Las cenizas de la agente australiana Nancy Wake fueron dispersas en Francia
Las cenizas de la más condecorada mujer australiana que sirvió durante la Segunda Guerra Mundial, la ex saboteadora y espía Nancy Wake, fueron dispersadas en una ceremonia en Francia.
El servicio tuvo lugar en un bosque cerca de la aldea de Verneix, cuyo alcalde asistió a la ceremonia al igual que lo hizo el agregado militar australiano Brigadier Bill Sowry.
La señora Wake murió en el 2011 a la edad de 98 años.
Había sido su deseo que sus cenizas se dispersaran en la zona, donde desempeñó un papel clave en el movimiento de resistencia contra la ocupación alemana.
"Estamos aquí hoy para rendirle nuestros respetos, para darle el reconocimiento que se merece," dijo el Brigadier Sowry.
"Es encomiable que el pueblo de Verneix haya hecho tanto para reconocerle y hacer que esta pequeña parte de Francia lo sea también de Australia".
El servicio estuvo lejos de ser sombrío, informó Chris Bockman de la BBC.
La señora Wake acostumbraba a tomar temprano en la mañana un "Gin and Tonic", aparentemente pidió que tan pronto sus cenizas fueran dispersadas se ofreciera una recepción en la alcaldía local, dijo el reportero.
"Ratón blanco"
La señora Wake se encuentra entre los agentes secretos aliados más altamente condecorados de la Segunda Guerra Mundial.
Nacida en Nueva Zelanda pero criada en Australia, a ella se le atribuye haber ayudado a cientos de soldados aliados a escapar de la Francia ocupada.
La Gestapo alemana la conocía como "ratón blanco" porque era muy elusiva y difícil de localizar.
Tras estudiar periodismo en Londres, la señora Wake se convirtió en corresponsal para el Chicago Tribune en París e informó sobre el ascenso de Adolf Hitler en Alemania.
Después de visitar Viena en 1933, ella se comprometió a luchar contra la persecución de los judíos.
Después de la caída de Francia en 1940, la señora Wake se convirtió en mensajera de la resistencia francesa y más tarde en saboteadora y espía – configuró rutas de escape y saboteó instalaciones alemanas, salvando cientos de vidas aliadas.
Trabajó para las Operaciones Especiales Británicas y fue lanzada en paracaídas en Francia en abril de 1944, antes del Día-D, para entregar armas a los combatientes de la resistencia francesa.
En un momento dado, estuvo a la cabeza de la lista de los espías más buscados por la Gestapo.
"La libertad es lo único por lo que vale la pena vivir. Mientras yo estaba haciendo ese trabajo, solía pensar que no importaba si muriera, porque sin libertad la vida no tiene sentido", dijo una vez, hablando sobre sus hazañas durante la guerra.
Fue sólo después de la liberación de Francia, que se enteró que su marido, el hombre de negocios francés Henri Fiocca, había sido torturado y asesinado por la Gestapo por negarse a delatarla.
Regresó a Australia en 1949, donde ella falló varias veces en su intento de obtener un escaño en el Parlamento.
En 1957 volvió a Inglaterra, donde se casó con el piloto de combate de la RAF John Forward.
Su historia inspiró la novela "Charlotte Gray" de Sebastian Faulks en 1999. Una película basada en el libro, con la actriz australiana Cate Blanchett como protagonista, fue estrenada en 2001.
Fuente: http://www.exordio.com/blog/biografias/ ... z2NLU2mu2J