La guerra en el este de Europa
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Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Sab Nov 19, 2016 1:49 am

Se cierra el cerco en Stalingrado
El 22 de noviembre de 1942 el Ejército Soviético culmina con éxito la operación Urano, planificada por Zhúkov y Vasilevski, cuando se unen las tropas del V Ejército de Tanques, del General Prokofy Romanenko, con el LVII Ejército (Mariscal Fiódor Ivanovich Tolbujin) en torno a la localidad de Kalach, distante a unos 80 kilómetros al oeste de Stalingrado y único paso de aprovisionamiento sobre el río Don del VI Armee en Stalingrado. El resultado fue el cerco de unos 300.000 soldados, entre alemanes (230.000), hiwis (50.000), rumanos (10.000) e italianos (5.000).

La gran ofensiva rusa contra el Heeresgruppe B (Grupo de Ejércitos B) fue lanzada la madruga del 19 de noviembre de 1942 cuando el V Ejército de tanques y el XXI Ejército atacaron y virtualmente pulverizaron al III Ejército rumano situado al noroeste del VI Ejército alemán. Ese mismo día, atento a la situación, el Generaloberst Maximilian von Weichs (Comandante del Grupo de Ejércitos) ordenaba que se suspendieran los ataques en Stalingrado y que el VI Armee envíe en contrataque hacia el oeste al XIV Cuerpo Panzer (General Hube).

Al día siguiente, los LVII y el LI Ejércitos iniciaron la arremetida entre los lagos Sarpa y Tsatsa, a unos 65 kms al sur de Stalingrado, barrieron a 2 Divisiones pertenecientes al IV Ejército rumano.

Si bien, se había alertado a Hitler respecto del amplio frente que se debía cubrir (unos 800kms líneales desde Elitsa -Estepa de los Calmucos- en el sur hasta Voronez) con tropas mayormente de aliados de pobre poder combativo, ya que carecían de modernas armas anti-tanque; y de que se registraban movimientos de tropas soviéticas, Hitler hizo caso omiso de todas las advertencias.

Para el 21 de noviembre se había hecho patente para el mando del Heeresgruppe B, como para el del VI Armee de que el ataque ruso se proponía el cerco de las tropas situadas entre el río Don y el río Volga. El Führer emitía las ordenes de que Paulus se traslade dentro del Kessel y que el VI Armee debía mantener sus posiciones en Stalingrado.

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Mapa de la Operación Urano. Fuente: http://www.taringa.net/comunidades/2-gu ... Urano.html

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Mapa de la Operación Urano y estado general del Frente. Fuente: http://www.westpoint.edu/history/SiteAs ... rope24.gif

Cambio de mando en el Grupo de Ejércitos
El mismo 21, el mariscal de campo Erich von Manstein recibe el mensaje de que debe asumir el mando del Heeresgruppe Don. Básicamente se trata de:
    III Ejército Rumano (restos, en el Chir)
    El prometido Destacamento de Ejército Hollidt (en el Chir)
    IV Ejército Rumano (restos al sur de Stalingrado)
    VI Armee (cercado en Stalingrado)
    IV Panzerarmee (extendido entre el Don y el Volga al sur de Stalingrado)

Mientras que el Heeresgruppe B, quedaba reducido a:
    El debilitado II Armee, estacionado frente a Vorónezh
    II Ejército Hungaro, sobre el Don y al sur del II Armee
    VIII Ejército Italiano, sobre el Don flanquedo por el II Ejército Hungaro por el Oeste y el III Ejército Rumano por el Este.

La orden del OKH para el Grupo de Ejércitos Don era “frenar y paralizar el ataque enemigo y recuperar las posiciones que él nos había arrebatado”, con la promesa de reforzar al Heeresgruppe con un Destacamento de Ejército. Por cuestiones climáticas von Manstein recién podrá hacerse cargo del Heeresgruppe Don el 28 de noviembre.

El día en que se sello el cerco, el Generalfeldmarschall Wolfram von Richthofen comandante de la Luftflotte 4, informa al comando del VI Armee que no había posibilidades reales de abastecer a un ejército mediante transporte aéreo.

El VI Armee estimaba que necesitaría ser abastecido con 600 a 700 toneladas diarias para continuar combatiendo. Si bien, la Luftwaffe evaluaba que la máxima capacidad de transporte rondaba las 350 toneladas diarias, el Reichsmarschall Hermann Göring irresponsablemente anunció que se podría hacer cargo de semejante empresa. El 24 de noviembre, Hitler ordenaba que el Festung Stalingrad debía mantenerse en el Volga a rajatabla.

Esto coincide con las memorias de Manstein, que el VI Armee quedaba de esta manera atrapado en una suerte de mando dual, donde pertenecía organizacionalmente al Heeresgruppe, pero también debía responder a las ordenes del OKH (Oberkommando des Heeres, es decir, Hitler en persona), que dispuso de un oficial de enlace (Coelestin von Zitzewitz) en el Estado Mayor del VI Ejército. En todo caso, lo que si queda claro es que el Alto Mando del VI Ejército no obtuvo la libertad de movimiento que reclamaban los acontecimientos.

El 23 de noviembre se solicitó conjuntamente desde el Grupo de Ejércitos y el VI Ejército la libertad de movimiento y poder realizar una ruptura hacia el sudoeste, pero fue terminantemente rehusada por Hitler, dictando la orden de resistir hasta el levantamiento del cerco y que el abastecimiento estaba garantizado por la Luftwaffe.

El 24 de noviembre la situación era la siguiente:
El IV Panzerarmee contaba con la 16ª División Motorizada se encontraba intacta y al norte de ella la 18ª División rumana, pero desplagadas en torno a Elista a 300 kms al sur de Stalingrado. El IV Armeekorps quedó en el frente sur de Stalingrado. Los restos del VI y VII Cuerpos rumanos consiguieron retirarse hacia el sudoeste de Stalingrado.

El VI Armee estaba cercado en Stalingrado con los IV, VIII, XI y LI Cuerpos, más XIV Cuerpo Panzer y restos del IV Ejército rumano. La bolsa era de unos 50 kms de este a oeste por unos 40 kms de norte a sur, en su interior había 19 divisiones alemanas y 2 rumanas.

El III Armată (Ejército rumano) había dejado de existir y se contaba como fuerza útil solo tres divisiones y quedaron enlazados con el VIII Ejército italiano.

De las 22 divisiones rumanas en terreno, el mando alemán solo 4 se contaban como fuerzas respetables, mientras que 9 estaban completamente derrotadas y otras 9 como desbordadas y reducidas a la impotencia.

El XLVIII Panzerkorps, comandado por el Teniente General Ferdinand Heim y única reserva del Heeresgruppe, fue lanzado al contraataque, pero sin resultados positivos. Era la única fuerza disponible con el poder suficiente como para intentar romper el cerco inminente. Posteriormente Heim fue utilizado por Hitler como "chivo expiatorio".

Según los cálculos del Grupo de Ejércitos B el VI Ejército contaba con municiones solo para 2 días de combate y raciones para 6 días. Luego, se vería que realmente había existencias superiores a las declaradas.

Mientras que los soviéticos habían logrado reunir unas 143 grandes agrupaciones (divisiones y brigadas) en torno a Stalingrado, ya sea hostigando a los cercados o amenazando otros sectores del frente. En esta ocasión, la STAVKA juzgó mal la situación, y no se percató que no había reservas en el Heeresgruppe B, dado que podría haber logrado casi sin dificultades una una ruptura y posterior captura de Rostov, aislando simultáneamente y cortado la ruta de suministros al IV Panzerarmee y al Heeresgruppe A.

Orden de batalla del Heeresgruppe B
15 de Noviembre de 1942

Heeresgruppe B (Generaloberst Maximilian von Weichs)
    II Armee - General Hans von Salmuth
    II Ejército Hungaro - teniente general Gusztáv Vitéz Jány
    VIII Ejército Italiano - General Italo Garibaldi
    III Ejército Rumano - General Petre Dumitrescu
    IV Ejército Rumano - General Constantin Constantinescu
    VI Armee - General Friedrich Paulus
    IV Panzerarmee - Generaloberst Hermann Hoth

Orden de batalla del IV Panzerarmee
15 de Noviembre de 1942

IV Panzerarmee (Generaloberst Hermann Hoth):
    AOK Reserves:
    - 16 Mot.Inf.Div.
    - 29 Mot.Inf.Div.
    IV Armeekorps:
    - 20 (Rum) Inf.Div.
    - 297 Inf.Div.
    - 371 Inf.Div.
    VI (Rum) Corps:
    - 1 (Rum) Inf.Div.
    - 2 (Rum) Inf.Div.
    - 4 (Rum) Inf.Div.
    - 18 (Rum) Inf.Div.
    VII (Rum) Corps:
    - 5 (Rum) Cav.Div.
    - 8 (Rum) Cav.Div.

Orden de batalla del Heeresgruppe A
15 de Noviembre de 1942

Heeresgruppe B (Der Führer Adolf Hitler)
    I Panzerarmee
    XVII Armee

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Sab Nov 19, 2016 3:56 am

Preparando la operación para romper el cerco
Según el Grupo de Ejércitos B el VI Ejército, no podría iniciar ninguna operación de rompimiento hasta el 28 de noviembre, sin embargo Hitler había prohibido expresamente el menor repliegue, confiriéndole al General der Artillerie Walther von Seydlitz-Kurzbach, comandante del LI Korp, el mando directo y exclusivo en todo aquel frente.

En la primera evaluación de la situación por parte del nuevo mando, a partir de los informes de inteligencia se advertía que los soviéticos lograron enfrentar 143 grandes agrupaciones en la zona de operaciones del Grupo de Ejércitos y era de presumir que un intento del VI Armee de abrirse paso por si mismo era impracticable.

Para coordinar las acciones inmediatas se envía a Stalingrado al general Schulz, jefe del Estado Mayor del Grupo de Ejércitos, y más tarde al coronel Busse, jefe de Operaciones, para entrevistarse con los cercados. Debía exponer que lo que se esperaba era, a través de grupos de rescate, enlazar con el Ejército sitiado y que hasta ese entonces no se intentara una salida a la desesperada. El Estado Mayor del Ejército informó que, de tener una abastecimiento suficiente, no se hallaba en situación y condiciones de defensa alarmantes.

Mientras tanto, al IV Panzerarmee se le sumarían el LVII Panzerkorps a las órdenes del General Kirchner, procedente del Heeresgruppe A con la 23ª División Panzer, la 15ª División de Campaña de la Luftwaffe y la 6ª División Panzer, que venía del oeste con sus efectivos al completo. Desde el sur se intentaría romper el cerco y llevar suministros al VI Armee vía terrestre. Era la opción que más probabilidades de éxito ofrecía, pero habría que enfrentarse a los rusos en plena estepa.

En el ala izquierda del Heeresgruppe Don, se incorporaría el Armeeabteilung (destacamento de Ejército) Hollidt, integrado por la 62ª, 294ª y 336ª Infanterie-Divisionen y el XLVIII Panzerkorp, con la 11ª y 22ª Panzer-Divisionen, la 3ª Gebirgs-Division (División de Montaña) y la 7ª y 8ª Luftwaffen-Feld-Divisionen (Divisiones de Campaña de la Luftwaffe). Se incorporaría en el área del III Ejército rumano y atacarían de oeste a este tratando de llegar hasta Kalach. Sin embargo, era poco probable que desde este destacamento se lograra llegar hasta el Ejército cercado dado que el paso por el Don estaba fuertemente protegido por los soviéticos.

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Plan original de Wintergewitter. Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/ ... 9516361525

Gueorgui Zhúkov, por su parte, informaba a Stalin que “Las fuerzas alemanas acorraladas no tratarán probablemente de romper el cerco sin la ayuda de una tropa de refuerzo procedente de Nizhne-Chirskaia y Kotelnikovo.”. Acertaba en leer las únicas chances del Heeresgruppe Don.

Si bien, ninguno de los grupos de rescate se hallaba en condiciones de comenzar las operaciones de rescate hasta principios de diciembre, von Manstein era de la opinión de que los grupos entretendrían tantas tropas soviéticas como para que el VI Armee tuviese éxito en su rompimiento del cerco y lograse la conexión con los grupos que marchaban en su auxilio, pero con las condiciones de que al VI Ejército de lo aprovisionase con al menos 400 toneladas diarias y que el OKW disponga del urgente envío de más tropas para los grupos liberadores. De cualquier manera informaba el mando del Grupo de Ejércitos al OKH que según su parecer la mejor oportunidad de rompimiento ya había pasado.

