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Ion Antonescu

Mié Abr 30, 2008 3:21 am

Ion Antonescu (Piteşti, 2 de junio de 1882 - Prisión de Jilava, 1 de junio de 1946) fue un militar y estadista rumano.

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Mariscal Ion Antonescu

Sus cargos, a lo largo de su vida, incluyeron : el jefe de la sección "Operaciones del Gran Cuartel General del Ejército" de Rumanía, agregado militar en Londres y París, comandante de la "Escuela Superior de Guerra", jefe del "Gran Estado Mayor" y ministro de guerra. Desde el 4 de septiembre de 1940 hasta el 23 de agosto de 1944 fue primer-ministro de Rumanía y después dirigente del Estado. Antonescu fue el que decidió la entrada de Rumanía en la segunda guerra mundial, que él llamó "La santa guerra para la reintegración territorial", de parte de Alemania y del Eje, los únicos que ofrecieron garantías a Rumanía para la devolución de los territorios anexados por la Unión Soviética en 1940.

El régimen antonesciano fue encontrado culpable en 2004 por la matanza de entre 280.000 y 380.000 judíos y más de 10.000 gitanos, por una comisión de expertos liderada por Elie Wiesel.

Biografía

Ion Antonescu nació en el seno de una familia burguesa de tradición militar. Asistió a las escuelas militares de Craiova y de Iaşi, aprobando en 1904, y luego a la Academia Militar de Saint-Cyr, en Francia, donde llegó a ser jefe de promoción, en 1911.

Con el grado de teniente, Antonescu tomó parte en la represión de la revuelta campesina de 1907, en los alrededores de la ciudad de Galaţi. En 1913 participó en la segunda guerra balcánica, recibiendo por sus méritos la más alta condecoración rumana.

Durante la participación de Rumania en la Primera Guerra Mundial (1916-1918), Antonescu actuó como jefe del Estado Mayor del mariscal Constantin Prezan. Con este cargo, fue el que definió los planes para defender a Moldavia frente a la invasión alemana, organizada por el "Feldmareschal" Mackensen, en la segunda parte del año 1917 (en el contexto de la ocupación de Bucarest por las fuerzas alemanas).

Los planes para defender a Moldavia tuvieron éxito y los méritos de Antonescu en la primera guerra mundial fueron reconocidos por el rey Ferdinand :

""Antonescu, nimeni altul nu poate şti mai bine decât regele tău marile servicii pe care le-ai adus ţării în acest război"."

""Antonescu, ningún otro puede saber mejor que tu rey los grandes servicios que rendiste a tu país en ésta guerra"."



A través del Decreto Real nr.5454/31 de diciembre de 1919, Ion Antonescu fue condecorado con la "Orden Mihai Viteazul", tercera clase. Por su participación en esta guerra Antonescu ganó la reputación de comandante militar muy competente y pragmático.

Entre 1922 y 1926, Antonescu ocupó el cargo de agregado militar en Francia y Gran Bretaña. Después de volver a Rumania fue director de la "Şcoala Superioară de Război" (Escuela Superior de Guerra) entre 1927 y 1930, Jefe del Estado Mayor General entre 1933 y 1934 y Ministro de la Defensa entre 1937 y 1938.

El régimen antonesciano

Las cesiones territoriales del verano de 1940 marcaron la bancarrota total del régimen carlista (régimen de Carol II, quien entre 1938-1940 instauró un controvertido régimen autoritario). Durante el reinado de Carol II, Rumanía perdió 99.738 km² de su superficie y 6.821.000 habitantes, que entonces representaban casi un tercio del territorio y de la población del país. Las protestas en contra del Dictado de Viena llegaron a ser protestas en contra del rey Carlos II, considerado el principal responsable por la situación del país. Con la intención de rehabilitarse y seguir en el mando del Estado, Carlos II nombró al entonces general Antonescu para formar el gobierno, en el 4 de septiembre de 1940. Sin embargo, el siguiente día, en el 5 de septiembre de 1940, Antonescu obligó al rey a suspender la Constitución de 1938 (Constitución elaborada por Carlos II, quien se otorgó a sí mismo poder supremo en el Estado), a disolver el Parlamento y a acordar poderes totales a Antonescu. En el mismo día el rey se vio obligado a abdicar y abandonar el país. Carlos II abdicó en el 6 de septiembre de 1940, cediendo el trono a su hijo, Mihai I, que entonces tenía 19 años.

