Hola, amig@s:
Aunque esta duda que ahora voy a exponer va dirigida a nuestra apreciada analista Mikhailovna, la hago extensible a todos, por querer
saber su opinión: A menudo leemos sobre los trastornos de todo tipo que sufren combatientes, victimas, población civil, etc. (Mikha nos ha
puesto bastantes ejemplos) mas, me surge la curiosidad de saber cómo pudieron pasar desapercibidos entre la población, criminales de la
talla de Mengele o Eichmann (por citar a dos archiconocidos). Personajes que pasaron de tener un poder omnímodo, cual si fueran
dioses, a desarrollar labores de camareros, venteros, comerciantes..como cualquier ciudadano de a pié, vamos. ¿ Cómo no sufrieron alteraciones ?.
Y doy por supuesto que no las tuvieron porque, de haber sido así, habrían precisado de tratamiento, siendo así más fácil su identificación
y captura. Por ahí leí que el abyecto de Josef Menguele habría regentado un restaurante. Y me pregunto: ¿ Cómo se puede pasar sin enloquecer
de ser quien decidía entre la vida y la muerte en Auschwitz, a acercarse a tu mesa sonriente y exclamar: ¿ qué va a tomar el señor ?
¡ Me lo expliquen, por favor !. A lo peor hasta figuraría en la "Guía Michelín".¡ qué miedo !
Un saludo cordial.
García-Morato.