Rinden homenaje al escuadrón 201
Sesenta y tres años de historia han doblado a algunos de los pilotos y mecánicos sobrevivientes del Escuadrón 201, pero no han averiado sus memorias.
Los aguiluchos del 201 partieron a Luzon, en las Filipinas, con una dotación de 299 integrantes, 30 pilotos de combate y el resto personal de tierra, entre mecánicos, médicos, enfermeros, personal de transmisiones y de materiales de guerra.
De los 30 pilotos de pelea, hoy sólo quedan dos. Uno de ellos es el Teniente Jaime Cenizo Rojas, quien participó en 14 de las 50 misiones cumplidas por el Escuadrón 201 en el lejano Pacífico.
Fue el militar que más acción vio en “raids” cerca de la isla de Luzon, base de la Fuerza Expedicionaria.
Los recuerdos vienen a su mente como flashazos precisos y admite que en algún momento de las misiones pensó que nunca regresaría a México con vida.
Su familia también pensó lo mismo, pero igual lo apoyó y esperó su regreso.
“Tuve muy buena suerte y en aquella época no me tocó ver caer a ninguno de mis compañeros”, dice cuando la ceremonia del 63 aniversario luctuoso de cinco de los integrantes del 201 ha terminado en el Bosque de Chapultepec y entre militares de hoy y un puñado de compañeros sobrevivientes se siente satisfecho de que por fin un presidente se haya acordado de ellos.
Junto a él, el Coronel Justino Reyes Retana, el segundo piloto sobreviviente del 201, se siente feliz de que al fin un mandatario los haya reconocido, y apoyado en un bastón mira a sus compañeros de pelea que por unos minutos son el centro de atención de todos.
Su recuerdo es diferente al del Teniente Cenizo. Para este piloto del cazabombardero P—47 Thunderbolt, la juventud fue una aventura en la que “nadie le tiene miedo a nada y todo nos parece hermoso”.
Siempre estuvo seguro que regresaría de la misión en Filipinas.
En las inmediaciones del monumento al Escuadrón 201 aún flota el humo la pólvora usada en los 21 cañonazos de salva en honor a los caídos y a los veteranos sobrevivientes.
Los cadetes del Colegio Militar y del Colegio del Aire se retiran a paso marcial mientras una sección del Cuerpo de Paracaidistas marcha entonando exhortos.
Los ex combatientes se retiran poco a poco en medio de abrazos y deseos de volver a coincidir el año próximo aquí, si el alto mando no dispone otra cosa.
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/notas/503505.html
Para exaltar el valor demostrado por los mexicanos que participaron en la Segunda Guerra Mundial, se realizó la Ceremonia Conmemorativa del “LXV Aniversario del Retorno a la Patria de la Fuerza Aerea Expedicionaria Mexicana, Escuadrón 201”.
En el acto el general de Ala Diplomado de Estado Mayor, Carlos Ignacio Velasco Wall afirmó que los integrantes de la Fuerza Aerea Mexicana recuerdan con orgullo el ejemplo dado por el Escuadrón 201 que luchó poniendo de manifiesto los más altos niveles de honor, valor y lealtad.
Recordó que durante la participación mexicana en la Segunda Guerra Mundial perdieron la vida el subteniente Fausto Vega Santander, los tenientes José Espinoza Fuentes, Héctor Espinosa Galván, el capitán Pablo Ruiz Rivas Martínez y al subteniente Mario López Portillo.
Ante la presencia del general de División y comandante de la Fuerza Aerea mexicana, Leonardo González García, señaló que en la Segunda Guerra Mundial participaron dos jefes, 52 oficiales 244 elementos de tropa, quienes pusieron en alto el nombre de México, demostrando gallardía que les valió el reconocimiento internacional.
Velasco Wall señaló que este año perdieron la vida cinco integrantes del Escuadrón 201, quienes respondían a los nombres de León Mondragón Hoyos, Raúl Valero Puente y Alfonso Cuellar Ponce de León.
“Todos los integrantes de la Unidad Mexicana en la segunda Guerra Mundial son baluartes y ejemplos que distinguen a todo militar, afirmó el general de ala Velasco Wall.
Recordó que en ese evento el Escuadrón Aereo 201 realizó 96 misiones de combate, en total se volaron dos mil 842 horas en el Pacífico; de las cuales mil 970 fueron emisiones de combate; 591 horas en zona de combate y 281 voladas de entrenamiento previo.
Alfonso Rodríguez Pasos uno de los sobrevivientes de esa unidad afirmó que a 65 años de distancia siente gran felicidad por haber participado en ese hecho histórico.
“Defender a México es un orgullo y estamos convencidos de que se combatió con la convicción de contribuir a la paz mundial en aras de la libertad y la justicia”.
Al término del evento se monto una guardia de honor en el Monumento de la Fuerza Aerea expedicionaria mexicana, ubicado en la Primera sección del Bosque de Chapultepec, donde se rindieron honores a la bandera y se entonó el Himno Nacional.
Fuente: http://www.razon.com.mx/spip.php?article55038
Saludos