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Influencia, comportamientos, sociedad...
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Aprendiendo a matar

Lun Abr 02, 2007 9:24 am

Antes de retirarme del ejército, pasé casi un cuarto de siglo como oficial de infantería de la armada, como psicólogo, aprendiendo y estudiando cómo capacitar a la gente para matar. Créanme, lo hacemos muy bien. No es algo natural: para que alguien mate hay que instruirle.

Teniente Coronel Dave Grossman, Ranger de la Armada, Profesor de Psicología de West Point, y Profesor de Ciencia Militar, autor de "Sobre el hecho de matar: el coste psicológico de aprender a matar en la guerra y la sociedad" (On Killing: The Psychological Cost of Learning to Kill in War and Society, Little, Brown and Co., 1996).

Aprendiendo a matar

Parece ser que existe en nosotros, al igual que en otras muchísimas especies, con pocas excepciones, cierta resistencia innata a matar a otros individuos que pertenecen a nuestra propia especie en batallas territoriales o de apareamiento. Cuando los animales con astas y cuernos pelean entre sí, entrechocan sus cabezas de la forma más inofensiva posible, pero contra cualquier otra especie, van al costado, a por las vísceras e intestinos. Las pirañas vuelven sus fauces a cualquier cosa, pero se pelean entre sí a base de coletazos. Las serpientes de cascabel muerden cualquier cosa, pero luchan entre sí. Cada especie tiene esta resistencia acérrima a matar a los de su mismo tipo.
Sabemos que la incidencia media de disparos fue increíblemente baja en las batallas de la Guerra Civil. Patty Griffith demuestra que el potencial de matar de un regimiento medio de la Guerra Civil estaba en el orden de 500 a 1.000 hombres por minuto. El porcentaje real de matar sólo fue de uno o dos hombres por minuto por regimiento (The Battle Tactics of the American Civil War). En la batalla de Gettysburg, de los 27.000 mosquetes que se recogieron de los muertos y moribundos tras la batalla, el 90% estaban cargados. Esto constituye una anomalía, porque tardaban un 95% de su tiempo en cargar el mosquete y sólo el 5% en dispararlo, pero lo que todavía es más asombroso es que, de los miles de mosquetes cargados, más de la mitad tenían cargas múltiples en el cañón.
La realidad es que el hombre medio cargaba su mosquete y se lo llevaba al hombro pero, en el momento de la verdad, no era capaz de decidirse a matar. Era valiente, permanecía hombro con hombro, hacía lo que se le había entrenado para hacer, pero no era capaz de apretar el gatillo, así que bajaba el arma y volvía a cargarla. Una de las armas fue hallada con 23 cargas en el barril. De los que disparaban, sólo un pequeño porcentaje tiraba a dar. La gran mayoría dispararon por encima de las cabezas del enemigo.

Durante la segunda guerra mundial, el Brigadier General de la Armada S.L.A. Marshall tuvo un equipo de investigadores estudiando el comportamiento de los soldados en la batalla. Marshall tuvo una idea revolucionaria: por primera vez en la historia de la guerra se preguntó al soldado individual qué hacía en la batalla. Lo que descubrieron fue que sólo un 15-20 por ciento de los fusileros individuales eran capaces de disparar a un soldado enemigo expuesto. Esto fue consistentemente cierto "bien que la acción se prolongase a lo largo de un día, o dos, o tres".

Esa es la realidad en el campo de batalla. Sólo un pequeño porcentaje de soldados son capaces y están dispuestos a participar. Los hombres están dispuestos a morir, están dispuestos a entregarse como ofrenda en sacrificio por su nación, pero no están dispuestos a matar. Es una observación impresionante sobre la naturaleza humana, pero cuando los militares se dieron cuenta de ello, se dedicaron sistemáticamente al proceso de intentar corregir este "problema". Desde una perspectiva militar, una tasa de disparo del quince por ciento entre fusileros es como una tasa de alfabetismo del quince por ciento entre bibliotecarios. Y desde luego que los militares lo corrigieron. En la Guerra de Corea, aproximadamente el 55% de los soldados estaban dispuestos a disparar a matar; en Vietnam, el porcentaje se elevó al 90 por ciento.

