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La guerra en el este de Europa
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Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Jue Dic 03, 2009 1:05 am

Hola a todos.
Ya que hemos hablado mucho sobre Paulus y su pasivo papel en Stalingrado, sobre Manstein y su su relación con el VI Ejército y sobre el papel rebelde del general von Seydlitz, creo que sería interesante abordar un poco el papel del jefe de Estado Mayor del VI Ejército, el general Arthur Schmidt.
Bien es sabido, que el Alto Mando colocó a Schmidt en ese puesto, ya que se tenía conocimiento del carácter dubitativo de Paulus, y se requería un jefe de Estado Mayor enérgico. Quizás demasiado enérgico. Cuando Schmidt alcanzó su puesto en sustitución de Ferdinand Heim, von Bock estaba convencido de que Schmidt aportaría más firmeza al VI Ejército, tanta firmeza que Paulus parecía estar dominado por Schmidt. No todos en el cuartel general del VI Ejército estaban a favor del nombramiento de Schmidt como jefe de Estado Mayor. (2) El general Doerr, en sus memorias, describe la relación entre ambos generales:
"La relación entre los dos era correcta, pero vacía de calor humano. Paulus era inteligente, tenía un talento operativo, era un hombre generoso, muy sensible, fácilmente impresionable, pero no tenía una fuerte personalidad. Su jefe de Estado Mayor estaba soltero, era listo, enérgico, un táctico competente, un hombre duro hasta la médula, hasta el punto de la inflexibilidad.
Los dos comandantes se podrían haber complementado bien, pero Schmidt era el hombre fuerte y dominante. No había falta de armonía en la cúpula. Tampoco los diferentes caracteres de los dos hombres, y su correcta y formal relación, tuvieron una influencia negativa en el mando del VI Ejército. El elemento fatal que los unió fue algo común a ambos. Fue su creencia en Hitler y su confianza en él. No podían imaginarse que su supremo comandante pudiera mentirles, o hacer solemnes promesas que no podría cumplir."
(1)

Imagen
Fuente: http://www.stalingradbattle.nl/personen/schmidt.htm
El general Arthur Schmidt, jefe de Estado Mayor del VI Ejército.

El coronel Wilhelm Adam, ayudante de Paulus, tampoco tenía una buena relación con Schmidt. En una visita a los cuarteles de Hitler en Vinnitsa, preguntó sobre la posibilidad de relevar a Schmidt, que constantemente "daba lecciones a Paulus como si se tratase de un pupilo desobediente, en presencia de sus oficiales de Estado." (1)

¿Cómo se puso de manifiesto esa el control que Schmidt ejercía sobre Paulus y cual fue la actitud de Schmidt como jefe de Estado Mayor durante la batalla de Stalingrado?
Schmidt se caracterizó por cumplir las órdenes de Hitler sin titubeos y por defender a ultranza la orden del Führer de resistir en la fortaleza de Stalingrado. Incluso cuando Paulus, finalmente dudaba a la hora de tomar cualquier decisión, fue Schmidt el que siguió insistiendo en permanecer en el Volga y no desobedecer las órdenes e Hitler. El capitán Diatlenko, encargado de interrogar a los oficiales que caían prisioneros en la bolsa, no tenía dudas de que Schmidt era "los ojos y el brazo derecho del Partido Nazi" en el VI Ejército, porque los oficiales capturados informaban de que "Schmidt mandaba el ejército e incluso al propio Paulus". (2)
Estilo muy parecido el que adoptó el general Heitz, otro nombre para recordar entre los despropósitos del final de la batalla y que tiene cierto paralelismo con la actitud de Schmidt, tal como veremos después, pues hay algunos datos no muy conocidos sobre el destino final de Schmidt en la bolsa.

Recapitulando algunos datos ya expuestos en mensajes anteriores y con la intención de agruparlos todos en este hilo, sería necesario remontarnos al 21 de noviembre, cuando Schmidt habló por teléfono con el general Martin Fiebig, comandante del VIII Fliegerkorps, y le informó de que era imposible abastecer al VI Ejército por aire. Sobre esta conversación, tenemos constancia en los diarios de guerra de la IV Luftflote:
"El 21 de noviembre por la noche el general Fiebig, comandante en jefe del VIII Cuerpo aéreo, ha llamado al mando del Sexto Ejército y a su jefe de Estado Mayor, general Schmidt, en Nishne Chirskaia, y les ha ofrecido un examen de la situación cerca de Kalach. Schmidt ha contestado: 'No existe un peligro inmediato contra el puente. El puente será defendido desde las alturas de Kalach. El comandante en jefe tiene la intención de formar un cerco...'
El general Fiebig le ha preguntado como se imaginaba el abastecimiento del Sexto Ejército, que prácticamente había quedado ya interrumpido. El general Schmidt ha contestado: 'Por el aire.' A esto ha respondido el general Fiebig, lo que ha sido escuchado a través del segundo aparato por el comandante en jefe, capitán general Paulus: 'Es del todo imposible abastecer desde el aire a todo un Ejército. La Luftwaffe no cuenta con suficientes aviones de transporte'."
(3)
A pesar de haber sido repetidas veces advertido de que no era posible el suministro aéreo, Schmidt no dudó en culpar del desastre a la Luftwaffe, cuando el comandante Thiel, aterrizó en la bolsa el 19 de enero:
"Con estas últimas palabras, Seydlitz se refería sin duda a una escena dramática que se había desarrollado el 19 de enero, en el Estado mayor del 6.º Ejército y cuyo final presenció él mismo. Como enviado del mariscal Milch, nombrado demasiado tarde por Hitler encargado especial del abastecimiento aéreo del 6.º Ejército, había comparecido ante Paulus el comandante Thiel, joven jefe de escuadrilla de cazas. El objeto de su visita era adquirir información sobre todas las cuestiones relacionadas con aquel trabajo conjunto, planteando preguntas y recogiendo respuestas. En aquella ocasión, Paulus y Schmidt, terriblemente excitados, abrumaron al pobre aviador, a causo del fracaso del Arma Aérea, con los más duros reproches en los que se ponía de manifiesto la amarga decepción y también quizás el opresivo sentimiento de culpabilidad de los lectores del 6.º Ejército frente a la catástrofe que se aproximaba. Preso de incontenible cólera, el jefe de Estado Mayor terminó declarando que la aviación había traicionado al 6.º Ejército y que nunca podría lavarse la mancha de aquel crimen." (4)

Imagen
Fuente: http://blog.roodo.com/ephesos2005/c8d462f7.jpg
El general Friedrich Paulus, comandante en jefe del VI Ejército.

Otro de los episodios a destacar fue el memorando que el general de Artillería, Walter von Seydlitz Kurzbach, comandante en Jefe del LI Cuerpo de Ejército, escribió el 25 de noviembre al general Paulus, afirmando con todo lujo de detalles, que era imposible abastecer al VI Ejército y que éste debía romper el cerco. Schmidt, al leer el citado documento escribió de su puno y letra: "No tenemos por qué irle al Führer con quebraderos de cabeza, y el general von Seydlitz no tiene por qué quebrársela al comandante en jefe." Schmidt no cursó el documento, fiel a su idea de que el VI Ejército debía permanecer a toda costa en Stalingrado, y fue finalmente el propio Paulus quien lo envío al Grupo de Ejército Don, dos días después.

A principios de diciembre, el LI Cuerpo de Ejército presentó algunas objeciones al jefe de Estado Mayor, sobre las descripciones demasiado favorables sobre la situación, que Schmidt enviaba desde la bolsa a sus superiores. "Con este motivo surgió una controversia entre el jefe de mi Estado Mayor, coronel Clausius, y el general Schmidt. El resultado fue una modificación de la clave en los mensajes radiados, al objeto de que ya no pudiésemos enterarnos de nada." (4)
Algo parecido le ocurrió al comandante Zitzewitz, el enlace que Zeitzler había enviado a la bolsa, para informarle de todo lo que aconteciese, sin capacidad de enviar órdenes, lo contrario de lo que afirmaba Manstein. Los mensajes que enviaba Zitzewitz debían ser revisados y aprobados por Schmidt, hasta que un día, este último quiso suavizar una serie de afirmaciones que reflejaban la gravedad de la situación y le sugirió a Zitzewitz que la situación no eran a un tan grave para emitir un juicio tan pesimista. Por ello, Zitzewitz se vio obligado a saltarse la aprobación de Schmidt para poder enviar los mensajes más importantes.

No deja de ser curiosa esa predisposición de Schmidt a suavizar la situación, a la hora de valorar los hechos y emitir juicios sobre el estado d el Ejército. Sin ir más lejos cuando Manstein envió a la bolsa a su jefe de Estado Mayor, el general Schulz y al coronel Busse, Schmidt les comentó que la situación no era tan grave, y ambos erróneamente sacaron la conclusión que transmitieron fatalmente a Manstein de que "el VI Ejército contaba con abastecimiento suficiente por vía aérea y no juzgaba desfavorables ni su situación ni sus posibilidades de resistencia en la bolsa." Otro episodio parecido ocurrió cuando el jefe local de Aviación le comentó a Schmidt la imposibilidad de ser abastecido por aire, pero éste le contestó: "¡Todo se arreglará! ¡Y por otra parte, primero podemos consumir los numerosos caballos que hay dentro de la bolsa!". El mismo Schmidt le comentó al comandante Eissman, llegado a la bolsa el 19 de diciembre, que sólo con que mejorase un poco el abastecimiento del VI Ejército "podrían mantener las posiciones hasta Pascua de Resurrección", pero en cambio, la posible ruptura le parecía "una solución catastrófica".
El capitán Günter Toepke, Ib de la 94.ª I.D, estaba extrañado por el inusitado optimismo de Schmidt, cuando en diciembre reinaba el pesimismo después de haber sido abandonada la idea de romper el cerco. "No debemos ver las cosas tan negras", decía Schmidt después del fracaso de Wintergwitter, "hasta ahora siempre se ha encontrado una solución y también esta vez se encontrará. Recuerde usted que el en invierno pasado, en el frente norte, estuvo también cercado mucho tiempo el II Cuerpo de Ejército y fue abastecido por el aire hasta que llegaron los socorros." Seydlitz estaba horrorizado y preocupado por las comparaciones entre la bolsa de Stalingrado y la de Demjansk, y ya en su memorando del 25 de noviembre, advirtió de tal hecho.
Para rematar aun más la criticable actitud de Schmidt, el 23 enero, día en que el coronel Selle, jefe de Zapadores del VI Ejército abandonó la bolsa, Schmidt lo despidió dándole el siguiente recado: "Diga usted en todos los sitios donde lo considere oportuno que el VI Ejército ha sido traicionado por los Altos Mandos y que lo han dejado en la estacada". Parece ser que finalmente Schmidt se dio cuenta de las mentiras y promesas incumplidas de Hitler, pero eso sí, demasiado tarde y sin reconocer que él fue el primero en creerlas y aplicarlas.(4)

Finalmente, el día 25 de enero, el general de Artillería von Seydlitz se reunió con Paulus, y le rogó que capitulase de una vez y no alargase más la ya de por sí, innecesaria agonía del VI Ejército. Seydlitz le insistió en que si no iba a dar ninguna orden al respecto, a cada oficial y soldado se le plantearía la pregunta de si debería obrar por su cuenta. Paulus respondió sin hacer comentario alguna: "Yo no hago nada", y Schmidt guardó silencio. Seydlitz anunció que obraría entonces por su cuenta, pero ni Paulus ni Schmidt respondieron. Nada más llegar a su puesto de mando, Seydlitz emitió la orden a los comandantes de regimiento y de batallón de que quedaban autorizados para actuar por su cuenta. La orden rezaba así:

LI Cuerpo de Ejército
Stalingrado, 25-1-1943, 21.00 horas

Orden del Cuerpo
1. Situación cada hora más catastrófica
2. Aprovisionameiento aéreo totalmente suspendido desde hace días
3. No se espera una orden del VI Ejército sobre el inminente final de la bolsa.
4. Ordeno en consecuencia:
Se debe evitar a toda costa el desgajamiento del frente en porciones aun más pequeñas, a causa de los ataques rusos y por último que se produzcan más pérdidas sin sentido.
Los comandantes de reigimientos y batallones reciben el permiso, según la situación local, de agotar la munición restante y con ello suspender la lucha.