Ninguna de las condiciones se dieron, la Luftwaffe transportó entre el 1 y el 12 de diciembre un promedio de 97,3 toneladas diarias, y desde el 12 al 31 de diciembre una media de 137,7 toneladas diarias. Si bien, estas cifras no se acercaban a las solicitadas, el heroísmo de los aviadores se ve reflejado en la pérdida de unos 490 aviones y el sacrificio más de 1000 tripulantes. Las bases aéreas principales de partida eran Morosovki (a 180 kms de Stalingrado) y Tazinskaia (a 220 kms de Stalingrado), que en un principio solo debían sobrevolar unos 50 kms de territorio enemigo. El mayor obstáculo para los vuelos lo constituyo el mal clima. La evacuación por aire de los heridos y enfermos, entre el 23 de noviembre y el 20 de enero, fue de unos 24.000.

Von Manstein informa por telegrama el estado de la situación a Hitler e informa que sería un disparate operativo dejar al VI Ejército anclado al Volga luego de generar el pasillo de abastecimiento terrestre, dado que era imposible que el mismo se sostuviese todo el invierno. Con lo cual no podría repetirse lo ocurrido en la bolsa de Demjansk. Hitler no respondió hasta el 3 de diciembre indicando que juzgaba igual la situación, pero con 2 reparos. Que el frente norte de Stalingrado no podía retirarse bajo ningún concepto y que las divisiones rusas se encontraban muy mermadas y sin posibilidades de abastecimiento reales.

Las fuerzas del Armeeabteilung Hollidt se vieron retrasadas por el escaso rendimiento ferroviario y 2 divisiones (la 62ª y la 294ª de Infantería) fueron cedidas al III Ejército rumano, la 3ª Gebirgs-Division fue redirigida al Grupo de Ejércitos A. La 22ª Panzer-Division desgastada en la operación Urano, fue un amasijo sin cohesión y sin la menor virtud agresiva. Las 7ª y 8ª Luftwaffen-Feld-Divisionen se consideraban útiles sólo para operaciones defensivas, con lo que el Destacamento de Ejército Hollidt disponía para su ofensiva de la 11ª División Panzer y la 336ª División de Infantería. Para complicar las cosas en la estepa de Stalingrado caían durísimas heladas.

En la región del Caucaso había llegado el deshielo y hacía imposible el traslado de la 23ª Panzer-Division por sus propios medios, lo que provocó una demora de varios días para disponer del LVII Panzerkorp.
La 15ª Luftwaffe-Feld-Division, prevista para reforzar el LVII Panzerkorp, aún había que ponerla en pie de guerra, cosa que requirió semanas y cuando estuvo lista, salió maltrecha en los primeros días de combate. De la artillería que el Grupo de Ejércitos A debía ceder, sólo se envío un regimiento de Nebelwefer.

El OKH prometió las 17ª División Panzer y la 306ª División de Infantería como reemplazos de las tropas que se tuvieron que redirigir, pero las mismas no podían sustituir en importancia cuantitativa ni estar disponibles con la urgencia que la operación reclamaba. Como se presentaba la cosa la idea de realizar la liberación del VI Ejército desde 2 direcciones, desde Kotelnikovo y desde el Chir iba a ser imposible por falta de fuerzas. Como logísticamente era más problemático ejecutar la operación desde el sur, los soviéticos habían cubierto ese sector con sólo 5 divisiones, mientras que hacia el Chir ubicaron 15 divisiones.

La orden del 1 de diciembre del Heeresgruppe Don para la operación Wintergewitter decía lo siguiente:
El VI Ejército Panzer iniciaría la ofensiva con el grueso de sus fuerzas en fecha que aún habría de señalarse (pero no antes del 8 de diciembre), partiendo de la región de Kotelnikovo al este del Don. Su misión estaría en romper las fuerzas de cobertura enemiga y atacar seguidamente y arrollar por el flanco o retaguardia el cerco de Stalingrado por occidente y sur respectivamente.
El XLVIII Cuerpo Panzer atacaría, como fracción del Destacamento de Ejército Hollidt, la retaguardia de las fuerzas enemigas, partiendo de la cabeza de puente de Nishne-Chirskaya en el Don y el Chir.
En el caso de que antes ya del comienzo del ataque, el enemigo se hubiese reforzado considerablemente contra el IV Ejército Panzer al norte de Kotelnikovo, o la situación del IV Ejército rumano, encargado de cubrir el largo flanco oriental del IV Ejército Panzer, volviese a presentarse apurada; las divisiones de tanques del IV Ejército Panzer avanzarían por sorpresa por el lado occidental del Don hacia el norte hasta la cabeza de puente Don-Chir de Nishne-Chirskaya, desde donde lanzarían su principal ataque. Además, un grupo de choque menos considerable habría de avanzar desde la cabeza de puente Don-Chir al oeste del Don por Kalach, a fin de cortar allí el enlace del enemigo y dejar accesible al VI Ejército el puente del Don.
Respecto al VI Ejército, en la fecha siguiente a la que se habría de señalar para que el IV Ejército Panzer entrase en acción, atacaría también él partiendo de su frente sudoccidental para romper primeramente en dirección a Donskaje-Zaritza, tomar contacto con el IV Ejército Panzer y colaborar así en la operación de arrollar los respectivos frentes del cerco sur y oeste y de conquistar el paso del Don por Kalach.


Manstein sostiene que en vista de la orden terminante de Hitler de que los cercados mantuviesen todas sus posiciones, al VI Armee no le iba a ser posible en la práctica avanzar al encuentro del IV Panzerarmee, tendría que hacer una dislocación de fuerzas, cediendo terreno al norte y al oeste para poder realizarlo. En tal supuesto, Hitler no hubiera tenido más remedio que resignarse al hecho consumado, como posteriormente hizo en muchos otros casos. En su orden no lo hizo expresamente porque suponía que al estar el oficial de enlace del OKH, Hitler la anularía con una contraorden.

El 2 de diciembre, los soviéticos comenzaron los ataques al Kessel. Repitieron estos ataques los días 4 y 8.

La fecha inicial de la operación Wintergewitter se había pensado para el 3 de diciembre, pero los problemas con la movilización de las tropas hizo retrasarla primeramente para el 8 y por último para el 12 del mismo mes.

La 23ª División Panzer, al mando del General Von Vormann, provenía del Caucaso y era una unidad débil que debía prepararse detrás del río Sal. Fue reforzándose improvisadamente hasta alcanzar las 30 unidades blindadas.

La 6ª División Panzer, comandada por el Generaloberst Erhard Raus, contaba con 160 Panzer IV, 42 cañones de asalto, 20 vehículos blindados pesados y 4200 camiones. Su área de reunión designada era Kotelnikovo, es decir que, su punto de partida estaba a unos 200Kms de Stalingrado.

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General Erhard Raus, comandante de la 6ª Panzer-Division. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

“Era particularmente difícil mover los remolques de municiones de un solo eje, que habían sido enganchados a los carros autopropulsados, lo que hizo muy difícil o casi imposible cualquier movimiento de giro” - Leutnant Günter Höffken, lider de pelotón de la 1ª Compañía (Stug) del 41º Batallón anti-tanque.

Al anochecer del 2 de diciembre, después de 16 días de viaje la 6ª División Panzer arribaba a Semnichaia. A 6 kilómetros al norte se hallaba la villa de Majorski, que fue ocupada por la 9ª Compañía del 114º Regimiento Panzergrenadier y por el 1º Batallón del 76º Regimiento de Artillería Panzer.

5 kilometros más al norte se ubicaba Pokhlebin, que estaba guarnecida por la 3ª Compañía del 114º Panzergrenadier Regiment y un Pelotón de la 9ª Compañía, más 2 PaK 40 de 75mm de la 2ª Compañía del 41º Batallón anti-tanque. Un poco más al oeste, en Nagavskaya, había unidades rumanas reforzadas con otros 2 PaK 40 de la 2ª Compañía del 41º Batallón anti-tanque.
Última edición por ratonerly el Dom Nov 20, 2016 3:03 am, editado 1 vez en total

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Sab Nov 19, 2016 10:20 am

Hola ratonerly.
Interesante artículo y muy bien contado. A la espera de más.

Ha sido agradable despertarse por la mañana y leer lo que has escrito. :D :D

Un abrazo.

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Dom Nov 20, 2016 2:57 am

Gracias Vonder. Seguimos...

Se agrava la situación en el Chir
El 3 de diciembre se informaba al Grupo de Ejércitos Don que se registraba una importante concentración enemiga en el sector del Chir inferior. Al día siguiente los rusos lanzaban su ataque proseguidos por cambios continuos del centro de gravedad. La situación era crítica para los alemanes, que debían mantener a toda costa ese frente puesto que era fundamental para que el VI Ejército aún tuviera esperanzas de ser rescatado. Si se perdía la cabeza de puente en Nishne-Chirskaya hubiera abierto a los rusos el camino hacia las bases aéreas de Morosovki y Tazinskaia, distantes a 40 y 80 kms de la punta de lanza soviética y dejando expedita la ruta más corta hasta los pasos del Donetz como hasta Rostov. De esta manera el XLVIII Cuerpo Panzer comenzaría a actuar como apagallamas, acudiendo donde la situación se tornara incontenible. Sólo de poder liberarse de estas acciones podría tomar parte, junto al Destacamento de Ejército Hollidt, en la tentativa de liberación.

Al sur de Stalingrado la mañana del 3 de diciembre arrancó con frío y algunas nevadas. Sobre las 8 de la mañana fue atacado el pueblo de Pokhlebin por T-34s, caballería e infantería motorizada. Con muchas bajas la 3ª Compañía tuvo que dejar el pueblo.

Se le ordenó a la 1ª Compañía del 41º Batallón anti-tanque atacar Pokhlebin. “El comandante del batallón apareció desde Semichnyy y nos ordenó llevar con nosotros los remolques de municiones y las minas Teller que colgaban sin protección en los laterales de los Stug. El comandante de la compañía protestó en vano.” - Leutnant Günter Höffken, comandante del 1º Pelotón de la 1ª Compañía del 41º Panzerjäger Battalion.

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Ataque de la Brigada de Caballería al punto de reunión del LVII Panzerkorps. Fuente: http://i107.photobucket.com/albums/m308 ... s_p120.jpg

Al mediodía comenzó un fuerte bombardeo, e inmediatamente después, la primera línea disparó las bengalas rojas y luego las violetas. El fuego de cañones de tanques y artillería se incrementaba. A unos 1000 mts de Pokhlebin un T-34, ubicado en un barranco, dispara sobre la compañía y luego de un intercambio de disparos, uno de los StuG elimina al T-34 desde unos 450 mts, mientras que otro de los StuG destruye un cañón anti-tanque que se encontraba en apoyo del T-34.

Después los StuG 131,132 y 133 (3º Pelotón) se ubicaron en el borde de una hondonada “balka”, que corría de noreste a suroeste terminando cerca de la cota 76,6, que dominaba el terreno y era utilizada por los soviéticos para movilizar tropas fuera de la vista germana. Allí el 3º Pelotón de StuG descargó todas las municiones disponibles sobre uno de los regimientos de caballería de la 81ª División de Caballería soviética.

Los soldados rojos habían utilizado las tormentas de nieve que impedían la vista de Majorski a Pokhlebin para continuar el ataque contra el lado occidental de Kotelnikovo, utilizando la carretera de Pokhlebin a Kotelnikovo y especialmente la hondonada al sur de la carretera. En este ataque, los soviéticos utilizaron numerosos tanques, cañones antitanque e infantería motorizada. Paralelamente, avanzaron por el camino y la hondonada noreste-suroeste (frente al punto 76.6) hacia Semichnyy con varios tanques, cañones antitanques, camiones con infantería y un improvisado regimiento de caballería montado en caballos y camellos (alrededor de 1.000 animales).

Mientras tanto, el 1º (StuGs 111, 112, 113) y 2º Pelotón (StuGs 121, 122, 123), se enviaron a cubrir al 114º Panzergrenadier Regiment en Semichnyy y llegaron justo en el momento en que los rusos se desplegaban fuera de la hondonada. Los 6 StuG y 2 Zugkraftwagen de apoyo avanzaron directamente hacia los soldados rojos, disparando los cañones cuando la brecha entre ambos se redujo a 600 mts y al llegar a los 200 mts utilizaron todas las armas que disponían.

El mayor impacto, en esta masa de hombres y animales lo producía la munición de acción retardada, estas explotaban a 8 o 10 mts del suelo y producían una densa lluvia de esquirlas. Sumado al fuego de ametralladoras, los semi-orugas de los Panzergrenadiers y el fuego del 76º Regimiento de Artillería Panzer. La estepa se plagó de gritos de animales y hombres atrapados en este tornado de fuego. En medio del pánico, lo único que podían hacer los soldados soviéticos era retroceder hacía Pokhlebin, pero los alemanes ya disponían de campos de tiro barriendo la hondonada.

