Hola a todos,
últimamente estoy leyendo bastante material sobre Satlingrado (bueno, como siempre) y no puedo dejar de pensar en la gran cantidad de errores tácticos que se cometieron, a los que hay que añadir la mala suerte que se cernió sobr el VI Ejército.
Principios de noviembre.
La lucha ha llegado a un punto muerto donde cada metro conquistado por parte de los alemanes supone una enorme pérdida de hombres. Richthofen se halla enfrentado a Paulus ya que considera que los ataques no se realizan como se debiera, y como última solución se envía al 336 batallón de zapadores, expertos en la lucha callejera. Se consiguen tomar algunos edificios más pero a un precio muy alto, ya que el batallón es prácticamente aniquilado.
Pero el invierno hace su aparición y por el Volga bajan grandes trozos de hielo, lo que lo hace innavegable y por tanto, se cortan drásticamente los refuerzos del Ejército Soviético. Del otro lado del Volga ya no llegan ni soldados ni munición. Las pocas fuerzas que aún resisten en la orilla Oeste, deben esperar a que el Volga se hiele por completo para que los refuerzos lleguen de nuevo.
Los alemanes lo saben, y la caída de esos pocos puntos de resistencia (sólo un 10% de la superficie de Stalingrado) de algunos sólo 400 metros de ancho y 100 de profundidad es sólo cuestión de tiempo. El día 15 Chuikov se halla totalmente desesperado porque ya hece 3 días que no recibe refuerzos. Pero para él, también es sólo cuestión de tiempo que otro gran acontecimiento tenga lugar: el ataque por los flancos sobre el VI Ejército.
Stalin haciendo caso a sus generales Zhukov y Vasilevski fija el ataque por el flanco norte para el día 19 y el del sur el día 20. Sólo unos días después de que el Volga se volviera intransitable. De lo contrario el 62 ejército de Chuikov estaría perdido. Los alemanes no pudieron aprovechar esta corto espacio de tiempo, aún sospechando lo que se les venía encima.
Dimitrescu había informado al alto mando alemán los movimientos de las tropas soviéticas al noroeste de Stalingrado y que sus tropas eran muy débiles y disponían de pocas defensas, a lo que se le contestó en pocas palabras que se apañara como pudiera. Los pilotos de la Luftwaffe había visto como una gran cantidad de carros soviéticos se dirigían hacia Klátskaia.
Para reforzar ese flanco se envía a la 22 División Panzer hacia el noroeste, pero una nueva arma secreta hace su aparición: los ratones. Debido a la inactividad de los tanques en invierno, los ratones habían roído los aislantes eléctricos, y el resultado fue que muchas unidades del 48 cuerpo Panzer uedaron averiadas.
El tiempo también jugó un papel importante, ya que el 19 de noviembre amaneció con mucha niebla y mal tiempo, y la Luftwaffe de von Richthoffen no pudo contrarestar de ningún modo el ataque de los blindados soviéticos, que pasaron lieralmente por encima del III Ejército Rumano.
Justo en el momento crucial de la batalla, las decisones incorrectas y la mala suerte selló el destino del VI Ejército de Paulus.