Switch to full style
Civiles, militares, políticos...
Escribir comentarios

Los crímenes del Imperio del Sol

Mar Ene 30, 2007 3:17 am

"La Segunda Guerra Mundíal en Imágenes", David Boyle, EDIMAT Libros SA.

Tras la campaña de Filipinas, la situación de los japoneses era inmejorable. En tan solo tres meses, habían roto el bloqueo americano, se habían adueñado del control de los campos petrolíferos holandeses e intimidado al Imperio Británico. Disponían e toda la producción de caucho del mundo y del setenta por ciento de la producción de estamo. La "esfera de la co-prosperidad" había sido un extraordinario logro militar.

Pero "co-prosperidad" era solo un término propagandistico. Las emisoras japonesas emitían el mensaje "quememos a los blancos en el fuego de la victoria", exhortando a la población local antes de la llegada de sus ejércitos. A pesar de la retórica, los japoneses cometieron el mismo error que los nazis habían cometido en Rusia. Aunque algunos pueblos indígenas habían deseado ser liberados del imperialismo holandés, británico o americano, sus llamados libertadores estaban interesados únicamente en su explotación.

Incluso así, muchos creyeron la propaganda japonesa. El gobierno tailandés no puso ninguna objeción al uso de su territorio uando los japoneses atacaron el norte de Malaca. En Java y Sumatra, las multitudes recibían a los soldados imperiales con banderas y gran alborozo. Muchos nacionalistas indios estaban preparados para luchar a las órdenes de los japoneses y contra los británicos. Además, Birmania y Filipinas, recibieron independencia nominal bajo la "protección" japonesa. El lider nacionalista de Indonesia, Achmed Sukarno, liberado del encarcelamiento a que los holandeses le tenían sometido, colaboró con los administradores japoneses en la redacción de una constitución independiente. Pero estas concesiones de autogobierno local eran más aparentes que reales: la norma fue la crueldad institucionalizada.

Si un filipino olvidaba saludar a un soldado japones con una triple reverencia, era colgado de la farola más cercana. En Sumatra, los japoneses pusieron en marcha una violenta campaña de represión de los movimientos clandestinos dirigidos por Amir Sjarifuddin: de los detenidos, mas de la mitad habían muerto el terminar la guerra. Un millón de habitantes de Sumatra y Java fueron obligados a trabajar en la construcción del ferrocarril de Birmania, y la tercera parte de ellos murieron durante los trabajos. En 1943, cuando los chinos y otros prisioneros locales se rebelaron contra la ocupación en Jesselton, capital de Borneo, cientos de aldeas locales fueron destruidas y sus habitantes torturados. La inimaginable crueldad del primer año de ocupación acabó con prácticamente todo el apoyo a los japoneses, y dejó tras de si una herencia de amargura y resentimiento que sobrevive hasta la fecha.

El recuerdo del tratamiento a que las poblaciones nativas del sureste de Asia fueron sometidas ha quedado oscurecido por las atrocidades que los soldados imperiales cometieron con los prisioneros de guerra occidentales. Al contrario que los nazis, los japoneses no habían trazado una estrategia de genocidio en sus campos de concentración, pero la suerte que corrieron los prisioneros fue muy parecida en ambos casos.

Según el código militar japonés del bushido, los prisioneros renunciaban a su honor al perder la libertad, y con el honor renunciaban también al derecho a ser tratados como seres humanos. Los japoneses quedaron muy sorprendidos cuando los prisioneros americanos de Bataán pidieron que enviaran sus nombres a sus familias para que así supieran que aún estaban vivos. No pelear hasta la muerte era un deshonor que los japoneses castigaban golpeando a sus prisioneros occidentales, dejándoles morir de hambre, negándoles atención médica, sometiéndoles a todo tipo de atroces experimentos, o simplemente, matándoles de agotamiento. Por descontado, los envíos de la Cruz Roja nunca llegaban a su destino. Los hombres blancos que se negaban a inclinarse ante los soldados nipones recibían tremendas palizas en el mejor de los casos. Si era una mujer, la misma ofensa se castigaba afeitándole la cabeza.

Nadie escapaba a este trato brutal. Los médicos aliados eran golpeados cuando permitían que los prisioneros a su cargo se debilitaran o sufrieran enfermedades con una dieta de poco más de 200gr de arroz, dos veces el día. Tampoco por los oficiales se mostraba más respeto. El gobernador británico de Hong Kong, fue encarcelado e incomunicado y después se le obligó a trabajar como cuidador de cabras, y con frecuencia recibía palizas por no desempeñar bien su trabajo. El general Percival, que había firmado la rendición en Singapur, fue salvajemente golpeado por tener suciedad bajo las uñas.

Cuando los japoneses se rindieron en 1945, el 27 por ciento de los prisioneros británicos y de la Commonwealth habían muerto en cautiverio: entre los americanos el tanto por ciento de fallecidos fue del 37.

En la memoria de los americanos y filipinos están grabados los horrores que siguieron a la caida de Corregidor. Los prisioneros, exhaustos y malnutridos, fueron obligados a realizar una marcha de 60 millas bajo un calor casi asfixiante sin apenas comida ni agua potable (los soldados japoneses orinaban en el agua salada que después daban de beber a los prisioneros) desde Mariveles hasta San Fernando. Los que caían por agotamiento eran rematados con un disparo, ensartados con las bayonetas o abandonados para que muriesen de deshidratación. Entre 10.000 y 16.000 prisioneros no pudieron terminar la llamada "Marcha de la Muerte de Bataán"; durante las primeras semanas en los campos murieron otros 16.000 filipinos y 1000 americanos.

El infierno para los prisioneros británicos y australianos fue la línea ferrea de Birmania. Después de su derrota en la batalla de Midway, en Junio de 1942, el transporte por mar se hacía cada vez más dificil para los japoneses. Aun tenían que abastecer a sus tropas en la ofensiva a Birmania, lo que hacía necesaria la construcción de una ruta terrestre que unieran Bangkok con Rangún. Cualquier ferrocarril tendría que cruzar barrancos cubiertos de espesa vegetación y serpentear entre montañas de 5.000 pies de media: los ingenieros japoneses calcularon, que sin contar con el equipo pesado adecuado, se tardaría cinco años en realizar una obra de tal envergadura. Pero el alto mando no permitía actitudes derrotistas: exigió que la línea estuviera lista a finales de 1943. Casi la mitad de los prisioneros de guerra de la región (británicos, australianos, holandeses y algunos americanos) fueron empleados en la construcción del ferrocarril. También se recultaron miles de indígenas.

Día tras día, los prisioneros eran obligados a levantarse antes del amanecer y trabajar bajo un sol abrasador o durante el monzón, bajo la lluvia y enterrados en el barro. Débiles, desnutridos, cada vez eran más vulnerables a las enfermedades. Casi 13.000 murieron en una de las epidemias de cólera; en otra ocasión, los guardias quisieron acabar con el problema de raiz disparando a todos los enfermos. La decisión de construir el ferrocarril, "solo puede considerarse como un crimen a sangre fría y despiadado contra la humanidad, obviamente premeditado", dijo el doctor Australiano coronel Edwart Dunlop, testigo directo de los acontecimientos. El ferrocarril Birmania - Tailandia fue terminado el día 25 de Octubre de 1943, pero el coste de la obra fueron 50.000 prisioneros aliados. También murieron en los trabajos un cuarto de millón de trabajadores de Birmania, Java, Malaca, China e India.

A finales de la guerra, los japoneses, como también hicieran las SS, intentaron borrar sus crímenes de guerra. En diciembre de 1944, más de 1600 prisioneros holandeses, americanos y británicos maltratados, fueron metidos a la fuerza bajo la cubierta de un barco para evitar que pudieran encontrarlos las tropas americanas que avanzaban por las islas Filipinas. Cientos de ellos enloquecieron de sed, y cuando el barco fue torpedeado y hundido, los supervivientes fueron rematados por las ametralladoras de otro barco japonés.

Existen otras muchas historias de horror: en una de las ilsas Filipinas, 150 prisioneros americanos fueron encerrados en un refugio antiaereo antes de que llegaran las tropas americanas. A continuación, los japoneses prendieron fuego al refugio. Los que sobrevivieron al incendio fueron muertos a golpes o enterrados vivos. Cuando en febrero de 1945 las tropas americanas desenbarcaron en la Isla de Palawan, en busca de prisioneros, todo lo que encontraron fueron las fosas comunes. Un comando americano logró penetrar en un campo de prisioneros de Luzón y rescatar a 500 de ellos justo cuando iban a ser ejecutados.

La opinión pública mundial recibía muy poca información acerca del tratamiento a que los japoneses sometían a sus prisioneros de guerra (no se permitía a los inspectores de la Cruz Roja visitar las "zonas de guerra" japonesas). Las primeras noticias sobre la brutal "Marcha de la muerte" en Bataán no se conocieron hsta la primavera de 1943, e incluso entonces se oultaron los detalles más crudos por miedo a que afectaran a la moral de la población civil.

En realidad, los detalles de la mayoría de aquellas diabólicas atrocidades no salieron a la luz hasta mucho después de terminada la guerra. En Manchuria, donde el Ejército Imperial había impuesto su ley desde 1931, en la "Unidad de prevención de epidemias y suministros de agua" del ejercito de Kwantung, los prisioneros eran deliberadamente contagiados con enfermedades mortales como parte del programa de investigación epidemiológica. Algunas otras horribles prácticas consitían en disecar a los prisioneros, hervirlos vivos, someterles a dosis letales de rayos X o administrarles transfusiones de sangre de caballo.

La amargura y angustia de aquellas prácticas brutales todavía perduran hoy en China y Occidente. Corresponde a los supervivientes recordar al mundo las crueldades del Imperio del Sol.

"Tengo en mis manos una lista con lo nombres de los 300 prisioneros de guerra que murieron en la diminuta isla de Haroekoem, en el extremo occidental de Indonesia (escribía un antiguo prisionero al diario Londinense Times cuando Hirohito murió en 1989). Vestidos con harapos y demacrados, se arrastraban cada día en su tarea de construir una pista de aterrizaje, hasta que al abandono de toda esperanza o la enfermedad terminaba por liberarles de sus sufrimientos. Morían en condiciones tan degradantes que sería impoible explicarlo con palabras. Las ofertas de ayuda de la Cruz Roja, cuyo patronato reclama para sí la familia imperial Japonesa, fueron sistemáticamente ignoradas, y la sola mención de la Convención de Ginebra era suficiente para desatar una reacción histérica. Pero nosotros nos habíamos rendido y esto, según el código militar japonés, hacía que perdieramos todos nuestros derechos".


Extraido de http://usuarios.lycos.es/christianlr/index.html

Mar Ene 30, 2007 3:17 am

Extremecedor relato Falls.Me impresiono esta parte.

A finales de la guerra, los japoneses, como también hicieran las SS, intentaron borrar sus crímenes de guerra. En diciembre de 1944, más de 1600 prisioneros holandeses, americanos y británicos maltratados, fueron metidos a la fuerza bajo la cubierta de un barco para evitar que pudieran encontrarlos las tropas americanas que avanzaban por las islas Filipinas. Cientos de ellos enloquecieron de sed, y cuando el barco fue torpedeado y hundido, los supervivientes fueron rematados por las ametralladoras de otro barco japonés.

Existen otras muchas historias de horror: en una de las ilsas Filipinas, 150 prisioneros americanos fueron encerrados en un refugio antiaereo antes de que llegaran las tropas americanas. A continuación, los japoneses prendieron fuego al refugio. Los que sobrevivieron al incendio fueron muertos a golpes o enterrados vivos. Cuando en febrero de 1945 las tropas americanas desenbarcaron en la Isla de Palawan, en busca de prisioneros, todo lo que encontraron fueron las fosas comunes. Un comando americano logró penetrar en un campo de prisioneros de Luzón y rescatar a 500 de ellos justo cuando iban a ser ejecutados.


Aqui os dejo unas fotos de la barbarie nipona sobre prisioneros chinos.

Imagen

Imagen

Imagen

Aveces relacionamos palabras como matanza,holocausto,crimen de guerra con acciones cometidos por los alemanes,olvidando otras terribles acciones cometidos por otros paises.

UN SALUDO.

Mar Ene 30, 2007 3:17 am

Que horror, que absoluto horror, no existen adjetivos.......

Mar Ene 30, 2007 3:18 am

Esas fotos ya las había visto antes, pero cada vez que las veo me producen una sensación de horror que no se puede explicar.
Son un ensañamiento total contra las víctimas al intentar producir el máximo dolor cuando se les da muerte.
Atados de cuclillas como perros a un palo, mientras los traspasan con las bayonetas...

Horrible, horrible...
Saludos

Mar Ene 30, 2007 3:19 am

Pero es que tienen aún menos disculpa de lo que parece.

En 1904 y 1905, el trato que dispensó la marina japonesa a los prisioneros rusos fue bueno. En algún caso los oficiales rusos agradecieron públicamente al personal médico japonés el cuidado de sus heridos. En 1914 los japoneses sitiaron la colonia germana en China de Tsingtao, y no he encontrado en ningún sitio relatos sobre maltrato, al contrario, los 5.000 prisioneros alemanes establecieron buenas relaciones con sus captores.

Lo sorprendente fue la vesania que caracterizó al soldado japonés en la Segunda Guerra Mundial. No sólo contra sus enemigos, hasta neutrales y aliados corrieron una suerte similar. Los italianos presentes en Japón fueron tratados brutalmente. En Filipinas los japoneses s ensañaron con todo lo que oliese a hispano (incluyendo la matanza del consulado español en Manila) a pesar que España representaba los intereses japoneses ante los aliados. Hasta en el club alemán de Manila se hicieron barbaridades (y supuestamente eran aliados).