Como los 6 remolques de municiones se habían desenganchado de los StuGs antes de entrar en combate, se dispuso que los Zugkraftwagen, los semi-orugas de mando e incluso las motos BMW se encargaran de que no falten municiones. Solo uno de los StuG recibió un impacto directo de un cañón anti-tanque, matando al conductor e hiriendo al comandante y al artillero. Ellos fueron tratados y transportados por los médicos.

Los soviéticos habían querido evitar que la zona fuera utilizada como punto de preparación de las unidades del LVII Cuerpo Panzer que emprenderían la operación de socorro a Stalingrado tomando las aldeas y comunicaciones por carretera y ferrocarril entre Kotelnikovo, Semnitschaia, Semichnyy.

“El 4 de diciembre, la 1ª Compañía del 41º Panzerjäger Battalion estaba operando en la zona al sur de Pokhlebin entre la hondonada que corría desde el noreste al suroeste para asegurar que las unidades enemigas no salieran hacia el sur de la bolsa que había sido formada por el 11° Panzer Regiment y el 2° Batallón del 114° Panzergrenadier Regiment. Tales intentos, realizados sólo por unidades más pequeñas con ametralladoras y cañones antitanque de 75 mm, no tuvieron éxito. Desde esta posición pudimos observar la marcha de aproximación, la preparación en el punto 76.6 y el ataque del 2º Batallón del 11° Regimiento Panzer, a través de la larga pendiente de Pokhlebin y los amargos y costosos tiroteos con los cañones antitanques instalados en la aldea."

"Fue notable que los tanques enemigos prefirieron distanciarse usando el camino hacia el norte. Cuatro o cinco tanques fueron eliminados por la 8ª Compañía del 11° Panzer Regiment, mientras que la 5ª Compañía avanzó lentamente hacia la hondonada (oeste-este). Varios tanques alemanes quedaron quemados después de ser impactados. Después de que los tanques del 1º Batallón que habían atacado desde el más noroeste al punto 94.4 cruzaron la hondonada más allá de la aldea y eliminaron una posición antitanque en el arroyo Koslowaia (6ta compañía), el ataque del 2º Batallón pudo prosperar, y la resistencia enemiga colapsó. Lamentablemente, una salva de ametralladora en nuestra posición mató a nuestros 2 médicos.” - Leutnant Günter Höffken

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Leutnant Günter Höffken. Fuente: escaneo del libro WINTER STORM.

El 8 de diciembre el reconocimiento aéreo confirmó que el LI Ejército soviético se colocó en el frente norte del IV Panzerarmee.

Para el 9 de diciembre estaba claro para el Heeresgruppe Don, que el Armeeabteilung Hollidt no podría participar activamente en la operación de rescate del VI Armee, dado que se hallaba comprometido en combates defensivos. Por lo tanto Wintergewitter debería ser realizada solamente por IV Panzerarmee cuya unidad principal era el LVII Cuerpo Panzer (comandado por General der Panzertruppen Friedrich Kirchner).

También los soviéticos relajaron notablemente los ataques al Kessel, en los que tan mal parado había salido el VI Armee. En el frente del Chir la presión sobre los germanos seguía sin ceder y en el frente norte del IV Panzerarmee los rusos estaban cautelosos, probablemente debido su fracaso en Kotelnikovo.

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Dom Nov 20, 2016 3:13 am

En busca de refuerzos para el LVII Panzerkorps
No se necesitaba ser un genio para que cualquiera comprendiese que el LVII Panzerkorps, con sólo 2 divisiones (la 6ª y la 23ª Divisiones Panzer), pudiese abrirse paso hasta Stalingrado. Por lo que el Heeresgruppe Don solicitaba continuamente al Heeresgruppe A la cesión del III Panzerkorps, pero siempre denegado por Hitler.

La 17ª División Panzer, que se hallaba en camino y estaba en condiciones de participar en la acción liberadora, fue retenida en reserva por Hitler hasta el 16 de diciembre hasta que la pudo relevar la 306ª División de Infantería. Demasiado tarde y muy débil como para lograr hacer un cambio en el desarrollo de los acontecimientos.

Era importante para el Grupo de Ejércitos iniciar la operación Wintergewitter antes de que el enemigo lograse frustrarla. Para ello debía prevenirse de que los soviéticos desbaratasen el débil frente del Chir (Destacamento de Ejército Hollidt) y que intentaran avanzar sobre el ala derecha del Grupo de Ejércitos para cortar las comunicaciones en Rostov.

El 10 de diciembre, los rusos atacaron violentamente las posiciones alemanas en el Chir inferior y hubo que echar mano nuevamente al XLVIII Cuerpo Panzer para subsanar la crisis. Era evidente que ya no cabía pensar en disponer de este cuerpo para una acción conjunta con el LVII.

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Dom Nov 20, 2016 5:24 pm

Se inicia la operación Wintergewitter
El objetivo de la operación era llegar hasta el Kessel y establecer un corredor para proporcionar suministros y refuerzos al VI Armee, en previsión a las subsiguientes operaciones que se deberían llevar a cabo en 1943. Manstein sabía que no existía posibilidad alguna de que el VI Ejército pudiera sobrevivir el invierno, e instruyó a su cuartel general que trazara un plan más amplio en caso de que Hitler entrara en razón. Se preveía que de tener éxito la primera fase (“Wintergewitter”), el VI Ejército se reincorporaría al Grupo de Ejércitos Don, la fase 2 se llamó “Donnerschlag”.

La tarde del 11 de diciembre, las órdenes para el ataque decisivo de socorro contra Stalingrado llegaron a la 6ª División Panzer. Cada individuo conocía el trabajo; se había asegurado la cooperación entre las tropas y los servicios de suministro. Los ingenieros del ferrocarril estaban parados para reparar la estación ferroviaria Gremjachi y otros posibles daños al ferrocarril.

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Posiciones defensivas en Kotelnikovo. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

Rompimiento en Gremjachi
La madrugada del 12 de diciembre comenzó Wintergewitter con las 6º y la 23º Panzer-Divisionen del LVII Panzerkorps. Cubrían sus flancos este, por el Volga, el VII Cuerpo de Ejército rumano y por el oeste, hasta el Don, el VI Cuerpo de Ejército, también, rumano.

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Tanques de la 6ª Panzer-División a la espera de entrar en acción. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

El grupo de combate de la 6º Panzer-Division marchó a la cabeza de puente al norte de Kotelnikovo, mientras que la 23º Panzer-Division se escalonaba hacia su derecha. El primer objetivo, la estación de ferrocarril de Gremjachi. Comenzaron las primeras salvas, hasta que una impactó de lleno en el principal punto fuerte soviético, esa era la señal convenida para el inicio del ataque. Se encendieron los motores de los tanques y se pusieron en marcha rápidamente. Tan veloz fue la penetración alemana que los soviéticos no tuvieron tiempo de mover sus baterías e incluso muchas fueron encontradas intactas en sus posiciones de tiro, dado que fueron flanqueados y tomados desde atrás. Durante horas los caballos vagaron por la estepa arrastrando vagones de municiones, armas y suministros.

En las primeras horas de la tarde el puesto de mando divisional de los soviéticos fue alcanzado y sobrepasado por la punta de lanza de los panzer grenadiers. Exactamente según el plan, la masa de tanques se volvió ahora hacia la aldea de Werchne-Jablonski, cuya guarnición se había vuelto hacia el 2° Batallón del 4° Panzer Grenadier Regiment. El ataque masivo de los tanques a la retaguardia de los soviéticos destruyó a 10 tanques de los 14 restantes del cuerpo de caballería. Solo cuatro pudieron escapar a través de una hondonada.

Luego se siguió el ataque rumbo al norte. Cuando llegó la oscuridad, la 6ª División Panzer había penetrado al enemigo a una profundidad de treinta kilómetros y tenía sus unidades más avanzadas al sur de Chilikov. Todas las tripulaciones dejadas atrás en los puntos fuertes de Kotelnikovo se reunieron poco después del comienzo de la ofensiva y se unieron a sus unidades a primera hora de la tarde. La compañía de motocicletas del 6º Batallón de Reconocimiento que había avanzado al este del ferrocarril mantuvo el contacto con la 23ra división de Panzer.

A ambos lados del Kremojarski Aksai, la 23ª División Panzer avanzó dieciocho kilómetros al norte de Pimen-Tscherni. Al principio, se encontraron con la feroz resistencia de una división de infantería soviética, pero después de la dura derrota de su división vecina, su resistencia disminuyó rápidamente. Las bajas en la 23ª División Panzer se mantuvieron dentro de límites aceptables, las de la 6ª fueron insignificantes. Sus tanques habían hecho un buen trabajo, salvando a los granaderos amargos combates y mucha sangre. Algunos vehículos individuales, entre los que se encontraba el vehículo de mando del comandante de la división, quedaron momentáneamente fuera de servicio por pisar minas enemigas. Aparte de los daños mecánicos, los tanques no habían sufrido víctimas en absoluto.

A parte de los 14 T-34 encontrados en Werchne-Jablonski, no se encontraron otros tanques enemigos. La fuerza aérea soviética no tuvo una actuación notable al principio. El primer día de batalla cumplió todas las expectativas alemanas. En todo el frente, los soviéticos habían sido golpeados y las unidades perseguidoras las siguieron presionando.

El Oberleutnant Soest, comandante de la 4ª Compañía del 4° Panzer Grenadier Regiment, describe el primer día de la lucha: "El 12 de diciembre, comienza nuestro ataque. La división está presente con todas sus fuerzas. La noche anterior, nos enteramos de la idea de liberar a Stalingrado y esperamos que los próximos días que nos brinden las primeras experiencias de guerra. En el primer día, el batallón está como reserva divisional y nos ubicamos por detrás de las unidades que luchan en el frente. El días es claro, un soleado clima invernal, ideal para la actividad aérea. Pero esto no sólo se aplica a nuestro lado, con un gran número de Stukas del escuadrón de apoyo cercano de Richthofen, sino también, como hemos de concluir a nuestro disgusto, para el lado ruso. Nuestra columna de marcha tiene que hacer frente a dos serios ataques aéreos. Los pilotos volaron muy bajo, pero en ese momento no tuvimos ninguna protección antiaérea con nuestro batallón. Estábamos acostados a un lado del camino principal para cubrirnos de las ametralladoras, las rondas de cañones y las bombas, cuando por la parte posterior otro ruso viene a nosotros, y tenemos que tomar la cubierta en el otro lado. Son minutos inolvidables, y por desgracia le cuestan al batallón algunos muertos. Fue un primer bautismo de fuego impresionante. Mientras tanto, el ataque se lleva adelante con impulso y los rusos se retiran en vuelo. Pasamos la noche en un grupo destrozado de casas en Gremjachi, bastante frío.

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Oberleutnant Soest. Comandante de la 4ª Compañía del 4° Panzer Grenadier Regiment. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

No cabe duda de que el avance encontró a los rusos por sorpresa, pero el General Andréi Yeremenko comandante del Frente Stalingrado, actúo rápidamente para controlarlo. Solicitó al Frente del Don, comandado por el General Konstantín Rokossovski, la transferencia del II Ejército de Guardias de Rodion Malinovski. Entretanto Yeremenko envió al IV Cuerpo Mecanizado y al XIII Cuerpo de Tanques a bloquear el avance alemán. 3 días después, para alivio del Frente Stalingrado, el II Ejército de Guardias llegaba a destino.

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Lun Nov 21, 2016 3:48 am

Avance a través del norte de Aksai hasta Chilekovo
Mientras aún era de noche, el avance continuó antes del amanecer del día siguiente. Había que alcanzar la orilla norte del río Aksai y establecer allí una cabeza de puente.

El frente soviético, que había sido fijado por unos pocos batallones, fue nuevamente roto por el 11° Panzer Regiment. A la primera luz del amanecer del segundo día de combate, las puntas de lanza blindadas ya habían alcanzado el norte de Aksai y estaban buscando un cruce. Después de una larga búsqueda en Zalivkiy, descubrieron un vado utilizable y cruzaron el río. El 1º Batallón del 4° Panzer Grenadier Regiment los siguió inmediatamente y formó una cabeza de puente. Poco después, los ingenieros comenzaron a construir un puente. Seis kilómetros al norte de Chilekovo, la compañía de motocicletas aseguró el flanco derecho al oeste del ferrocarril, desde el cual se pudieron observar los movimientos de tanques y camiones en la orilla meridional del Aksai. El 1° Batallón del 114° Panzer Grenadier Regiment había perseguido a los soviéticos en el terreno ondulado al oeste de Techilikow, ocupó esta zona y la aseguró. En las primeras horas de la tarde, la división trasladó su puesto de mando a Chilekovo.

