido.
Cuál Orden de Sangre número “1” es real? La respuesta es que ambas lo son!
Ben Swearingen.
Dom Nov 10, 2013 12:00 am
Dom Nov 10, 2013 4:12 pm
Dom Nov 10, 2013 10:21 pm
LIEBER contra MOHAWK ARMS
64 Misc.2d 206 (1970)
Philip B. Lieber, Demandante,
contra
Mohawk Arms, Inc., Acusado.
Corte Suprema, Condado Oneida.
29 de Septiembre 1970
Blaugrund, Grossman & Pozefsky por el acusado.
Drake & Drake por el demandante.
J. ROBERT LYNCH, J.
El acusado tramita por sentencia sumaria. Los hechos son incontestables.[64 Misc.2d 207]
En 1945 el demandante, entonces en el Ejército de los Estados Unidos, estaba entre los primeros soldados en ocupar Múnich, Alemania. Ahí él y algunos compañeros entraron en el apartamento de Adolf Hitler y removieron varios artículos de sus efectos personales. El demandante trajo su parte correspondiente a su casa en Louisiana. Ello incluía la chaqueta y gorra del uniforme de Hitler y algunos de sus objetos decorativos y joyería personal.
La posesión de estos artículos por parte del demandante fue públicamente conocida. Periódicos de Louisiana publicaron historias y fotografías acerca de la colección del demandante, siendo tema de una historia documental en Alumni News de la Universidad Estatal de Louisiana de octubre de 1945. Hay indicios de que los artículos fueron ocasionalmente exhibidos para el público.
En 1968 la colección fue robada por el chófer del demandante, quien lo vendió a un comerciante de Nueva York especializado en la histórica estadounidense. El comerciante lo vendió al acusado quien lo compró de buena fe. A través de los círculos de coleccionistas, el demandante pronto descubrió la localización de sus bienes robados, haciendo una demanda para su devolución, la que fue rehusada, y así iniciando esta acción buscando el retorno de dichos bienes.
El acusado resiste y pide sentencia sumaria sobre la base de que el demandante no puede tener éxito en la disputa legal ya que él "nunca obtuvo en buena fe y legalmente el titulo de esta colección", ya que "la colección verdaderamente pertenece a la autoridad militar de ocupación y/o el Gobierno de Baviera".
Esta defensa, a título de un tercero, fue una vez efectivo (Código Civ. Pro., § 1723; Civ. Prac. Acta, § 1093). Pero no sobrevivió al edicto CPLR 7101, el cual provee la recuperación de un bien mueble por alguien que tiene el derecho superior para su posesión. (Bulman contra Bulman, 57 Misc.2d 320; ver también Comentario Practico, McKinney's Cons. Laws of N. Y., Book 7B, CPLR 7101.)
Al proponer la eliminación de esta defensa, los redactantes del CPLR trataron de prevenir este mismo hecho intentado aquí por el acusado. "La presente ley así permite a un acusado que tiene un derecho menor para la posesión que el demandante, el mantener la propiedad y resistir una reivindicación de bienes al afirmar el derecho superior de una tercera persona, incluso si no hay la seguridad de que él retornará la propiedad a la tercera persona. No hay buena razón para perpetuar esta situación, pues si el poseedor de un bien mueble está genuinamente preocupado por los derechos del verdadero dueño, él puede utilizar el procedimiento moderno de juicio contradictorio para protegerlos, o puede solamente notificar a la persona que afirma ser el verdadero dueño y luego poder intervenir". (Cuarto Reporte Preliminar del Comité Asesor sobre la Practica y Procedimiento, N. Y. Legis. Doc. 1960, No. 20, p. 254.)
