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Historias, relatos... escritos por los usuarios del foro
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El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 3:52 pm

Tras muchos meses de casi total ausencia vuelvo con vosotros.

Los que hayáis tenido la paciencia de leer mis mensajes sabréis que si un tema me fascina es el “Y si”, el “What if” de los anglosajones. La Segunda Guerra Mundial dependió de tantas decisiones, buenas o malas, tomadas en los años treinta o principios de los cuarenta, que es el campo ideal para los aficionados a las ucronías.

Tenía (y tengo) en curso un hilo de historia alternativa, que suponía una Royal Navy diferente, cuando el compañero forista Eriol me presentó una propuesta para un hilo común, que se basase en la llamada “Estrategia periférica”, es decir, en una campaña mediterránea y naval para derrotar a Inglaterra. Empecé a desarrollar la historia, y esta creció sola. En estos momentos ocupa ya más de 100 páginas y aun no se acerca al final.

Son ya tantas páginas que no sé si puede tener algún interés, o es solo una elucubración mental. Creo que ha llegado el momento de iniciar su publicación y ¿qué mejor lugar que el foro donde tantos amigos tengo? Espero leer vuestras críticas.

Un saludo

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 4:03 pm

El visitante

Historia alternativa de la Segunda Guerra Mundial



A esas dos mujeres maravillosas sin las que no sería nada. A mi esposa y a mi hija.


"El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo"

Proverbio chino


"Por la falta de un clavo fue que la herradura se perdió.
Por la falta de una herradura fue que el caballo se perdió.
Por la falta de un caballo fue que el caballero se perdió.
Por la falta de un caballero fue que la batalla se perdió.
Y así como la batalla, fue que un reino se perdió.
Y todo porque fue un clavo el que faltó".

George Herbert


Escoger un camino significa abandonar otros. Si pretendes recorrer todos los caminos posibles acabarás no corriendo ninguno.

Paulo Coelho



Prólogo

¿Y si los persas vencen en Maratón? ¿Y si Julio César pierde la batalla de Munda? ¿Y si el Islam vence en Poitiers? ¿Y si la Armada Invencible desembarca en Inglaterra? ¿Y si Carlos II no es un retrasado mental? ¿Y si Napoleón perece durante el Terror? ¿Y si…?

Cuando el lector curioso se sumerge en un libro de Historia antes o después se encuentra con sucesos relevantes que hubiesen podido ocurrir de una forma u otra. Sucesos que tantas veces no dependen de las acciones de los protagonistas, sino de hechos fortuitos, con repercusiones enormes ¿Y si el invierno ruso de 1812 no se hubiese adelantado y la Grande Armée hubiese vuelto de Moscú con pocas pérdidas? ¿Y el 17 de Junio de 1815 no hubiese llovido tanto, lo que obligó a Napoleón a retrasar su ataque a Wellington en Waterloo? Tantas cosas que pudieron suceder y no sucedieron y que moldearon la Historia y nuestro mundo.

La falta de una “Teoría Científica de la Historia” impide analizar esos sucesos. Podemos suponer lo que le pasará a un barco si sustituimos el acero del casco por papel maché, si el avión no lleva suficiente combustible, o si al enfermo no se le dan antibióticos. Pero no podemos estudiar lo que pudo haber ocurrido si Lenin hubiese perecido en su exilio en Siberia. El efecto de estos cambios resulta tan fascinante que han creado su propio género literario, la Ucronía o Historia Alternativa, en la que los autores imaginan mundos en los que Aníbal conquista Roma o Mahoma se convierte al Cristianismo.

Si ha habido un acontecimiento que ha moldeado los últimos sesenta años de la Historia ha sido la Segunda Guerra Mundial. Las fronteras europeas siguen todavía las líneas que se trazaron sobre los mapas en las conferencias entre los Tres Grandes. Solo en el siglo XXI, tras el hundimiento del imperio soviético, empiezan a difuminarse, que no borrarse por completo, las consecuencias de la guerra.

Lo más asombroso, para cualquier aficionado a la Historia Militar, es la derrota del Eje. Alemania y Japón consiguieron una increíble serie de victorias que las llevaron al confín del mundo. Los aliados necesitaron años de sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor para derrotar a Alemania y Japón. Para los estudiosos, la superioridad demográfica y económica de los aliados, especialmente de Estados Unidos y la URSS, hacían que la victoria del Eje fuese imposible ¿O no? Porque el hecho es que en el verano de 1942 Alemania llegó a Asia, y los barcos japoneses amenazaban Australia ¿Es seguro que la victoria aliada era indefectible?

La mayor parte de las Ucronías que imaginan un triunfo alemán en la Segunda Guerra Mundial parten de un momento crítico: el verano de 1940. Cuando Inglaterra decidió resistir a los alemanes, cuando estos fracasaron en la Batalla de Inglaterra, y cuando Hitler decidió atacar a Rusia sin destruir antes a Inglaterra. La “mejor hora” de Churchill fue realmente la mejor hora del Tercer Reich, tras haber aniquilado a sus enemigos, cuando Inglaterra estaba casi indefensa, y cuando Estados Unidos y la URSS permanecían neutrales. Para Alemania se abría un mundo de oportunidades, y probablemente se escogió la peor.

La peor para Alemania o la mejor para el mundo. Porque no podemos olvidar que la Alemania hitleriana fue un régimen demoníaco que utilizó los medios que el desarrollo científico e industrial ponía a su disposición para el asesinato masivo. Asesinato no solo de opositores, no solo de enemigos, sino de seres humanos sólo por existir. NO me engaño, el Holocausto no fue ni el primer ni el único genocidio, y el terrible siglo XX ha conseguido superar incluso la aterradora cifra de víctimas de la Alemania nazi. Pero entre todos esos horrores el alemán destaca por haber sido la única vez que un estado moderno creó una organización dedicada exclusivamente al exterminio de sus semejantes.

Por ello cualquier ucronía que implique el triunfo de Alemanai me parece repugnante. No puedo olvidar que tras esos bonitos aviones, esos arrolladores panzer o esos fascinantes uniformes se esconde la degradación de Treblinka o Sobibor.

La única forma en que puedo imaginar una Alemania victoriosa pasa por un vuelco del régimen, en el que un pequeño clavo, esa mariposa aleteando en París, cambia la Historia del mundo.

Espero que disfrutéis de estas páginas.
Última edición por Domper el Mar Feb 25, 2014 4:20 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 4:16 pm

Capítulo 1. Una visita a París

Un visitante inesperado


París, 26 de Julio de 1940

Es el final de la primavera, y el sol calienta calles vacías. Los parisienses se resisten a disfrutar del día. Los que no huyeron se esconden tras las ventanas de sus casas. A pesar de lo avanzado de la mañana solo una persona está en la calle. Viste de civil, pero el traje se nota que no fue hecho a su medida. Lleva un pequeño maletín y parece ir buscando algo. Finalmente encuentra la puerta que busca y empieza a llamar. Solo tras varios minutos de llamadas insistentes se abre una mirilla.

— ¿Qué desea? –gritan desde dentro.

— ¿Es el domicilio de Monsieur Aubriot? — dice en francés con fuerte acento alemán.

— Yo no hablo con boches. Váyase.

El visitante no se arredra —Mire, puede hablar conmigo, o con la Gestapo.

— Diga lo que tenga que decir — le gritan desde dentro.

— Preferiría no hablar en la puerta. Ya sabe, las paredes oyen

— Pase dentro, diga lo que quiera, y lárguese.

El francés es un hombre en la treintena, pero prematuramente envejecido. Arrastra la pierna izquierda y ha perdido dos dedos de la mano.

— Monsieur Aubriot, usted trabaja en la Ópera de París desde 1933 ¿no es así?

— Sí, trabajo en la Ópera ¿ahora es un crimen antialeman? —responde altaneramente Aubriot.

— Tranquilícese, por favor. Mire, Monsieur Aubriot, he estado hojeando su expediente. La Gendarmerie tuvo la deferencia de cederme sus archivos.

— Gendarmes, fascistas, nazis… poco se llevan — responde Aubriot.

—Siento disentir con usted — responde el visitante misterioso —. Los nazis son mucho peores. Usted no ha estado en Polonia.

Aubriot mira con curiosidad al intruso — No siga, no quiero saber nada de lo que dice. Váyase inmediatamente de mi casa.

El visitante ni se mueve — Espere, no soy un agente provocador de la Gestapo. Mire que le traigo — abre el maletín, que contiene varios cilindros envueltos en papel encerado — ¿Sabe qué es esto?

— ¿Y por qué tendría que saberlo? — contesta Aubriot.

— Como le decía, he estado leyendo su expediente. Pone que usted solicitó una excedencia en 1936, y que no volvió hasta 1938.

— Tenía que cuidar a mi madre.

— ¿Su madre vivía en España? Por favor, seamos serios. Sus padres murieron durante su infancia, y usted no tiene familia. En 1936, tras conseguir la excedencia, viajó a España, supongo que clandestinamente, porque no solicitó pasaporte. Llegó a Albacete y se enroló en el batallón Comunne de Paris de las Brigadas Internacionales. Combatió en las batallas de Brunete y de Belchite, donde fue herido. Tras recuperarse desertó y volvió a Francia, reincorporándose a su puesto en la Ópera. No ha vuelto a relacionarse con sus antiguos camaradas.

— Si usted sabe tanto sobre mi, también sabrá que el hijo de p*** de Marty me acusó de troskista y quiso fusilarme. Pero sigo siendo socialista y no delataré a mis compañeros.

— No vengo a eso — dice el visitante —. Mire, sé algo que tal vez le interese. Hitler va a visitar París.

— ¿Ese fascista quiere reírse de nosotros?

— Usted puede conseguir que se ría. Porque uno de los deseos del Führer es visitar el Teatro de la Ópera. Como buen brigadista, creo que usted sabrá usar esto — el alemán pone sobre la mesa el contenido del maletín: cartuchos de gelinita y dos bombas Laffite.

— ¿Tan cobardes son los alemanes que no saben ni matar a sus piojos?

El alemán no se inmuta tras el insulto —. Mire, le estoy dando la ocasión de vengar a su país. También podría darle el chivatazo a la Gestapo, que enseguida vendría a visitarle.

— También podría ir yo a la Gestapo y delatarle. — Aubriot contesta, pero con poca seguridad.

— ¿Un antifascista? Además ¿qué sabe de mi? Míreme ¿Cuántos alemanes hay como yo? — el visitante se ríe y entreabre su americana, mostrando una pistola automática —. También podría pegarle un tiro ¿Cree que la gendarmería investigaría mucho? Pero también puedo hacer otra cosa. — Le ofrece una de las Laffite —. Aquí tiene un recuerdo para Hitler ¿querrá dárselo de mi parte?
Última edición por Domper el Mar Feb 25, 2014 4:51 pm, editado 2 veces en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 4:20 pm

Suena el teléfono

Berlín, 27 de Junio de 1940. 8:40

Un oficial de las SS sale del edificio de Prinz–Albrechtstrasse y se dirige a un hotel cercano.

— Recepcionista, necesito hablar por teléfono urgentemente.

— Como desee, Sturmbannführer ¿Necesitará un lugar privado?

— Si no le importa. Póngame cuanto antes con la residencia del Ministro de Economía, Carinhall.



— Reichsmarshall, por fin consigo hablar con usted.

Al otro lado de la línea, el número dos del Partido Nazi, el Reichsmarshall Goering, no parece estar de muy buen humor — Espero que tenga buenos motivos para interrumpirme ¿quién es usted?

— Excelencia, soy el Mayor Schellenberg.

— Schellenberg… Ah, sí, el protegido de Heydrich. El que atrapó a aquellos ingleses en Venlo ¿qué desea?

— Mariscal, Hitler ha muerto durante su visita a París.

— ¿Cómo? Espero que no sea otra de sus añagazas.

— Mariscal, escúcheme, por favor. Todavía no sabemos exactamente qué ha pasado, pero mientras el Führer visitaba la Ópera en París se han producido varias explosiones y parte se ha hundido. Han conseguido sacar a Hitler del edificio, pero estaba malherido y ha muerto antes de poder ser atendido.

— Eso tiene que ser un atentado ¿se ha atrapado a los asesinos? — pregunta Goering.

— Todavía no lo sabemos, la escolta de Hitler está sacando gente de sus casas y la fusila en la calle.

— Ahora mismo me dirigiré al Reichstag, soy el sucesor designado…

— Mariscal, le ruego que no me interrumpa. Himmler ha enloquecido, y ha ordenado enviar patrullas mixtas de Gestapo y de SS para tomar el control de los ministerios. Me ha ordenado enviar una columna para detenerle, con el pretexto de protegerle.

— Esa rata…

— Perdone, Mariscal, pero no queda mucho tiempo. He tenido que seguir las órdenes, y la columna ya ha salido. Le sugiero que abandone inmediatamente Carinhall. Le recomendaría que se dirigiese al aeródromo de Tempelhoff donde hay una escuela de paracaidistas. He enviado a la patrulla por Oranineburg, si usted rodea la ciudad por el Berlinerring hacia el Sur podrá llegar al aeródromo antes de una hora. Pero salga inmediatamente, se lo ruego.

