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Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 12:22 am

En alas de ángeles

13 de Abril de 1941

Ernst Heinkel sabía el riesgo que corría, pero había decidido que sería la única forma de superar el bloqueo que Udet y Milch ponían a sus proyectos.

El prototipo del He 280 había hecho su primer vuelo propulsado el 30 de Marzo, y el 5 de Abril hizo una demostración ante Udet, que no se mostró interesado. Udet estaba loco: el primer prototipo de un avión de un nuevo concepto, conseguía superar los 700 km/h en sus primeros vuelos, y al señor Udet le parecía poco.

Heinkel había decidido jugárselo todo a una carta. Había llamado al jefe de la Luftwaffe, Ritter von Greim, para proponerle que probase el avión, sabiendo su afición por pilotar todo tipo de aviones. El riesgo era enorme: era habitual que los primeros prototipos de cualquier avión sufriesen accidentes, y si Greim se mataba en su avión, Heinkel se jugaba su fábrica, su fortuna e incluso su vida.

Había sido preciso retirar las cubiertas aerodinámicas de los motores porque el combustible rezumaba de las juntas y existía el riesgo de incendio, por lo que el avión parecía a medio acabar. El piloto de pruebas de Heinkel Fritz Schäfer había instruido a von Greim de las características del nuevo avión. Con cierta reluctancia Greim se instaló en la cabina. El avión encendió sus motores y emitió un terrible rugido, pero apenas se movió.

Tras llegar a la cabecera de la pista Greim aumentó la potencia de los motores, poco a poco, como le había dicho Schäfer. Lentamente el avión empezó a moverse y a acelerar, pero Greim tenía la sensación de conducir un camión y no de pilotar un caza. Tras un largo recorrido por la pista Greim decidió que ya había alcanzado suficiente velocidad y levantó el morro. El avión, obedientemente, despegó, y Greim plegó el tren de aterrizaje para tener menos resistencia. Y entonces el patito feo se convirtió en un cisne.

El caza se elevó con agilidad. No se tenía que compensar el par de la hélice, y la visibilidad era excelente. El avión aceleraba cada vez más, y Greim tuvo que recordar no sobrepasar los 600 km/h. Incluso a esa velocidad respondía dócilmente a los mandos, y cuando intentó un giro brusco, respondió como un purasangre que, en lugar de perder velocidad como hubiese hecho cualquier caza a hélice, aceleraba aun más. Greim disfrutó como si pilotase una pequeña Bucker. Finalmente descendió y aterrizó, descubriendo que hacerlo con un tren triciclo era más sencillo que con uno convencional.

Tras descender del avión un exultante von Greim se acercó a Heinkel y lo abrazó

— Ernst, nunca había probado nada igual. Pídeme lo que quieras, la Luftwaffe necesita tu avión. Es como volar en alas de un ángel.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 12:23 am

Gato y ratón

15 de Abril de 1941

— Sé bienvenido, Gunther. — El Grossadmiral Marschall recibía al almirante Lutjens, recién llegado de Galicia —. Enhorabuena por tu crucero. He visto los informes y parece que los daños del Scharnhorst no son demasiado graves.

Lutjens respondió a su superior —. A tus órdenes, Wilhelm. Hemos tenido suerte, resultó que el torpedo inglés detonó prematuramente. Aun así la protección submarina no funcionó bien y se formaron grietas en la sala de turbinas de babor. Aun trabajando noche y día las bombas apenas pueden contener las filtraciones. Lo malo es que en El Ferrol no hay ningún dique capaz de albergar al barco. He dado orden de que lo parcheen como se pueda, y te iba a pedir permiso para llevar al barco a St. Nazaire para repararlo ahí.

— En Francia ¿no? Hablaré con Darlan, aunque aun tengamos guarnición en esos puertos es mejor respetar las formas. Gunther, me gustaría que me contases que tal ha ido el crucero. Ya he leído el informe, pero escuchar tus impresiones. Todo eso que no se suele poner por escrito.

Lutjens estaba cansado tras el viaje y no estaba de humor para paños calientes.

— Wilhelm, te voy a decir la verdad: por poco no ha sido un desastre. Primero casi no salimos al Atlántico, esos condenados ingleses vigilan todos los pasos. Tras hundir a un crucero pudimos adentrarnos, pero entonces empezó el calvario de las maquinarias. Luego lo del convoy, que no fue un fiasco pero casi, porque apenas hundimos una docena de barcos, una miseria para una escuadra como la que mandaba, pero es que no imaginas los problemas que tuvimos con la artillería. Para remate cuando tuve que volverme hacia España porque las máquinas de mis barcos no aguantaban, los ingleses casi me atrapan con su portaaviones. Wilhelm, necesitamos portaaviones.

— ¿Estás seguro de lo de los portaaviones? Son barcos muy vulnerables, ya les hemos hundido cuatro.

— Sí, pero ellos también han hundido tres acorazados, y casi me mandan al fondo a mi. Escucha lo que te digo, yo estuve ahí. Un portaaviones es como tener un acorazado con cañones de 200 millas de alcance. Pueden situarse lejos de ti y dispararte a placer y, por malos que sean, antes o después te dan. Wilhelm, hazme caso, si nuestros barcos se siguen enfrentando a portaaviones ingleses antes o después sufriremos un desastre.

Marschall lo meditó. Las obras del Graf Zeppelin se habían reanudado pero se estaban encontrando con todo tipo de problemas. Por suerte el estudio de los restos del portaaviones inglés Eagle, volado en Alejandría, estaban resultando e mucha ayuda. Pero aun siendo optimistas al Graf Zeppelin le quedaba por lo menos un año antes de poder ser operativo.

— Gunther, por lo menos te podías defender con tu antiaérea ¿no? — preguntó Marschall.

— Wilhelm, nuestra antiaérea no vale un pimiento. Los montajes de 105 mm no tienen velocidad suficiente para seguir a los aviones, y los cañones de 37 mm se cargan tiro a tiro. Solo los de 20 mm sirven para algo. Precisamente te iba a recomendar que se sustituyese toda la batería antiaérea de nuestros barcos, o por lo menos la de 37 mm, que no vale para nada. Y ya que estamos, también hay que cambiar las direcciones de tiro de la artillería principal, que fallan más que una escopeta de feria. Durante el ataque al convoy al principio fue todo bien, pero tras unas pocas andanadas las direcciones se desajustaron y no había forma de darle a nada. Al final fue el crucero Hipper el que consiguió acertarle al crucero auxiliar inglés, y el que se anotó la mayoría de los hundimientos. Para acertarle a los mercantes me tuve que acercar mucho con los acorazados, menos mal que no había destructores.

Marschall ya había experimentado algo así durante su combate con el Glorious, por lo que asintió levemente. Lutjens siguió.

— De las máquinas, ya te lo he puesto en el informe. Las del Scharnhorst han sido problemáticas, las del Hipper, malas, el crucero necesita un recorrido completo de sus máquinas. Esos barcos no sirven para corsarios. Pero es que tras esta salida tengo mis dudas sobre la validez de la estrategia de los corsarios. Me he jugado los dos barcos más potentes de Alemania, y todo para hacer poco más que media docena de submarinos. Llevo un mes jugando al gato y al ratón con los ingleses, a sabiendas que bastaba un tiro de suerte para que me pillasen. A ti te pasó lo mismo en Noruega.

— Tienes razón, pero algo tenemos que hacer. No vamos a desguazar toda la marina. Es lo que quisiera nuestro amigo Karl — Marschall habló con retintín, entre él y Doenitz había cierta rivalidad — pero yo creo que la flota tiene su utilidad. Al fin y al cabo los ingleses tienen y no les va tan mal.

— Estoy de acuerdo. Además nuestros buques son, barco por barco, mejores que los ingleses. Pero son muy pocos, y no tenemos portaaviones. Tal vez cuando tengamos, y yendo de la mano de los italianos, cambie la cosa. Pero hoy por hoy la Kriegsmarine es muy inferior a la Royal Navy.

— Lo malo es que tardaremos años en equipararnos, eso si lo conseguimos.

— La marina no tiene tanto tiempo — todos los almirantes alemanes temían que la marina dejase de recibir fondos y se dedicasen al ejército y la aviación.

Marschall meditó un poco y dijo — Gunther, estoy pensando en los portaaviones. Puede que tengas razón y que sean una revolución como en su día lo fue el Dreadnought. Cuando los ingleses botaron ese barco, fue como si todas las marinas empezasen de cero y los barcos antiguos solo sirviesen para guardacostas. Con los portaaviones, lo mismo ¿No habrá algún otro invento en ciernes que deje anticuada a la flota inglesa? Tenemos unos cuantos oficiales muy competentes en el dique seco por falta de barcos ¿Y si ponemos a alguno a pensar?

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 12:23 am

Traición

19 de Abril de 1941

El general Schellenberg recibía al Mayor Arthur Nebe, antiguo inspector de policía, posteriormente miembro de las SS, y en la actualidad jefe de la Kriminalpolizei.

— Sé que le parecerá extraño lo que le voy a pedir — decía Schellenberg — pero necesito la ayuda de un experto ajeno a la Gestapo. Francamente, no confío demasiado en ella. Sus agentes hacen gala de brutalidad y yo necesito algo… como lo diría, más delicado.

Nebe, que discrepaba abiertamente con Müller, jefe de la Gestapo, permaneció en silencio. Schellenberg siguió.

— Mire, estoy recibiendo todo tipo de críticas por parte del Ejército. Están muy escamados porque el ejército británico parece conocer al dedillo nuestros movimientos, de tal forma que en lugar de dejarse atrapar con el ejército griego en Macedonia han tomado el portante y escapan a toda velocidad hacia Creta, donde será difícil seguirles. El Ejército piensa que alguien está filtrando nuestros planes. Bien, no ha sido ninguna sorpresa. Nuestra seguridad interna es, como lo diría, testimonial, y tenemos suficientes ratas escondidas que aprovechan cualquier descuido como para largarle a los enemigos todos nuestros secretos. Fíjese, que creo que hay infiltrados hasta en la Abwehr y en la misma Gestapo.

Nebe siguió escuchando. Temía que Schellenberg fuese a acusarle de simpatías antinazis.

— Pero mire, ahora necesito encontrar a un tipo de rata muy particular. Resulta que los ejércitos que Stalin, nuestro querido aliado, tiene al otro lado de la frontera, también están siguiendo muy de cerca nuestros movimientos. Es muy difícil recoger información de la URSS, pero ya me he encontrado con alguna casualidad, como fortificaciones que se construyen a toda prisa justo por donde teníamos planeado atacar.

Nebe puso cara de espanto ¿Atacar a la URSS? Pero siguió Schellenberg.

— No se alarme, no vamos a invadir Rusia. Por lo menos no sin antes acabar nuestro asuntillo con los ingleses. Esos planes se han hecho por si acaso, igual que tenemos planes para invadir Suecia o Turquía, o para defendernos de los italianos.

— ¿Necesitamos planes para defendernos de los italianos? — dijo irónicamente Nebe.

Schlellenberg rió —. Me imagino que serán algo así como “déjenlos atacar y se derrotaran ellos solos”. Bueno, la cuestión no es si los rusos conocen esos planes, porque poco cuesta cambiarlos, sino que deben tener varios informadores en Berlín, y alguno con acceso a información muy jugosa. Pues mire, Nebe, me gustaría saber quienes son esos elementos y pensé ¿Quién mejor que un policía para atrapar un delincuente? Y aquí le tengo a usted.

Nebe respondió — General, no tengo ninguna experiencia en contraespionaje.