Disponiendo de poderes totales, el general Ion Antonescu transfirió a si mismo algunas de las prerrogativas del ex soberano Carlos II, proclamándose "Conducător al Statului". En ésta posición no tenía que responder frente a ningún foro político para sus acciones, conduciendo al estado a través de leyes-decretos. Quierendo mantener bajo control la institución monárquica, Antonescu redujo bastante sus prerrogativas, que llegaron a ser simbólicas : nombrar al primer-ministro, comandar al ejército, otorgar condecoraciones, nombrar embajadores etc.

El general intentó formar un gobierno con los dos partidos importantes, el Partido Nacional de los Campesinos y el Partido Nacional Liberal, pero no tuvo éxito, puesto que los miembros de esos partidos rechazaron colaborar con un régimen dictatorial. Por lo tanto, en el 14 de septiembre de 1940 Antonescu formó un gobierno de especialistas y legionarios, siendo él presidente del Consejo de Ministros, y Horia Sima, el líder de los legionarios, vicepresidente. En el mismo día Rumanía fue declarada "Estado nacional-legionario".

Se instauró de esa manera un régimen dictatorial, con las siguientes características : el anular de los derechos y libertades civiles, la eliminación de la separación de los poderes en el estado, el suprimir las instituciones democráticas, el dirigir a través de leyes-decretos, y el favorecer el antisemitismo y el ultranacionalismo. Sin embargo, durante ésta dictadura militar, impuesta por la situación de guerra, se mantuvieron algunos derechos y libertades del período de entre guerras. El carácter duro, militar, exigente con si mismo y con los demás, de Antonescu, le ganó entre la población el apodo "Perro rojo", según el historiador Constantin Bălăceanu Stolnici, contemporáneo de los eventos. El embajador alemán a Rumanía, Manfred von Killinger, le comentó a Hitler que era bastante hablar dos minutos con Ion Antonescu para saber su respuesta, por su manera sincera y directa de hablar, mientras que al hablar con Mihai Antonescu (que era profesor universitario de Derecho), después de dos horas sabías menos que al principio, por su manera refinada, indirecta y ambigua de hablar.

Los legionarios intentaron desde el principio tomar el mando en el país. Se valieron de las inspecciones a domicilio, de los abusos físicos, secuestros y de las detenciones ilegales. Promoviendo la vendetta, asesinaron a los políticos que se opusieron a su ascensión, incluyendo a Virgil Madgearu (ex ministro), Nicolae Iorga (ex primer-ministro y gran historiador rumano), Gheorghe Argeşanu (ex primer-ministro), Victor Iamadi (ex ministro) y muchos otros. Los crímenes culminaron con el asesinado en masa de la cárcel Jilava en la noche de 26/27 noviembre de 1940, cuando fueron matados 64 prisioneros, todos por motivos políticos. La tensión en el país estaba en continuo aumento.

Ion Antonescu, adepto del "orden legal" y de la "tranquilidad pública", emitió en el 28 de noviembre una ley-decreto acerca de suprimir las infracciones "en contra del orden público y los intereses del Estado" y, en el 5 de diciembre de 1940, otro decreto, acerca del castigo con la muerte para los que "instigaban a la rebelión".

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Antonescu y Hitler

En el encuentro con Hitler del 14 de enero de 1941, Ion Antonescu solicitó su acuerdo para echar a los legionarios del gobierno. Cuando volvió a Rumanía, anuló las "comisiones de romanización" - controladas por los legionarios, dimitió al ministro de interior (legionario) Constantin Petrovicescu, reemplazó a todos los prefectos y cuestores legionarios. Estas medidas aceleraron la rebelión legionaria, que estalló entre 21-23 de enero de 1941. Como respuesta, los legionarios empezaron a asesinar, robar, devastar instituciones, produciendo daños importantes. Ion Antonescu, apoyado por el ejército, que estaba en contra de los legionarios, intervino y suprimió la rebelión. Aproximadamente 8000 legionarios fueron capturados, juzgados y condenados a varias penas, y el movimiento legionario terminó de tomar parte en el dirigir del Estado.