— Gracias Mayor. Tendré en cuenta ese gesto.
Última edición por Domper el Mar Feb 25, 2014 4:52 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 4:24 pm

¿Qué está pasando aquí?

Berlín, 27 de Junio de 1940. 16:30

Embajada de España en Berlín. Las calles están desiertas. Se oyen explosiones y disparos a lo lejos. De vez en cuando los aviones sobrevuelan la ciudad. A lo lejos se levantan columnas de humo.

El embajador español, el Almirante Antonio Magaz y Pers, está sentado al lado de la radio junto a oficiales del ejército y la marina. Pero la radio solo emite música de Wagner. De repente se oyen unas sirenas estridentes seguidas de una gran explosión que hace temblar las ventanas.

— Abran esas ventanas antes que salten los cristales y tengamos alguna desgracia. Secretario ¿ha conseguido hablar con el Ministerio de Exteriores?

— Excelencia, por fin he conseguido comunicación telefónica pero se niegan a decirme nada. Dicen que el Ministro es un traidor al partido y que ha sido destituido. Y que los disparos que se oyen son solo policías persiguiendo a traidores.

— Operaciones policiales dicen. No habré oído yo pocos cañonazos en mi vida. — Magaz había luchado en Santiago de Cuba. — Esto es una batalla en toda regla. Rocamora ¿Ha conseguido hablar con sus amigos del Ejército?

— Excelencia, estoy a la espera de noticias, me han dicho que me llamarán en cuanto sepan algo.

— Me sorprende semejante ensalada de tiros tras la derrota de Francia. No creo que sean los ingleses ¿habrá alguna purga en el Partido Nazi? —Suena el teléfono —Por Dios, Rocamora, conteste.

— Embajada de España, al habla Rocamora… — el agregado militar palidece — Dios mío, no puede ser… Es inaudito… Sí, entiendo… Se lo comunicaré al Embajador — cuelga — Embajador, me ha llamado el coronel Von Manteuffel y las noticias son increíbles. Recordará que conocí al coronel en España y hemos seguido teniendo mucho trato…

— Abrevie, Rocamora.

— Von Manteuffel dice que Hitler ha desaparecido, y que Himmler está intentando un golpe de estado con sus SS. Que el Ejército y la Luftwaffe, a las órdenes del Mariscal Goering, están controlando la situación. Que han reunido unidades de instrucción de paracaidistas y del ejército situadas en los alrededores de Berlín, junto con el batallón de guardia de los Ministerios y una compañía de Infantería de Marina. Que esperan reducir los últimos focos de resistencia en unas horas. Y lo más asombroso, que no consiguen localizar a Hitler, y que según los rumores ha muerto… — Cambia la música de la radio y se oye la voz agitada de un locutor.

— Buenas tardes, hemos recibido un mensaje del Reichsmarshall Hermann Goering que vamos a leer:

“Alemanes, hoy es un día negro. Nuestro amado Führer, Adolf Hitler, ha sido asesinado. Traidores judíos infiltrados en el Nuevo Régimen han intentado destruir la obra del Partido, asesinando al Líder y secuestrando a la Nación. Traidores de las SS han ejecutado al Dr. Goebbels y han intentado secuestrarme. Pero nuestro glorioso ejército y nuestra potentísima aviación, luchando hombro con hombro, están defendiendo a la Gran Alemania. Mientras les hablo nuestros valientes paracaidistas están asaltando los últimos baluartes de la traición. Alemanes, la traición será castigada y nuestro amado Führer, vengado.”

De un edificio en llamas situado a pocas manzanas de allí sale tosiendo un hombrecillo de gafas redondas, con un fastuoso uniforme hecho jirones. Un oficial de la Luftwaffe lo encañona y dice — Herr Heinrich, el Reichsmarshall desea verle. No le hagamos esperar — y le empuja dentro de un furgón.
Última edición por Domper el Mar Feb 25, 2014 4:52 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 4:25 pm

Me alegra ver que por fin te animas a publicarla!!

Yo la mia la tengo parada por unos datos que espero...y por falta de tiempo claro. :roll:

Saludos y al toro!!

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 4:28 pm

Teniendo en cuenta que ya estoy pergeñando el capítulo 10... Iba siendo hora.

¿Qué te pareció el Capítulo 9? Creo que viene a ser lo que todos pensamos con todas estas historias alternativas ¿no? Pero los compañeros tendrán que esperar un poco para ese capítulo.

Gracias por los ánimos, y un saludo.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 4:44 pm

Una conversación franca

Berlín, 27 de Junio de 1940. 17:50

El Coronel General Ludwig Beck y el Mariscal Hermann Goering esperan noticias. El Mariscal, aunque cansado, muestra una sonrisa de satisfacción. El gesto del general es adusto. Al fondo un mayor de las SS también sonríe.

— Reichsmarshall, me alegra informarle que los rebeldes en el Ministerio del Interior se han rendido, una camioneta trae hacia aquí a los cabecillas.


— Mi querido general, el Estado nunca podrá agradecerle la ayuda que le ha prestado.

— Aun retirado, mi deber está con Alemania...

— General, ha demostrado saber actuar ante las emergencias, sin su actuación movilizando las unidades de reserva y de instrucción los conspiradores hubiesen podido conseguir sus objetivos. Porque mis paracaidistas no hubiesen bastado para controlar la situación. Dígame, general ¿cómo pudo llegar a su puesto tan pronto?

— Mariscal, recibí una llamada del aquí presente Mayor Schellenberg —el general Beck mira hacia el oficial de las SS— informándome del asesinato del Führer y del intento de golpe de estado de Himmler, y rogándome que liderase a la guarnición.

— El mayor Schellenberg ha demostrado unas aptitudes y una lealtad que merecerán ser recompensados en el futuro. — Goering inclina la cabeza hacia el mayor —. Por eso le he pedido que nos acompañe.

— Excelencia — dice el general — creo que ya no me necesitará más. Si me disculpa, dejaré el mando a las autoridades regulares y me retiraré a mi domicilio –Beck estaba todavía resentido por las intrigas del partido nazi que le habían forzado a dimitir dos años antes.

— Mi querido general, Alemania necesita sus servicios. Considérese reincorporado al servicio desde este mismo momento. Necesitaré su ayuda y la del Ejército para limpiar Berlín de alimañas. Además, pronto adornará su cuello la Cruz de Caballero.

Llaman a la puerta. Un capitán paracaidista se presenta ante Goering.

— Reichsmarshall, siguiendo sus órdenes hemos traído al Reichsführer Himmler y al Reichssicherheitshauptamt Heydrich. Esperan custodiados en otra habitación. Les hemos registrado.

— Gracias, capitán ¿fue dura la lucha?

— No, Mariscal. Esos cobardes asesinos saben conspirar pero no combatir. Cuando mi compañía se presentó ante el Ministerio del Interior intentaron atraernos a su causa, pero cuando les di la orden de rendirse, empezaron a dispararnos.

— ¿Hubo muchas bajas?

— Pocas. Esos tipos disparaban como si la munición la regalasen, pero no le darían ni a un elefante a dos pasos. Pero eran demasiados para mi compañía, pero eso solicité un ataque aéreo.

— Mis órdenes eran evitar las destrucciones.

— Reichsmarshall, los Stuka solo llevaban bombas de prácticas. Bastaron unas pocas en el tejado para que empezase a arder. El edificio se llenó de humo, y los traidores se rindieron. Los bomberos ya están controlando las pocas llamas.

— Gracias, capitán. No hagamos esperar al Reichsführer.
Una patrulla de paracaidistas empuja a Heydrich y Himmler. Están tiznados por el humo y sus uniformes, desgarrados. Magulladuras y laceraciones mostraban que los paracaidistas no habían sido muy amables. Goering les saluda:

— Heini, mi buen amigo. Me alegro que hayas venido a verme tan pronto en un día tan triste. Y también me alegra que Reindhard te haya acompañado. He oído decir que tiene un archivo que podría sernos de gran ayuda. — Los dos prisioneros callan. Goering sigue hablando.

— Heini, como te decía este es un día muy triste. Esta mañana he sabido que nuestro amado Führer ha sido asesinado en París, y que una banda de asesinos estaba intentando destruir a la Gran Alemania. Afortunadamente el mayor Schellenberg siguió tus órdenes, y pude esquivar a los conspiradores que venían a matarme.
Heydrich descubre que Schellenberg está al fondo — ¡Sucio traidor, todavía no he acabado contigo! — se dirige ahora a Goering — Reichsmarshall, tengo informes que serán de su interés.

Goering sonríe — Sí, el mayor Schellenberg me ha hablado de ese archivo tan interesante que esconde en su domicilio. Se ha ocupado de enviar una patrulla para protegerlo ¿quiere que le traigan alguna cosa de su casa? — Heydrich mira con furia a Schellenberg mientras Goering sigue hablando — Heini, tengo malas noticias.

— Hermann, no sé que está pasando — llora Himmler —. Heydrich me avisó del asesinato del Führer y he enviado tropas para proteger los ministerios. Entonces el ejército ha empezado a disparar contra nosotros.

— Eso te iba a explicar — responde Goering. — Como te decía, esta mañana el mayor Schellenberg, siguiendo tus órdenes, me ha avisado del intento de golpe de estado. He tenido suerte y he conseguido eludir a los asesinos; el Doctor Goebbels y Bormann no han tenido tanta suerte. Por desgracia, he sabido que acogías a una víbora. Resulta que Heydrich es el que ha orquestado el asesinato de Hitler, y que en sus planes estaba ser su sucesor. Para ello precisaba controlar la Gestapo, por lo que ha tenido que asesinarte.

Himmler palidece. Heydrich grita — ¡Goering, acaba con esta farsa!.

— Espere, Reinhard, que todavía no he acabado. Como decía, esa ambición te está perdiendo. Has tenido que asesinar al pobre Heini — Himmler se derrumba — lo malo es que no estabas solo, estamos deshaciendo la madeja y cada vez se descubren más serpientes.

Heydrich, desafiante — Hablaré ante el juez. No podrás mantener esa historia.

— Que más quisiera que poderte juzgar. Un juicio y una ejecución pública es lo que merecería el asesino de nuestro amado líder. Por desgracia, te has suicidado antes de ser capturado. De un disparo en la cabeza. Lo mismo que le has hecho a mi amigo Heini. — Se dirige al oficial paracaidista — Capitán, lleve a estas dos sabandijas al sótano y resuelva este enojoso asunto.

Heydrich intenta escapar, pero un culatazo en los riñones le derriba. Himmler se arrodilla llorando, pero lo sacan de la habitación a patadas.

— Reichsmarshall ¿Usted cree que esos dos han matado a Hitler? — Pregunta Beck.

— Claro que no. Para ellos hubiese sido más fácil hacerlo en Berlín que en París. Pero en cuanto han sabido del atentado han intentado tomar el poder. Bueno, esta va a ser la ocasión para limpiar el Partido de las alimañas que estaban proliferando. La muerte de Goebbels es una desgracia, pero no voy a lamentar la de Bormann — se oyen disparos apagados.

— Sus muertes ¿Han sido como estas últimas?

— Mayor Schellenberg, informe al general Beck de lo que sabe.

— Coronel General, cuando nuestras tropas intentaron rescatarles los encontraron muertos. Goebbels al parecer se ha suicidado al saber de la muerte de Hitler. El cadáver de Bormann lo hemos encontrado en la sede de la Gestapo, creo que intentó unirse a Himmler pero discutieron.

— Mayor — pregunta el general Beck — ¿Qué se sabe de la muerte de Hitler?

— Todavía no disponemos de demasiada información. Las SS en París se han vuelto locas y están registrando toda la ciudad, y eso no ayuda a la investigación. Al parecer una bomba estalló en La Ópera cuando Hitler visitaba el edificio — mira a Goering, que asiente —. Aun no sabemos nada sobre la autoría del atentado.

— Mayor, tengo una misión para usted — dice Goering — Debe esclarecer lo ocurrido en París, encontrar a los culpables y castigarlos. Realizará esa investigación personalmente, y responderá exclusivamente ante mí. No debe tomarse la justicia por su mano, sino que deberá informarme de lo que descubra. Podrá disponer de todos los medios que pueda necesitar, le entregaré un documento que le autorizará. Pero mayor, es imprescindible que la investigación se lleve con máxima discreción. Una vez capture a los autores decidiremos que hacer con ellos. Puede retirarse. — Sale Schellenberg.

— Reichsmarshall, perdone mi intromisión, pero debe tener cuidado con Schellenberg — dice Beck.

— Lo sé, ha demostrado ser un jugador de cartas muy hábil. Todavía no sé por qué decidió traicionar a sus jefes y advertirme. Quiero creer que tiene alguna lealtad a Alemania, aunque también puede ser que vea más posibilidades de progreso conmigo que con Himmler. En cualquier caso, es demasiado joven y poco conocido como para ser una amenaza. Y una persona así puede resultar muy útil.

— Pero vigílelo de cerca.

