La guerra en el Pacífico
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Midway: suerte y planificación.

Mié Jun 30, 2010 2:24 pm

Midway: suerte y planificación.

En el hilo referido al Bismarck se ha hablado, un poco por encima, de la batalla de Midway. Que, sorprendentemente, no tiene aún un hilo abierto en el foro.

Esa batalla es muy conocida, y dado que la información disponible es muy amplia, no tiene mucho sentido escribirla de nuevo. Como siempre, las fuentes inglesas son mucho más amplias y completas que las escritas en castellano. Aun así, la página sobre esta batalla de Wikipedia permite un cierto conocimiento de los hechos:

http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Midway

Aunque aviso que contiene algunos errores importantes, y conviene comprobar lo escrito: por ejemplo, no eixistía ningún “almirante Tomonaga” sino un capitán de Navío (que sería derribado por Thach, como saben los asiduos al Quiz).

En este mensaje no voy a describir de nuevo la batalla, sino que intentaré hacer un análisis de los errores que acabarían en una catastrófica derrota japonesa.

En primer lugar ¿por qué combatir por Midway? ¿Qué se les había perdido a los contendientes ahí? Pues aparentemente, muy poco. Midway es un atolón aislado, casi al final de la cadena de islas que empieza en las Hawai y acaba en los picos submarinos del Emperador, ya cerca de Japón. El atolón es lo que queda de una gran isla volcánica, que se hundió por su peso. Los corales, creciendo sorbe ella, la mantienen sobre la superficie. No es el único atolón de la zona. Entre Nihau (la isla más occidental de las Hawai) y el atolón de Kure (a 80 millas al Este de Midway) hay una decena de atolones, más varios “bancos”, es decir, islotes que sólo afloran durante la marea baja, o que están a escasa profundidad. Todos esos atolones son de escasa o mínima extensión, no tienen fuentes de agua potable y muchos, ni vegetación superior a arbustos. Por ello no tenían población humana estable, y durante el siglo XIX sólo eran visitados por pescadores y balleneros.

La imagen siguiente, y todas las demás, salvo si se indica, son de Wikipedia.

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La importancia de Midway se había debido primero a ser una estación en los viajes transpacíficos, y luego al tendido de cables submarinos, que usaban como estación repetidora la isla. En los treinta Midway se convirtió en una de las escalas de los hidroaviones que volaban entre Asia y América. Midway tiene una ventaja sobre el resto de las islas: sus dos islas principales tienen bastante extensión, y permitían emplazar en ambas bases aéreas. Además, tras dinamitarse un paso en el arrecife, la laguna interior era un puerto aceptable, aunque sin protección frente al viento.

Pero no olvidemos que había más islas. En los meses siguientes a la batalla las excavadoras profanaron los islotes, y se construyeron pistas de aterrizaje en varios de ellos: en los atolones de Kure, Pearl & Hermes, y French Frigate. Midway estaba dentro del alcance de los B-17 que despegasen desde Kauai, pero no podía ser alcanzada desde bases japonesas.

Por tanto, como posición tenía relativo valor. Estados Unidos podía emplearla, apoyándose en la cercanía de sus bases principales y en los islotes intermedios. Para Japón resultaría una posesión bastante dudosa, al final de una larguísima cadena de abastecimiento, y sin capacidad para albergar una fuerza aérea suficientemente potente. Tanto que los mismos estrategas pensaban que mantenerse en Midway resultaría muy difícil.

Entonces ¿por qué ir ahí? Porque el objetivo de la operación no eran un par de islotes, sino otro muy distinto: destruir la flota norteamericana. Y para entender las intenciones japonesas, hay que dar un salto atrás en el tiempo.

