En la siguiente presentación veremos donde se juntan la ficción o pseudo-ficción de dos famosas películas con la realidad. Veamos al verdadero Paciente Inglés y a la verdadera Clave de Rebeca.
El Almirante Canaris ataca el Nilo (parte 01) :
En el verano de 1942, Egipto es, en efecto, neutral, si bien constituía la base militar de Inglaterra para la guerra en el Norte de Africa, y El Cairo es una ciudad militar de Gran Bretaña, debido a que el rey Faruk y su gabinete consideran útil pasar por un Estado neutral, a la sombra del alto comisario británico.
En esa época, el bar carioca “Kit-Kat”, era el centro habitual de las altas clases, los hijos de los pachás y de los beys, de los grandes terratenientes, de los contratistas... Allí mismo se presentaba con frecuencia un joven egipcio, que era centro de las noches bohemias en dicho establecimiento, Hussein Gaafar, por ser poseedor de mucho dinero, mucho ingenio, mucha alegría de vivir y mucho tiempo libre... Todo el mundo lo tiene como un hombre rico y sin nada que hacer. En realidad se trata de un agente del Abwehr (Servicio Secreto Alemán), Hans Eppler, que se encuentra en El Cairo con su amigo Hans Gerd Sandstede para una misión especial. Sandstede representa el papel de un amigo americano, un americano loco, irlandés de nacimiento, que utiliza su pasaporte americano para escapar a su manera a la guerra a favor de los ingleses. Según su pasaporte falsificado se llama Peter Monkaster; su apodo es Sandy.
La asistencia de estos dos hombres en el bar no es una mera coincidencia. A ese bar asisten con regularidad también, varios oficiales jóvenes del Ejército Egipcio, normalmente en traje de paisano, entre los que se encuentran algunos que se harán muy famosos años más tarde, como el teniente Anwar El Sadat, o el teniente Abdel Nasser. Muchos en el Ejército Egipcio saben muy bien que ellos no son amigos de Inglaterra. Son hombres de las muchas células secretas que luchan por la independencia de Egipto, que esperan sólo el momento. Ellos están organizando a los descontentos. Luchan también contra el rey Faruk y contra los pachás, que tienen tratos con Inglaterra. Ya se rumoreaba que querían una revolución.
El escenario era que no sólo los alemanes constituían un peligro para el poderío inglés en el cercano oriente. En la antigua ciudad de El Cairo, en las guarniciones del interior, se hallaban las tropas de resistencia que querían librar a Egipto de Inglaterra. En este tiempo sólo se trataba de pequeñas células. Círculos políticos, religiosos y militares. Están todavía desunidos, y sólo tienen en común el odio contra Inglaterra, en su sueño por la libertad de Egipto. Pero en todo momento podían convertirse en una peligrosa organización. Si los alemanes lograban usar para sus fines a los conspiradores, podría surgir una “quinta columna” de los fanáticos oficiales, compañeros del teniente Sadat y del teniente Nasser, de los amigos del general El Masri Pascha, o de los compañeros del mayor Zulfikar y Abdel Rauf.
En este escenario se movió el Abwehr, por un lado el de entregar información militar al alto mando, y por el otro fomentar la resistencia de los diferentes grupos descontentos que había en Egipto.
Pero hay que tomar en cuenta que este trabajo del Abwehr y su comandante el almirante Canaris había empezado años antes.
Almirante Wilhem Canaris, Comandante del Abwehr.
1.- Acción Pascha :
En 1940, se planificó un audaz proyecto. En esa época, un húngaro, el capitán Laslo Conde de Almasy, fue reclutado por el Abwehr, y nombrado capitán de la Luftwaffe. Este húngaro, como se puede leer en otros post, era un experto conocedor de en cuestiones del desierto y había trabajado muchos años como especialista topógrafo para el Instituto Cartográfico del Gobierno de Egipto, había volado sobre todo el Sahara y ganado muchos amigos.
Conde Almasy, antes de la guerra.
Su primera propuesta fue, en Enero de 1940, conquistar para el bando alemán al general de Estado Mayor egipcio El Masri Pascha, relegado a la inactividad por los ingleses. El Masri era enemigo de los ingleses. Simpatizaba con oficiales como Abdel Nasser y esperaba, como tantos otros, una victoria alemana sobre Inglaterra, porque con ella vislumbraba la libertad para Egipto. Este hombre podía ser un factor importante en el bando alemán.
General El Masri Pascha.
En el cuartel del almirante Canaris en Berlín, no fueron muy sorprendidos cuando el mayor de la Luftwaffe y oficial de información Nikolaus Ritter, hizo la proposición de traer a Alemania al general El Masri, y raptarlo si fuera preciso. Canaris consideró que aunque la idea era disparatada, se debía intentar.
Ritter reunió un comando especial dentro del X Cuerpo Aéreo. Estableció contacto con el enviado húngaro en El Cairo, que en ese momento se encontraba en Budapest para presentar un informe. Al diplomático no se le indicó todos los alcances de la misión. Sólo se le dijo que se quería tomar contacto con El Masri, y que se tenía la intención de poseer una emisora secreta para los importantes partes meteorológicos. El embajador aceptó.
El mayor Ritter formó un comando de diez hombres para la operación, todos de provenientes del Abwehr, al igual que Almasy : telegrafistas, especialistas en mensajes cifrados, intérpretes, choferes.
El mayor Ritter junto a Almasy.
El embajador húngaro volvió a El Cairo con un equipo de radio entre su equipaje diplomático. El equipo no fue instalado en la embajada, por precaución diplomática, si no que se le entregó a un sacerdote de nacionalidad austríaca de la iglesia de Santa Teresa, que estaba al servicio de Hungría, y que era un entusiasta aficionado de la información secreta.
De esta forma el Abwehr pudo tener un contacto fluido y establecer adecuadamente el plan para que El Masri fuera llevado a Alemania.
En principios, El Masri propuso que un submarino lo recogiera en el mar de Berollos, en el Delta del Nilo, pero fue considerado irrealizable. Después se acordó que le recogería un avión alemán en algún lugar del desierto cercano e El Cairo. Después de la toma de Creta, Ritter recibió por fin dos “He-111”, para llevar a cabo la “Acción Pascha”. Almasy, que conocía el desierto como la palma de su mano, escogió un lugar en rojo Djebel junto a la carretera de los oasis, para recoger a El Masri.
La idea era que El Masri llegara a este lugar en automóvil, después de un viaje de dos horas, una hora antes del crepúsculo y colocar una señal para el aterrizaje. Uno de los “He-111” de Ritter aterrizaría mientras el otro permanecería en el aire.
En el primer intento los aviones estaban por despegar, cuando llegó un mensaje de Santa Teresa, vía Derna, indicando que El Masri había tenido un accidente automovilístico y que no podría llegar a la cita a tiempo.
Se decidió por un segundo intento, el 7 de junio de 1941. Los aviones alemanes, uno piloteado por el capitán Haller, con Ritter a bordo, y el segundo piloteado por Almasy, que debía recoger a El Masri, llegaron al lugar acordado. Dieron vueltas por unos quince minutos, pero El Masri nunca se presentó, por lo que se pensó que el plan había sido descubierto.
Lo que en realidad había pasado es que El Masri decidió ir al encuentro de los alemanes, en un avión militar egipcio, el que capotó. En ese intertanto los ingleses se habían dado cuenta de la huida del general, pero el general realizó una cinematográfica escapatoria, y los ingleses no pudieron capturarlo hasta tres meses más tarde, internándolo en Palestina.
Continuará........