— Eso haré — sigue Goering. — General, voy a necesitar la ayuda del Ejército y especialmente, la suya. Los sucesos de hoy han demostrado que las milicias de partido son una amenaza para el Estado, y que cualquier intrigante puede utilizarlas en su provecho y no el de la Patria. Ya hubo que destruir a las SA, ahora las SS han resultado una amenaza todavía peor. Voy a ordenar su disolución y su integración en los cuerpos regulares. El Estado no puede seguir confiando exclusivamente en el Partido, necesitará al Ejército.

Beck está más relajado — Bien, hablaré con algunos conocidos ¿Mantendrá la estructura actual del Ejército?

— Por ahora, sí, pero en el futuro ya veremos.

— ¿Y qué va a hacer con las Waffen SS? Son varias divisiones con experiencia de combate — pregunta Beck —. Y por lo que nos ha dicho Schellenberg, en Francia están enloqueciendo.

— Por eso necesito su ayuda personal. Voy a mantener en secreto el intento de Himmler temporalmente. Mientras tanto las unidades de las Waffen SS deberán ser desarmadas y desmovilizadas. Sus miembros se incorporarán al ejército regular, y a sus oficiales se les ofrecerá lo mismo tras ser depurados. Entenderá la importancia de la discreción para evitar una guerra civil que solo beneficiaría a los enemigos de la Patria. Coronel General, si cumple esta tarea adecuadamente el bastón de Mariscal será suyo.
Última edición por Domper el Mar Feb 25, 2014 4:53 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 4:48 pm

¿Qué está pasando allí?

Londres, 29 de Junio de 1940

— Respuestas, necesito respuestas ¿Alguien sabe qué demonios está pasando en Berlín? — El recientemente nombrado Premier, Sir Winston Churchill, interrogaba a sus asesores. No era para menos. Dos días antes había sido interceptada una transmisión de Radio Berlín informando de la muerte de Hitler y de incidentes en Berlín. Desde entonces, la radio alemana había sido parca en noticias. Tan solo loas a la figura del canciller, y mensajes a la nación del sucesor, el mariscal de la Luftwaffe Goering. Pero el embajador de Estados Unidos en Londres había llamado al Foreing Office informándole de un intento de golpe de Estado de Himmler, derrotado por el Ejército.

— Sir Winston, estamos recabando tanta información como podemos. Pero no tenemos informes directos de Berlín, solo los que las potencias neutrales quieran darnos — responde el Mariscal John Dill, jefe del Estado Mayor Imperial.

— Pero ¿qué ha pasado con Hitler? ¿Lo han matado o se ha atragantado con esas incomibles Kartoffen? ¿Qué está pasando en París? ¿Sabe usted algo, Menzies? —Sir Stewart Menzies, director del MI6, se estaba convirtiendo en uno de los colaboradores predilectos de Churchill.

— Tampoco sabemos mucho. El rumor es que lo han matado con una bomba, y sus SS se están vengando. Pero aun no tenemos informes directos.

— ¿Hemos sido nosotros?

— Que más quisiéramos — suspira Menzies. — Su Excelencia sabe que en París siempre hemos tenido una red de informadores…

— Bien hecho, hay que vigilar al enemigo, pero aun más a los amigos — interrumpe Churchill.
Sigue Menzies — Pero tras la invasión alemana y la evacuación de la Embajada hemos perdido contacto con la red. Hemos ordenado a nuestros agentes permanecer a la espera hasta que podamos enviar a alguien. Pero es demasiado pronto.

— ¿No sabemos nada más? ¿Movimientos de tropas, intenciones del enemigo?

Menzies suspira, parece no querer decir todo lo que sabe — Bueno, algo sabemos. Como le expliqué hará unos días, hemos conseguido una fuente en el OKW —Mira a Churchill, que entiende la indirecta — Según nos ha informado, se están efectuando importantes cambios en el ejército alemán. Las divisiones SS están siendo desmovilizadas, pero no sin incidentes. En algunos lugares ha sido precisa la intervención de la Luftwaffe para que se sometiesen.

— Mientras se peleen entre ellos, mejor.

— Sir Winston, esos cabeza cuadrada no han discutido mucho. Por lo que sabemos las aguas se han calmado y el ejército ha tomado el control.

— ¿Qué sabemos del fantoche de Goering?

—Sir Winston, no se equivoque. Aunque a ese gordo le gusten los uniformes pintorescos no es un incompetente. Ha convertido a la Luftwaffe en la fuerza aérea más potente del mundo, como hemos podido comprobar en carne propia. Por lo poco que sabemos, se ha hecho con el control de Alemania en un par de días.

— Bueno, a lo nuestro — dice Churchill — ¿Qué sabemos de la flota francesa?

La flota francesa se estaba convirtiendo en la gran preocupación del gabinete. Era una flota numerosa y moderna, y en manos alemanas significaría una gravísima amenaza para el Imperio. Sumada a la flota italiana haría imposible mantenerse en el Mediterráneo. Dos días antes el gabinete había ordenado la operación Catapult, para neutralizar la flota francesa.

— Ningún cambio. Los barcos franceses permanecen anclados — responde el almirante Sir Dudley Pound — Sir Winston ¿no sería mejor posponer la operación Catapult mientras vemos como evoluciona la situación?

— Señores, si proseguimos con la operación siempre podremos anularla. Pero si la flota francesa cae en manos alemanas, es la suerte del Imperio la que corre peligro. Almirante, le ruego que sigan adelante, siempre podremos dar contraorden.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 4:56 pm

Proclama

Berlín, 1 de Julio de 1940

El centro de Berlín estaba tomado por el ejército. Centinelas armados cubren las calles, y carros blindados vigilan las intersecciones de las avenidas. Pero los soldados no llevan uniformes de campaña sino de gala con brazaletes negros. Las banderas ondean a media asta, y las bandas de música tocan marcas fúnebres. Una larga fila de berlineses desfila ante el ataúd de Hitler, expuesto en la cancillería. Los más observadores apreciaron que el rostro del Führer era una máscara de cera, porque los destrozos que la bomba había hecho en su famoso rostro no se habían podido recomponer.

En el Reichstag Goering se dirige a la nación. Su discurso es retransmitido por todas las emisoras y es seguido en todos los rincones del país, y también en Polonia, Noruega, Francia y en todos los rincones a los que había llegado Alemania. Es seguido con atención en las capitales europeas y especialmente, desde Londres. Winston Churchill, junto con Menzies, escucha una traducción del discurso.

“Ciudadanos alemanes, hace cuatro días la traición se llevó al líder de Alemania. Incluso a la sombra de su gigantesca figura el judaísmo internacional pudo encontrar esbirros. Pero el gran ejército Alemán, sus heroicas fuerzas aéreas y su gloriosa marina, luchando hombro con hombro, derrotaron los planes judíos y aniquilaron a sus sicarios…”

— Sir Winston, fíjese como ha cambiado el tono de los discursos. Se ha referido a los alemanes como ciudadanos y no como camaradas. No ha nombrado al Partido Nazi pero sí a las fuerzas armadas alemanas. Como le comenté ayer, parece que Goering se ha apoyado en los militares para conseguir el poder.

“Frente a los restos mortales del líder, declaro que solo habrá un Führer, y que ese título solo podrá ser el de nuestro perdido líder. En lo sucesivo ostentaré el título de Statthalter, el lugarteniente del guía que nos señaló el rumbo de la nueva Alemania”

Churchill refunfuña. — Morralla para la galería. Lugarteniente, virrey o como se quiera llamar, se traduce por dictador.

Menzies interrumpe a Churchill — Espere, excelencia, a ver que más sigue diciendo.

“Como sucesor designado del Guía, yo seré el primer Statthalter. Pero yo no tengo el derecho que la Fuerza de Alemania daba al Führer. Solo los ciudadanos de la Gran Alemania podrán otorgarme el derecho de sucederle. Por eso os pediré vuestra aprobación en un plebiscito que se celebrará el último domingo de este mes. Os ruego, hermanos alemanes, que ese día me otorguéis la misma confianza que distéis a nuestro querido Führer”

Menzies dice. — Como verá, ese tipo intentará que un refrendo amañado le dé la legitimidad que nunca conseguiría en unas elecciones. No es tonto, no, tras la votación ya no dependerá de las fuerzas armadas para seguir en el poder.

“Pero hoy no solo es día de dolor, es también día de venganza. Los asesinos del Führer han pagado con la vida su crimen, y no conseguirán destruir su sueño. Hitler murió luchando por una Europa unida que derrotase a la conspiración judía que quiere dominar el mundo. Desde esta tribuna pido a toda Europa que se una a Alemania en la lucha. Ofrezco mi mano a las naciones amigas, pero también a las que siguieron a líderes equivocados y conocieron la derrota ante el gran ejército alemán. Ofrezco la mano a nuestros aliados italianos, a nuestros amigos españoles, balcánicos, nórdicos, griegos, suizos. Ofrezco la mano a los valientes franceses, belgas, holandeses o noruegos. Ofrezco la mano también al pueblo inglés, que al otro lado del mar escucha y teme la voz de Alemania.”

— Dios mío ¿Qué está queriendo decir ese tipo? — dice Churchill — ¿Quiere negociar?

“Pero alemanes, los judíos y masones los que compraron la lealtad del asesino Heydrich se esconden en Londres. Desde esta tribuna, exijo al pueblo inglés que entregue a los asesinos y se una a Alemania. Unidos los pueblos inglés y alemán, la victoria será nuestra. Pero si rechazan mi mano, conocerán la venganza.”

“Siguiendo la voluntad de nuestro Líder, convoco a todos los pueblos libres de Europa a una gran asamblea de la que saldrá una Europa fuerte y unida. Alemanes, en estos momentos los embajadores de Alemania están entregando a los gobiernos europeos una solicitud para que acudan a Berlín a una gran conferencia que siente las bases del sueño de Hitler. También enviaré a Inglaterra un avión desarmado, pintado de blanco y con cruces verdes, para entregar al pueblo inglés la invitación a unirse a la Europa Unida. Pido al pueblo inglés que reciba mi embajada de paz…”

— Ese hijo de perra — exclama Churchill — nos exige que nos rindamos, y si no es así, unirá a toda Europa contra nosotros. Bien, aprenderá la fuerza del Imperio. Ordenaré que se reciba ese avión a cañonazos. Y que la operación Catapult siga adelante.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mar Feb 25, 2014 7:12 pm

Domper escribió:Teniendo en cuenta que ya estoy pergeñando el capítulo 10... Iba siendo hora.

¿Qué te pareció el Capítulo 9? Creo que viene a ser lo que todos pensamos con todas estas historias alternativas ¿no? Pero los compañeros tendrán que esperar un poco para ese capítulo.

Gracias por los ánimos, y un saludo.

¿el 9 es el ultimo que me mandastes y no te contesté verdad?

Lo acabo de repasar y tengo objeciones en cuanto a la efectividad , en general, de ciertas ultimas partes.(no quiero reventar la sorpresa) Me imagino que sabes a lo que te refieres y en parte lo veo lógico pero puede parecer demasiadas concesiones a un determinado bando.

Por lo demás bien :D

Saludos

PSDT: ¿por qué el visitante? Por el primer capitulo o has titulado toda la HA así?

Resaludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 12:56 am

A ver, que ya estamos tardando en publicar los siguientes capítulos. :wink:

Me gusta el giro histórico, y creo que si sois capaces de mantener al Gordo Hermann apartado de la morfina y sabiendo escuchar a buenos colaboradores la cosa puede ponerse muy interesante.

Gracias, Domper, por haberte decidido a compartir esa HA, y también a Eriol por la parte que le toca.

Saludos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 2:49 am

Esta bien esto, está bien... :D

Pues sí, gracias a los dos, y a Domper por considerarnos compañeros y, sin embargo, amigos :mrgreen:

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 2:54 am

Nahhhh, en verdad al final hemos tirado cada uno por nuestro lado pero a pesar de las "peleas" que hemos tenido en internet en multitud de HA yo le respeto mucho y le tengo por amigo además de muy entendido. Yo solo le he servido de termometro intentando sacarles puntos flacos a su historia. El merito de lo que lean, que les anticipo será mucho y muy bueno digno de publicarse como novela ucronica, es todo suyo.

Saludos
Última edición por Eriol el Mié Feb 26, 2014 7:46 pm, editado 2 veces en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 5:29 pm

No os voy a ocultar que uno de los problemas fue la elección del personaje que debía dirigir la “Nueva Alemania”. Pero opciones, escasas: Hess estaba loco como un cencerro, y Himmler era un asesino especialmente repugnante Por tanto solo me quedaba el gordo, porque otros personajes de segunda fila tenían mucha menos fuerza.

Goering era el sucesor designado, disponía de poder militar (mediante la Luftwaffe y las fuerzas de tierra de esta), y tenía bastante prestigio, aun no había sido derrotado en Inglaterra. Por otra parte, sin que me guste mucho el tipo (porque los nazis me producen urticaria) es un personaje que siempre me ha parecido ambivalente: era mucho más capaz de lo que se ha dicho, y de hecho la derrota dela Luftwafef no se debió a sus errores, que los tuvo ¿pero es que Portal o Harris no hicieron de las suyas? sino a la industria norteamericana. Goering conocía la economía, había sido el encargado durante varios años. De antisemitismo, lo era, desde luego, y presidió algunos organismos destinados al exterminio, pero luego protegió a varios judíos. La Luftwaffe no estuvo implicada en el genocidio, y trató a sus prisioneros especialmente bien.