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La zona de Zalivkiy y Chilekovo sobre el Aksai. Fuente: Google Maps.

La 23ª División Panzer en este momento pasó Nebykoff y, al este del ferrocarril, avanzó hasta Schutovo para apoderarse de un puente sobre el Aksai. Una unidad blindada soviética lanzó un contraataque y presionó la división, que consistía en apenas de dieciocho tanques. Las comunicaciones personales entre los dos comandantes de las Panzer-divisionen hicieron posible que la 6ª División Panzer intervenga de inmediato con compañías de motocicletas, una compañía Panzer Grenadier y veinte blindados, cayó sobre el flanco soviético y se los obligó a retroceder.

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Soldados de la 23ª Panzer-Division luchando por mantener en condiciones los caminos. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

La 23ª División Panzer ganó más terreno, y el mismo día, logró tomar y mantener una cabeza de puente sobre el Aksai en Schutovo. Pero mientras tanto, los soviéticos habían dirigido toda su atención hacia la 6ª División Panzer que, con sus blindados, irrumpió a Verkhnekumskiy (doce kilómetros al norte del Aksai) y tomó posesión de este punto de reunión para el III Ejército Ruso de Tanques. Comenzó a caer lluvia trayendo un breve deshielo y en la zona que rodeaba la aldea se dieron violentas refriegas que impidieron avanzar al LVII Panzerkorps.

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Mapa de la operación Wintergewitter. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

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Los primeros tanques de 11º Regimiento Panzer de la 6ª División Panzer pasan el Aksai sobre un puente de pontones. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

La batalla de tanques de Verkhnekumskiy
El 13 de diciembre vio una gigantesca batalla de tanques entre 160 tanques alemanes, atacando como una unidad, y unos 350 tanques rusos que estaban comenzando un contraataque en grupos. Esto llevó a una batalla total en las alturas alrededor de Verkhnekumskiy, una batalla que duró hasta la noche con una intensidad inquebrantable. El foco de la batalla fue un gran pueblo situado en un valle, defendido por el 2° Batallón del 114° Panzer Grenadier Regiment, el 3º Batallón del 76° Panzerartillerie-Regiment y el 1ª Compañía de Ingenieros Panzer del 57° Panzer-Pionier-Bataillon.

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Tanques del 11º Regimiento Panzer de la 6ª División Panzer en la cabeza de puente sobre el Aksai, dispuestos para comenzar el ataque. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

El comandante del 11° Panzer Regiment rápidamente tomó las decisiones que la situación cambiante exigía. Las órdenes que habían llegado hasta el último tanque con radio se obedecieron como si estuvieran en un campo de entrenamiento. Los tanques alemanes que habían subido detrás de un pliegue en el suelo se encontraron de frente a una masa de tanques enemigos. Allí un batallón hizo un desvío a través de un valle para atacar al enemigo en la parte trasera.

Sólo unos pocos tanques soviéticos lograron escapar del desastre. Más de 70 tanques soviéticos yacían destrozados en el campo de batalla. Sin embargo, se detectó una nueva facción blindada que estaba flanqueando al 11° Panzer Regiment. Inmediatamente, todos los tanques se volvieron noventa grados hacia el sur y evitaron el cerco. El Grupo de Batalla Hünersdorff atacó a los soviéticos por detrás mientras se preparaban para atacar y fue capaz de aniquilarlos casi por completo. El ataque soviético terminó en un gran cementerio de tanques antes de comenzar.

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Mapa de la zona de Verkhnekumskiy. Fuente: Google Maps.

Antes del mediodía, algunas unidades soviéticas lograron cercar Verkhnekumskiy. Rápidamente se lanzó al 11° Panzer Regiment que atacó a los sitiadores y los dispersó. El fuego de los tanques quemados atrajeron a nuevos grupos rusos al campo de batalla. Pero el 11° Panzer Regiment se había movido más allá de su alcance. Los soviéticos comenzaron la persecución y se vieron sorprendidos cuando, en terreno completamente abierto, se encontraron con una emboscada de 100 blindados alemanes sobre uno de sus flancos. Inmediatamente, las llamas atraparon a la primera ola de carros. La unidad soviética se detuvo y trató de alejarse, durante la cual fue atacada por el otro flanco por otros 40 Panzers y sufrió grandes pérdidas. El resultado, más de 40 tanques destruidos. La batalla giró unos 180 grados alrededor del pueblo. Las unidades alemanas estaban en el norte del pueblo, mientras que las unidades del Ejército Rojo se hallaban en el sur. El refuerzo incesante de más tanques soviéticos obligó a los alemanes a efectuar continuas maniobras defensivas, que se hicieron cada vez más difíciles a medida que pasaba el tiempo debido a la intervención de numerosos cañones antitanque de una división de motorizada soviética..

A la tarde, nuevamente los defensores alemanes de Verkhnekumskiy, se hallaban completamente encerrados. Los soviéticos atacaron la aldea desde todos lados. Tres cañones pesados fueron abatidos, las municiones escaseaban y varios tanques rusos habían penetrado en el pueblo. La situación se hizo crítica. Los granaderos solo podían destruir a los tanques rojos con cargas magnéticas. Así mismo, se sucedían las peleas de hombre a hombre entre los granaderos y los fusileros motorizados soviéticos. El 11º Panzer Regiment se hallaba, donde la lucha había comenzado por la mañana, en las alturas al sur del pueblo, aunque estaban escasos de municiones y combustible. El regimiento panzer se las apañó para realizar un contragolpe y avanzó sobre Verkhnekumskiy, rompió el cerco y liberó a la guarnición. Luego de repostar municiones y combustible, el 11° Regimiento Panzer emprendió el camino a la cabeza de puente de Zalivkiy. Otra vez los soviéticos intentaron impedir el camino de los grupos en las alturas al sur del pueblo. Pero el regimiento panzer rompió rápidamente hacia el sur, y se mantuvo un contingente a retaguardia para impedir nuevos cortes.

Estaba oscureciendo cuando la columna de panzers fue avistada por la guarnición en la cabeza de puente, que fue atacada tres veces durante el día, pero logró evitar todos los intentos de eliminarla.

La batalla por tanques más dura de esta campaña había terminado. La batalla puede considerarse un empate. Los soviéticos no se atrevieron a perseguir o acosar al grupo panzer, comprendiendo que el tiempo estaba de su lado y por lo tanto preferían que sus fusileros motorizados se atrincheraran en las alturas al sur de Verkhnekumskiy, para apoyarlos con artillería pesada y cañones antitanque, manteniendo a los tanques restantes detrás del frente. La severidad con que habían sufrido sus unidades blindadas el 13 de diciembre rápidamente se hizo evidente. El resultado más importante del día fue que la superioridad soviética en tanques dejó de existir, la cabeza de puente Aksai permaneció en manos de los germanos y la cabeza de puente de la 23ª División Panzer podría ampliarse dado que la gran batalla de tanques en Verkhnekumskiy enfocó a todos los tanques y unidades motorizadas hacia ella como un imán.

En el segundo día de batalla, hubo una gran actividad aérea en ambos lados. Los ataques aéreos soviéticos de apoyo cercano hostigaron las reservas y al tráfico de vehículos. Pero cuando los cazas alemanes aparecieron, desaparecieron inmediatamente. Durante la batalla tanques Verkhnekumskiy, hubo también mucha actividad en los cielos, pero ni los aviones alemanes ni los soviéticos intervinieron en la batalla de los tanques. La situación cambiaba tan rápidamente que era difícil para los aviadores distinguir las diferencias entre los bandos en tierra. Sólo pudieron enfocarse en los objetivos secundarios. Así que hubo numerosos ataques con bombas contra grupos de vehículos estacionados, que se podían ver ver claramente a kilómetros de distancia en la estéril estepa, pero sufrieron muy pocas bajas debido a su dispersión. Las pérdidas en las tripulaciones de acompañamiento fueron mínimas. La práctica indicaba que los conductores y los acompañantes se escondieran debajo de sus vehículos, de modo que sólo un impacto directo en el vehículo los afectaría.

Finalmente, Stalin aceptó la idea de adaptar la operación Saturno y se instruyó a los comandantes de los Frentes Voronezh y Sodoeste para que se prepararan para lanzar una versión corregida llamada Pequeño Saturno. Sus ejércitos debían estar listos para atacar en el plazo de 3 días.

Mientras el LVII Panzerkorps pugnaba por la decisión al este del Don. La STAVKA parecía haberse dado cuenta de la importancia de la cabeza de puente aún mantenida en Nishne-Chirskaya puesto que desde el 12 de diciembre el peso de sus ataques se concentraron allí. El 14 los germanos volaron el puente y para el 15 sólo podría ser mantenido el frente por un puñado de días más.

El 15 de diciembre se podía constatar que los soviéticos intentarían una ofensiva de altos vuelos, puesto que se observaron preparativos en el ala izquierda del Heeresgruppe Don y la derecha del Heeresgruppe A, si bien no estaba confirmada la misión, comunicaciones de radio interceptadas hablaban de una ruptura ambiciosa hacia Rostov.

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Lun Nov 21, 2016 4:09 pm

La Defensa de la cabeza de puente en Zalivkiy
El 14 y 15 de diciembre, los soviéticos llevaron a cabo contraataques contra las cabezas de puente de Schutovo con las brigadas de tanques apoyadas por fusileros motorizados. Su objetivo era separar las unidades que estaban al norte del río de sus suministros.

Según el diario de guerra del OKW, "El LVII Cuerpo Panzer -que había comenzado un ataque hacia el noreste de la zona de Kotelnikovo, según los últimos informes- había alcanzado y cruzado la carretera de Samochin a Chitakov (23ª División Panzer). La 254ª Brigada de Tanques Rusa, ubicada en el flanco norte, no combatió y se retiró hacia el noreste. Al norte del ferrocarril de Kotelnikovo-Stalingrad, las principales facciones de la 6ª División Panzer cruzaron el Aksai utilizando un puente intacto, y con su ala izquierda avanzaron sobre Verkhnekumskiy. Algunos elementos se volvieron hacia el oeste. Un ataque contra el flanco izquierdo de la división panzer por treinta tanques rusos fue derrotado; diez tanques fueron eliminados. En la cabeza de puente al este de la estación de ferrocarril del Chir (es decir Nishne-Chirskaya), el enemigo realizó una penetración. Al oeste, está en marcha una dura batalla en los antiguos lugares de descanso."

Friedrich Bösch, de la 1ª Panzerjäger Kompanie del 41º Panzerjäger-Bataillon, recuerda: "En la noche del 13 al 14 de diciembre, la compañía había estado adscrita al Grupo de Batalla Remlinger, que cubría la cabeza de puente de Zalivkiy, (Prisioneros informaron de veinte a treinta tanques) preparados para el ataque contra Zalivkiy. Por lo tanto, la compañía y los trenes se trasladaron de la Colina 56.3 a Zalivkiy. El ataque del grupo de batalla Remlinger en las horas de la mañana del 14 contra Vodyanskiy fue detenido por el fuerte fuego ruso (tanques, cañones antitanques, morteros, órganos de Stalin) tan pronto como alcanzó la tierra abierta en el borde occidental de Zalivkiy. Las tripulaciones de la compañía, que acompaña el ataque, también sufrieron pérdidas.

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Panzer IV del 11º Regimiento Panzer. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

"A las diez, Bergner, que había sido uno de mis mejores compañeros desde la paz en 1937, fue traído muerto al puesto de mando de la compañía, al igual que Hüsken (de Voerde en el Niederrhein). Ambos habían muerto por proyectiles de mortero detrás de sus vehículos. Además, Mentrup (de Dortmund) fue herido en la mano. Ahora había una orden del comandante de la compañía para mí: "Tomar de inmediato el pelotón de Bergner y asegurar el borde occidental de Zalivkiy contra los tanques enemigos, ¡ni un paso atrás! La cabeza de puente Zalivkiy tiene que mantenerse porque de lo contrario será una catástrofe para la división!"

"¡Esta orden era justificada! Mientras tanto, el Grupo de Batalla Hünersdorff se había involucrado en lo que fue probablemente una de las batallas más grandes de tanques de la Segunda Guerra Mundial en Verkhnekumskiy. Frente a esta situación, era muy consciente de la importancia de mi tarea. Los tres cañones autopropulsados (un Marder III, un 38t y un Sd.Kfz.139) pertenecientes al pelotón con sus tripulaciones bien entrenadas tomaron posiciones bien camufladas detrás unas pequeñas chozas en medio de la estepa aparentemente interminable. Se establecieron distancias. A nuestra derecha e izquierda se emplazaron ametralladoras, morteros y cañones de infantería que encontraron buenos campos de fuego y cubierta. Una hondonada de arcilla grande y plana proporcionaba buena cobertura a nuestros soldados de infantería."