(por estos sucesos España consideró declarar la guerra a Japón, pero no lo hizo pensando en los riesgos que podrían correr misioneros e intereses comerciales; a los aliados tampoco les entusiasmó)

En cualquier caso, no justifica los desmanes cometidos por los aliados, pero los hace comprensibles. A los políticos que en 1945 se enfrentaban a la resistencia numantina japonesa, a los ataques suicidas, y que iban descubriendo el horror japonés en Filipinas, es normal que no les temblase la mano al ordenar ataques indiscriminados.

Saludos

Mar Ene 30, 2007 3:19 am

Tengo un libro que dice que, para cuando un soldado occidental se entrenaba cargando con bayoneta un saco terrero, uno japonés hacía lo mismo con un chino atado a un poste. En él se narran algunas experiencias harto desagradables, como en muchas partes, solo que en este el narrador es el maltratador. Un soldado japonés decía que cuando veía a las mujeres chinas le daban pena, pero, después, cuando se ponía a violarlas, le parecían todas "unas cerdas". También recuerdo ahora mismo el relato de un soldado alemán a quien mandaron matar a un viejo que se negaba a seguir caminando junto al resto de prisioneros. El chico se puso muy nervioso y le dio mal el tiro en la cabeza, con lo que el viejo no murió y comenzó a gimotear. El oficial, al ver que se ponía aún más nervioso hasta el punto de ponerse a vomitar, le mandó a otro soldado que rematara al viejo y proseguir la marcha.
Yo no se, haber habría de todo, y supongo que muchos se trastocarían de mala manera entre la "educación" que recibían y el horror al que estaban sometidos. Pienso que la naturaleza del hombre, como cualquier otro animal, tiende a la supervivencia y por tanto a la cobardía. Si estás educado para valorar la dignidad y el respeto de y hacia las personas, aún puedes resistir; pero si es todo lo contrario, o si recibes una presión tan grande, no se, a mí no me gustaría estar en el pellejo de un soldado en medio de una guerra total.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Mié May 03, 2023 11:03 am

Fuente https://en.wikipedia.org/wiki/Japanese_war_crimes

El Imperio de Japón cometió crímenes de guerra en muchos países de Asia y el Pacífico durante el período del imperialismo japonés, principalmente durante las Segundas Guerras Sino-Japonesas y del Pacífico. Estos incidentes han sido descritos como "el Holocausto asiático". Algunos crímenes de guerra fueron cometidos por personal militar japonés a fines del siglo XIX, pero la mayoría se cometieron durante la primera parte de la era Shōwa, el nombre que se le dio al reinado del emperador Hirohito.

Bajo el emperador Hirohito, el Ejército y la Armada Imperiales perpetraron numerosos crímenes de guerra que resultaron en la muerte de millones de personas. Las estimaciones del número de muertes oscilan entre 3 y 30 millones a causa de la esclavitud sexual, las masacres, la experimentación humana, el hambre y el trabajo forzado perpetrados o tolerados directamente por el ejército y el gobierno japoneses. Los veteranos japoneses han admitido haber cometido crímenes de guerra y han proporcionado testimonios orales y pruebas escritas, que incluyen diarios y diarios de guerra.

El Servicio Aéreo del Ejército Imperial Japonés participó en la realización de ataques químicos y biológicos contra civiles durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa y la Segunda Guerra Mundial. El uso de tales armas estaba generalmente prohibido por acuerdos internacionales firmados previamente por Japón, incluidas las Convenciones de La Haya (1899 y 1907), que prohibían el uso de "veneno o armas envenenadas" en la guerra.

Desde la década de 1950, altos funcionarios del gobierno japonés han emitido numerosas disculpas por los crímenes de guerra. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón reconoce el papel de Japón en causar "enormes daños y sufrimientos" durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente durante la entrada japonesa en Nanjing, durante la cual los soldados japoneses mataron a un gran número de no combatientes y cometieron saqueos y violaciones. Sin embargo, algunos miembros del Partido Liberal Democrático en el gobierno japonés, como los ex primeros ministros Junichiro Koizumi y Shinzō Abe, han rezado en el santuario Yasukuni; esto ha sido objeto de controversia, ya que el santuario honra a todos los japoneses que murieron durante la guerra, incluidos los criminales de guerra de Clase A condenados. Algunos libros de texto de historia japoneses ofrecen solo breves referencias a los crímenes de guerra, y los miembros del Partido Liberal Democrático han negado algunas de las atrocidades, como la participación del gobierno en el secuestro de mujeres para servir como "mujeres de solaz", un eufemismo para las esclavas sexuales.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Dom May 07, 2023 12:04 pm

Personal militar del Imperio de Japón ha sido condenado por cometer crímenes de guerra durante el imperialismo japonés desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Los militares japoneses cometieron una serie de abusos contra los derechos humanos de civiles y prisioneros de guerra en todo el este de Asia y la región del Pacífico occidental. Estos eventos alcanzaron su apogeo durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa de 1937-1945 y las campañas de Asia y el Pacífico de la Segunda Guerra Mundial (1941-1945).

Japón firmó la Convención de Ginebra de 1929 sobre los prisioneros de guerra y la Convención de Ginebra de 1929 sobre los enfermos y heridos, pero el gobierno japonés se negó a ratificar la Convención de prisioneros de guerra. En 1942 el gobierno japonés declaró que se apegaría a los términos de la Convención mutatis mutandis ('cambiar lo que se tiene que cambiar'). Los crímenes cometidos también caen bajo otros aspectos del derecho internacional y japonés. Por ejemplo, muchos de los crímenes cometidos por japoneses durante la Segunda Guerra Mundial infringieron la ley militar japonesa y estuvieron sujetos a consejo de guerra. El Imperio también violó los acuerdos internacionales firmados por Japón, incluidas las disposiciones de las Convenciones de La Haya (1899 y 1907) como la protección de los prisioneros de guerra y la prohibición del uso de armas químicas, la Convención sobre Trabajo Forzoso de 1930 que prohibía el trabajo forzoso, el Convenio Internacional para la Represión de la Trata de Mujeres y Niños de 1921 que prohibía la trata de personas, y otros acuerdos. El gobierno japonés también firmó el Pacto Kellogg-Briand (1929), por lo que sus acciones en 1937-1945 están sujetas a cargos de crímenes contra la paz, un cargo que se presentó en los Juicios de Tokio para enjuiciar a los criminales de guerra de "Clase A". Los criminales de guerra de "Clase B" fueron los declarados culpables de crímenes de guerra per se, y los criminales de guerra de "Clase C" fueron los culpables de crímenes de lesa humanidad. El gobierno japonés también aceptó los términos establecidos por la Declaración de Potsdam (1945) después del final de la guerra, incluida la disposición del artículo 10 de castigo para "todos los criminales de guerra, incluidos aquellos que han infligido crueldades a nuestros prisioneros". La ley japonesa no define a los condenados en los juicios posteriores a 1945 como delincuentes, a pesar de que los gobiernos de Japón han aceptado las sentencias dictadas en los juicios y en el Tratado de San Francisco (1952). El ex primer ministro Shinzō Abe había defendido la posición de que Japón aceptaba el tribunal de Tokio y sus sentencias como condición para poner fin a la guerra, pero que sus veredictos no tienen relación con la legislación nacional. Según Abe, los condenados por crímenes de guerra no son criminales según la ley japonesa.

Tanto Corea del Norte como Corea del Sur se refieren a los "crímenes de guerra japoneses" como hechos que ocurrieron durante el período de Corea bajo el dominio japonés. En comparación, los aliados occidentales no entraron en conflicto militar con Japón hasta 1941, y los norteamericanos, australianos, asiáticos del sudeste y europeos pueden considerar que los "crímenes de guerra japoneses" son hechos que ocurrieron entre 1942 y 1945.

Los crímenes de guerra japoneses no siempre fueron cometidos por personal de etnia japonesa. Una pequeña minoría de personas en todos los países de Asia y el Pacífico invadidos u ocupados por Japón colaboraron con el ejército japonés, o incluso sirvieron en él, por una amplia variedad de razones, como dificultades económicas, coerción o antipatía hacia otras potencias imperialistas. Además del personal civil y militar japonés, también se descubrió que chinos, coreanos, manchúes y taiwaneses que fueron obligados a servir en las fuerzas armadas del Imperio de Japón cometieron crímenes de guerra como parte del Ejército Imperial Japonés.

La soberanía de Japón sobre Corea y Taiwán, en la primera mitad del siglo XX, fue reconocida por acuerdos internacionales, el Tratado de Shimonoseki de 1895 y el Tratado de Anexión Japón-Corea de 1910, y en ese momento, se consideraron partes integrales de la imperio colonial japonés. Según el derecho internacional actual, el Tratado de Anexión Japón-Corea podría ser ilegal, porque no se consultó a las poblaciones nativas de Corea y Taiwán durante su firma; hubo resistencia armada a las anexiones de Japón y es posible que los japoneses cometieran crímenes de guerra cuando aplastaron a la resistencia.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Jue May 11, 2023 11:10 am

El militarismo, el nacionalismo y el racismo, especialmente durante la expansión imperialista de Japón, tuvieron una gran influencia en la conducta de las fuerzas armadas japonesas tanto antes como durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la Restauración Meiji y el colapso del shogunato Tokugawa, el Emperador se convirtió en el centro de la lealtad militar, el nacionalismo y el racismo. Durante la llamada "Era del imperialismo" a fines del siglo XIX, Japón siguió el ejemplo de otras potencias mundiales al establecer un imperio colonial, un objetivo que persiguió agresivamente.

A diferencia de muchas otras grandes potencias, Japón nunca ratificó la Convención de Ginebra de 1929, también conocida como la Convención relativa al trato de los prisioneros de guerra, firmada en Ginebra el 27 de julio de 1929, que era la versión de la Convención de Ginebra que cubría el trato de los prisioneros de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, Japón ratificó las Convenciones de La Haya de 1899 y 1907 que contenían disposiciones relativas a los prisioneros de guerra y una Proclamación Imperial en 1894 declaró que los soldados japoneses deberían hacer todo lo posible para ganar la guerra sin violar las leyes internacionales. Según el historiador japonés Yuki Tanaka, las fuerzas japonesas durante la Primera Guerra Sino-Japonesa liberaron a 1.790 prisioneros chinos una vez que firmaron un acuerdo de no tomar las armas contra Japón si eran liberados. Después de la Guerra Ruso-Japonesa de 1904-1905, todos los 79.367 prisioneros rusos que estaban en poder de los japoneses fueron liberados y también se les pagó por el trabajo que realizaron para los japoneses, de acuerdo con la Convención de La Haya. De manera similar, el comportamiento del ejército japonés en la Primera Guerra Mundial fue al menos tan humano como el de otros ejércitos que lucharon durante la guerra, con algunos prisioneros alemanes de los japoneses que encontraron la vida en Japón tan agradable que se quedaron y se establecieron. en Japón después de la guerra.

Imagen
Dos oficiales japoneses, Toshiaki Mukai y Tsuyoshi Noda compitiendo para ver quién podía matar (con una espada) a cien personas primero. El titular dice: "'Récord increíble' (en el Concurso para decapitar a 100 personas): Mukai 106 - 105 Noda: ambos subtenientes".
https://en.wikipedia.org/wiki/Japanese_war_crimes

A medida que Japón continuaba con su modernización a principios del siglo XX, sus fuerzas armadas se convencieron de que el éxito en la batalla estaría asegurado si los soldados, marineros y aviadores japoneses tuvieran el "espíritu" del Bushido. El resultado fue que el código de comportamiento Bushido "fue inculcado en el soldado japonés como parte de su entrenamiento básico". Cada soldado fue adoctrinado para aceptar que era el mayor honor morir por el Emperador y que era una cobardía rendirse al enemigo. Por lo tanto, el Bushido explicaba por qué los soldados japoneses que estaban estacionados en las Indias Occidentales holandesas maltrataron tanto a los prisioneros de guerra bajo su custodia. Aquellos que se habían rendido a los japoneses, independientemente de cuán valiente u honorablemente hubieran luchado, no merecían más que desprecio; habían perdido todo honor y literalmente no merecían nada. En consecuencia, cuando los japoneses asesinaron a los prisioneros de guerra disparándoles, decapitándolos y ahogándolos, estos actos fueron excusados ya que implicaban el asesinato de hombres que habían perdido todo derecho a ser tratados con dignidad o respeto. Si bien los internados civiles ciertamente se encontraban en una categoría diferente a la de los prisioneros de guerra, es razonable pensar que hubo un efecto "derivado" de los principios del Bushido.

A fines de la década de 1930, el auge del militarismo en Japón creó similitudes al menos superficiales entre la cultura militar japonesa y la de la Alemania nazi, como los de las Waffen-SS. Japón también tenía una fuerza de policía secreta militar del ejército imperial, conocida como Kenpeitai, que se parecía a la Gestapo en su papel desempeñado en los países anexados y ocupados, pero que había existido durante casi una década antes del nacimiento del propio Hitler.