Firmado vonSeydlitz
general de Artillería


Después de enterarse de la capitulación de Seydlitz, el Ejército lo desposeyó del mando de sus unidades que quedaron al mando del general Heitz. Seydlitz atribuye esa orden sin género de dudas al general Schmidt, promotor de la orden de resistencia a ultranza.
Curiosas son las declaraciones de Schmidt después de la guerra, en las que afirmó que el día 22 recomendó a Paulus capitular. Es extraño ya de por sí, cuando parece que fue él el que hizo disparar sobre los rusos que el 9 de enero intentaron iniciar las negociaciones para la capitulación del VI Ejército, según las declaraciones del coronel Adam al capitán Diatlenko (2) y cuando era él el que negaba cualquier posibilidad de capitulación. Si lo que afirmó Schmidt era verdad, es extraño que el día 25 de enero, cuando Seydlitz rogó por la capitulación del VI Ejército, Schmidt se quedara en segundo plano y guardase silencio, en vez de unirse a Seydlitz apoyando la rendición. Y más extraño aun cuando el coronel Müller, jefe de Estado Mayor del XIV Cuerpo Blindado rogó a Paulus que capitulase y Schmidt le comentó que "los soldados aun tenían bayonetas y dientes para seguir luchando". (4)

Imagen
Fuente: http://img259.imageshack.us/i/seydlitztl3.jpg/
Von Seydlitz Kurzbach, comandante del LI Cuerpo de Ejército.

Como ya he comentado, la actitud de Schmidt y Paulus es muy criticable, ya que exigieron a sus extenuados hombres luchar hasta la última bala, pero cuando les llegó el turno a ellos no lo hicieron. Moralmente no es lícito actuar de esa forma cuando uno mismo no actúa en consecuencia de la misma manera. En ese caso, Paulus y Schmidt debían haber capitulado o intentado romper el cerco, pero no exigir el extremo sacrificio de sus hombres, excluyéndose ellos mismos de esa última orden. Un caso parecido es el del general Heitz, general en jefe del VIII Cuerpo de Ejército, que después de asumir el mando las tropas del general von Seydlitz, emitió una orden el 29 enero en la que se prohibía cualquier capitulación o izado de bandera blanca bajo pena de ser fusilado. Por culpa de esa orden, cuando el Estado Mayor del LI Cuerpo se entregaba a los rusos, los alemanes abrieron fuego por la espalda contra sus propios oficiales, muriendo dos de ellos. Traduzco del alemán, las memorias de von Seydlitz:
"Después de formar, fuimos conducido por un teniente ruso y uno o dos soldados del ejército rojo en fila india por una estrecha escalera que subía por la pared del barranco, para reunirnos arriba, con los cuatro generales a la cabeza. Arriba ya habían llegado entre cinco y seis generales, cuando de pronto ametralladoras alemanas nos dispararon por la espalda. Los alemanes disparaban contra alemanes por la orden de von Heitz, en la que se amenazaba con la muerte cualquier intento de capitulación. Dos de nuestros camaradas fueron alcanzados mortalmente en la espalda y rápidamente quedaron fueran de la fila: el coronel de zapadores Schilling y capitán de caballería Bethge del Estado Mayor de mi cuerpo. Cayeron por la pendiente, hasta los pies de los soldados y oficiales rusos." (5)

Curiosamente, Heitz se rindió días después junto con su Estado Mayor. Un oficial bajo su mando advirtió que su Estado Mayor, casi seguro con su consentimiento, había ya preparado banderas blancas. (2)
Pero lo que no es muy conocido es lo que sucedió, tal como afirma Seydlitz en sus memorias, el día 25 de enero, durante su reunión con Paulus y Schmidt: "Al principio se desarrolló una breve conversación sobre un mensaje radiado del OKH, del general Zeitzler, que Schmidt me mostró. Había recibido la orden, de que debía ser evacuado por aire. Y añadió que el último avión había despegado ayer de Stalingradski. ¡Demasiado tarde!" (5) Es verdaderamente cínico que Schmidt exigiese a sus hombres resistir hasta la última bala y morir en Stalingrado y no incluirse en tal acción, pero abandonar el Kessel después de eso, tal como lo tenía planeado, ya no tiene palabras. Y no sucedió sólo por un día de diferencia. Seydlitz lo interpretó como un castigo del destino.

Por último, si Schmidt estaba a favor de la capitulación, desde el 22 de enero, el mensaje radiado desde el Kessel el 29 de enero, es cuanto menos contradictorio. Ese mismo día, la víspera del 10º aniversario de la ascensión de Hitler al poder, se emitió el siguiente mensaje:
"¡Al Führer! El VI ejército felicita al Führer en el aniversario de su ascensión al poder. La bandera de la esvástica todavía flamea en Stalingrado. Que nuestra lucha sea un ejemplo para las generaciones presentes y futuras para que nunca se rindan en situaciones desesperadas de modo que Alemania logre la victoria al final. Heil mein Führer! Paulus".
Aunque el mensaje estaba firmada por Paulus, el tono del mismo y su redacción apuntan a que el autor del mismo fue el inflexible Schmidt. Por aquellas fechas Paulus estaba enfermo de disentería y desmoralizado, y seguramente aprobó la emisión del mensaje escrito por Schmidt. Tal conclusión viene respaldada por la contestación que Paulus dio en los juicios de Nuremberg al ser preguntado por dicho mensaje: "Lamento que en aquellas fechas, ignorante de la situación. Dejase cursar dicho mensaje y no lo suprimiera." (4)

Durante las conversaciones con los rusos sobre la capitulación del VI Ejército, fue Schmidt el que discutió los términos, y aque Paulus se hallaba al borde del colapso y es una prueba más de cómo Schmidt manejaba a Paulus. También lo es el hecho de que cuando los oficiales del Ejército Rojo se disponían a interrogar a Paulus y Schmidt, el teniente Tarabrin oyó como Paulus le preguntaba a su jefe de Estado mayor "¿Qué debo decir?". Y por último, ya en la primavera de 1943, a NKVD trasladó al general Schmidt lejos de Paulus, porque era visto como una mala influencia.(2)

Fuentes:
(1) Field Marshal von Manstein: The Janus Head – A Portrait
(2) Stalingrado, de Antony Beevor
(3) Stalingrado y yo, de Walter Görlitz
(4) Stalingrado, de Joachim Wieder
(5) Stalingrad, Konflikt und Konsequenz, de Walter von Seydlitz


Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Vie Dic 11, 2009 12:58 pm

Hola a todos.
Quisiera añadir un apunte más sobre Schmidt, a la hora de valorar su actuación en la batalla de Stalingrado. Schmidt fue un acérrimo defensor de la resistencia a ultranza, tal como hemos visto, pero cuando le llegó la hora de demostrarlo a él, simplemente se entregó al enemigo, y lo que es peor, ya tenía orden para abandonar el Kessel el día 25 de enero, tal como indica el general von Seydlitz en el texto anterior.
El siguiente testimonio proviene del coronel Günther Ludwig, jefe de Regimiento de Aritllería Acorazada, núm. 4.

"Un profundo silencio se cernía sobre la Plaza Roja, en contraste indescriptible con el estrépito de los días y las noches anteriores. Por la profunda nieve volví una vez más a mi 'posición' en el borde sur de la Plaza. Nuestro centinelas se pegaban aislados a las sombras de las ruinas. Hacía días que no tenían fuego que los calentara, ni alimentos, ni armas pesadas. No podrían resistir, como les pasaba ya desde hacía tiempo, un nuevo ataque.
Mis negociaciones con el bando ruso tenían que parecer justas; con la conciencia tranquila me encaminé al puesto de mando del Ejército decidido a asumir toda la responsabilidad.
Me recibió el general Schmidt en presencia del general Roske.
— Se ha puesto usted en comunicación por radio con los rusos. Sabe que eso está estrictamente prohibido — fue el saludo.
Describí en pocas palabras la situación y las circunstancias que me habían obligado a dar aquel paso. Sin interrumpirse, Schmidt escuchaba con rostro impenetrable mi relato mientras Roske permanecía en pie, aparte. Cuando mencioné que un parlamentario me había hablado desde el teatro, fui interrumpido, de repente y de modo espontáneo, con violentos ademanes y las siguientes palabras:
— ¡A usted van a verlo parlamentarios, a nosotros no viene ninguna!
Sonaba a un grito de socorro. Me quedé sin habla, como si hubiera caído de las nubes.
— Si sólo se trata de eso, mi general, me comprometo a que esta mañana a las ocho aparezca un parlamentario delante de esta casa — fue mi respuesta.
— ¡De acuerdo!
El general Schmidt cambió por ensalmo. De repente, casi alegremente animado, aprobó mi decisión de que cuando clareara el día fuese con mis oficiales y soldados a constituirnos prisioneros y que me cuidase de que a las 8 un alto oficial ruso estuviese ante el "Almacén".
Segundos más tarde, me había quedado solo, meneando la cabeza en el sótano crepuscular del puesto de mando de Paulus. ¡Con qué este era el final de aquella 'lucha hasta el último cartucho' que el señor Schmidt había tenido sin descanso en la boca! Profundamente abatido, pero también con otra visión del futuro, recorrí despacio por la Plaza Roja el camino que me llevaba mis camaradas.
Por la mañana acabó, conforme a lo prometido, la tragedia de Stalingrado."


Así actuó el defensor de la defensa hasta el último cartucho, de igual forma que Paulus y el general Heitz.

Fuente: Stalingrado, de Joachim Wieder

Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Mié Jul 17, 2013 3:29 am

Ha sido un auténtico placer haberme pasado la noche leyendo varios posts(especialmente tuyos, Paradise), entre ellos éste. Bueno, no digo nada nuevo sobre Paulus si afirmo que me parece una de las figuras más decepcionantes del Frente Oriental. Un académico sobresaliente, probablemente conocedor de todos los aspectos que componían un campo de batalla, pero claro, esos datos eran principalmente teóricos. Tuvo que ser un Jefe de Estado Mayor brillante, razón por la que Reichenau se empeñó en que él fuera su sucesor, pero nunca debió haber llevado el peso de todo un ejército, y más cuando se trataba del VI, uno de los emblemas de la Wehrmacht.

Me da auténtica lástima lo de Paulus, al ser un hombre cuya ambición superaba por mucho su capacidad de llevar esos galones. Pero con toda justicia, su nombre, junto al de Schmidt y otros tantos oficiales del VI Ejército, perdurarán en el tiempo como buenos ejemplos de la entrada "cobarde", en cualquier diccionario.

Y siguiendo con el hilo del tema, uno de mis sueños es viajar a Volgogrado, y poder contemplar esa mítica edificación. Según he leído por ahí, son bastantes los que han vuelto con las manos vacías de la ciudad, al serles imposible encontrar los grandes almacenes. Su emplazamiento debe ser confuso a más no poder, así que el día que vaya llevaré una guía turística, creada a partir de los datos encontrados en este foro xD.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Mié Jul 17, 2013 10:50 am

Hola Witt y gracias por tus elogios.
Si te ha gustado leer los hilos el tiempo invertido en ellos ha valido la pena... :wink:
Yo puedo entender a Paulus hasta el momento de su capitulación, aunque no comparto sus decisiones. Pero a partir de su capitulación Paulus pierde cualquier tipo de dignidad debido a su comportamiento.

