Y empieza el mambo...
Caen (3). El Día D y el Primer Asalto.
El Segundo Ejército Británico del Teniente General Dempsey desembarcó en las playas Gold y Juno el 6 de Junio de 1944. El I Cuerpo de Ejército, bajo el mando del Teniente General Crockers desplegó la 3ª División Canadiense (General Séller) en la Playa Juno, y la 3ª División Británica (General Rennie) en la Playa Sword. Sus objetivos eran asegurar una cabeza de playa y avanzar hacia el interior para asegurar la ciudad de Caen y sus puentes sobre el rio Orne. Los canadienses debían capturar el aeródromo de Carpiquet y las alturas situadas al Suroeste de la ciudad, mientras que la 3ª Div. Británica avanzaba directamente contra la población. El XXX Cuerpo de Ejército del Teniente General Bucknall desembarcó a la 50ª División (General Graham) en la Playa Gold con las órdenes de enlazar con los desembarcos Norteamericanos en la Playa Omaha, situada más al Oeste, capturar la ciudad de Bayeux y formar un sólido despliegue en el centro del frente aliado.
Los desembarcos fueron un completo éxito. Las fuerzas aliadas rompieron las defensas de la Muralla del Atlántico en Normandía y asentaron la cabeza de playa de forma eficaz. Sin embargo la 3ª División no consiguió tomar Caen el Día D, ni tampoco la 3ª Canadiense logró sus objetivos. El avance británico se detuvo a siete kilómetros de la ciudad, habían tenido la desgracia de encontrarse con la 21ª Div. Panzer en su avance hacia la costa cuando se dirigía hacia Lion Sur Mer para intentar frenar los desembarcos. Después de un inicio prometedor, la 3ª Div. Canadiense tampoco pudo lograr los objetivos fijados. Alarmados por el avance alemán sobre su flanco izquierdo, los canadienses se detuvieron y tomaron posiciones defensivas para repeler los posibles ataques posteriores.
Tanques canadienses de la 3ª División avanzando hacia el interior tras los desembarcos.
Las dos divisiones del I Cuerpo, junto con sus brigadas acorazadas asociadas, reiniciaron el avance al día siguiente. Los británicos no consiguieron llegar más cerca de Caen de lo que habían estado el día anterior, al ser repelido su avance por los granaderos Panzer de la 21ª, atrincherados a lo largo de la línea de colinas que discurrían al norte de la ciudad, en Lebisey. Unos pocos pueblos al Noroeste de Caen fueron ocupados el 7 de Junio, pero cuando el avance se encontró con el contraataque alemán, los británicos pararon y pasaron a la defensiva. La División permanecería en aquellas posiciones durante las próximas cuatro semanas.
Cuando los canadienses reanudaron el avance, el 7 de Junio, chocaron contra un grupo de combate avanzado de la 12ª División Panzer SS "Hitlerjugend". La unidad alemana había sido enviada al frente a última hora del día anterior junto con la Panzer Lehr. En la noche del 6 al 7 de Junio, el Standartenfuhrer Kurt "Panzer" Meyer, comandante del Rgto. 25ú de Granaderos Panzer SS, había desplazado sus unidades a un área alrededor de la Abadía de Ardenne, un poco al Oeste de Caen. El plan era repeler a las tropas desembarcadas, con el apoyo de la 21ª Div. Panzer de Feuchtinger, en la tarde del día 7 de Junio. Un poco después del mediodía Meyer vio a las unidades de vanguardia de la 3ª Div. Canadiense avanzando justo sobre su frente, a un poco más de un kilómetro de la abadía. Esperó el mejor momento y a las 14:00 lanzó su emboscada sobre la 9ª Brigada Canadiense, obligándola a retirarse con grandes perdidas, tanto de infantería como de tanques.
La Abadía de Ardenne en la Actualidad, cuartel general del 25 SS Panzergrenadier de Kurt Meyer. Bajo el arco a la derecha fueron asesinados 27 soldados canadienses entre el 8 y el 9 de Junio de 1944. Meyer fue sentenciado a muerte tras la guerra, pero la pena fue conmutada y fue liberado en 1954.