En el 27 de enero de 1941 Ion Antonescu formó un nuevo gobierno, de militares y técnicos, en el cual Mihai Antonescu fue nombrado vicepresidente del Consejo de Ministros. Con el decreto nr.314 del 14 de enero de 1941 quedó eliminada la denominación de "Estado nacional-legionario" y quedaron prohibidas todas las actividades políticas.

En el contexto de la participación en la segunda guerra mundial, el gobierno Antonescu intensificó las medidas de represión en contra de la vida política. Tuvieron lugar detenciones, deportaciones, se crearon campos de trabajo, quedaron prohibidos los sindicatos.

Entre los años 1941 y 1944 la economía rumana se vio obligada a hacer frente a las presiones alemanas. En el 4 de diciembre de 1940 se firmó el Acuerdo económico rumano-aleman (valable por 10 años), pero Antonescu no cedió a las demandas constantes de los alemanes, para aumentar la producción de materiales necesarias en la guerra, y la entrada de capital aleman en la economía rumana quedó limitada.

Al nivel político, si bien fue prohibida la actividad de los partidos políticos, Antonescu toleró la actividad de los lideres liberales y nacional-campesinos.

El gobierno de Antonescu promovió una política antisemita, con la intención de aislar a los ciudadanos rumanos de origen judía del resto de la sociedad. En los primeros meses de la guerra, las tropas rumanas liquidaron 19.000 judíos, y 20.000 fueron matados después de la toma de Odessa. [cita requerida] Fueron deportados 147.000 judíos de Besarabia y Bucovina, de los cuales 90.000 murieron por culpa de la fiebre tifoidea, del hambre y del frío. Otros 170.000 judíos ucranianos fueron matados en Transnistria. En total, el régimen antonesciano es considerado responsable por la muerte de 300.000 judíos.

En cuanto a la política externa, el principal objetivo de Antonescu fue una alianza firme con Alemania. En 1940, la Alemania nazi era el único poder europeo que podía apoyar a Rumanía frente a las amenazas y a las agresiones soviéticas. Por éste motivo, durante su visita en Alemania, firmó, en el 23 de noviembre de 1940, el acto de adhesión de Rumanía al Pacto Tripartito (o Eje: Alemania, Italia, Japón) y solicitó el envio de una misión militar alemana a Rumanía.

Entre noviembre de 1940 y agosto de 1944 se pueden distinguir dos étapas en lo que concierne la implicación de Rumanía en la política del Axis :

I. noviembre de 1940 - junio de 1941 : adhesión al Eje, sin participar en la guerra;

II. junio de 1941 - agosto de 1944 : participación en la guerra, al lado del Eje

La guerra contra la Unión Soviética

En el 22 de junio de 1941 Rumanía entró en la guerra, al lado de Alemania y sus aliados, atacando a la Unión Soviética. Era el inicio de una guerra considerada en Rumanía "Guerra santa, anticomunista, justa y nacional", que fue apoyada por la mayoría de la población. Rumanía quería principalmente liberar las provincias ocupadas por los soviéticos - Besarabia, el norte de Bucovina y Herţa - en junio de 1940. Hasta el fin de junio 1941 fueron liberadas Besarabia y el norte de Bucovina. En agosto de 1941, el general Antonescu fue avanzado a mariscal. Fue también condecorado, por los Decretos Reales nr.2240/7 de agosto de 1941 y 2352 bis/21 de agosto de 1941, con el Orden Mihai Viteazul segundo, respectivamente primer clase.

A las insistencias de Hitler, Antonescu aceptó continuar la guerra más allá del Nistru al lado de Alemania, y Antonescu esperaba conseguir de esta manera la anulación del Dictado de Viena (que concedía el norte de Transilvania a Hungría). Es posible que fue también una decisión influenciada por su concepto del honor militar. El ejército rumano participó en batallas muy complicadas, como las de Odessa, en Crimea y en las montañas Cáucaso, sufriendo pérdidas importante. Sólo en la Batalla de Stalingrado (julio de 1942 - febrero de 1943) hubo 180000 muertos, heridos o desaparecidos - pérdidas humanas y 1 billón de dólares (el equivalente de 1938) - pérdidas materiales.