No sé si ya lo has visto en el foro, pero si quieres visitar Volgogrado en un futuro, aquí tienes una guía de los lugares más emblemáticos de la ciudad:
viewtopic.php?f=17&t=7734

Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Mié Jul 17, 2013 7:06 pm

Hola, Pvt. Witt

¿por qué tildas a Arthur Schmidt de cobarde?
Se le podrá acusar de muchas cosas, pero de cobarde...

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Mié Jul 17, 2013 9:02 pm

Que fuera un general con tendencia a entrar en cólera, y con una determinación total a la hora de tomar decisiones, no quita que, a mi juicio, demostrara una actitud cobarde en los momentos previos a la capitulación del VI Ejército. No fueron pocos los casos en los que amenazó con fusilar a algunos de sus compañeros, por el simple hecho de sugerir la rendición incondicional, y cuando a él le llegó el momento de luchar... izó la bandera blanca, después de que muchos de sus soldados se sacrificaran bajo sus órdenes. Y eso sin comentar el célebre rumor que lo sitúa intentando huir del Kessel pocos días antes, por vía aérea.

Sus soldados demostraron un valor, y un coraje, muy superiores al que tuvieron los que decían ser sus líderes.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Mié Jul 17, 2013 9:26 pm

En cuanto a los rumores de huida del kessel, vamos a darlos por no escuchados.
¿pretendía escapar así por las buenas en un avión de la Luftwaffe y plantarse en el aeropuerto de Tempelhof?
¿y allí qué diría para escapar del consejo de guerra?
Porque no creo que hubiera saltado en paracaídas a mitad de trayecto con el fin de esconderse hasta el final de la Guerra.
Esos rumores, que yo nunca había escuchado, por pura lógica, son imposibles.

En cuanto a su determinación, lógicamente, ya que Paulus no la tenía, y habida cuenta que, de facto, Schmidt era el que dirigía el 6º armee, debía tenerla por fuerza, pues sin carácter no se podía sobrellevar aquella situación.

No se si amenazó con fusilar a nadie, en todo caso la orden de rendición no la dio él, sino Paulus.
Bien es cierto que durante los años de cautiverio que estuvo en la URSS, Schmidt se negó a colaborar con sus compañeros que se habían pasado al otro bando (como Paulus, por ejemplo). Esto le costó que durante 12 años no fuera ni bien tratado ni bien considerado, lo cual no le ablandó lo más mínimo.

Schmidt obedeció y cumplió las órdenes de Hitler, se le podrá acusar tal vez de ser un nazi convencido, de no haber dado la orden, pasando por encima de Paulus, de romper el cerco y otras muchas cosas.

Pero Schmidt no fue un cobarde, cosa que muchos de sus compañeros sí lo fueron, al pasarse al comité nacional de la Alemania libre o la liga de oficiales, que no eran sino marionetas en manos del NKVD.
Precisamente por no traicionar a los soldados muertos en Stalingrado, Schmidt se mantuvo firme en sus decisiones en el cautiverio, lo cual le ocasionó bastantes disgustos.

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Mié Jul 17, 2013 10:57 pm

Hola a todos.
Si vamos a seguir con el tema de Schmidt, como así parece, trasladaré estas últimas aportaciones a otro hilo más conveniente, pues este trata sobre los almacenes Univermag.

Sobre la posible evacuación de Schmidt, tal hecho queda reflejado en las memorias del General de Artillería Seydlitz von Kurzbach: Stalingrad: Konflikt und Konsequenz.
Me remito a otro hilo, pues ahora mismo no tengo el libro aquí, sino en Alemania. Seydlitz afirma lo siguiente en sus memorias, el día 25 de enero, durante su reunión con Paulus y Schmidt: "Al principio se desarrolló una breve conversación sobre un mensaje radiado del OKH, del general Zeitzler, que Schmidt me mostró. Había recibido la orden, de que debía ser evacuado por aire. Y añadió que el último avión había despegado ayer de Stalingradski. ¡Demasiado tarde!".
Tal hecho no llegó a suceder tan sólo por un día de diferencia. Seydlitz lo interpretó como un castigo del destino. De todas formas no he podido contrastar tal afirmación con otras fuentes.

Ahora bien, Paulus fue un cobarde que llevó a la tumba al VI Ejército por su miedo a desobedecer a Hitler (visto lo que le sucedió a Sponeck no es de extrañar). Y Schmidt llevó a la tumba al VI Ejército por su fanatismo ciego.

¿Y qué es mejor o peor? ¿Pasarse al lado de los soviéticos para derrocar a Hitler, como hicieron los oficiales del NKFD o seguir apoyando un régimen criminal como el nacionalsocialista, tal y como hizo Schmidt? Yo lo tengo muy claro. Prefiero luchar en contra del nacionalsocialismo. Pero ahí radica el problema: ello conlleva aliarse con otro régimen criminal. Las condiciones que se hizo llegar al NKFD no suponían una instauración del comunismo en Alemania, por lo que apoyaron tal propuesta. Pero su error fue creer a pies juntillas lo que el régimen soviético les propuso, y como hemos visto durante la posguerra, fue algo que no se respetó con la posterior división de las dos Alemanias.

De todas formas no creo que luchar en contra del régimen nacionalsocialista fuera una traición a los hombres que murieron en Stalingrado. El VI Ejército fue sacrificado sin ningún miramiento y su destrucción no tuvo un germen que floreciera más tarde para justificar tal masacre. Creo más coherente posicionarse en contra de un Alto Mando que no apreciaba en lo más mínimo la vida de sus hombres. Y esa fue la moral de las tropas alemanas durante los últimas días de enero de 1943: desengaño, decepción y odio contra el Alto Mando alemán. Los verdaderos traidores fueron los oficiales que se rindieron tras exigir a sus hombres luchar hasta la última bala, y el Alto Mando alemán al que no le importaba el sacrificio de 250.000 hombres. Esos fueron los verdaderos traidores, no los oficiales que se posicionaron después en contra de tales hechos para que no se volvieran a repetir, y tal como preveían, llevarían a Alemania a una destrucción segura.
Pero para ello se aliaron con el diablo, algo que tampoco hay que olvidar.

Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Mié Jul 17, 2013 11:51 pm

Sí, Paradise, esto que comentas es más o menos discutible, y estaremos más o menos de acuerdo, pero en fin, no te discuto que puedas llevar razón en cosas, aunque para mi la traición es siempre mala cosa, una cosa muy fea (independientemente de que el régimen nazi fuese netamente criminal, como así era), porque además los que traicionaron estaban tan contentos dentro del régimen y nada decían de los crímenes que en retaguardia se cometían, hasta que cayeron en manos de los soviéticos, y pasaron a venderse a un régimen tan criminal como el que acababan de traicionar.
Sin duda los que pagaron el pato son los pobres soldados muertos.

Pero, como te decía, más allá de discutir sobre Paulus o Seydlitz, cosa que ya hemos hecho y conoces mi parecer al respecto ( :twisted: ), lo que yo pretendía aclarar es que la palabra cobarde no se ajusta a Schmidt. Fanático, vale, lo acepto; nazi, pues sí, parece ser que lo era, pero cobarde, no se por qué.
En todo caso, según comentas, Schmidt había recibido la orden, de que debía ser evacuado por aire, y eso no sería huir, sino acatar una orden proviniente del OKH.

Si quieres trasladar esto y hacer un nuevo hilo sobre Schmidt, por mi vale. Se pueden discutir bastantes cosas sobre su figura (aunque qué no habremos dicho ya en este foro sobre el asunto).
Y así dejamos tranquilos a los Univermag.

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Jue Jul 18, 2013 2:27 am

Pido disculpas por haber podido desviar la temática inicial del hilo, pero considero que lo que estamos discutiendo forma parte de la historia de este edificio.

Que Schmidt fuera un hombre de inquebrantable carácter es algo que no se puede discutir, pero no veo en ello nada que pueda ser reconocido como valor. Posiblemente nunca dejó de lado sus principios políticos, pero en su ámbito, el militar, condujo a la muerte a miles de soldados, que luchaban por una causa que el ya consideraba perdida. Buena prueba de ello son estas líneas extraídas de La Batalla de Stalingrado, de William Craig: En Univermag, Arthur Schmidt había interceptado a un coronel llamado Steidle, que deseaba suplicar a Paulus que capitulase. Enfurecido con aquel hombre, Schmidt le amenazó con el pelotón de ejecución.
____________________________
Durante la tarde del 29 de enero, Wilhelm Adam recibió más pruebas de que Schmidt no tenía intenciones de combatir hasta el último aliento. El ordenanza de Schmidt hizo entrar de improviso a Adam en la habitación de su jefe de Estado Mayor, señalándole una maleta colocada en un rincón, cuchicheó:
- A todos sus subordinados les dice: "Debe usted resistir, no habrá capitulación. Pero él mismo ya está dispuesto para el cautiverio".
Poseído por el odio, Adam regresó a su camastro y meditó tristemente acerca de todo aquello.


Lo reitero, para mí no hay nada más cobarde, e incluso sinónimo de traición a sus hombres, que pregonar un sacrificio heroico, y llegado de dar ese paso hacia delante... bueno, ¿para qué seguir? Y, sinceramente, no veo nada elogiable en su etapa de prisionero de guerra(más allá de que volvió a demostrar ser un tipo duro). ¿Qué sentido tiene defender, con tu propia integridad, al régimen que te abandonó a tu suerte en plena Estepa? Insisto, en muchas ocasiones actuaba más como un político, que como un militar de su rango.

Que Paulus cumpliera la parte formal de la rendición, no quita que nuestro querido hamburgués estaba de acuerdo con ésta, y en caso de que no hubiera sido así, desde la Guarida del Lobo se le hubiera autorizado para relevar a Paulus del cargo.

Pd: El que haya intentado salir por aire del Kessel fue algo que leí hace tiempo, pero al no recordar, ni disponer de la fuente(y por la improbabilidad de este hecho, como tú bien has argumentado), lo califiqué como rumor.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Jue Jul 18, 2013 4:09 am

El hecho de que Schmidt infundiera valor en sus hombres aunque él considerara la causa perdida, no le califica como cobarde.
Más aún, es difícil sacar fuerzas de flaqueza e intentar infundir ánimo en los demás cuando uno mismo no está convencido de ello.

A partir de 1944 la guerra para Alemania estaba perdida, los altos mandos lo sabían. Pero no por ello son cobardes por conducir a la muerte a miles de soldados, que luchaban por una causa que ellos (los altos mandos) ya consideraban perdida.
¿es Fritz Witt un cobarde por mandar a la muerte a sus soldados en Normandía?
¿es Wilhelm Monkhe un cobarde por hacer que sus soldados defendiesen la ciudadela de Berlín y diesen la vida por ello cuando todos sabían que todo estaba perdido?
¿es un cobarde Andreas von Aulock por hacer que sus soldados defendiesen St.Malo cuando todo estaba perdido y la ciudad sitiada?

Aquella gente cumplía órdenes.
Schmidt cumplía las suyas. Si el 6º armee resistía, cada día que lo hiciera ayudaba a retener tropas soviéticas que de otro modo hubieran intervenido a tiempo de no dejar escapar el 1º panzerarmee por Rostov, por ejemplo.

Y eso de que condujo a la muerte a miles de soldados, en fin...
También los condujo entonces Rommel en Tobruk, Manstein en Crimea, Wöhler en Targu Frumos, etc, etc.
Si la única diferencia es que en Stalingrado la situación estaba perdida, aviados vamos. Cuántas veces situaciones desesperadas no se han convertido en victorias.
Si Schmidt hubiera dejado hablar a aquel capitán, no hubiera sido consecuente con lo que él mismo demostraba a todos día a día cara al exterior.
Por otro lado, los que critican a Schmidt son sus "enemigos", Adam y Seydlitz, que se pasaron al enemigo a las primeras de cambio.
Curiosamente, en el OKH no criticaban a Schmidt.
Son puntos de vista dependiendo en qué posición está cada cual. Por otro lado, me sorprende que gente como Adam o Seydlitz pretendan dar lecciones de moral.