Mi impresión es que su antisemitismo era más algo “de salón” y por seguir a Hitler, a quien admiraba, pero que no le llevaría a asesinatos masivos sin la guía de la bestia. Es una opinión, desde luego.

De la morfina ¿Y qué si toma morfina? Un adicto a opiáceos "compensado", es decir, que toma sus dosis cuando debe y no precisa robar para conseguirlas, es mucho más estable que un alcohólico, por ejemplo. Y que recuerde, Churchill, Roosevelt y Stalin cumplían criterios para considerarlos aficionados al noble deporde de levantamiento de vidrio.

Más dudosa puede ser la elección del resto de los colaboradores. Schellenberg me ha parecido siempre una figura fascinante dentro del régimen nazi, a pesar de su puesto no se implicó en el Holocausto, era muy inteligente, encantador, y fue de los pocos nazis en cuyo juicio hubo muchos testimonios a favor. De paso no tenía suficiente poder como para amenazar a Goering. Respecto a Beck, me parece un general más, pero con la ventaja de ser un defenestrado, cuya vuelta probablemente no favorecería demasiado a los nazis, y sobre todo, era protector de un tal Von Manstein. Otros colaboradores ya irán saliendo.

Aviso que la mayoría (no todos) de los personajes que se citan con nombre y apellidos son reales. Entre ellos no está Ms. Aubriot, pero sí todos los demás que han salido en el primer capítulo.

Del capítulo 9, para Eriol. Una pregunta ¿Qué hubiese podido pasar con un Afrika Korps doble del real, a principios de 1941, y con la combinación de Von Manstein y Rommel? De la marina, a la vista de lo ocurrido en Singapur (por ejemplo), de la audacia de ciertas fuerzas que por ahora no nombro, y sobre todo, la desorganización inglesa, me creo cualquier cosa.

Saludos
Última edición por Domper el Mié Feb 26, 2014 5:50 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 5:32 pm

Capítulo 2. Cambio de rumbo.

Comunicado


Berlín, 4 de Julio de 1940

“Al alevoso ataque británico contra la flota de su antigua aliada Francia se une el desprecio a cualquier norma internacional. Hoy hemos sabido que el avión de Lufthansa LFT–2031 ha sido derribado por aviones de caza británicos.

En el avión derribado viajaba como enviado plenipotenciario de nuestro Statthalter Goering, el camarada Rudolf Hess. El avión, pintado de blanco y con cruces verdes, se ha estrellado en el Canal de la Mancha. Aviones británicos han atacado a dos hidroaviones alemanes enviados en búsqueda de supervivientes.

Con esta acción el gangster Churchill demuestra que está dominado por la conspiración judía internacional que sigue fracasando en su empeño de destruir el Nuevo Orden Europeo.

Como consecuencia de esta acción el Statthalter Goering declara que los criminales serán castigados. Alemania declara la guerra total a Churchill y su banda de asesinos, y pide a los pueblos de Europa que se unan a ella. El Stallhalter Goering pide también al pueblo inglés que repudie a los criminales que los dirigen, y escuche a las mentes sensatas que quieren que Inglaterra se una a la gran obra europea."

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 5:37 pm

León Marino

6 de Julio de 1940

La reunión en la cancillería se había prolongado demasiado, y los ánimos se estaban calentando. El Statthalter Goering había reunido a las cúpulas de las tres armas para planificar las posteriores acciones contra Inglaterra. Pero las posiciones del Ejército y la Marina eran cada vez más distantes.

El Ejército, recordando los baños de sangre de la Gran Guerra, era partidario de un ataque en frente amplio, desde Ramsgate hasta el Lyme. Un asalto amplio permitiría eludir las fortificaciones que los ingleses estaban levantando a toda prisa en las orillas del Canal, y tras el desembarco impediría la concentración de las reservas inglesas, permitiendo un avance decisivo que superase la línea del Támesis.

Pero a los representantes de la marina se les erizaban los pelos con solo pensarlo. Tras las operaciones de Noruega la Kriegsmarine se había quedado sin barcos: los más afortunados estaban en el astillero reparando daños, pero muchos otros se habían perdido. La zona del Canal por donde el Ejército pretendía desembarcar era demasiado ancha como para cruzarlo en un solo día con los medios de fortuna de los que se disponía, y la Luftwaffe no podría proporcionar suficiente cobertura. La Royal Navy podría campar a sus anchas, y en Narvik ya habían apreciado la decisión con la que usaban sus destructores.

Por eso la marina proponía una operación en un frente estrecho, asaltando un único punto entre Dover y Hastings. En esa zona el canal era más estrecho y se podría cruzar durante el día, bajo la sombrilla de los Stuka, y con la protección de campos de minas, lanchas rápidas y submarinos. Aun así la operación se consideraba muy arriesgada, pues los ingleses podrían plantar sus propios campos de minas. Pero era lo único posible con los limitados medios que se tenían.

Huelga decir que el Ejército estaba horrorizado por la propuesta de la marina. Los reconocimientos aéreos mostraban como en Dover se estaban cavando trincheras, tendiendo alambradas, construyendo blocaos y emplazando cañones. Un asalto frontal, aun contando con la sorpresa, lanzaría a la infantería alemana a una batalla como la de Verdún. El Ejército no quería saber nada de eso, y seguían pidiendo una operación más amplia. Porque ¿qué diferencia había entre cruzar el Canal o un río ancho?

Durante dos horas la discusión había pasado de intentar argumentar sus puntos de vista a enfrentamientos personales. Ahora el comandante en jefe de la Marina, el Crossadmiral Erich Raeder, y el del Estado Mayor de la Wehrmacht, el Generaloberst Wilhelm Keitel, se acusaban el uno al otro.

— Un río ancho — Raeder estaba indignado — Se han montado en un bote en el Spree y piensan que saben navegar. Repito que cruzar el Canal por donde quieren es suicida. Si se encuentran con una flotilla inglesa acabarán todos en el fondo. Y la Kriegsmarine no tiene buques pesados con los que apoyarles.

El Gereral Keitel, aun más enfadado, respondía — Si ustedes no tienen buques es porque los malgastaron en Noruega. Para compensar su ineptitud quieren que lancemos a nuestros soldados a una picadora de carne. Yo no sabré navegar, pero ustedes no saben de la guerra. Durante la anterior guerra, mientras ustedes bebían cerveza en Kiel, mis soldados morían en las trincheras — Keitel había sido gravemente herido en Bélgica en 1914 — La operación que nos propone es suicida.

— General, usted dispondrá del apoyo de los aviones del Statthalter. El ejército se ha paseado por Francia y Bélgica y ha derrotado a los ingleses. Si superaron la línea Maginot como no van a poder hacerlo con unas pocas trincheras.

— General, ese paseo por Francia ha costado ciento cincuenta mil hombres a Alemania. A mis soldados ya les gustaría poder combatir protegidos por medio metro de hierro, como ustedes.

Cansado de la discusión, Goering interviene:

— Caballeros, esto no está llevando a nada. Les voy a formular una pregunta, y deben responderme con total sinceridad. El futuro de Alemania puede depender de sus respuestas. General, ¿sería posible superar las defensas de Dover? Cuente con todo el apoyo de la Luftwaffe y con que los paracaidistas tomen un aeródromo.

— Statthalter, incluso así sería una operación muy arriesgada. En el asalto a la línea Weygand se vio como los aliados ya no se desbandaban ante los Stuka, sino que se escondían y aguantaban el chaparrón. Si los defensores no se desmoronan las tropas que encabecen el asalto serán masacradas. Y aunque consigan una cabeza de playa, se quedarán atascados en un terreno estrecho, pantanoso y fortificado. Creo que ni se conseguirá enlazar con los paracaidistas antes que las reservas inglesas los destruyan.

— ¿Usted cree que derrotarían a los paracaidistas con la Luftwaffe encima?

— Sí, Statthalter. Los aviones no pueden operar de noche, y durante el día solo permanecen unos minutos sobre el campo de batalla. Necesitaríamos apoyo artillero masivo, con todos esos barcos que están en el taller gracias al Almirante…

Goering se estaba cansando del enfrentamiento — General, no siga por ahí. La invasión de Noruega fue necesaria, y sin ella Alemania no podría tener el acero para sus tanques. Entiendo que el Ejército se niega a un ataque en Dover.

— Negarse, no, el ejército hará lo que usted ordene. Pero si vamos a Dover, seremos derrotados.

— Entiendo. Almirante Raeder, es su turno ¿La marina podría apoyar un ataque a Inglaterra en otro punto del Canal? No un ataque amplio, sino una operación como la que proponen en Dover, pero en otro punto. Le garantizo que la Luftwaffe impedirá que los barcos ingleses aparezcan.

El Almirante Raeder también se había cansado de esos aficionados a la guerra naval. Como Jefe de Estado Mayor del Almirante Hipper durante la Primera Guerra Mundial, había participado en todas las acciones del Mar del Norte, y había visto demasiada guerra como para que unos pisahormigas le pretendiesen dar lecciones. Cruzar un río… Iba a darles una lección de navegación.

— Statthalter, por mucho que lo desee, no podemos detener el tiempo.

— Almirante, no se vaya por las ramas, sea más concreto.

Raeder respondió, con el tono de un viejo maestro que enseña a sus discípulos — A eso iba. El asalto a Inglaterra precisará de varias divisiones en el asalto inicial ¿no es así, general?

Keitel respondió como un alumno aplicado — Desde luego, se necesitarán cinco divisiones en la primera oleada.

— Para esas cinco divisiones va a necesitar, como poco, mil lanchas de invasión. Que no tenemos, pero que podemos preparar modificando barcazas de canal. Esas barcazas, en mar abierto, no pueden moverse a más de cinco nudos.

Keitel pensó que había pillado al almirante — Bueno, en Agosto el día dura quince horas, y sus barquitas podrían recorrer… espere que calcule… ciento cuarenta kilómetros. Es decir, que se podría salir de noche de Boulogne, estar en Brighton al amanecer y volver en el día.

Raeder, con la expresión del profesor que acaba de pillar al alumno, le contestó — Claro, si consigue meter todas esas barcazas en Boulogne. Pero en un puerto del canal no cabe tanto barco. Menos si también hay transportes, destructores, minadores… Hay que distribuir la flota de invasión por todos los puertos entre Ostende y Le Havre. Resultará imposible que en un solo día se salga del puerto, se organicen los convoyes, se cruce el estrecho rezando para que las baterías inglesas no se dediquen al tiro a pato, y luego reunirse ante Brighton y desembarcar. Salvo que el Statthalter pueda detener el sol como hizo Josue, necesitaremos dos días completos para situarnos ante la costa inglesa ¿Sabe cuanto puede recorrer un crucero en un día? ¡800 kilómetros! Como para salir de Portsmouth, masacrar sus barcazas y volverse para tomarse una pinta antes que ningún Stuka pueda aparecer. Salvo que la Luftwaffe sea capaz de aniquilar a la Royal Navy en sus puertos, que lo dudo.

Goering estaba disgustado, pero no lo aparentó. Ya había decidido que sería imposible trabajar con Raeder y con Keitel. Pero necesitaba saber si el desembarco en Inglaterra era factible.

— Almirante, entiendo que solo sería posible un asalto en el estrecho de Dover. General Keitel ¿qué condiciones precisaría el Ejército para que el asalto triunfe?

— El asalto solo sería posible si los ingleses estuviesen desmoralizados, que no lo parece.

— Luego recomienda que no lo intentemos.

El Generaloberst Beck, silencioso hasta entonces, intervino — Statthalter, permítame que les interrumpa. El Generalleutnant Von Manstein tiene algunas ideas interesantes.

Goering recordaba a Von Manstein. Antiguo protegido de Beck, había propuesto la maniobra de las Ardenas que había derrotado a los aliados. Durante la campaña de Francia se había distinguido al frente de un Cuerpo de Ejército. Había sido muy crítico con el modo con que Runstedt había llevado las operaciones, diciendo que había dejado escapar a los ingleses. Tal vez tuviese una propuesta interesante.

— Statthalter, entiendo los argumentos del Grossadmiral — saludó a Raeder, que devolvió el gesto — y los del Generaloberst — Keitel no estaba satisfecho de la intervención de un subordinado —. Pero la invasión de Inglaterra, aunque sea arriesgada, es la única forma rápida de acabar la guerra. Propongo que la Luftwaffe consiga el dominio aéreo, mientras el Ejército y la Marina preparan la operación. Almirante ¿cuál sería la fecha límite?

Raeder, más relajado, respondió. — El Canal es famoso por sus temporales. Si no efectuamos la operación en Septiembre, habría que posponerla para el año que viene. Mejor sería Agosto. Pero reunir los medios de desembarco y prepararlos será un problema.

— Entiendo, es probable que no se pueda efectuar la operación este año, salvo que, como ha dicho el Generaloberst, la moral inglesa se hunda. Pero aun así recomendaría que se preparase la invasión con una fecha límite… digamos que para el 31 de Agosto. Y si no es posible, posponerla para año próximo.