La zona entre el Nistru y el Bug Meridional, llamada "Transnistria", entró bajo administración rumana, siendo gobernador Gheorghe Alexianu. Hitler ofreció a Antonescu, en cambio por los territorios cedidos a Bulgaria y Hungría, el norte de Maramureş (Óblast de Transcarpatia) y Voivodina. El mariscal Antonescu se opusó a la ocupación de esas zonas y pidió que la administración de Voivodina fuese alemana :

Vă cer să faceţi cunoscut Führer-ului în cel mai scurt timp posibil avertismentul următor: dacă trupe ungureşti trebuie să pătrundă în Banatul iugoslav, eu nu voi ezita o singură secundă a pătrunde cu trupele, la rândul meu, şi a le combate!

Os pido que hagais conocida al Führer, lo más rápidamente posible, la siguiente advertencia: si tropas húngaras entrasen en el Banato yugoslavo, ¡yo no dudaré ni por un segundo entrar con las mías, para combatirlas !


Hitler, que tenía un respeto especial para el mariscal (lo condecoró con la Cruz de Hierro, primer clase), entendió que la amenaza era seria y tomó las medidas necesarias.

La derrota de Stalingrado hizo al mariscal entender que la guerra estaba ya perdida. Empezó a buscar una oportunidad para salir de la guerra. Así, a lo largo de 1943, en el nombre del gobierno de Bucarest, los diplomáticos rumanos contactaron a representantes de los Aliados, con el propósito de firmar una paz separada. Por otro lado, la oposición, que consiguió atraer al rey de su parte, usó su influencia para obtener de los Aliados un armisticio favorable. En las condiciones de la fuerte ofensiva soviética del comienzo de 1944, se aceleró la firma del armisticio. Las negociaciones más importantes se llevaron a cabo en Ankara (septiembre de 1943 - marzo de 1944) y Estocolmo (noviembre de 1943 - junio de 1944) - de parte del gobierno Antonescu, y en Cairo (marzo-junio de 1944) - de parte de la oposición. En las discusiones llevdas a cabo en Estocolmo la solución del armisticio fue abordada por Frederic Nanu - embajador de Rumanía a Suecia - en nombre del mariscal Antonescu, y por Alexandra Kollontay - embajador de la Unión Soviética a Suecia.

En el 12 de abril de 1944 fueron comunicadas a la delegación rumana de Cairo, dirigida por Barbu Ştirbey, las condiciones del armisticio : "capitulación incondicional". Los siguientes tratativos, sin embargo, fracasaron al ser rechazadas por el gobierno rumano. Antonescu no confiaba en las promesas de los soviéticos, mientras no estaban apoyadas por Gran Bretaña y los Estados Unidos.

En el 20 de junio de 1944, los partidos de oposición, Partido Nacional de Campesinos, Partido Nacional Liberal, Partido Social Demócrata y el Partido Comunista Rumano, echaron las bases de una coalición nacional, "El Bloque Nacional Demócrata", con los siguientes objetivos : eliminar a Antonescu, firmar el armisticio con las Naciones Unidas y regresar al régimen democrático. El rey estuvo de acuerdo con eliminar al mariscal Antonescu, si éste rechazaría el armisticio con las Naciones Unidas. Empezó a planearse el golpe de estado del 23 de agosto de 1944, cuando el rey Mihai, apoyado por los principales políticos, destituyó a Antonescu y lo detuvo.

Juicio y muerte

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Antonescu en el Jucio

Después de su detención, Antonescu fue entregado a los soviéticos. Prisionero de los soviéticos, fue mantenido en detención por dos años en la Unión Soviética, tras los cuales fue mandado a Rumanía para ser juzgado de manera "ejemplar". Condenado a muerte por el "Tribunal del Pueblo" en el 17 de mayo de 1946, fue ejecutado en Jilava, junto a sus colaboradores más cercanos, en el 1 de junio de 1946.