Ahí, para bien o para mal, el que mantuvo siempre la misma linea de comportamiento fue Schmidt, sí, se pudo haber ido en un avión, pero no se fue. Sí, pudo haberse pasado al enemigo, pero no se pasó. Sí, pudo haber enviado al paredón a tal o cual capitán, pero no le envió.

No creo que Schmidt fuera un cobarde, aunque le critiquen Adam y Seydlitz que han pasado a la historia, por cierto, como grandes cobardes, y encima utilizados y engañados por el enemigo, que cuando no los necesitó les dio la patada de Charlot.
Y es que ya lo dice el refrán, "cree el ladrón que todos son de su misma condición", lo mismo que pensaron Seydlitz y Adam.

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Jue Jul 18, 2013 2:03 pm

ParadiseLost escribió:Hola a todos.
Si vamos a seguir con el tema de Schmidt, como así parece, trasladaré estas últimas aportaciones a otro hilo más conveniente, pues este trata sobre los almacenes Univermag.


Hola a todos,
Se antoja imprescindible el traslado para no alterar este genial post sobre Univermag.
Y dicho esto, Paradise, creo que la fecha del 25-enero-43 está mal tomada.

Me remito a otro hilo, pues ahora mismo no tengo el libro aquí, sino en Alemania. Seydlitz afirma lo siguiente en sus memorias, el día 25 de enero, durante su reunión con Paulus y Schmidt: "Al principio se desarrolló una breve conversación sobre un mensaje radiado del OKH, del general Zeitzler, que Schmidt me mostró. Había recibido la orden, de que debía ser evacuado por aire. Y añadió que el último avión había despegado ayer de Stalingradski. ¡Demasiado tarde!".


Si no recuerdo mal, ese 25-ene-43 Seydlitz dió libertad a sus oficiales para rendirse a los rusos. La respuesta de Paulus fue cesarlo y sustituirlo por Heitz, jefe del 8º Cej.
Por ejemplo el Gen. Dreber (jefe de la 297ª inf.) se rindió a un Col. ruso en la zona del elevador de grano.

Coincido con lo apuntado por Anibal sobre Schmidt, nazi convencido sí, cobarde no. Equivocado en sus decisiones...también.

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Jue Jul 18, 2013 3:01 pm

Schmidt cometió varios errores, porque al igual que su jefe Paulus, no advirtió a tiempo el riesgo de ser rodeados ( y si lo advirtió prefirió callar y obedecer a Berlín), y una vez sucedido el cerco, influyó de manera excesiva sobre Paulus, para que éste se atuviera a las órdenes fantásticas que Grofaz iba dando. Paulus dudó a lo largo de toda la batalla, y por supuesto una vez cercados. Coincido con Aníbal en su exposición. Schmidt no era un cobarde, era un nazi convencido que cumplió con denuedo las órdenes del OKW y es junto con Paulus, uno de los máximos responsables de la destrucción del VI Ejército. Se le puede echar en cara que tomara decisiones tácticas influenciado por Grofaz, que se convirtiera en un lacayo, del aniquilamiento de sus hombres, pero no de cobardía. Pudo haberse ido del kessel, pero se quedó hasta el final. Personalmente, creo que su actitud en el gulag fue bastante más honrosa que la de Paulus, Seydlitz y compañía.


Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Vie Jul 19, 2013 3:43 am

Creo que simplemente tenemos diferentes concepciones del significado de la palabra "cobardía", porque yo reitero que Schmidt era un hombre sacado de una película de Sergio Leone, pero claro, el no aplicarse a sí mismo la norma que pregonaba día y noche... no sé, ahora mismo, con mucho que aprender todavía de este conflicto(razón por la que me he registrado), no puedo estar de acuerdo con ustedes.

Y siguiendo con el tema principal, he estado viendo alguna que otra foto más de la habitación(o su reproducción, mejor dicho) de Paulus, y pone el vello de punta tratar de meterse en la piel de ese hombre. Anidado en un espacio lúgubre y claustrofóbico, cargando con la responsabilidad de buscar salida a miles de hombres atrapados, y todo esto con el monótono ruido de disparos, artillería y bombardeos, como telón de fondo. Realmente duro.
Última edición por Pvt. Witt el Vie Jul 19, 2013 12:48 pm, editado 1 vez en total

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Vie Jul 19, 2013 5:34 pm

Hola a todos.
Traslado los últimos mensaje sobre Arthur Schmidt a este hilo, por ajustarse más a la temática de las últimas aportaciones.

Dicho esto, vamos al grano.
Me parece extraño como se utiliza la palabra cobarde, sin tener en cuenta la trayectoria militar de algunos de los militares aquí tratados, en concreto al General de Artillería von Seydlitz.

Vamos a repasar algunas de las decisiones que este cobarde tomó desde la invasión de la URSS.
- Seydlitz fue uno de los pocos generales que no aceptó y se opuso a la Orden de los comisarios, cuando estaba al frente de la 12.ª I.D. La mayoría de mandos del Heer la pusieron en práctica sin importarles que era una práctica criminal.
- Durante el cerco de Stalingrado, Seydlitz fue el único que escribió un memorando mostrando la imposibilidad del abastecimiento aéreo del VI Ejército y exigiendo una ruptura del frente en los primeros días del cerco. Ello podía haberle costado muy caro.
- Cuando la resistencia ya no tenía sentido alguno, Seydlitz permitió a sus hombres que capitularan, pues el sacrificio sin sentido de sus tropas no tenía ningún objetivo. Ello casi le costó la vida, pues las mismas tropas alemanas abrieron fuego contra su Estado Mayor cuando se disponía a capitular, matando a dos oficiales por la espalda, el coronel de zapadores Schilling y capitán de caballería Bethge.
- Por lo que se desprende de algunas afirmaciones, pasarse al bando soviético fue un hecho alegre y cobarde. Habría que recordar lo que podría llegar a suceder con las familias de estos oficiales en Alemania como represalia a su desplante.

Para terminar, se ha comentado que Seydlitz cambió de bando en cuanto pasó al cautiverio soviético. Eso no es cierto. Con todo lo que he aportado anteriormente queda claro que Seydlitz se enfrentó al Alto Mando cuando lo creyó conveniente, mucho antes de caer prisionero, y que su principal preocupación fueron sus hombres y su sacrificio estéril y obligado. Si todo esto es ser un cobarde, me pregunto que palabra habría que otorgarle a Schmidt, porque además, ¿en base a qué o a quiénes Seydlitz ha pasado a la historia como un cobarde? ¿En qué historia?
Seydlitz se opuso al régimen nacionalsocialista tras ver como el Alto Mando sacrificó a todo un Ejército y para evitar que la historia volviera a repetirse. Fue engañado y manipulado por el régimen soviético, de ahí su error. Pero al menos fue coherente con su pensamiento y sus acciones, al oponerse a los verdaderos traidores del VI Ejército: el Mando Alemán. Muestra de ello es que se negó a cooperar con la URSS tras la ocupación alemana en 1945, viendo que el régimen soviético no iba a cumplir con lo pactado.

¿Que Schmidt "siempre tuvo la misma línea de comportamiento"? Nada más lejos de la realidad. Propongo leer este hilo desde su inicio para ver el verdadero comportamiento de Schmidt. Tras ordenar una y otra vez resistir a sus hombres hasta la última bala, o con "bayonetas y dientes" tal y como afirmó él mismo, tras torpedear los intentos de negociación del VI Ejército y los soviéticos el 9 de enero, ordenando él mismo abrir fuego contra los enviados para tales negociaciones, fue él mismo el que a finales de enero gestionó la rendición del VI Ejército, ya que Paulus se encontraba incapacitado. Este es un hecho irrefutable y que ha quedado demostrado por varios testigos. Me parece extraño que anteriormente en este hilo se hablase de que Schmidt era la fuerza moral del VI Ejército pero que quedó extinto de toda responsabilidad al ser Paulus el que capituló. Lo primero es que fue el propio Schmidt el que puso en marcha las negociaciones, y lo segundo es que se podía haber volado también la cabeza o resistido hasta caer en combate, como exigía de sus tropas. Eso no es seguir las líneas de comportamiento. Eso es traicionar a sus hombres, cosa que Seydlitz no hizo en ningún momento.
Schmidt no fue evacuado del Kessel simplemente porque la orden llegó un día después de la caída de Stalingradski, no porque él no quisiera. No hay que otorgarle ningún tipo de valor a ello. Si la orden hubiera llegado dos días antes hubiera puesto los pies en polvorosa como el resto de oficiales que anteriormente fueron evacuados.

Y sí, me reitero en calificar a Schmidt de traidor, después de rendirse y entregarse a los soviéticos tras exigir a sus hombres luchar hasta la última bala, y sobre todo, por ser él el que no permitió que el memorando de von Seydlitz llegara al Alto Mando, pues era un claro reflejo de la situación del VI Ejército en aquellos momentos. Curiosamente, Schmidt se encargó de quitar gravedad a la situación cada vez que se informaba del estado del VI Ejército. Sus tropas seguramente le estarán muy agradecidas.

No fueron Adam y Seydlitz los únicos que criticaron a Schmidt. Los libros sobre la batalla de Stalingrado dejan una larga lista de oficiales, como por ejemplo los citados Adam y von Seydlitz, siguiendo por Doerr, Clausius, Toepke, Zitzewitw…

Por último el tema de que el VI Ejército actuaba de imán de tropas soviéticas para evitar que estas fueran utilizadas para cerrar la huida del Grupo de Ejércitos A por Rostov, no tiene sustento. A partir de mediados de enero, era logísticamente imposible, y tal como afirmó Yeremenko, las tropas soviéticas no tenían esa intención. Joachim Wieder, en su libro Stalingrado, también arroja los mismos datos, y como colofón, Zeitzler en sus memorias afirma que Hitler estuvo a punto de anular la retirada del Grupo de Ejércitos A. Sólo se llevó evitó porque Zeitzler hizo una llamada apresurada para ordenar la retirada antes de que Hitler se arrepintiese. Y así sucedió.

Steiner, la fecha es correcta. Seydlitz se reunió con Paulus y Schmidt y tras la reunión el mismo día dio la orden de que sus tropas podían rendirse si así lo creían conveniente.

Personalmente, y con los datos expuestos anteriormente sobre Seydlitz y Schmidt, la actitud del primero me parece mucho más honrosa que la de Schmidt, un auténtico traidor en relación con sus hombres.

Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Sab Jul 20, 2013 5:37 pm

ParadiseLost escribió:Steiner, la fecha es correcta. Seydlitz se reunió con Paulus y Schmidt y tras la reunión el mismo día dio la orden de que sus tropas podían rendirse si así lo creían conveniente.


Hola Paradise,
desconocía la reunión. ¿Sabrías la hora de la reunión y si se habló algo en ella que causara que Seydlitz diese libertad de rendición a sus oficiales y tropas?. ¿Cuenta algo Seydlitz en sus memorias sobre este asunto?.
Cuando dices que Paulus estaba incapacitado, ¿te refieres a las heridas leves sufridas tras la explosión de una bomba?.
Según se dice en Jukes-151:
..."Generales de ambos bandos concuerdan en decir que hasta el 24-ene-43, el 6º EJ cumplía una misión útil para Alemania al mantener a su alrededor varios EJ,s rusos. Así, la ofensiva de Eremenko sobre Rostov no tuvo suficientes hombres y no pudo detener la salida del GEJ A del Cáucaso. Pero ese día se sabía que el GEJ A escaparía por Rostov y que el 6º EJ sin aeropuertos, sería incapaz de retener a ningún EJ soviético".
Te saludo.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Dom Jul 21, 2013 1:06 am

Hola a todos.