La cuestión presentada por una acción para recobrar un bien mueble es "sea o no que un demandante tenga tal título en la causa de acción a fin de que una recuperación o desagravio por ello pueda resguardar al acusado sobre reclamos de terceros" (Bulman contra Bulman, supra, p. 321). Aplicando esta prueba encontramos que el demandante debe recobrar posesión de los bienes. El acusado, a pesar de su buena fe, no tiene título ya que su posesión es derivativa de un robo (Código Comercial Uniforme, § 2-403; Bassett contra Spofford, 45 N.Y. 387). La posesión del demandante antes del robo y desde 1945 es incuestionable. Él se beneficia del artículo 3509 del Código Civil de Louisiana que facilita que cuando "el poseedor de cualquier bien mueble lo ha tenido en su poder por diez años ininterrumpidos, él adquirirá la propiedad de aquello sin verse obligado a reportar un título o probar que él no actuó de mala fe".
Los casos citados por el acusado no tienen aplicabilidad en las acciones para recobrar un bien mueble bajo el CPLR.
La sentencia sumaria es concedida al demandante.
En vista de la reapertura anticipada de las nominas de miembros del partido, el Führer, como primer paso en este sentido, personalmente llevó a cabo el registro al partido de los miembros del gabinete que hasta ahora no habían pertenecido a la misma, entregándoseles simultáneamente la Insignia Dorada, supremo honor del partido. Además, el Führer otorgó la Insignia Dorada del Partido al General barón von Fritsch; Generaladmiral Dr. Raeder, el ministro prusiano de Finanzas, Profesor Popitz; y el Secretario de Estado y Jefe de la Cancillería Presidencial, Dr. Meissner. El Führer también galardonó con la Insignia de Honor Dorada a los miembros del Partido: Secretario de Estado Dr. Lammers, Secretario de Estado Funk, Secretario de Estado Körner y Secretario de Estado general de la Fuerza Aérea Milch.
[…] así que me enrolé como miembro del partido de la clase trabajadora alemana y recibí la tarjeta de membresía provisional con el número "7".
Su insignia personal en una versión especial de oro y esmalte. La inscripción en el medallón también en oro contrario a las inscripciones en plata de una insignia de partido normal. En el reverso aparece gravado el número "7" y la firma facsímile "Adolf Hitler" junto con el sello estampado "750". Un sujetador adherido con un pequeño y dentado disco cóncavo.
Diámetro: 31mm. En un estuche cubierto con terciopelo azul (para exhibición). Existe también una imagen certificada de agosto 9/10 de 1973 y una declaración manuscrita de autenticidad por Heinz Linge (líder de los sirvientes personales de Adolf Hitler que fueron designados por él para quemar su cuerpo después de su muerte) y Heinrich Hoffman (fotógrafo de prensa del Reich para el NSDAP y fotógrafo personal de Hitler). Ellos declaran bajo juramento que esta es la insignia del partido que fue hecha para el Führer alrededor de 1937, y que llevó puesta hasta 1945.
Hacia las ocho y media, Goebbels se levantó sin previo aviso y fue con dirección al guardarropa. Se puso la gorra, los guantes y se dirigió en silencio con su mujer a la puerta del búnker, pasando junto a varias personas que se hallaban por aquel lugar. Magda Goebbels se había puesto la Insignia de Oro de Hitler que éste le había entregado tres días antes. Sólo una vez, ya al pie de la escalera, dijo Goebbels unas palabras al telefonista Rochus Misch: “Ahora ya no lo necesito”, y al salir añadió “Les jeux sont faits”.
Arriba, en el umbral de la puerta, la pareja se detuvo un breve instante y salió luego al exterior, a la luz de los incendios que rugían en torno a ellos. Cuando Schwägermann, desde la escalera, creyó haber oído un disparo, hizo una señal a los SS que estaban esperando y juntos subieron varios bidones de gasolina. Como Goebbels había pedido que antes de incinerarlos se cerciorasen de que él y su mujer estaban realmente muertos, Schwägermann ordenó acercarse a un soldado de guardia, y éste disparó uno o dos tiros contra los cadáveres, que yacían muy cerca de la salida del búnker. Luego llegaron algunos ordenanzas, rociaron de gasolina a los muertos y les prendieron fuego. Una rugiente nube de fuego envolvió enseguida los cuerpos […]
Magda Goebbels tomó ambos objetos, la Insignia Dorada del Partido que le había dado Hitler el 27 de abril como muestra de su admiración, y su cigarrera de oro grabada “Adolf Hitler, 29 de mayo 1934”. Goebbels y su esposa entonces subieron las escaleras hacia el jardín, acompañados por su ayudante Günther Schwaegermann. Tomaron dos pistolas Walther. Joseph y Magda Goebbels se colocaron uno al lado del otro, a unos metros donde los cuerpos de Hitler y su esposa habían sido quemados y enterrados en el cráter de un proyectil. Hicieron crujir entre sus dientes ampollas de vidrio con cianuro y ya sea que se dispararan con las pistolas al mismo tiempo, o que además Schwaegermann les disparase a ambos inmediatamente después como coup de grace por precaución. Las dos pistolas fueron dejadas junto a los cuerpos, a los que Schwaegermann roció con gasolina en bidones como había prometido. Luego encendió la última pira funeraria del Tercer Reich.