Durante el cambio de siglo Japón había librado las dos guerras que lo convirtieron en una potencia: la de Corea, contra China, y la guerra de Manchuria contra Rusia. Tras ella Japón había obtenido Corea, parte de Manchuria, Taiwan, y varios archipiélagos. Pero lo importante no es el fruto de las guerras, sino como se ganaron. Porque las dos fueron muy parecidas:

En ambos casos un ataque por sorpresa empezó la guerra:

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Combate naval de Pungdo

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Ataque a la flota rusa en Port Arthur

En ambos casos el ataque dio ventaja inicial a los japoneses, pero la guerra prosiguió a gran coste, hasta que en una batalla naval decisiva la flota japonesa destruyó a la flota enemiga:

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http://www.japan-101.com/photos/misc.php?do=printimage&i=53482
Batalla del río Yalú

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El Almirante Togo en el Mikasa, al inicio de la batalla de Tushima

Tras Yalú y tras Tushima ya sólo quedaron operaciones de limpieza y de consolidar ganancias, y la negociación de la paz. Ambas guerras hicieron pensar a los estrategas japoneses que la siguiente guerra podría ganarse así.

Durante el periodo de entreguerras la marina japonesa se fortaleció, a un coste económico y social enorme. Acabando por tener dimensiones casi iguales a las de la Royal Navy. Además, individualmente, los barcos japoneses eran más potentes que sus contrapartes anglosajones. A un elevado coste (y violando las cláusulas de los tratados firmados por Japón). Esta marina fue concebida para poder derrotar, en una gran batalla, a una flota superior, tras ser debilitada por ataques aéreos y submarinos.

Pero esa potentísima y costosísima marina no estaba siendo capaz de resolver la guerra de China. Se había seguido el mismo guión: tras prepararse a fondo, y por un pretexto nimio, Japón atacó al enemigo desprevenido. La escasa marina china fue destruida, y el ejército chino, también, Pero quedaba mucho por conquistar. Claro que eso era fracaso del Ejército, no de la marina.

Y ahora se pretendía repetir la historia. El ataque inicial había dejado a las marinas aliadas contra las cuerdas. La posterior ofensiva (terrestre y anfibia) había dado a Japón los recursos deseados, y aislado a China. Pero Japón sabía que sus recursos no eran suficientes para destruir al enemigo. Nunca invadiría Londres, sus tanques nunca desfilarían por Broadway. Pero aparentemente no era necesario: en las dos primeras guerras no fue preciso conquistar Pekín o San Petersburgo. Sólo fue necesario ganar la batalla naval decisiva. Ahora había que vencer en la nueva batalla.

Pero esta vez había una diferencia. En la guerra con China de 1894, la marina estaba embotellada en el Mar de China, y sólo era cuestión de buscarla para aplastarla. En la guerra ruso japonesa, una gran flota de socorro se dirigía hacia Japón, y se combatiría cuando llegase. Pero el Pacífico era muy grande: era necesario u obligar al enemigo a presentar la gran batalla, o tenderle una trampa.

Lo de obligar es fácil de decir pero difícil de hacer. La marina norteamericana había aceptado perder Filipinas. Incluso en las Salomón no se había comprometido a fondo. En la práctica, sólo había tres objetivos tan valiosos que obligarían al enemigo a combatir por ellos: o la Costa Oeste, o Australia, o Hawai.

La Costa Oeste, imposible. Demasiado lejos, demasiado grande. Aún consiguiendo desembarcar y consolidar una cabeza de playa, sería imposible llevar suministros y tropas suficientes no ya para seguir avanzando, ni siquiera para resistir.

Australia, imposible. El Ejército japonés no daba para más y menos tras el fracaso de Port Moresby. Combatir en una isla-continente casi desértica, con un ejército sin motorizar y con tanques ligeros, era garantía de derrota.

Hawai, imposible. Ni en Diciembre del 41 la marina japonesa tenía capacidad para llevar las tropas necesarias para la operación. En verano del 42 las defensas se habrían multiplicado. Ni comprometiendo toda la capacidad de transporte se conseguiría llevar el gran ejército que se necesitaría para conquistar Oahu.

Luego si atacar un punto valioso era inviable, sólo quedaba otra opción: la trampa (seguirá)

Re: Midway: suerte y planificación.

Sab Dic 11, 2010 3:47 am

Seguirá? me quede con la miel en los labios...

Re: Midway: suerte y planificación.