— Pero muchísima en delincuencia, y un espía no es si no un tipo muy especial de ladrón. La Gestapo hasta ahora apenas ha conseguido nada. Supongo que los espías vigilan a nuestra Geheime Staatspolizei con cien ojos, y las pocas veces que Müller pesca algún pececillo lo mata a golpes y el verdadero enemigo, el tiburón, se escapa. Creo que los policías de la Kripo pasaran más desapercibidos que esos animales con abrigos de cuero, y siempre podrán decir que persiguen a algún estraperlista. Nebe, me urge, mejor dicho, le urge a Alemania saber quien o quienes son esos informadores, y no quiero que los atrape el bruto de Müller. Porque yo quiero saber quienes son sin que ellos lo sepan. Ni siquiera que los vigilamos. Nebe, sé que usted no es un admirador del régimen, pero sí un alemán patriota ¿podrá encargarse de esa tarea? Dispondrá de todos los medios que necesite.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 12:23 am

Operación Caos

21 de Abril de 1941

— Statthalter, lamento tener que decirle que nos va a ser imposible prestar ayuda al nuevo gobierno iraquí por medios convencionales. — El recientemente ascendido Mariscal Von Manstein exponía la situación en Oriente Medio en la reunión del OKW.

Los asistentes, entre los que estaban el Statthalter Goering y el Jefe del Estado Mayor, el Mariscal Beck, miraron al mariscal con disgusto. Von Manstein siguió.

— Hay bastantes factores que impiden que les prestemos ayuda. El primero es la distancia. Entre Suez y Bagdad hay 1.200 kilómetros, más que entre Varsovia y Moscú. Aunque no haya dificultades orográficas insalvables siempre que se evite la franja costera y las montañas de Judea, buena parte del recorrido es por un desierto pedregoso plagado de wadis que cortan las pocas carreteras.

Los presentes asintieron mientras Von Manstein seguía.

— Por otra parte y a pesar de la severa derrota que sufrieron los ingleses en Egipto siguen disponiendo de fuerzas apreciables. En Palestina disponen de dos divisiones australianas y una británica, más una brigada neozelandesa, dos de franceses renegados, y están reclutando apresuradamente varias brigadas entre los colonos judíos de Palestina. Además están trasladando una división sudafricana desde Kenia, y otra hindú desde Bombay. En el Alto Valle del Nilo cuentan con dos divisiones hindúes y varias unidades independientes del tamaño de una brigada, más un regimiento de tanques. En Kenia disponían de la división sudafricana que están trasladando a Palestina y de otras dos divisiones coloniales, reclutadas en Nigeria y Ghana, pero de eficacia bastante dudosa. Afortunadamente para los italianos nuestra victoria en Egipto les ha obligado a suspender las operaciones contra la colonia italiana en Abisinia, cuya situación empezaba a ser muy apurada, pero esas unidades ahora se enfrentan a nuestras tropas.

Von Manstein ordenó extender un mapa del Sinaí antes de seguir.

— En Suez los ingleses han desplegado a la 6ª división australiana en las marismas de la parte oriental del Delta y alrededor de Port Said. La 9ª División australiana está desplegada en Ismailia, y la 7ª Británica en el Sur. Tienen como reserva la brigada neozelandesa y otra de franceses renegados, y están llevando a toda prisa las unidades sudafricanas que llegan a Akaba. El resto de sus tropas en Palestina están siendo enviadas hacia el Norte, hacia la frontera con el Líbano y Siria. Afortunadamente apenas tienen tanques.

Tras mostrar la situación aproximada de las tropas, Von Manstein siguió.

— Nuestras tropas en Egipto son el Panzergruppe Afrika y el 10º Ejército italiano. El Panzergruppe Afrika tiene en Egipto de dos divisiones Panzer y una división ligera, casi equivalente a una división Panzer. También tenemos tres divisiones motorizadas. Nuestras tropas son veteranas y tienen un amoral excelente, pero aun no han repuesto las bajas en personal y material sufridas en la reciente campaña. Además los italianos han llevado a Egipto a la mayor parte de su 10º Ejército, con nueve divisiones de infantería y una brigada acorazada, el grupo Maletti. Ustedes ya conocen las deficiencias del equipo, la formación y la moral italiana.

Los presentes sonrieron mientras la exposición de Von Manstein continuaba

— Los italianos han intentado avanzar hacia el Norte con el XXIII cuerpo, apoyados por el grupo Maletti, pero se han encontrado con la 4ª División India en Assuan, que no solo ha detenido su avance sino que les ha contraatacado. La División de Camisas Negras “3 de Enero” se ha derrumbado, poniendo en peligro todo el XXIII Cuerpo, y hemos tenido que enviar a la 10ª Motorizada y a un regimiento Panzer para sostener el frente. En el Delta, el XXI Cuerpo Italiano, con nuestro apoyo, sigue intentando expulsar a la 6ª División Australiana de sus posiciones en el Delta, mientras que el XXII Cuerpo italiano protege la orilla occidental del Canal de Suez entre Ismailía y Suez, mientras que el XX Cuerpo guarnece El Cairo y Alejandría. Ustedes mismos podrán apreciar que proteger un frente de 90 km con una única división, que además es italiana — los presentes volvieron a reír — es correr con un riesgo calculado, pero juega en nuestro favor que las fuerzas británicas en el Sinaí apenas disponen de carros de combate.

Sigue el mariscal —. En estos momentos disponemos de una clara superioridad sobre los ingleses en Suez, por lo que ustedes se preguntarán por qué no atacamos. Pues bien, es porque no podemos. Aunque hemos ocupado el puerto de Alejandría, los ingleses al retirarse lo han dejado casi arrasado, plagado de bombas trampa y minas submarinas. Apenas hemos podido empezar a operar a pequeña escala en ese puerto, y la mayor parte de nuestros suministros son transportados desde Libia, a más de 600 km del frente. Con los recursos que disponemos actualmente solo podemos lanzar una ofensiva limitada, y resulta prácticamente imposible un avance profundo en el territorio enemigo, mucho menos recorrer 1.200 kilómetros.

El Mariscal Beck interviene — Mariscal Von Manstein, la evolución de las operaciones en Grecia es muy favorable, por lo que en un plazo breve podremos enviarle importantes refuerzos. Aunque tengamos que mantener a la mayor parte de nuestro ejército en Europa Oriental, vigilando al enorme ejército que está desplegando Stalin.

— Gracias, Mariscal Beck — responde Manstein — pero por desgracia nuestros enemigos también se están reforzando. Hasta el momento solo hemos detectado la llegada de algunas formaciones de la 10ª División Hindú y la 1ª Sudafricana, pero parece que Churchill está rebañando tropas de todo el Imperio Británico para enviarlas a Oriente. Parte de la guarnición de Canarias ha sido embarcada a toda prisa, y parece que también están siendo enviadas a la zona nuevas divisiones australianas y canadienses. Teniendo en cuenta las grandes distancias la llegada de esas unidades se demorará entre uno o dos meses, pero según nuestros ingenieros el puerto de Alejandría no volverá a operar a pleno rendimiento hasta dentro de dos meses o más. Mientras las unidades desplegadas en el Canal de Suez están procediendo a fortificarse. Es decir, que estamos en un impasse. No tenemos suficientes recursos como para lanzar un ataque con suficiente fuerza, pero cuando los tengamos el ejército británico en Suez dispondrá de seis a diez divisiones sólidamente atrincheradas.

Es ahora Goering el que habla, bastante disgustado — Quiere decir que va a ser imposible ayudar a los iraquíes, a pesar de nuestras promesas. No es lo que esperaba de ustedes.

Contesta Von Manstein — No digo que sea imposible. Por de pronto, las comunicaciones entre Irak y Siria son bastante más sencillas, aunque requeriría el consentimiento francés, aparque que operar en los puertos del Líbano no será seguro mientras Chipre siga en manos inglesas. Otra opción es el ferrocarril Berlín Bagdad, siempre que el gobierno turno nos autorice a usarlo.

Goering responde a Von Manstein —. Nuestra diplomacia está presionando a Francia y a Turquía. Francia lleva semanas prometiendo una ofensiva en Siria.

— Lamentablemente esa ofensiva se está reduciendo a unas pocas escaramuzas — dice el Mariscal Beck —. Esperaba algo más de los franceses.

— Sé que Francia no colabora de corazón con el Pacto de Aquisgrán — dice Von Manstein — pero tampoco les resulta sencillo, porque en Siria apenas disponen de las fuerzas suficientes para controlar el país, y van a tener dificultades para reforzarlas. De hecho un movimiento inglés inteligente sería defenderse en Suez mientras liquidan Irak y luego Siria. Por eso he dicho que para nuestro Ejército resulta imposible socorrer a Irak con medios convencionales. Pero siempre podemos usar medios no convencionales. Statthalter, mariscal Beck, desearía que el general Rommel les explicase su nueva teoría.

El general Rommel se pone en pie y se dirige a los asistentes —. Statthalter, excelencias, mi superior el Mariscal Von Manstein ya les ha señalado las dificultades que supone una campaña convencional en Oriente Medio. Las dificultades logísticas obligarán a retrasar nuestra ofensiva durante varios meses, y en ese periodo los británicos no solo habrán consolidado sus posiciones, sino que podrán destruir la oposición a sus espaldas, es decir, el nuevo régimen iraquí y la colonia francesa en Siria. La guerra relámpago es una táctica demoledora contra la que nuestros enemigos no tienen defensa, pero requiere cantidades enormes de equipo y suministros. Por eso propongo un desarrollo aun más allá de la Blitzkrieg: la Lichtkrieg, la guerra ligera.

Rommel era una de las autoridades sobre tácticas del ejército alemán, por lo que los presentes prestaron atención.

— Tanto en la anterior guerra, como en la actual, el ejército alemán se ha revelado superior, hombre por hombre, a los ejércitos enemigos. Esta superioridad no se debe a que sus enemigos sean menso valerosos. Todos los aquí presentes hemos combatido en la guerra anterior o en esta, y conocemos la valentía de poilus y tommies — apodos de los soldados franceses e ingleses en la Gran Guerra —. Por lo que sé los griegos han derrochado valor en la Línea Metaxas, y hasta los italianos lucharon bravamente en el Isonzo o en el Piave. La ventaja de los ejércitos alemanes se debe a la moral de victoria del soldado alemán, y a la habilidad y flexibilidad con la que las unidades alemanas responden incluso en situaciones críticas, como la reciente Batalla de los Oasis.

— Batalla que casi destruye a mis paracaidistas — dice Goering, aun disgustado por el resultado de la operación.

— Statthalter, permítame que discrepe con usted, pero esa batalla nos ha mostrado la guerra del futuro. En la operación solo participó una división paracaidista y una fracción de la 5ª División ligera, en total menos que una división de infantería regular. Sufrieron muchas bajas, en parte por elección inadecuada de los objetivos, pero lo importante fue la respuesta británica a la irrupción de fuerzas relativamente pequeñas en su retaguardia: descontrol, desorganización y, finalmente, pánico. Ahora sabemos que fue ese ataque el que desequilibró al mando inglés y llevó a Wawell a retirarse precipitadamente, lo que le llevó a perder muchas más tropas que las sufridas por nuestros paracaidistas.

Goering seguía disgustado pero Rommel siguió —. Excelencia, la experiencia nos ha mostrado como los ejércitos no luchan igual en todas las guerras. Los ejércitos franceses o ingleses brillan en batallas organizadas, en las que nada se deja al azar, en las que se prevé hasta donde tiene que caer cada proyectil, y se planean los movimientos las tropas con precisión que ya quisiera un director de orquesta. Sin embargo para el soldado español es imposible atenerse a un plan, pero lucha como un león en una ciudad o en sus montañas.

Goering pregunta — General ¿qué tipo de guerra le gusta a nuestros aliados italianos? — las carcajadas se extienden y el ambiente se relaja. Sigue Rommel.

— Pero lo del ejército español es la excepción. La mayor parte de los soldados solo luchan bien en guerras organizadas, cuando sabe que el enemigo está delante y el amigo detrás. Pero su moral se hunde cuando sabe que el enemigo está a su espalda, y sus oficiales, acostumbrados a trasladar al pie de la letra las órdenes de sus generales, no saben como actuar cuando quedan aislados. La Blitzkrieg nos ha dado la herramienta con la que situarnos a la espalda del enemigo y provocar su hundimiento. Pues bien, yo propongo un desarrollo de la Blitzkrieg, que tienda a crear el mayor desorden posible en la retaguardia enemiga, sabiendo que en la confusión el soldado alemán mantiene la cabeza fría y el inglés no. Statthalter, si el caos nos beneficia ¿Por qué no provocarlo?