The Times
19 de noviembre, 2005
Caza-trofeos roba la insignia de Hitler
Por Jeremy Page y Luba Vinogradova
El servicio de seguridad ruso está avergonzado ya que la exposición pierde la insignia de miembro del partido No. 1 del líder nazi.
Fue, hasta hace poco, uno de los más siniestros y valiosos trofeos en los archivos de la agencia rusa que sucedió al KGB.
Durante cinco décadas la insignia de miembro del partido nazi en oro de Adolf Hitler yacía en una habitación especial en las profundidades de Lubyanka, la sede del Servicio de Seguridad Federal (SSF), junto con otros trofeos del Tercer Reich.
Sólo este año el SSF la puso en exposición por primera vez en una exhibición especial para conmemorar el 60 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Pero, para su enorme vergüenza, la insignia fue robada de la exhibición, ha conocido The Times.
http://www.oocities.org/goldpartypin/hitlerbadge.htm
Fragmentos de la mandíbula de Hitler además de su Insignia Dorada del Partido.
Los investigadores dicen que tienen poca esperanza de recuperar el trofeo, cuyo robo, en su opinión, fue encargo de un coleccionista rico, posiblemente un neo-nazi. Dicen que el ladrón era claramente un profesional, utilizando equipo montañista para bajarse a sí mismo desde el techo, ingresando a través de una ventana después de quitar el cristal. "Pudo haber sido sacada ilegalmente hacia el extranjero o podría estar aun el país" dijo un investigador que pidió no ser identificado.
El SSF insiste que la insignia era una copia sin valor. Pero muchos expertos rusos creen que era el original y que podría valer arriba de los 3 millones de euros (2,1 millones de libras esterlinas). "Sólo después que fue robado la gente empezó a decir que no era el original", dijo una fuente en el Archivo Estatal de la Federación Rusa, donde tenía lugar la exposición.
Una de las teorías dice que el robo, acaecida el 30 de junio, pudo haber sido ordenado por uno de los grupos neo-nazis de Rusia, que se han convertido cada vez más activos en los últimos cinco años, con una serie de ataques fatales contra extranjeros y rusos no eslavos.
El SSF, que heredó los archivos de la KGB tras el colapso de la Unión Soviética, reveló que poseía la insignia en un catálogo publicado en 1996.
El catálogo enumera varios artículos tomados del bunker, donde las tropas soviéticas encontraron los cadáveres de Hitler, Eva Braun, Joseph y Magda Goebbels –todos los cuales cometieron suicidio– en 1945. Incluyendo documentos, objetos personales, uniformes y las mandíbulas de Hitler y Eva Braun. Sin embargo, los trofeos eran las insignias doradas del partido pertenecientes a Hitler y Goebbels que, entre 10.000 concedidos a los primeros miembros en 1934, el de Hitler estaba marcado "N º 1" en el reverso.
Muchos historiadores creen que Hitler dio su insignia a Magda Goebbels como muestra de agradecimiento antes de suicidarse el 30 de abril de 1945. Goebbels y su esposa se habían negado a abandonar Berlín, instalándose en el bunker de Hitler el 22 de abril de 1945. Ellos se suicidaron el 1 de mayo después de matar a sus seis hijos.