El informe oficial hizo constar que "Ion Antonescu pidió ser ejecutado por soldados del ejército, no por los guardianes de la prisión, pero fue rechazado, y el replicó "¡Las canallas, las canallas!". Antes de ser ejecutado, el mariscal Antonescu declaró también : "¡La historia me juzgará!"".


La condena por crímenes contra la paz fue parcialmente anulada en el 5 de diciembre de 2006, por la Corte de Apelación de Bucarest. La decisión especifica el hecho que el contexto internacional del año 1940 justificaba de manera objetiva la entrada en una guerra de defensa preventiva contra la Unión Soviética, así que, el artículo 3 de la Convención de 1933 para definir la agresión, no se puede aplicar. Sin embargo, la continuación de la guerra al lado del Axis después de la recuperación de Besarabia y Bucovina es considerado acto de agresión, así que las acusaciones del Tribunal Popular de 1946 fueron declaradas válidas en gran parte. Aun así, el gobierno de la República de Moldova se declaró indignado por lo que considera la "parcial rehabilitación" de Antonescu, a pesar de que Antonescu es considerado oficialmente criminal de guerra, hecho reconocido por el gobierno de Rumanía.

Antonescu y el fascismo

Se ha afirmado en repetidas ocasiones que el mariscal Antonescu fue un dictador fascista. Aunque su régimen fue autoritario, el historiador Florin Constantiniu presenta la gobernación de Antonescu como una "dictadura moderada", debido a su comunicación intensa con los lideres de los antiguos partidos políticos, incomparable con la del Tercer Reich, la Italia fascista o la Unión Soviética.[2] Otros historiadores, sin embargo, negaron el carácter "moderado" de la dictadura de Antonescu. Lo cierto es que Antonescu no se basó en ningún partido político, ni tuvo una ideología bien definida, a comparación con Mussolini en Italia, por ejemplo.

En lo que concierne a su orientación política, su actitud se debate. Es posible que las simpatías de Antonescu fueran proinglesas y profrancesas, desde el período en que fue agregado militar en Londres y París.[cita requerida] Declaró que estaba a favor de Alemania en el conflicto con la Unión Soviética, neutral en el conflicto de Alemania con Gran Bretaña, y a favor de los Estados Unidos en su conflicto con Japón. [cita requerida] Pero el acercamiento a Alemania desde su subida al poder, en realidad una continuación de la política llevada a cabo por Carlos II, es indiscutible. Sin embargo, es posible que en el caso de Antonescu el acercamiento fuese sólo coyuntura, debido a unos intereses territoriales. Antonescu declaró a Hitler que a él "no le interesan las ideologías, sino los intereses superiores de su patria". Después de 1942, cuando llegó a ser claro para Antonescu que para Alemania la guerra estaba perdida, él intentó firmar la paz con los aliados y la discriminación en contra de los judíos disminuyó en Rumanía. Vale la pena mencionar lo que Goebbels escribió en su diario en 1941 : "Antonescu gobierna con la ayuda de los masones y de los enemigos de Alemania. Nuestras minorías están oprimidas. El Reich hizo tantos esfuerzos para nada." (19 de febrero de 1941).

Su colaborador, Mihai Antonescu, era simpatizante del Partido Nacional Liberal y aprobó el acercamiento a Alemania sólo como medida de protección frente a la Unión Soviética.

Antonescu y el Holocausto

El papel y la responsabilidad de Antonescu en el Holocausto son temas que generaron una tendencia de negacionismo en algunos sectores de la población rumana. Los negacionistas afirman que en Rumanía no se aplicó la "solución final" de exterminación de los judíos, que los judíos de los territorios administrados por Rumanía no fueron mandados a campos de concentración, y que incluso muchos judíos de otros países o del norte de Transilvania[3] (ocupado por Hungría) salvaron su vida llegando a Rumanía. Sin embargo, el antisemitismo de la gobernación - expropiaciones y deportaciones, así como ejecuciones, en Besarabia, Transnistria y en los territorios ocupados militarmente - no puede ser negado.