El fracaso percibido o la devoción insuficiente al Emperador atraería el castigo, con frecuencia físico. En el ejército, los oficiales asaltaban y golpeaban a los hombres bajo su mando, quienes transmitían la golpiza hasta los rangos más bajos. En los campos de prisioneros de guerra, esto significaba que los prisioneros recibían las peores palizas de todas, en parte por la creencia de que tales castigos eran simplemente la técnica adecuada para lidiar con la desobediencia.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Mar May 16, 2023 1:29 pm

Crímenes de guerra

Imagen
Un prisionero de guerra australiano, el sargento Leonard Siffleet, capturado en Nueva Guinea, a punto de ser decapitado por un oficial japonés con un guntō, 1943.
https://en.wikipedia.org/wiki/Japanese_war_crimes

Las Fuerzas Armadas japonesas se comparan a menudo, durante las décadas de 1930 y 1940, con la Wehrmacht de 1933 a 1945 debido a la gran escala de destrucción y sufrimiento que ambas causaron. Gran parte de la controversia sobre el papel de Japón en la Segunda Guerra Mundial gira en torno a las tasas de mortalidad de los prisioneros de guerra y civiles bajo la ocupación japonesa. El historiador Sterling Seagrave ha escrito que:

Estimar un número probable de víctimas de guerra de Japón es difícil por varias razones que tienen que ver con las percepciones occidentales. Tanto los estadounidenses como los europeos cayeron en el desafortunado hábito de ver la Primera y la Segunda Guerra Mundial como guerras separadas, sin comprender que estaban entrelazadas en una multitud de formas (no solo que una era la consecuencia de la otra, o del comportamiento temerario de los vencedores). Aparte de este concepto erróneo básico, la mayoría de los estadounidenses piensan que la Segunda Guerra Mundial en Asia comenzó con Pearl Harbor, los británicos con la caída de Singapur, etc. Los chinos corregirían esto identificando el incidente del puente Marco Polo como el comienzo, o la toma japonesa anterior de Manchuria. Realmente comenzó en 1895 con el asesinato de la Reina Min de Corea y la invasión japonesa de ese país, que fue anexionado por Japón, seguido rápidamente por la toma del sur de Manchuria, etc., estableciendo que Japón estuvo en guerra desde 1895 hasta 1945. Antes de 1895, Japón solo había invadido Corea brevemente durante el Shogunato, mucho antes de la Restauración Meiji, y la invasión fracasó. Por lo tanto, la estimación de Rummel de 6 a 10 millones de muertos entre 1937 y 1945, puede ser un corolario más o menos del marco de tiempo del Holocausto nazi, pero está muy por debajo del número real de muertos por el máquina de guerra japonesa. Si agrega, digamos, 2 millones de coreanos, 2 millones de manchurianos, chinos, rusos, muchos judíos de Europa del Este (tanto sefardíes como asquenazíes) y otros asesinados por Japón entre 1895 y 1937 (cifras conservadoras), el total de víctimas japonesas es más como 10 millones a 14 millones. De estos, sugeriría que entre 6 y 8 millones eran de etnia china, independientemente de dónde residieran.


Según las conclusiones del Tribunal de Tokio, la tasa de mortalidad entre los prisioneros de guerra de países asiáticos en manos de Japón fue del 27,1 %. La tasa de mortalidad de los prisioneros de guerra chinos fue mucho más alta porque, según una directiva ratificada el 5 de agosto de 1937 por Hirohito, se eliminaron las restricciones del derecho internacional sobre el tratamiento de esos prisioneros. Solo 56 prisioneros de guerra chinos fueron liberados después de la rendición de Japón. Después del 20 de marzo de 1943, los oficiales de la Armada Imperial Japonesa ordenaron y alentaron a la Armada a ejecutar a todos los prisioneros capturados en el mar.

El 14 de mayo de 1943 un submarino japonés torpedeó el barco hospital australiano AHS Centaur, lo hundió en tres minutos y mató a 268 de las 332 personas a bordo. El Centauro estaba pintado con cruces rojas y bien iluminado. El submarino lo hundió a sabiendas de que un barco hospital.

Según el historiador británico Mark Felton, "oficiales de la Armada Imperial Japonesa ordenaron los asesinatos deliberadamente sádicos de más de 20.000 marineros aliados e innumerables civiles en un desafío a sangre fría a la Convención de Ginebra". Al menos 12.500 marineros británicos y 7.500 australianos fueron asesinados. La Armada japonesa hundió los mercantes aliados y de la Cruz Roja y luego asesinó a los sobrevivientes que flotaban en el mar o en botes salvavidas.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Sab May 20, 2023 1:56 pm

Ataques a paracaidistas y aviadores derribados
La Batalla de Shanghái y Nanjing marcaron el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en Asia, donde se produjeron feroces batallas aéreas en China entre la Fuerza Aérea china y la japonesa, y los japoneses pronto ganaron notoriedad por ametrallar a aviadores derribados que descendían en sus paracaídas; El primer acto registrado de esto ocurrió el 19 de septiembre de 1937, cuando el piloto china, el teniente Liu Lanqing, del 17º Escuadrón de Persecución, 3 ° Grupo de Persecución, que volaba cazas P-26 tomó parte en la intercepción de una fuerza de 30 bombarderos y cazas japoneses que atacaban Nanjing. Liu saltó en su paracaídas después de ser derribado y mientras descendían en su paracaídas fue asesinado por los pilotos japoneses que se turnaban para ametrallarlo; su líder de vuelo, el capitán John Huang Xinrui, disparó contra los japoneses, pero él mismo recibió un disparo y tuvo que saltr, esperando hasta el último momento posible para tirar de la cuerda de su paracaídas para evitar el mismo destino. Como resultado, se advirtió a todos los pilotos voluntarios chinos y rusos que no abrieran sus paracaídas demasiado pronto si tenían que saltar.

Después de un descenso seguro en paracaídas, los japoneses también persiguieron a los aviadores derribados; el 18 de julio de 1938, el piloto voluntario soviético Valentin Dudonov fue derribado por el caza A5M pilotado por Nangō Mochifumi, después de lo cual Dudonov saltó en paracaídas y aterrizó en un banco de arena en el lago Poyang, donde otro A5M lo ametralló continuamente. Dudonov, corriendo en zig-zag y eventualmente escondiéndose bajo el agua en el lago, sobrevivió cuando el A5M japonés partió. Cuando los estadounidenses se unieron a la guerra en 1941, también fueron objeto de numerosos crímenes de guerra enjuiciables en virtud de los protocolos de la Convención de Ginebra.

Ataques a potencias neutrales
El artículo 1 del III Convenio de La Haya de 1907 - Apertura de hostilidades prohibía el inicio de hostilidades contra potencias neutrales "sin previo y explícito aviso, ya sea en forma de declaración razonada de guerra o de ultimátum con declaración condicional de guerra" y el artículo 2 establecía además que "[l]a existencia de un estado de guerra debe ser notificada sin demora a las Potencias neutrales, y no surtirá efecto con respecto a ellas hasta después de la recepción de una notificación que, sin embargo, podrá ser dada por telégrafo." Los diplomáticos japoneses tenían la intención de entregar el aviso a los EEUU treinta minutos antes de que ocurriera el ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, pero fue entregado una hora después de que terminara el ataque. Tokio transmitió la notificación de 5000 palabras (comúnmente llamada "Mensaje de 14 partes") en dos bloques a su embajada de Washington, pero la transcripción del mensaje tomó demasiado tiempo.

Además, el Mensaje de 14 partes no era una declaración de guerra, sino que se trataba de enviar un mensaje a los funcionarios estadounidenses de que las negociaciones de paz entre Japón y los EEUU probablemente terminarían. Los funcionarios japoneses sabían muy bien que el Mensaje de 14 partes no era una declaración de guerra adecuada como lo exige la Convención III de La Haya de 1907: La apertura de hostilidades. De todos modos, decidieron no emitir una declaración de guerra adecuada porque temían que hacerlo expondría su ataque a Pearl Harbor.

Algunos negacionistas históricos y teóricos de la conspiración afirman que el presidente Franklin D. Roosevelt permitió que ocurriera el ataque para crear un pretexto para la guerra, pero no existe evidencia creíble para respaldar la afirmación El día después del ataque a Pearl Harbor, Japón declaró la guerra a los EEUU.

Simultáneamente al bombardeo de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 (hora de Honolulu), Japón invadió la colonia británica de Malaya y bombardeó Singapur, e inició acciones terrestres en Hong Kong, sin declaración de guerra ni ultimátum. Tanto Estados Unidos como el Reino Unido eran neutrales cuando Japón atacó sus territorios sin una advertencia explícita de estado de guerra.

EEUU clasificó oficialmente las 3649 bajas militares y civiles y la destrucción de propiedad militar en Pearl Harbor como no combatientes, ya que no había estado de guerra con Japón cuando ocurrió el ataque. Joseph B. Keenan, el fiscal jefe en los Juicios de Tokio, dijo que el ataque a Pearl Harbor no solo ocurrió sin una declaración de guerra, sino que también fue un "acto traicionero". De hecho, Japón y EEUU todavía estaban negociando un posible acuerdo de paz que mantuvo distraídos a los funcionarios estadounidenses hasta el punto de que los aviones japoneses lanzaron su ataque a Pearl Harbor.

El almirante Isoroku Yamamoto, quien planeó el ataque a Pearl Harbor, era plenamente consciente de que si Japón perdía la guerra, sería juzgado como criminal de guerra por ese ataque. En los Juicios de Tokio, el Primer Ministro Hideki Tojo, Shigenori Tōgō, el entonces ministro de Exteriores, Shigetarō Shimada, el ministro de Marina, y Osami Nagano, Jefe del Estado Mayor Naval, fueron acusados de crímenes contra la paz (cargos 1 a 36) y asesinato (cargos 37 a 52) en relación con el ataque a Pearl Harbor. Junto con los crímenes de guerra y contra la humanidad (cargos 53 a 55), Tojo estuvo entre los siete líderes japoneses condenados a muerte y ejecutados en 1948, Shigenori Tōgō recibió una sentencia de 20 años, Shimada una cadena perpetua y Nagano murió de causas naturales durante el Juicio de 1947.

A lo largo de los años, muchos nacionalistas japoneses argumentaron que el ataque a Pearl Harbor se justificó como un acto de autodefensa en respuesta al embargo de petróleo impuesto por Estados Unidos. La mayoría de los historiadores y académicos están de acuerdo en que el embargo de petróleo no puede utilizarse como justificación para usar la fuerza militar contra una nación extranjera que impone el embargo porque existe una clara distinción entre la percepción de que algo es esencial para el bienestar de la nación-estado y una amenaza suficientemente grave para justificar un acto de fuerza en respuesta, que Japón no había considerado. El erudito y diplomático japonés Takeo Iguchi afirma que es "[d]ifícil decir desde la perspectiva del derecho internacional que ejercer el derecho a la autodefensa contra las presiones económicas se considera válido". Si bien Japón sintió que el embargo estadounidense detendría sus sueños de una mayor expansión, esta "necesidad" no puede considerarse proporcional a la destrucción sufrida por la Flota del Pacífico en Pearl Harbor, que los planificadores militares japoneses pretendían que fuera tan devastadora como fuera posible.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Mié May 24, 2023 3:25 pm

Asesinatos masivos.

El número estimado de victimas de las tropas japonesas varía. R. J. Rummel, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Hawái, estima que entre 1937 y 1945, el ejército japonés asesinó a más de diez millones de personas, a unos seis millones de chinos, indios, coreanos, malasios, indonesios, filipinos e indochinos, entre otros, incluidos prisioneros de guerra europeos, estadounidenses y australianos. Según Rummel, "Este democidio [es decir, la muerte por parte del gobierno] se debió a una estrategia política y militar moralmente en bancarrota, una conveniencia y costumbre militar y una cultura nacional". Según Rummel, solo en China, de 1937 a 1945 , aproximadamente 3,9 millones de chinos, en su mayoría civiles, murieron como resultado directo de las operaciones japonesas y un total de 10,2 millones de chinos murieron en el curso de la guerra. Según el historiador británico M. R. D. Foot, las muertes de civiles oscilaron entre 10 y 20 millones. Algunos historiadores afirman que murieron hasta 30 millones de personas, la mayoría civiles.

Según el historiador británico Mark Felton, Los japoneses asesinaron a 30 millones de civiles mientras "liberaban" lo que llamaron la Gran Esfera de Co-Prosperidad de Asia Oriental del dominio colonial. Alrededor de 23 millones de estos eran de etnia china. Es un crimen que en cifras absolutas es mucho mayor que el Holocausto nazi. En Alemania, la negación del Holocausto es un delito. En Japón, es política del gobierno. Pero la evidencia es definitiva,

Una de las mayores atrocidades cometidas durante este período fue la Masacre de Nanking de 1937-1938 (ver viewtopic.php?f=51&p=158090#p158090) cuando, según las conclusiones del Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente, el ejército japonés masacró hasta 260.000 civiles y prisioneros de guerra, aunque algunos han elevado la cifra a 350.000. El Salón Conmemorativo de las Víctimas de la Masacre de Nanjing por los Invasores Japoneses tiene la cifra de 300.000 muertos inscrita en su entrada.[

Durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa, los japoneses siguieron lo que se ha llamado una "política de asesinatos", incluidos los cometidos contra minorías como los musulmanes Hui en China. Según Wan Lei, "En una aldea agrupada por los hui en el condado de Gaocheng de Hebei, los japoneses capturaron a veinte hombres hui, entre los cuales solo liberaron a dos hombres más jóvenes a través de la 'redención', y enterraron vivos a los otros dieciocho hombres hui. En la aldea Mengcun de Hebei, los japoneses mataron a más de 1.300 hui en los tres años posteriores a la ocupación de esa zona". Las mezquitas también fueron profanadas y destruidas por los japoneses, y los cementerios de Hui también fueron destruidos. Después de la Masacre de Nanjing, se encontraron mezquitas en Nanjing llenas de cadáveres. Muchos musulmanes Hui en la Segunda Guerra Sino-Japonesa lucharon contra el ejército japonés.

Además, el condado musulmán Hui de Dachang fue objeto de masacres por parte del ejército japonés.

