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El inicio del movimiento de francotiradores en Stalingrado

Lun May 24, 2010 1:59 pm

Hola a todos.
Sólo con mencionar dos palabras, Stalingrado y francotirador, es inevitable que nos venga a la cabeza una tercera palabra, concretamente un apellido, asociado a estos dos primeros términos, imposible de desvincular, y ligado a ellos con sangre y fuego: Zaitsev.
Vasili Zaitsev fue uno de los más conocidos defensores de Stalingrado. Su contribución fue real, fue un excelente francotirador, que eliminó a más de 200 alemanes. En consecuencia fue nombrado héroe de la Unión Soviética y como en el caso de la historia de Jacob Pavlov, la máquina de propaganda soviética se encargó de crear una historia en torno a él, atribuyéndole a Zaitsev el honor de ser el creador del movimiento de francotiradores que defendían la ciudad.
Pero al igual que tras la larga sombra del sargento Jacob Pavlov, se esconde un héroe desconocido, el capitán Naumov, auténtico artífice de la defensa de la casa y que cayó en la batalla de Stalingrado, tras la aun más larga sombra del famoso francotirador, se esconde otro valeroso combatiente, al que la historia no ha sabido otorgarle el protagonismo que mereció: Alexander Kalentiev.

En los múltiples ensayos de la segunda guerra mundial, podemos encontrar multitud de referencias sobre Zaitsev, algunas más acertadas y otras menos. Por ejemplo, en el libro de William Craig se hace especial referencia al duelo entre Zaitsev y el mayor König, pero por lo que parece, ese duelo nunca llegó a suceder y sí uno que tuvo lugar en Mamaev Kurgan entre el un francotirador alemán anónimo y Vasili, que duró algunas horas, y del que salió victorioso el soldado soviético, tal como afirma Michel K. Jones en su libro Stalingrad, How the Red Army Triumphed:
Un duelo entre francotiradores tuvo lugar definitivamente durante la batalla. Sucedió en Mamaev Kurgan, aunque duró horas y no días, y se le dio buena publicidad en el ejército. Vasily Gorokhov, un soldado en la división de Batyuk, recuerda haber oído algo al respecto:
"Un francotirador alemán estaba disparando contra nosotros desde Mamaev Kurgan y nos estaba causando un montón de problemas. Tenía un buen escondite y era realmente difícil de localizar. Pero Zaitsev lo acechó, finalmente lo encontró y acabó con él. Hizo un buen trabajo."
No hubo comentario alguno sobre la identidad del oponente. "Nuestro departamento político propagó la noticia", continua Gorokhov. "Nadie mencionó nada sobre un experto de Berlín. Zaitsev fue alabado por su persistencia, nunca se rendía aunque su tarea fuera difícil de llevar a cabo."


Vasili Grosman en su libro Un escritor en guerra también apunta algo parecido:
"Un combate singular entre Zaitsev y un francotirador alemán: 'Había matado a tres de nuestros hombres. Esperó quince minutos. Nuestra pequeña hondonada estaba vacía, y comenzó a alzarse. Vi que su fusil estaba en el suelo y me levanté. Me vio y comprendió que estaba perdido. Y disparé'."
A partir de ahí, la máquina de propaganda soviética, se encargó de exagerar el duelo de francotiradores.

Antony Beevor, en su libro Stalingrado, también comete el error de otorgar a Zaitsev el honor de ser el creador del movimiento de francotiradores en Stalingrado, cosa que es falsa:
Zaitsev, cuyo nombre significa "liebre", fue encargado de entrenar a los jóvenes francotiradores, y sus pupilos se hicieron conocidos como zaichata o lebratos. Era el inicio del "movimiento de francotiradores" en el 62º ejército. Se organizaron conferencias para difundir su doctrina y el intercambio de ideas sobre la técnica. Los frentes del Don y del sudoeste adoptaron el movimiento de francotiradores, y produjeron sus tiradores estrella, tales como el sargento Passar del 21º ejército.

Imagen
Vasili Zaitsev

Esta es una bonita historia, pero pertenece más a la propaganda que a la realidad. Zaitsev fue un hábil profesor, pero no inició el movimiento de los francotiradores. El movimiento se hizo famoso cuando Zaitsev se unió a sus filas, y llegó a contar con más de trescientos hombres. El verdadero creador fue Alexander Kalentiev, y dio a los soldados del Ejército Rojo un propósito y confianza en sí mismos. La misma afirmación la realiza el ecritor Nikolai Aksyonov en su libro On the Mamaev Kurgan, otorgando a Kalentiev la creación del movimiento de francotiradores, que pertenecía al regimiento 1074 de la División de Batyuk, al igual que Zaitsev.
Kalentiev luchó en Stalingrado durante dos meses y finalmente cayó en combate el 17 de noviembre de 1942, dos días antes de iniciarse la operación Urano.