La pregunta queda en el aire mientras Rommel continua — Lo que propongo es que, una vez perforado el frente enemigo de forma convencional, lancemos pequeñas unidades que creen la mayor alarma posible, y estimular el reflejo natural del soldado que se siente rodeado de escapar para no ser atrapado. Esas unidades, los Kampfgruppen, deben ser pequeños grupos de armas combinadas: una compañía de tanques ligeros, otra de infantería montada en camiones, unas pocas armas de apoyo y, sobre todo, unidades de comunicaciones, que permitan su coordinación con otros grupos similares y, sobre todo, con la Luftwaffe. Se extenderán por la retaguardia enemiga, atacando puestos de mando o depósitos de suministro, pero evitarán enfrentarse a fuerzas superiores. La Luftwaffe explorará delante de ellos, atacará los objetivos localizados, y los mantendrá aprovisionados.

Goering asiente satisfecho al ver el papel de su Luftwaffe en la nueva táctica.

Beck objeta — Esos Kampfgruppen que usted propone ni tendrán potencia para tomar objetivos, ni fuerza para defenderse del enemigo.

Rommel responde — Tiene usted razón, Mariscal, pero es que su objetivo no será conquistar nada, sino actuar como la caballería ligera napoleónica, creando una pantalla que ciegue al enemigo sobre nuestras intenciones. Porque, tras esa pantalla, nuestras fuerzas atacarán el objetivo principal. Una vez derrotado el enemigo, los grupos ligeros lo acosarán durante su huida, aprovechando que resulta mucho más fácil aprovisionarlos. En cualquier caso deben rehuir enfrentarse con fuerzas enemigas importantes, y deben usar su movilidad para flanquearlos.

Es Goering ahora quien pregunta — General, suponiendo que consiga crear el caos en la retaguardia enemiga ¿No afectará también a nuestro ejército?

— No, Statthalter. Porque nuestros soldados sabrán que ellos son los causantes, estarán comunicados con el mando y gozarán del apoyo de la Luftwaffe. Y si quedan realmente aislados, confío en la iniciativa de los oficiales para resolver la situación. Desde luego que se necesitará a los mejores oficiales de nuestro Panzergruppe Afrika, por lo que he comenzado a seleccionarlos. Solo necesito su autorización para comenzar.

Goering sigue — Si se la diese ¿Cuánto tiempo se tardaría en iniciar la ofensiva? ¿Y cuáles serán los objetivos de esa ofensiva?

— En cuanto al tiempo, el mínimo posible. Las tropas italianas ya están atacando a las australianas en el Delta. Nuestras tropas atacarán en cuanto se formen los Kampfgruppen, lo que espero lleve menos de dos semanas.

— ¿Tan pronto? — pregunta Beck.

— Cuanto antes, mejor — responde Rommel —. Es ahora cuando están desmoralizados por su reciente derrota, cuando todavía no se han fortificado ni organizado. La carencia de suministros impedirá un ataque general, pero nuestro objetivo será simplemente abrir una brecha en el dispositivo británico. Luego los Kampfgruppen formarán la pantalla de humo mientras atacamos nuestro objetivo principal: Aqaba.

— ¿Aqaba? Eso está en Transjordania — dice Beck.

Es ahora von Manstein el que toma la palabra.

— Excelencia, Mariscal, tras analizar la posición inglesa en Palestina creo que tiene la misma debilidad que la nuestra: sus comunicaciones. Entre Palestina e Irak solo hay una carretera muy larga, y no creo que dispongan de suficientes camiones como para mantener suministrado su ejército. Por tanto, todo depende de este puerto señaló un punto en el mapa y los presentes se acercaron.

— El puerto de Aqaba está en el fondo del golfo del mismo nombre, uno de los dos “cuernos” con los que el Mar Rojo rodea la península del Sinaí. La distancia no es excesiva, es de unos 250 km, y el terreno es casi liso salvo junto al Canal, en el paso de Mitla, y luego ya llegando al Mar Rojo. Ni siquiera es preciso tomar el puerto, que supongo estará bien defendido, ya que el Golfo ahí apenas tiene 15 km de ancho y nuestra artillería y nuestra aviación pueden cerrarlo. El plan que hemos preparado el general Rommel y yo supone las siguientes fases:

- En una primera fase nuestras tropas cruzarán el Canal de Suez entre el Pequeño y el Gran Lago Amargo, y al Sur del Gran Lago Amargo. Para ello están reuniendo todo tipo de embarcaciones en el Nilo, pero no se desplazarán hasta el Canal hasta que se inicie el ataque.

- La Luftwaffe y la aviación italiana en Egipto atacarán las bases aéreas inglesas. Posteriormente atacarán las unidades británicas que se detecten, y la navegación enemiga en el golfo de Aqaba, especialmente los buques de guerra.

- Simultáneamente la infantería italiana atacará en todo el frente y enviará patrullas al otro lado del Canal.

- Se lanzará una unidad paracaidista, del tamaño de un regimiento si es posible, en al entrada oriental del Paso de Mitla.

- Una vez tendidos los primeros puentes la 7ª División Panzer y la 10ª motorizada se desplegarán en la Orilla Oriental y aguardarán el probable contraataque inglés. El terreno de la orilla oriental es llano, y se combatirá dentro del alcance de nuestra artillería, por lo que un contraataque británico nos sería favorable.

- Antes del contraataque se enviarán kampfgruppen hacia los pasos de Gidi y de Mitla, con instrucciones de tomarlos y mantenerlos a cualquier coste. La importancia de esos pasos justifica el posible sacrificio de los grupos.

- Tras derrotar el contraataque, o si no se produce, la 15ª División Panzer atacará los pasos de Gidi y Mitla. Mientras los kampfgruppen se introducirán en la retaguardia enemiga, tanto en dirección hacia Aqaba como hacia la costa, en dirección de El Arish.

- Tras tomar los pasos, especialmente el de Mitla, la 5ª División Ligera avanzará hacia Akaba, con órdenes estrictas de evitar los puntos de resistencia enemigos y llegar cuanto antes al golfo.

- Una vez en el golfo de Aqaba comenzará la segunda fase de la operación: las divisiones 7ª y 15ª Panzer, a medida que reciban suministros, avanzarán hacia el Norte para rodear a las tropas inglesas que aun permanezcan en el Canal. Si no disponen de suficiente combustible, organizarán Kampfgruppen reducidos que serán los que deban explorar el éxito.

Finalmente resume von Manstein— Excelencia, el objetivo de la Operación Kaos es arrebatar a los ingleses su única vía de suministros a Palestina y, secundariamente, atrapar al ejército que han desplegado en el Canal de Suez. Resulta improbable que lo consigamos, ya que sus tropas están motorizadas y es probable que eludan el cerco, aunque les será difícil retirar a los australianos del Delta. Una vez en posesión de Aqaba enviaremos nuestras tropas hacia el Norte, en dirección a Amman y la frontera iraquí. No puedo asegurar esta segunda fase, pero en cualquier caso la ruptura de la línea de Suez y la pérdida de Aqaba causarán en el bando británico una gravísima crisis que, como mínimo, les impedirá efectuar las operaciones que probablemente estén planeando ya contra Irak y Siria.

— Gracias, caballeros — contesta Goering —. Tendré que revisar la documentación que me han entregado con mis asesores, y les daré a conocer mi decisión cuanto antes.
Última edición por Domper el Mar Abr 08, 2014 9:06 am, editado 2 veces en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 12:24 am

Una cena informal

Unas horas después

El Mariscal von Manstein y su esposa descienden del lujoso mercedes y entran en Karinhall, el pabellón de caza del Statthalter Goering cercana a Berlín. Al llegar von Manstein a su habitación en el Hotel Adlon se había encontrado con una invitación para una cena privada esa misma noche. El Mariscal no dudó ni por un momento en aceptarla, sabiendo el gran honor que suponía. La protección de Goering era el espaldarazo que von Manstein necesitaba para alcanzar la cumbre de su profesión.

A media tarde unos sirvientes se hicieron cargo del equipaje del matrimonio, señalando que el Statthalter se sentiría muy honrado alojándolos aquella noche. Montaron en el enorme vehículo que los condujo hacia el Norte de Berlín. Tras una hora de viaje entre bosques y lagos e, coche entró en los terrenos de la mansión.

Nada más detenerse se encontraron con el Statthalter, que les saludó efusivamente y les invitó a un paseo por la mansión. Tras recorrer el jardín, flanqueado por monolitos e piedra, y detenerse un momento junto a la tumba de Karin Goering, la anterior esposa del Statthalter, entraron en el edificio. Lo que primeramente había sido un pabellón de caza era ahora un palacio repleto de obras de arte que Goering mostró a la pareja. Von Manstein se creía en un sueño, el hombre más poderoso de Europa tenía la deferencia de guiarles por su mansión. Hasta admiraron el mueble medallero con las condecoraciones del Statthalter, entre las que destacaba la “Pour le mérite”, la máxima condecoración del antiguo Imperio Alemán. También les mostró su colección de trenes eléctricos, en un enorme salón repleto de vías. Después pasaron a un salón donde se sirvió una cena sencilla pero exquisitamente condimentada, bañada por los mejores vinos de la más famosa bodega de Europa.

Tras la cena Goering invitó a von Manstein a pasar a un saloncito. Tras ofrecerle cigarros habanos y un excelente coñac, el Statthalter se dirigió a su invitado.

— Bien, Erich, me alegro de tenerte aquí. Apenas un año ha pasado desde que nos conocimos en la Cancillería, y como ha cambiado el mundo. Desde el primer momento reconocí su genio, tan mal aprovechado en Francia, pero que nos ha proporcionado la gran victoria de Egipto.

Von Manstein se excusa — Gracias, Statthalter, pero el mérito no es mío sino de mis hombres.

— Hermann, por favor. Te ruego que me apees del tratamiento. Ya tengo demasiados aduladores rondándome y estoy un poco cansado de ceremonias. Te agradecería que me tuteases. Bien, Erich, desde luego que el ejército alemán ha sido el protagonista de las victorias, pero sin tu hábil conducción no sé si las hubiese conseguido. He apreciado especialmente como has sabido cambiar de idea cuando los hechos se imponían — von Manstein recordó que había sido un firme partidario de la invasión de Inglaterra —. Pero ahora me propones una operación terriblemente arriesgada. Me pides que apruebe una ofensiva lanzada con medios insuficientes y dejando a tu espalda a medio ejército inglés.

— Statthalter, ahora es el momento. Si damos un respiro a los ingleses estos se consolidarán en Suez. No dudo en que romperemos sus defensas, pero en ese tiempo podrán solucionar sus problemas en Irak e incluso invadir Siria. Cuando lo hagan, porque no tengo dudas de que están preparando la operación, no solo despejarán un frente sino que tendrán una comunicación franca con la India, que es u bastión en el Oriente. Eso nos condenaría o a permanecer a la defensiva en Suez, o a librar una dura y prolongada campaña en Oriente Medio. En ese tiempo podrán retirar sus fuerzas de Creta e incluso de Chipre. Pero ahora apenas tienen fuerzas móviles en la región, sus tropas están desmoralizadas y desorganizadas, y además no tienen a donde escapar. Podemos conseguir una victoria que dejará pequeña la de Egipto.

— ¿No exageras un poco?

— No, Statt… digo Hermann. No solo por la repercusión internacional que puede tener una victoria en Tierra Santa, sino porque en el Mediterráneo los ingleses tienen un cuarto de millón de soldados que podemos atrapar. Si los ingleses pierden Aqaba solo les queda una larguísima carretera que además lleva a Irak, que seguramente declarará la guerra a los ingleses en poco tiempo. No podrán escapar, pero solo si actuamos ahora.