La 12ª División Panzer SS continuó lanzando ataques contra los canadienses durante los siguientes cuatro días, intentando una ruptura que les condujera a la costa, pero todos ellos fueron repelidos y el frente aliado se mantuvo. La mayoría de los ataques de la Hitlerjugend fueron a nivel de Batallón, apoyados por sólo Compañías de carros de combate. En ningún caso la Hitlerjugend logró aunar sus efectivos hasta gozar de la fortaleza de una auténtica división y concentrar sus ataques en un estrecho sector de la línea de frente canadiense, de forma que podría haberse abierto camino con facilidad. Sus ataques sólo podían concentrarse en puntos determinados y no disponía de la infantería suficiente como para mantener la línea; la única división de infantería en la zona, la 716ª del Teniente General Richter, había sido prácticamente aniquilada durante los desembarcos aliados. La 12ª División Panzer SS se vio forzada a pelear a la defensiva al no existir otras tropas al Oeste de Caen capaces de frenar el avance aliado y reagruparse para un ataque divisional. La presión alemana consiguió, sin embargo, forzar también a los canadienses a pasar a la defensiva, deteniéndoles muy cerca de sus objetivos. De igual modo que los británicos, permanecieron en sus posiciones durante las siguientes cuatro semanas.
Marder I montado sobre el casco de un Hotchkiss H35 francés, de la 21 Div. Panzer, al Este de Caen.
Al Oeste de la Hitlerjugend, la División Panzer Lehr se encontraba enfrentada al XXX Cuerpo de Ejército Británico, frente al avance de la 50ª División Northumbria. La Panzer Lehr era la más fuerte y mejor equipada de todas las divisiones acorazadas alemanas estacionadas en Francia, y en sus filas servían algunos de los mejores y más expertos oficiales y suboficiales de tropas acorazadas de todo el Ejército Alemán, además de disponer de unidades de Panther y Tigre I. Sin embargo, en lugar de aprovechar su potencial para un contraataque definitivo se vio obligada a luchar a la defensiva ante el agresivo avance de la 50ª División. Los combates se fueron tornando más y más duros conforme los británicos intentaban progresar más allá de la ciudad de Tilly sur Seulles.
Al otro lado del río Orne, la 6ª Div. Aerotransportada Británica había sido lanzada a primeras horas del 6 de Junio al Este de Caen. Su posición estaba conectada con la cabeza de playa aliada a través de un puente sobre el Orne en Benouville (el fámoso Puente Pegaso) y era una seria amenaza para la posición enemiga alrededor de Caen. Como era de esperar, los paracaidistas británicos se vieron bajo serios ataques de infantería apoyada por tanques desde muy primera hora, pero consiguieron mantener sus posiciones con la ayuda del fuego de artillería de la cabeza de playa del I Cuerpo de Ejército y el apoyo de artillería naval.
El Puente Pegaso en funcionamiento por gentileza de la 6ª Aerotransportada británica.
Cuando el ataque frontal para tomar Caen fracasó, Montgomery buscó otra vía para tomar la ciudad y desplegar sus fuerzas en la red de carreteras al sur de la misma. Propuso que el XXX Cuerpo avanzara hacia el interior desde la Playa Gold y entonces, junto con la 7ª División Acorazada, atacar Caen desde el Oeste. Al mismo tiempo la 5ª División Highlander desde el Este del Orne, cruzando las posiciones de la 6ª Aerotransportada. Montgomery había decidido que era el momento de utilizar a dos de sus formaciones veteranas de África, y confiaba en su éxito. Una vez que hubieran conseguido un avance suficiente desde ambos flancos, Este y Oste, se lanzaría a la 1ª Div. Aerotransportada al Sur de la ciudad, para de ese modo enlazar con las otras dos divisiones y cercar Caen.