Se afirmó que Antonescu no estaba de acuerdo con la doctrina racial de Hitler ("la doctrina de la raza superior"), y que su antisemitismo fue un resultado de su nacionalismo económico. Cabe destacar la visión maniquea de Antonescu acerca de los comunistas, puesto que el bolchevismo representaba para él la oscuridad que se enfrentaba a la luz de Rumanía, y que los soviéticos son el peligro más grande para Rumanía. Si las consecuencias trágicas del comunismo se resienten todavía hoy en Rumanía, lo que demuestra el racismo de Antonescu es su consideración que los comunistas eran judíos. Incluso su colaborador Mihai Antonescu no puede negar la actitud de Antonescu frente a los judíos :

""No afirmaré nunca que el mariscal fue un filo-semita, o que se mostró indiferente a la cuestión judia, prefiero decir honestamente que tuvo, como orientación espiritual, ésta tendencia antisemita. Pero él no quería la destrucción física de los judios, sino que estaba en contra de ellos con la intención de reducir sus posibilidades económicas. Le parecía que en Besarabia y Bucovina habían muchos judios, y que en 1940 mostraron una actitud inadecuada hacia la corriente que él consideraba entonces que hay en Besarabia y Bucovina, y entonces tomó la decisión apresurada de evacuar a los judios. Que el mariscal no amaba a los judios está seguro, no era ni siquiera indiferente hacia ellos, pero no puedo afirmar que él sabía de, ni mucho menos que organizó pogromos, o lo que ustedes llaman el pogromo de Iaşi"."
Mihai Antonescu, en un interrogatorio del 17. 04. 1946


No se sabe si la posición de Antonescu frente a los judíos fue influenciada por su vida privada. Su madrastra, Frida Cuperman, era judía, así como Raşela Mendel, que fue su novia en su período de agregado militar en Londres. En Rumanía, antes de la primera guerra mundial, solo existieron actos esporádicos de violencia racial. En el período de entre guerras, existieron los pogromos de Dorohoi, cuando unidades militares rumanas mataron a 10 soldados rumanos de origen judía, y un número de ciudadanos rumanos de origen judía (entre 53, el número oficial, y alrededor de 200, el número declarado por la comunidad judía) y de Iaşi, cuando más de 13.000 judíos fueron matados, en julio de 1941, por el ejército, la gendarmería y los legionarios de Horia Sima.

Durante la rebelión legionaria hubo tres días en los cuales los judíos de Bucarest fueron atacados, robados, torturados (en los edificios de la policía) y matados. Hasta 1942, Antonescu permitió y ayudó al movimiento sionista, pensando que la emigración de los judíos a Palestina (entonces controlada por los británicos) resolvería "la cuestión judía". Las ayudas terminaron debido a las insistencias alemanas y al rechazo de las autoridades británicas de aceptar en Palestina judíos procedientes de Rumanía.

En todo éste tiempo, gran parte de los judíos de Besarabia y Bucovina habían sido aniquilados. En 1941, después del avance del ejército rumano más allá de la frontera del Nistru, basándose en informes que describían ataques organizados por "grupos de resistencia judíos", Antonescu ordenó la deportación en Transnistria de la mayoría de los judíos de Besarabia y Bucovina, considerados por la propaganda oficial "agentes comunistas". La "deportación" era un eufemismo, la mayoría de los judíos siendo asesinados en los así llamados "trenes de la muerte", mientras viajaban hacia su "relocación" en el este. Los pocos superviventes de los "trenes de la muerte" y de los campos de Transnistria regresaron a Rumanía después de la guerra.

Otros crímenes fueron llevados a cabo por pelotones de la muerte, las víctimas siendo la población judía sorprendida por el avance del ejército rumano en Transnistria.[4] Miles de judíos fueron matados en Odessa, Bogdanovca y Akmecetka en 1941, respectivamente 1942. Los que ejecutaron los órdenes de Antonescu no trabajaron con la misma precisión que los alemanes. Conforme a Raul Hilberg : "En algunos casos los alemanes intervinieron para relantizar las medidas rumanas. En esos tiempos, los rumanos se movían demasiado rápido para la burocracia alemana".