"Conseguimos un gran apoyo moral de un cañón 88 mm, que había tomado posición a 300 metros a la izquierda para proteger los tanques de la dirección de Vodyanskiy. Además, a unos 400 metros detrás de nosotros en Zalivkiy, pude distinguir claramente el gran periscopio montado en el puesto de mando del batallón. Eso también proporcionó algo de calma. Poco a poco los rusos se pusieron cada vez más activos. Su fuego de tanques, cañones antitanque, morteros y órganos de Stalin aumentó continuamente. Los órganos de Stalin, en particular, cayeron y destrozaron nuestras posiciones y las ubicadas en Zalivkiy. Por la tarde, envié a dos hombres del pelotón con un recipiente de comida para conseguir la cena (en ese día había guisante o sopa de habas) para los tres cañones autopropulsados que estaban en posiciones de emboscada. Muy despacio y usando toda la cubierta disponible, ambos se acercaron a nuestras posiciones con los contenedores de comida. De repente, el rumor típico y el gorgoteo de los órganos de Stalin vino de Vodyanskiy."

"Los treinta y seis cohetes golpearon cerca nuestro en una formación del tablero de ajedrez. Oculto contra la pared de una choza, vi a uno de los cohetes golpear un recipiente de comida y romperlo. La valiosa sopa estaba ahora salpicada por todas partes y se hundió en el suelo. Un mensaje de radio llegó: "¡Un cañón al puente de Zalivkiy, ya que está bajo amenaza!" Ahora sólo tenía dos armas a mi disposición. Tengo que observar el terreno frente a nosotros, cubierto con una ligera capa de nieve, roto por la larga y estéril hierba de estepa, con los grandes binoculares y ver el pueblo enemigo de Vodyanskiy (a unos 1.500 metros de distancia). De repente, ¡hay movimiento allí! Tres, no, cuatro, cinco, seis tanques rusos, probablemente T-34, avanzan lentamente en nuestra posición escalonados hacia atrás. Disparé la alarma a los dos cañones autopropulsados. Las tripulaciones se amontonan detrás de la delgada pantalla blindada, los cañones se vuelven hacia el enemigo. Aparte de esto, no hay movimiento de nuestro lado."

"Los tanques que avanzan lentamente son seguidos por varias olas de infantería rusa que se pueden claramente contra la cubierta de nieve con sus gruesos abrigos marrones y gorros característicos. Más y más fusileros rusos -como las hormigas- salieron de Vodyanskiy y siguieron a los tanques. Lentamente, el terreno delante de nosotros se torna negro con estas masas de infantería. Mientras tanto, los seis tanques rusos se han acercado a 1.000 metros. ¿Cuál es su plan? Prácticamente se cubren en el terreno ondulado. Ahora todos han tomado una posición de casco-abajo y sólo se ven las torretas ¡Los cañones de los seis T-34 parpadean! Impactan contra nuestras posiciones en Zalivkiy, varios disparos apuntaron a la carretera de Zalivkiy y hacia los vehículos de suministro que estaban conduciendo en espacio abierto."

"De repente, el 88 ruge en su posición, que está cubierta desde nuestra vista por una choza. Maldición, ¿qué está pasando ahí? Con mis binoculares, puedo distinguir tres, luego cinco tanques que cruzan la estepa a nuestra izquierda a gran velocidad hacia Zalivkiy. Un tanque ya se está quemando, alcanzado por el 88. Los cuatro tanques restantes cargan hacia el borde meridional de Zalivkiy. Dos ya han llegado a las primeras casas, pero han hecho un amplio desvío hacia la derecha para evitar el fuego del 88."

"En cuanto a los seis tanques frente a nuestra posición, todavía disparan contra Zalivkiy desde sus posiciones de casco-abajo. Ahora hay un pedido para que un cañón autopropulsado se reubique a la izquierda: 'Cambiar el frente hacia la izquierda y tomar nuevas posiciones' Dos T-34 ahora están ardiendo después de los impactos por el 88. Pero los otros dos T-34 se han salido del campo de fuego del flak y están alrededor de la aldea. Pero eso es manejado por el cambio de posición de un cañón anti-tanque de 76,2 mm (¿Pak 36(r)?)."

"Una y otra vez, hay explosiones de los seis T-34 que están disparando desde Vodyanskiy. El cañón anti-tanque de 76,2 mm avanza unos metros hacia delante a una posición de combate favorable entre una cabaña y un montón de turba .
    - Alcance 200 metros. ¡Fuego!
    El T-34 empieza a quemarse inmediatamente. ¡El siguiente!
    - Gama 250 metros. ¡Fuego!
    Observo el rumbo del proyectil de pie junto a la pistola. ¡Yerró!
    - ¡Apunta un poco más a la izquierda! - Grito al comandante, que al mismo tiempo actúa como punteros.
De nuevo apunta a la T-34 y presiona el interruptor de disparo. ¡Ningún disparo! ¿Qué está mal ahora? El cargador abre el bloque de culata. La vaina de la munición vuela por la parte trasera, ¡pero falta el proyectil! Se ha soltado de la vaina y está atrapado en el cañón! En cuestión de segundos se baja el cañón. Se ensamblan las tres partes de la varilla de limpieza del barril. Con ella me dirijo al frente, y desde allí empujo el proyectil hacia atrás fuera del cañón. Hay un ruido y el cargador ya introduce una nueva ronda."

"Vuelvo corriendo. De repente, hay siseo, una explosión, un destello, y un golpe que casi me noquea. La mitad derecha de mi cara está ardiendo como fuego, casi pierdo mi oreja. Los rusos han descubierto nuestra posición y nos han disparado. Afortunadamente, habían confundido la pila cercana de turba con un blindado. Así que este primer disparo de la T-34 se evaporó sin ningún efecto, afortunadamente para mí. Ahora nuestro cañón ruge, el trazador muestra el camino del proyectil. ¡Acierto! El T-34 estalla y pronto comienza a quemarse a la izquierda de Zalivkiy. Los pelos en el lado derecho de mi cabeza se han chamuscado, y mi tímpano se ha roto."

"Ahora los seis T-34 avanzan hacia Zalivkiy -y a nosotros- desde la dirección de Vodyanskiy. El 88 mm vuelve a disparar hacia los soviéticos de Vodyanskiy. Es casi como si estuviéramos en el campo de tiro: buen campo de fuego, buena cobertura, distancias abiertas. Ronda tras ronda, y después de unos minutos, todos los T-34 están ardiendo. Después de un tiempo, detonan cuando las municiones guardadas dentro explotan. La infantería rusa, que ha seguido a los tanques como una manada, se encuentra al alcance nuestro. A mi orden la infantería los ataca con ametralladoras y morteros."

"Los cañones atacan a la infantería rusa con munición HE. Finalmente, permanecen inmovilizados o se retiran. Lentamente, el fuego se apaga en ambos lados y queda silencioso a las 1430 horas, cuando comienza el atardecer aquí en la estepa. Sólo de vez en cuando salvas de ametralladoras barren la zona, sin dañar nada."

"Sin embargo, una cosa me molesta. Antes, cuando el ruido de la batalla disminuyó, había oído gritos y gritos desde la posición del cañón 88 mm. También me di cuenta de que no había escuchado ningún disparo del 88 durante mucho tiempo. Mientras tanto, habíamos maniobrado nuestro 76,2 mm y se colocó en una buena posición durante la noche en las cercanías de las cabañas. Alrededor de nosotros los infantes ubicaron ametralladoras y morteros. Además, un pelotón de vehículos blindados de transporte de personal reforzó nuestro sector durante la noche. Le pedí al comandante del pelotón de los transportes, un teniente, que me llevara a la posición del flak 88 mm en uno de sus vehículos para recuperar el contacto con ellos. En el camino, vimos algunos soldados rusos todavía a la deriva en la llanura cubierta de nieve que fueron iluminados por los restos de tanques que se incendió. Me encontré con un espectáculo espeluznante, el arma había sido destruida por el impacto directo de un tanque. En la izba detrás del cañón y junto al camión de transporte, yacían los camaradas asesinados del flak."

"Podíamos oír el ruido de combates desde la dirección de Verkhnekumskiy, donde el Grupo de Batalla Hünersdorff y un pelotón de la 2ª Compañía del 41º Panzerjäger-Bataillon se involucraron en la batalla. Así sigue siendo una noche incómoda, que paso con las tropas de mi pelotón en un agujero en la tierra. Allí estaba un poco menos frío que al aire libre."

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Un Panzer IV y un StuG de la 6ª División Panzer. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

"Desde las inmediaciones del río Aksai, a las primeras horas de la mañana, surgió una niebla que se mezcló con el humo aún había en el campo de batalla haciendo una pared impenetrable. De repente, todo se puso agitado en nuestra posición. Las ametralladoras y los rifles empezaron a disparar. Me arrastré afuera de nuestro agujero en la tierra. Estaba temblando; hacía frío. ¡Ruidos de tanques! Todavía está oscuro (entre las 0500 y las 0600 horas de la mañana)."

"Todos están alertas, escuchan y observan. Se oyen los gritos de "¡Tanques rusos en la aldea!" Se oye a los tanques rusos rodar sobre el terreno muy lentamente. Detrás de nosotros, también oímos que están conduciendo a través de las primeras filas de casas de Zalivkiy. Sólo tenemos de ocho a diez metros de visibilidad; No podemos ver más lejos en la niebla. Agarramos nuestras armas ligeras y granadas de mano y disparamos tan pronto como algo se está moviendo en el humo delante nuestro. Todavía está oscuro, con niebla y humo. Todo lo que oímos son disparos, gritos y granadas de mano."

"Nos movemos de una casa a la otra, de esquina a esquina, y casi nos tropezamos. Las tripulaciones de ambos cañones antitanque están listos para disparar sobre sus cañones autopropulsados. Pero, ¿cómo pueden disparar con la vista miserable? He reunido a varios soldados de infantería a mi alrededor, y con ellos realizo mi camino entre las casas. De repente, un T-34 frente nuestro. La escotilla de la torreta está abierta, la tripulación aparentemente ha huido. Dos o tres rusos aparecen como fantasmas en la niebla y desaparecen de nuevo. Ahora se está volviendo más luminoso y el ruido de la batalla muere."

"Vuelvo hasta la posición de los cañones autopropulsados. Tres T-34 están abandonados en nuestras posiciones, con las escotillas de la torreta abiertas. Los dos de nosotros gatean hasta uno de estos tanques, saltan sobre la cubierta del motor. Nada se mueve. Escuchamos una vez más y nos arrastramos hasta la torreta, miramos en la torre abierta. ¡Vacío! Sin embargo, sigo preocupado. En septiembre de 1941, había montado un tanque ruso que se había hundido en un pantano y era incapaz de moverse. Cuán grande fue mi sorpresa cuando la tripulación rusa estaba sentada en sus puestos en el tanque, lista para la acción. Eran un teniente y cuatro hombres, que luego hicimos prisioneros."

"Así que aquí teníamos que tener cuidado también. Los rusos no abandonan sus tanques tan ligeramente, a pesar de que no se sentían tan seguros en ellos como en 1941, incluso después de que muchos de estos monstruos habían sido destruidos por nuestros nuevos cañones antitanques. Pero aquí fue diferente! Los tres T-34s habían sido abandonados intactos, llenos de municiones. Cuando se hizo de día y la vista mejor, llevé a la tripulación de un cañón autopropulsado dentro del T-34. Allí estudiamos el visor de puntería, el disparo y la carga. Era prácticamente lo mismo que con nuestros tanques. Sólo cambiaba que para efectuar el disparo se hacía con los pies."

"Entonces tuve la idea llevé a la práctica inmediatamente. Enviamos los T-34 a Vodyanskiy, a una distancia de 1.200 a 1.500 metros. Podríamos hacer algunos disparos. En poco tiempo, habíamos disparado de treinta a cuarenta proyectiles. El apuntador y el cargador sudaban, el barril temblaba."

"No había necesidad de conservar municiones. No era como con nuestra munición antitanque, donde teníamos que recoger las vainas vacías y mostrarlas para reponer el mismo número de nuevas rondas. El T-34 estaba atiborrado de proyectiles. El plato de la torreta estaba lleno, y en las paredes, los proyectiles habían sido empacadas como fósforos en una caja de cerillas. Sólo la comida era mala. Encontramos sólo un bulto con trozos de pan negro duro de semillas de girasol. Nosotros, por otro lado, en nuestros tanques y cañones autopropulsados teníamos nuestras Eisen-Rationen (raciones de hierro), que consistían en latas de carne, Schoca-Cola, Knäckebrot y cigarrillos, para alimentarnos en caso de emergencia. Por otra parte, los rusos habían guardado más municiones en sus tanques."

