EL CABO HORRIE
Cuando el soldado australiano Jim Moody, estaba destinado en un pelotón de señales del 2/1º Batallón de Ametralladoras, perteneciente a la 6ª División Australiana de Infantería en el Desierto egipcio (a las afueras de Alejandría), se encontró un perro abandonado. Moody, decidió adoptar al animal y regresó a su pelotón con el perro, un cachorro de terrier blanco al que bautizó con el nombre de Horrie. Rápidamente, el cachorro despertó la simpatía de todo el batallón, y se convirtió en la mascota oficial del 2/1º Batallón de Ametralladoras.
Horrie a lomos de un dromedario
Jim Moody y Horrie
Deleitándose con la música
Cuando el batallón fue trasladado a Grecia, Horrie se marchó con ellos, acomodado en el petate del soldado Moody. Más tarde, cuando las tropas australianas fueron evacuadas a Creta, desde la Grecia continental, en abril de 1941, Horrie embarcó con su batallón en el transporte "Costa Rica". El 27 de abril el barco fue atacado y hundido por Stukas alemanes. Horrie sobrevivió al naufragio, a pesar de que estuvo cerca de morir aplastado entre dos botes.
En mayo, las tropas aerotransportadas alemanas atacaron Creta en el inicio de la Operación Mercurio, y obligaron a las fuerzas Imperiales a retirarse. Durante los combates y la retirada hacia el sur de la isla, Horrie fue herido. El batallón finalmente, fue evacuado, desde Creta a Palestina. El valeroso terrier, fue ascendido a cabo honorario, y acompañaba al comandante del batallón en los desfiles.
Cuando a Jim Moodey y a su Batallón le informaron que debía regresar a Australia en febrero de 1942, el soldado decidió llevarse a Horrie a su país, antes que abandonarlo a su suerte. Para ello, escondió al perro en una mochilo, y consiguió embarcarlo de contrabando, en el barco que les llevaría de Palestina hasta Australia. Moody era consciente de que las leyes de cuarentena australianas, siempre han sido demasiado estrictas y que no le permitirían el ingreso al perro.
El simpático Horrie, dentro de una mochila y luciendo su uniforme militar con el galón de cabo
Así, cuando el barco de transporte de tropas llegó a Adelaida, Horrie entró de manera ilegal en Australia. Se quedó con el padre de Moody en Melbourne, mientras Jim fue destinado con su unidad a Nueva Guinea. Cuando Moody fue licenciado en febrero de 1945 se llevó a Horrie a vivir con él a Sydney.
En 1945, acabada la guerra, Jim Moody fue licenciado del Ejército australiano, volvió a Sydney y se llevó a Horrie a su propia casa. Parecía que Horrie y Moody iban a ser felices hasta el final de sus días, pero algo se torció: un club canino del que era socio participaba en una campaña para recaudar dinero para la Cruz Roja, y a él se le ocurrió que podía ofrecer a Horrie como atracción teniendo en cuenta el historial bélico del animal. Eso llamó la atención de los funcionarios del departamento de salud pública, que comenzaron a investigar y a solicitar los papeles del perro. Tres años después de la llegada de Horrie a Australia, Moody recibió una carta en la que se le obligaba a entregar al perro para que fuese sacrificado, por haber entrado en el país incumpliendo la ley de cuarentena.
Orden de decomiso de Horrie
Moody escribió al departamento de salud pública solicitando el indulto del animal, alegando que Horrie había pasado un examen veterinario en Tel Aviv antes de embarcar para Australia, y explicando su historial militar y sus servicios en el Ejército. Pero nada hizo que las autoridades se apiadaran, y Moody tuvo que entregar, con todo el dolor de su corazón, el perro a las autoridades de salud pública. No había nada que hacer y Horrie fue sacrficado en marzo de 1945.
Noticia de la muerte de Horrie
La prensa, alertada por el propio Moody, para tratar de salvar a Horrie, había realizado una campaña mediática, a favor de Horrie y de su dueño, que finalmente no sirvió de nada. La prensa australiana describió a a Horrie como "The Wog Dog" (Wog es una palabra utilizada en Australia para referirse a los inmigrantes de origen mediterráneo). Las protestas de miles ciudadanos se hiceron sentir a través de miles de cartas a los periódicos, a las radios y hasta a los políticos, pero poco a poco, se fue disipando la indignación social que indujo la muerte del terrier. La gente escribió muchas cartas de condena y de conolencia y durante años llevaron ofrendas florales a una tumba vacía que se erigió en su honor, en un cementerio de Sydney.
Y todo quedó ahí hasta 2003, cuando dos hijos de Moody, confesaron que su padre no entregó a las autoridades al verdadero Horrie, sino a un perro callejero que adquirió a bajo precio. El Horrie auténtico, fue trasladado a una propiedad de Moody, situada al norte del estado australiano de Victoria, donde vivió placidamente hasta el fin de sus días.
Por lo que, esta historia pese a la guerra, a las dificultades, y a la burocracia sin escrúpulos, tuvo un final feliz.
Saludos
Fuentes:
http://www.ww2australia.gov.au/greatrisk/
http://www.ak-3.com/2010/03/08/horrie-e ... straliano/
http://www.ourcivilisation.com/smartboa ... /index.htm
http://en.wikipedia.org/wiki/Horrie_the_Wog_Dog
http://mundosgm.com/discusion-general/el-cabo-horrie/
http://www.anthonyhillbooks.com/animalh ... round.html