No soy yo, sino el Estado alemán el que juzgó a Seydlitz.
No el Estado nazi, al fin y al cabo que ellos le condenaran a muerte in absentia no tiene mucho valor, pues al punto estamos hablando de un Estado criminal.
Me refiero al Estado alemán actual, a la República Federal de Alemania, que se negó (hasta que Seydlitz murió sin conseguirlo) a restituirle su rango de General y la pensión que como tal le hubiera correspondido.
Seydlitz tan sólo consiguió que le fuese anulada la sentencia a muerte dictada por Hitler.

Muy curiosamente, Schmidt sí retuvo su rango de general y su paga, según tengo entendido.

¿qué verían los juristas alemanes para quitar toda razón a Seydlitz y sin embargo mantener los derechos de Schmidt?

En wikipedia pone, aunque esto habrá que cogerlo "con alfileres", que Seydlitz fue ignorado por completo por sus antiguos camaradas de armas, muriendo en Bremen el 28 de abril de 1976.
De ser cierta esta afirmación, ¿por qué extraño capricho sería ignorado por sus camaradas?
¿por qué motivo Schmidt no lo fue?

Me parece extraño que los altos tribunales alemanes se equivocasen en el caso de Seydlitz, teniendo en cuenta que al no devolverle nada de lo solicitado en tanto a rango y pensión, fue juzgado en cuanto a traición militar por connivencia con el enemigo.
Esto no lo digo yo, lo dice la jurisprudencia alemana.

Sobre su comportamiento anterior, Demiansk, la orden de los comisarios, etc, nada que reprochar.

Como esto que expongo es información y no opinión, me mantengo en mis mismos pensamientos, si bien hoy estoy aún un poco más convencido que ayer de los mismos.

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Dom Jul 21, 2013 1:29 am

Hola Steiner.
Lamentablemente no dispongo del libro ahora y hasta mediados de agosto no tendré acceso a él.
Los datos que he podido recopilar de otros hilos sobre esta reunión son los siguientes:

Finalmente, el día 25 de enero, el general de Artillería von Seydlitz se reunió con Paulus, y le rogó que capitulase de una vez y no alargase más la ya de por sí, innecesaria agonía del VI Ejército. Seydlitz le insistió en que si no iba a dar ninguna orden al respecto, a cada oficial y soldado se le plantearía la pregunta de si debería obrar por su cuenta. Paulus respondió sin hacer comentario alguna: "Yo no hago nada", y Schmidt guardó silencio. Seydlitz anunció que obraría entonces por su cuenta, pero ni Paulus ni Schmidt respondieron. Nada más llegar a su puesto de mando, Seydlitz emitió la orden a los comandantes de regimiento y de batallón de que quedaban autorizados para actuar por su cuenta.

La orden que dio von Seydlitz para capitular libremente se cursó el 25 de enero a las 21.00 horas. En agosto miraré las memorias de Seydlitz por si constase la hora de la reunión previa con Schmidt y Paulus.

Sobre lo de incapacitado era una metáfora para remarcar que Paulus era incapaz de tomar culaquier decisión, y era Schmidt el que hacia las veces de Comandante en Jefe, en vez de jefe de Estado Mayor.

Yo no tomaría el libro de Geoffrey Jukes de referencia para documentarme sobre Stalingrado. Está más que superado y a veces muy desfasado respecto a datos y cifras. Hoy en día se estima que a partir del 16 de enero con la caída de Pitomnik, la resisencia del VI Ejército no tenía sentido alguno, e incluso el 10 de enero, con el inicio de la Operación Anillo. Te cito al propio Yeremenko en sus memorias, para que veos lo inexacto de los datos de Jukes:
"Cualquiera que haga un análisis objetivo, llegará a la conclusión de que una resistencia después de mediados de enero era absurda... Manstein debió haberlo comprendido, porque sabía que las unidades alemanas, que habían sido utilizadas en el rescate, habían sido rechazadas en la dirección de Rostov. En aquel momento, las tropas en el Kessel ya habían realizado su tarea operativa y estratégica de atraer a las fuerzas rusas en el Volga, y ya no tenían fuerza para combatir. Si Manstein no hubiera estado de acuerdo con la opinión de Hitler y hubiera tenido la valentía de permitir a Paulus rendirse, el VI Ejército no habría perdido 90.000 prisioneros, sino que hubieran sobrevivido entre 150.000 y 200.000 soldados. El VI Ejército sufrió el mayor número de bajas durante el 15 de enero y el 2 de febrero. Además, se podría llegar a la conclusión de una manera simple, que nuestras tropas en Stalingrado no hubieran podido participar en la batalla contra los alemanes que se retiraban del Cáucaso, porque hubieran necesitado entre dos y tres semanas para reagruparse. Nunca hubo la intención de emplearlas en el frente del Cáucaso. Después un periodo de descanso, se destinaron a otra zona del frente."

Y Joachim Wieder ttambién cita a Zeitzler:
"Lo trágico del VI Ejército sigue consistiendo en que fue sacrificado de una manera insensata sin ninguna clase de utilidad militar. Esto no se altera por el hecho de que pasajeramente hubiese fijado a considerables unidades enemigas, a las que mantuvo alejadas de otros frentes. Que esto no tuvo ningún efecto decisivo para el destino del sector meridional del frente Este, lo ha confirmado Zeitzler en sus recuerdos, en los que ha calificado este parecer de la supuesta misión histórica del VI Ejército como un argumento propalado a sabiendas por Hitler, con fines de auto justificación y de propaganda."

Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Dom Jul 21, 2013 2:26 am

Hola Aníbal.
Creo que estás cambiando el adjetivo para referirte a von Seydlitz respecto a tu mensaje anterior.
En todo momento me he referido a tu apreciación de Seydlitz como cobarde, que es lo que afirmaste en tu mensaje anterior:
"No creo que Schmidt fuera un cobarde, aunque le critiquen Adam y Seydlitz que han pasado a la historia, por cierto, como grandes cobardes".

Creo que he dejado suficientemente claro que Seydlitz de cobarde no tenía nada.

Seydlitz fue juzgado y sentenciado a muerte in abstentia por el III Reich por traición y colaboración con el enemigo, no por cobardía, no mezclemos cosas. Conociendo al régimen nacionalsocialista, a este juicio no le doy validez alguna. Que yo sepa, a Seydlitz solamente se le anuló por el Tribunal alemán la sentencia a muerte dictada en la IIGM. No mezclemos el Tribunal con el Bundeswehr, pues a ambos les movían objetivos diferentes. Ya que nombras a la jurisprudencia alemana, te traduzco lo que dijo el Tribunal alemán sobre Seydlitz, cuando en febrero de 1956 anuló su sentencia a muerte en Verden:
"Seydlitz no había actuado por egoísmo o motivos reprochables, sino por oposición al régimen nazi en la convencimiento de poder contribuir de forma útil en una posible salvación de una gran parte de Alemania y del pueblo alemán". (1)
No veo atisbo de que el Tribunal alemán lo tratara de cobarde o traidor.

Otra cosa es el Bundeswehr. La Alemania de 1956 hasta la muerte de Seydlitz, no era la Alemania actual. Una Alemania dividida en dos, y ocupada en parte por la URSS ¿cómo iba a actuar con un general que había colaborado con los soviéticos?. No hace falta pensárselo mucho. El Bundeswehr se creó entre muchas razones para contrarestar la amenaza que suponía la URSS. Es de lógica pensar como iba a actuar en aquella época en referencia a Seydlitz. De todas formas me parece cuanto menos curioso, que a un nazi convencido y que en definitiva apoyaba todo lo que conllevaba el nacionalsocialismo se le mantuviera la pensión y el rango (desconozco si fue ralmente así) y a otro general que se opuso a los crímenes y a la política nazi no se le reconociera. Eso es una prueba de las prioridades que en aquel momento tenía el Bundeswehr.
También quiero remarcar, y esto es muy importante y parece no ser tenido en cuenta, que Seydlitz solo colaboró con el enemigo durante la guerra. Una vez terminada la guerra se negó a colaborar con el régimen soviético en la planificación de la nueva Alemania, lo que le valió 25 años de condena. Ello es una prueba de que Seydlitz se alió con el enemigo para acabar con el régimen criminal nacionalsocialista, que era lo que le movía desde sus convicciones.
Pero el Bundeswehr estaba por oras labores, como la de frenar la amenaza soviética.

Aquí se ha hablado de traición a la Patria. ¿Qué Patria? ¿Una Patria dominada por la política criminal de Hitler que no respetaba otros pueblos por tratarlos como inferiores representa mi Patria? La mía no, por lo tanto no estoy traicionando a mi Patria porque ya no existe. Estoy luchando en contra de un régimen criminal. Entonces, ¿son igual de culpables los aliados por aliarse con un régimen criminal como el stalinista para vencer a la Alemania nacionalsocialista?

Resumiendo lo anterior, yo he respondido Aníbal a tu aseveración de que Seydlitz pasó a la historia como un cobarde. Eso te lo negaré una y otra vez, y suficientes datos he aportado. Otra cosa es que me digas que pasó a la historia como un traidor y aquí si que se puede discutir largo y tendido. Pero tu primera aseveración y en repetidas ocasiones es que pasó como un cobarde, no me mezcles los conceptos.
Por mi parte he expuesto mis motivos para defender a Seydlitz, ya que el Bundeswehr en aquella época no era lo que es ahora y la Alemania nacionalsocialista no representaba la Patria que algunos conocían, por lo tanto los oficiales del NKFD y el BDO no estaban traicionando a su Patria, sino al régimen criminal que la gobernaba.

Hoy en día en Alemania existe un debate abierto sobre la figura de Seydlitz y en como tratarlo, como traidor o como miembro de la resistencia, y es un tema muy interesante.

Saludos

(1) http://www.zeit.de/1972/52/von-hitler-u ... verurteilt

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Dom Jul 21, 2013 1:35 pm

Hola a todos.

Veamos, porque aquí hay bastante tela que cortar.

No has dejado claro que Seydlitz de cobarde no tenía nada. En todo caso, has dejado claro que antes de rendirse en Stalingrado, fue un oficial capaz y demostró muchos arrestos, cosa que además de evidente, es verdad.
Pero eso es como el pobre al que le toca la lotería. Es pobre hasta que le toca y deja de serlo.
"oiga, es que ese señor era pobre y usted está diciendo que es rico"
"claro, porque es que ahora le ha tocado la lotería"
Pues eso mismo adaptado a Seydlitz, tuvo un comportamiento ejemplar hasta que, por la gravedad de la situación, la falta de arrojo en aquellos momentos, o lo que quiera que fuese, dejó de tenerlo.
Sí, fue valiente hasta que dejó de serlo.

Sin embargo, yo me he referido a los hechos ocurridos tras la rendición, que no voy a volver a repetir aquí por ser de sobra conocidos.
Según parece, cobarde es una persona pusilánime.
El sujeto en cuestión se prestó a colaborar con el enemigo, siendo este además un Estado tan criminal como el nazi (si no más). ¿pensaba Seydlitz vestir a un santo desvistiendo a otro?
Bueno, siempre cabía la posibilidad de eliminar al Estado nazi y, usando sus peregrinas ideas, lanzarse en paracaídas tras la SGM y pasarse a los americanos, para así tratar de acabar con el Estado soviético, una vez cambiada la chaqueta, lo mismo daría ya una vez que dos.
Lo cierto es que la falta de ánimo y valor para soportar las desgracias le hizo pasarse a los soviéticos y a esa liga de oficiales alemanes, cosa que no hizo Schmidt, que sufrió en sus carnes la crudeza del cautiverio.

Dices:
También quiero remarcar, y esto es muy importante y parece no ser tenido en cuenta, que Seydlitz solo colaboró con el enemigo durante la guerra...