"Los ataques rusos de Vodyanskiy a Zalivkiy en los días siguientes fueron derrotados con la ayuda de los tanques del 11º Regimiento Panzer que habían regresado de Verkhnekumskiy".

Los soviéticos que habían recibido un duro revés en sus ataques al norte del río, el 14 de diciembre, cambiaron la táctica y trataron de tomar la cabeza de puente a través de avances en la retaguardia alemana. Cruzaron el Aksai al oeste del teatro de operaciones y aparecieron por el flanco izquierdo de la 6ª División Panzer. Para ello utilizaron una gran balka que corría al oeste paralelo a la carretera de suministro como base para sus embestidas. Dos veces por la mañana, los fusileros motorizados, atacaron ferozmente a las compañías de granaderos que tenían posiciones en la arena. En ambas ocasiones, fueron rechazados con dolorosas pérdidas.

Mientras tanto, los soviéticos lograron establecer un puente sobre la balka que había sido enmascarado por árboles y arbustos y, con ocho a diez tanques, lograron romper a través de él atacando la parte sur de la cabeza de puente. Los granaderos lograron destruir cuatro tanques, pero fueron sobrepasados por los otros. Los tanques penetraron en el pueblo de Zalivkiy a través del puente. Allí, sin embargo, se encontraron con un Panzerjäger-Bataillon, que destruyó los tanques que habían penetrado. Sin embargo, los soviéticos atacaron nuevamente al mediodía y por la tarde, contando con nuevos tanques. Cada vez, los granaderos en sus trincheras estrechas y agujeros profundos fueron sobrepasados por los tanques, pero sufrieron pocos daños. Tan pronto como el último tanque había pasado por encima de sus cabezas, abrían fuego cerrado sobre los fusileros motorizados que los acompañaban obligándolos a desmontar. Aun así, algunos tanques lograron penetrar en el pueblo, pero finalmente fueron eliminados por los destructores de tanques. Por la tarde, el camino a la cabeza de puente estaba libre otra vez. Los camiones rodaron a través del Aksai y llevando provisiones a las tropas. Era un trabajo difícil, sin embargo, despejar el camino de los tanques que habían estallado o habían sido inmovilizados. El enemigo todavía ocupaba la balka y era de esperarse que nuevos ataques contra la cabeza de puente serían inminentes.

Había que poner fin a esta actividad enemiga. Al atardecer del día 14, volvieron el 6º Batallón de Reconocimiento que había regresado de ayudar a la 23ª Panzer-Division y el 2º Batallón del 4° Panzergrenadier-Regiment, que había estado al norte para cubrir el flanco de Verkhne-Jablotschni y cuya tarea había sido asumida por una batería de Flaks. Junto con el 1° Batallón del 114° Panzergrenadier-Regiment, que había sido liberado de la reserva de la división, un batallón de artillería y dos baterías de flaks, formaron el Grupo de Batalla Unrein. Se les ordenó atacar los flancos y la retaguardia de las tropas soviéticas que se refugiaban en la balka mediante un ataque envolvente. Para ello, el grupo se trasladó en camiones desde la zona de Chilikov por un camino de estepa unos veinte kilómetros al noroeste, y en la mañana del 15 de diciembre atacó en línea recta hacia el Aksai. El 6º Batallón de Reconocimiento tenía que atacar al enemigo en el barranco y luego flanquearlos por el este. El batallón de artillería proporcionaría fuego de apoyo y el batallón de la izquierda (2º batallón del 4º Panzergrenadier-Regiment) debía envolver a los rusos por oeste, alcanzar el camino del barranco hasta el Aksai y bloquearlo.

Sin sospechar nada, los soviéticos siguieron atacando la retaguardia de la cabeza de puente de Zalivkiy. Catorce tanques estaban al este de la balka bloqueando el camino de suministro. Otros intentaron cruzar el puente sobre el Aksai para entrar en el pueblo. Se encontraron con un campo minado y el fuego de una batería recientemente instalada. Los cañones destrozaron a los tanques que no fueron inmovilizados por las minas.

Amenazados con el cerco y la destrucción, pararon su ataque en la cabeza de puente a las 9:00 horas. Pero el 6º Batallón de Reconocimiento ya se había posicionado en el barranco y destruyó los seis tanques restantes que intentaban escapar hacia el oeste.

Algunos elementos lograron escapar de la balka. Entonces las baterías de artillería abrieron fuego sobre las nubes de polvo e impactaron algunos camiones. La columna se detuvo y se reunieron en las aldeas a lo largo del camino. Ya no podían seguir conduciendo porque el 2º Batallón había llegado a la carretera, cortándoles la retirada. Los sorprendidos batallones de fusileros motorizados sufrieron grandes pérdidas en hombres y camiones. Sólo había una manera de evitar la catástrofe: cruzar inmediatamente el Aksai en los vados presentes en las aldeas y obtener salvación en la orilla norte de este río. Los soviéticos lograron hacer eso de una manera verdaderamente magistral.

Sólo unos pocos vehículos intactos y equipo pesado cayeron en manos alemanas. Por otro lado, las pérdidas soviéticas en el ataque a la cabeza de puente y la gran emboscada sufrida durante la retirada fueron bastante graves. Esta operación había eliminado todas las amenazas para la ofensiva en el Aksai, permitiendo la unificación inmediata de todas las fuerzas alemanas en la orilla norte del Aksai y la posesión del río a lo largo de todo el frente del ataque.

La extraña enfermedad en el Kessel
Desde la segunda semana de diciembre los doctores en el Kessel habían empezado a notar que un creciente número de soldados moría súbitamente sin haber recibido una herida o sin sufrir una enfermedad diagnosticable. Las raciones habían sido drásticamente reducidas, pero parecía demasiado pronto para que se trataran de casos de inanición.

Al doctor Girgensohn, patólogo del VI Armee, se le encargó que realizará una investigación sobre el tema. Viajó por todo el Kessel, realizando autopsias en los cadáveres de los soldados que habían muerto sin causa aparente y entrevistando a los médicos a cargo de los centros de asistencia sanitaria. El clima helado había mantenido los cadáveres en buenas condiciones pero había que descongelarlos y había escasez de combustibles para descongelarlos.

Girgensohn realizó 50 autopsias para fin de mes y encontró signos de inanición, atrofia del corazón e hígado, ausencia total de tejido graso, reducción muscular; en el 50% de los casos estudiados.

Según Beevor, hubo un intento de compensar la dieta baja en calorías de pan y “Wasserzuppe” con unos trocitos de carne de caballo, con pequeñas latas de pasta de carne con alto contenido de grasas, pero resultó contraproducente. Con frecuencia, los soldados que la comían solían morir al día siguiente.
Según Alfred Simmen, de la 10ª Compañía del 669º Regimiento de Granaderos de la 371ª División de Infantería, la ración de 200 gramos de pan (más 120 grs de carne y sopa de vegetales deshidratados con carne de caballo) por día impuesta el 26 de noviembre se había hecho insostenible para la primera semana de diciembre, y los hombres hambrientos cortaban a palazos los cadáveres de los caballos y hervían la carne hasta que pensaban que podría comerse, a pesar de las advertencias que contraindicaban esa práctica. Por las mañanas algunos de los que ingerían esa carne eran encontrados fallecidos en el lugar donde se habían acostado.

Girgensohn, luego fue capturado y paso varios años en campos de trabajo rusos, pero nunca perdió el interés en el tema. Sostuvo que el patrón de ataques nocturnos rusos y la constante actividad tuvieron un efecto estresante en los soldados. La combinación de cansancio, tensión y frío desequilibró gravemente el metabolismo de los soldados, con lo que sus cuerpos sólo absorbían una pequeña parte de lo que consumían.

La desnutrición grave también redujo la capacidad de los pacientes a sobrevivir a las enfermedades infecciosas, como la hepatitis y la disentería, al inicio del cerco y las enfermedades más graves al final, particularmente la fiebre tifoidea y el tifus. En la estepa no había agua para lavarse o lavar la ropa. Los piojos serían los portadores de la epidemia que diezmaría a los supervivientes de Stalingrado.

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Mar Nov 22, 2016 3:58 am

Ataque de Tanques contra el flanco de Verkhnekumskiy
Durante las batallas de los últimos dos días, el grupo blindado de la 6ª División Panzer fue mantenido en reserva. Después de la batalla de tanques del día 13, necesitó de un breve descanso para mantener sus tanques y otros vehículos, que tuvo lugar en el área de Chikov en la orilla norte del Aksai. La división también había trasladado su puesto de mando allí.

La 17ª División Panzer, fue librerada por Hitler, pero tenía que hacer un largo recorrido hasta el puente de Potemkinskaia, sobre el Don, antes de poder atacar al este del río.

Para el 16 de diciembre, todos los daños a los tanques habían sido reparados, y veintidós de los treinta tanques averiados en Verkhnekumskiy estaban operativos nuevamente. Se recibieron cuarenta y dos cañones de asalto del batallón del capitán Malachowski como refuerzo. Además, se informó de la inminente llegada de la 17 Panzer-Division (bajo el mando del general Sänger und Etterlin), que venía desde el teatro de operaciones al norte de Rostov, hacia el campo de batalla al sur de Stalingrado sin encontrar fuerzas soviéticas. Su poder de combate era muy limitado ya que constaba de sólo cinco a diez tanques. Las otras unidades de la división también eran débiles. Pero las tropas eran duras y probadas en la batalla. Su entrada en la operación era un alivio agradable del flanco occidental abierto de la 6ta división de Panzer.

El General Kirchner, comandante del LVII Panzerkorps ordenó un asalto blindado a las posiciones de las alturas al sur de Verkhnekumskiy donde se habían atrincherado las unidades del 3er Ejército de Tanques Soviético. Debía ser llevado a cabo por todas las unidades blindadas disponibles de las 6ª y 17ª divisiones Panzer. Se debía flanquear a los rusos por el sur y arrollar a los enemigos dispuestos en la cresta de 12 kilómetros de largo.

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General Friedrich Kirchner, comandante del LVII Panzerkorps. Fuente: http://i594.photobucket.com/albums/tt21 ... eral_x.jpg

Los fusileros motorizados soviéticos hicieron un excelente trabajo de camuflaje, cavaron profundos agujeros para refugio de tanques y trincheras estrechas en las que se ubicaban de a dos o cuatro hombres. Los fusileros abrieron fuego contra los vehículos de transporte de los granaderos panzer a una distancia muy corta con sus innumerables rifles antitanque. Una y otra vez, los tanques tuvieron que intervenir para ayudar a los granaderos panzer. Pero los nidos individuales se habían camuflado tan bien en la uniforme hierba de estepa marrón que sólo se descubrían cuando se pisaba sobre ellos. Sin embargo, la mayoría de las veces, los disparos golpeaban a los alemanes antes de que pudieran localizarlos. La Luftwaffe también era incapaz de lidiar con estos espíritus invisibles.

En las primeras horas de la tarde, el grupo blindado informó que aunque había alcanzado su objetivo, no había sido capaz de eliminar al enemigo invisible. El grupo blindado volvió a la situación de partida sin haber logrado nada. El resultado de la acción fue un día perdido.

Los Panzergrenadier conquistan Verkhnekumskiy
Al día siguiente, la 6ª División Panzer atacó a los soviéticos con infantería y los granaderos panzer. Fueron reunidos para el ataque en la cabeza de puente de Salijewski. Toda la artillería estaba detrás de ellos. A la derecha en un pueblo y en un barranco, la unidad blindada se había reunido y permanecería allí como reserva a disposición del comandante de la división. Todos los movimientos se realizaron en la oscuridad. Al amanecer, las tropas de asalto del 6to Batallón de Reconocimiento alcanzaban su primer objetivo, un puesto de observación de la artillería enemiga. Era el único que tenía una vista de toda la zona. Todas las tropas estaban camufladas.

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Panzers IV y Semiorugas avanzan hacia Verkhnekumskiy. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

La división planeaba primero eliminar la ubicación de la principal observación de los soviéticos, que se encontraba en el punto más alto del terreno, hacer un agujero en sus defensas y abrirlo a ambos lados. Luego debían avanzar hacia Verkhnekumskiy y suprimir el núcleo de resistencia principal. A la artillería se le dio la tarea de facilitar la penetración con una concentración de fuego con todos sus cañones en el lugar de ruptura, apoyando la limpieza de la posición enemiga y previniendo contraataques enemigos. Además, las baterías pesadas destruirían la artillería enemiga y las posibles concentraciones de tanques en cooperación con los Stukas.