Otra masacre durante este período fue la masacre de Parit Sulong en la Malaya ocupada por los japoneses (ver viewtopic.php?f=42&t=13091), cuando, según los hallazgos del Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente, el Ejército Imperial masacró aproximadamente a 500 prisioneros de guerra, aunque existen estimaciones más altas. Un crimen similar cometido fue la masacre de Changjiao en China. En el sudeste asiático, la masacre de Laha provocó la muerte de 705 prisioneros de guerra en la isla Ambon de Indonesia ocupada por los japoneses, y en la masacre del Hospital Alexandra de Singapur ocupado por los japoneses, cientos de soldados aliados heridos, ciudadanos inocentes y personal médico fueron asesinados por soldados japoneses.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Dom May 28, 2023 3:09 pm

En el sudeste asiático, la masacre de Manila de febrero de 1945 provocó la muerte de 100.000 civiles en las Filipinas ocupadas por los japoneses. Se estima que al menos uno de cada 20 filipinos murió durante la ocupación. En Singapur durante febrero y marzo de 1942, la masacre de Sook Ching (ver viewtopic.php?f=51&t=12972) llevó al exterminio sistemático de elementos "antijaponeses" entre la población china; sin embargo, los soldados japoneses no intentaron identificar quién era "antijaponeses". Por ello los soldados nipones cometieron matanzas indiscriminadas. El ex primer ministro de Singapur, Lee Kuan Yew, quien casi fue víctima de la masacre, estimó que hubo entre 50.000 y 90.000 muertes, mientras que, según el general Kawamura Saburo, hubo 5.000 bajas en total. Según el teniente coronel Hishakari Takafumi, corresponsal de un periódico en ese momento, el plan era matar finalmente a unos 50.000 chinos, y 25.000 ya habían sido asesinados cuando se recibió la orden de parar la operación.

Hubo otras masacres de civiles, como la masacre de Kalagon.

fuente https://en.wikipedia.org/wiki/Kalagon_massacre

El 7 de julio de 1945 soldados del 3er Batallón, 215º Regimiento y el Kempeitai del Ejército Imperial masacraron a los habitantes de Kalagon, Birmania. El general de división Seiei Yamamoto, jefe de Estado Mayor del 33er Ejército, ordenó a estas unidades que barrieran el área en busca de guerrilleros que, según se informa, se unieron a los paracaidistas británicos.

Los japoneses ocuparon el pueblo y reunieron a todos los habitantes, algunos en la mezquita local y otros en diferentes edificios, para interrogarlos. Mujeres y niños fueron violados y golpeados. Después de que se confirmó que habían ayudado a los comandos británicos, el mayor Ichikawa Seigi ordenó que se masacrara a todo el pueblo. Los habitantes fueron llevados en grupos de cuatro a diez personas a pozos cercanos, con los ojos vendados y bayoneteados, y sus cuerpos fueron arrojados a los pozos. Luego, el pueblo fue quemado hasta los cimientos. Se estima que entre 600 y 1000 aldeanos murieron en la masacre.

Los japoneses secuestraron a 10 mujeres sobrevivientes que aceptaron actuar como "espías", aunque se cree que en su lugar fueron utilizadas como mujeres de solaz. Dos de ellos escaparon, pero los otros desaparecieron.

En 1946 un tribunal militar británico juzgó a Seigi y a otros 13 soldados por su papel en la masacre. Seigi y tres oficiales fueron condenados a muerte. Seigi sería ahorcado, mientras que los otros tres serían fusilados.

En cuanto a los otros tres militares que fueron considerados cómplices de la masacre, el tribunal concluyó que estos hombres tenían roles menores o que no se habían encontrado pruebas suficientes de que las sentencias de muerte estuvieran justificadas. En cambio, cada uno de ellos recibió sentencias de 10 años. Los otros soldados quedaron solo fueron declarados culpables de participar en las palizas, torturas, heridas y otros malos tratos de los aldeanos.

Seigi y los otros tres condenados fueron ejecutados el 15 de julio de 1946. Los demás fueron encarcelados en Rangún. A mediados de 1951, los que aún estaban en prisión fueron trasladados a la prisión de Sugamo en Japón para cumplir el resto de su condena

El general Heitarō Kimura, uno de los acusados en el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente, fue acusado de múltiples cargos, incluido el hecho de no haber evitado atrocidades, incluida la masacre de Kalagon. Fue condenado a muerte y ejecutado en 1948.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Vie Jun 02, 2023 3:04 pm

En el sudeste asiático en tiempos de guerra, los chinos de ultramar y la diáspora europea fueron objetivos particulares del abuso japonés; el primer caso fue motivado por un resentimiento sinofóbico de la expansión histórica y la influencia de la cultura china, y en el segundo, por un racismo panasiático y un deseo de mostrar a los antiguos súbditos coloniales la impotencia de sus antiguos gobernantes. Los japoneses ejecutaron a todos los sultanes malayos en Kalimantan y acabaron con la élite malaya en los incidentes de Pontianak.

fuente https://en.wikipedia.org/wiki/Pontianak_incidents

El incidente de Pontianak consistió en dos masacres que tuvieron lugar en Kalimantan durante la ocupación japonesa de las Indias Orientales Holandesas.

Durante este incidente los japoneses orquestaron un arresto masivo (1943-1944) de élites chinas, malayas, javaneses, menadoneses, dayaks, bugis, bataks y minangkabau en Kalimantan, incluidos todos los sultanes malayos, acusados de conspirar para derrocar el dominio japonés y luego los masacraron. Los japoneses afirmaron falsamente que todos esos grupos étnicos y organizaciones como la islámica Pemuda Muhammadijah estaban involucradas en un complot para derrocar a los japoneses y crear una "República Popular de Borneo Occidental"

Los japoneses afirmaron que "sultanes, chinos, funcionarios del gobierno indonesio, indios y árabes, que habían sido antagónicos entre sí, se unieron para masacrar a los japoneses", y presentaron al sultán del sultanato de Pontianak como uno de los "cabecillas" en el planeado rebelión. Hasta 25 aristócratas, parientes del sultán de Pontianak y muchas otras personas prominentes fueron acusados de participar en el complot y luego ejecutados en Mandor.

Los sultanes de Pontianak, Sambas, Ketapang, Soekadana, Simpang, Koeboe, Ngabang, Sanggau, Sekadau, Tajan, Sintang y Mempawa fueron todos ejecutados por los japoneses; respectivamente, sus nombres eran Sjarif Mohamed Alkadri, Mohamad Ibrahim Tsafidedin, Goesti Saoenan, Tengkoe Idris, Goesti Mesir, Sjarif Saleh, Goesti Abdoel Hamid, Ade Mohamad Arif, Goesti Mohamad Kelip, Goesti Djapar, Raden Abdul Bahri Danoe Perdana y Mohammed Ahoufiek. Se les conoce como los "12 Tokoh". En Java, los japoneses encarcelaron a Syarif Abdul Hamid Alqadrie, hijo del sultán Syarif Mohamad Alkadrie. Dado que estuvo en Java durante las ejecuciones, Hamid II fue el único varón de su familia que no fue asesinado, mientras que los japoneses decapitaron a los 28 parientes varones de Pontianak Sultan Mohammed Alkadri.

Entre las 29 personas de la familia del sultán de Pontianak que fueron decapitadas por los japoneses estaba el heredero al trono. Más tarde, en 1944, los dayaks asesinaron a un oficial japonés llamado Nakatani, que estuvo involucrado en el incidente y que era conocido por su crueldad. El cuarto hijo del sultán de Pontianak Mohamed Alkadri, Pengeran Agoen, y otro hijo, Pengeran Adipati, fueron decapitados por los japoneses en una ejecución pública.

El exterminio japonés de la élite malaya de Pontianak allanó el camino para que surgiera una nueva élite dayak en su lugar. Según Mary F. Somers Heidhues, durante mayo y junio de 1945, los dayaks mataron a algunos japoneses en una rebelión en Sanggau. Según Jamie S. Davidson, esta rebelión, durante la cual murieron muchos dayaks y japoneses, ocurrió de abril a agosto de 1945 y se denominó "Guerra de Majang Desa". Los incidentes o asuntos de Pontianak están divididos por académicos en dos incidentes de Pontianak, clasificados de diversas formas según asesinatos en masa y arrestos, que ocurrieron en varias etapas en diferentes fechas.

Se estima que más de 21.000 personas fueron asesinadas por los japoneses durante estas masacres.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Mar Jun 06, 2023 2:47 pm

Durante la revuelta Jesselton (ver viewtopic.php?f=42&t=13179) los japoneses mataron a miles de civiles nativo de Borneo británico y casi aniquilaron a toda la población musulmana suluk de las islas costeras. Durante la ocupación japonesa de Filipinas, cuando un espadachín juramentado musulmán lanzaba un ataque suicida contra los japoneses, los japoneses masacraban a toda la familia o aldea a la que pertenecía el atacante.

El historiador Mitsuyoshi Himeta informa que una "Política de los Tres Todos" (Sankō Sakusen) se implementó en China desde 1942 hasta 1945 y fue en sí misma responsable de la muerte de "más de 2,7 millones" de civiles chinos. Esta estrategia de tierra quemada, aprobada por el propio Hirohito, dio lugar a que los soldados nipones "mataran a todos, quemaran a todos y saquearan todo", lo que provocó muchas masacres como la masacre de Panjiayu. Además, militares y civiles aliados capturados fueron masacrados en varios incidentes,

Fuente https://en.wikipedia.org/wiki/Panjiayu_Massacre

La masacre de Panjiayu tuvo lugar el 25 de enero de 1941 en Panjiayu, Hebei, China Aproximadamente 1.298 de las 1.700 personas que vivían en Panjiayu fueron asesinadas. Esta masacre fue el resultado de la recopilación y el análisis de información detallada realizada por el general Yasuji Okamura, quien decretó que las aldeas sospechosas de albergar o instigar a las fuerzas comunistas chinas debían ser completamente destruidas como parte de la creación de una tierra de nadie amortiguadora alrededor de las áreas controladas por los japoneses. efectivo. En estas "tierras de nadie", no debería existir nada vivo ni refugios disponibles.

Como parte de la estrategia, los japoneses atacaron y masacraron deliberadamente la aldea el día del Año Nuevo chino de 1941.

Otras masacres incluidas por Himeta incluyen

-La del Hospital Alexandra ( ver viewtopic.php?f=42&t=13047&p=156424 )

-La de Laha: tras la batalla de Ambon (1942) 300 prisioneros de guerra australianos y holandeses fueron ejecutados por los japoneses en o cerca del aeródromo de Laha en cuatro masacres diferentes. Fueron asesinados con bayoneta, apaleados o decapitados. En parte esto fue una venganza por el hundimiento de un dragaminas japonés, ya que participaron algunos supervivientes de la tripulación del dragaminas.

-La de la isla de Bangka en 1942 ( ver viewtopic.php?f=42&t=12684&p=154596 )

-La de Parit Sulong en 1942 ( ver viewtopic.php?f=42&t=13091&p=156680 )

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Sab Jun 10, 2023 3:22 pm

-La masacre de Palawan, donde 139 prisioneros aliados fueron ejecutados el 14 de diciembre de 1944.
.La del SS Behar, cuando entre 65 y 100 supervivientes de este mercante fueron asesinados tras ser capturados por los japoneses el 15 de marzo de 1944.
-La del SS Tjisalak, cuando entre 20 supervivientes de este barco fueron asesinados tras ser capturados por los japoneses el 26 de marzo de 1944.
.La de la isla de Wake, donde 98 prisioneros de guerra norteamericanos fueron asesinados el 5 de octubre de 1943 cuando los japoneses vieron que la isla iba a ser recuperada por los aliados.
-La de Tinta, donde 30 civiles fueron ejecutados cerca de Merizo, Guam, el 15 de julio de 1944.
-La Marcha de la Muerte de Bataan.
-Las Marchas de la Muerte de Sandakan.
.Las masacres durante la revuelta Jesselton.
-El incidente de Pontianak: dos masacres que tuvieron lugar en Kalimantan, en las Indias Orientales Holandesas, donde más de 21.000 personas pertenecientes pertenecían a una amplia variedad de grupos étnicos, fueron asesinados por los japoneses.
-La masacre de Manila.
-La masacre de Balikpapan, en la que 78 civiles holandeses desarmados y prisioneros de guerra fueron ejecutados por la 56a División japonesa cerca de la ciudad portuaria de Balikpapan el 24 de febrero de 1942.
-La de Masacre de Karoenga, en la isla de Tarakan en enero de 1942, donde se asesinó a la dotación de la batería costera
-La deMenado, Isla Célebes, en enero de 1942, siendo ejecutados 12 prisioneros de guerra
-La de Kertosono, isla de Java, marzo de 1942 con el asesinato 9 prisioneros de guerra holandeses
-La de Tjiater, isla de Java, 6 de marzo de 1942, siendo ejecutados 72 prisioneros de guerra
-La del aeródromo de Kalidjati, isla de Java , marzo de 1942, siendo asesinados personal de tierra de la RAF.
-La de Samarinda, isla de Borneo, marzo de 1942, con 13 prisioneros holandeses ejecutados
-La de Long Nawang, isla de Borneo, agosto de 1942, cuando muchos refugiados en Kampong, incluidos todos los miembros de la tripulación de un bombardero Glenn Martin y tres miembros de la tripulación de un hidroavión Dornier fueron asesinados.
-La de Koetaradja II, isla de Sumatra, marzo de 1942, 56 prisioneros de guerra fusilados y arrojados al mar.
-La de Bireuen, isla de Sumatra, marzo de 1942, 18 prisioneros de guerra fusilados.
-Los supervivientes del carguero Langkoeas fueron ametrallados por el submarino I-158
-La del petrolero Augustina, Mar de Java Occidental, 1942, los bote supervivientes fueron ametrallados.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Mar Jun 27, 2023 11:07 am

Canibalismo
Muchos informes escritos y testimonios recopilados por la Sección de Crímenes de Guerra de Australia del tribunal de Tokio e investigados por el fiscal William Webb (futuro juez en jefe del tribunal), indican que el ejército japonés cometió actos de canibalismo con los prisioneros de guerra aliados en muchas partes de Asia y el Pacífico. En muchos casos, estos actos de canibalismo fueron causados por los ataques aliados a las líneas de suministro japonesas y la muerte y enfermedad del personal japonés como resultado del hambre. Según el historiador Yuki Tanaka: "el canibalismo era a menudo una actividad sistemática llevada a cabo por escuadrones completos bajo el mando de oficiales". Esto frecuentemente involucraba asesinatos con el propósito de asegurar los cuerpos. Por ejemplo, un prisionero de guerra indio, Havildar Changdi Ram, testificó que "[el 12 de noviembre de 1944] el Kempeitai decapitó a un piloto [aliado]. Vi esto desde detrás de un árbol y observé cómo algunos japoneses cortaban la carne de sus brazos, piernas , caderas, glúteos y se lo llevan a sus cuartos… Lo cortan [en] pedacitos y lo fríen”.