Lun Dic 13, 2010 4:55 pm

Ando un poco liado, pero a ver si retomo el tema.

Saludos

Re: Midway: suerte y planificación.

Lun Dic 27, 2010 11:57 pm

Vamos Domper, con fuerza que venia espectacular !!!!!

Re: Midway: suerte y planificación.

Mar Dic 28, 2010 2:48 pm

La Génesis de Midway (II). Tokio indefenso.

Sorpresa en la Bahía

Como vimos en la entrega anterior, en 1904 Japón atacó a Rusia, bloqueando a su flota del Pacífico en Port Arthur. Sólo unos pocos cruceros quedaron fuera de la base, y fueron cazados por la flota japonesa. Sólo el escuadrón de cruceros anclado en Vladivostok escapó:

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Los cruceros acorazados Gromoboi y Rossia en Vladivostok

Vladivostok resultó muy difícil de bloquear, con sus arrecifes y densas nieblas. Los cruceros rusos se dedicaron a hacer correrías por el Mar del Japón, aunque sólo una fue fructífera: en Junio sorprendieron un convoy, hundiendo al transporte de tropas Hitachi Maru, que además de refuerzos llevaba dieciocho obuses de 280 mm. La suerte se les acabó el 14 de Agosto, cuando el escuadrón fue derrotado en la batalla de Ulsan por el escuadrón de cruceros del almirante Kamimura.

Un hecho aparentemente menor tendrá repercusiones. Durante una de las correrías rusas se avisto en la bahía de Tokio un grupo de buques desconocido. Resultó ser una falsa alarma, pero no antes que el pánico se extendiese por la capital, y hubiese tumultos ante el Palacio Imperial.

El 27 de Mayo la flota japonesa conseguiría una gran victoria contra la tusa en la batalla de Tushima. Fueron las batallas del Yalú y de Tushima las que alimentaron el mito de la invencibilidad japonesa y dieron inicio al Imperio.

En la línea de batalla de Togo se situó en último lugar un crucero acorazado, el Nisshin. El Nisshin fue tocado una y otra vez, sufriendo importantes daños::

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Daños a bordo del crucero acorazado Nisshin tras la batalla de Tushima

Un fragmento de un proyectil arrancaría dos dedos de la mano izquierda a un joven alférez, que con los años llegaría a estar al mando de la Flota Combinada japonesa:

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Yamamoto Isoroku

En los años tras Tushima el ahora invencible Imperio Japonés se expandió, y la carrera de Yamamoto progresó. Pero el veterano no olvidó la sorpresa. En sus pesadillas, una flota enemiga cruzaba el Pacífico y, sin ser advertida, entraba en la bahía y bombardeaba el Palacio Imperial. Las masas se amotinaban y…

Seguirá… alguna vez.
Última edición por Domper el Mar Dic 28, 2010 6:48 pm, editado 1 vez en total

Re: Midway: suerte y planificación.

Mar Dic 28, 2010 4:11 pm

La Génesis de Midway (III)

Guerra

Tras la victoria en la guerra ruso japonesa Japón había crecido. Principalmente a costa de China, pero a un enorme coste político y social. Los gastos militares eran enormes, y la guerra en China se eternizaba. En 1940 las importaciones de alimentos empezaron a disminuir. La crisis económica amenazaba al Imperio.

Con un esfuerzo enorme se había construido una flota sin parangón. Algo menos numerosa sobre el papel que las de los rivales (el Imperio Británico y los Estados Unidos). Pero sus barcos eran, individualmente, mejores, y sus dotaciones estaban soberbiamente entrenadas. Durante los difíciles años de la Depresión, cuando las flotas occidentales languidecían en puerto por falta de fondos, los barcos japoneses hacían un ejercicio tras otro. Japón tenía una afiladísima espada. Pero podía oxidarse.