Y yo digo que para chasco.
El grado de adhesión obtenido por la Liga de Oficiales Alemanes fue bastante reducido, siendo inviable usarlo como base para una formación militar autónma, además de la desconfianza de Stalin ante la idea de rearmar prisioneros alemanes. Luego ocurrió el intento de asesinato de Hitler del 20 de julio de 1944, en el cual no participaron los comunistas alemanes ni la Liga de Oficiales, siendo evidente ante la NKVD soviética que la intensa labor de propaganda de Seydlitz había sido ineficaz. Ante ello, Stalin consideró que la Liga de Oficiales Alemanes se había tornado en un ente inútil, y por lo tanto se volvió a encarcelar a Seydlitz y al resto de oficiales de la Liga.

http://es.wikipedia.org/wiki/Walther_vo ... z-Kurzbach

No sólo eso, sino que fue condenado a finales de los cuarenta a 25 años de prisión por los tribunales de la URSS, condena que estaba cumpliendo cuando Adenauer consiguió devolver a Alemania a los prisioneros que aún estaban en la URSS.

En cuanto a lo del Bundeswehr, dices bien, no lo mezclemos con los tribunales.
El Bundeswehr nada tenía que hacer en lo relativo a leyes y recursos, y por supuesto, nada tuvo que hacer en el caso de Seydlitz (en todo supuesto, tal vez, dar su opinión, cosa que me extraña).

Alemania Federal se regía por la Ley Fundamental De Bonn, de 1949.
Dentro de la misma, como no podía ser de otro modo, se habla de todo lo referido al nuevo ejército (Bundeswehr), que en todo caso queda bajo la supremacía de las cámaras.
Su artículo 87a/4, deja completamente clara la sumisión del nuevo ejército al Gobierno, dando total preeminencia al poder legislativo, por lo tanto, el Bundeswehr nada tenía que decir en lo relativo a los recursos de Seydlitz.
Los artículos 65a y 115b de la mencionada Ley Fundamental de Bonn (una especie de constitución ad hoc), refrendan el poder del Canciller sobre el Bundeswehr de una forma definitiva en el terreno legislativo.
Para más Inri, se crea merced al apartado 45a, la figura del Defensor Militar, que será el encargado de la protección de los Derechos fundamentales dentro del ejército. Tal cargo no lo ostentaba un civil, sino un militar, y era un órgano auxiliar del Bundestag dentro del ejército.

Por lo tanto son los tribunales alemanes por mediación de la Ley Fundamental de Bonn los que niegan a Seydlitz sus derechos (por cierto, creo que aún hoy en día siguen sin concederselos, aunque su familia siga empeñada en ello. No creo que sea a causa de la amenaza soviética.
Todo esto sería largo y farragoso el explicarlo aquí, afortunadamente mis años en la facultad de Derecho ayudan.

Por ello, no debemos tomar los tribunales alemanes a la ligera, no creo que fueran dos incapaces que se reunieron a toda prisa para dar carpetazo a un asunto molesto sin nada donde basarse, muy al contrario, basandose como lo hacen en la famosa definición de Juvencio Celso "ius est ars boni et aequii", los tribunales alemanes se han distinguido siempre hasta nuestra fecha por ser ejemplares y correctos en sus decisiones. Un faro que ha iluminado la Europa legislativa de la segunda mitad del siglo XX.

Bien. Ellos son los que mantuvieron (y mantienen), los tipos que concurren en el caso Seydlitz.
No es otro que la traición militar, como ya es bien sabido.

No quisiera ahora alargar en exceso esto reflejando los artículos en los que se basa tal acusación, aunque podría hacerlo llegado el caso, e incluso ponerlos en relación con la justicia militar española, que guarda muchas similitudes con la alemana, de la cual ha extraído algunas cosas, además.

Una vez explicado lo cual, ya continuaré con el asunto.

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Dom Jul 21, 2013 2:35 pm

ParadiseLost escribió:Sobre lo de incapacitado era una metáfora para remarcar que Paulus era incapaz de tomar culaquier decisión, y era Schmidt el que hacia las veces de Comandante en Jefe, en vez de jefe de Estado Mayor.


Hola Paradise,
agradezco las puntualizaciones sobre la reunión y espero nuevos aportes sobre las horas. Seydlitz sale de la reunión, se dirige a su PM y emite a las 21:00 la orden de rendición. Entonces, en cuanto conocen esa orden, le cesan y sustituyen por Heitz.
En cuanto al incapacitado. En Beevor-341, y sobre la fecha de 24/25-ene-43, se dice que el Gen. Paulus y el col. Adam habían recibido heridas leves tras la explosión de una bomba.
No sé qué tipo de heridas eran pero, el desanimo y la escasa respuesta que da a la sugerencia de Seydlitz de rendirse, sí puede deberse a que estuviera aturdido o asustado por el incidente.
Te saludo.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Dom Jul 21, 2013 9:31 pm

Hola Steiner.
No sé si habrá más información en las memorias de Seydlitz. De todas formas cuando tenga de nuevo acceso al libro te lo confirmo.
En el libro de Joachim Wieder, Stalingrado, no se cita la hora, pero sí los motivos de la reunión:
Motivos humanos y morales empujaron a Seydlitz a emprender una última gestión cerca del Estado Mayor del 6.º Ejército. Esto ocurrió el 25 de enero, después de que una vez más se sintió consternado por los cuadros indescriptibles que se ofrecían en los alrededores de los sótanos y de los hospitales, por los apilados montones de cadáveres, por los heridos y afectados por congelación que rondaban lastimosamente en busca de alimento. "Me era imposible seguir contemplando cómo el hambre, la congelación, la agonía y la muerte causada por los proyectiles de los carros de combate rusos iban aniquilando a los soldados alemanes, despojando de su último sentido al espíritu militar y al honor del uniforme... Todo se rebeló en mí entonces contra aquella locura y aquel Mando sin conciencia." (1)

Un General que se preocupó por sus hombres más allá de las órdenes sin sentido del Alto Mando. Y fue por estas visiones y por el sacrifico estéril del VI Ejército por las que von Seydlitz decidió luchar contra el régimen criminal alemán en su cautiverio soviético. Otros como Schmidt, no se preocuparon en lo más mínimo de sus hombres y siguieron repitiendo la canción de "hasta la última bala". Pero curiosamente cuando a ellos les llegó la hora, pactaron la rendición traicionando a sus hombres, y luego en el cautiverio, siguieron apoyando al Alto Mando que causó este desastré y condenó a la muerte a 300.000 hombres sin miramientos. Que cada cual extraiga sus conclusiones.

(1) Fuente: Stalingrado, de Joachim Wieder

Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Dom Jul 21, 2013 11:22 pm

Hola Aníbal.
Lo siento pero no estoy de acuerdo en tus últimas afirmaciones, porque creo que andan erradas.

Todos los ensayos sobre Stalingrado, y las fuentes de Internet más fiables afirman que fue en Bundeswehr el que denegó a Seydlitz su rango de general y su paga. No fue el Tribunal alemán. Eso no figura en ningún sitio.
Tienes a autores como Beevor, Becquet-Lavoinne, Julia Warth... que afirman en sus obras que fue el Bundeswehr quien le denegó a Seydlitz su paga y rango. El Bundeswehr se regirá por las leyes que has comentado, pero fue el propio Bundeswehr quién tomó la decisión. Si existe algún libro o referencia fiable donde se diga que fue el Tribunal alemán quién tomó esa decisión me gustaría poder verlo.

Como ya he dicho, fue el Landgericht Verden el que anuló la condena a muerte de Seydlitz in absentia. Y vuelvo a repetir sus palabras, que creo muy importantes:
"Seydlitz no había actuado por egoísmo o motivos reprochables, sino por oposición al régimen nazi en la convencimiento de poder contribuir de forma útil en una posible salvación de una gran parte de Alemania y del pueblo alemán".
Incluso, y esto me lo había dejado en el tintero, la Strafkammer lo definió como "un miembro de la resistencia en contra del nacionalsocialismo". Los tribunales alemanes rehabilitaron la figura de Seydlitz tras la guerra y tras su vuelta a la RFA.
Visto esto, ¿como afirmas que Seydlitz es un traidor y un cobarde según la jurisprudencia alemana, si según ésta misma, fue declarado miembro de la resistencia y fue rehabilitado en 1955? Supongo que si los tribunales alemanes "son el faro que ha iluminado la Europa legislativa de la segunda mitad del siglo XX" tendrás que aceptar que tienen razón respecto al caso Seydlitz. Si sigue siendo un cobarde y un traidor será según tu opinión, no según el Landgericht alemán, que dijo todo lo contrario.

Para demostrar lo que dije anteriormente, que el Bundeswehr en 1955 estaba más preocupado en frenar la amenaza soviética que otra cosa —en plena guerra fría, ¿cómo iba a actuar una institución militar sobre alguien que había colaborado con los soviéticos?—, ¿cómo es posible que si según tú el Landgericht fue el que denegó la pensión militar y el rango a Seydlitz, lo declarase miembro de la resistencia y lo rehabilitase? Eso se contradice y no tiene sentido. La decisión la tomó el Bundeswehr, como figura en los ensayos referentes a Stalingrado. Es más, tras la llegada de Seydlitz a la RFA, el Bundeswehr encargó unos informes internos a fin de evaluar los riesgos de una infiltración soviética. No es de extrañar que le denegaran la paga y el rango. El Landgericht Verden obró de forma totalmente diferente.

Por último, y quizás no me he expresado bien, cuando dije que Seydlitz sólo colaboró con los soviéticos durante la guerra, ya era consciente de que en el 44 se volvió a encarcelar. Pero a lo que me refería es que una vez acabada la gerra, se le ofreció la posibilidad de colaborar con el régimen soviético en la RDA, a lo que se negó. ¿Por qué? Seydlitz fue un ingenuo al creerse a pies juntillas el plan de Melnikov, de respetar las fronteras de Alemania de 1937. Una vez Seydlitz comprobó que los soviéticos no cumplían lo pactado al ocupar una parte de Alemania, se negó a colaborar, y ello le valió una nueva condena. Otros sí que decidieron colaborar a cambio de volver a la RDA, como fue el caso de Lattmann, Korfes, Müller, Adam... que sí que colaboraron aun a sabiendas de que los soviéticos estaban incumplendo lo pactado. Es este caso, Seydlitz fue coherente con sus ideales.

Por mi parte, si aparecen nuevos datos sobre el tema, seguiré participando. De lo contrario prefiero no seguir repitiendo los mismos argumentos. Creo que ha quedado claro que el Landericht Verden rehabilitó la figura de Seydlitz.

Fuentes:
http://www.zeit.de/2008/18/A-Kriegsverrat/seite-1
http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=& ... _bU48Q0QTA
http://www.landgericht-verden.niedersac ... _psmand=57


Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Lun Jul 22, 2013 12:51 am

Pues lo lamento, pero no.

Ya podrán decirlo Beevor, Becquet-Lavoinne, Julia Warth o el sursum corda, que la pensión, por poner el ejemplo más claro y que todo el mundo va a entender enseguida, no se la pudo denegar el Bundeswehr.
Lógicamente, las pensiones, tema por cierto de actualidad ahora en España, entran dentro de los presupuestos generales del Estado.
Es un gasto que el Estado debe gestionar, no el ejército, ya que los gastos del propio ejército entran dentro de esos presupuestos generales.
El ejército en cualquier país democrático, y la RFA lo era y es, no tiene atribuciones para poner y quitar pensiones, pues los militares son funcionarios y pertenecen a la estructura del Estado, siendo éste quien debe tomar esas determinaciones.
En el caso Seydlitz, es el Estado el que debe tomar esa decisión, no el éjército, pues no tiene rango para tomar esas decisiones.
El Bundeswehr, como dije, sí pudo ser consultado, ya que las atribuciones que la ley de Bonn merced al artículo 45a daba al defensor militar, permitían hacerlo.
Pero la decisión final sobre ese asunto siempre pertenece al Estado.