El modo en que los militares aumentan la capacidad de matar de los soldados en combate incluye métodos de adiestramiento (o insensibilización),de condicionamiento y presentación de patrones de comportamiento.

La insensibilización tiene lugar en el campamento. Desde el momento en que te bajas del autobús, se abusa física y verbalmente de ti. Incontables fondos, horas interminables en guardia o corriendo con cargas pesadas, mientras que profesionales cuidadosamente entrenados se turnan gritándote. Se te afeita la cabeza, se te apiña con los demás, desnudos o vestidos igual, perdiendo todo vestigio de individualidad. Esta brutalización está diseñada para destruir la moral y normas que posees y para obligarte a aceptar un nuevo conjunto de valores que abrazan la destrucción, la violencia y la muerte como forma de vida. Al final, estás insensibilizado respecto a la violencia y la aceptas como una habilidad de supervivencia normal y esencial en tu brutal nuevo mundo.

Los japoneses dominaron el arte de utilizar el condicionamiento clásico con sus soldados. A principios de la 2ª Guerra Mundial, se dispusieron prisioneros chinos arrodillados en una zanja, con las manos atadas a la espalda. Uno a uno, los jóvenes soldados japoneses que no habían visto sangre tuvieron que saltar a la zanja y apuñalar con la bayoneta a "su" prisionero hasta matarlo. Es una forma brutal y espantosa de tener que matar a otro ser humano. En el borde de la zanja estaba un oficial que disparaba a los soldados japoneses si no mataban. En el borde, todos los amigos del soldado le vitoreaban para que continuase con la violencia. Después, se presentaba a los soldados con la mejor comida que habían recibido en meses, con sake, y con las llamadas "chicas de consuelo". ¿El resultado? Aprendieron a asociar la comisión de actos de violencia con el placer.

Los japoneses descubrieron que esa clase de técnicas tenía una eficacia extraordinaria para facultar rápidamente a cantidades numerosas de soldados a cometer atrocidades durante los siguientes años.
El condicionamiento operante (que vamos a considerar enseguida) le enseña a matar, pero el condicionamiento clásico es un mecanismo sutil, aún poderoso, que le enseña a disfrutarlo.

El tercer método que los militares utilizan es el condicionamiento operante; es un procedimiento muy poderoso de estímulo-respuesta. Un ejemplo benigno es el uso de simuladores de vuelo para pilotos. Un piloto en formación se siente frente a un simulador de vuelo durante un sinfín de horas; al encenderse cierta luz de advertencia, se le enseña a responder de una manera específica. Al prenderse otra luz de advertencia, se requiere de él otra respuesta. Estímulo-respuesta, estímulo-respuesta. Un día el piloto realmente está volando un avión jumbo; el avión está estrellándose y están gritando unas 300 personas detrás de él. Él está igual de asustado, pero hace lo correcto. ¿Por qué? Porque ha sido condicionado para responder en forma refleja a esta crisis particular.
Cuando una persona está asustada o enojada responderá como ha sido condicionada a responder. Los menores escolares ensayan a formar fila y salir del colegio en el caso que haya un incendio. Un día ocurre tal hecho y a pesar de estar asustados fuera de sí, hacen precisamente lo que su condicionamiento les ha enseñado y se salvan la vida.

Esta técnica es tan reprensible, moralmente, que hay muy pocos ejemplos de ella en el entrenamiento moderno en Estados Unidos.
Los militares y las fuerzas del orden han convertido el acto de matar en una respuesta condicionada. Esto ha elevado sustancialmente el porcentaje de disparos en el campo de batalla moderno. Mientras que las prácticas de tiro en la 2ª guerra mundial empleaban dianas clásicas, ahora los soldados aprenden a disparar a siluetas realistas, con forma de hombre, que aparecen súbitamente en su campo visual. Los que se están entrenando sólo tienen décimas de segundo para apuntar al objetivo. La respuesta condicionada es disparar al objetivo y disparar a matar. Sabemos que el 75-80% de los disparos realizados en el campo de batalla moderno son el resultado de este tipo de entrenamiento de estímulo-respuesta.