Oficiales de inteligencia militar soviética enviaron los artículos a Moscú en 1948. En 1954, Ivan Serov, el jefe de la KGB, los entregó al archivo de esta unidad donde fueron almacenados en una sala especial por los próximos 51 años.
El público dio su primer vistazo a la insignia el 2003 en la fotografía de una exposición para conmemorar el 60 aniversario de la fundación de la inteligencia militar soviética. Pero no fue puesto en exhibición hasta este año.
Un aviso anunciando la exposición decía: "Entre los objetos expuestos estarán artículos raros como el mapa chamuscado del búnker de Hitler y su insignia personal de miembro del partido NSDAP". Imágenes de video del circuito cerrado mostraron que el ladrón era un hombre de complexión delgada que actuó solo. Accionó los sensores mientras escalaba los 3 metros de pared alrededor del museo, pero los guardias pensaron que era un gato. También activó una alarma cuando los sensores lo detectaron entrando en la sala de exposición. Pero rápidamente rompió el vidrio de la vitrina con un martillo y tomó la insignia, junto con otros ocho objetos, antes de subir hacia la ventana por una cuerda.
"Si solo nuestros policías de guardia no se hubieran estado anudando los cordones de las botas", dijo el investigador, "habría sido sorprendido en el acto".
Lun Nov 11, 2013 2:03 pm
Lun Nov 11, 2013 8:23 pm
Lun Nov 11, 2013 9:51 pm
Mié Nov 13, 2013 8:16 am
Mié Nov 13, 2013 2:58 pm
Sab Nov 30, 2013 7:49 am
Vie Dic 06, 2013 12:56 am
Conocí a Adolf Hitler en el camino a La Vallée. Mientras hablábamos. . . nuestro adjunto judío Gutmann nos llamó, y, como Hitler no quiso hacer ningún gesto de honor hacia él, se escondió tras un troco de álamo. Sin embargo fue visto por el oficial y esperó a que se presentara y respondiera, pero Hitler rehusó reconocerlo. . . El orgulloso Gutmann se volvió cada vez más irritado, y bajo la amenaza de que pretendía ponerle en un reporte de castigo, Hitler tuvo que ceder.
Como mensajero, su aplomo y vigor en campo abierto y trincheras ha sido ejemplar, e invariablemente se ha mostrado listo para tareas voluntarias en la situación más difícil y a grandes riesgos para sí mismo. Cada vez que las comunicaciones habían sido completamente interrumpidas en un momento crítico en la batalla, ha sido gracias a los devotos e incansables esfuerzos de Hitler que importantes mensajes han llegado a destino a pesar de toda dificultad. Hitler recibió la Cruz de Hierro de segunda clase por valiente conducta durante la lucha en Wytschaete, el 1 de diciembre de 1914. Merece absolutamente ser condecorado con la Cruz de Hierro de primera clase.
Me relataba que Hitler había sido un soldado como muchos otros y que no se destacaba ni por sus errores ni por sus méritos. En una oportunidad había que enviar un aviso importante a través del campo de batalla desde el comando del regimiento hacia las tropas. La comunicación telefónica había fallado y, para mayor seguridad, Gutmann llamó a dos mensajeros, uno de ellos Hitler, y les entregó el mensaje con la esperanza de que al menos uno de ellos llegara a destino. A los dos les prometió que de tener éxito recibirían la Cruz de Hierro de primera clase. Ambos lo lograron, pero, tal como lo expresaba Gutmann, era más fácil prometer que cumplir. Durante más de dos meses insistió al comandante de la división, hasta que finalmente consiguió la Cruz de Hierro de primera clase para ambos mensajeros, debido a que se trataba de un hecho que sucedía cotidianamente en el campo de batalla. Además, Gutmann destacó que Hitler nunca tomó prisioneros a 15 franceses de la forma en que se lee en los textos escolares nacionalsocialistas.
Además, quiero agregar que mi historia aquí [en los Estados Unidos] pude haberla utilizado muy bien, y que podría haber ganado con ella un montón de dinero. Pero quería que me dejaran en paz y no escuchar nada más sobre todas estas horribles cosas. Por lo tanto cambié enseguida nuestros nombres de acuerdo a ley.
