SinopsisLa sinopsis del libro es la que aparece en el post anterior
Sobre el autorNacido en Trinidad (Puerto de España) en 1943, Steven Pressfield se graduó por la universidad de Duke en 1965. Comenzó su carrera literaria como guionista de cine y trabajó en más de 34 películas de Hollywood, algunas de las cuales se convirtieron en notables éxitos de taquilla (La leyenda de Bagger Vance o Por encima de la ley). Cuando ya estaba plenamente establecido en esa profesión, decidió probar suerte con las novelas históricas de tinte bélico. Quizá su pasado en los marines inspiró algunos de sus personajes más logrados, como los espartanos de Las puertas de fuego o los macedonios de La campaña afgana. Sus novelas han sido traducidas a varios idiomas y en 2003 fue nombrado ciudadano de honor por la ciudad de Esparta.
Comentario personalEncontré este libro en una gran superficie, a un precio escandalosamente bueno, y como no hay que perder las oportunidades que uno encuentra, lo compré. Ya había leído algún somero comentario en el Foro, y me dije que, por muy malo que pudiera ser, al menos me proporcionaría un rato de entretenimiento.
Confieso que al principio de su lectura, me recordó bastante a
“Feliz Navidad, Mr. Lawrence”, ya que el protagonista, el teniente Chapman, comienza relatando su infancia y adolescencia, primero en un internado, y posteriormente en la Universidad. Este principio, que puede parecer incongruente en una novela sobre la guerra en el norte de Africa, tiene su sentido, que descubriremos después, a lo largo del desarrollo de la historia. Esta parte nos permite conocer un poco la personalidad de Chapman, el protagonista.
Cuando por fin comienza la “parte bélica”, asistimos a una descripción ácida y desencantada del estado del ejército inglés ante la acometida de las tropas germanoitalianas en el “rondó” africano. Pressfield describe al Afrika Korps y a Rommel como una perfecta y engrasada máquina de guerra que arrolla de forma inmisericorde a los británicos, obligándoles a retroceder hasta El Alamein. Chapman no culpa a los soldados, sino a sus mandos, incapaces de acompasarse a una moderna guerra de movimientos, y a las carencias del material aliado frente a los panzer alemanes.
La descripción de los enfrentamientos en esa parte del libro sólo tiene un calificativo: caótica. No tanto por la forma de contarlo, con frecuentes flash-back y saltos tanto de espacio como de tiempo, como por la forma de desarrollarse los mismos. Confieso que en algunos momentos me ha confundido la descripción de los combates, que parece más un ballet ideado por un demente, con avances y retrocesos aparentemente sin sentidos, disparos, humo y explosiones, y miedo, mucho miedo a las tropas del Afrika Korps.
Transcurrido aproximadamente un tercio del libro, en un momento temporal que nos sitúa entre las dos batallas de El Alamein, nos metemos de lleno con el tema central del mismo: el Long Range Dessert Group. Por una serie de circunstancias que no contaré, Chapman se ve incluido entre sus componentes. Así, asistimos a su entrenamiento como miembro circunstancial de esa unidad de élite, y a su inclusión en la misión que da nombre al libro: una operación de comando para destruir el espíritu que anima el esfuerzo de lucha de las unidades italogermanas, el Mariscal Rommel.
En el transcurso de esa misión, que se convierte en un viaje iniciático para Chapman, durante el cual se descubre a sí mismo como líder y oficial, podemos ser testigos de las dificultades inherentes a la lucha en el desierto, acrecentada por el hecho de la peculiaridad del LRDG como unidad de operaciones especiales.
Tal como se comenta en el prólogo del libro, si bien la misión en particular y la unidad comandada por Chapman son pura ficción, todo lo demás sí forma parte de la historia: las unidades y sus comandantes, sus actividades, sus particulares odiseas en el cumplimiento de las misiones... Así, conoceremos a algunos de los más famosos jefes del LRDG, como Jake Eaonsmith, Paddy Wayne, Nick Wiler o Vladimir Popski, héroes de leyenda que sin embargo descienden al nivel de simples mortales, eso sí, muy particulares, en el transcurso del libro.
La misión en cuestión nos hará recorrer todo el escenario norteafricano desde el “patio trasero” de El Alamein y las traicioneras arenas del desierto profundo, hasta las colinas pedregosas y los desfiladeros del sur de Túnez en las cercanías de la línea Mareth. A lo largo de ese recorrido seremos testigos de infiltraciones imposibles entre las tropas enemigas, emboscadas, persecuciones a vida o muerte, bombardeos, averías, algún que otro momento de humor e incluso un encuentro cara a cara con el mismísimo Zorro del Desierto.
Esta parte del libro me ha gustado más. Y eso que en algunos momentos se hace demasiado reiterativa, sobre todo cuando el desierto por un lado, y los vehículos por otro, se convierten en dos personajes más. Hay ocasiones en las cuales están más pendiente de si va a reventar una rueda o se va a romper un manguito que en si los alemanes van a capturar a la patrulla o ésta conseguirá escapar. Algo similar ocurre con la presencia infinita, misteriosa y cruel del desierto, capaz de acabar con ellos con la misma facilidad que un disparo o una mina. No digo que me haya disgustado. Particularmente, me parece interesante en un escritor la capacidad de convertir en animado lo inanimado. Mi única pega al respecto es la reiteración.
No desvelo más, porque sería quitarle emoción a la lectura del libro. Por lo demás, y para los aficionados a la SGM, un libro amable, de fácil lectura, y con la habilidad de sumergirnos en las misiones y el espíritu de los hombres del LRDG. Quizás el libro no pase a formar parte de los 100 mejores libros sobre la SGM, pero al menos te hace pasar un rato entretenido compartiendo las aventuras y desventuras de unos hombres legendarios en una campaña también legendaria.
Reseñashttp://www.hislibris.com/matad-rommel-s ... ressfield/http://termopilas2009.blogspot.com/2010 ... ommel.html Fuenteshttp://www.casadellibro.com/libro-matad ... 0001271935 http://www.fantasytienda.com/producto/1595/matad_rommel