La conclusión principal de Grossman es que dentro de los seres humanos existe algo que hace la matanza de otro ser humano un anatema. En las tempranas guerras, las cifras indican que en la realidad sólo pocos soldados habían disparado en contra del enemigo.
Los soldados en las unidades de adiestramiento básico a menudo admiten este mismo tipo de vacilación al darse cuenta de la realidad de lo que se les está pidiendo que hagan.
Esta vacilación es una fuerza poderosa en la naturaleza humana, pero no es necesariamente un estado permanente. El Ejército reconoció la necesidad de superar la vacilación innata, alteró el adiestramiento y enfocó en las técnicas de deshumanizar al enemigo
para así acondicionar a sus soldados.
En esencia, es más fácil disparar a un "enemigo" que a otro "humano", y el condicionamiento mediante el adiestramiento puede superar hasta algún grado la vacilación natural de matar.

La tecnología también juega un papel poderoso en la superación de esta tendencia natural de resistir matar.

La Desconexión y los Combatientes. Ventajas de la Tecnología

La guerra me cansa y me enferma. Su gloria es pura tontería. Son sólo aquellos que jamás han tirado un disparo, ni han oído los chillidos y gemidos de los heridos que claman por la sangre, más venganza, más desolación.
¡La guerra es un Infierno!


William T. Sherman

El efecto que la desconexión basada en la tecnología puede tener en aquellos que les toca entablar la guerra resulta también otra forma efectiva de enseñar a matar.
Es interesante anotar que aún en el combate, términos como el enfrentamiento son comunes. También es importante anotar que aquellos que han estado involucrados en los enfrentamientos con el enemigo son transformados por la experiencia.

En su libro, Grossman ilustra que cuanto más grande es la distancia, física y emocional, del enemigo, más fácil es matarlo. Los soldados que operan a corta distancia o luchando en combate de cuerpo a cuerpo exhiben una resistencia a matar mucho más alta, pero a gran distancia —francotiradores, artillería y bombarderos— va disminuyendo
la resistencia a matar.

Lo que hace el punto de Grossman aún más relevante en este artículo es que su concepto de "distanciamiento" está estrechamente vinculado con el concepto de la "desconexión" resultante de la tecnología. No es difícil comprender cómo los elementos de la tecnología facilitan el distanciamiento, particularmente en las maquinas empleadas a máximo alcance. En este caso, la tecnología afecta al combatiente en una manera muy importante—ayuda a superar la resistencia natural y hace más fácil el acto de matar.
Obviamente, hay un elemento de seguridad asociado con el distanciamiento del que habla Grossman.
Si comparamos el combate mortal de cuerpo a cuerpo con el acto de oprimir un botón, es fácil comprender cómo el distanciamiento y la desconexión asociados que ofrece la tecnología puede hacer la guerra más segura para nuestros integrantes de las FF.AA. Como ocurre con los otros aspectos de la desconexión, no podemos ignorar los obvios beneficios que proporciona la tecnología. No obstante, es crítico reconocer el potencial para más destrucción que acompaña este distanciamiento.

Sostiene Grossman que el distanciamiento extremo puede resultar en que el personal militar esté más dispuesto a matar a seres humanos que bajo otras circunstancias nunca mataría.
Describiendo un ataque con bombas incendiarias de la II GM, él escribió:

Murieron 70.000 personas en Hamburg en la noche
cuando se prendió el aire. Eran principalmente mujeres,
niños, y ancianos, puesto que aquellos [hombres] de la
edad de servir de soldado generalmente estaban en el
frente. Sufrieron la muerte en forma horrible, quemando
y sofocando. Si las tripulaciones de los bombarderos
hubieran tenido que emplear unas lanzallamas en cada
una de las 70.000 mujeres y niños, o aún peor, cortarles
el cuello a todos, el puro horror y trauma inherentes en
el acto hubiera sido de tal magnitud que simplemente no
hubiera ocurrido.


De nuevo, podemos observar la ambigüedad inducida por la desconexión. Podemos ver elementos de seguridad y facilidad para nuestros soldados, aunque también podemos ver el potencial para el conflicto y destrucción más extensos de aquellos que en caso contrario serían guardados.