En algunos casos, se cortó la carne de personas vivas: otro prisionero de guerra indio, Lance Naik Hatam Ali (más tarde ciudadano de Pakistán), testificó en Nueva Guinea y declaró:

... los japoneses comenzaron a seleccionar prisioneros y todos los días los soldados sacaban, mataban y comían a un prisionero. Personalmente vi que esto sucedía y los japoneses se comieron a unos 100 prisioneros en este lugar. Al resto de nosotros nos llevaron a otro lugar a 80 kilómetros de distancia, donde 10 prisioneros murieron de enfermedad. En este lugar, los japoneses nuevamente comenzaron a seleccionar prisioneros para comer. Los seleccionados eran llevados a una choza donde les cortaban la carne del cuerpo mientras estaban vivos y los arrojaban a una fosa donde luego morían.

Según otro relato de Jemadar Abdul Latif del 4/9 Regimiento Jat del ejército indio que fue rescatado por el ejército australiano en la bahía de Sepik en 1945:

En la aldea de Suaid, un oficial médico japonés visitaba periódicamente el complejo indio y seleccionaba cada vez a los hombres más sanos. Estos hombres fueron llevados a cumplir con sus deberes, pero nunca volvieron a aparecer.

Quizás el oficial de mayor rango condenado por canibalismo fue el teniente general Yoshio Tachibana, quien junto con otros 11 militares nipones, fue juzgado en agosto de 1946 por la ejecución de aviadores de la US Navy y el canibalismo de al menos uno de ellos, durante agosto de 1944, en Chichi Jima, en las Islas Bonin. Los aviadores fueron decapitados por orden de Tachibana. Debido a que el derecho militar e internacional no se ocupaba específicamente del canibalismo, fueron juzgados por asesinato y "prevención de un entierro honorable". Tachibana fue condenado a muerte y ahorcado junto a otros cuatro condenados.

Imagen
Yoshio Tachibana (1890 – 1947)
https://en.wikipedia.org/wiki/Yoshio_Tachibana

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Dom Jul 02, 2023 10:25 am

Experimentación humana y guerra biológica.

Imagen
Shirō Ishii, comandante de la Unidad 731.
https://en.wikipedia.org/wiki/Japanese_war_crimes

Unidades militares japonesas realizaron experimentos con civiles y prisioneros de guerra en China. El propósito de la experimentación era desarrollar armas biológicas. Los agentes biológicos y los gases desarrollados a partir de estos experimentos se utilizaron contra el ejército chino y la población civil. Estos incluyeron la Unidad 731 bajo Shirō Ishii. Las víctimas fueron sometidas a experimentos que incluyen, entre otros, vivisección, amputaciones sin anestesia, pruebas de armas biológicas, transfusiones de sangre de caballos e inyección de sangre animal en sus cadáveres. No se usó anestesia porque se creía que los anestésicos afectarían negativamente los resultados de los experimentos.

Para determinar el tratamiento de la congelación, los prisioneros fueron llevados afuera en un clima helado y dejados con los brazos expuestos, empapados periódicamente con agua hasta que se congelaron. Posteriormente le amputaron el brazo; el médico repetiría el proceso en la parte superior del brazo de la víctima hasta el hombro. Después de que ambos brazos desaparecieron, los médicos pasaron a las piernas hasta que solo quedaron la cabeza y el torso. Luego, la víctima fue utilizada para experimentos con plagas y patógenos.

Un ex miembro de la unidad 731 testificó:

Tan pronto como se observaron los síntomas, sacaron al prisionero de la celda y lo llevaron a la sala de disección... lo ataron con correas, todavía gritando espantosamente. Uno de los médicos le metió una toalla en la boca y luego, con un rápido corte del bisturí, lo abrieron".

Además, según el Simposio Internacional sobre los Crímenes de la Guerra Bacteriológica de 2002, el número de victimas de la guerra biológica del Ejército Imperial y los experimentos humanos es de alrededor de 580.000. Los altos oficiales de la Unidad 731 no fueron procesados por crímenes de guerra después de la guerra, a cambio de entregar los resultados de su investigación a los Aliados. Según los informes, también se les otorgaron puestos de responsabilidad en la industria farmacéutica, las facultades de medicina y el ministerio de salud de Japón.

Un caso de experimentación humana ocurrió en el mismo Japón. Al menos 9 de los 11 tripulantes del 29º Grupo de Bombas del B-29 al mando del teniente Marvin Watkins (del 6º Escuadrón de Bombarderos) sobrevivieron cuando su avión fue derribado en Kyūshū, el 5 de mayo de 1945. El comandante del bombardero fue separado de su tripulación y enviado a Tokio para ser interrogado, mientras que los otros sobrevivientes fueron llevados al departamento de anatomía de la Universidad de Kyushu, en Fukuoka, donde fueron sometidos a vivisección o asesinados.

El 11 de marzo de 1948, 30 personas, incluidos varios médicos y una enfermera, fueron juzgadas por un tribunal militar estadounidense. Fukujiro Ishiyama, el médico más responsable de la experimentación, se suicidó antes de que comenzara el juicio. Se retiraron los cargos de canibalismo, pero 23 personas fueron declaradas culpables de vivisección o extracción ilícita de partes del cuerpo. Cinco fueron condenados a muerte, cuatro a cadena perpetua y el resto a penas más cortas. En 1950 el gobernador militar de Japón, el general Douglas MacArthur, conmutó todas las sentencias de muerte y redujo significativamente la mayoría de las penas de prisión. Todos los involucrados en relación con la vivisección universitaria, con la excepción de Isamu Yokoyama, el mayor responsable general de permitir que ocurriera la experimentación, salieron libres a más tardar en 1958. Yokoyama murió en prisión en 1952. En 1980, un autor descubrió que uno de los médicos que se suponía iba a ser ejecutado aún estaba vivo y practicaba la medicina.

En China, los japoneses libraron una guerra biológica despiadada contra civiles y soldados chinos. Los aviadores japoneses rociaron pulgas portadoras de gérmenes de peste sobre áreas metropolitanas, creando epidemias de peste bubónica. Los soldados japoneses utilizaron microbios causantes de enfermedades, que incluían cólera, disentería, fiebre tifoidea, ántrax y paratifoidea, para contaminar ríos, pozos, embalses y casas; alimentos mezclados con bacterias mortales para infectar a civiles chinos hambrientos; e incluso repartieron chocolate relleno con la bacteria del ántrax a los niños locales.

Durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, Japón había planeado usar la peste como arma biológica contra San Diego, California, durante la operación Cerezos en Flor de Noche, con la esperanza de que la peste aterrorizara a la población estadounidense y disuadiera América de atacar a Japón. El plan estaba programado para lanzarse en la noche del 22 de septiembre de 1945, pero Japón se rindió cinco semanas antes.

En 2006, el ex oficial médico de la IJN, Akira Makino, declaró que se le ordenó, como parte de su entrenamiento: llevar a cabo la vivisección de unos 30 prisioneros civiles en Filipinas entre diciembre de 1944 y febrero de 1945. La cirugía incluyó amputaciones. La mayoría de las víctimas de Makino eran musulmanes. Ken Yuasa, ex médico militar en China, también admitió incidentes similares en los que realizaba agresivamente vivisecciones en vivo en víctimas chinas vivas, culpando al adoctrinamiento nacionalista de su educación por su conducta y falta de remordimiento.

Miembros de la familia imperial, incluidos el príncipe Higashikuni Naruhiko, el príncipe Chichibu, el príncipe Mikasa y el príncipe Takeda Tsuneyoshi, participaron en los programas de varias maneras, que incluyeron autorizar, financiar, suministrar y la inspección de instalaciones biomédicas

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Jue Jul 06, 2023 2:31 pm

Uso de armas químicas

Según Walter E. Grunden, profesor de historia en la Universidad Estatal de Bowling Green, los japoneses incorporaron la guerra de gas en muchos aspectos de su ejército, que incluye tropas especiales para lanzar gas, infantería, artillería, ingenieros y fuerza aérea, porque llegaron a la conclusión de que los chinos no podían para tomar represalias en especie. Agregó además que "entre 1937 y 1945 Japón usó armas químicas en más de 2000 ocasiones, principalmente en el Teatro de Operaciones de China".

Según los historiadores Yoshiaki Yoshimi y Kentaro Awaya, durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa, las armas como el gas lacrimógeno, se usaron solo esporádicamente en 1937, pero a principios de 1938 el Ejército Imperial comenzó a usar a gran escala fosgeno, cloro, Lewisita y gas de náuseas, y desde mediados de 1939 el gas mostaza se usó contra las tropas comunistas y del Kuomintang.

Según Yoshimi y Seiya Matsuno, el emperador Hirohito firmó órdenes que especifican el uso de armas químicas en China. Por ejemplo, durante la batalla de Wuhan (agosto a octubre de 1938) el emperador autorizó el uso de gases tóxicos en 375 ocasiones distintas, a pesar de la Declaración de La Haya IV de 1899, 2 – Declaración sobre el uso de proyectiles cuyo objeto es la difusión de gases asfixiantes o nocivos y el artículo 23 (a) del IV Convenio de La Haya de 1907 – Las leyes y usos de la guerra terrestre. Una resolución adoptada por la Sociedad de Naciones el 14 de mayo condenó el uso de gas venenoso por parte de Japón.

Según el príncipe Mikasa, miembro de la familia imperial de Japón, vio una película del ejército que mostraba a tropas japonesas gaseando a prisioneros chinos que estaban atados a estacas.

Otro ejemplo es la batalla de Yichang en octubre de 1941, durante la cual el 19º Regimiento de Artillería ayudó a la 13ª Brigada del 11º Ejército lanzando 1000 proyectiles de gas amarillo y 1500 de gas rojo contra el Ejército Nacional Revolucionario de China. El área estaba llena de civiles que no se pudieron evacuar. Unos 3.000 soldados chinos estaban en la zona y 1.600 resultaron afectados. El informe japonés afirmaba que "el efecto del gas parece considerable".

En 2004 Yoshimi y Yuki Tanaka descubrieron en los Archivos Nacionales de Australia documentos que mostraban que se probó gas cianuro en prisioneros australianos y holandeses en noviembre de 1944 en las Islas Kai (Indonesia).

En 2004 Yoshimi Yoshiaki publicó el estudio más completo sobre el uso militar de gas venenoso por parte de Japón en China y también en el sudeste asiático. Yoshimi descubrió un informe de batalla de una brigada de infantería japonesa que detallaba el uso de gas mostaza en una importante operación contra el 8o Ejército comunista en la provincia de Shanxi en el invierno de 1942. La unidad que llevó a cabo la operación notó su gravedad y comentó sobre el sentimiento antijaponés entre la población civil afectada.

Los japoneses utilizaron gas mostaza y el agente ampollar lewisita contra las tropas y guerrillas chinas en China, entre otros, durante el ataque con armas químicas de Changde.

Se realizaron experimentos con armas químicas en prisioneros vivos (Unidad 516). A partir de 2005, sesenta años después del final de la guerra, los botes que fueron abandonados por Japón en su precipitada retirada todavía se están desenterrando en las obras de construcción, causando heridos e incluso muertos.

Varios ataques químicos contra varias personas usando gas VX y sarín y el ataque con gas sarín en el metro de Tokio el 20 de marzo de 1995 fueron perpetrados por miembros del movimiento de culto Aum Shinrikyo en actos de terrorismo doméstico. Más tarde, en redadas en sus instalaciones, se encontró una gran cantidad de otros agentes químicos y precursores químicos.

En 1995, JGSDF admitió la posesión de muestras de sarín con fines de defensa.

Japón había firmado la Convención sobre Armas Químicas en diciembre de 1993. Japón ratificó la Convención sobre Armas Químicas en 1995 y, por lo tanto, era un estado parte cuando entró en vigor en 1997.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Dom Jul 09, 2023 3:32 pm

Tortura de prisioneros de guerra

Las fuerzas imperiales japonesas recurrieron ampliamente a la tortura de los prisioneros, generalmente en un esfuerzo por recopilar información militar rápidamente. Los prisioneros torturados a menudo eran ejecutados más tarde. Un ex oficial del ejército japonés que sirvió en China, Uno Shintaro, declaró:

El principal medio de obtener información era interrogando a los prisioneros. La tortura era una necesidad ineludible. Asesinarlos y enterrarlos es algo natural. Lo haces para que no te descubran. Yo creía y actuaba así porque estaba convencido de lo correcto de lo que estaba haciendo. Cumplimos con nuestro deber según las órdenes. Lo hicimos por el bien de nuestro país. De nuestra obligación filial a nuestros antepasados. En el campo de batalla nunca consideramos chinos como humanos. Cuando estás ganando, los perdedores se ven realmente miserables. Llegamos a la conclusión de que la raza Yamato [japonesa] era superior.

La eficacia de la tortura también podría haber sido contraproducente para el esfuerzo bélico de Japón. Después del bombardeo de Hiroshima, la policía secreta japonesa torturó a un piloto de caza P-51 capturado llamado Marcus McDilda para descubrir cuántas bombas atómicas tenían los aliados y cuáles eran los objetivos futuros. McDilda, quien originalmente les había dicho a sus captores que no sabía nada sobre la bomba atómica (y que de hecho no sabía nada sobre la fisión nuclear), "confesó" bajo torturas que EEUU tenía 100 bombas atómicas y que Tokio y Kioto eran los próximos objetivos.