Goering interviene — Pero desplegar todas esas fuerzas en el Norte de Francia afectará a la economía alemana.

— Sí, Statthalter — responde Manstein —. Pero si no preparamos la operación, los ingleses tendrán las manos libres para usar sus escasos recursos contra nuestros aliados. Sin embargo, si preparamos una invasión seremos nosotros los que tengamos libertad de acción. Se necesitará a la mayor parte de la Luftwaffe, pero solo a una fracción del Heer. Con el resto de nuestras fuerzas podríamos actuar contra los intereses ingleses. Y, aunque no se pueda lanzar la invasión este verano, se mantendría la presión. Se trataría de atacar sus comunicaciones, para estrangular su economía y hacerles pasar hambre. De invadir sus colonias, que solo necesitan un empujón para rebelarse. Si no se rinden antes, la primavera próxima estarán a nuestros pies.

Goering estaba satisfecho — Gracias, general, esta propuesta permitirá seguir amenazando a Inglaterra, y ofrece una vía para su derrota. Pero hay que meditarla seriamente. Me gustaría que encabezase un grupo de trabajo que la estudie. Designaré a un alto cargo de la Luftwaffe para trabajar con usted, y la marina deberá hacer lo mismo. Almirante — dijo a Raeder — ¿Cómo se llamaba ese almirante suyo que hundió al portaaviones inglés? Creo que está disponible

— El almirante Marschall actuó contra las órdenes y ha sido relevado del mando.

— Si no tiene un destino, será perfecto. Ordénele que se presente ante mi pasado mañana. General Von Manstein, espero verle también.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 5:44 pm

Comité

10 de Julio de 1940

El embajador en Turquía y antiguo Canciller, Franz Von Papen, estaba sorprendido. Tres días antes había recibido un mensaje urgente que le ordenaba volver a Berlín. Desde la capital habían enviado un flamante Focke Wulf Condor de la Lufthansa. En Tempelhof le esperaba un coche oficial que le trasladó a la cancillería del Reich. Nada más llegar, fue introducido al despacho del Statthaltar.

— Mi querido Von Papen, me alegro de volver a verle ¿Cómo van las cosas en Estambul?

— Más tranquilas que aquí, canciller — Von Papen prefería seguir usando los antiguos títulos de la República —. Lamento la muerte del Führer, pero le felicito por su designación.

— Un poco pronto, embajador, hasta el día 28 no será la votación. Por ahora mi cargo es provisional.

Von Papen pensó que era más probable que Stalin fuese nombrado cardenal a que Goering perdiese la votación, pero no dijo nada. Conocía al nuevo líder de las luchas políticas de los treinta, y sabía que tras su fachada de un gordinflón fatuo y amable se escondía una personalidad calculadora a la que sería mejor no ofender.

— Canciller, me ha sorprendido la urgencia con la que me ha llamado ¿necesita de mis servicios?

— No soy yo quien le necesita, sino Alemania. Creo que su talento está desaprovechado en Turquía, y puedo ofrecerle algo mejor. Como supongo sabrá, durante la intentona de Himmler el Ministerio de Asuntos Exteriores fue ocupado por los rebeldes. Lo que no sabe es que aunque mis paracaidistas lo liberaron poco después, el Ministro Von Ribbentrop sufrió importantes heridas. Unos matones de las SS le dieron una paliza que casi le mata. Mientras se recupera, necesitaré de sus servicios.

— ¿Me ofrece el ministerio? — Von Papen estaba sorprendido, porque aunque había apoyado el ascenso de los nazis, se había distanciado de ellos— Canciller, usted conoce mis opiniones.

— Canciller no, Statthalter, se lo ruego — le corrige Goering —. Desde luego, conozco sus discrepancias con la línea del Partido. Pero aunque voy a seguir la línea marcada por el Führer, creo que hay que modificar algunos aspectos del régimen.

— Como por ejemplo, lo de los judíos. — Von Papen era católico practicante, y aunque compartía parte de las ideas nazis, le repugnaba la persecución a los hebreos.

— Sabía que sería su principal objeción. Bien, usted sabe que algunos de mis subordinados son medio judíos. — Goering se había negado a excluir a algunos de sus colaboradores, diciendo que él era quien decía quien era judío —. Pienso modificar los decretos de Nuremberg dirigiéndolos contra los enemigos de Alemania y no contra rabinos inofensivos.

— Me alegra oírlo ¿y piensa liberalizar el régimen?

— Por favor, embajador, no sea infantil. Primero hay que ganar la guerra. Luego, todo es posible. La victoria es lo primero y lo único.

— Luego solo habrá libertades tras ganar la guerra.

— Veo que me entiende. Si usted está de acuerdo, le encomendaré su primera misión. En mi primer discurso a los alemanes como Statthalter hice una oferta a las naciones europeas, tanto aliadas como amigas e incluso vencidas. Bien, esa oferta no será vana. Deseo convocar a los enviados de las naciones europeas a una reunión. No en Berlín, donde podría ser visto como una imposición, sino en Aquisgrán, la ciudad de Carlomagno. Pensaba ofrecerles a unirse con Alemania no como subordinados sino como aliados. Dirigidos por Alemania, desde luego, pues nosotros tenemos la primacía económica y militar. Pero será mejor para Alemania tener a franceses o noruegos como aliados renuentes que como enemigos.

— Usted quiere construir un imperio europeo. Como el de Napoleón.

— Es usted perspicaz. Sí, Napoleón podría ser mi modelo.

— Pero Napoleón se condenó en Rusia.

— Rusia. Sí, será un problema. Por ahora preferiría dejarles tranquilos. Las colonias francesas e inglesas tienen espacio más que suficiente para los colonos alemanes sin necesidad de molestar al oso. Supongo que Stalin no recibirá con agrado la invitación a la asamblea, por eso solo quería pedirle que enviase un observador.

— O sea, toda Europa, menos Inglaterra y Rusia ¿aceptarán?

— Esa será su tarea. Tiene mano libre para elegir su personal. Ofrézcales lo que sea, engatúseles, pero que se presenten. Supongo que habrá quien rechace la invitación: mejor, sabremos así distinguir entre amigos y enemigos. Si usted consigue reunir la Asamblea, será quien la presida ¿No es eso mejor que una embajada en un país de mala muerte?

— Statthalter, acepto la misión ¿de qué plazo dispongo?

— No demasiado. Cuanto antes se reúna la asamblea, mejor. Las elecciones serán el 28 y la toma de posesión, el primero de Agosto. Había pensado en el domingo 4 de Agosto.

— Poco tiempo tengo. Statthalter, si no tiene más que decir, me gustaría empezar a trabajar cuanto antes.

— Un momento, por favor. Antes quiero presentarle a algunas personas —Pulsa un timbre y llama al ordenanza — Por favor, haga pasar a los caballeros de la antesala.

Un ordenanza introduce a cuatro militares.

— Embajador, le presento al Coronel Schellenberg, al Almirante Marschall, al general Kesselring y al general Von Manstein. He encomendado a este último que lidere un grupo de trabajo que estudie las futuras operaciones alemanas contra Inglaterra. Como dichas operaciones se beneficiarían de la ayuda de nuestros aliados, me gustaría que se reuniese con ellos y tuviese en cuenta sus sugerencias. Y ellos, las suyas. Por favor, desearía que mantuviesen en reserva sus deliberaciones. Pasado mañana escucharé sus propuestas.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 5:47 pm

Una sobremesa informal.

11 de Julio de 1940

Tras la frugal comida los cinco comensales pasaron a un reservado. — Ordenanza, le ruego que nadie nos moleste. Vigile la puerta, por favor.

— A sus órdenes, mi general — salió y cerró la puerta.

— Felicidades por su ascenso, Oberst Schellenberg — dice Von Manstein — Por lo que se dice usted tuvo un papel crucial en el golpe de Himmler ¿No es así?

Aunque solo era un coronel en presencia de generales, Schellenberg no estaba nada cohibido. Goering le había autorizado a proporcionar información secreta. También tenía otra misión, pero esa no la revelaría: los vigilaría de cerca. Los designados para el comité eran hombres muy prometedores, pero estaban a prueba.

— General, el Statthalter me ha ordenado informarles de lo ocurrido. Por lo que sabemos, el atentado de París fue cometido por un “lobo solitario”, un francés resentido que actuaba por su cuenta. No sabemos como consiguió los explosivos, pero eso se lo debemos a las SS: al conocer donde vivía el asesino, una compañía de las Waffen SS detuvo a los vecinos de la calle y empezó a fusilarlos. En ello estaba cuando llegó el ejército. Las SS se negaron a desarmarse, y el ejército no tuvo más opciones que aniquilarlas. Cuando acabó el combate no quedan testigos vivos de las últimas horas del asesino.

— Lástima. Pero eso quiere decir que no fue obra de Heydrich — responde Von Manstein.

— No, lo que ocurrió es que al llegar las noticias a Berlín Heydrich propuso a Himmler detener a los otros jerarcas del partido y hacerse con el poder. Cuando supe lo que iban a hacer informé personalmente a Goering, y alerté a la guarnición de Berlín, que pudieron detener el intento. Himmler y Heydrich fueron capturados e inmediatamente, ejecutados.

— ¿Sin juicio? No me gusta — comenta Von Papen.

— Señor, un juicio hubiese sido muy peligroso. Heydrich se dedicaba a espiar a todo el mundo y había confeccionado un archivo. Incluso tenía una carpeta con datos sobre las operaciones mercantiles de la familia Von Papen — Von Papen enrojeció — y sobre los antecedentes familiares de los Manstein — fue el turno de acalorarse de Von Manstein —. Hasta había espiado a Hitler. Sus últimas intrigas iban dirigidas contra Goering, pensaba utilizar la afición al lujo del Statthalter y la dudosa procedencia racial de sus subordinados.

— Entiendo lo de Heydrich ¿y Himmler?

— Himmler fue el primero en empezar a matar a todo el que pilló. Además el Statthalter estaba disgustado por el giro racial de la política del partido. Su antisemitismo nunca fue acérrimo, y temía verse compelido a actos repugnantes. Liquidando a Himmler y a Heydrich no solo castigaba su intentona, sino que permitía cambiar la política del Estado.

— Y ese archivo — pregunta Von Papen — estará a buen recaudo.

— Era demasiado peligroso hasta para mí. Envié una patrulla a recogerlo, y tras mostrárselo a Goering, este ordenó que se quemase. No hay copias. Yo no me atrevería a conservar una. Supongo que el Statthalter me vigila.

Interrumpe Von Manstein — Caballeros, tenemos poco tiempo y sería conveniente que nos pusiésemos a trabajar. El Statthalter me ha ordenado estudiar las opciones estratégicas de Alemania. El otro día hubo una reunión del OKW, pero degeneró en una discusión que no llevó a nada. Goering cree que un grupo más reducido permitirá llegar a alguna conclusión. En primer lugar, Coronel Schellenberg, usted que parece saberlo todo ¿qué pasó con el avión de Hess?

— No estamos muy seguros – contestó Schellenberg. — Hess últimamente no estaba muy centrado, y la muerte de Hitler le enloqueció. Creía que tenía que cumplir su designio, unir a Inglaterra y a Alemania en una cruzada antijudía y antibolchevique. El caso es que usando su autoridad se hizo con el avión que se estaba preparando en Tempelhof para la oferta de paz. Despegó por su cuenta, se dirigió hacia Londres y desapareció en el Canal. Creemos que fue confundido con un avión de reconocimiento y lo derribaron.

— Eso quiere decir que fue accidental ¿Existe posibilidad de una negociación con los ingleses?

— General, estuve hablando con el Almirante Canaris. La Abwehr dispone de muy poca información directa de Londres. Lo único que sabemos es que se están preparando para repeler una invasión.

Kesselring dice — Nuestros reconocimientos aéreos lo confirman.

Von Papen interviene — Sin embargo, creo que la resolución inglesa no es monolítica. Durante los días de la invasión de Francia hubo miembros del gobierno que intentaron entrar en contacto con nosotros mediante la embajada italiana, pero la declaración de guerra de Mussolini cortó dichos contactos. Pero parece que Churchill tiene oposición en su gabinete, probablemente liderada por Lord Halifax.

— Si la posición de Churchill no es firme, una derrota sonada podría acabar con él ¿no es así? —dice Von Manstein.

— Pero lo contrario también — responde Von Papen —. Cualquier victoria que consigan, por pequeña que sea, le afirmaría en el poder.

— Por tanto será primordial evitar fracasos ¿dónde podremos derrotarles?

Es el turno de Marschall — General, sé que usted es partidario de una invasión, pero las posibilidades de una operación de ese tipo son mínimas. Hasta Otoño no se habrán reparado los buques dañados en Noruega, y los barcos perdidos tardarán años en ser sustituidos. La Royal Navy es demasiado potente. Solo si la Luftwaffe consiguiese hundirla…

— Seré franco, almirante — responde Kesselring —. Es poco probable. Durante esta semana hemos atacado varios convoyes en el Canal. Aunque estaban compuestos de buques viejos y lentos, y aunque apenas llevaban escolta, hemos sufrido pérdidas importantes y hemos hundido muy pocos barcos. Estamos entrenando un grupo aéreo para el ataque naval, pero llevará tiempo.