Un extracto de como Kalentiev comenzó sus días como francotirador apareció en el diario de la 284.ª división a principios de octubre de 1942. Se titulaba "Mis primeros diez":
"Mis compañeros mataban alemanes, pero yo soy un oficial de comunicaciones, por lo que yo mismo no podía matar fascistas. Realmente deseaba estar en la línea del frente, no quería estar atrapado tras mis amigos. Antes de la guerra tomé parte en algunas prácticas de tiro y esperaba hacer algo. Mi comandante me apoyó y me dejó marchar a la línea del frente con mi rifle para cazar Fritzes. Busqué un lugar desde el que tuviera una buena vista y desde donde pudiera ver al enemigo y él no me viera a mí. Subí al primer piso de una casa parcialmente en ruinas, me tumbé y empecé a vigilar. Tras quince minutos hicieron acto de aparición tres alemanes, a unos cien metros delante de mí, lo suficientemente cerca para ver los detalles de su uniforme. Tenía una mira telescópica, y de los tres, elegí al alemán del medio y lo centré en mi mira. Por un momento me pregunté si acertaría o no, –entonces apreté el gatillo. El alemán cayó y mi corazón se llenó de alegría: fue mi primera baja. Los otros dos huyeron. Pronto apareció un segundo grupo. Ya estaba más tranquilo. Apunté a otro con mi mira –otra baja.
Al día siguiente nuestra unidad tenía que lanzar un ataque. Mi comandante me otorgó una misión especial, acabar con los ametralladores alemanes que nos estaban creando grandes problemas. Me introduje en una casa y miré alrededor para ver desde donde nos estaban disparando. Nos estaban disparando desde unos vagones de ferrocarril en una vía muerta. Esperé a que uno saliera y disparé una bala. El alemán cayó sobre los rieles. Quería ir hasta allí y coger su ametralladora, pero el oficial que me acompañaba, no me dejó, y dijo: 'No creo que fuera por su cuenta.' Tenía razón. Otro alemán abrió fuego desde otro vagón. Acabé con él de igual manera. En pocos minutos me deshice del tercer ametrallador. El oficial político aprobó mi actuación. Me dijo 'continúe haciendo lo mismo.'
En dos días acabé con nueve Fritzes. El décimo fue un oficial. Me metí en un tren de cercanías. Pensé que sería un buen refugio para mí –era como estar dentro de un tanque. Cuando empezó a clarear aparecieron algunos alemanes, a unos 25 metros –¡demasiado cerca! No se puede abrir fuego a esa distancia –revelaría mi posición y sería capturado. Esperé a que se alejaran. Y entonces vi al oficial, un hombre enorme, gritando órdenes a sus hombres. Apunté y le disparé. Cayó. Los alemanes abrieron fuego sobre nuestros soldados y nuestros ametralladores contestaron. Bajo el abrigo de ese estrépito abandoné el tren y me reuní con mi gente.
Así es como maté a diez Fritzes. Son mis primeros diez. Y espero incrementar mi cuenta muchas veces antes del aniversario de la Revolución de Octubre."


El comandante de Kalentiev le permitió ir a la caza de Fritzes como parte de un experimento. Cuando tuvo éxito se le dio una específica asignación militar y un oficial político fue enviado junto a él. Cuando Kalentiev abatió a los ametralladores alemanes se dio la aprobación formal para continuar con esa práctica. El vigésimo quinto aniversario de la Revolución de Octubre (7 de noviembre) fue un buen punto de partida para marcar un sustancial recuento.
Con la llegada del aniversario la propaganda alrededor de este arte llegó al frenesí. Un francotirador que llegara a cuarenta muertos recibía la medalla "al valor", y el título de "noble francotirador".

El 11 de octubre Kalentiev, excitado por su éxito como francotirador, envió una carta a sus padres. Kalentiev provenía de un pequeño pueblo siberiano cerca de Maryensk. No sabía escribir – así que le dictó a un amigo lo que quería decir, que apenas sabía leer y escribir (la carta carece de puntuación y está llena de falta de ortografía). Algunos de los más famosos francotiradores de Stalingrado tenían un buena educación. Anatoly Chekhov, el famoso tirador de la 13.ª división, fue uno de los mejores alumnos en su escuela y Vasily Zaitsev fue formado como contable.