Beevor también dice en sus libros que varios Elefant contratacaron en Normandía contra las tropas aliadas. Se ha demostrado que esto es un error, aunque otros historiadores también lo han reflejado, confundidos porque Beevor lo había escrito, y el error fue en cascada.
No hubo Elefants en Normandía. Ni uno solo.

Del mismo modo, el ejército, en este caso el Bundeswehr, no puede tomar atribuciones que no le corresponden.

La rehabilitación de Seydlitz del año 55 es muy curiosa, pues se le siguió negando pensión y rango, e incluso he leído que algunas propiedades. Se le siguió negando en los años sesenta, e incluso hoy. Una rehabilitación digamos un tanto sui generis.

En todo caso, sobre el ejército alemán, aunque fuese como dices y en los cincuenta no quisiera rehabilitar a un colaborador de los soviéticos, ¿qué espera ahora para hacerlo? Porque el ejército, que yo sepa, sigue sin rehabilitar a Seydlitz.

Y ahora resulta que Seydlitz fue un ingenuo. Yo creo que era mayorcito para saber con quién trataba y por dónde se andaba. Resulta increíble que se viese engañado por los soviéticos.
Seydlitz pasó a colaborar con un Estado criminal y además enemigo de su patria.
¿qué opinión tendríamos de los generales Philip Neame o Richard O'Connor si cuando fueron capturados en el norte de África, se hubieran pasado a los alemanes y hubieran hablado constantemente por radio Berlín poniendo a la Gran Bretaña a parir e instando a la rebelión?
Porque el Estado alemán era tan criminal como pudiera serlo el soviético.
No quiero ni pensarlo, cuando sólo por desertar, el soldado Eddie Slovik fue fusilado.

Respecto a que el Landerich Verden ha rehabilitado a Seydlitz, lo niego totalmente, ya que rehabilitación en su vertiente legal, que es la que nos ocupa, y que es textualmente la acción de reponer a alguien en la posesión de lo que le había sido desposeído, repito una vez más que esto no es ni fue así, Serydlitz murió sin rango y sin pensión.
En cuanto a la rehabilitación política y social, que es la reintegración legal del crédito, honra y capacidad para el ejercicio de los cargos, derechos, dignidades, etc.,de que alguien fue privado, cabe decir que ni por ensoñación.

La figura de Seydlitz no ha quedado rehabilitada ni legalmente, ni tampoco en la vertiente política y social. Tan sólo ha sido reconocido como miembro de la resistencia, eso sí, a tiempo parcial, ya que cuando la guerra comenzó y todo iba bien, Seydlitz no se pasó a los soviéticos. Cuando se le envió a Stalingrado, tampoco se pasó al enemigo, e incluso intentó ocupar la ciudad con su LI armeekorps, de cuyo mando no sólo no renegó, sino que lo aceptó sin contemplaciones. Sólo cuando las cosas se pusieron feas, se pasó al enemigo. ¿y si esto no hubiese ocurrido y Alemania hubiera ganado la guerra? ¿se hubiera pasado Seydlitz al ejército soviético vencido, o hubiera preferido quedarse en los laureles de la victoria de la Wehrmacht aceptando las tierras que le hubieran tocado en suerte en el este?
No, prefirió la resistencia a tiempo parcial, de febrero del 43 hasta el 44, en que dejó de colaborar de nuevo. Es decir, ¿cuándo dejó de colaborar en el 44, ya no era de la resistencia? ¿había vuelto a la égida alemana? No, porque estaba condenado a muerte, ¿entonces en qué limbo se encontraba?
En fin...

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Lun Jul 22, 2013 2:10 am

Para acabar para no repetir lo mismo...

Si los autores que me nombras están errados, me gustaría que me mostrases una sola referencia fiable donde se diga que fue el Landgericht quien negó el rango y la pensión a Seydlitz.
Por supuesto que todos los autores cometen errores, pero decir que lo que afirma Beevor es falso porque ya ha cometido otros errores no me parece correcto. Hay que demostrarlo. Como ya he dicho, espero fuentes al respecto. Precisamente Julia Warth ha escrito una de las biografías más completas y documentadas sobre Seydlitz y recibió un premio en Alemania por su libro. ¿Por qué está equivocada ella siendo alemana y conociendo las leyes de su país? Si fue un el Tribunal alemán el que denegó a Seydlitz la pensión y el rango, ¿qué Tribunal se propunicó de esa manera? ¿En qué ciudad?

La rehabiltación juridíca de Seydlitz consta en los escritos sobre el general. En las página web del Landgericht Verden sobre el asunto de Seydlitz no consta nada sobre la rehabilitación de su rango o pensión y sí el tema de la anulación de la condena. Curioso...
Sobre que el Bundeswehr no haya rehabiltado a Seydlitz hoy en día es una muy buena pregunta. Habría que preguntárselo. Sigo sin obtener respuesta de como si ambas cosas las llevó a cabo el Landgericht se contradicen de esa manera.

Sí, fue un ingenuo. Se creyó las mentiras de Melnikov y ese fue su gran error, junto con colaborar con los soviéticos. ¿Régimen enemigo de su patria? ¿Qué patria? La Alemania nacionalsocialista no era su patria. Su patria fue el país anterior a esa dictadura, por lo que no estaba traicionando a su patria. Traicionar a su patria hubiera sido seguir apoyando ese régimen criminal, como hizo Schmidt, un traidor para con sus hombres, al que parece que hay que defender a toda costa.

La figura de Seydlitz ha quedado rehabilitada por el Landgericht Verden guste o no guste. Si se quiere obviar su sentencia no es problema mío. Otra cosa es el Bundeswehr y ya he expuesto las razones del por qué. Recomiendo la lectura del libro de Julia Warth, Verräter oder Widerstandskämpfer? donde se habla largo y tendido del tema. Aquí dejo el índice, donde se cita el tema de su rehabilitación:
http://www.agi-imc.de/intelligentSEARCH ... penElement
Ahora no dispongo del libro. Cuando vuelva a Alemania traduciré las partes más importantes para dejar claro todo este asunto.

Y me pregunto si es posible o asimilar lo que escribo anteriormente. Seydlitz se pasó al enemigo asqueado por el trato que sus hombres sufrieron en Stalingrado por parte del Alto Mando. Creo que no es difícil de asimilar. Ya dio muestras de no colaborar con el Alto Mando con la Orden de los Comisarios. Supongo que deberían meterse en el mismo saco a Stauffenberg y resto de generales que atentaron contra Hitler sólo cuando las cosas iban mal. Como dicen en mi pueblo, más vale tarde que nunca. Philip Neame y Richard O'Connor no lucharon por un régimen criminal que sacrificase a 300.000 de sus hombres hombres de forma inútil. Esa es la diferencia.

Seydlitz no se encontraba en ningún limbo. Formó parte de la resistencia hasta que se la apartó forzosamente en el 44 de ella. ¿Cómo iba a seguir participando desde el cautiverio si no se le permitía? En el 45 se le ofreció la nueva posibilidad de colaborar con los soviéticos y la denegó, viendo que no se cumplían las premisas que había acordado y que la URSS ocupaba una parte de Alemania. ¿Por qué se define eso a tiempo parcial?
Curiosamente el general Strecker, el comandante del XI Cuerpo en Stalingrado y muy crítico con las decisiones de Seydlitz, envió un comunicado en contra de Hitler desde el cautiverio en la URSS al enterarse de la ejecución de un general allegado suyo tras la purga del atentado del 20 de julio. Otro cobarde traidor a la patria.

Yo aquí lo dejo. Cuando tenga aceso otra vez al libro de Julia Warth aportaré los datos necesarios para dejar de una vez por todas claro este tema (si dispongo del tiempo necesario).

Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Lun Jul 22, 2013 4:47 pm

La figura de Seydlitz no ha quedado rehabilitada.
No ha recuperado rango ni pensión, tampoco algunas de sus propiedades.
Repito, no las ha recuperado.

En términos jurídicos, la rehabilitación no puede ser parcial.
Eso no lo digo yo, lo dice la Ley.

No hace falta mostrar nada sobre lo que dices del Landgericht. Es lógico que en un Estado de Derecho la Ley esté por encima de las instituciones, y es bajo el auspicio de esta que se rige el corpus estatal.
En Alemania es igual, pues es un Estado de Derecho.
Afirmo que en Alemania la Ley está por encima de las instituciones, y nada puede hacerse sin la aprobación de dicha Ley.
El ejército también está sometido a la Ley, y no puede obrar por su cuenta.
En el caso de las rehabilitaciones, tal como indica en España el Derecho administrativo y el Derecho civil, para que estas tengan validez, han de haber sido publicadas por el Boletín Oficial del Estado.
En Alemania es exactamente igual, han de ser publicadas en el Boletín Oficial correspondiente.

El ejército alemán no tiene atribuciones para hacer eso, como el ejército español no tiene atribuciones para volver a colocar, vg, las estatuas de Franco retiradas en los últimos años por acuerdo parlamentario.

Una de las principales cosas que se restituye con la rehabilitación, como dije en mi anterior post, es la pensión.
A Seydlitz no se le ha restituido la misma, por lo cual la rehabilitación, al no ser completa, no produce efectos jurídicos, ni en el ámbito administrativo ni en el procesal, bien sea en el procesal civil o en el procesal penal.

Esto lo dice la Ley, no yo.

Yo lo que digo es que Seydlitz no tiene ni rango ni pensión, y que por lo tanto no ha sido rehabilitado.
La anulación de una condena, como en el caso de Seydlitz, para nada tiene que ver con la rehabilitación.
Muchos nazis vieron conmutadas sus penas de muerte (sí, no fue sólo Seydlitz), pero quedaron de por vida, por ejemplo, inhabilitados para ejercer cargo público.
Si Seydlitz pidió su rehabilitación, forzosamente un tribunal tuvo que reunirse para debatir sobre ello, esto es de cajón.

En cuanto a lo de que la patria de Seydlitz era la anterior a la dictadura es cuando menos dudoso. Habría que preguntarle por qué llevaba la Cruz de Hierro y de Caballero con la svástica en el centro y por qué cobraba el sueldo que le pagaba el Estado (por cierto, los nazis aumentaron bastante los sueldos de los generales) sin negarse a ello. Por qué participó en una guerra de exterminio en el este. Y no olvidemos que bajo las órdenes de Seydlitz, precisamente defendiendo esa patria que no era la suya, perecieron miles de soldados enemigos y ciudades enteras quedaron convertidas en escombros.
Y encima tiene la desfachatez de pedir su pensión tras la guerra. Su pensión de General.
¿quién ascendió a Seydlitz a General? Anda, si resulta que fueron los nazis, con un decreto nazi que le asignaba el nuevo rango y su nueva paga (por mediación del ministerio de la guerra, el equivalente al ministerio de defensa, que como todo ministerio está ligado al Estado y de cuya aprobación dependen sus asuntos).
Seydlitz resulta que estaba reclamando los derechos que le otorgó el Estado Nazi, no el anterior a la dictadura, él no pidió su paga como comandante, que era su rango anterior a Hitler. No, no, él pidió su rango de General.
Es decir, renuncia a sus obligaciones para con el Estado nazi pasandose al enemigo, pero no a sus Derechos, la famosa "ley del embudo"
Buena manera de demostrar que esa no era su patria. Curiosa al menos.

En fin, el personaje no tiene desperdicio, juzgado y condenado por traidor por pasarse al enemigo, cuya condena aún arrastra con la pérdida de su pensión y su rango, rechazado por sus propios compañeros tras la guerra, como poco rechazado por su ejército aún hoy día, encima un incauto y un ingenuo, al creer las mentiras de Melnikov, reclamante de sus derechos como general que le dio el Estado nazi, para el cual combatió pero cuyas obligaciones no quiere (la paga sí, esa sí la quiere), condenado a muerte in absentia, ahí le libra el nuevo Estado Federal, perjuro también, ya que Seydlitz como todos, hizo el juramento de fidelidad al führer, inhabilitado jurídicamente, al menos como militar y en sus derechos como pensionista...