El punto central que se puede hacer aquí es que el enfrentamiento directo o la conexión no consiste necesariamente en detener una matanza necesaria, sino más bien de que puede y detiene una matanza innecesaria, así como también pone un alto a las atrocidades y la crueldad.
El enfrentamiento directo hace que la guerra sea algo horrible, lo que a su vez debería hacer
que sea poco común, un último recurso...


http://usacac.leavenworth.army.mil/CAC/ ... rtliff.pdf

http://www.cob-net.org/docs/capacitando.pdf

Lun Abr 02, 2007 10:46 pm

Pero me surge una duda, Mika.
En una unidad de elite, es normal (entre comillas) que se adiestre de esta forma a las "maquinas de matar". Vale que salgan Rambos. Pero en la IIGM, los reemplazos fluian como riadas despues de la tormenta. No creo que hubiese tiempo de aleccionarlos debidamente ¿no?.
¿Quizas por esto es la estructura en piramide de las unidades americanas? En punta como mucho un regimiento de veteranos fogueados, detras varios rgts. con experiencia, y asi hasta la cola del ejercito, que lo componian miles de muchachos que no sabian ni como coger el fusil.
Bueno afortunadamente no hemos pasado por eso...SEÑOR, SI SEÑOR,... perdon, se me ha escapado :wink:

Seguimos en el frente....

Metamorfosis

Mar Abr 03, 2007 12:43 am

La metamorfosis de crear maquinas de matar:
1ú-Instrucción.
2ú-Entrenamiento Fisico intensivo.
A través de la instrucción militar,en algunas ocasiones el soldado llega a temer más a sus oficiales que al propio enemigo,no hablamos exclusivamente al daño fisico,sino sobre todo a la degradación pública,al deshonor,falta de compañerismo,romper el espiitu del cuerpo.
Un soldado puede ir a la muerte con mayor facilidad por no fallar a sus camaradas que por motivaciones morales(espiritu de compañerismo).
Los hombres matan por sus colegas,no por abstracciones como el patriotismo o el nacionalismo(espiritu de juramento en cada dos hombres)
Es una respuesta psicologica que se relacciona con su sentimiento de Vulnerabilidad,con el terror en el campo y con el miedo a no regresar.
Bien si hay también casos que se dan como el placer a la guerra, me estoy acordando del viejo Patton y su famosa reencarnación de guerrero de la antiguedad.
A través de cartas enviadas por soldados Europeos y Norteamericanos de las dos guerras mundiales y de la de Vietnam a sus familiares,se reconstruye la psicologia a veces patológica del combatiente.Se reconoce,no sin horror,el placer de matar,se reconstruye la crueldad,la ferocidad y el odio"Es más fácil matar Japoneses y a Vietnamitas que Alemanes"esto es lo que llegó a escribirle un Marine a su esposa.
No olvidemos que somos animales racionales pero al fin y al cabo animales,y de eso se trata de deshumanizar al soldado y que este funcione autómaticamente y no quede paralizado por el pánico.
Unos de los los logros en las legiones Romanas fue precisamente eso,antiguamente el ejercito combatia en bloques compactos,el elemento psicologico era la base,bastaba con el abatimiento fisico o moral de una pequeña parte de las lineas para que el pánico se difundiera a todo el Regimiento,para evitar estos comportamientos se aplicaban estrictos reglamentos que mantenian el orden,e imponia al soldado sus miserables condiciones de vida.

Un Saludo.Durand...

Mar Abr 03, 2007 3:52 am

Te estaba esperando, Jac, jajajaja

Pues supongo que todos esos soldados que no disparan, como dice Grossman, son precisamente del tipo que comentas, los que entraron como riadas y no recibieron un adiestramiento "deshumanizador". Luego volvemos a lo que ya hemos comentado en otros post: cada uno es como es, y unos se adaptarían pronto y otros acabaron muy mal... :( . Tampoco los que estaban adiestrados acababan muy equilibrados, ya lo sabemos.

Durand, de acuerdo en todo lo que has escrito, punto por punto.