A las 8.00 horas todos los cañones germanos disparaban tan rápido como podían. Los proyectiles llovieron como granizo en el puesto de observación soviético y lo destruyeron por completo. El humo de la hierba de la estepa ardiente y el polvo obstaculizaban toda visión del enemigo. Ya las primeras tropas de asalto avanzaban hacia las alturas bajo su cubierta. Unos minutos más tarde, las bengalas indicaban que el puesto de observación enemigo estaba fuera de combate. La artillería movió su fuego. El duro trabajo de las tropas de choque comenzó.

Los primeros Stukas aparecieron en el horizonte y se acercaron a sus blancos en una calma majestuosa. El primer avión se zambulló en una batería soviética que había visto. Un segundo, un tercero y el resto del avión siguieron. Explosiones gigantescas hacían temblar el suelo. Grandes pilares de humo se elevaban en el aire y las bombas producían unos cráteres de diez metros de profundidad. Los Stukas volvieron a reunirse y se fueron. Apenas habían desaparecido cuando el siguiente escuadrón llegó y continuó el trabajo de destrucción. Otros escuadrones lo siguieron. La artillería soviética guardó silencio.

El ruido de los flaks anunció la llegada de un escuadrón soviético de bombarderos. Antes de que llegara, se desarrolló una batalla aérea entre los escoltas y los Messerschmitts, en los que tres “Ratas” fueron derribados. Seis cazas se abalanzaron sobre los bombarderos rusos y derribaron varios Los restantes se volvieron y desaparecieron. Los cielos volvieron a estar despejados durante algún tiempo. Entonces las mismas imágenes se repitieron.

Sin preocuparse por los acontecimientos en el aire, las tropas de asalto avanzaron paso a paso a ambos lados de la brecha. Las ametralladoras y los francotiradores mantenían a los fusileros ocultos. Todos los grupos enemigos que se quisieron escabullir fueron alcanzados por una ronda de fuego disparada por una ametralladora o una subametralladora. Si un tiro individual salía de un agujero en la tierra, una salva de granadas de mano era la respuesta. Las tropas con lanzallamas incendiaban los bunkers individuales de tierra. El destello de las lenguas de fuego que eran visibles desde lejos. Incluso los nidos de resistencia más decididos no podían enfrentarse a este fuego infernal. La nieve evitaba que se propagara el fuego de estepa. Los bengalas indicaban blancos muy difíciles para la artillería y los morteros. Los observadores delanteros guiaron inmediatamente el fuego de sus baterías al área indicada. La artillería disparó tan bien como pudo y ayudó a la infantería a avanzar.

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Soldados alemanes en las afueras de Verkhnekumskiy. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

Más y más, grupos pequeños aparecieron en el borde de las alturas. Por la tarde, el 6to Batallón de Reconocimiento y, una hora más tarde, el 2º Batallón del 114° Panzergrenadier-Regiment habían liberado sus sectores de soldados enemigos. Se abrió una brecha de tres kilómetros de ancho, las reservas avanzaron y prepararon para el ataque contra Verkhnekumskiy.

Los grupos de reconocimiento enviados allí concluyeron, sin embargo, que la aldea y las altura al norte de ella estaba fuertemente ocupada por el enemigo. Cuando acercaron al pueblo, el fuego defensivo soviético los golpeó desde todas direcciones. Los aviones de reconocimiento también descubrieron numerosos cañones antitanques y tanques excavados en el límite del pueblo y en las posiciones en las alturas. Se localizaron movimientos de tanques al oeste de la aldea. Estaba claro que los soviéticos esperaban un ataque blindado y estaban dispuestos a darle una cálida recepción.

La 6ª Panzer-Division desechó comprometer sus tanques. Los granaderos también habrían estado bajo intenso fuego defensivo si hubieran bajado la pendiente por la que eran completamente visibles y carentes de cubierta. Esto habría supuesto grandes pérdidas y podría haber puesto en peligro el avance ulterior hacia Stalingrado. El ataque se suspendió y continuó sólo después de que se hiciera la oscuridad. Los granaderos, que tenían un excelente entrenamiento en combate nocturno, debían hacer el trabajo.

En las horas de la mañana, la 17ª División Panzer, que había avanzado hasta quince kilómetros más al oeste, entró en batalla por primera vez. Se encontró con la punta de lanza de una unidad de tanques soviéticos y la rechazó. En su persecusión, sin embargo, se encontró con el grueso de esta unidad, que la obligó pegar la vuelta. Rápidamente se aseguraron las comunicaciones con la 17ª División Panzer, y tanto ella como la 23ª División Panzer, fueron informadas de los acontecimientos con la 6ª División Panzer que sería la punta de lanza del ataque. De esta manera, se aseguró la cooperación de las tres divisiones.

Durante la tarde, las armas pesadas de los soviéticos que habían sido vistos fueron golpeadas por la artillería con observación aérea y terrestre. Las unidades Stuka solicitadas llegaban y continuamente hostigaron las reuniones de tanques y los tanques en posición soterrada, así como las posiciones de cañones antitanque hasta las horas de la noche. Al principio, sin embargo, los Stukas bombardearon los restos de tanques de las batallas anteriores alrededor de Verkhnekumskiy, los primeros escuadrones atacaron estos con sus bombas pesadas, en lugar de los tanques enemigos preparados y bien camuflados. Los escuadrones siguientes realmente lastimaron a los soviéticos. Numerosos fuegos de combustión de tanques quemados testificaron los buenos resultados de los ataques aéreos.

Con el comienzo de la oscuridad total, los granaderos se reunieron para su ataque. Con las tropas de asalto al frente, avanzaron a lo largo de las líneas establecidas por la observación diurna. Las brasas resplandecientes de algunas casas incendiadas ayudaron a orientarlos. Los movimientos, las llamadas y otros ruidos en la aldea indicaban que los soviéticos no contaban con un ataque nocturno. Al igual que fantasmas, las tropas de asalto se escabulleron hasta los límites del pueblo y notaron que se estaba sirviendo comida. Este era el momento adecuado para un ataque.

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El 114º Regimiento Panzer Grenadier termina de limpiar Verkhnekumskiy. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.
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El 114º Regimiento Panzer Grenadier termina de limpiar Verkhnekumskiy. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

Desde tres direcciones, las tropas del 114° Regimiento Panzer Grenadier avanzaron hacia el pueblo con un "Hurra!". Los sorprendidos soviéticos entraron en pánico y trataron de huir del pueblo. Los granaderos tomaron numerosos prisioneros y empujaron a los demás hacia las alturas al norte. Los tanques rusos que estaban en la aldea se volvieron hacia el norte para evitar los cañones antitanque alemanes. Sin embargo, varios quedaron atrapados en el caos de los vehículos que huían y fueron destruidos. Todos los cañones antitanque, tanques dañados y mucho equipo pesado, cayeron en manos de la 6ª Panzer-Division. El regimiento vecino, el 4° Regimiento Panzer Grenadier, poco después asaltó las posiciones en las alturas al este de la aldea. Pronto descubrió a muchos tanques excavados y los destruyó. La posición cayó prácticamente sin pérdidas. El entrenamiento intensivo de las tropas en la lucha nocturna y en el combate a tanques había dado buenos frutos.

En el ala occidental, el 6º Batallón de Reconocimiento había establecido contacto con la 17ª Panzer-Division, que avanzaba en la misma altura. Hasta la medianoche, el fuego de rifles se extendía por aquí y por allá, y los proyectiles de artillería volaban sobre el pueblo e impactaban en la ladera opuesta. Luego, se produjo un silencio mortal. Los granaderos obtuvieron la victoria que no habían logrado las tropas de tanques el día anterior.

El Oberleutnant Hans Soest, ahora comandante de la 9ª Compañía del 76º Regimiento de Artillería Panzer, describe la batalla en el área de Verkhnekumskiy: "Por la noche tomamos nuestras posiciones. Tengo un agujero para dos hombres a modo de puesto de observación, y al amanecer comenzaron los fuegos artificiales. Los rusos devolvieron con entusiasmo el fuego con cañones antitanques y morteros, y hay varias pérdidas en las compañías. Inmediatamente delante y detrás de mi puesto de observación, impactan proyectiles enemigos. Estaba tan contento de tener un pozo de zorro protector, todo el esfuerzo de excavar en el duro suelo congelado dio sus frutos. Un arma antitanque rusa recibió un impacto directo de un IG 37 (Infanteriegeschütz 37, cañón de apoyo a la infantería de 75mm). Por la tarde el pueblo estaba en nuestras manos. Tomamos 250 prisioneros. Pero no tuvimos mucho tiempo para disfrutar de la victoria. Pronto estaríamos de nuevo en movimiento. ¡Sin una pausa, sin pensar en el agotamiento de las tropas, teníamos que seguir adelante!

El 18 de diciembre, las últimas fuerzas soviéticas todavía se aferraban al terreno ondulado al norte de la aldea de Verkhnekumskiy. Sin embargo, el ataque de la noche anterior había debilitado y mezclado tanto sus unidades que eran incapaces de organizar una defensa cohesiva. Sus unidades al este estaban aisladas en las posiciones que el día anterior no habían sido atacadas. En la primera ola de ataque de la mañana del dieciocho, los granaderos de las 6ª y 17ª Divisiones obligaron a los soviéticos a abandonar sus posiciones y a retirarse. En una longitud de un kilómetro se apilaron armas y vehículos soviéticos de todo tipo. Ahora había llegado el momento de los tanques. Los panzergrenadiers descansaron y se lanzaron los panzer en persecución, que alcanzaron las columnas enemigas que se habían quedado atascadas y completaron la obra de destrucción."

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El 114º Regimiento Panzer Grenadier termina de limpiar Verkhnekumskiy. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

Operación Pequeño Saturno
Zhukov y Vasilevski, luego de varias discusiones, llegaron a la conclusión de que la mejor opción para parar en seco el intento del LVII Panzerkorps de llegar hasta el VI Armee, era una revisión del plan Saturno, finalmente llamada “Pequeño Saturno”. El plan consistía en aplastar el flanco derecho del Heeresgruppe B, es decir al VIII Ejército Italiano, y al ala derecha del Heeresgruppe Don, compuesto por el IV Panzerarmee y restos del IV Ejército rumano.

Fue lanzada el 16 de diciembre y los objetivos principales eran:
    1. Detener el avance del LVII Panzerkorps e impedir su enlace con el VI Armee en Stalingrado.
    2. Cortar las vitales líneas de suministros teutonas ubicadas entre el Don y el Donetz.
    3. Crear un nuevo cerco sobre el Heeresgruppe Don.
    4. Aislar al Heeresgruppe A en el Caucaso enlazando las 2 puntas del ataque en Rostov.

Los I y III Ejércitos de Guardias acometieron desde el norte atancando al frente del VIII Ejército Italiano y los XXVIII y LI Ejércitos embistieron con dirección este-oeste directamente hacia Rostov. Si bien no logró su objetivo, ya que el I Panzerarmee escapó para reforzar al Heeresgruppe B, mientras que el XVII Armee quedó en la península de Kuban.

La inmediata reacción de Von Manstein fue la de ordenar al Armeeabteilung Hollidt realizar una defensa evasiva y un repliegue a un frente posterior menos dilatado.

El 18 de diciembre, al este del Don el LVII Panzerkorps seguía sin alcanzar una victoria decisiva que permitiera vislumbrar una rápida progresión hasta las inmediaciones del Kessel, y la consiguiente posibilidad de que los cercados intentaran una ruptura.

En el Armeeabteilung Hollidt, los cuerpos rumanos no parecían capaces de resistir la embestida, y hasta parecía dudoso que las divisiones alemanas alcanzasen intactas las posiciones de repliegue. Los soviéticos conseguían arrollar por completo en el primer asalto al VIII Ejército italiano y romper, por lo tanto, el flanco izquierdo del Grupo de Ejércitos Don.

En vista de esta situación, se reclamó en forma urgente al OKH autorización para que el VI Armee intente inmediatamente la ruptura en dirección al IV Panzerarmee. Todavía cabía la esperanza de que al sumarse la 17ª Panzer-Division se podría progresar más velozmente hacia la bolsa. Sin embargo, Hitler siguió rehusando la autorización a pesar de que al mismo tiempo comunicaba que las fuerzas que se hallaban en marcha, se redirigían a remediar el fallo del Ejército italiano. Así mismo preguntaba al mando del Grupo de Ejércitos si estaban seguros de que Stalingrado no se les iba de las manos. Esto demostraba cuán lejos estaba el mando supremo alemán de reconocer la gravedad de la situación o de querer reconocerla.