"Hola queridos padres, mamá y papá, y cuñada Zoya, y hermanos. Me inclino ante vosotros y os envío mis saludos. Ahora os voy a contar algo sobre mi vida, queridos padres. Quiero contaros algo sobre mi vida. En este particular momento vivo bien. Pero no sé, queridos padres, como estáis, porque no he recibido cartas vuestras. No entiendo por qué, mamá y papá.
Quiero deciros que lucho contra los Fritzes sin piedad. Acabo con ellos y vuelvo victorioso.
También os informo, mamá y papá, que sólo quedamos tres de nosotros: yo, Maltsev y Shuvalov. A menudo nos encontramos y Petra Shuvalov ha sido herida. Así que queridos padres, no os preocupéis por mí, y escribidme más a menudo. No lo olvidéis.
(Escrito por mi amigo Trushin)"


El 4 de noviembre, Kalentiev envió otra carta a casa, muy corta. Estaba herido, y aunque permanecía en el frente, no podía continuar con su labor de francotirador: "En estos momentos estoy vivo y con salud. Maltsev está también vivo y con salud. Estoy herido en ambos pies, no es nada grave, pero he sido apartado de la línea del frente."

Alexander Kalentiev murió en Stalingrado el 17 de noviembre. Su práctica como francotirador le hizo famoso y el comandante de su regimiento envió una carta de condolencia a su padre:
Le comunico la muy triste noticia de que su hijo Sasha murió a manos de esos malditos bandidos mientras defendía _________ (censurado). Pero Sasha no dio su vida en vano – acabó con 24 fascistas con su rifle de francotirador. Por su heroísmo – por su coraje – nuestro comandante ha nominado a su hijo para la concesión de la Bandera Roja. Esos terribles bandidos no escaparon a su castigo – y nuestro regimiento se vengó de nuestro camarada caído, que murió defendiendo su madre patria. Nos vengamos de Sasha Kalentiev. Padre, seguiremos vengándonos de todos nuestras camaradas caídos.

En la segunda mitad de octubre, muchos soldados siguieron el ejemplo de Kalentiev. Fue un movimiento completamente espontáneo, y era una manera de devolver el golpe a un arrogante y omnipotente enemigo. Sergei Kozyakin describió una reunión con dos francotiradores voluntarios:
"Son dos soldados corrientes del Ejército Rojo, pero ahora tienen un sentimiento de orgullo y un propósito. Cuando les preguntan que hacen, responden: 'Somos cazadores, ven y observa como trabajamos.' Me llevaron hasta una pequeña lengua de arena en la orilla del Volga y entonces me señalaron unos edificios grises destrozados en las cercanías. Podía ver el humo de pequeñas hogueras. 'Los alemanes están allí', me dijeron los francotiradores, ‘han alcanzado nuestra orilla del Volga. Se comportan como si ya hubieran ganado la batalla: los vimos lavándose y secando su ropa en las hogueras. Así que fuimos hasta nuestro comandante y le pedimos permiso para cazar Fritzes. Accedió a nuestra petición. En nuestra primera incursión matamos dos Fritzes. Estábamos realmente excitados y se lo contamos todo a nuestros compañeros.' "

Una idea simple circulaba entre los combatientes del Ejército Rojo, para abrir una cuenta. Era como una cuenta de banco, pero los depósitos, hechos de piezas de papel, serían de bajas por los francotiradores. Los soldados lo llamaban una cuenta "de venganza". Este es un depósito de uno de los francotiradores de que se encontró Kozyakin, un pequeño papel roto, entregado a un oficial político:
"Mi cuenta de venganza – 25 de octubre. Hoy he matado a un puto fascista con mi rifle de francotirador. El fascista fue a la orilla para coger agua. Próxima entrega mañana – Víctor Tetnyuk."

La práctica de recoger agua llegó a ser tan peligrosa debido a la proximidad de francotiradores soviéticos, que mediante la promesa de un trozo de pan, se sobornaba a los niños rusos para que fueran a recoger agua a orillas del Volga para los alemanes. Cuando el bando soviético tuvo noticias de ello, los soldados del Ejército Rojo mataron sin piedad a los niños que realizaban estas funciones.

Muy pronto, docenas de soldados en el regimiento de Tetnyuk estaban haciendo lo mismo: “La excitación era increíble”, recuerda:
"Nuestros muchachos se acercaban unos a otros y se preguntaban: ‘¿Has abierto ya tu cuenta?’ Nuestros recuentos se entregaban normalmente a nuestro periódico de la división. A nuestra colección de bajas alemanas le pusimos el nombre de 'Banco de venganza'. Lo vimos como una venganza sobre los fascistas por todas las cosas terribles que le había hecho a nuestra tierra, por la sangre de nuestros familiares, por el dolor que nos habían causado. Estábamos vengando la agraviada dignidad de nuestra gente."

Esa fue la esencia del movimiento de francotiradores. Un remarcable movimiento popular que surgió entre los combatientes de Stalingrado, alimentado por la profunda ira y el deseo de expulsar a los alemanes.