El Mariscal del Aire Leigh Mallory, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Expedicionaria Aliada, vetó el plan de inmediato, descontento con el uso que se pretendía dar a las tropas paracaidistas. Montgomery decidió seguir adelante con el plan previsto incluso sin contar con los paracaidistas. La División Highland comenzó su ataque al Sur de Ranville el 11 de Junio e intentó tomar el pueblo de Ste. Honorine, pero fueron rechazados, con unas pérdidas mayores de las previstas, por la 21ª División Panzer. Lo siguieron intentando durante los dos días siguientes, pero no lograron ningún avance importante. Montgomery se sentía defraudado, parecía que sus Highlander, victoriosos en el desierto, hubieran perdido su antiguo empuje.
Mapa con el segundo intento (frustrado) de avance sobre Caen
El 12 de Junio, al Oeste de Caen, las Ratas del Desierto de Monty avanzaron a través del sector norteamericano y consiguieron abrir una brecha en las líneas alemanas entre Villers Bocage y Caumont, flanqueando a la Panzer Lehr. Durante la mañana del 13 de Junio el avance giró hacia el Este y las unidades motorizadas de vanguardia atravesaron Villers Bocage, y entonces comenzó el desastre. Los carros y transportes del 4ú de Infantería County of London y la 1ª Brigada de Fusileros acababan de cruzar las colinas más allá de la ciudad cuando un grupo de PVI Tigre abrieron fuego contra ellos. Se trataba de la 2ª Compañía del "schwere SS-Panzer Abteilung 101", comandada por el As de los Panzer, SS Hauptsturmfuhrer Michael Wittmann. El joven capitán dejó fuera de combate al primer vehículo al frente de la columna y entonces continuó recorriendo la carretera en dirección a Villers Bocage destruyendo a cada tanque y vehículo que se cruzaba en su camino. Los Cromwell británicos de la 22ª Brigada Acorazada disparaban contra los Tigre que se aproximaban, pero sus proyectiles de 75mm rebotaban en la gruesa coraza de los tanques alemanes. Otros Tigre de la Cia. de Wittmann se unieron a la cacería, y en cuestión de media hora detuvieron el avance de toda una división acorazada británica.
Michael Wittmann y su tripulación, en Rusia, celebrando la victoria número 88.
Aquellos del 4ú de Infantería County of London que pudieron retirarse a tiempo volvieron a Villers Bocage y la infantería de apoyo consiguió emplazar sus cañones y vehículos anticarro entre los edificios para intentar parar el ataque alemán. Wittmann regresó aquella misma tarde, esta vez con tres Tigres y un PIV Ausf.H, entró en el pueblo y continuó el ataque, esta vez entre las calles de la población. Uno de los anticarros de la 1ª Brig. De Fusileros consiguió inmovilizar el Tigre de Wittmann, y él y su tripulación hubieron de escapar a pie. El combate continuó hasta la retirada de los tanques alemanes, faltos de munición, pero fue suficiente como para alarmar al comandante de la división, el General Erskine. Ordenó a la brigada que avanzaba que se retirara y reagrupara, pero entonces fueron alcanzados por la recién llegada 2ª División Panzer. Enfrentado a tan fuerte resistencia, el ataque que pretendía flanquear Caen desde el Oeste tuvo que ser aplazado, y las Ratas del Desierto se retiraron a las posiciones del XXX Cuerpo de Ejército Británico.
La carretera de Villers Bocage tras el combate del 13 de Junio.
Ahora estaba suficientemente claro para Montgomery que el bocage de Normandía era el terreno perfecto para una fuerza que contraatacara a la defensiva. Los altos setos que rodeaban los pequeños campos, los pequeños canales, las zonas boscosas… todo se convertía en una pesadilla para los tanques, que eran víctimas fáciles para los cañones anticarro y panzerfaust alemanes. Con el apoyo de los tanques que cada vez en mayor número iban alcanzando el frente, era fácil para unos defensores con determinación frenar cualquier futuro ataque británico.
Oficial de un puesto de observación de avanzada británico, y su ayudante, dirigiendo el fuego del crucero HMS Exeter.