Von Manstein no estaba satisfecho pues había sido el principal partidario de la invasión — ¿Tampoco sería posible una acción a menor escala? Parecido a las incursiones navales de 1914 y 1915.

— Por ahora serían peligrosas — responde Marschall —. Tal vez en Otoño cuando hayan acabado las reparaciones en los acorazados, o la primavera próxima, cuando entre en servicio el Bismarck. Eso solo si la Luftwaffe consigue la superioridad aérea.

— Siento oír eso — dice Von Manstein —. Quiere decir que este año no podremos invadir Inglaterra. Sin embargo, creo que debemos seguir con los preparativos, para presionar al enemigo y aprovechar cualquier oportunidad. Y si este año no es posible, la primavera próxima será el momento. Mientras, tendremos que buscar otro lugar donde conseguir esa victoria que haga caer a Churchill.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 5:53 pm

Informe preliminar

17 de Julio de 1940

— Manstein, explíqueme lo de este papelote — Goering sacudía en su mano un informe —. Según lo que pone aquí, recomiendan preparar la invasión, pero anularla a última hora. Que tenemos que intensificar la guerra al tráfico naval, pero coordinando las acciones navales y aéreas. Y que tenemos que enviar un cuerpo de ejército a Libia ¿Qué se nos ha perdido allí? ¿No sería mejor desembarcar en Dover y dejarnos de historias?

— Eso creía yo, pero Kesselring y Marschall me han convencido de su inviabilidad.

— No fue buena elección la de esos dos.

— Al contrario, Statthalter, fue la mejor posible. Los dos han colaborado espléndidamente.

— Bueno, prosiga.

— Como le decía, va a ser muy arriesgado desembarcar en Inglaterra este año. Si lo hacemos es probable que seamos derrotados. Esa derrota sería poco importante militarmente, pero tendría gran repercusión política. Afirmaría en el poder a Churchill y a los partidarios de la guerra, y haría dudar a nuestros posibles aliados. Según Von Papen, hasta que se haya constituido la Unión Europea liderada por Alemania no podemos permitirnos errores. El problema no es perder dos regimientos sino el prestigio ante nuestros aliados. Recuerde como el revés que sufrió Napoleón en la batalla de Bailén animó a los austríacos a declararle la guerra.

— Tiene usted razón. Siga, por favor.

— Lo que sí sería conveniente es efectuar incursiones a pequeña escala. Primero por grupos de comandos llevados por submarinos o lanchas rápidas. Más adelante, incursiones de mayor entidad, dirigidas contra algún objetivo sencillo. Concretamente, una opción factible sería invadir las islas Shetland.

— ¿Las Shetland? Están al Norte de Escocia, creo —Goering hacía gala de sus conocimientos geográficos — ¿No es un páramo helado?

— Sí, pero están muy cerca de Noruega, y serían una buena base para nuestra aviación. Pero todo eso serán solo picotazos. Más importante es que debemos intensificar los ataques contra la navegación inglesa con nuestros submarinos y nuestros aviones. Coordinados.

— Coordinación… ¿Eso que significa?

— Será preciso entrenar a grupos aéreos y navales, sobre todo de submarinos, para que actúen juntos. Y con un mando único.

— Veo que Raeder ha instruido bien a Marschall, esos marineros estirados quieren decirle a mis pilotos lo que tienen que hacer — Goering siempre había considerado la aviación como su feudo privado.

— Le sorprenderá, pero Kesselring se mostró de acuerdo. A cambio sugirió que la marina no debía operar por su cuenta, sino subordinarse al OKW.

— El OKW que presido yo. Muy inteligente, ese Albertito. Bueno, lo tendré en cuenta. Pero aun no me ha explicado lo de Egipto.

— Statthalter, como le decía hemos considerado que es crucial no ser derrotados. Ni nosotros, ni nuestros aliados, porque eso no solo reforzaría a Churchill sino que sugeriría al resto de Europa que vamos a dejarles en la estacada. Pero me temo que el ejército italiano no lo va a tener sencillo en su invasión de Egipto. Por lo que dice nuestro agregado militar, siguen con el mismo equipo anticuado que tenían en España, y cree que los ingleses les derrotarán.

— Ya se lucieron en España en Guadalajara — en esa batalla un cuerpo de ejército italiano había atacado a los republicanos, pero se desbandó ante un contraataque.

— Me temo que pase lo mismo. Como le decía, Italia solo se enfrenta a los ingleses en Somalia y en Egipto. Somalia está fuera de nuestro alcance, pero Egipto, no. Una gran victoria allí amenazaría el Imperio inglés y podría ser lo que buscamos. Además aseguraría el Mediterráneo y facilitaría la colaboración de España, Francia y Turquía.

— Es algo razonable, pero habrá que consultar con Mussolini. Se toman muy a pecho el orgullo patrio.

— Sí, Von Papen dice que habría que ofrecerles algo. Sugiere que les cedamos equipo francés capturado y licencias para producir armamento moderno. Pero lo que más les seduciría es que les cedamos parte de la producción de petróleo de Ploesti.

Goering había sido también ministro de economía y sabía de la importancia de esos yacimientos. — Eso no será posible.

— Creo que sí, Statthalter. Por ahora, y gracias a las entregas de petróleo ruso, nos sobra. Si en algún momento necesitamos el petróleo de Ploesti, siempre podremos quedarnos con la producción, al fin y al cabo se transporta a través del Danubio.

— General, me está llevando usted por donde quiere ¿Tengo que hacer algo más? — replica irónicamente Goering.

— Por favor, no me malinterprete, tan solo traslado las conclusiones del comité que usted creó. Pero sí, consideramos muy importante que Francia y España se unan a la guerra contra Inglaterra. Francia, por su flota y sus colonias. España, por su posición estratégica.

— Eso será trabajo para Von Papen ¿algún detalle más?

— Sí, Statthalter. Sería recomendable iniciar los preparativos de invasión cuanto antes. Para que los ingleses no puedan enviar refuerzos a Egipto.

— Gracias, general, puede retirarse.

Mientras salía Goering le miró con expresión divertida. Ese tipo pensaba que le manipulaba… no sabía que había instruido cuidadosamente a Kesselring sobre lo que se podría ceder, y que Schellenberg le informaba puntualmente de todas las decisiones del comité. Pero lo de Egipto no sería mala idea. Al fin al cabo, Napoleón había conquistado Egipto ¿Por qué no Goering? Se imaginó desfilando en un coche abierto, con un uniforme resplandeciente, ante las Pirámides.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Mié Feb 26, 2014 7:17 pm

Domper escribió:Del capítulo 9, para Eriol. Una pregunta ¿Qué hubiese podido pasar con un Afrika Korps doble del real, a principios de 1941, y con la combinación de Von Manstein y Rommel? De la marina, a la vista de lo ocurrido en Singapur (por ejemplo), de la audacia de ciertas fuerzas que por ahora no nombro, y sobre todo, la desorganización inglesa, me creo cualquier cosa.

Ya ya, si en mi HA cuando llegamos ahí también pasa lo mismo solo que no lo describo como tu sabes? Entonces...bueno es complicado de hablarlo sin dar pistas :D :D Como veo que vas rápido no tardaremos en llegar allí.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Jue Feb 27, 2014 12:10 pm

Capítulo 3. Diplomacia.

Vacaciones termales


21 de Julio de 1940

El verano en Vichy estaba siendo agobiante. La pequeña ciudad había sido tomada por un ejército de políticos, parlamentarios y funcionarios, que habían ocupado el Gran Casino, los hoteles y hasta la última habitación libre. En ese maremágnum un apurado Pierre Laval, el nuevo Ministro de Asuntos Exteriores, solicitó entrevistarse urgentemente con el Mariscal Pétain. Tras una larga espera un ordenanza le conduce al despacho del Presidente de la República.

— Tranquilícese, ministro — aunque Pierre Laval era un protegido de Pétain, el viejo militar era partidario de guardar las formas — ¿Qué es tan urgente que le trae con esas prisas?

— Discúlpeme, Mariscal, pero el asunto lo merece. El lunes pasado recibí al un enviado alemán, Monsieur Abetz, que traía una invitación a la asamblea de Aquisgrán.

— Ese tal Abetz es una persona repugnante. Desde que llegó a Alemania no ha hecho sino saquear nuestros tesoros artísticos. Mal embajador ha elegido Goering si quiere vernos en Aquisgrán.

— Mariscal, a mi tampoco me gusta Ms. Abetz. Pero esta vez solo era un mensajero que, además de la invitación, traía una solicitud para que me reuniese con una delegación alemana.

Pétain ensombreció su gesto. Laval era muy dado a actuar por su cuenta, y no había informado al Presidente de esa reunión. — No me informó usted de ello, ministro.

— Lo siento, Mariscal — responde Laval — pero Abetz solicitó expresamente que no lo hiciese. No por desconfianza a su persona, sino porque Vichy está lleno de espías, y Goering deseaba que la reunión fuese secreta.

— ¿Goering? ¿Se reunió usted con Goering? — se sorprende Pétain.

— No Mariscal, la situación en Berlín aun no es del todo clara. Lo hice con su enviado a quien ya conoce, el antiguo canciller Von Papen. Y me hizo una propuesta increíble: Alemania quiere ofrecer a Francia una alianza.

— ¿Alianza o subordinación?

— Alianza, Mariscal. Júzguelo usted mismo — Laval le entrega un documento.

“El Statthalter Goering desea que Francia y Alemania olviden sus enfrentamientos, inducidos por los que buscan la ruina de las dos naciones vecinas. Francia, aunque derrotada, luchó con honor en el campo de batalla, por lo que Alemania quiere hacerle una propuesta honorable que de bases a una futura amistad francoalemana que sea la fuerza de Europa, como en tiempos de Carlomagno.

Por ello Alemania ofrece a Francia un tratado de paz y amistad justo, que incluirá la liberación de los prisioneros de guerra y la independencia de su territorio, su economía y sus fuerzas armadas. Pero Alemania está en guerra y Francia, como nueva amiga y aliada, deberá unirse a Alemania y a Italia contra Inglaterra. La oferta alemana incluye:

– Alemania repatriará a los prisioneros de guerra en cinco contingentes de 200.000 cada tres meses. 400.000 prisioneros serán liberados inmediatamente tras la entrada de Francia en guerra.

– Los prisioneros que permanezcan en Alemania lo harán como trabajadores y recibirán un salario justo, similar al de los obreros alemanes. Podrán conservar ese salario o enviarlo a sus hogares, sin interferencia alemana.

– A los prisioneros liberados se les ofrecerá quedarse en Alemania como trabajadores en las mismas condiciones, pero con libertad de movimientos y de contratación. Por cada prisionero liberado que permanezca en Alemania será liberado otro prisionero.

– A todos prisioneros se les ofrecerá integrarse en un Nuevo Ejército Francés cobeligerante. Por cada soldado que se enrole en el Nuevo Ejército será liberado otro prisionero.

– Francia podrá reconstruir unas nuevas fuerzas armadas cobeligerantes, que incluirán a la aviación, al ejército de tierra y a la marina. Las unidades de ese nuevo ejército tendrán mandos franceses, aunque operarán conjuntamente con unidades alemanas bajo mando alemán, hasta que se pueda constituir un mando francés independiente.

– Francia conservará sus colonias, a excepción de rectificaciones menores de fronteras, y podrá incorporar las colonias inglesas conquistadas.

– Alemania retirará gradualmente su ejército de Francia, a excepción de las zonas necesarias para la guerra, especialmente las costeras. Alemania podrá mantener en territorio francés los servicios de intendencia y aprovisionamiento que necesite y una pequeña fuerza de seguridad. Alemania tendrá libertad de movimientos de tropas en territorio francés. Alemania será quien costee la manutención de esas unidades.

– Alemania incorporará a su territorio las zonas germanoparlantes de Alsacia y Lorena, es decir, aquellas en las que la proporción de germanoparlantes era mayor del 50%, basándose en los censos previos a la Gran Guerra. Alemania y Francia facilitarán el reasentamiento de quienes lo deseen.

– Francia e Italia llegarán a un acuerdo similar referente a Córcega y a Niza.

– A cambio de las provincias cedidas Francia podrá incorporar la parte francófona de Bélgica.

– Alemania colaborará con Francia para solucionar sus necesidades de materias primas.

– El gobierno francés gozará de independencia, y será escuchado por el de Berlín antes de tomar decisiones que le afecten.

A cambio de la oferta alemana, Francia se unirá como aliado de pleno derecho al Eje, y declarará la guerra a los enemigos de Alemania inmediatamente tras la firma del tratado de alianza francoalemana.

– Francia formará un ejército y una aviación cobeligerante. Los podrá equipar bien con el armamento que Alemania capturó durante la guerra, cedido por un precio razonable, con equipo nuevo fabricado por sus propias fábricas, o con equipos adquiridos por Francia.