— El ejército de Irak no aguantará ni dos semanas a los ingleses.

— No creo, aunque podríamos intentar ayudarles a través de Siria. Ese Laval tendrá que hacer algo por la victoria ¿no? pero no recomendaría enviar tropas de tierra, que podrían verse atrapadas. Solo material y aviones. Sería interesante desplegar un grupo aéreo en Siria que dificultase los movimientos ingleses por la carretera entre Bagdad y Amman. También resultaría muy útil desplegar aviones en el Norte de Irak, donde no van a tener problemas con el combustible, y abastecerlso desde Siria. Desde luego serái ideal si Turquía colaborase con nosotros. Pero Statt…

— Hermann — interrumpe Goering.

— Hermann — sigue von Manstein —, no pretendo sugerirte como debe ser nuestra política exterior, solo señalo lo que nos conviene desde el punto de vista militar.

— Gracias, Erich, pero los turcos se están cerrando en banda, dicen que su país depende de las importaciones por el Mediterráneo y que mientras no lo despejemos de ingleses, no pueden hacer nada. Por eso te quería preguntar: antes de lo de Palestina ¿no sería mejor limpiar el Mediterráneo de ingleses? Siguen en Malta y Creta, y dese esas islas siguen creando problemas con sus dichosos aviones torpederos y sus submarinos.

— Statt… Hermann, te recomiendo que por ahora evitemos Malta y Creta. Ahora que hemos llegado a Egipto su valor militar es limitado. Sobre todo, esas islas dependen por completo de los suministros que puedan llegar desde Haifa en submarinos. Si encerramos a los ingleses en Palestina los ingleses en las islas se quedarán aislados no creo que ni siquiera tengan suficientes alimentos. Al contrario, ahora tomar Creta o Malta no sería difícil, peor consumiríamos nuestro recurso más precioso: el tiempo.

— Tiempo nos sobra — responde Goering.

— Hermann, sabes que no es así. Churchill sigue haciéndoles carantoñas a los americanos y a este paso conseguirá que entren en guerra.

— Los amis no saben pelear.

— Perdona que te contradiga, pero eso es propaganda. En la anterior guerra lucharon muy bien. Además la industria norteamericana es como cuatro veces la alemana. Ahora solo fabrican maquinillas de afeitar y lavadoras. Peor podrían fabricar tanques y aviones y entregárselos a sus primos. Además ¿te fías de Stalin? Beck me ha entregado la evaluación del ejército que tiene al otro lado de la frontera y, francamente, da miedo. Yo no me atrevería a quitar ni un soldado de ahí. Hermann, nos urge la victoria. Creo que si no la hemos conseguido antes de un año nos veremos embarcados en una guerra que puede ser demasiado grande hasta para nosotros. Tenemos que conseguir otra gran victoria, y tras Francia, Egipto y Grecia, Palestina es el lugar ideal.

— La estrategia de ese tal Rommel ¿no es muy arriesgada?

— Claro que lo es. Más aun, te garantizo que si la usamos, sufriremos algún revés y alguno de esos Kampfgruppen será destruido. Pero en realidad ¿qué arriesgamos? A lo sumo, una o dos divisiones, y además tenemos una base segura en Egipto a la que retirarnos. Beck me ha prometido enviar refuerzos desde Grecia. Pero si vencemos, tendremos toda Asia en nuestra mano. Por de pronto, dispondremos del petróleo de Mosul, sin tener que depender de Stalin y dándonos tiempo hasta que los yacimientos libios puedan ser explotados. Tendremos acceso a Irán, cuyo monarca también nos es favorable. Podremos aliviar el cerco que sufren los italianos en Etiopía. Incluso nos favorecerá en el Atlántico, porque los ingleses tendrán que llevar parte de su flota al Índico.

— Me has convencido aunque sigo creyendo que la operación es arriesgada. Pero como dicen, quien no se arriesga no pasa la mar. Erich, mañana mismo llama a Rommel y dale vía libre. Pero desearía que tu esposa y tú fueseis mis huéspedes un par de días. A partir del jueves vas a descansar muy poco.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 1:16 am

Muy bien, muy bien :D

Ya está leído este nuevo capítulo 15, que tiene cosas muy buenas, pero alguna realmente genial.
Me refiero al "tanguillo de Pepe", lo que me he podido reír con eso, que ocurrencia :lol: :lol:

Además, el bueno de José Payeras Alsina fue en la vida real un veterano en la división Azul, estuvo en Krasni Bor, según creo, y de Aramburu Topete qué vamos a contar...

La cosa está que arde, así que ahora toca esperar más para saber como deviene la cosa.

Así que mucho ánimo y a continuar, está muy divertido.

Saludos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 2:01 am

La táctica es real. Tanto la de matar al primer soldado de una patrulla, como la del baile (llamado en la realidad el "minué del Che Guevara") se usaron por toda Latinoamérica. Funcionan solo contra enemigos "pobretones", no si tienen radios y artillería (el método antiguerrillero más usado en Vietnam).

Por otra parte cualquier paseo por Gran Canaria hace pensar en lo difícil que tiene que ser batallar por esas montañas, especialmente si se tienen pocas fuerzas. Porque en la isla había 250.000 habitantes, por lo tanto me salen de 25.000 a 50.000 candidatos a guerrilleros. Con suficientes fuerzas la insularidad juega en contra del guerrillero al no disponer de un "santuario" (recomiendo leer a los guerrilleros revolucionarios de los cincuenta y sesenta por lo de la terminología). A cambio el clima canario ayuda al guerrillero, que no tiene que pasar inviernos a la intemperie.

Payeras estab aal mando del batallón de reserva de la 250, la "tía Bernarda" y falleció por las heridas sufridas en Krasny Bor. La defensa del "bastión" efectuada por Aramburu durante la misma batalla es como para figurar en libros de oro en la historia del ejército español. Aparte que necesitaba un "especialista en minas", y lo de sus estudios en la escuela de minas y luego en la Academia de Ingenieros es real.

A Irwin es que le tenía paquete.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 2:09 am

Gracias a Aníbal Clar por las correciones.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 2:42 am

No hay de qué.

Al contrario, cualquier contribución a que esta historia siga su curso es poca.

Saludos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 08, 2014 9:07 am

Gracias de nuevo a Aníbal Clar. Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Vie Abr 11, 2014 1:30 am

Me incorporo un poco tarde, pero he leído con gran atención y expectación los capítulos que van a día de hoy de esta ucronía magníficamente contada y documentada. El trabajo de Domper, si se me permite la expresión, es superlativo, y estoy perdiendo incluso horas de sueño por ponerme al día...

Una pregunta, ya que estamos: ¿te has inspirado en la Guerra de los Seis Días (en sentido inverso) para la estrategia general de los Kampfgruppe? Me ha sonado familiar...

Por lo demás, espero ansioso las próximas entregas...

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Vie Abr 11, 2014 11:37 am

En parte. Al fin y al cabo el paso de Mitla tiene una importancia estratégica similar, y de hecho fue uno de los objetivos del ejército egipcio en 1973. En el Sinaí solo hay tres pasos fáciles del Canal al interior: la franja costera, con grandes áreas pantanosas, el paso de Gidi, enfrente de Ismailía, que da acceso a Norte del Sinaí, y el de Mitla, que da acceso tanto al Sinaí central (y el golfo de Aqaba) como al Norte.

En 1956 se atacó la salida Este del paso de Mitla con paracaidistas, y por una orden errónea o no, de Ariel Sharon, los paracaidistas lo tomaron con importantes pérdidas. En 1967 Sharon mandó un grupo mixto, del tamaño de un batallón, que se internó profundamente en el dispositivo egipcio rodeando los puntos de resistencia.

Sin embargo la táctica propuesta está más en línea con la “batalla aeroterrestre” propugnada por los norteamericanos en los noventa. Esta táctica deriva a su vez de la muy exitosa defensa efectuada por la 7ª Brigada Acorazada israelí en los Altos del Golán en 1973. En ese combate la brigada israelí no adoptó una defensa fija que le expusiese al fuego enemigo, enormemente superior (se enfrentaba a dos divisiones acorazadas, con una relación de 6 a 1). Se dedicó no a defenderse sino a moverse y contraatacar, y no es que consiguiese rechazar a los sirios, es que los derrotó y llevó a cabo un contraataque (cuando recibió 15 tanques como refuerzo) que expulsó a los sirios de sus posiciones. Ese contraataque tuvo que ser curioso, 21 tanques, sin apoyo de infantería, artillería o aviación, contra los remanentes de dos divisiones acorazadas e importantes masas de infantería.

Los norteamericanos desarrollaron la táctica apoyándola en sus muy superiores medios. La idea es que las unidades, sin control directo (es decir, copiando la táctica alemana (se ordena al oficial lo que tiene que hacer y no como tiene que hacerlo) y conociendo las posiciones enemigas gracias a los medios de reconocimiento, y usando la movilidad propia de unidades acorazadas y helicópteros, puedan combatir al enemigo donde les convenga. Esa táctica se usó con enorme éxito contra los iraquíes.

Se trata lo mismo, pero trasladado a 1941. La desventaja, obvia, era que las comunicaciones eran mucho peores. Las radios no eran fiables, no había medios para operaciones nocturnas (lo habitual es que al anochecer todo el mundo se echaba a dormir), la potencia de fuego era enormemente inferior, etcétera. Pero los alemanes, a cambio, contaban con muchas bazas. El ejército inglés tenía una estructura muy rígida y se pretendía que el Estado Mayor regulase hasta cuando tenían que ir los soldados a las letrinas. Las tácticas inglesas eran nefandas y solían basarse (con los tanques) en cargas frontales a lo loco, sin reconocimiento y sin apoyo. Los soldados no disponían de medios contracarro efectivos, salvo los engorrosos cañones de 2 libras y de 25 libras. Se supone además que los ingleses han salido de Egipto muy vapuleados, han perdido muchísimos medios, están desmoralizados y sus tropas son bisoñas.
Por otra parte el ejército alemán era el único que había desarrollado algo parecido a la coordinación aeroterrestre, teniendo en cuenta tanto el reconocimiento como el apoyo.

Hubo situaciones así. Recordemos las cabalgadas de la “división fantasma” de Rommel y sus movimientos en África, pero también de los movimientos alemanes en Rusia en 1941. Al contrario, cuando se hundió el frente en Normandía los norteamericanos hicieron algo parecido y consiguieron copar en Francia a grandes contingentes alemanes. El puente de Remagen fue tomado por un “kampfgruppe” a la americana.

Por otra parte. Creo que todos estamos de acuerdo en que los alemanes pudieron derrotar a los británicos en Egipto en el verano del 41, de recibir suficiente apoyo, que no era imposible enviar. Pero ¿y si Mussolini recibe el apoyo alemán mucho antes? Vamos, la famosa estrategia mediterránea. No creo que nadie tenga muchas dudas de la probable derrota inglesa, y a más medios tuviesen los alemanes, peor derrota inglesa, sobre todo si Churchill conseguía obligar a Wawell a que atacase con pocos medios.

Otra cuestión. Es algo que al principio no me había planteado, pero al mirar la situación en que quedaban los ingleses si los alemanes llegaban a Suez se me erizaron los pelos del cogote. Dependían de un puerto en el fondo de un estrecho golfo, dentro del alcance alemán (menos de 300 km de las bases de Egipto). Aparte de Aqaba (Eliat era por entonces un villorrio de pescadores) los ingleses solo tenían un larguísima carretera, realmente una pista sin asfaltar, de unos 400 km entre Amman y el Eufrates. Vamos, la situación del ASfrika Korps de 1942, pero peor, porque Basora estaba mucho más lejos y enviar suministros ahí (con España en guerra) era un rodeo enorme, porque Irak era hostil y había que reconquistarlo, y porque los aeródromos sirios estaban a apenas 200 km de esa carretera Vamos, que si se pierde o si se bloquea Aqaba la posición británica en Oriente Medio resulta enormemente delicada.

