Tres placas recuerdan en el crematorio de Mauthausen a los republicanos turolenses
13/05/2014
La Asociación Pozos de Caudé participó activamente en los actos de la liberación del campo
Tres placas de cerámica de Teruel recuerdan desde el pasado fin de semana en el campo de concentración nazi de Mauthausen (Austria) a los republicanos turolenses que fueron deportados allí, de los cuales más de la mitad murieron. La Asociación Pozos de Caudé las colocó en el memorial del recinto del crematorio y dio a conocer su actividad a otros colectivos dedicados a la memoria histórica en el castillo de Hartheim, donde los nazis asesinaron a cerca de 40.000 personas en la cámara de gas, entre ellas a 409 republicanos.
La Asociación Pozos de Caudé participó en los actos conmemorativos de la liberación del campo de concentración y de exterminio de las SS, en los que este año España tuvo un especial protagonismo al cumplirse el 75 aniversario del exilio de los republicanos españoles.
La delegación turolense, formada por siete personas, acudió junto a la Asociación Amical de Mauthausen, creada en España en 1962 y que agrupa a los antiguos deportados, a sus familias y amigos. Casi un centenar de personas se desplazaron a Austria para asistir a estos actos, en los que participaba por primera vez la Asociación Pozos de Caudé.
Entre los más de 9.000 republicanos españoles deportados a Mauthausen había 213 turolenses, de los cuales murieron 144 asesinados por los nazis. En total, 7.000 españoles fallecieron en este campo de concentración entre 1940 y 1945.
Las víctimas no son anónimas sino que tienen rostro y apellido, como es el caso de Bienvenido Soriano Górriz, tío del actual secretario de organización de la Unión Comarcal de CCOO en Teruel, Miguel Ángel Soriano. Los SS lo mataron el 19 de marzo de 1943 en Gusen, un campo adjunto a Mauthausen. Soriano no pudo viajar con la delegación turolense, pero envío una placa para que fuese colocada en el campo de concentración.
Esta placa, junto con otras dos genéricas de la Asociación Pozos de Caudé en recuerdo de los republicanos turolenses, fueron colocadas en la mañana del sábado en el memorial que hay en el crematorio de Mauthausen, junto a la cámara de gas.
Ambas, elaboradas en cerámica de Teruel y con la bandera republicana, están dedicadas a la "memoria de los compañeros de Teruel" y se recuerda que su "lucha, dolor y sufrimiento nunca fue en vano".
Una de ellas lleva el lema siguiente: "De todos los horizontes brotaron hombres nuevos, que vinieron a juntarse en la encrucijada de los vientos, cada hombre trajo el recuerdo de su cielo". En la otra se puede leer: "Republicanos y valientes, aquí dejaron sus vidas, la lucha de los españoles por la libertad querida".
Los representantes de Teruel acudieron a estos actos al abrigo de la Asociación Amical de Mauthausen y otros campos para participar en una serie de ceremonias y actos que incluyeron un homenaje en el monumento español el pasado domingo, así como la participación en el desfile internacional.
Esta ceremonia reunió a delegaciones de 21 países. La española está formada por familiares de las víctimas de los nazis. Mientras en otras naciones los deportados reciben honores y son considerados como héroes nacionales, en España sigue sin reconocerse desde las instituciones la lucha por la democracia y la libertad que encabezaron los republicanos españoles.
No obstante, en los actos del domingo asistieron el director general de Relacions Institucionals de la Generalitat de Catalunya, Miquel Puig, y el embajador de España en Viena, Alberto Carnero, entre otros representantes políticos, algo que Amical de Mauthausen consideró importante "como un primer paso hacia ese reconocimiento público e institucional".
Memoriales
El presidente de la Asociación Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, valoró de forma positiva la presencia turolense en estos actos y reconoció que se habían cumplido las expectativas creadas al poder explicar a otros colectivos en qué consiste esta organización que trabaja por la memoria histórica. Además, se mostró orgulloso de poder rendir homenaje a los republicanos turolenses con las placas que se colocaron en uno de los memoriales que acoge el campo de concentración.
Sánchez reconoció que la participación en estos actos y conocer in situ las instalaciones de Mauthausen le había "impresionado bastante por todo el sufrimiento que allí pudieron pasar los republicanos". Mostró asimismo su satisfacción por haber visto en las delegaciones internacionales a muchos jóvenes, lo que a su juicio demuestra "que hay interés por saber y conocer lo que ocurrió, y que van a continuar ellos en esta tarea de divulgar y de que se conozcan las cosas".
Para el presidente de la Asociación Pozos de Caudé, "es vital trasladar a la gente más joven esa inquietud y ese idealismo de quienes se sacrificaron por la libertad y la justicia". Sánchez se mostró satisfecho por el interés que ha habido este año en Teruel por conocer más sobre los republicanos deportados tras las jornadas de memoria realizadas en el mes de abril.