– Las unidades de dicho ejército, hasta nivel regimental, estarán bajo mando francés, y se integrarán con unidades alemanas. Según su comportamiento estas unidades podrán reunirse en brigadas o divisiones bajo mando francés. Las unidades coloniales permanecerán bajo control francés salvo cuando sean precisas operaciones conjuntas.

– El Ejército que Francia aporte debe ser equivalente a un mínimo de 40 divisiones, 30 metropolitanas y 10 en colonias. También debe aportar una fuerza aérea equipada con un mínimo de 500 cazas y 500 bombarderos.

– Francia se compromete a que su flota se una a la guerra contra Inglaterra. Dado que la flota francesa es crucial en esta guerra, hará los mayores esfuerzos para evitar que los barcos se autohundan o se entreguen al enemigo. Por ello los oficiales que hundan o entreguen sus barcos deberán ser juzgados por tribunales militares. Además si una fracción importante de la flota se hunde o se entrega a los enemigos de Alemania, Alemania podrá considerar otras cláusulas del presente acuerdo, especialmente las relativas a la liberación de prisioneros de guerra.

– Los buques que permanezcan en bases enemigas intentarán hacerse a la mar para volver a puertos de la Francia metropolitana. Si no fuese posible, las dotaciones hundirán sus buques, si es posible bloqueando las bases enemigas.

– Francia cederá a Alemania dos acorazados modernos, seis cruceros modernos y doce destructores, de tipos por determinar. Alemania pagará una compensación adecuada.

– Si Francia participa en operaciones ofensivas contra Inglaterra, dichos buques quedarán bajo control francés y con tripulaciones francesas, aunque seguirán las órdenes de la Marina alemana.

– Francia cederá a Alemania el uso de las instalaciones militares que necesite para su lucha contra Inglaterra, tanto en la metrópolis como en las colonias. Tras la victoria Alemania devolverá dichas instalaciones a Francia”.


— ¿Qué le parece, Mariscal?

— Esperaba cualquier cosa menos esto, ministro. Es una propuesta que convendrá estudiar y negociar.

— Mariscal — dice Laval — lamentablemente no podrá ser así. Von Papen insistió en que es una oferta cerrada, que se admite o se rechaza, y que debemos responder antes de la reunión de la asamblea en Aquisgrán. Me recordó que Alemania tiene otros amigos que desean nuestras colonias.

— Supongo que se referirá a Mussolini.

— A Mussolini, y a Franco. Von Papen dice que si Francia no se une a Alemania en la guerra, o si se hunde la flota, o si intenta alguna traición, los alemanes ocuparán toda Francia y dividirán su imperio colonial.

— El palo y la zanahoria.

— Sí, pero la zanahoria es muy golosa. Según Von Papen tendríamos que ceder parte de Marruecos a los españoles, Alsacia y parte de Lorena a Alemania, y Córcega. Que no temamos por Niza. A cambio, incorporaríamos la zona minera e industrial de Bélgica. Y tras la victoria nos ofrece las colonias inglesas del Golfo de Guinea. Eso sí, nos exige mantener la propuesta en absoluto secreto para evitar ataques ingleses. Y le ruega especialmente que no lo comente ni en el Gabinete ni con subalternos.

— Esta oferta es aun más sorprendente que el pacto Ribbentrop-Molotov. Le adelanto que creo que Francia no podrá rechazarla.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Jue Feb 27, 2014 12:12 pm

Sol y moscas

22 de Julio de 1940

— Ministro, no entiendo como pueden vivir aquí. — El verano madrileño estaba siendo especialmente caluroso. Aunque los gruesos muros del Hotel Palace y los ventiladores atenuaban un poco el bochorno, seguía siendo sofocante para un hombre del Norte.

— Embajador Von Papen — el alemán de Ramón Serrano Súñer era excelente — solo es cuestión de habituarse.

Von Papen estudió a su interlocutor. Ramón Serrano Súñer se estaba convirtiendo en uno de los hombres fuertes del régimen. No solo era cuñado de Franco, sino que el asesinato de sus dos hermanos en la anterior guerra era el mejor aval de su lealtad. Además de Ministro de Gobernación estaba tomando protagonismo en la política exterior española ante el inesperado giro anglófilo del actual ministro, el coronel Beigbeder.

— Ministro, como le decía, he sido enviado por el Statthalter Goering para proponerle que España se una a la guerra contra Inglaterra.

— Ese es mi deseo. Pero el Generalísimo no está convencido. España está devastada tras la guerra. Necesita petróleo, carbón, alimentos, y solo puede conseguirlos por mar. Si España entra en guerra los ingleses nos bloquearán, y los españoles pasarán hambre ¿Cómo podría Alemania evitar que España pasase hambre?

— Es sencillo. Solo hay que derrotar a los ingleses.

— Como si fuese tan fácil. Además la victoria no será inmediata ¿Qué comerán los españoles este invierno?

Von Papen conocía las demandas españolas, pero también sabía que Serrano Suñer y gran parte del Ejército deseaban unirse a Alemania. Solo necesitarían un pequeño empujón.

— Ministro, el Statthalter me ha pedido que le asegure que Alemania hará el mayor esfuerzo posible para ayudar a España. Petróleo no tiene demasiado, pero sí carbón. Y sobre todo alimentos, pudimos capturar la cosecha polaca. Con ella podrá alimentar a España durante todo el invierno.

— Esa cosecha ¿a qué precio se venderá? — duda Serrano Súñer.

— ¿Quién ha hablado de precio? — dice Von Papen —. Alemania cederá los suministros como ayuda al nuevo aliado. No solo eso, le promete que una vez conquiste Gibraltar…

— Perdone, embajador, pero el honor español requiere que seamos nosotros quienes reconquistemos el Peñón.

— Lo entiendo, pero no menospreciarán la ayuda alemana ¿no? Como le decía, tras la conquista, el Peñón será suyo. Pero no solo eso. El Statthalter le ofrece unificar la Península: Portugal y Andorra.

Serrano Súñer casi se atraganta — ¿Portugal? Pero si nos ayudó durante la guerra civil.

— Si Portugal se une a Alemania, conservará su independencia. Pero si no lo hace, será de ustedes. También le ofrece el norte de Marruecos hasta Fez.

— ¿Y el Oranesado? —pregunta Serrano Súñer.

Von Papen piensa para sus adentros ¡te he pillado! O sea, Portugal es buen cebo. Ahora solo se trata de tirar del sedal.

— El Oranesado dependería de la participación española. Pero tengo que hacerle una confidencia: Pétain también está pensando declarar la guerra. Cuando ganemos la guerra, si España ha permanecido neutral, tendremos que compensar a Francia de alguna forma ¿no le parece? Y los italianos también están muy interesados en las Baleares.

— El problema será Canarias, los ingleses se lanzarán a por ellas.

— El Statthalter no desea que las Canarias pasen a ser una nueva rapiña inglesa. Por eso Alemania va a ceder a España el material necesario para defenderlas aunque ustedes no entren en guerra. Durante la semana próxima llegarán a la frontera francesa dos docenas de cañones de costa pesados, cincuenta cañones antiaéreos, 50 cazas Messerschmitt y 25 bombarderos Junkers. Son un regalo del Statthalter. El único compromiso español será destinar esos equipos para la defensa de Canarias, y enviarlos cuanto antes.
Última edición por Domper el Jue Feb 27, 2014 12:14 pm, editado 1 vez en total

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Jue Feb 27, 2014 12:13 pm

Incidente

29 de Julio de 1940


Noticia de la Agencia EFE. Un acorazado de la marina inglesa ha hundido al buque de la Armada Española “Castillo de Bellver” cuando se dirigía desde Cádiz hacia Las Palmas de Gran Canaria. El barco español fue detenido por el blindado inglés, que le ordenó dirigirse a Inglaterra. El “Castillo de Bellver” rechazó la orden, continuando su rumbo. Los ingleses, sin aviso y sin justificación, han atacado al barco español, que ha defendido la bandera hasta el final. Al conocerse la noticia el minador Júpiter ha partido en busca de supervivientes, siendo también atacado por los ingleses, que le causaron importantes daños.


THE TIMES. El crucero ligero Enterprise ha sido torpedeado en aguas de Canarias cuando se dirigía a inspeccionar un buque español. El citado crucero, junto con el crucero pesado Suffolk, detuvieron a un barco de bandera española del que se sospechaba que llevaba contrabando de guerra. Mientras dialogaban con el capitán del barco español un submarino torpedeó al Enterprise, que se hundió con gran pérdida de vidas. El Suffolk hundió al barco español, y ahuyentó a un buque de guerra que se aproximó a la zona.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Jue Feb 27, 2014 12:15 pm

Casus belli

30 de Julio de 1940

— Statthalter, le felicito por su elección. El pueblo alemán ha sabido decidir.

— Schellenberg, no sea irónico, por favor. Ese humor suyo algún día le llevará a la ruina. Usted fue el encargado de asegurar la elección.

— Statthalter, no fue preciso. Los sondeos que hicimos predecían un triunfo abrumador ¿para qué mancharlo? Preferí no intervenir, al contrario, invité a observadores neutrales para que diesen fe de la limpieza del plebiscito.

El coronel Schellenberg se estaba mostrando como un manipulador nato. Goering había quedado satisfecho de su papel en el comité especial, por ello le había nombrado enlace de la cancillería en el Abwehr y en el Ministerio del Interior. De facto, era Schellenberg y no Canaris quien controlaba la inteligencia alemana. Aun conociendo su capacidad, a veces le sorprendía. Menos mal que el coronel era demasiado joven y poco conocido como para aspirar a sustituirle. De hecho Goering estaba pensando en hacerle una oferta: cuando se retirase, tras ganar la guerra y consolidar la nación, podría ser su sucesor. Pero solo si mantenía una absoluta lealtad. Schellenberg podría ser o el mejor apoyo, o el peor enemigo.

— Bien, coronel, cuénteme que pasó con el barco español.

— Recordará que les regalamos a los españoles unos cuantos cañones viejos. Sobrantes de la marina del Kaiser que llevaban veinte años oxidándose.

— Ha sido un regalo envenenado, por lo que veo — responde Goering.

— Cierto. La condición para que recibiesen los cañones era que se enviasen a Canarias para su defensa, e inmediatamente tras su llegada fueron embarcados en un transporte militar. Durante su viaje a Canarias el barco fue interceptado por los ingleses. Resultó que un submarino nuestro estaba de caza, y hundió un crucero. Y los ingleses no tuvieron mejor idea que hundir al barco español.

— Vaya coincidencia más afortunada para nosotros. Usted no tendría nada que ver en ello.

— Fueron los ingleses los que metieron la cabeza en el lazo. Desde hace algún tiempo sospechaba que los ingleses leían nuestros códigos. El general Kesselring dice que aunque han intentado todo tipo de tácticas sobre Inglaterra, nunca consiguen la sorpresa. Por eso probé un jueguecito. Envié un mensaje dirigido a nuestro cónsul en Canarias, informándole que los españoles pretendían reforzar las Canarias previamente a la declaración de guerra, y que iban a enviar un barco cargado de material alemán. El mensaje fue cifrado mediante la cifra diplomática. Además de eso, envié otro mensaje con la clave de la Luftwaffe, informando de la fecha de salida y la prevista de llegada del barco, y de su rumbo. También pedí a Marschall que sugiriese a Doenitz que enviase un submarino para escoltar al barco español. Y los ingleses han picado. El ataque que han sufrido los españoles indica que esos condenados ingleses pueden leer tanto la cifra diplomática como la de la Luftwaffe. Tan solo la cifra naval parece segura, pero teniendo en cuenta que el método de cifrado es similar, no confiaría mucho en ella.

— No puede ser, me aseguraron que era imposible descifrar nuestros mensajes — se sorprende Goering.

— Pues los ingleses han conseguido lo imposible. De alguna forma han conseguido leer los mensajes cifrados con la máquina Enigma. Habrá que revisar nuestros procedimientos, e ir pensando en desarrollar algún otro sistema. Pero yo por ahora recomendaría que mantuviésemos las claves actuales, y las usásemos para cebar a los ingleses con algunos mensajes que tengo preparados.

— ¿Cómo han reaccionado los españoles?

— Pues como era de esperar, se han subido por las paredes. Han retirado el embajador de Londres y han expulsado al embajador británico de Madrid. Además han decretado la movilización de los reservistas en las Canarias, y han enviado un convoy, escoltado con lo que les queda de flota, con el resto del material que les enviamos y todo lo que han podido reunir en la Península. Esta vez los ingleses no se han atrevido a molestarles, porque tras lo de Mers–el–Kebir y Dakar este nuevo ataque ha sentado muy mal en los países neutrales.

— En resumen, que España va a entrar en guerra.

— No estamos seguros todavía, nadie sabe lo que pueda pensar ese generalote que tienen por dictador. Es muy ladino. Pero por lo menos han autorizado a repostar submarinos en puertos españoles. Espero que eso no sea causa de un nuevo incidente que les lleve a la guerra.

— Le veo venir — responde Goering —. Pero sea discreto, por favor, no quisiera que todo esto nos saltase a la cara.