A cambio los desplazamientos desde Siria hasta el Eufrates (donde había carreteras o podían usarse barcazas) desde Siria son mucho más fáciles. Había un ferrocarril que conectaba los puertos libaneses con el ferrocarril a Bagdad (conectaba en Alepo).

Vamos, que aunque el ejército iraquí de 1941 no tuviese ni media bofetada, podía ser apoyado con relativa facilidad por el Eje. En la realidad hubo un grupo alemán operando desde Mosul. Había un oleoducto Mosul Haifa, que lógicamente sería destruido en este supuesto en su parte palestina, pero podía ser solucionado en parte.

Vamos, que la maniobra puede ser redonda: petróleo de Mosul para el Eje en 1941, más Wawell (o su sucesor) atrapado en la costa palestina, y Malta y Creta completamente aisladas. Todo esto se arregló cuando los ingleses invadieron Siria, de hecho se lanzaron a construir ferrocarriles precisamente por si Rommel se plantaba en Suez y luego en Aqaba. Pero en 1941 aun no había nada.

Bueno, ya he hablado demasiado. Gracias por leer la historia.

Saludos
Última edición por Domper el Lun Abr 14, 2014 10:42 am, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Vie Abr 11, 2014 1:28 pm

Domper escribió:.


Por otra parte. Creo que todos estamos de acuerdo en que los alemanes pudieron derrotar a los británicos en Egipto en el verano del 41, de recibir suficiente apoyo, que no era imposible enviar. Pero ¿y si Mussolini recibe el apoyo alemán mucho antes? Vamos, la famosa estrategia mediterránea. No creo que nadie tenga muchas dudas de la probable derrota inglesa, y a más medios tuviesen los alemanes, peor derrota inglesa, sobre todo si Churchill conseguía obligar a Wawell a que atacase con pocos medios.




Bueno, eso por mi parte no lo veo yo tan claro. Si tengo tiempo tengo algunas cosas que decir al respecto, varias de las cuales ya las dije en otro hilo.

Saludos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Vie Abr 11, 2014 3:35 pm

En la realidad Rommel con unas pocas unidades atacó y consiguió expulsar a los ingleses de Cirenaica y llevarlos a la frontera. Imagina lo mismo pero con el doble de fuerzas, y los ingleses con menos fuerzas, sin casi aviación y sin la moral que les dio su victoria sobre los italianos.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Vie Abr 11, 2014 4:55 pm

Desde luego, Domper, desde luego.

Además, en tu supuesto los italianos no han sido destrozados en el norte de África y las fuerzas de las que disponen los alemanes son bastantes más de las que tenía el Afrika Korps en la vida real.

Saludos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Sab Abr 12, 2014 1:10 pm

Con permiso de Mr. Domper, me voy a permitir la siguiente licencia.

Imagen
http://memoriablau.foros.ws/t1340/mmi-a ... n-azul/45/

En el centro de la foto, con un pitillo en la mano, podemos ver al comandante José Payeras Alsina.
El jefe de las tropas españolas del interior de la isla de Las Palmas, inventor del "tanguillo de Pepe".

Saludos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Dom Abr 13, 2014 4:36 am

Aunque ya le dije a Domper tiempo ha que su historia alternativa me gustaba, ahora que, por tiempo, voy cogiendo el hilo de todo lo que me faltaba sólo puedo decir que ¡chapó!.
Uno que pensaba que con el Quiz ya era suficiente teoría y aquí, aunque historia alternativa, la teoría aparece y bien fundada. Gran historia y, de paso, grandes colaboradores... :wink:

Sigue así, compañero.

PD, y siento el off, pero creo que si no lo pregunto reviento (o me linchan, una de dos); ¿Aparecerá Patton? :mrgreen:

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Dom Abr 13, 2014 4:36 pm

No lo he pensado, pero no pensaba en una historia tan larga, al menos por ahora.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Dom Abr 13, 2014 7:54 pm

Hola Domper

Tras leer el último capítulo, se me ocurre la siguiente pregunta: ¿Has sopesado la idea de incluir en esta fase de la historia, a Amin al-Husayni (tutelado por Schellenberg y los servicios de inteligencia alemanes), liderando un movimiento de resistencia anti-británico en Palestina, que ocasionara a los ingleses "graves dolores de cabeza" en su retaguardia?

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Dom Abr 13, 2014 8:23 pm

Wyrm escribió:PD, y siento el off, pero creo que si no lo pregunto reviento (o me linchan, una de dos); ¿Aparecerá Patton? :mrgreen:


No sé qué tendrá pensado Domper, pero no desentonaría mucho, al menos de momento:

(...) . Poco después de los ataques de la blitzkrieg alemana en Europa, Patton pudo convencer finalmente al Congreso de la necesidad de divisiones blindadas. Tras su aprobación, Patton fue ascendido a general de brigada y puesto al mando de la brigada blindada. Esta brigada creció hasta convertirse en la II División blindada, y Patton fue ascendido a general de división.

Segunda Guerra Mundial

Durante los preparativos del ejército estadounidense previos a su entrada en la Segunda Guerra Mundial, Patton estableció el Centro de Entrenamiento en Desierto Indio, California. También mandó uno de los dos ejércitos de entrenamiento en las maniobras de Luisiana de 1941. (...)

http://es.wikipedia.org/wiki/George_Patton


Lo que no parece muy probable tal como van las cosas es la repetición de esta foto:
Imagen
Fuente: http://george-s-patton-jr.tumblr.com/

Aunque quién sabe, a lo mejor vemos actuar juntas en un pas à deux a estas dos vedettes...

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Lun Abr 14, 2014 10:43 am

De Patton, es que implicaría que Estados Unidos entra en guerra y, por tanto, el fracaso de la política alemana. Al fin y al cabo el supuesto no trata tanto de la estrategia mediterránea sino de una conducción más sensata de Alemania. Una conducción más sensata implica, obviamente, las cosas una por una, es decir, primero Inglaterra y luego ya veremos.

Además las cifras son las cifras. Habría mucho ideólogo de bolsillo que pensase que en Estados Unidos solo sabían fabricar lavadoras y que no sabían por donde se empuñaba un arma, pero la historia norteamericana no era menos violenta que la de cualquier país europeo (salvo la de España, que a violencia no nos ganaba nadie). La experiencia de la Gran Guerra desautorizaba a todos esos pensadores de bolsillo, Pero sobre todo, y como decía, las cifras resultaban impresionantes. Según la Wiki, este era el PIB de los diferentes países (en 1938, sin guerra), en miles de millones de dólares (de 1990):

Alemania: 375
Italia: 141
Francia: 186
Japón: 169
Reino Unido: 284
URSS: 359
USA: 800.

Es interesante, además, que mientras que el PIB de las diferentes potencias solo aumentó un poco con la movilización industrial (a lo sumo un 30%, en bastantes casos disminuyó) el de USA casi se duplicó. La cuestión es que en Estados Unidos la Gran Depresión había afectado gravemente a la economía, mientras que otras potencias casi no se habían afectado (por ejemplo Francia) o se habían recuperado de la mano del rearme (Alemania). Porque si se atendía a la capacidad industrial, por ejemplo a la capacidad de producción de acero (no a la producción de acero real) la capacidad norteamericana equiparaba la de toda Europa (sin la URSS).

Lo realmente interesante es que la capacidad productiva de los territorios del “Pacto de Aquisgrán” casi equiparaban la capacidad norteamericana. Pero en la realidad la economía de Europa Occidental colapsó, excepto la alemana, en buena parte por la falta de materias primas pero sobre todo por la pésima gestión alemana. En este escenario el bloqueo es el mismo, y la carencia de materias primas, especialmente petróleo pero también carbón (en 1938 gran parte de las necesidades europeas las cubrían las exportaciones de Inglaterra), aluminio o minerales esenciales, limitaban la producción industrial. Pero si Inglaterra era derrotada antes de la entrada en guerra de Estados Unidos los mercados internacionales se abrirían, y la producción industrial del Pacto de Aquisgrán era, como digo, equivalente a la norteamericana, y triplicaba la soviética.

Con todo parece que me lean la mente, porque la entrega que tengo en preparación hacía hincapié en todo esto. Pero no creo que la acabe hoy. Paciencia.

Del Mufti y la revuelta árabe, hay varias cuestiones:

- El tipo me resulta especialmente desagradable. Contribuyó directamente a la falta de entendimiento entre judíos y árabes en Palestina, y fue uno de los causantes de la crisis de Oriente Medio.

- Estuvo implicado en crímenes de guerra, de hecho tendría que haber sido juzgado en Nuremberg, y disfrutado de la soga. Pero Francia e Inglaterra no querían líos en sus colonias árabes, lo que le libró. Habréis visto que evito cuidadosamente incluir a nadie relacionado con la Shoah, salvo para acabar ante el paredón. No he tenido el estómago (o la habilidad) de presentarlos en situaciones ridículas, como en una historia muy curiosa en inglés (titulada “Cambio de Prioridades”) en la que Hitler dirige una cadena de comida rápida pero es un calzonazos maltratado por su esposa, y Himmler se dedica al cine porno. El caso, si sale Hussein por medio, no será bueno para él (o para su figura).

- La cuestión de Palestina es seria. En este escenario el antisemitismo ya no es tan ardiente. Y hay una cuestión militar: en la realidad decenas de miles de judíos se ofrecieron como voluntarios aunque no fueron aceptados. En esa época Palestina tenía millón y medio de habitantes, de los que medio millón eran judíos (la inmensa mayoría inmigrantes recientes, casi la mitad procedentes de Alemania). Eso implica unos 60.000 voluntarios. No tenían demasiado9 equipo militar, pero un único carguero podía llevar fusiles para todos, y crear un problema a los alemanes. En la realidad el Haganah y el Irgun sumaban unos 17.000 voluntarios en 1939, da para una división muy motivada.

Teniendo en cuenta lo débil que había sido militarmente la insurrección árabe de 1936 a 1939, que se redujo sobre todo a matanzas de civiles desarmados y de su eficiencia aun peor en la guerra de 1948, cuando de nuevo los árabes palestinos (cunado no eran apoyados por ejércitos organizados) no consiguieron casi nada, no contaba mucho con los árabes. Insisto en que un 30-40% de los judíos palestinos de 1941 eran de origen alemán, lo que abre posibilidades realmente interesantes.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Lun Abr 14, 2014 7:26 pm

Capítulo 16. Preparados…

Visita de estado


27 de Abril de 1941

La guardia de honor formó en el andén, mientras una banda de música atacaba la Marsellesa. Lucien Romier, Ministro de Estado francés, descendió del tren oficial mientras el Ministro de Asuntos Exteriores alemán, Von Papen, se adelantaba para estrecharle la mano. La banda tocó el Deustchland uber Alles. El himno de la monarquía, con cuyas notas tantos jóvenes habían marchado hacia la muerte durante la anterior guerra. Von Papen pensó que las solemnes notas del viejo himno recordarían a su visitante francés que la fuerza de Alemania no estaba en una cancioncilla revolucionaria sino en la tradición y el valor de sus soldados. El ministro sabía que aunque el Mariscal Pétain había cesado al Almirante Darlan como Primer ministro, nombrando en su lugar al proalemán Pierre Laval, había conseguido imponer a Lucien Romier como Ministro de Estado. Romier, antiguo periodista, hacía gala de hostilidad hacia el enemigo sempiterno de Francia, Alemania, y aconsejaba a Pétain mantener una postura de estricta neutralidad.

Tras los saludos de rigor la delegación francesa subió a los coches que los llevarían a sus aposentos en la embajada francesa. Romier había declinado el ofrecimiento del palacio Bellevue prefiriendo alojarse en ese trocito de Francia trasplantado a Berlín. Von Papen pensó que esos gestos de orgullo mostraban en realidad la debilidad de la posición francesa ¿Romier no quería dormir en un palacio alemán? Igual daba, mientras bailase al son de la música berlinesa.

