La guerra es una tremenda calamidad; más allá de las muertes, heridas y destrucciones causadas por las armas en el combate, expande sus secuelas hacia la sociedad provocando trágicos rebotes que perduran en el tiempo mucho más allá del término de las hostilidades.
Una de las secuelas más tremendas y perdurables es el odio. El desinterés de los victimarios y el resentimiento de las víctimas generan sentimietos negativos que se traspasan por generaciones causando otros daños sociales muy difícles de reparar.
La tragedia de la Guerra Civil se conecta directamete con la de la SGM en este episodio de los españoles que buscaron refugio en Francia tras la caída de la República; sobreviene la SGM y Francia es invadida y traspasa a los que en ella se habían refugiado a los alemanes, éstos, tras dudas, los llevan a Austria, al recién inaugurado campo de concentración de Mauthausen. El viaje es infernal; el campo, el horror y la muerte.
Esta historia es desconocida para el público en general, al menos aquí en América, queda confundida entre las muchas que protagonizó la población civil afectada por la guerra. Descubrirla es asombroso, escuchar los testimonios de los que vivieron ese espanto es apabullante, más aún al escucharlos en nuestro idioma - nos parecen tan próximos a nosotros - sus expresiones doloridas, sus emocionados y tristes recuerdos nos proyectan hacia una visión de la tragedia de la guerra a la que no estamos acostumbrados.
Estas personas nos son casi familiares, tan parecidos a don Paco, el dueño de la panadería, a doña Dolores, la del almacén, rostros que conocimos ya de niños, cuando nos mandaban a comprar y oíamos sus voces llenas de zetas y su exótico acento que nos eran tan atrayentes y que han compartido con nosotros en Chile, donde sí, y para nuestro inmenso orgullo sí pudieron vivir en paz, progresar y ec har raíces, acogidos por esta para ellos su segunda patria; lo que la suya y Francia les negaron con maldad, lo encontraron aquí, en este tan lejos. Otros estuvieron muy cerca de ir a Alemania y perecer, Neruda les dió otro rumbo y navegaron hacia donde sus intelectos brillaron en el espacio cultural que tuvieron a su amplio alcance.
No sospechábamos los en ese entonces niños que años más tarde una miniatura de esa tragedia se nos vendría encima y que muchos chilenos, repartidos en el mundo también tendrían que hablar el triste dialecto del exilio.
No he dejado de emocionarme al escuchar los dolidos testimonios recogidos en esta producción en voces, las mismas que desde tan temprano aprendí a querer y rostros tan iguales a los que llenos de cariño me sonreían, evocando a los otros niños, los que habían quedado allá, en otro lejos, interrumpidas sus infancias por la infame maldad de los que decidieron sus destinos.
No puede dejar de asombrar la frialdad de las decisiones de los estados, el abandono de España, la perfidia de Serrano Suñer, la criminal indiferencia e irresponsabilidad de los franceses, la saña criminal de los nazis alemanes, la indiferencia del mundo.
Sigue entonces a contiuación un valioso documento realizado por instituciones de alto prestigio en una rigurosa investigación de lo que fué y cómo fué la espantosa calamidad que sufrieron esos españoles.
Una de las secuelas más tremendas y perdurables es el odio. El desinterés de los victimarios y el resentimiento de las víctimas generan sentimietos negativos que se traspasan por generaciones causando otros daños sociales muy difícles de reparar.
La tragedia de la Guerra Civil se conecta directamete con la de la SGM en este episodio de los españoles que buscaron refugio en Francia tras la caída de la República; sobreviene la SGM y Francia es invadida y traspasa a los que en ella se habían refugiado a los alemanes, éstos, tras dudas, los llevan a Austria, al recién inaugurado campo de concentración de Mauthausen. El viaje es infernal; el campo, el horror y la muerte.
Esta historia es desconocida para el público en general, al menos aquí en América, queda confundida entre las muchas que protagonizó la población civil afectada por la guerra. Descubrirla es asombroso, escuchar los testimonios de los que vivieron ese espanto es apabullante, más aún al escucharlos en nuestro idioma - nos parecen tan próximos a nosotros - sus expresiones doloridas, sus emocionados y tristes recuerdos nos proyectan hacia una visión de la tragedia de la guerra a la que no estamos acostumbrados.
Estas personas nos son casi familiares, tan parecidos a don Paco, el dueño de la panadería, a doña Dolores, la del almacén, rostros que conocimos ya de niños, cuando nos mandaban a comprar y oíamos sus voces llenas de zetas y su exótico acento que nos eran tan atrayentes y que han compartido con nosotros en Chile, donde sí, y para nuestro inmenso orgullo sí pudieron vivir en paz, progresar y ec har raíces, acogidos por esta para ellos su segunda patria; lo que la suya y Francia les negaron con maldad, lo encontraron aquí, en este tan lejos. Otros estuvieron muy cerca de ir a Alemania y perecer, Neruda les dió otro rumbo y navegaron hacia donde sus intelectos brillaron en el espacio cultural que tuvieron a su amplio alcance.
No sospechábamos los en ese entonces niños que años más tarde una miniatura de esa tragedia se nos vendría encima y que muchos chilenos, repartidos en el mundo también tendrían que hablar el triste dialecto del exilio.
No he dejado de emocionarme al escuchar los dolidos testimonios recogidos en esta producción en voces, las mismas que desde tan temprano aprendí a querer y rostros tan iguales a los que llenos de cariño me sonreían, evocando a los otros niños, los que habían quedado allá, en otro lejos, interrumpidas sus infancias por la infame maldad de los que decidieron sus destinos.
No puede dejar de asombrar la frialdad de las decisiones de los estados, el abandono de España, la perfidia de Serrano Suñer, la criminal indiferencia e irresponsabilidad de los franceses, la saña criminal de los nazis alemanes, la indiferencia del mundo.
Sigue entonces a contiuación un valioso documento realizado por instituciones de alto prestigio en una rigurosa investigación de lo que fué y cómo fué la espantosa calamidad que sufrieron esos españoles.
Y eso sería todo.
Salu- 2