— Había pensado enviar otro mensaje a Las Palmas sugiriendo que el petróleo yanqui que recibe España se usa para repostar a nuestros submarinos. Si España no entra en guerra es solo porque tienen miedo a quedarse sin petróleo. Pero si de ninguna forma lo van a tener…

— Schellenberg, recuérdeme que no juegue a las cartas con usted. A veces me da miedo ¿Y Francia? ¿Cómo van las negociaciones con Pétain?

— Von Papen no está seguro, pero la repatriación inmediata de 50.000 prisioneros ha creado muy buena impresión. Más importante, la marina francesa ha empezado a desplazar los cruceros y destructores de Dakar y de las Antillas a Casablanca. También sabemos que ha habido incidentes entre ingleses y franceses en Alejandría. Creo que Pétain ya ha aceptado y solo falta que nos lo confirme. Querrá adelantarse a los españoles. Aunque tal vez necesite un empujoncito que le decida.

— ¿Cómo piensa empujarles? —pregunta Goering.

— Había pensado en seguir usando la radio. A nuestra embajada en Tokio le interesará saber que la flota francesa en Alejandría va a autohundirse bloqueando el puerto.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Jue Feb 27, 2014 12:16 pm

Como buenos amigos

1 de Agosto de 1940

Diario del Conde Ciano.

“Los aviones que traían al Mariscal Goering y al Ministro Von Papen aterrizaron en el aeródromo de Ciampino pasadas las doce. Nuestra delegación, encabezada por el Duce, les esperaba. La llegada de dos cuatrimotores escoltados por una docena de cazas bimotores causó sensación, porque sabíamos que nosotros no disponíamos de cazas de largo alcance.

El Duce temía la entrevista con el Statthalter. Sus relaciones con Hitler habían sido cordiales, pero apenas había tratado a Goering. Yo tampoco conocía al sustituto de Ribbentrop. Pero el encuentro fue muy amistoso. En lugar de recriminaciones por nuestra tardía entrada en guerra, Goering se adelantó a abrazar al Duce, que le dio sus condolencias por la muerte de Hitle, y le felicitó por la elección. Goering, a su vez, declaró que el primer acto de su mandato tenía que ser visitar al gran aliado y amigo de Alemania. Al Duce le agradó la deferencia de Goering, y la reunión comenzó con buen pie.

Tras las salutaciones acompañamos a la delegación alemana hasta el Palazzio Venezia donde, dado lo avanzado de la hora, tomamos un pequeño refrigerio. Luego celebramos la conferencia. Goering expuso los motivos por los que había convocado la Asamblea de Aquisgrán, dijo que no quería que las victorias militares fuesen vacías, sino que contribuyesen a crear un espacio común europeo en que las naciones pudiesen lograr sus legítimas aspiraciones.

Luego nos aseguró que el pilar de la Nueva Europa iba a seguir siendo la amistad germanoitaliana. Italia había señalado el camino a seguir, y la fuerza militar de Alemania lo allanaría. La amistad germanoitaliana no iba a depender de Aquisgrán.

Mussolini admitió las intenciones de Goering, pero señaló que los intereses alemanes no debían enfrentarse a los italianos. Las actividades alemanas en los Balcanes y su creciente interés por Egipto podían enfrentarse a las legítimas aspiraciones italianas. Goering intentó tranquilizarle. Insistió que las ambiciones alemanas estaban colmadas con las últimas victorias, y que Alemania no tenía ningún interés en Grecia. Respecto a África, insistió que Alemania tampoco tenía intereses allí, pero que era preciso conseguir una gran victoria sobre los ingleses. Que no dudaba de la capacidad italiana para lograrla, pero era interés de ambas partes que la campaña fuese lo más fulgurante y demoledora posible. Mussolini asintió, y yo pensé que los alemanes conocían tan bien como nosotros que no estábamos del todo preparados para derrotar a los ingleses.

Goering insistió en la importancia que tendría conseguir una gran victoria, y que era tan importante o más evitar reveses que diesen alas a los británicos. Yo sabía a que se refería a los recientes encuentros navales en el Mediterráneo, que nos habían costado varios buques sin que pudiésemos impedir que flota inglesa pasease ante nuestras costas. Por eso nos proponía desplegar en el Sur de Italia y en Libia unidades de la Luftwaffe que pudiesen contrarrestar las incursiones inglesas. También proponía enviar a Libia un cuerpo de ejército de tanques para poder tomar Egipto cuanto antes.

Mussolini se mostró de acuerdo, pero surgió la cuestión del mando. Ambas partes creíamos que era preciso un mando unificado, pero Libia es una colonia italiana, e Italia aporta las fuerzas navales y la mayor parte de las terrestres. Goering nos dio la razón, pero insistió que su guerra relámpago era un método radicalmente nuevo y que los generales italianos aun no lo dominaban, por lo que no deseaba supeditar unidades alemanas a un mando italiano. Finalmente alcanzamos un consenso. El mando superior sería italiano, así como el mando de las unidades navales y de las aéreas que apoyasen a la marina. El mando superior en Libia sería también italiano, pero su jefe de operaciones sería un general alemán, con independencia operativa.

Contrariamente a lo que esperábamos, no hubo discusiones respecto a los objetivos. Goering admitió que Egipto pasaría a ser un protectorado italiano, junto con Sudán, Abisinia y Somalia. De la espinosa cuestión de los Balcanes, Goering aceptó la futura invasión italiana de Grecia con asistencia alemana, pero solo cuando se resolviesen las operaciones en Egipto. También aceptó que Italia recibiese un cupo de petróleo rumano.

Finalmente nos encomendó interceder ante los españoles, renuentes a aliarse con nosotros. Yo creo que se debe sobre todo a la arrogancia alemana de anteriores reuniones, pero lo cierto es que en esta conferencia había sido muy amistosa a pesar de lo delicado de los asuntos tratados.

Tras la cena a legación alemana se dirigió a su embajada, con la intención de volver a Berlín a la mañana siguiente, y estableciendo un calendario para citas posteriores.

Yo creo que ambas partes quedaron muy satisfechas de la reunión, aunque tal vez estemos dando demasiado protagonismo a los alemanes.”

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Jue Feb 27, 2014 12:28 pm

Bueno, ha llegado el tercer capítulo. Una vez resuelta la sucesión en Alemania, se empiezan a crear las bases para una coalición antiinglesa.

Supongo que a cualquier lector le chirriarán las fechas. Un unas pocas semanas Goering no solo se hace con el poder sino que reconduce la estrategia alemana y concibe una "unión europea" ¿Factible? Pues no lo sé. A Napoléon le costó años concebir esa estrategia, pero el "tempo" de la época, con viajes en carruajes y mensajeros a caballo, era otro. Durante la SGM ya se vieron cambios bruscos (como tras el derrocamiento de Mussolini) aunque la premura no siempre fue buena consejera.

Pero es que, en mi opinión, el verano de 1940 fue crítico. Con Estados Unidos aun dominado por el aislacionismo, la URSS lamiéndose las heridas tras los fiascos en Finlandia, Japón intentando digerir sus bocados a China, y con Churchill que apenas había superado su crisis con Halifax, fue el momento para que Alemania hubiese seguido adelante. No daba tiempo para grandes operaciones militares, pero sí para planearlas. Y ya he dicho que pienso muchas cosas de Goering, salvo que fuese estúpido ¿Sabe alguien si tenía proyectos para Alemania diferentes a los de Hitler? Como mínimo era más susceptible a los consejos de sus colaboradores.

Otra opción era dejar pasar un año, y planificarlo todo para 1941. Pero eso implicaría unos Estados Unidos mucho más agresivos, una Inglaterra con Churchill reforzado, la URSS atacando de nuevo a Finlandia, Italia derrotada en Libia... creo que perder ese año resulta demasiado arriesgado.

Espero que os guste. Estoy preparando el capítulo cuarto para colgarlo. Por desgracia, aun no hay muchos tiros. Paciencia.

Saludos

P.D.: os ruego que señaléis las posibles incorrecciones, incoherencias, etcétera. Por favor.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Vie Feb 28, 2014 12:46 am

Muy buenas, y muy buena la HA. :)

De momento no he visto nada demasiado chirriante. Sí me sorprende el antisemitismo de "baja intensidad" de Goering. Creo que todos recordamos que la convocatoria de la Conferencia de Wannsee partió de Goering, aunque estoy seguro de que fue Hitler su promotor y no el Reichmarschall. También es cierto que con la jubilación forzada de Himmler, Heydrich y supongo que de otros siniestros individuos similares, como Kaltenbrunner, la Solución Final quedaría archivada en algún cajón del despacho del Statthalter. En cualquier caso, me gustaría ver un poco más desarrollado ese aspecto de la nueva política alemana, no en profundidad, que acabaría desviando el hilo principal de la historia, pero sí al menos con algo de detalle.

¿Y Portugal? ¿Cómo se va a convencer a la dictadura de Salazar de abandonar la tradicional anglofilia portuguesa? ¿O va a tener España unas cuantas provincias más?

Ánimo, que la cosa esta muy interesante, y gracias otra vez.

Saludos.

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Vie Feb 28, 2014 2:05 am

La cuestión del antisemitismo es algo personal. Me parece repugnante un régimen racista, pero podría aceptar (para una hipótesis) un racismo descafeinado, tipo el italiano... o el norteamericano. Incluso algo más duro como el del apartheid (que me parece despreciable, insisto). Pero genocidio no, gracias. Si el régimen imaginado es genocida, mi Historia Alternativa sería muy sencilla: Alemania es derrotada por los luxemburgueses y el mundo cambia. Punto.

Como no me imagino otro sucesor de Hitler con posibilidades, una de dos: o es racista descafeinado, o muere por un resbalón en la bañera y el régimen nazi se desmorona. Si no es creíble, pues no es creíble. Por otra parte, el genocidio fue perjudicial para el esfuerzo de guerra alemán, tanto por los recursos destinados a ello, como por la pérdida de personas (tanto las asesinadas como las huidas) que hubiesen podido contribuir al esfuerzo de guerra.

Curiosamente el siguiente mensaje tiene mucho que decir en el tema que te interesa.

Respecto a Portugal, queda en el futuro. Todavía lejano.

Saludos

Re: El visitante. Historia alternativa de la SGM

Vie Feb 28, 2014 12:36 pm

Capítulo 4. La Nueva Europa.

Editorial


2 de Agosto de 1940

Publicado en Das Reich.

“La fuerza de la raza germana



Están equivocados aquellos que piensan que la raza es algo que se transmite de padres a hijos, igual que se heredan los muebles de la tía abuela. Reducir la idea de la raza alemana a la herencia es pensar que los alemanes lo son por tener un pedigrí como las mascotas de compañía. Demasiadas veces personas que se llamaban así misma alemanas, con antecesores impecables, han demostrado con sus ideas y con sus hechos ser más peligrosos para la nación que un pobre zapatero remendón con la desgracia de tener padres judíos. En la pasada Gran Guerra muchos hijos de judíos demostraron con su heroísmo que habían renegado de sus bajos ancestros y se habían imbuido de la esencia de la raza germana.

Porque la raza germana no es algo biológico sino un ideal, que trasciende al mundo físico de la procreación, y conecta con la mente de los hombres. Es algo que se demuestra con la fuerza y la nobleza. El judaísmo no es ni una herencia ni una religión, sino el fruto de la mente de unos manipuladores que quieren esclavizar a la humanidad ¿Quién es más judío, el inofensivo rabino que reza en su sinagoga, o el masón que en su logia maquina traiciones?

Los que han tenido la suerte de recibir una herencia limpia disfrutan del ideal de la raza desde el nacimiento. Por ello son más abyectos los que renuncian a ella, como el traidor Heydrich. Aquellos que no tuvieron la fortuna de una herencia limpia pueden adquirirla mediante el esfuerzo y la voluntad ¿Quién merecerá más respeto, el hijo de un rabino que ha superado sus bajos orígenes y ha contribuido al engrandecimiento de la Patria, o el alemán de pura cepa que se ha dejado contaminar por las ideas judías y las ha abrazado, renunciando a su patria y a su raza? Porque no es judío quien nace sino quien vive como judío. Y es alemán quien vive como alemán.

En tiempos anteriores el traidor Heydrich y el engañado Himmler adulteraron la idea de nuestro Guía, y no persiguieron a las alimañas que abrazaron las ideas judías sino que buscaron una distracción mientras planeaban destruir la Gran Obra. Por desgracia, demasiados seguidores del Líder no supieron distinguir entre el judaísmo ideológico y la religión judía que aunque equivocada es inofensiva. Por eso, y desde ahora, ya no hablaremos de judíos sino de subhombres, los traidores a la patria.

Pero no se equivoquen los judíos del mundo. Alemania no les abre sus brazos. Han recibido una herencia despreciable a la que tienen que renunciar si quieren demostrar que pertenecen a la patria alemana. Si quieren seguir con sus equivocadas ideas no serán perseguidos pero sí vigilados, como huéspedes no deseados. Y si demuestran que son subhombres que viven como parásitos a la sombra de la Nación, caerá sobre ellos la ira y la justicia alemana“
Última edición por Domper el Sab Mar 01, 2014 2:38 am, editado 1 vez en total
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