El Thyssen se niega a restituir un 'Pissarro' expoliado por los nazis
25/09/2014
- La batalla legal comenzó en el 2006 cuando Claude Cassirer supo que el cuadro de su familia estaba expuesto en el Museo Thyssen-Bornemisza
- El caso fue desestimado en 2012 por un juzgado de California, pero un tribunal de apelaciones de EE UU ha reabierto la demanda de los herederos de Cassirer contra España y la Fundación Thyssen
- En 1935 la obra de Pissarro colgaba en el salón de estar de los Cassirer cuando los nazis le forzaron a venderlo, después de pasar por varias galerías, el barón lo compró en 1974 y se incorporó a la colección en 1992
La obra impresionista de Camille Pissarro La calle de Saint Honoré después del mediodía. Efecto de lluvia, valorada en 13 millones de euros, colgaba de las paredes del salón de la casa de Lilly Cassirer, en Múnich, cuando un miembro del partido nazi se lo arrebató en 1939. Otra de las miles de obras de arte expoliadas durante el periodo del Tercer Reich, que siguen apareciendo, lejos de las familias de propietarios originales, en colecciones y museos privados y estatales, 70 años después de que terminara la Segunda Guerra Mundial.
Su nieto Claude Cassirer, ya fallecido, no supo nada de él hasta el 2000 cuando un familiar lo descubrió en una de las salas de la colección permanente del Thyssen en Madrid donde cuelga desde 1992. Antes de morir comenzó una batalla legal contra la Fundación Thyssen -y el gobierno de España- que han continuado sus herederos. Después de que el el juzgado de Distrito de California en los que se presentó la demanda desestimara el caso en 2012, un tribunal de apelaciones revocó en diciembre de 2013 la decisión abriendo la enésima batalla de los Cassirer para que el cuadro sea restituido.
Voluntad política
Stuart Dunwoody, abogado de la firma Davis Wright Tremaine LLP que representa a los herederos ha explicado a La Aventura de la Historia que el Gobierno de España a través del Ministerio de Cultura es quien está bloqueando la decisión de restituir el cuadro a sus legítimos propietarios. Aunque la demanda está interpuesta contra la Fundación Thyssen, cuyos abogados defienden la titularidad de la colección desde que se iniciara el proceso, lo cierto es que es el gobierno quien ostenta en último término la propiedad de la misma, según el decreto ley de 1993, y el que decide en el seno de la Fundación.
"Al menos dos tercios del consejo de dirección de la Fundación deben ser representantes del Reino de España" explica Dunwoody, "de hecho, cuatro de los miembros, ex officio, ostentan cargos importantes en la cúpula del estado: el ministro de Cultura, el secretario de Cultura, el secretario de Hacienda, y el subsecretario de Cultura. No hay duda de que el gobierno del reino de España controla de facto la Fundación y que podrían decidir restituir el cuadro si quisieran".
Dunwoody especifica que el Estado español firmó los Principos de Washington de 1998 y la Declaración de Therezin en 2009 -en medio del proceso legal- , ambos auspiciados por la Comisión para el Arte Expoliado en Europa, en la que junto a otros 40 gobiernos suscribían el compromiso de perseguir las obras expoliadas durante el Tercer Reich así como proceder a su identificación y restitución en caso de confirmarse la propiedad. Una política que refrendó el pasado mes marzo Francia, otro de los países firmantes de las dos declaraciones, cuando devolvió tres obras en posesión del Louvre a los herederos de las familias expoliadas.
¿Por qué España se resiste en cambio a entregar el cuadro? Fuentes del Ministerio de Cultura, Educación y Deporte consultadas por La Aventura de la Historia explican que no se trata de que la obra no fuera expoliada en un "origen remoto" ya que "fue efectivamente la extorsión que sufrió Lilly Cassirer al verse obligada a entregar la pintura a los nazis a cambio de que se le diera un visado para salir de Alemania y como tal lo reconoció el gobierno Alemán cuando pagó una indemnización después de la guerra a la Sra. Cassirer" y añaden que no es que "España no sea consciente del drama sufrido durante la II GM, sino de si la propiedad corresponde a los herederos de Cassirer o no. Y los tribunales han dicho que no".
Los responsables de Cultura aluden a que el barón Thyssen compró legalmente el cuadro hace más de 30 años y que Lilly Cassirer aceptó en 1958 una compensación del gobierno federal alemán, de 120.000 marcos por la que según los abogados de la Fundación Thyssen renunciaron a su propiedad.
No obstante, el tribunal de EE UU que desestimó la causa hace dos años no esgrimió este argumento, sino que los Cassirer habían agotado el plazo para presentar la demanda según la ley estadounidense para reclamar obras de arte expoliadas que les amparaba. Una decisión que ha sido revocada por un tribunal de apelaciones y que devuelve de nuevo el caso a los juzgados. (...)
Fuente y resto de la noticia: http://www.elmundo.es/la-aventura-de-la ... b4578.html