Montgomery decidió que haría falta un golpe mayor para salvar todos los obstáculos que se interponían entre él y Caen. La próxima ofensiva sería algo grande de verdad. Utilizaría unidades completamente frescas, dos Div. de Infantería, una Div. Acorazada y dos Brig. Acorazadas independientes; todo ello contra una zona concentrada del frente para machacar definitivamente la línea alemana. El ataque principal se realizaría al Oeste de Caen, y un total de 60.000 hombres, 600 tanques y 300 cañones se lanzarían sobre el enemigo. Antes de que el Comandante del 21ú Grupo de Ejércitos pudiera reunir a sus fuerzas el clima se volvió en su contra.
El tiempo atmosférico era siempre uno de esos factores que los aliados no podían controlar, aunque si eran conscientes de los problemas derivados de él. Si Hitler dependía de alguna cosa fuera de su control también era del tiempo. Sabía que la inestable naturaleza de el Canal de la Mancha, con súbitas tormentas y prolongados periodos de fuerte viento, era un obstáculo importante para cualquier intento de invasión aliada. De igual modo, siempre confió en que una de las muchas tormentas de verano de El Canal sumiría en el caos a las eventuales cabezas de playa, y los aliados necesitaban de un puerto seguro y resguardado para abastecer de los suministros necesarios de forma continuada a la fuerza de invasión. Por esos motivos todos los puertos de El Canal estaban fuertemente defendidos, y los oficiales al mando tenían las órdenes de destruir sus instalaciones en el caso de estar en peligro de caer en manos aliadas. Los aliados, conocedores anticipadamente de la situación iniciaron el desarrollo y la construcción de puertos prefabricados, llamados Mulberry, para ser usados en las playas de Normandía. Dos fueron construidos, uno para los norteamericanos y otro para los británicos.
El 19 de Junio, justo cuando las últimas secciones de aquellos dos puertos artificiales habían sido instaladas, una gran tormenta de verano, incluso mayor de la que Hitler podría haber imaginado en sus mejores sueños, se desató sobre la costa de Normandía. El Mulberry de la Playa Omaha fue casi destruido, y el británico en Arromanches sufrió grandes daños. La tormenta continuó durante cuatro días, interrumpiendo completamente el suministro de hombres y equipamiento. Fue un enorme contratiempo para Montgomery, ya que sus divisiones en el frente necesitaban un constante flujo de suministros. Sus nuevas divisiones, de camino desde Inglaterra, perdieron días en el mar, esperando que la tormenta amainara, y ellos supuso que Montgomery, que había planeado la nueva ofensiva para el 21 de Junio, tuviera que posponerla cinco días. Cinco días sin suministros, cinco días de lluvias intensas y cinco días sin apoyo aéreo. Este último inconveniente para los británicos fue de gran alivio para el enemigo; por primera vez desde el Día D podrían mover sus fuerzas a plena luz del día, sin tener que preocuparse de la amenaza de los cazabombarderos aliados.
El Mulberry británico en Arromanches, que fue dañado durante la tormenta del 19 de Junio. Fue reparado y continuó en uso durante toda la guerra.
Es interesante remarcar que los norteamericanos, al contrario que los británicos, nunca intentaron reparar su Mulberry, de hecho habían aceptado la idea por tratarse de algo apoyado y defendido directamente por Churchill. Continuaron usando el método de desembarcar suministros directamente en las playas tras comprobar que embarcaciones como las LCT (Landing Craft Tank) y las LST (Landing Ship Tank) eran capaces de alcanzar la orilla de forma segura, siendo reflotadas una vez vacías con la siguiente marea. Una LST MKII podía transportar 300 hombres y hasta 60 tanques y vehículos hasta la playa. Otros suministros podían acarrearse usando vehículos anfibios, como los DUKW, y balsas, como los Rhino. En las semanas siguientes a la tormenta, los norteamericanos fueron capaces de alcanzar unos ratios de entrega de suministros incluso mayores que los realizados en el Mulberry británico. Para el 29 de Junio los británicos habían desembarcado 11.000 toneladas, mientras que los norteamericanos habían conseguido 20.500 en las playas Utah y Omaha.
Continuará…
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