Aproximadamente 25000 gitanos fueron deportados a Transnistria, estimándose que mitad de ellos murieron. Antonescu consideraba que la deportación de los gitanos era necesaria para reducir el número de infracciones (robos, crímenes) causadas por la situación de guerra en Rumanía.

Antonescu fue también acusado de ser culpable por la "muerte a través de tratos inhumanos, y la desconsideración con sangre fría de las necesidades vitales elementarias, en lugar de la matanza en masa, por las marchas forzadas de los judíos deportados a Transnistria, con la intención de atravesar el Bug y entregarles a los alemanes, por el matar por los gendarmes rumanos a los que no podían mantener el ritmo de la fila."

Fuente : http://es.wikipedia.org/wiki/Antonescu

Mié Abr 30, 2008 12:59 pm

Me hace gracia que se hable de la justicia de la condena por crímenes contra la paz. Personalmente creo que esa condena, al mandatario de un país que había sido obligado ceder la Besarabia a la URSS ante la amenaza de invasión, es ridícula.

Cuando la ejecución de Antonescu fue justa por los crímenes cometidos contra judíos y gitanos, dentro y fuera de su territorio. Rumania no organizó el asesinato a escala industrial, pero cerró los ojos ante los miles de muertes durante las deportaciones (de los gitanos) y prefirió no saber lo que ocurría con los judíos que deportaba (y que realmente eran asesinados).

Mientras otros aliados del Eje fueron mucho más renuentes a “deportar” a sus judíos. Por ejemplo, en 1944 Alemania obligó a Horthy a cambiar su gobierno con ministros pronazis, que cedieron a las presiones para enviar judíos como trabajadores forzados. Pero dos judíos eslovacos escaparon y dijeron lo que realmente ocurría, y Horthy ordenó que cesasen las deportaciones. Horthy siempre dijo que pensaba que los deportados estaban en campos de trabajo, y que no sabía nada de los asesinatos. Bulgaria fue aún más renuente, se las arregló para proteger a sus judíos y las peticiones alemanas de trabajadores forzados se perdieron en la burocracia.

Eso sí, los dos países sólo protegieron a sus ciudadanos, los judíos de territorios ocupados (Tracia y Macedonia) o que no fuesen ciudadanos, fueron deportados y posteriormente, asesinados. Ni Horthy ni los ministros búlgaros eran inocentes. Los últimos fueron ejecutados por los comunistas, y Horthy se libró por haber sido capturado por los norteamericanos, que no quisieron ceder a su prisionero para ser juzgado por un régimen comunista. Pero húngaros y búlgaros demuestran como incluso bajo los nazis no era obligatorio asesinar judíos.

Saludos
Última edición por Domper el Jue Jun 19, 2008 3:45 pm, editado 1 vez en total

Mié Abr 30, 2008 5:27 pm

Domper, esta bien enjuiciado por los crimenes de guerra. Lo otro estoy de acuerdo. Pero se lo merecia el muy turro...

Mié Abr 30, 2008 8:17 pm

Un post excelente, gracias, Rumania vivió un drama, por arregalr un problema se metió en uno inmensamente mayor.


Salu2

Mar May 20, 2008 7:21 pm

Por tema del quiz encontre esto que no es para gente sensible.

Es el fusilamiento de Antonescu.

Ojo que es un fusilamiento con remate y todo!

http://oscarul.wordpress.com/2006/09/02 ... antonescu/

Es impresionante el video, amen de la tranquilidad que tenian estos tipos (eran 4) cuando iban a ser fusilados...

Mar May 20, 2008 8:00 pm

Un video de impresionante dramatismo y un verdadero hallazgo. Gracias


Salu2

Mar May 20, 2008 8:25 pm

De nada wallen, te imaginaras que yo andaba buscando datos y veo el video (por ejemplo aca en el trabajo anularon you tube... ) asi que le di play pero ni me imagine que lo que iba a ver era eso... Hay que reconocer que lo de Ceacescu fue mucho mas dramatico...

Sab Jun 14, 2008 12:26 am

Excelente e impresionante documento, simón.
Y sórdido, yo diria...
Un saludo cordial.
Joaquín García-Morato.
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