Un abrazote pelonero :wink:

Mar Abr 03, 2007 9:02 pm

Si y no.... :shock:
Lo que vengo a decir es que en el Ejercito americano, las unidades del frente se nutrian de soldados veteranos y fogueados y creo que millones de soldados americanos pasaban del cuartel a a la zona de guerra. LOs rambos vienieron despues, en Vietnam.
Segun quiero recordar, la serie Hermanos de Sangre, se ve como en el periodo de instruccion, el entrenamiento no era especialmente duro, como en la Chaqueta Metalica p.ejem.
El combate los va transformando en "maquinas de matar" pues bajo mi punto de vista, llegan a Europa como borreguitos, y eso que estamos hablando de una unidad de choque. ¿No lo veis asi?

Seguimos en el frente...dudoso.

Mar Abr 03, 2007 10:18 pm

Supongo que lo de "maquina de matar" es como todo, antes hay que mentalizarse de la situación, es muy duro tener en el punto de mira a una persona, los momentos en que lo estas enfilando no paras de pensar en él y eso que hablo de una situación en la que esa persona de momento no te ha hecho nada a tí o a tus compañeros, supongo que si ves caer a tus amigos, compañeros o a ese soldado con el que solo has cruzado un "buenos días" la cosa cambia y ahi es donde Durand tiene toda la razón..
La insensibilización tiene lugar en el campamento. Desde el momento en que te bajas del autobús, se abusa física y verbalmente de ti. Incontables fondos, horas interminables en guardia o corriendo con cargas pesadas, mientras que profesionales cuidadosamente entrenados se turnan gritándote. Se te afeita la cabeza, se te apiña con los demás, desnudos o vestidos igual, perdiendo todo vestigio de individualidad. Esta brutalización está diseñada para destruir la moral y normas que posees y para obligarte a aceptar un nuevo conjunto de valores que abrazan la destrucción, la violencia y la muerte como forma de vida. Al final, estás insensibilizado respecto a la violencia y la aceptas como una habilidad de supervivencia normal y esencial en tu brutal nuevo mundo.

Respecto a esta cita, por lo que yo tengo entendido y me enseñaron, se trata de romper la unión y simpatías que puedas tener con el resto de compañeros, paradójicamente aunque estes en un rebaño se trata de la máxima "divide y vencerás", ya que también se busca el castigo colectivo por culpa del compañero torpe, con lo cual también sirve para sacar esa violencia innata, al final de la instrucción se trata de unificar esa violencia individual en una unidad compacta. Bueno más o menos es lo que me enseñaron.

Mar Abr 03, 2007 11:44 pm

Jac de acuerdo con esto-El combate los va transformando en "maquinas de matar" pues bajo mi punto de vista, llegan a Europa como borreguitos, y eso que estamos hablando de una unidad de choque. ¿No lo veis asi?

Por supuesto mi amigo Jacc,nadie lo pone en duda la guerra es capaz de sacar los peores instintos de la naturaleza humana.
Aunque también saca las mejores facetas ,compañerismo,lealtad,valentia etc.
¿pero la pregunta es a costa de cuantas bajas? ¿cuantos llegan al final del camino?
Lo que se trata hoy en dia es:
Reducir el personal que englobe una acción de ataque o defensa
Personal cualificado y bien entrenado.
Personal bien equipado y motivado
Hoy en dia ningun pais modernizado desea tener bajas en sus ejercitos,ya que la opinión publica responde de inmediato,ejemplo los caidos en nuestro ejercito en misiones fuera de nuestro territorio, nos parece escandaloso,sin embargo todos los dias es raro que no haya un atentado en Irak y mueran personas civiles,llega el momento que lo ves a diario y te lo encuentras rutinario,sin embargo son bajas.

Respecto a las unidades de choque a las que te referias, te pongo otro ejemplo de unidades de choque, y veras la diferencia:Banderas de la Legión y Tabores de Regulares ,soldados instruidos,formados bien equipados y organizados.
Soldados de quintas forzosas desmotivados mal entrenados y peor equipados = Desastre de Annual.
Aunque se den casos aislados en los que florezca algun episodio"heroico" el desenlace será tener muchas bajas,aunque se "gane" como el dicho en la guerra, no hay vencedores ni vencidos, solamente perdedores.

Un Saludo.Durand...
.