Von Papen se dirigió al Ministerio para preparar la conferencia que se iba a celebrar por la tarde. No necesitó ningún documento, porque los problemas de Extremo Oriente le preocupaban cada día más.

En Asia el problema era Japón. El País del Sol Naciente había experimentado durante el siglo anterior una transición acelerada de la Edad Media a la industrialización. En su afán imitador habían copiado no solo los métodos productivos y militares occidentales, sino hasta sus ropas. A Von Papen le costaba retener la sonrisa cada vez que veía al embajador japonés. El hombrecillo parecía una figura de vodevil, enfundado en un frac y tocado con una chistera que había pasado de moda en Europa hacía veinte años.

Pero Von Papen intentaba no dejarse engañar. Porque Japón había adoptado las máquinas, los fusiles o la moda occidental, pero no el alma de la cultura europea. La política japonesa seguía siendo feudal, solo que había sustituido al Shogun y los daimios por una camarilla de militares e industriales con la extravagante idea que Nipón necesitaba masacrar a millares de chinos para agradar a su divino emperador. Si por lo menos lo hubiesen hecho bien. Pero tras provocar una guerra con China, ni siquiera habían conseguido vencer a una nación atrapada en la corrupción y la anarquía. Su ejército llevaba años peleando en China, y siempre prometía la victoria para el año que viene.

Ahora a esa camarilla de incompetentes le había dado por creer que sus problemas en China eran culpa de los demás. Von Papen no podía entender el retorcido razonamiento que llevaba a los japoneses a creer que atacando a más vecinos sus problemas se resolverían. Si dependiese de él, los sentaría en un aula y les haría escribir cien veces “si Japón no puede con China sola, menos podrá contra China y sus aliados”. Ls rusos lo habían demostrado con el soberano repaso que les habían dado a los nipones en Manchuria un par de años antes.

Pero en Tokio entendieron la lección de Manchuria al revés y ahora pensaban que la culpa de que su ofensiva en China estuviese empantanada era de los pocos cañones que los americanos estaban vendiendo a los chinos. Von Papen hubiese enviado a las Kuriles a todos esos generalotes incompetentes que pensaban que las guerras se ganaban con poemas inspiradores y ataques frontales, y los hubiese sustituido por algún marisca alemán. Y hubiese dejado que los americanos vendiesen a los chinos unas pocas armas anticuadas que ni siquiera sabían manejar. Todo antes que molestar a los americanos.

Porque Von Papen cada vez estaba más convencido de que el peor enemigo de Alemania no era el pasmarote de Churchill, cuyos patéticos ejércitos solo servían para proporcionar victorias a Alemania, sino Roosevelt. Ese tullido odiaba a Alemania y su principal objetivo era derribarla. Sus maquinaciones habían estado detrás de la crisis yugoslava, y alentaba a Churchill a resistir, regalándole todas esas armas que la industria inglesa no podía fabricar. Pero eso no bastaría para salvar a Gran Bretaña, y Roosevelt quería que hubiese guerra. Pero los votantes norteamericanos preferían su Bourbon, sus clubs de Jazz y sus lavadoras eléctricas al barro de las trincheras. Por eso Roosevelt buscaba crear algún incidente. No solo sus entregas de armamento eran un acto hostil que hubiese justificado una declaración de guerra, sino que su marina cada vez era más agresiva escoltando a los mercantes ingleses que navegaban hacia Inglaterra cargados de armamento. Había sido preciso dar órdenes terminantes a Doenitz para evitar incidentes, pero eso estaba haciendo mucho más difícil la vida a los submarinistas alemanes. Pero Von Papen sabía que uno de los principales objetivos de la diplomacia alemana tenía que ser evitar un enfrentamiento con los norteamericanos. Por lo menos, por ahora. Algunos alemanes despreciaban a los amis, como decían. Pensaban que eran malos soldados y que solo sabían fabricar chucherías. Von Papen pensaba que no había nada más atrevido que la ignorancia. Durante la anterior guerra las fábricas norteamericanas se habían puesto a fabricar aviones y tanques de un día para otro, y sus soldados resultaron tan valientes como los que más. Además la capacidad industrial estadounidense era por lo menso el triple que la alemana, y tenían todas las materias primas que pudiesen soñar. Mejor era no dar pretextos a Roosevelt. Nada de telegramas Zimmerman.

Pero esos inútiles japoneses se estaban prestando al juego de Roosevelt. Japón dependía de Norteamérica en todo: de ahí obtenía su petróleo y sus materias primas, los créditos para comprarlas y los barcos para transportarlas. Lo sensato hubiese sido tratar a los americanos con pinzas, pero habían preferido los trompazos. Las tropelías en China estaban enfadando cada vez más a los estadounidenses, que se creían custodios de los pueblos amenazados por los imperialistas, siempre que esos imperialistas no fuesen anglosajones, claro. Luego los nipones metieron la bota en Indochina, olvidando el romance entre franceses y americanos que databa de su Guerra de Independencia. Que más quería Roosevelt. Con esos pretextos que tan amablemente le habían suministrado desde Tokio se dedicó a asfixiar la economía japonesa, cortando el crédito, inmovilizando los activos financieros, prohibiendo la importación de materias primas y, finalmente, de petróleo. Los orgullosos nipones habían respondido con bravuconadas y amenazas, y Von Papen se temía que hiciesen alguna tontería que les llevase a la guerra.

La visita del ministro francés serviría para matar a dos pájaros de un tiro.
Última edición por Domper el Vie Abr 18, 2014 3:09 pm, editado 4 veces en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Lun Abr 14, 2014 7:26 pm

La ratonera

28 de Abril de 1941

— No esperaba verle tan pronto, Mayor. — el general Schellenberg recibía al Mayor Nebe — ¿Tan pronto ha conseguido atrapar a nuestra rata? — Schellenberg había ordenado a Nebe buscar la filtración por la que los secretos alemanes llegaban a la URSS.

— Lamento tener que decirle que ni la Kripo es tan eficaz. Usted conoce el trabajo de contraespionaje mejor que yo, y sabe lo tedioso que es: mil y una comprobaciones, vigilancias… todo lleva tiempo.

Schellenberg se disgustó. Estaba muy ocupado, especialmente con los franceses en Berlín, y Nebe le había pedido una cita urgente. Ahora resultaba que no había atrapado a nadie. Pero Schellenberg usaba su encanto como arma, por lo que puso su mejor cara y le preguntó a Nebe —: Aunque no haya pillado al espía, supongo que me habrá interrumpido con algún motivo.

— Desde luego, general. Aun no sabemos quien es el traidor, pero lo atraparemos. Pero sabemos en que departamento se encuentra. No ha sido difícil. Simplemente, hemos revisado las intercepciones de tráfico radial del Ejército Rojo.

— ¿Intercepciones radiales? Que recuerde no hemos roto la cifra soviética, y aunque lo hubiésemos conseguido, dudo mucho que envíen sus planes por radio, lo normal es que lo hagan por teléfono.

— Desde luego, general. La radio solo la usan los ejércitos cuando no hay otro medio de comunicación, especialmente en el caso de un ejército tan paranoico como el ruso, en el que hasta tu mejor amigo puede ser un soplón de la policía secreta. Pero en nuestra investigación no estábamos tan interesados en lo que se decían, sino cuando o como. Supuse que nuestra rata tiene acceso a información de máxima calidad, y un canal seguro para transmitir sus mensajes a Moscú. También supuse que Moscú confía en lo que el traidor les dice, porque ha comprobado varias veces que es verdad. Por ello cuando recibe la información, actúa en consecuencia, emitiendo unas órdenes destinadas a sus ejércitos. Nosotros no podemos interceptar esas órdenes, ni siquiera saber cuando se envían, porque no tenemos acceso al sistema interno de comunicaciones ruso. Pero tenemos acceso a sus efectos. Cuando un general recibe una orden de Moscú la transmite a sus subordinados, y estos a las unidades. Las unidades actúan a su vez, y se trasladan o modifican su despliegue. Entonces, antes o después, utilizan la radio. Lo que he hecho es confeccionar un archivo con el número de mensajes enviados en cada zona y otro con los operadores de radio, ya sabe que cada uno tiene su particular estilo al teclear, su “firma”, que a veces podemos reconocer. También podemos analizar los mensajes entre aviones y sus aeródromos, o los mensajes de las unidades militares cuando efectúan maniobras.

— Un trabajo tedioso, pero no demasiado original. Creo que los espías de César ya usaban métodos parecidos. — respondió un tanto burlonamente Schallenberg.

Nebe no ser inmutó y siguió —: También supuse que el espía no tiene acceso a todos nuestros secretos sino solo a parte, y los soviéticos deducen lo demás a partir de la información fragmentaria que han robado. Cuanto más alejada esté la deducción de la fuente original, más tardía y menos precisa será la respuesta. Por ejemplo, si el espía estuviese infiltrado en un grupo de minadores en el Báltico, enviaría la disposición de nuestros campos minados y de algunos de nuestros buques. Por ello los primeros movimientos se producirían en las fuerzas de dragaminas, luego en el resto de la flota del Báltico. También podrían deducir los posibles movimientos de tropas, por lo que luego serían las unidades de defensa costera las que reaccionarían, pero probablemente sus movimientos fuesen más errados. Y así sucesivamente.

— Eso es lógico — dijo Schallenberg —. Supongo que se les habrá ocurrido hasta a los de la Gestapo.

— Creo que no ha sido así. La Gestapo como investiga es dando palizas a sospechosos a ver si alguno habla. Con su licencia me puse en contacto con el Mayor Gehlen, de la inteligencia del Ejército, que me conformó lo mismo, que habían detectado movimientos rusos en respuesta a los nuestros, pero que la Gestapo no se había interesado especialmente en ellos.

— Ese Müller es un incompetente. Siga, Nebe.

— Pues bien, luego filtré los movimientos soviéticos que habíamos detectado según la demora con la que respondían a nuestros propios movimientos, y según el grado de error. Y la respuesta es clara: el topo soviético está infiltrado en el Estado Mayor de la Luftwaffe. Por si teníamos alguna duda, hemos detectado el aumento de las transmisiones radiales en Transcaucasia como respuesta a los planes para el envío de aviones a Irak, planes que no han llegado todavía a las unidades sino que solo están siendo estudiados en el Estado Mayor. Por tanto, le recomendaría que…

Nebe se quedó de piedra al ver como Schellenberg se levantaba como movido por un resorte, se le acercaba y le felicitaba efusivamente – Mayor Nebe, esto es más de lo que esperaba de usted.

— Gracias, general, pero solo es mi deber. Pero me iba a atrever a recomendarle que tengan mucha cautela con la información que se envíe a la Luftwaffe hasta que atrapemos a la rata.

— Mi querido mayor, me parece que usted no ha entendido la trascendencia de lo que ha encontrado. Mire, no me importa demasiado saber quien es el traidor. Bueno, sí que me importa, y me gustará verlo en la guillotina, pero a su debido momento. Lo realmente importante es que ahora disponemos de un canal de comunicación directo con Moscú. Nebe, esto es importantísimo: necesito que mantenga la máxima reserva. No escriba informes ni a mano, y ni se le ocurra pasárselos a los mecanógrafos. No lo hable ni con su esposa y menos con su amante, si la tiene. Suspenda por ahora todas las investigaciones en la Luftwaffe. Más aun, hablaré por Gehlen, porque deseo que los dos pasen a sus subordinados datos falsos que apunten a otra dirección, donde se pondrán a buscar en todos los rincones. Por ejemplo, en la Organización Todt. Si allí encuentran algún ratoncillo, mejor que mejor. Porque es de vital importancia que Moscú no sospeche que disponemos de este especial canal de comunicaciones.
Última edición por Domper el Mar Abr 15, 2014 12:32 am, editado 2 veces en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Lun Abr 14, 2014 7:27 pm

Los extremos

30 de Abril de 1941

¿Sería una trampa? pensaba mientras intentaba orientarse en el laberinto de tenderetes que llenaban las callejuelas de la Ciudad Vieja de Sidón. Vestido con ropas árabes y gracias a su conocimiento del idioma Avraham Stern pensaba que podría pasar desapercibido, aunque sabía que un interrogatorio a fondo le descubriría. Pero Avraham pensaba que si alguien quería hacerlo desaparecer no necesitaba tomarse tantas molestias, hubiese bastado con denunciarlo a los perros de los ingleses.