Según muchos historiadores, una de las técnicas favoritas de los torturadores japoneses era el "ahogamiento simulado", en el que se vertía agua sobre la cabeza de la víctima inmovilizada, hasta que se asfixiaba y perdía el conocimiento. Luego fueron resucitados brutalmente (generalmente con el torturador saltando sobre su abdomen para expulsar el agua) y luego sometidos a una nueva sesión de tortura. Todo el proceso podría repetirse durante unos veinte minutos.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Jue Jul 13, 2023 11:46 am

Ejecución y asesinato de aviadores aliados capturados

Muchos aviadores aliados capturados por los japoneses fueron ejecutados de acuerdo con la política oficial japonesa. Durante la batalla de Midway en junio de 1942, tres aviadores estadounidenses que fueron derribados y aterrizaron en el mar fueron vistos y capturados por buques de guerra de la Armada Imperial. Después de ser torturados, el maquinista de primera clase Bruno Gaido y su piloto, el alférez Frank O'Flaherty, fueron atados a latas de queroseno de cinco galones llenas de agua y arrojados por la borda del destructor japonés Makigumo; un tercer aviador, el alférez Wesley Osmus, fue herido de muerte con un hacha antes de ser empujado al mar desde la popa del Arashi.

El 13 de agosto de 1942 Japón aprobó la Ley de Aviadores Enemigos, que establecía que los pilotos aliados que bombardearan objetivos no militares en el Pacífico y fueran capturados estarían sujetos a juicio y castigo, a pesar de la ausencia de cualquier ley internacional que contenga disposiciones sobre guerra aérea. Esta legislación se aprobó en respuesta a la incursión de Doolittle el 18 de abril de 1942. De acuerdo con la Convención de La Haya de 1907 (la única convención que Japón había ratificado con respecto al tratamiento de los prisioneros de guerra), cualquier militar capturado en tierra o en el mar por tropas enemigas debía ser tratado como prisionero de guerra y no castigado. Ocho aviadores norteamericanos que tomaron parte en el ataque de Doolittle que fueron capturados en China (cuatro meses antes de la aprobación de la Ley) fueron las primeras tripulaciones aéreas aliadas en ser llevadas ante un tribunal en Shanghái en virtud de la ley, acusadas de supuesto (pero no probado) ametrallamiento de civiles japoneses durante el ataque. A los ocho tripulantes se les prohibió presentar cualquier defensa y, a pesar de la falta de pruebas legítimas, fueron declarados culpables de participar en operaciones militares aéreas contra Japón. Cinco de las ocho sentencias fueron conmutadas por cadena perpetua; los otros tres aviadores fueron llevados a un cementerio en las afueras de Shanghai, donde fueron fusilados el 14 de octubre de 1942.

La Ley de aviadores enemigos contribuyó a la muerte de numerosos aviadores aliados durante la Guerra del Pacífico. Se estima que 132 aviadores aliados derribados durante la campaña de bombardeos contra Japón en 1944-1945 fueron ejecutados sumariamente después de breves juicios canguro o cortes marciales de cabeza de tambor. El personal militar imperial japonés mató deliberadamente a 33 aviadores estadounidenses en Fukuoka, incluidos quince que fueron decapitados poco después de que se anunciara la rendición de Japón el 15 de agosto de 1945. El ejército japonés llegó para detener a los aviadores. Otros 94 aviadores murieron por otras causas mientras estaban bajo custodia japonesa, incluidos 52 que murieron cuando fueron abandonados deliberadamente en una prisión durante el bombardeo de Tokio el 24 y 25 de mayo de 1945.

Ejecución y asesinato de marineros aliados capturados

El contralmirante Takero Kouta, comandante de la Primera Fuerza de Submarinos Japonesa en Truk, el 20 de marzo de 1943 envió a los submarinos bajo su mando una orden de matar a un tripulante de la Marina Mercante después de que se hundiera el barco.

El mercante estadounidense SS Jean Nicolet fue torpedeado por el submarino I-8 el 2 de julio de 1944, frente a Ceilá. Toda la tripulación y los pasajeros embarcaron en los botes salvavidas. El I-8 obligó a los 100 a subir a la cubierta del submarino y luego mató a la mayoría de ellos. La tripulación nipona disparó contra la tripulación y los botes salvavidas. La tripulación del submarino se llevó los objetos de valor de los ejecutados. Los que no recibieron disparos, unos 30 miembros de la tripulación, fueron golpeados y apuñalados en la cubierta. Al ver un avión, la tripulación del submarino arrojó por la borda al resto de la tripulación y se sumergió. Un hidroavión Catalina vio a la tripulación en el agua y envió al arrastrero armado HMS Hoxa a rescatar a los supervientes. Después de más de 30 horas en el agua, la tripulación fue rescatada el 4 de julio de 1944.

El mercante SS Behar se hundió el 6 de marzo de 1944, en el océano Índico, setenta y dos marineros fueron capturados y llevados a bordo del crucero pesado Tone y se llevaron los objetos de valor de la tripulación. La tripulación fue atada en posiciones dolorosas, golpeada y encerrada en un almacén extremadamente caluroso. Por orden del vicealmirante Sakonju, la tripulación, hombres y mujeres, fueron asesinados. Sakonju fue ejecutado por sus crímenes de guerra en 1947.

Submarino japonés I-26 después de hundir el mercante SS Richard Hovey en el Mar Arábigo, disparó a la tripulación en sus tres botes salvavidas y dos balsas salvavidas. El I-26 embistió un bote salvavidas y lo volcó. El I-26 se llevó al capitán y tres prisioneros de guerra de la tripulación. Los cuatro sobrevivieron y fueron repatriados después del final de la guerra.

El 27 de noviembre de 1943 la dotación del I-37 disparó y mató a ocho tripulantes en los botes salvavidas MV Scotia. El 22 de febrero de 1944, dispararon contra los botes salvavidas de SS British Chivalry, 13 murieron. El 29 de febrero abrieron fuego contra los botes salvavidas del SS Ascot, dejando solo siete supervivientes.
El 18 de marzo de 1944 el I-165 disparó contra los botes salvavidas de SS Nancy Moller, matando a 23.
El 28 de octubre de 1944 el I-12 disparó contra los botes salvavidas del SS John A. Johnson, matando a once.

Un sobreviviente, James Blears, un operador de radio de 21 años, de la tripulación del SS Tjisalak, vivió para contar la tortura y ejecución de la tripulación del bote salvavidas por el submarino I-8.

El I-158 el 3 de enero de 1942 hundió el carguero holandés SS Langkoeas y posteriormente atacó sus botes salvavidas con ametralladoras. Tras interrogar a la tripulación bajo amenaza de tortura, su comandante los arrojó al mar sin sus botes salvavidas.

Masacre del petrolero Augustina, en el mar de Java Occidental, 1942, botes salvavidas ametrallados, solo 2 supervivientes.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Lun Jul 17, 2023 2:57 pm

Hambrunas

Muchas personas también consideran crímenes de guerra las muertes causadas por el desvío de recursos hacia las tropas japonesas en los países ocupados. Millones de civiles en el sudeste asiático, especialmente en Vietnam y las Indias Orientales holandesas, que eran los principales productores de arroz, murieron durante la hambruna en 1944-1945.

En la hambruna vietnamita de 1945, uno o dos millones de vietnamitas murieron de hambre en el delta del río Rojo en el norte de Vietnam debido a los japoneses, ya que los japoneses se apoderaron del arroz vietnamita sin pagarlo. En Phat Diem, el granjero vietnamita Di Ho fue uno de los pocos sobrevivientes que vio a los japoneses robar grano. El gobierno de Vietnam del Norte acusó tanto a Francia como a Japón de la hambruna y dijo que murieron entre 1 y 2 millones de vietnamitas. Võ An Ninh tomó fotografías de vietnamitas muertos y moribundos durante la gran hambruna. Los vietnamitas morían en todo el norte de Vietnam en 1945 debido a la incautación japonesa de sus cultivos. Cuando los chinos vinieron a desarmar a las fuerzas japonesas, los cadáveres vietnamitas estaban en las calles de Hanoi y los estudiantes tenían que limpiarlos.

Trabajos forzosos.

El uso del trabajo forzoso de civiles y prisioneros de guerra asiáticos también causó muchas muertes. Según un estudio conjunto realizado por historiadores como Zhifen Ju, Mitsuyoshi Himeta, Toru Kubo y Mark Peattie, la Kōa-in (Junta Japonesa de Desarrollo de Asia) movilizó a más de 10 millones de civiles chinos para realizar trabajos forzosos. Más de 100.000 civiles y prisioneros de guerra murieron en la construcción del Ferrocarril Birmania-Siam.

La Biblioteca del Congreso de EEUU estima que en Java, el ejército japonés obligó a trabajar a entre cuatro y diez millones de romusha (japonés: "trabajadores manuales"). Alrededor de 270 000 de estos trabajadores javaneses fueron enviados a otras áreas controladas por los japoneses en el sudeste asiático, pero solo 52 000 fueron repatriados a Java, lo que probablemente indica una tasa de mortalidad del 80%.

Según el historiador Akira Fujiwara, Hirohito ratificó personalmente la decisión de eliminar las restricciones del derecho internacional (Convenios de La Haya) sobre el trato de los prisioneros de guerra chinos en la directiva del 5 de agosto de 1937. Esta notificación también aconsejaba a los oficiales de estado mayor que dejaran de usar el término "prisioneros de guerra". La Convención de Ginebra eximió a los prisioneros de guerra con rango de sargento o superior del trabajo manual y estipuló que los prisioneros que realizaban trabajos debían recibir raciones adicionales y otros elementos esenciales. Japón no era signatario de la Convención de Ginebra de 1929 sobre los prisioneros de guerra en ese momento, y las fuerzas japonesas no siguieron la convención, aunque ratificaron la convención de 1929 sobre los enfermos y heridos.

Poco después de la guerra, el Ministerio de Exteriores de Japón escribió un informe completo sobre los trabajadores chinos. El informe estimó que de unos 40.000 trabajadores chinos llevados a Japón, casi 7.000 habían muerto al final de la guerra. Los japoneses quemaron todas las copias excepto una por temor a que pudiera convertirse en evidencia incriminatoria en los juicios por crímenes de guerra. En 1958, un hombre chino fue descubierto escondido en las montañas de Hokkaido. No sabía que la guerra había terminado y fue uno de los miles de trabajadores que fueron llevados a Japón. Este evento específico llamó la atención sobre el uso de trabajo forzoso asiático por parte de Japón durante la guerra.

Los hombres y mujeres coreanos fueron el grupo más grande forzado a trabajar en Japón durante la guerra, y muchos no pudieron regresar a Corea después.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Vie Jul 21, 2023 12:26 pm

Violaciones.

Las expresiones ianfu (慰安婦, "mujeres de consuelo") o jūgun ianfu (従軍慰安婦, "mujeres de consuelo militar") son eufemismos para mujeres utilizadas en burdeles militares en los países ocupados, muchas de las cuales fueron reclutadas a la fuerza o mediante engaño, y que son consideradas víctimas de violaciones y/o esclavitud sexual.

En 1992 el historiador Yoshiaki Yoshimi publicó material basado en su investigación en los archivos del Instituto Nacional de Estudios de Defensa de Japón. Yoshimi afirmó que había un vínculo directo entre las instituciones imperiales como el Kōain y las "estaciones de confort". Cuando los hallazgos de Yoshimi se publicaron en los medios de comunicación japoneses el 12 de enero de 1993, causaron sensación y obligaron al gobierno, representado por el secretario en jefe del gabinete Kato Koichi, a reconocer algunos de los hechos ese mismo día. El 17 de enero, el primer ministro Kiichi Miyazawa presentó disculpas formales por el sufrimiento de las víctimas, durante un viaje a Corea del Sur. El 6 de julio y el 4 de agosto, el gobierno japonés emitió dos comunicados en los que reconocía que "las estaciones de solaz se operaron en respuesta a la solicitud de los militares de la época", "el ejército japonés estuvo, directa o indirectamente, involucrado en el establecimiento y la gestión de las estaciones de solaz y el traslado de las mujeres de solaz", y que las mujeres fueron "reclutadas en muchos casos contra su propia voluntad a través de la persuasión y la coerción".

La controversia se reavivó el 1 de marzo de 2007, cuando el primer ministro japonés, Shinzō Abe, sugirio que un comité de la Cámara de Representantes de EEUU pediría al gobierno japonés que "pidiera disculpas y reconociera" el papel del ejército imperial japonés en la esclavitud sexual en tiempos de guerra. Abe negó que el ejército imperial japonés se involucrara en la esclavitud sexual. Los comentarios de Abe provocaron reacciones negativas en el extranjero.

El mismo día, el soldado veterano Yasuji Kaneko admitió a The Washington Post que las mujeres "gritaban, pero no nos importaba si vivían o morían. Éramos los soldados del emperador. Ya sea en burdeles militares o en las aldeas, violamos sin desgana".

Bahay na Pula en Filipinas fue un ejemplo de una guarnición operada por militares donde las mujeres locales fueron violadas.

El 17 de abril de 2007, Yoshimi y otro historiador, Hirofumi Hayashi, anunciaron el descubrimiento, en los archivos de los Juicios de Tokio, de siete documentos oficiales que sugerían que las fuerzas militares imperiales, como la Tokkeitai (policía secreta naval), obligaban directamente a las mujeres a trabajar en burdeles de primera línea en China, Indochina e Indonesia. Estos documentos se hicieron públicos inicialmente en el juicio por crímenes de guerra. En uno de ellos, se cita a un teniente que confiesa haber organizado un burdel y haberlo usado él mismo. Otra fuente se refiere a miembros de Tokkeitai que arrestaron a mujeres en las calles y, después de someterse a exámenes médicos obligatorios, las encerraron en burdeles.