Las insignias doradas del partido más valiosas en el mundo cambiaron de manos en Hamburgo, Alemania, este abril por más de $15,000. Eran unas insignias de 25 mm y 30,5 mm pertenecientes a Adolf Hitler y numeradas "7". Su aparición resolvió un misterio concerniente a la numeración de las insignias de Hitler.
Oh¡, pero dices que habías leído que Hitler dio a Magda Geobbels su insignia personal en el bunker justo antes de la caída de Berlín. Lo hizo, y era una hecha de oro macizo, pero desapareció, probablemente para siempre, en las llamas que cubrían su cuerpo en el jardín del bunker.
Estas dos insignias recientemente surgidas pertenecían a la colección de Elfriede y Leo Raubal, los hijos de Ángela Hitler, una hija del matrimonio de Alois Hitler (el padre de Adolf) con Franziska Merlelsberger. Ella cuidó de la casa de su medio hermano Adolf hasta 1936. Su segunda hija, Ángela (Geli) fue el gran amor de Hitler, quien cometió suicidio.
Antes de tratar de aclarar las diferencias entre insignias doradas verdaderas y falsas, hay otras discrepancias que requieren nuestra atención, en referencia al número de la insignia de Hitler y, de hecho, su numeración en el partido.
Primero, en la página 236 de “Mein Kampf”, Hitler afirma: “Así que me enrolé como miembro del partido de la clase obrera alemana y recibí la membresía provisional con el número '7'”.
Las insignias doradas del partido pertenecientes a Elfriede y Leo tienen el número "7", y han sido completamente autenticadas. Entraron en el mercado con una gran multitud de artículos muy personales de la familia, incluyendo el álbum de fotos personal de Geli, en si mismo extremadamente raro y valioso.
La aparición de estas insignias resuelve algunos enigmas.
En su excelente libro de referencia For Führer and Fatherland, Political and Civil Awards of the Third Reich, el teniente coronel Angolia señala que los miembros del partido hasta el número 100.000 (con servicio ininterrumpido desde el 27 de febrero de 1925 a noviembre 9 de 1933) recibieron las insignias doradas del partido aquel 9 de noviembre, el 10º aniversario del putsch de Múnich.
Hitler recibió estas dos insignias numeradas "7" y realizadas en bronce y esmalte. En la placa de las insignias está marcada “Deschler & Sohn, Munchen 9. GES. Gesch.” Según la madre de Geli, Hitler donó estas insignias al partido varios años más tarde (probablemente él o el tesorero Schwarz lo dio a la madre de Geli como recuerdo) y a cambio Hitler recibió dos nuevas insignias doradas del partido de oro macizo. Estas fueron casi con toda seguridad numeradas "7", una de las cuales dio a Magda Goebbels durante el Gotterdammerun, y el otro a frau Hess bajo circunstancias muy diferentes, en el pico de su carrera a finales de los años 1930's. (frau Hess ha jurado que Hitler le dio su Insignia Dorada del Partido en aquel momento y que sin duda estaba numerada "1" y no "7".)
Estas insignias no habían salido durante unos 43 años y el autor Angolia con seguridad no conocía de ellas cuando escribió que Hitler nunca tuvo el número 7 del partido. [...]
Mickey Huffman, "LAS INSIGNIAS DORADAS DEL PARTIDO MAS VALIOSAS Y EL MISTERIO QUE RESUELVEN", Der Gauleiter, 1988.
Sab Dic 07, 2013 11:39 am
Lun Dic 09, 2013 1:19 am
Adler Goess escribió:Hugo Gutmann un completo desconocido para mi, gracias por tan interesante articulo.
Fallschirmjäger escribió:Y no sólo fue un desconocido para ti, Adler Goess, creo que lo era para la mayoría de nosotros...
Dom Abr 06, 2014 1:51 am
Mar May 20, 2014 2:41 pm
Jue Ene 28, 2016 2:55 pm
Mar Jun 21, 2016 8:16 pm