Si bien la historiografía militar pocas veces asocia al Ejército alemán (Heer) dentro de las acciones genocidas acaecidas durante la guerra, está claro que no solo apoyó sino fomentó y muchas veces ejecutó dichas acciones.
La siguiente cita corrobora hasta que grado algunos oficiales del ejército fomentaron una conducta inapropiada que debería ser adoptada por el soldado común.
¡SECRETO!
CUARTEL GENERAL VI EJERCITO10.10.1941
ASUNTO: CONDUCTA DE LAS TROPAS EN LOS TERRITORIOS DEL ESTE.
Referente a la conducta de las tropas hacia el sistema Bolchevique, vagas ideas están aún prevalentes en muchos casos. El objetivo primordial de la guerra contra el sistema judeo-bolchevique es la completa destrucción de sus recursos de poder y la eliminación de la influencia asiática dentro de la cultura europea. En este sentido, las tropas están encarando tareas que exceden la rutina unilateral del servir como soldado. El soldado, en los territorios del Este, no es meramente un luchador acorde a las reglas del arte de la guerra, sino que también es un portador de la implacable ideología nacional, y el vengador de las bestialidades que han sido infligidas sobre naciones alemanas y racialmente relacionadas.
Por consiguiente, el soldado debe tener total comprensión de la necesidad de una severa, pero justa, venganza contra el subhumano judaísmo. El Ejército tiene que enfocarse en otro propósito: la aniquilación de rebeliones en áreas remotas que, como la experiencia lo demuestra, siempre han sido causadas por judíos.
La lucha del enemigo detrás de la línea del frente aún no es tomada lo suficientemente en serio. Traidores, crueles partisanos, e innaturales mujeres, aún están siendo hechos prisioneros de guerra. Guerrilleros parcialmente uniformados o en ropa común, y vagabundos están todavía siendo tratados como soldados, y enviados a campos de prisioneros de guerra. De hecho, oficiales rusos capturados hablan incluso burlonamente de agentes soviéticos moviéndose abiertamente por los caminos y muy a menudo comiendo en cocinas móviles alemanas. Tal actitud de las tropas puede solamente ser explicada por la completa falta de consideración, así que es ahora tiempo de que los comandantes aclaren el significado de la presente lucha.
La alimentación de los nativos y prisioneros de guerra, que no están trabajando para las Fuerzas Armadas dentro de las cocinas militares, es igualmente un acto humanitario incomprensible, tal como dar cigarrillos y pan. Las cosas que la gente en casa escatima bajo grandes sacrificios y que están siendo traídas por el Comando hacia el frente bajo grandes dificultades, no deberían ser dadas al enemigo; ni siquiera si se consiguen por otros medios. Todo constituye una parte importante de nuestro suministro.
Al retirarse, los soviéticos a menudo incendian los edificios. Las tropas deberían estar interesadas en apagar el fuego sólo para obtener el suficiente número de alojamientos. De otra manera, la desaparición de símbolos del otrora gobierno bolchevique (incluso en forma de edificios) es parte de la lucha de destrucción. Ni consideraciones históricas o artísticas son de importancia en los territorios del este. El comando emite las directivas necesarias para la obtención de materias primas y plantas industriales, esencial para la economía de guerra.
El completo desarme de la población civil en la retaguardia de las tropas en lucha es imperativo, considerando las largas y vulnerables líneas de comunicación. Donde sea posible, las armas y munición capturadas deben ser almacenadas y protegidas. Puede que esto sea imposible debido a la situación de la batalla, en todo caso las armas y la munición deben ser inutilizadas. Si aislados partisanos son encontrados usando arma de fuego en la retaguardia de las fuerzas armadas, medidas drásticas deben ser tomadas. Estas medidas serán extendidas a esa parte de la población masculina que estuviera en posición de entorpecer o reportar nuestras acciones.
La indiferencia de numerosos elementos aparentemente antisoviéticos, que proviene de una actitud de "esperar y ver", debe dar paso a una decisión clara dirigida a la colaboración activa. Si no fuera así, nadie debe quejarse de ser juzgado y tratado como un miembro del Sistema Soviético.
El miedo hacia las contramedidas alemanas debe ser más fuerte que las amenazas de los errantes restos bolcheviques.
Estando muy distante de todas las consideraciones políticas del futuro, el soldado tiene que cumplir con dos tareas:
1. Completar la aniquilación de la falsa doctrina bolchevique del Estado Soviético y sus Fuerzas Armadas.
2. Exterminar despiadadamente la traición y crueldad extranjera, y así la proteger las vidas del personal militar en Rusia.
Ésta es la única manera de cumplir con nuestra tarea histórica de liberar al pueblo alemán de una vez y para siempre del peligro judeo-asiático.[Firmado] von Reichenau
Comandante en Jefe
Vaya conducta, verdad?
Saludos.
FUENTE:
“The Nazi Germany Sourcebook” de Roderick Stackelberg y Sally A. Winkle
Traducido del inglés por Fallschirmjäger.