Dentro de la delegación turolense viajaron dos personas con un familiar muerto en Mauthausen, Guzmán Bel y su hija María Amparo. Un tío de él, Guzmán Bel Ortiz, murió allí en 1942. Aseguró a este respecto que había sido una "experiencia extraordinaria". Además, se mostró satisfecho de haber podido "hacer honor a esas personas que se exiliaron hace 75 años de España, les pilló la Segunda Guerra Mundial, y de haber encontrado el nombre de mi tío Guzmán Bel Ortiz, que nunca habíamos sabido en qué fecha había muerto y nos hemos enterado que lo hizo el 3 de enero de 1942, es decir, que murió a los 26 años".
No olvidar
Bel añadió que estos republicanos españoles fueron los grandes olvidados, y lamentó que cuando fue liberado el campo, todos los países acudieran a recoger a sus compatriotas mientras "los españoles no tenían ningún país que los recogiera, y gracias a la colaboración de Francia pudieron encontrar un país de acogida".
María Amparo Bel manifestó que la experiencia de conocer Mauthausen y el lugar donde fue asesinado su tío abuelo le había permitido "entender un poco más lo que allí pasó y empatizar con quienes lo padecieron". Añadió que la juventud quiere que estas cosas "no vuelvan a repetirse" y que para eso hay que darlas a conocer poniendo rostro a las víctimas y reconociendo su papel de luchadores por la libertad en su lucha contra el fascismo.
"Me siento orgullosa de poder haber hecho esto y sobre todo porque era un sueño que quería hacer mi abuelo, y aunque no pudo hacerlo él, lo hemos hecho nosotros", apuntó.
Héroes admirables
"Los republicanos españoles fueron héroes admirables". Lo reconoció así el pasado domingo, frente al monumento que hay levantado en su recuerdo en el campo de concentración de Mauthausen, alguien que los conoció muy bien, un soldado del Ejército de los EEUU llamado Álvaro Rodríguez.
De origen mexicano, Rodríguez tenía 16 años cuando se alistó para combatir contra los nazis y entró con las tropas que liberaron Mauthausen. Hoy cuenta con 85 años y es una de las personas que acude habitualmente a este campo de concentración para conmemorar su liberación
Reside en Los Ángeles y su edad avanzada no le impidió estar el pasado domingo en el homenaje que se hizo en el monumento a los republicanos españoles. Sentado y atento a los parlamentos, y a pesar de la lluvia, fotografió las banderas republicanas que envolvieron este acto y se mostró satisfecho de ver gente joven tanto en la delegación española como en la francesa, que también participó en este acto.
El homenaje en el monumentos republicano fue uno de los múltiples reconocimientos y actos que tuvieron lugar durante los tres días que la delegación española estuvo en Austria, y en los que participó la Asociación Pozos de Caudé.
La organización turolense que trabaja por la memoria histórica intervino el viernes durante la visita al castillo de Hartheim, un lugar donde los nazis practicaron la eugenesia, lo que les llevó a asesinar a aquellas personas que consideraban que no tenían que vivir porque estaban enfermas o padecían algún tipo de minusvalía que las convertía en improductivas.
En ese castillo, donde los nazis mataron entre 30.000 y 40.000 personas en la cámara de gas simulada como si de unas duchas se tratara, la Asociación Pozos de Caudé explicó en qué consistía el trabajo por la memoria histórica que se hace desde Teruel, y su presidente leyó un manifiesto.
Seres humanos
Francisco Sánchez recordó que entre la fosa de Caudé y Mauthausen había 1.500 kilómetros, cuando es poca la distancia que separan "las ideologías y los motivos que llevaron, hace tan poco, a unos seres humanos, o mejor inhumanos, a cometer crímenes que degradan a nuestra especie a la más mísera condición".
Durante su intervención, Sánchez aseguró que viajar a Mauthausen suponía conocer "con espanto" la "degradación a la que puede llegar el ser humano, y que conmemoraciones como la liberación del campo de concentración deberían ayudar a "cargar las pilas" y a reflexionar sobre la injusticia y el reconocimiento a la diferencia.
María Luisa Hernández López, de Cella y que acudió con la delegación turolense, manifestó que la experiencia que más le había impresionado de su visita a Mauthausen fue encontrar en el memorial de las víctimas el nombre de un vecino de su localidad. Añadió que el viaje había sido de "reflexión, que ayuda a cuestionarse muchísimas cosas". Aclaró que había viajado pensando que iba a llorar, pero que en cambio lo visto le había hecho reflexionar sobre la importancia de trabajar para que el mundo cambie.
Otra turolense, Pepita Expósito Carrascosa, de Mora de Rubielos, manifestó que España "tiene una asignatura pendiente con los republicanos exiliados", y valoró la presencia de jóvenes en los actos porque son quienes tienen que coger el testigo.
Fuente: http://www.diariodeteruel.es/noticia/47 ... turolenses