Nadie en el 62.º ejército había esperaba que el movimiento de francotiradores creciese tan rápidamente y muchos no estaban seguros de qué hacer con este fenómeno. Algunos creían que la situación se les estaba escapando de las manos, ya que era difícil mantener el control sobre nos soldados tan alejados y sin supervisión. En ese momento, Chuikov tomó una crucial decisión: decidió fomentar el movimiento e incorporarlo a la estructura del 62.º ejército.
Anatoly Mereshko, joven teniente del 62.º ejército:
"El apoyo de Chuikov al movimiento de francotiradores fue vital. Otro comandante podría haberlo prohibido. Pero Chuikov vio en él un potencial psicológico para desmoralizar al enemigo, diciendo su famosa frase: 'Haré que cada alemán sienta que vive tras el cañón de un arma'. A finales de octubre decidió crear destacamentos de francotiradores en cada división y regimiento. Se convirtió en nuestra política oficial."

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Vasili Chuikov

El mismo Chuikov escribió:
"Pusimos especial atención al desarrollo del movimiento de francotiradores entre nuestras tropas. El consejo militar del ejército apoyó este movimiento. Nuestro diario militar publicaba diariamente cifras de el número de bajas enemigas causadas por francotiradores, y publicaba fotografías de nuestros extraordinarios tiradores.
Me reuní con algunos de los francotiradores más conocidos. Hablé con ellos, les ayudé tanto como pude y a menudo les consulté."


El culto del francotirador produjo imitadores con armas diferentes. Manenkov, de la 95ª división de fusileros, adquirió renombre con su largo y pesado fusil PTR. Se convirtió en un Héroe de la Unión Soviética después de destruir seis tanques en el combate alrededor de la fábrica de cañones Barrikadi. Un teniente Vinogradov en la 149ª división de artillería se hizo famoso como el mejor lanzador de granadas. Cuando él y veintiséis hombres quedaron aislados sin comida durante tres días, el primer mensaje que pasó fue un pedido de granadas, no de rancho. Incluso herido y sordo, Vinogradov era "todavía el mejor cazador de fritzes".

Pero sólo un tirador Vasili Zaitsev, fue el que recibió la mayor publicidad, en detrimento de Kalentiev. Zaitsev fue el primer francotirador que pasó de las 100 bajas. La revista de la 248.º división pregonó un nuevo titular: "El honorable francotirador Vasily Zaitsev da la bienvenida al aniversario de la Revolución de Octubre acabando con 130 fascistas."

Otros francotiradores en Stalingrado, parte del mencionado Zaitsev, consiguieron infligir numerosas bajas en las filas alemanas, como la sargento Tania Chernova (80 bajas), el sargento Passar del 21.º ejército (103 bajas), Studentov (170 bajas), el comisario de la Guardia Ilin (185 bajas), Zikan (224 bajas) y Anatoly Chekhov (256).

Fuentes:
How the Red Army Triumphed, de Michael K. Jones
Stalingrad, de Antony Beevor
Un escritor en guerra, de Vasili Grossman

Fotografías:
http://es.wikipedia.org/wiki/Vasili_Z%C3%A1itsev
http://www.answers.com/topic/vasily-chuikov


Saludos

Re: El inicio del movimiento de francotiradores en Stalingrado

Lun May 24, 2010 2:25 pm

Gran aporte, Paradise. Como suele suceder en muchos casos, tras el "mito" y la "leyenda" se esconde una realidad similar al mismo, pero diferente, y con otras protagonistas.

Re: El inicio del movimiento de francotiradores en Stalingrado

Mié May 26, 2010 1:51 am

Excelente Información.

PD: Seria viable que el foro permitese marcar post favoritos ¿?

Re: El inicio del movimiento de francotiradores en Stalingrado

Mié May 26, 2010 1:54 am

Hola wolfofwinter.
Aquí tienes un pequeño tutorial que quizás te ayude.
viewtopic.php?f=54&t=3432

Saludos

Re: El inicio del movimiento de francotiradores en Stalingrado

Vie May 28, 2010 6:13 pm

Muy interesante....respecto a un zona de operaciones a la cuál no le he puesto mucho empeño.

Gracias

Saludos.

Re: El inicio del movimiento de francotiradores en Stalingrado

Sab May 29, 2010 12:46 am

Gracias ParadiseLost, ya había leido alguno de tus post y son enormes, increible la confección y perfecta la información. Este tema me interesa más ya que mi debilidad son los francotiradores y aunque algo había leido respecto al tema, me has descubierto muchísima información que desconocía, muchísimas gracias, de verdad.

Re: El inicio del movimiento de francotiradores en Stalingrado

Sab May 29, 2010 1:27 am

Gracias a vosotros por vuestros comentarios.
Las horas de traducción quedan justificadas si es de vuestro interés.
Impresionantes los datos de los francotiradores soviéticos en Stalingrado, pero distan mucho de las bajas del gran Simo Häyä.

Saludos
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