Unos días antes un confidente le había llevado un mensaje a su piso franco de Tel Aviv donde el líder del grupo terrorista hebreo Lehi se ocultaba. En el mensaje se pedía al líder del Lehi que acudiese a una cita en Sidón, en el Líbano bajo control francés. Los controles de carretera británicos dificultaban los movimientos, por lo que Avraham Stern tuvo que viajar hasta Acre en tren, escondido en un vagón de ganado. En Acre se había disfrazado de fellagha, es decir, de campesino palestino, y acompañado de un guía había recorrido los cerros de Galilea hasta cruzar al Líbano, Aunque había oído que los franceses querían invadir Palestina, en todo su viaje no vio a ningún soldado. Una vez en el Líbano Stern subió a otro tren que le llevó hasta Sidón. El viaje, las viejas ropas y la compañía de los corderos hacían que Stern hediese, pero eso le ayudaba a evitar a los comerciantes del zoco, que pe pedían a gritos que dejase de molestar y volviese con su rebaño.

Finalmente encontró el lugar de la cita. Tras llamar la puerta se abrió y una voz le pidió que entrase en árabe pero con fuerte acento centroeuropeo. Stern fue conducido a una pequeña estancia, a la que le precedieron los efluvios que emanaban de su persona. Una voz dijo:

— Por Dios, esperaba verle llegar disfrazado, pero todo tiene un límite.

— Si no le gustan los aromas tendría que haberse quedado en Berlín — Stern había nacido en Polonia cuando era parte del Imperio Alemán y reconoció el acento —. Las exquisiteces son para la Kudam y no para las medinas árabes ¿Me equivoco al pensar que es alemán, señor…?

— Puede llamarme Lothar, si lo desea. Mire, señor ¿Yair creo que le llaman? — Yair era el apodo de Stern.

— Si quiere puede llamarme Yair — repuso Stern.

— Mire, Yair, ni usted ni yo somos árabes, y creo que se sentirá más cómodo hablando en otra lengua. Creo que usted entiende un poco de alemán.

— Un poco — como a todos los niños polacos en su pueblo se le había obligado a estudiar alemán en la escuela.

— Pues en alemán. Yair creo que quiere decir algo así como sabiduría divina ¿es así? — Stern asintió —. Pues bien, señor Yair. En Berlín su mensaje ha creado verdadera curiosidad ¿Qué querrá un terrorista judío del régimen nazi — el tal Lothar subrayó las palabras judío y nazi.

— Tenemos el mismo enemigo, los ingleses.

— ¿Está usted seguro? — preguntó Lothar — Las enseñanzas de nuestro perdido líder decían algo diferente, o al menos eso deben pensar sus correligionarios. Porque según hemos sabido las oficinas de reclutamiento en Palestina están desbordadas de solicitudes, como si todos los judíos palestinos quisiesen luchar contra nosotros.

— ¿Qué esperaba? Palestina está llena de judíos alemanes que ustedes expulsaron de su país. Habían encontrado su país y ahora ven a sus tanques amenazándolo. Señor Hans, los judíos de Israel no son como esos inofensivos rabinos que ustedes apalean en Kassel, sino hombres decididos a morir por la Tierra Prometida.

— Señor Yair, ni usted ni yo hemos venido a perder el tiempo discutiendo. Si desea un buen debate le recomiendo que vaya a alguna de sus Yeshiváh para comentar el Talmud. Pero si usted ha corrido el riesgo de venir aquí será por algo más.

— Ya se lo dije, tenemos el mismo enemigo.

— Y lo le repito lo mismo — dice Lothar —. Parece que sus judíos de Palestina han decidido que Alemania es su enemiga a pesar de la mano que les tiende el Statthalter Goering. No, no proteste y escuche. Usted debería saber que ha cesado la persecución religiosa en Alemania, y a los judíos se les permite volver a sus ocupaciones si prestan un juramento de fidelidad al Statthalter y a Alemania y si abjuran de las ideas desviadas. Fíjese que he dicho ideas desviadas y no judaicas. A os hebreos en Alemania se les permite mantener su religión en Alemania siempre que no hagan ostentación de ello y siempre que no vuelvan a las ideologías proscritas. Usted sabe que el bolchevismo mundial se ha alimentado de la sangre judía. No de sus amigos de Palestina ¿o de Israel, como dicen ustedes? Sé que los judíos que han emigrado a Palestina son en su mayoría son personas religiosas que creen que son el Pueblo Elegido. Bien, al Statthalter le importa un ardite si ustedes se creen el pueblo elegido o no, si prefiesen descansar el sábado o el martes, o si sus curiosos gorritos tienen que ser de punto o de calceta.

— Si va a insultarme me iré.

— Como usted quiera. Ahí tiene la puerta. Pero solo quiero que escuche este mensaje. El Statthalter Goering cree que los judíos alemanes en Palestina son hijos desviados de la Patria, y les ofrece su perdón. Serán libres e volver si lo desean a sus casas, o si lo prefieren, podrán permanecer en Palestina, donde serán la herramienta civilizadora que extienda la cultura alemana a los pueblos atrasados de Oriente. Pero ese perdón se lo tendrán que ganar. El Statthalter no les pide que se rebelen contra los británicos porque sabe que atraería contra ustedes la venganza inglesa, y no quiere que mujeres y niños procedentes de la tierra alemana paguen con sus vidas. Pero a cambio les exige que abandonen cualquier tipo de colaboración con los ingleses. Cualquier judío que sea capturado con uniforme inglés será considerado un delincuente. Cualquier judío alemán o que haya nacido en lo que haya sido suelo alemán — Stern entendió a quien se refería — que sea capturado con uniforme inglés será considerado un traidor, será ejecutado y su familia expulsada de su hogar. Cualquier judío capturado sin uniforme será considerado un traidor, sea cual sea su origen, y sufrirá el mismo castigo.

Stern preguntó — A cambio ¿permitirán la libre inmigración de judíos si conquistan Palestina?

Lothar repuso — Eso dependerá del comportamiento de sus judíos. Alemania será agradecida con los pueblos de su misma sangre que le ayuden en su lucha final. Pero la ira alemana caerá contar los traidores, y será terrible.

— ¿Y los árabes?

— Ah, los árabes. Yo preferiría que ellos y ustedes llegasen a algún acuerdo. Si no es posible, Alemania protegerá a los hebreos que presten juramento de fidelidad. Pero no malinterprete la oferta, no les dará carta blanca para expulsar a pobres campesinos de sus tierras ancestrales tras pagarle seis dólares a un terrateniente rico de Beirut. Si quieren tierras tendrán que comprarlas por un precio justo que pagarán a los que las ocupen, no a los que enseñen un ajado título otomano.

— ¡Esas tierras son de Israel! — exclama Stern.

— Esas tierras serán de quien las pueda conservar. Se lo he dicho, su pueblo tiene una oferta. Puede aceptarla o no. Lo que ocurra después no será responsabilidad de Alemania sino de ustedes.
Última edición por Domper el Mar Abr 15, 2014 12:49 am, editado 3 veces en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Lun Abr 14, 2014 7:28 pm

Cabaret

1 de Mayo de 1941

Von Papen estaba satisfecho tras el acuerdo preliminar conseguido con Romier, según el cual Francia y Alemania estrecharían su cooperación militar, y a cambio Alemania intercedería entre Francia y Japón. Ahora quedaba un problema espinoso: ofrecer a los japoneses algo que los mantuviese tranquilos mientras acababan con los ingleses. Eso podía resultar aun más difícil, porque los nipones eran tan amantes del protocolo que incluso hablar del tiempo requería una ceremonial que hasta al Papa le parecería excesivo.

Von Papen decidió que los canales informales permitirían calmar a los endiosados japoneses. Y nuevo le correspondió a Dincklage tener una charla con el agregado japonés.

Von Dincklage encomendó a un amigo común, del que sabía que realmente estaba a sueldo de los japoneses, que arreglase una cita con Uchida. El japonés era amigo de las francachelas, al parecer era la forma de desahogarse de las rígidas normas de conducta propias de su país. Dincklage invitó a Uchida a una cena en un reservado de la cervecería Zum Nussbaum.

Uchida, contrariamente a otras ocasiones, tenía una actitud reservada. Apensa había dado un par de sorbos a su jarra de cerveza mientras picoteaba del plato de salchichas, cuando otras veces a esas alturas habría dado buena cuenta de varias jarras. Dincklage le preguntó lo que pasaba:

— No me gusta nada verte tan serio ¿Está bien tu familia? ¿algún asunto personal que no pueda resolver una jarra de cerveza?

— Amigo mío — dijo Uchida — afortunadamente mi familia está bien. Lo que me entristece es la ruptura de la amistad entre mi pueblo y el tuyo.

— ¿Ruptura de la amistad? — se extrañó Dincklage — La amistad entre Alemania y Japón es pilar de la política de mi patria.

— Siento tener que decir que tu país no está dando muestras de ello. Me han dicho que los franceses van presumiendo del apoyo alemán. Incluso dijeron, fíjate, que Alemania prefiere a los blancos frente a los monos amarillos.

— Por favor, amigo mío, te aseguro que jamás he escuchado nada así en el Ministerio ¿cómo puedes creer lo que digan los franceses? Son ladinos por naturaleza y nada les haría más felices que romper la amistad de Alemania con sus pueblos hermanos.

— Tal vez no dijesen eso — contestó Uchida —. Pero el hecho es que Alemania va a apoyar a Francia.

— Pues claro. Alemania es aliada de Francia y está a su lado en el conflicto que la enfrenta con Tailandia. Porque Francia no tiene ningún asunto con vosotros ¿no es así? Os han permitido desplegar vuestro ejército en su lucha contra los chinos.

— El rey de Tailandia es aliado y amigo del Emperador — Uchida pronunció la palabra solemnemente.

— Desde luego, y está bien que Japón defienda a sus amigos, pero ¿no somos nosotros más amigos todavía?

— Alemania no lo está demostrando.

— Mira, amigo mío, entiendo tu resquemor, pero tengo una propuesta que creo que os interesará. Según me parece a mi vuestro problema no es ni Indochina ni Siam, sino que os faltan recursos. Recursos que en Indochina apenas hay, pero que sobran en las Indias Orientales Holandesas. Petróleo, caucho, bauxita, todo lo que Japón quiera está en esas islas.

Uchida no se esperaba el giro de la conversación y trató de ganar tiempo —. Pero esas islas no son alemanas sino que siguen en manos holandesas.

— Desde luego. Pero ¿qué razón de ser tiene Holanda? Los neerlandeses son germánicos y su lengua es una corrupción del Alto Alemán. Holanda solo ha sobrevivido porque a Inglaterra le interesa tener una cuña metida en Europa. Pero ¿imaginas qué pasaría si Holanda se integrase en el Reich alemán?

— Que las Indias Orientales serían alemanas ¿Qué cambia con eso?

— Mucho, porque Alemania no tiene intereses en el Índico y podría ceder esas colonias a Japón como un protectorado. Así una nación civilizada como la vuestra podría conducirlas a la independencia bajo la tutela de vuestro divino Emperador.

Si Uchida hubiese sido un gato se estaría relamiendo los bigotes — ¿Me quieres decir que Alemania desea que Japón libere a las Indias Orientales de sus ocupantes?

Von Dincklage tenía instrucciones estrictas de evitar desencadenar una acción precipitada japonesa, por lo que respondió.