Mié Abr 04, 2007 6:44 am

Varias cosas, Jac :?

Cuando digo que unos se adaptarían y otros no me refiero a eso: unos acabarían convirtiéndose en lo que se esperaba de ellos (máquinas de matar, o si miramos la botella media vacia también podríamos llamarlos "máquinas de sobrevivir", ya sabes: o tú o yo)y otros sucumbieron, se "rompieron" en el intento... :(

Si el entrenamiento no fue muy duro en la IIGM , o no hubo tiempo para ello, el campo de batalla hizo el resto...por lo tanto sí lo veo como dices tú: se van transformando.

Sígo de acuerdo con Curtiss y Durand. Después de leer lo de la desconexión está claro hacia donde se dirigen los esfuerzos militares en lo que respecta a la formación: menos bajas gracias a un entrenamiento mejor y más específico y a un armamento más sofisticado y preciso.

El caso es mancharse de sangre las manos lo menos posible; pero como desconfio de la "bondad militar", creo que el único propósito está en no remover la opinión pública...¿o acaso habéis visto en las noticias muchas -bolsas- de americanos que llegan de Irak?
Es cierto que se habla de muertes, pero si os fijáis nunca, o casi nunca, muestran imágenes del hecho concreto del que hablan, y me refiero al ejercito yanki.

Sobre encontrar rutinarias las escenas de atentados, heridos y muertos es, en efecto, un modo de habituarnos a la guerra, a la violencia...¿os dais cuenta del efecto que estamos consiguiendo en los niños?, para el caso les estamos entrenando como si fueran soldados, les estamos exponiendo a un enterno similar, y no sólo en la tele: los juegos de consola cada vez son más reales. Si tras la IIGM se descubrió que sustituyendo dianas por siluetas humanas de papel para tirar al blanco se vencía bastante la resistencia a matar...¿¿dudarán estos niños, llegado el caso, después de matar -personas- que incluso salpican sangre??, ¿estaremos anulando su resistencia más y mejor que nunca?

Por dios, como rajo Imagen

Mié Abr 04, 2007 9:30 am

pero como desconfio de la "bondad militar", creo que el único propósito está en no remover la opinión pública


De acuerdo, la opinión pública removida por las imágenes (sumada a una estrategia nefasta) costó Vietnam, pero no se debe olvidar la diferencia entre un buen oficial al mando y un sacamantecas. El primero querrá hacer picadillo de enemigo con el menor costo posible propio tanto de vidas como de material, aunque sea por una cuestión puramente práctica. Al segundo le dará todo lo mismo con tal de tomar la puñetera colina de turno.

Como decía el Corso Bajito, y tiene Jacbass en su firma, un buen general debe saber donde y cuando tienen que morir sus hombres. Tal vez por eso no abundan los buenos generales y la historia militar está plagada de errores nefastos.

Saludos.

Jue Abr 05, 2007 3:22 am

Gracias a todos por las aclaraciones, pero eso no os librara de mas preguntas...ya sabeis con quien os jugais los cuartos.

Mika: Sobre encontrar rutinarias las escenas de atentados, heridos y muertos es, en efecto, un modo de habituarnos a la guerra, a la violencia...¿os dais cuenta del efecto que estamos consiguiendo en los niños?, para el caso les estamos entrenando como si fueran soldados, les estamos exponiendo a un enterno similar, y no sólo en la tele: los juegos de consola cada vez son más reales. Si tras la IIGM se descubrió que sustituyendo dianas por siluetas humanas de papel para tirar al blanco se vencía bastante la resistencia a matar...¿¿dudarán estos niños, llegado el caso, después de matar -personas- que incluso salpican sangre??, ¿estaremos anulando su resistencia más y mejor que nunca?


Lo malo de este apartado con los articulos de nuestra amiga Mika, es que cada vez que los leo se me ponen los pelos de punta, pues las reacciones y explicaciones, aunque enfocadas a la IIGM, a veces me resultan demasiado cotidianas...
Gracias por las lecciones de psicologia, que aunque a veces muy duras, son muy aleccionadoras.

:roll: Espero que no nos pongas un examen... :wink:

Seguimos en el frente... esperando mas
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