Los avances japoneses en China habían sido observados con recelo por Estados Unidos. Los norteamericanos se veías a sí mismos como garantes de la libertad y la democracia, y defensores de los países libres ante las potencias imperialistas (una paradoja para un país que ocupaba medio Pacífico).. Los Imperios Británico, Francés o Italiano ya eran malos, pero ahora Japón estaba intentando crear un imperio a costa de China. Por algún motivo los norteamericanos tenían una visión romántica de China, reforzada por la presencia de miles de misioneros. Tan importante o más, el corrupto líder de Kuomintang, Cian Kai-Shek, sobornaba a políticos y periodistas para crear una corriente de opinión favorable a China y contraria a Japón. Japón, por su parte, tampoco ayudó, los misioneros y periodistas norteamericanos llevaron a la prensa descripciones detalladas de salvajadas como la masacre de Nanking. Los japoneses eran cada vez más odiados.

En algún momento de 1940 Roosevelt decidió que la guerra con el Eje era inevitable. Estados Unidos tendría que volver a sacar las castañas del fuego. Y empezó a presionar a Japón. Sucesivos embargos pusieron al gobierno entre la espada y la pared: tendría que aceptar las condiciones norteamericanas. Estas no implicaban el final del Imperio, pero sí una pérdida de honor insoportable.

El 7 de Diciembre de 1941, y siguiendo la “tradición”, Japón atacaba sin declaración de guerra a la flota norteamericana en las Hawai:

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El USS Arizona arde. Mil ciento setenta y siete vidas se perdieron a bordo

En los meses siguientes la marina japonesa barrió el Pacífico, derrotando una tras otra a las flotas enemigas, y transportando al Ejército Japonés a regiones a miles de kilómetros de sus islas natales. Pero los éxitos navales fueron, sin embargo, magros. En mayo de 1942, cuando Corregidos cayó, relativamente pocos grandes buques aliados habían sido hundidos: siete acorazados (tres serían recuperados), cinco cruceros y un portaaviones ligero. La marina japonesa tenía superioridad pero ¿dudaría?

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El Yamato en pruebas con mala mar

Los presagios eran ominosos. Aunque Japón tenía una flota muy potente, con once acorazados y diez portaaviones, sus enemigos seguían superándoles: Inglaterra tenía doce acorazados y siete portaaviones, y Estados Unidos, trece acorazados y otros siete portaaviones. Por si esto fuese poco, frente a los tres acorazados y cuatro portaaviones que Japón tenía en construcción, los aliados estaban construyendo catorce acorazados y trece portaaviones.

Económicamente pintaban bastos. La industria japonesa estaba al límite y no podía ampliar su capacidad. De hecho, de las grandes unidades en construcción, sólo serían entregadas dos: el acorazado Musashi y el portaaviones Taiho. Otros tres portaaviones eran conversiones de buques existentes (serían convertidos otros dos más). Un acorazado sería convertido en portaaviones, para ser hundido antes de ser finalizado. Una nueva clase sería iniciada, pero sólo se entregó un portaaviones: en resumen, Japón recibiría desde Abril de 1942 hasta el final de la guerra un acorazado y siete portaaviones.

Nada que ver con el esfuerzo aliado. Inglaterra, que también iba bastante justa, recibiría tres acorazados y siete portaaviones. A la flota norteamericana se unirían nueve acorazados y 29 portaaviones de flota. Amén de un centenar largo de portaaviones de escolta (Japón recibiría cinco en toda la guerra).

Si no se actuaba, las marinas aliadas acabarían abrumando a la japonesa y derrotarían a Japón. Si se quería impedir esta escena:

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Barcos aliados en Sasebo; premio al que reconozca al portaaviones del primer plano

Era urgente conseguir la victoria. La marina japonesa era superior a sus enemigas en 1942: en número de buques (porque muchos barcos aliados estaban retenidos en otros escenarios), en equipamiento (los barcos japoneses eran mejores, uno a uno, que los aliados) y en entrenamiento. Había que conseguir una decisión.

Seguirá (dos entregas en un día, esto no puede durar)

Re: Midway: suerte y planificación.

Jue Sep 05, 2013 4:10 am

Estoy ansioso por que continues con el analisis. Es un trabajo excelente.
Por cierto, ¿es el HMS Unicorn?

Saludos.
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