— Sería lo adecuado pero te pediría un poco de paciencia. En estos momentos a Alemania no le conviene que la guerra se extienda, al menos hasta que no derrote a sus enemigos. El presidente Roosevelt todo lo que quiere es un pretexto para ir a la guerra. Escúchame, si Japón les da ese pretexto a los americanos se encontrará solo frente a ellos, porque Alemania no le apoyará. Os pido que tengáis un poco de paciencia y que consultéis con nosotros antes de cualquier medida agresiva. Porque ¿cuánto tiempo podréis aguantar al ritmo actual? ¿Un año? Mi ministro Von Papen os promete que antes de un año habremos derrotado a los ingleses y os ofrece enviaros petróleo y minerales directamente desde Europa. Si no es así Alemania os apoyará en las medidas que queráis tomar.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Lun Abr 14, 2014 7:28 pm

Ni pies ni cabeza

4 de Mayo de 1941

Goering estaba acostumbrado a las extravagancias de su subordinado, pero esta vez le había sorprendido. Mandó llamar al general Schellenberg y dio órdenes de que los dejasen a solas. Goering saludó al general con un gesto más adusto del habitual, pero le sorprendió la actitud risueña que tenía.

— Walter, explícame que ha pasado. Me ha llamado Ritter von Greim hecho una furia. Dice que ha recibido una orden absurda del OKW y, al comprobarla, vio que eran órdenes mías. Yo no he firmado nada, y solo a ti se te ocurriría suplantar mi firma ¿Qué estás haciendo?

— ¿Se trataba de lo de la insurrección en Ucrania?

— O sea que lo sabías — dice Goering, que empezaba a enfadarse.

— Pues claro que sí. Es cosa mía. ¿Te acuerdas que el otro día te dije que iba a iniciar una ofensiva secreta contra nuestros enemigos? ¿Y que no te extrañases por lo que pudiese pasar?

— Sí, justo antes de la excursión de caza. Pero ¿eso te daba derecho a dar órdenes en mi nombre? ¿Tendrás la cortesía de explicarme lo que estás haciendo en mi Alemania? ¿Y eso de Ucrania? ¿Es que va a haber una insurrección y no me has dicho nada?

— Todavía no sé si habrá insurrección, pero hago lo que puedo — dijo Schellenberg.

A Goering le estaba cansando el tono burlón — Walter, explícate, o saldrás de aquí para fumar tu último cigarrillo.

— Es muy sencillo. Voy a intentar destruir la URSS.

— ¿QUÉ?

— Eso, que estaba pensando en jugar un poco con la radio ¿te acuerdas de cómo picaron los ingleses con lo de Canarias y Alejandría? Pues se trata del mismo juego pero jugado de otra forma. Desde hace algún tiempo sospechaba que Stalin tenía algún agente infiltrado en algún puesto elevado.

— Por eso la Gestapo estuvo removiendo ayer el Ministerio de Armamentos. Müller me ha dicho que ha atrapado a un par de traidores.

— ¿Había también espías en Armamentos? Este Todt está cada día más despistado. Mira, Hermann — siguió Schellenberg —, al sospechar que teníamos algún espía puse al jefe de la Kripo, el Mayor Nebe, a investigar un poco. Ese Nebe ha resultado ser un tipo de lo más eficaz al que habrá que tener en cuenta. Nebe en lugar de empezar a mirar historiales, antecedentes policiales y todo eso, lo que hizo fue analizar el patrón de movimientos soviéticos como respuesta a nuestros propios movimientos, y descubrió que el espía estaba en el Estado Mayor de la Luftwaffe.

Goering enrojeció — ¿Es cierto o se trata de otro de tus jueguecitos?

— Tan cierto como que me llamo Walter — repuso Schellenberg —. No te preocupes que no voy a dejar que Müller meta la zarpa en la Luftwaffe. Lo envié al Ministerio de Armamentos para despistar. Porque si no alertamos al espía, aunque no sepamos quien es, tenemos un medio realmente interesante de influir en la mente de nuestro querido tío José. El Padrecito no es famoso ni por ser confiado ni por su amabilidad, y pensé ¿Y si le doy algo en lo qué pensar? Si yo fuese Stalin, a lo que más temería sería a una rebelión militar. Por eso descabezó el ejército hace unos años.

— Tu antiguo jefe Heydrich tuvo que ver en eso.

— Sí, y el bueno de Benes nos hizo el favor de pasarle los papeles que había “encontrado” directamente a Stalin. Pensaba que al delatar una conspiración militar proalemana le hacía un favor a su Checoslovaquia. El pobre no sabía que esa conspiración era fruto de la mente de Heydrich y algunos más. Pensé que podríamos intentar repetir la jugada, y que la conspiración ideal podría ser una de nacionalistas ucranianos, que hubiesen infiltrado al ejército ruso y que implicase a miembros del Politburó.

— Sigue — dijo Goering, que empezaba a mostrar una sonrisa aviesa.

— Lo malo es que no podíamos colarle a Stalin otro documento falsificado. El tío José es paranoico pero de tonto no tiene un pelo. Lo mejor sería dejarle que lo descubriese él solito. Por eso pergeñé unos planes según los cuales nuestro ejército en Polonia y la Luftwaffe se iban a preparar para apoyar al bando ucraniano en una guerra civil. El ejército tiene que empezar a hacer maniobras, y envié a la Luftwaffe planes detallados de cooperación con fuerzas insurrectas, reconocimiento, enlaces, etcétera. También ordené misiones de lanzamiento de agentes en Ucrania. La idea es que el topo se alarme y envíe un mensaje a Moscú. DE paso, como media Polonia informa a los aliados, los campesinos perderán el culo corriendo a decir a los rusos que los alemanes hacen maniobras con tanques con banderas rusas zaristas. También he enviado en tu nombre un mensaje a nuestras embajadas en países aliados y neutrales informándoles de lo mismo.

— Muy bien, puede ser muy divertido pero ¿tenías que hacerlo a escondidas?

— Esa era la gracia. Perdona, Hermann, pero en esto no me fío ni de mi propia sombra. Todos los planes los he hecho por las tardes y por las noches, ayudado por unos pocos amigos de la infancia. No me atrevía a informarte porque algún ayudante puede estar a sueldo de los ingleses o de los rusos, y tú estabas de caza. Si iba a Karinhall podría llamar la atención. He preferido que parezca que todo es una iniciativa personal. Así podías desautorizarme y destituirme si el asunto no salía bien. Pero me parece que ha salido bien. Me han informado que en la Región Militar de Kiev las radios rusas han dejado casi de golpe de emitir. Sus aviones no vuelan, y parece que están acuartelando las tropas. Ahora voy a intentar poner un poco más nervioso a nuestro amigo Stalin ¿Me autorizas a usar un par de aviones?
Última edición por Domper el Mar Abr 15, 2014 12:49 am, editado 2 veces en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Lun Abr 14, 2014 7:28 pm

Cielo nocturno

6 de Mayo de 1941

El Feldwebel Karl Strobl no hubiese disfrutado del viaje, porque odiaba volar. Además el Dorrnier Do 217 A-0 en el que efectuaba su viaje tampoco era un transporte de lujo. El Dornier Do 217 era el más reciente bombardero pesado de la Lufwaffe, y la versión A-0 era una versión experimental de fuselaje estrecho diseñada para el reconocimiento de largo radio de acción. A las incomodidades del vuelo nocturno, del frío y del ruido se unía lo apretado del espacio en que se encontraba. Pero el Feldwebel Karl Strobl no iba a protestar. Porque estaba muerto.

Al suboficial le hubiese gustado un servicio militar sin demasiados sobresaltos. Alguna misión de vigilancia por aquí, alguna requisa por allá, buena compañía, mejor comida y alguna juerga de vez en cuando. Cuando al Feldwebel le dijeron que había sido destinado a intendencia pensó que le sonreían los cielos. Cuando llegó al depósito militar de Brünn y vio las hileras de salchichones colgando ordenadamente pensó que estaba en el cielo. A ese cielo al que le envió el peldaño roto de la escalera.

Poco después de producirse el accidente dos militares, que se presentaron como miembros del Estado Mayor, exigieron ver el informe, que describía como Strobl había fallecido instantáneamente al romperse el cuello. Los dos oficiales parecieron alegrarse al leer la descripción de las lesiones, y exigieron que se les entregase el cuerpo del fallecido. Con la ayuda de una carretilla lo llevaron a una camioneta y se dirigieron al aeródromo cercano. Allí entraron en un hangar, donde estaba el Do 217 pintado de negro.

Los dos militares bajaron el cadáver y le despojaron del uniforme, sustituyéndolo por un traje mal cortado. Le introdujeron en los bolsillos un cartera con documentos, unos cuantos billetes manoseados, un plano y un cuadernillo de claves. Luego le colocaron un paracaídas, y uno de los militares lo desenredó parcialmente, envolviendo el cuerpo con él. Finalmente ordenaron a la dotación del avión que cargasen los restos del infortunado Strobl en el avión.

El piloto comenzó a protestar, pero uno de los militares mostró una insignia de la Gestapo y les ordenó callar, diciendo —: Por órdenes directas del general Schellenberg su misión va a ser modificada. Ustedes tenían que lanzar a tres agentes en paracaídas en los alrededores de Kiev, pero en lugar de los agentes a quien lanzarán es a nuestro amigo. También deben lanzar esto — les mostró varios paquetes bien protegidos, y unos paracaídas de color verde desplegados y con los arneses vacíos

—. Cumplan con su misión y callen la boca — dijo el que se había identificado como oficial de la Gestapo —. Ustedes nunca nos han visto, nunca han visto este bulto, y no dirán a nadie lo que han hecho esta noche. Por su bien.

El Do 217A despegó al atardecer y se dirigió hacia el Este. El avión había sido desprovisto de las cámaras de observación y de su armamento defensivo, lo que le permitía mayor autonomía y velocidad que no sería necesaria, pues a donde iba no había cazas nocturnos. Tres horas después divisaron las luces de una ciudad que parecía extensa, aunque solo estaba iluminada con luces mortecinas. El piloto buscó hasta encontrar el punto deseado: una gran pradera algo al sur de la ciudad, y abrió la compuerta de bombas. Un ayudante lanzó primero el cadáver de Strobl, luego varios bultos que contenían una radio y diverso armamento. Finalmente lanzó varios paracaídas desplegados y con el arnés suelto, rezando para que no se enredaran en la cola. Una vez cumplida esa parte de la misión, sobrevoló varias veces el arrabal al Sur de la ciudad, hasta que se encendieron algunas luces. Entonces dio por concluida su misión y se dirigió hacia el Oeste.

A la mañana siguiente uno de los paracaídas aparecería colgado de un poste de teléfonos cerca de Novosilky, un pequeño arrabal de Kiev. La milicia emprendió entonces una amplia operación de búsqueda hasta localizar el cadáver de Strobl y la radio. También encontraron otros paracaídas abandonados, por lo que la búsqueda se intensificó aun más.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 15, 2014 3:05 pm

Esto va tomando cuerpo. :D

Bien, bien.

A ver que viene a continuación, pero de seguro que será algo sonado.

Saludos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 15, 2014 8:10 pm

Desde hace poco estoy leyendo el relato, y aún voy por los primeros capítulos, pero me está gustando mucho.

No sé cuánto le queda, y si te daría para escribirlo y publicarlo en forma de novela, ¿te lo has planteado Domper?
Es complicado, pero personalmente es uno de los proyectos que tengo para hacer en un futuro (aunque no me haya planteado aún ni siquiera el título).

Un saludo.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Abr 15, 2014 10:27 pm

Ahora publicar una novela es sencillísimo... vía edición digital: Amazon, Casa del Libro o alguna de esas.

Antes le tendría que dar un buen pulido. Una cosa es publicar algo en un foro de compañeros que ya conocen lo que pasó en la realidad (haz búsquedas con lso personajes, los nobres de los barcos o las fechas y verás), otra cosa para un público más generalista.

Primero tendría que acabarla, y aun queda bastante.

Saludos
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