El 12 de mayo de 2007, el periodista Taichiro Kaijimura anunció el descubrimiento de 30 documentos del gobierno de los Países Bajos presentados ante el tribunal de Tokio como evidencia de un incidente de prostitución masiva forzada en 1944 en Magelang.

En otros casos, algunas víctimas de Timor Oriental testificaron que fueron arrastradas fuera de sus hogares y forzadas a prostituirse en burdeles militares incluso cuando no tenían la edad suficiente para haber comenzado a menstruar y fueron violadas repetidamente por soldados japoneses "noche tras noche".

Una mujer de consuelo holandesa-indonesia, Jan Ruff O'Herne (ahora residente en Australia), que prestó testimonio ante el comité estadounidense, dijo que el gobierno japonés no había asumido la responsabilidad de sus crímenes, que no quería pagar compensación a las víctimas y que quería reescribir la historia. Ruff O'Herne dijo que había sido violada "día y noche" durante tres meses por soldados japoneses cuando tenía 21 años.

El 26 de junio de 2007, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó una resolución solicitando que Japón "debe reconocer, disculparse y aceptar la responsabilidad histórica de manera clara e inequívoca por la coerción de las mujeres a la esclavitud sexual por parte de sus militares durante la guerra". El 30 de julio la Cámara de Representantes aprobó la resolución. El primer ministro japonés, Shinzō Abe, dijo que esta decisión era "lamentable".

Hay desacuerdo sobre los países de origen de las mujeres de confort. Mientras que algunas fuentes japonesas afirman que la mayoría de las mujeres eran de Japón, otras, incluida Yoshimi, argumentan que había hasta 200 000 mujeres, en su mayoría de Corea, y algunos otros países como China, Filipinas, Birmania, las Indias Orientales Holandesas, Países Bajos, y Australia fueron obligados a participar en actividades sexuales.

El uso japonés de mujeres malayas, indonesias, javanesas, tailandesas, birmanas, filipinas y vietnamitas como mujeres de solaz fue corroborado por testimonios. Como resultado de la violación, muchas mujeres se infectaron con enfermedades de transmisión sexual.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Mar Jul 25, 2023 1:22 pm

Saqueo
Varios académicos han afirmado que el gobierno japonés, junto con el personal militar japonés, participó en saqueos generalizados durante el período de 1895 a 1945. La propiedad robada incluía terrenos privados, así como muchos tipos diferentes de bienes valiosos saqueados de bancos, depósitos, bóvedas, templos, iglesias, mezquitas, galerías de arte, oficinas comerciales, bibliotecas (incluidos los monasterios budistas), museos y otros locales comerciales, así como casas particulares.

En China, un testigo presencial, el periodista F. Tillman del The New York Times, envió un artículo a su periódico en el que describía la entrada del Ejército Imperial en Nanjing en diciembre de 1937: "El saqueo realizado por los japoneses llegó a casi toda la ciudad. Los soldados japoneses entraron en casi todos los edificios, a menudo a la vista de sus oficiales, y los hombres tomaron lo que querían. Los soldados japoneses a menudo obligaban a los chinos a llevar el botín".

En Corea se estima que alrededor de 100.000 objetos y bienes culturales de valor incalculable fueron saqueados por las autoridades coloniales japonesas y los coleccionistas privados durante los casi cincuenta años de ocupación militar. La Administración afirma que hay 41.109 objetos culturales que se encuentran en Japón pero que las autoridades japonesas no han informado. A diferencia de las obras de arte saqueadas por los nazis en Europa, la devolución de la propiedad a sus dueños legítimos, o incluso la discusión de las reparaciones financieras en el período de la posguerra, encontraron una fuerte resistencia por parte del gobierno estadounidense, en particular del general Douglas MacArthur.

En Vietnam, los japoneses comenzaron a saquear abiertamente a los vietnamitas. Además de tomar propiedades de propiedad francesa, los soldados japoneses robaron relojes, lápices, bicicletas, dinero y ropa.

Según varios historiadores, el desacuerdo de MacArthur no se basó en cuestiones de derechos, ética o moral, sino en la conveniencia política. Habló sobre el tema en un mensaje de radio al Ejército de EEUU en mayo de 1948, cuya transcripción fue encontrada por la revista Time en los Archivos Nacionales de EEUU . En él, MacArthur afirma: "Estoy completamente en desacuerdo con la opinión minoritaria de reemplazar los bienes culturales perdidos o destruidos como resultado de la acción militar y la ocupación". Con la llegada de la Guerra Fría, el general temía "amargar al pueblo japonés hacia nosotros y volver a Japón vulnerable a las presiones ideológicas y un terreno fértil para la acción subversiva".

Kyoichi Arimitsu, uno de los últimos sobrevivientes vivos de las misiones arqueológicas japonesas que operaron en la península de Corea, que comenzaron a principios del siglo XX, está de acuerdo en que el saqueo en la década de 1930 estuvo fuera de control, pero que los investigadores y académicos, como él, no tuvieron nada que ver con eso. Sin embargo, reconoce que las piezas excavadas que se consideraron históricamente significativas se enviaron al gobernador general japonés, quien luego decidió qué se enviaría al emperador Hirohito.

En 1965, cuando Japón y Corea del Sur negociaron un tratado para restablecer relaciones diplomáticas, se planteó el tema de la devolución de los objetos culturales. Sin embargo, el entonces dictador de Corea del Sur, Park Chung-hee, prefirió recibir una compensación en efectivo que le permitiera construir carreteras y acerías; las obras de arte y los bienes culturales no eran una prioridad. Como resultado, en ese momento los coreanos tuvieron que conformarse con la devolución de solo 1.326 objetos, incluidos 852 libros raros y 438 piezas de cerámica. Los japoneses afirman que esto puso fin a cualquier reclamación coreana con respecto a la reparación de bienes culturales (o de cualquier otra naturaleza). El periodista estadounidense Brad Glosserman ha declarado que un número cada vez mayor de surcoreanos está planteando la cuestión de la repatriación de artefactos culturales robados de Japón debido al aumento de la riqueza entre la población en general, así como al aumento de la confianza nacional.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Sab Jul 29, 2023 12:27 pm

Juego sucio.

A lo largo de la Guerra del Pacífico, los soldados japoneses a menudo fingían heridas o se rendían para atraer a las fuerzas estadounidenses que se acercaban antes de atacarlas. Un ejemplo de esto fue la "Patrulla Goettge" durante los primeros días de la campaña de Guadalcanal, en agosto de 1942. Después de que la patrulla vio una bandera blanca desplegada en la orilla oeste del río Matanikau, el teniente coronel de los marines Frank Goettge reunió a 25 hombres, principalmente del personal de inteligencia, para buscar en la zona. Sin que la patrulla lo supiera, la bandera blanca era en realidad una bandera japonesa con la insignia del disco de Hinomaru oscurecida. Anteriormente, un prisionero japonés engañó a los marines en una emboscada diciéndoles que había varios soldados japoneses al oeste del río Matanikau que querían rendirse. La patrulla Goettge aterrizó en bote al oeste del perímetro de Lunga Point, entre Point Cruz y el río Matanikau, en una misión de reconocimiento para contactar a un grupo de tropas japonesas que las fuerzas estadounidenses creían que podrían estar dispuestas a rendirse. Poco después de que desembarcara la patrulla, un grupo de tropas navales japonesas tendió una emboscada y aniquiló casi por completo a la patrulla. Goettge estaba entre los muertos. Solo tres estadounidenses regresaron con vida a sus línea en Lunga Point.

La noticia de la matanza y la traición de los japoneses indignó a los marines. El teniente D. A. Clark del 7º de Infantería de Marina contó una historia similar mientras patrullaba Guadalcanal:

Yo estaba en mi primera patrulla aquí, y estábamos subiendo por el lecho de un arroyo seco. Vimos a 3 japoneses salir de la jungla por el lecho del río. El que iba delante llevaba una bandera blanca. Pensamos que se estaban rindiendo. Cuando se acercaron a nosotros soltaron la bandera blanca y luego los 3 lanzaron granadas de mano. Matamos a 2 de estos japoneses, pero 1 escapó. Aparentemente no les importa sacrificarse para obtener información.

Samuel Eliot Morison, en su libro The Two-Ocean War: A Short History of the United States Navy in the Second World War, escribió:

Hubo innumerables incidentes, como el de un soldado japonés herido en Guadalcanal que tomó un bisturí y lo enterró en la espalda de un cirujano que estaba a punto de salvarle la vida mediante una operación; y un sobreviviente de la Batalla de Vella Lavella, rescatado por [torpedero] PT-163, sacando un arma y matando a un bluejacket [marinero alistado] en el acto de darle una taza de café a un marinero japonés.

Estos incidentes, junto con muchas otras acciones pérfidas de los japoneses durante la Guerra del Pacífico, llevaron a una tendencia estadounidense a disparar a los soldados japoneses muertos o heridos y a los que intentaban rendirse y no hacer prisioneros de guerra.

Ataques a barcos hospitales

Los barcos hospitales están pintados de blanco con grandes cruces rojas para mostrar que no son barcos de combate sino que transportan heridos y personal médico. Japón había firmado la Convención de La Haya X de 1907 que establecía que atacar un barco hospital es un crimen de guerra

El 23 de abril de 1945, el USS Comfort fue atacado por un avión suicida japonés. El avión se estrelló contra tres cubiertas y explotó en el quirófano, que estaba lleno de personal médico y pacientes. Las bajas fueron 28 muertos (incluidas seis enfermeras) y 48 heridos, con daños considerables en el barco.
El USS Hope (AH-7) fue atacado y dañado durante la batalla del golfo de Leyte y la batalla de Okinawa.
El USS Relief fue atacado y dañado en Guam el 2 de abril de 1945.
El 19 de febrero de 1942, el HMHS Manunda australiano fue bombardeado durante los ataques aéreos japoneses en Darwin; doce tripulantes y personal del hospital murieron y otros diecinueve resultaron gravemente heridos
El 14 de mayo de 1943, el submarino japonés I-177 hundió el AHS Centaur australiano frente a la isla de Stradbroke, Queensland, y se perdieron 268 vidas.
El buque hospital SS Op Ten Noort de los Países Bajos fue bombardeado el 21 de febrero de 1942 en el mar de Java. Un cirujano y tres enfermeras murieron y once resultaron gravemente heridos. Después de las reparaciones, el 28 de febrero de 1942, fue requisado por el destructor japonés Amatsukaze cerca de la isla Bawean. Los japoneses lp usaron para transportar a sus prisioneros de guerra. El 20 de diciembre de 1942, se convirtió en el Tenno Maru, un barco hospital japonés, y la tripulación holandesa se convirtió en prisioneros de guerra. Cuando la guerra llegó a su fin, el barco primero fue modificado y luego hundido para encubrir el crimen.

Imagen
El Op Ten Noort como barco de pasajeros
https://en.wikipedia.org/wiki/SS_Op_Ten_Noort

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Mié Ago 02, 2023 12:44 pm

Crímenes de guerra en Vietnam
El Viet Minh había comenzado a luchar contra los franceses de Vichy en 1944, luego comenzó a atacar a los japoneses a principios de 1945 después de que Japón reemplazó al gobierno francés el 9 de marzo de 1945. dejar de luchar y apoyar a Japón, los japoneses implementaron la política de las Tres Todas (San Kuang) contra los vietnamitas, saqueando, quemando, matando y violando a mujeres vietnamitas.

Los oficiales japoneses ordenaron a sus soldados que decapitaran y quemaran a los vietnamitas. Algunos afirmaron que los soldados taiwaneses y manchurianos del ejército japonés estaban participando en atrocidades contra los vietnamitas.

En ocasiones, los japoneses atacaron a los vietnamitas disfrazados de soldados del Viet Minh. También intentaron poner a los vietnamitas en contra de los franceses difundiendo rumores falsos de que los franceses estaban masacrando a los vietnamitas en ese momento para distraer a los vietnamitas de las atrocidades japonesas. Del mismo modo, intentaron poner a los laosianos contra los vietnamitas incitando a los laosianos a matar vietnamitas, ya que Laos asesinó a siete funcionarios vietnamitas en Luang Prabang y los jóvenes laosianos fueron reclutados por los japoneses para una organización anti-Vietnam cuando tomaron Luang Prabang.

Los japoneses también comenzaron a saquear abiertamente a los vietnamitas. Además de tomar propiedades de propiedad francesa, los soldados japoneses robaron relojes, lápices, bicicletas, dinero y ropa.

Vietnam estaba sumido en una hambruna en 1945 causada en parte por la requisición japonesa de alimentos sin pago; los japoneses decapitaron a los vietnamitas que robaron pan y maíz mientras se morían de hambre. que Japón mató de hambre a dos millones de vietnamitas.

El 25 de marzo de 2000, el periodista vietnamita Trần Khuê escribió un artículo "Dân chủ: Vấn đề của dân tộc và thời đại" en el que criticaba duramente a etnógrafos e historiadores del Instituto de Ciencias Sociales de la ciudad de Ho Chi Minh, como el Dr. Đinh Văn Lien y al profesor Mạc Đường por tratar de encubrir las atrocidades de Japón contra los vietnamitas, entre otras cosas, cambiando el número de muertos de dos millones de vietnamitas a manos de la hambruna japonesa a un millón, llamando a la invasión japonesa como "presencia" y llamando a los fascistas japoneses como simplemente japoneses en la conferencia internacional Vietnam-Japón.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Mar Ago 08, 2023 4:08 pm

Poco después de la guerra, los aliados acusaron a 25 personas como criminales de guerra de Clase A y 5.700 como criminales de guerra de Clase B o Clase C por los tribunales penales aliados. De estos, 984 fueron condenados a muerte, 920 fueron ejecutados, 475 recibieron cadena perpetua, 2.944 penas de prisión, 1.018 fueron absueltos y 279 no fueron condenados o no fueron llevados a juicio. Estos criminales de guerra acusados incluían 178 personas de etnia taiwanesa y 148 de etnia coreana. Todos los criminales de Clase A fueron juzgados por el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente, también conocido como "los Juicios de Tokio". Se celebraron otros tribunales en numerosos lugares de Asia y el Pacífico.

El Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente se formó para juzgar a los acusados en el mismo Japón.

Los oficiales de alto rango que fueron juzgados incluyeron a Kōichi Kido y Sadao Araki. Tres ex primeros ministros (no elegidos): Kōki Hirota, Hideki Tojo y Kuniaki Koiso fueron condenados por crímenes de guerra de clase A. Muchos jefes militares también fueron condenados. Dos personas condenadas como criminales de guerra de Clase A sirvieron más tarde como ministros en los gobiernos japoneses de posguerra.

Mamoru Shigemitsu fue Ministro de Exteriores tanto durante la guerra como en el gobierno de Hatoyama de la posguerra.
Okinori Kaya fue Ministro de Finanzas durante la guerra y luego Ministro de Justicia en el gobierno de Hayato Ikeda.
Estos dos no tenían conexión directa con los presuntos crímenes de guerra cometidos por las fuerzas japonesas, y los gobiernos extranjeros nunca plantearon el tema cuando fueron designados.

Hirohito y todos los miembros de la Casa Imperial de Japón implicados en la guerra, como los príncipes Chichibu, Asaka, Takeda y Higashikuni, fueron exonerados de los procesos penales por Douglas MacArthur, con la ayuda de Bonner Fellers, quien permitió que los principales sospechosos criminales se coordinaran. sus historias para que el Emperador se librara de la acusación.

Algunos historiadores critican esta decisión. Según John Dower, "con el pleno apoyo del cuartel general de MacArthur, la acusación funcionó, en efecto, como un equipo de defensa del emperador" e incluso de los activistas japoneses que respaldan los ideales de las cartas de Nuremberg y Tokio, y que han trabajó para documentar y publicitar las atrocidades del régimen Showa "no puede defender la decisión estadounidense de exonerar al emperador de la responsabilidad de la guerra y luego, en el frío de la Guerra Fría, liberar y poco después abrazar abiertamente a los criminales de guerra derechistas acusados como el último primer ministro Nobusuke Kishi". Para Herbert Bix, "las medidas verdaderamente extraordinarias de MacArthur para salvar a Hirohito del juicio como criminal de guerra tuvieron un impacto duradero y profundamente distorsionador en la comprensión japonesa de la guerra perdida".

El razonamiento de MacArthur era que si el emperador era ejecutado o sentenciado a cadena perpetua, habría una reacción violenta y una revolución por parte de los japoneses de todas las clases sociales, lo que interferiría con su objetivo principal de cambiar Japón de una sociedad militarista y semifeudal a una democracia moderna pro-occidental. En un mensaje enviado al general Dwight D. Eisenhower en febrero de 1946, MacArthur dijo que ejecutar o encarcelar al emperador requeriría el uso de un millón de soldados de ocupación para mantener la paz.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Sab Ago 12, 2023 10:19 am

Varios funcionarios del gobierno japonés y ex emperadores japoneses han reconocido las atrocidades de guerra japonesas cometidas en China. El gobierno japonés considera que las posiciones legales y morales con respecto a los crímenes de guerra están separadas. Por lo tanto, mientras sostienen que Japón no violó ninguna ley o tratado internacional, los gobiernos japoneses han reconocido oficialmente el sufrimiento causado por el ejército japonés, y el gobierno japonés ha dado numerosas disculpas. Por ejemplo, el primer ministro Tomiichi Murayama, en agosto de 1995, declaró que Japón "a través de su gobierno colonial y agresión, causó tremendo daño y sufrimiento a la gente de muchos países, particularmente a los de las naciones asiáticas", y expresó sus "sentimientos de profundo remordimiento" y expresó su "más sincera disculpa". Además, el 29 de septiembre de 1972, el primer ministro Kakuei Tanaka declaró: "[l]a parte japonesa es muy consciente de la responsabilidad por los graves daños que Japón causó en el pasado al pueblo chino a través de la guerra, y se lo reprocha profundamente".

Muchos de los sobrevivientes de tales crímenes o las familias de las víctimas muertas consideran que las disculpas oficiales son inadecuadas o solo simbólicas. En octubre de 2006, mientras el primer ministro Shinzo Abe se disculpaba por el daño causado por su gobierno colonial y la agresión, más de 80 legisladores japoneses del gobernante Partido Liberal Democrático visitaron el Santuario Yasukuni. Muchas personas agraviadas por los crímenes de guerra japoneses también sostienen que no se han emitido disculpas por actos particulares o que el gobierno japonés simplemente ha expresado "pesar" o "remordimiento". El 2 de marzo de 2007, el primer ministro japonés, Shinzō Abe, volvió a plantear la cuestión, negando que los militares hubieran obligado a las mujeres a la esclavitud sexual durante la guerra. Dijo: "El hecho es que no hay pruebas que demuestren que hubo coerción". Antes de que hablara, un grupo de legisladores del PLD también trató de revisar la Declaración de Kono. Esto provocó una reacción negativa de los países asiáticos y occidentales.

El 31 de octubre de 2008, el jefe de personal de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón, Toshio Tamogami, fue despedido con una asignación de 60 millones de yenes debido a un ensayo que publicó, argumentando que Japón no fue un agresor durante la Segunda Guerra Mundial, que el la guerra trajo prosperidad a China, Taiwán y Corea, que la conducta del Ejército Imperial no fue violenta y que muchos países asiáticos ven la Gran Guerra de Asia Oriental de manera positiva y critican los juicios por crímenes de guerra que siguieron a la guerra. El 11 de noviembre, Tamogami agregó ante la Dieta que la disculpa personal hecha en 1995 por el ex primer ministro Tomiichi Murayama era "una herramienta para reprimir la libertad de expresión".

Algunos en Japón han afirmado que lo que se exige es que el primer ministro o el emperador realicen dogeza, en la que un individuo se arrodilla e inclina la cabeza hacia el suelo, una forma elevada de disculpa en las sociedades de Asia oriental que Japón parece no estar dispuesto a hacer. Algunos señalan un acto del canciller de Alemania Occidental Willy Brandt, quien se arrodilló ante un monumento a las víctimas judías del gueto de Varsovia, en 1970, como un ejemplo de un acto poderoso y efectivo de disculpa y reconciliación similar a la dogeza.

El 13 de septiembre de 2010, el ministro de Exteriores de Japón, Katsuya Okada, se reunió en Tokio con seis ex prisionero estadounidenses y se disculpó por el trato recibido durante la guerra. Okada dijo: "Todos ustedes han pasado por dificultades durante la Segunda Guerra Mundial, fueron hechos prisioneros por el ejército japonés y sufrieron un trato extremadamente inhumano. En nombre del gobierno japonés y como ministro de Relaciones Exteriores, me gustaría ofrecerles mis más sinceras disculpas."

El 29 de noviembre de 2011, el ministro de Exteriores, Kōichirō Genba, se disculpó con los ex prisioneros australianos en nombre del gobierno japonés por el dolor y el sufrimiento que les infligieron durante la guerra.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Mié Ago 16, 2023 4:08 pm

Compensación
El gobierno japonés, aunque no admite ninguna responsabilidad legal por las llamadas "mujeres de solaz", creó el Fondo de Mujeres Asiáticas en 1995, que da dinero a las personas que afirman haber sido forzadas a prostituirse durante la guerra. Aunque la organización fue establecida por el gobierno, legalmente, se ha creado de tal manera que es una organización benéfica independiente. Las actividades del fondo han sido controvertidas en Japón, así como con las organizaciones internacionales que apoyan a las mujeres en cuestión.

Algunos argumentan que dicho fondo es parte de la continua negativa del gobierno japonés a asumir sus responsabilidades, mientras que otros dicen que hace mucho tiempo que ha terminado su responsabilidad hacia las víctimas individuales. El congresista de California Mike Honda, hablando ante la Cámara de Representantes de EEUU en nombre de las mujeres, dijo que "sin una disculpa sincera e inequívoca del gobierno de Japón, la mayoría de las sobrevivientes se negaron a aceptar estos fondos. De hecho, escuché hoy que muchas devolvieron la carta de disculpa del Primer Ministro que acompañaba a la compensación monetaria, diciendo que sentían que la disculpa era artificial y falsa".

El término "compensación intermedia" se aplicó a la eliminación y reasignación de activos industriales japoneses (particularmente militar-industriales) a países aliados. Se llevó a cabo bajo la supervisión de las fuerzas de ocupación aliadas. Esta reasignación se denominó "intermedia" porque no equivalía a un arreglo definitivo por medio de tratados bilaterales, que resolvieran todas las cuestiones de compensación existentes. En 1950, los activos reasignados ascendieron a 43.918 piezas de maquinaria, valoradas en 165.158.839 yenes (a precios de 1950). Las proporciones en que se distribuyeron los activos fueron: China, 54,1%; Holanda, 11,5%; Filipinas 19%, y; Reino Unido, 15,4%.

Compensación de activos japoneses en el extranjero
Activos japoneses en el extranjero en 1945
País/región Valor - 2023 dólares estadounidenses
Noreste de China - 159 000 millones
Corea - 76.1 000 millones
Norte de China - 60.1 000 millones
Taiwán 42,542,000,000 $- 46,100 millones
Centro Sur de China- 39.8 000 millones
Otros - 30.4 000 millones
Total - 411 000 millones

Los "activos japoneses en el extranjero" se refieren a todos los activos que eran propiedad del gobierno, las empresas, las organizaciones y los ciudadanos japoneses en los países colonizados u ocupados. De acuerdo con la Cláusula 14 del Tratado de San Francisco, las fuerzas aliadas confiscaron todos los bienes japoneses en el extranjero, excepto los que se encontraban en China, que se trataron en virtud de la Cláusula 21.

Compensación a los prisioneros de guerra aliados
La cláusula 16 del Tratado de San Francisco establecía que Japón transferiría sus bienes y los de sus ciudadanos en países que estuvieran en guerra con alguna de las Potencias Aliadas o que fueran neutrales, o equivalentes, al Comité Internacional de la Cruz Roja, que venderlos y distribuir los fondos a los ex prisioneros de guerra y sus familias. Por ello el gobierno japonés y los ciudadanos particulares pagaron 4.500.000 libras esterlinas a la Cruz Roja.

Según la historiadora Linda Goetz Holmes, muchos fondos utilizados por el gobierno de Japón no eran fondos japoneses sino fondos de ayuda aportados por los gobiernos de EEUU, el Reino Unido y los Países Bajos y secuestrados en el Yokohama Specie Bank durante el último año de la guerra.

Re: Los crímenes del Imperio del Sol

Dom Ago 20, 2023 3:44 pm

Debate en Japón

Hasta la década de 1970, los crímenes de guerra japoneses se consideraban un tema marginal en los medios de comunicación. En los medios japoneses, las opiniones del centro político y la izquierda tienden a dominar los editoriales de los periódicos, mientras que la derecha tiende a dominar las revistas. Los debates sobre los crímenes de guerra se limitaron en gran medida a los editoriales de las revistas sensacionalistas donde las llamadas al derrocamiento de la "América imperialista" y la veneración revivida del Emperador coexistieron con la pornografía.

En 1972, para conmemorar la normalización de las relaciones con China, Asahi Shimbun, un importante periódico liberal, publicó una serie sobre los crímenes de guerra japoneses en China, incluida la masacre de Nanjing. Esto abrió las puertas a los debates que han continuado desde entonces. En general, se considera que la década de 1990 es el período en el que estos temas se vuelven verdaderamente convencionales, y se debatieron incidentes como la Masacre de Nanking, el Santuario de Yasukuni, las mujeres de solaz, la precisión de los libros de texto escolares de historia y la validez de los Juicios de Tokio. televisión.

Dado que el consenso de los juristas japoneses es que las fuerzas imperiales técnicamente no cometieron violaciones del derecho internacional, muchos elementos de derecha en Japón han interpretado que esto significa que los juicios por crímenes de guerra fueron ejemplos de la justicia del vencedor. Ven a los condenados por crímenes de guerra como "mártires de Shōwa". siendo Shōwa el nombre dado al gobierno de Hirohito.

Esta interpretación es fuertemente cuestionada por los grupos pacifistas japoneses y la izquierda. En el pasado, estos grupos han tendido a argumentar que los juicios tienen validez, ya sea bajo la Convención de Ginebra (aunque Japón no la haya firmado), o bajo un concepto general de derecho internacional o consenso. Alternativamente, han argumentado que, aunque los juicios pueden no haber sido técnicamente válidos, todavía fueron justos, en línea con la opinión popular en Occidente y en el resto de Asia.

A principios del siglo XXI, el renovado interés por el pasado imperial de Japón había traído nuevas interpretaciones de un grupo que ha sido etiquetado como "nueva derecha" y "nueva izquierda". Este grupo señala que muchos actos cometidos por las fuerzas japonesas, incluido el Incidente de Nanjing, fueron violaciones del código militar japonés. Se sugiere que si el gobierno japonés de la posguerra hubiera llevado a cabo tribunales para crímenes de guerra, en estricta conformidad con la ley militar japonesa, muchos de los acusados ​​habrían sido condenados y ejecutados. Por lo tanto, las fallas morales y legales en cuestión fueron culpa del ejército y del gobierno, por no ejecutar su deber constitucionalmente definido.

La nueva derecha/nueva izquierda también opina que los Aliados no cometieron crímenes de guerra contra Japón, porque Japón no era signatario de la Convención de Ginebra, y como vencedores, los Aliados tenían todo el derecho a exigir algún tipo de retribución, a lo que Japón consintió en varios tratados.
Escribir comentarios