Como para rellenar un curriculum y mandarlo a una empresa para pedir trabajo, vamos.

Saludos.

P.D.
Edito porque se me olvidaba que
Philip Neame y Richard O'Connor no lucharon por un régimen criminal que sacrificase a 300.000 de sus hombres hombres de forma inútil. Esa es la diferencia.


Para lo cual aprovecho para adjuntar estos links:
http://es.wikipedia.org/wiki/Fuerza_Exp ... ra_Mundial)
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Singapur

Anda que si Hitler no da la orden de detenerse a las divisiones acorazadas en el canal...
Los 300.000 de Stalingrado se hubieran quedado cortos.
Y los prisioneros aliados de Singapur, cerca de 100.000, también las gozaron durante sus años de cautiverio de los japoneses.
Pero los british se empeñaron en no evacuar Singapur...

Y es que en esta SGM, no todo fue Stalingrado, y en todos lados cuecen habas.
Pero a Arthur Percival no le dio por pasarse al enemigo, al verse decepcionado por su alto mando.

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Lun Jul 22, 2013 11:04 pm

Hola a todos.
Sobre los temas que vuelven a repetirse, no me voy a pronunciar hasta que aporte nuevos datos al respecto, del libro de Julia Warth.

Sólo quería hacer un inciso sobre un nuevo dato.
¿De verdad que me estás comparando en serio Dunkerque con Stalingrado? :shock:
Resumiendo... el VI Ejército es rodeado y Hitler prohibe su retirada, lo que le condena definitivamente. No contento con ello, rechaza cualquier posibilidad de capitulación y deja a sus hombres morir de hambre y por congelación durante más de dos meses.
En cambio, el Alto Mando británico pone en marcha la Operación Dinamo y consigue salvar al grueso de las tropas. ¿En qué se parecen esas dos situaciones? Si los blindados alemanes hubieran avanzado sin detenerse hasta las posiciones británicas, como mucho hubieran tenido unas bajas enorme y se hubieran rendido, como en cualquier batalla en una contienda. ¿Hubiera ordenado el Alto Mando británico que resistieran durante dos meses muriendo de sed y de hambre y que lucharan "con los dientes y las bayonetas" como dijo Schmidt? Por favor...
En Singapur, que yo sepa, Percival se rindió cuando lo creyó conveniente y sus hombres no murieron de hambre. Fue una derrota cmo otras tantas ha habido en la IIGM, por mantener una posición.
Por no hablar ya de los crímenes de guerra que he citado anteriormente y que hicieron a Seydlitz tomar su decisión. Creo que los británicos no iban por ahí fusilando masivamente a la población civil en zanjas y barrancos.

A todo lo demás responderé a su debido momento con más datos.

Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Lun Jul 22, 2013 11:43 pm

Por supuesto que lo digo en serio.
No me gusta bromear con la muerte de tanta gente.
La diferencia es que en Dunkerke, los alemanes hicieron pasillo y permitieron escapar al enemigo, en Stalingrado jamás hubo un pasillo abierto, sino un cerco. ¿qué hubiera ocurrido si los soviéticos hubieran dejado un pasillo abierto de 100 km. de anchura indefinidamente?
En cuanto a Singapur, hubiera sido una suerte haber podido morir de hambre. Con esa prematura rendición ante un ejército numericamente muy inferior, pusieron las cosas en bandeja a los nipones.
El general Yamashita dijo:
Mi ataque en Singapur fue un engaño - un engaño que funcionó. Tenía 30,000 hombres y era superado por mas de tres a uno. Sabía que si tenía que pelear por un largo período por Singapur, podía haber sido derrotado. Es por eso que la rendición debía ser rápida. Estuve temeroso todo el tiempo de que los británicos pudieran descubrir nuestra debilidad numérica y nuestra falta de suministros y me forzaran a entrar en una desastrosa pelea callejera.

http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Singapur

Por lo cual se desprende que a veces hay que resistir con los dientes y las bayonetas" como dijo Schmidt. En el caso de Singapur se hubiera evitado aquella desastrosa derrota y además que más del 80% de los prisioneros británicos rendidos allí murieran los años siguientes de malaria, disentería, palizas y las más retorcidas y espantosas maneras de morir que a uno puedan ocurrirsele.
Y Stalingrado no es el único lugar del mundo donde se ha resistido a ultranza, esa misma situación se ha repetido en la historia en múltiples lugares, y no siempre ha salido mal para el que resistía.
Unas veces salió mal como por ejemplo en Jartum donde los británicos dejaron morir de hambre a Gordon y al final el cerco del Mahdi los destrozó, y otras ha salido bien, como por ejemplo en Kholm en la misma SGM, pero vamos, ejemplos hay por puñados donde se ha ordenado una defensa a ultranza y a veces salió bien y a veces mal.
Como ajedrecista, añado ahora que a nivel digamos "profesional", los ajedrecistas no recibimos nunca jaque mate, ya que antes de llegar ese momento rendimos el Rey. En una ocasión, jugando una partida simultanea contra mi jugador favorito, uno de los mejores ajedrecistas del mundo, Alexander Beljavsky, rendí el Rey. Beljavsky se sorprendió y se me quedó mirando. Me dijo: "una pena esa rendición, se podría haber sacado más, recuerda que rindiéndose ningún jugador de ajedrez ha ganado jamás una partida".

En cuanto a lo de que Hitler rechaza cualquier posibilidad de capitulación y deja a sus hombres morir de hambre y por congelación durante más de dos meses, habrá que ver por qué lo hizo. No creo que fuese por capricho. Algún motivo tendría él y el OKH (motivo equivocado y lo que quieras, eso está claro).
Pero es que cualquier profano que lea eso, pensará que los envío ahí solo para disfrutar viendo cómo morían.

Cuantos más datos traigas, más veces diré que Alemania es un Estado de Derecho y que se rige por el imperio de la Ley.
La ley en Alemania vale tanto para Seydlitz como para cualquier otro.
Las decisiones de habilitar o inhabilitar, bien sea en Alemania o en cualquier otro país democrático, dependen del Estado y de la observado en la Ley.
Los recursos de cualquier ciudadano sobre el asunto que sea, deben ser observados por la justicia administrativa, civil o militar, pero siempre dependiendo del Estado, ya que si es militar, como en post anteriores dije, depende del ministerio de defensa, que interactúa con el gobierno en general.

Y lo que está claro es que la habilitación de Seydlitz no se ha producido, pues es evidente que no tiene ni pensión ni rango (y no me alcanza a más la cosa, pero estoy seguro que si no se le permite recuperar rango, tampoco seguir en el ejército, es decir, se le prohíbe el funcionariado militar, que en Alemania como es España está igualado con el funcionariado civil, por lo cual Seydlitz debe también estar inhabilitado para desempeñar cargo público alguno, esto es casi seguro, pero como no me consta no puedo garantizarlo).
En todo caso, la habilitación parcial no existe, y por más datos que aparezcan, aunque fuesen montañas de ellos, serían estériles, ya que Alemania es un Estado de Derecho, se rige por el imperio de la Ley, Seydlitz estaba sujeto a tal, y no tiene ni pensión ni rango. Esto es así e irrefutable.

Saludos.

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Mar Jul 23, 2013 12:50 am

Dunkerque y Singapur son comparables a Stalingrado... :shock:

Quizás yo no tenga claro después de haber leído miles de páginas y decenas de libros, por qué Hitler no permitió capitular al VI Ejército. ¿Pasillo en Stalingrado? Eso es lo que quería abrir Hitler con la Operación Tormenta de Invierno para aprovisionar al VI Ejército y dejarlo anclado allí. Nunca para permitirle abandonar el Volga.
Por mi parte nunca le quitaré gravedad a la actuación de Schmidt, un traidor a sus hombres que les obligaba a pelear "con dientes y bayonetas" cuando practicaban el canibalismo y morían congelados enfermos de tifus, mienras él negociaba la capitulación. ¿A alguien le suena la frase geopferte Armee pronunciada por decenas de oficiales alemanes y escritores? ¿Existía algo mejor para el VI Ejército que capitular a partir de mediados de enero? ¿Qué? Lo del Grupo de Ejércitos A es un mito y no me imagino como esos hombres moribundos podrían haber cubierto la distancia de más de 60 Km. a través de la nieve bajo fuego enemigo. ¿Cual es la respuesta? Me pregunto que pensaría cualquiera de los supervivientes de Stalingrado si leyese la metáfora del ajedrez.

Por mi parte seguiré trayendo los datos necesarios y contrastados históricamente por autores fiables sobre el tema de la rehabilitación del Landgericht Verden y la negación del Bundeswehr a concederle la paga y el rango. Es la obligación de todo forista documentar con datos contrastados sus afirmaciones. Por mi parte así lo he hecho y así lo haré. ¿Qué Tribunal denegó la pensión y el rango a Seydlitz? ¿En qué ciudad?

Te dejaré la frase que pronució Hitler durante la visita que le hizo el General von Weichs en la primavera de 1943:
"La obligación de los hombres de Stalingrado es estar muertos." (1)

Ahí lo dejo hasta tener de nuevo acceso al libro de Julia Warth.
No vale la pena.

(1) Fuente: El Ejército traicionado, de Heinrich Gerlach

Saludos

Re: Arthur Schmidt o la obediencia ciega

Mar Jul 23, 2013 12:56 am

No sé si lo que voy a decir me ocasionará un bombardeo de alfombra o contribuirá a aportar un nuevo punta de vista al debate que antecede. Lo he dicho alguna que otra vez en otros hilos, y se centra en que a veces debemos hacer un esfuerzo de "relativización temporal" y ponernos, o intentar ponernos, en la piel de los protagonistas de determinados hechos en el momento y circunstancias en que éstos se producen. Hoy día, con todos los estudios históricos a nuestro alcance, con los datos que aporta el paso del tiempo, con muchos misterios o puntos oscuros resueltos por la desclasificación de documentos celosamente guardados oscuros archivos, es relativamente fácil criticar, por poner un ejemplo, la decisión de Perceval de rendir sus tropas para evitar males mayores, incidiendo en que el remedio fue peor que la enfermedad. Es de suponer que muchos oficiales de la época podían pensar que las guerras se libraban aún con cierto espíritu caballeresco y el respeto a la Convención de Ginebra y otros Acuerdos y Leyes Internacionales. Por desgracia, hubieron de descubrirlo por las malas y en las propias carnes. Por eso insisto en que antes de afirmar tajantemente que se cometieron tales o cuales errores, o que determinadas decisiones fueron equivocadas o acertadas, con la perspectiva que da el tiempo y el conocimiento, nos pueden llevar a equivocarnos igualmente a la hora de juzgar el cometido y acciones de este o aquel general. Es posible que Paulus, en su limitado conocimiento de la situación y en las circunstancias en las que se encontraba, pensara, sinceramente, que la obediencia ciega al Führer era la única opción posible. Y lo mismo, posiblemente, pensaran Schmidy y Seydlitz a la hora de optar por determinado curso de acción. Podríamos también pensar que Eisenhower era un carnicero al lanzar tres divisiones paracaidistas hacia lo desconocido en Normandía, o que Zukov sólo buscaba honores y reconocimiento al hacer asaltar Berlín casi a pecho descubierto por sus tropas, lo cual le acabó ocasionando prácticamente tantas bajas como a los alemanes en Stalingrado. No los justifico. Sólo digo que, para intentar entender sus decisiones, todas, se hace necesario, o al menos conveniente, intentar ponerse en su lugar, en aquel momento, y en aquel lugar.
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