Von Manstein envió al jefe de la Sección de Servicios del Grupo de Ejércitos, comandante Eismann a entrevistarse con el mando del VI Ejército con la misión de comunicarles la situación crítica en el frente del Chir, que se podría proseguir por muy corto tiempo la lucha al este del Don con el IV Ejército Panzer y que se dudaba de que pudiese avanzar hasta el anillo en torno a Stalingrado. Era necesario que el VI Ejército pasara al ataque para lograr un contacto con el IV Ejército Panzer. La tarea de que el VI Ejército se preparase para avanzar en dirección sudoeste hasta Donskaia Zaritza, habría de ser ampliada a “Donnerschlag”, es decir la evacuación de Stalingrado. Porque para conseguir la ruptura hacia el sudoeste no quedaba más remedio que evacuar un espacio equivalente al de la progresión del avance. Asimismo, se debía informar a los cercados que en la opinión del Grupo de Ejércitos, la Luftwaffe no conseguiría mayores progresos en su labor de suministros.

El resultado de la misión no fue nada alentador. Las consideraciones no impresionaron a Paulus y lo que por último decidió la actitud del mando del Ejército fue la opinión del Jefe de su Estado Mayor, General de Brigada Arthur Schmidt, quien manifestó sin rodeos que estimaba imposible la salida del ejército cercado en el momento en que se proponía, y que tal idea no pasaba de una “solución catastrófica” . Al impugnarla, dijo literalmente: “El VI Ejército mantendrá sus posiciones incluso después de pascua. Lo que ustedes tienen que hacer es abastecerlo mejor”.

Terminaron las conferencias de Eismann con el resultado de que Paulus se pronunciase por la imposibilidad de lanzar a su Ejército a la operación de ruptura, toda vez que, además, ¡estaba prohibida por orden del Führer la evacuación de Stalingrado!

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Mar Nov 22, 2016 5:39 pm

Ataque contra el Flanco de un Cuerpo de Infantería Soviético
Al mismo tiempo, que el sol de la victoria brillaba en el campo de batalla de Verkhnekumskiy, la 23 División Panzer recibía un duro revés. Abandonada a su suerte, fue atacada por un cuerpo de infantería reforzado con tanques y tuvo que desalojar la cabeza de puente al norte del Aksai. Para agravar su situación, corría el riesgo de ser cercada por el enemigo. Los germanos no podían permitirse que sucediera un contratiempo de este tipo ya que sólo con un ataque coordinado de las 3 unidades Panzer mantenían la esperanza de llegar hasta Stalingrado.

El avance de la 6ª División Panzer fue detenido en seco, y la persecución hacia el norte tuvo que reconvertirse en un ataque flanqueante en una dirección este-sureste. En las primeras horas de la tarde, los tanques de la 6ª División Panzer se encontraron con un frente antitanque enemigo a 12 kilómetros al este de Verkhnekumskiy, que el cuerpo de infantería enemigo había establecido al este del eje principal de avance de la división panzer, para proteger su flanco oeste. A pesar de que los tanques podrían haber flanqueado cruzando a campo traviesa, habría causado problemas para las unidades que venían detrás. Así que después de una rápida decisión, la masa blindada rodeó la posición rusa y la regaron con una gran cantidad de proyectiles. En cuestión de minutos toda la unidad antitanque fue aniquilada. No hubo sobrevivientes a esa lluvia de acero. Sólo faltaba remover los escombros que bloqueaban el camino antes de que el movimiento pudiera reanudarse. El reconocimiento aéreo soviético había detectado el avance e informado al cuerpo de infantería sobre el peligro de flanqueo. Una columna aparentemente interminable de tanques se movían a alta velocidad. Las otras unidades de la división lo siguieron.

El cuerpo de infantería soviético se encontraba ahora amenazado en sus flancos izquierdo y trasero, cesó inmediatamente su ataque hacia el Aksai y huyó hacia el este. En las frecuencias de radio del cuerpo, se escucharon llamadas no codificadas de ayuda, las cuales pidieron a todas las unidades que se reunieran al este de la línea del ferrocarril tan pronto como fuera posible. Liberada del peligro, la 23ª División Panzer inmediatamente volvió a avanzar a través del Aksai. Era tentador perseguir y destruir el cuerpo enemigo que huía en desorden, pero la prioridad era avanzar hacia el norte una vez más para salvar a los sitiados en Stalingrado antes de que fuera demasiado tarde. Las unidades de tanques soviéticos que se habían opuesto al ataque habían perdido unos 30 tanques. Una nueva orden del 4º Ejército Panzer ordenó a la 6ª División Panzer reforzar a la 17ª División Panzer, que persiguiendo a los restos rusos derrotados, se había parado frente a Gromoslavka.

El Avance al Myshkova
Los tanques de la 6ª División Panzer se enfilaron hacia el norte y en la noche del 18 al 19 de diciembre, avanzaron al sector del Myshkova, punto de encuentro con la guarnición de Stalingrado. Solamente una Compañía de Motocicletas del 6º Batallón de Reconocimiento y una batería se quedaron detrás para mantener el contacto con la 17ª División Panzer, que estaba al sur de Myshkova. En el camino, la división encontró sólo una resistencia débil, que se quebró rápidamente. Encontrar una ruta de marcha adecuada en la oscuridad en la aburrida estepa era mucho más difícil. Los pocos caminos estaban cubiertos de nieve. La navegación a campo través se logró mediante la brújula y el mapa.

El Hauptmann Helmut Ritgen, auxiliar en estado mayor del 11° Regimiento Panzer, 6ª División Panzer, informó: "Desde las últimas horas de la mañana, el regimiento está en combate contra el enemigo, que después de duras batallas finalmente está cediendo. A través de los barrancos, que no se superan fácilmente con la fina capa de nieve helada, los vehículos avanzan dolorosamente hacia adelante, remueven a los bolcheviques de sus pozos de zorro y destruyen los restos del enemigo derrotado. Sobre nuestras cabezas, los Stukas están dando vueltas, buscando por objetivos que se oponen a nuestras primeras unidades. A la izquierda, sobre el pueblo que acabamos de tomar, están los pilares negros de humo de los tanques enemigos que acabamos de destruir."

"El comandante del regimiento se detiene con el primer batallón en una colina. Luego llega un mensaje a través de la radio: 'Urgente de la división: ¡Nueva misión! Hacia el oeste, a través de la altura D (Punto 146.9) a W [Vasilyevka], allí forma la cabeza de puente”. Se estudia el mapa y se emite el mensaje de radio a todos los comandantes de batallón: “Cancelen la lucha, reunión en la altura E conmigo”

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Hauptmann Helmut Ritgen. Fuente: escaneo del libro Winter Storm.

"Los tanques se vuelven y se reúnen. Los comandantes del batallón llegan rápidamente con sus tanques de mando. Breve información sobre la situación: "Todo lo que sabemos del enemigo es que está en D, se supone que hay una posición con cañones antitanques que hay que destruir primero". Se hacen las 13:30 horas. Dentro de una hora el sol bajará. ¡Si queremos tener éxito en nuestra misión hoy, debemos movernos a toda velocidad! Pero falta combustible, ¡y los camiones cisterna no han aparecido todavía! Sin embargo, tenemos que hacerlo hoy, ahora que el enemigo tal vez todavía es débil. Para mañana será reforzado, entonces el avance costará más sangre. No hay opción ¡adelante!"

"Nos dirigimos al este, el sol está a nuestras espaldas. La nieve que arrojan las orugas brilla intensamente bajo el sol de la tarde y cubre los tanques en una lluvia de polvo. Ahora estamos cruzando un camino, detrás hay una altura. Eso debe ser D. Allí, a lo lejos, se encienden varios destellos. ¡Maldita sea! Vemos impactos cercanos enfrente y entre nosotros. ¡Los bolcheviques no están disparando mal! El difícil terreno dificulta nuestro avance. Ahora nuestras armas están respondiendo, pero la distancia es grande, y los pequeños blancos difícilmente pueden ser alcanzados. La defensa, compuesta de muchos cañones antitanque y rifles antitanque, es muy fuerte. Varios de nuestros tanques son golpeados. Por otra parte, varios cañones antitanque se silencian, pero un ataque frontal causaría pérdidas innecesarias. Por lo tanto, llega la orden: "¡De vuelta a la pendiente opuesta!" El sol está bajando en el horizonte. ¿No lo lograremos hoy? ¡Tenemos que hacerlo! Llamada de radio a todos: "Por la derecha, romperemos la posición antitanque dos kilómetros hacia el sur". El comandante toma el puesto a la cabeza del batallón y ordena los detalles del ataque."

"Nuevamente los tanques se precipitan hacia el sur de la Colina D y se topan con la artillería soviética. La primera oleada de tanques retrocede. No se debe permitir que el ataque se detenga. Tendremos que pasar y no podemos esperar las otras armas. El primer teniente Michaelis toma el mando del frente del ataque por orden del comandante. Él se ubica por delante de los otros tanques y conduce a velocidad máxima, sin cuidarse del fuego enemigo que se concentra exclusivamente en el primer vehículo. Es sólo unos minutos, pero que parecen una eternidad, estamos en medio de una posición soviética expertamente camuflada, donde ellos luchan desesperadamente y tienen que ser limpiados uno por uno. ¡Por todas partes hay cañones antitanques [soviéticos]! En medio del pánico, huyen a izquierda y derecha. Los granaderos panzer que están siguiendo nuestros pasos tienen que realizar el barrido. ¡Seguimos hacia adelante!"

"Con la llegada de la oscuridad se observa un alivio palpable en todos. A pesar del frío helado, uno tiene que estar afuera para dirigir, ya que la orientación en la estepa sin fin es extraordinariamente difícil, y uno tiene que ser capaz de intervenir ante cualquier tipo de incidente."

"Se hace un alto y hay una breve asamblea, y verificamos quiénes están presentes. Afortunadamente, las pérdidas son leves, pero sólo dos compañías de granaderos panzer están con nosotros. Encima, el enlace de radio con los granaderos está caído. No importa, adelante. ¡Tendrán que alcanzarnos, y como la luna acaba de salir, las marcas de nuestras orugas en la nieve son claramente visibles!"

"Debemos hacer exactamente veinte kilómetros hacia el este. La estrella polar allí arriba guía nuestro camino. Nos dirigimos en una doble línea de vehículos a través de la interminable estepa nevada. Se prohíbe cualquier disparo para evitar que el enemigo nos note demasiado pronto, estamos allí sólo para ganar la cabeza de puente y no quedar atrapados en un combate."

"Seguimos los veinte kilómetros. Ahora el camino tiene que girar a la izquierda, exactamente al norte. La columna gira, pero después de unos pocos kilómetros, se detiene. Ambos vehículos del frente han caído en un barranco y se atascan. No es el camino correcto, pero la dirección es la correcta. El combustible está casi terminado y un reconocimiento demuestra la imposibilidad de continuar. Así que tenemos que dar la vuelta. Eso es más fácil decirlo que hacerlo. Los primeros vehículos se atascan desesperadamente, y sacarlos no es fácil en los caminos helados. Pero no podemos dejar los tanques allí varados, ya que el enemigo puede estar en todas partes y probablemente se perderían. Varias huellas, que sin duda fueron hechas por los T-34, corren por el camino."

"Finalmente, conseguimos liberarlos, y encontramos a la carretera que conduce hacia el norte. Sólo doce kilómetros más al objetivo. Los motores ronronean monótonamente en el camino. Pero, ¿qué es eso? ¿Qué está parado en el puente? A la luz de la luna, podemos distinguir claramente a los rusos, por lo menos dos compañías, que se levantan cuando llegamos, toman sus armas y miran esta extraña columna sin decir palabra. El puente parece ser demasiado débil para nuestros vehículos pesados, pero hay un vado al lado. El primer tanque pasa, gana el otro banco. El segundo sigue y también lo hace. El tercero y el cuarto lo hacen así, pero el quinto con el comandante del regimiento baja por el banco, empieza a subir al otro lado, pero las orugas se deslizan y a medio camino de la pendiente que se detiene. Reversa y volvemos a intentar a máxima velocidad, otra vez en vano."

"Veinte metros a nuestra derecha hay un pelotón de bolcheviques. ¿Qué harán? El comandante y el ayudante agarran sus pistolas y preparan sus granadas de mano. Reversa una vez más, nuevo intento y un poco más lejos. Mi corazón late, está a punto de estallar. Finalmente, el carro gira lentamente. Pero estamos en medio de los primitivos (sic), que aparentemente aún no han entendido que no somos bolcheviques. ¡Sólo no hay que hablar ahora! Lentamente, retrocedemos para ganar espacio, poder acelerar y luego tercera marcha, ¡a toda velocidad! Todos contienen su aliento, la tensión se eleva. Lentamente, interminablemente lento, centímetro a centímetro, el tanque sube la pendiente. Es insoportable. Finalmente lo logramos. Todavía faltan seis kilómetros para el objetivo, pero estamos casi sin combustible. Tuvimos que dejar atrás varios vehículos."

"Esperamos hasta que todos hayan cruzado el vado. Los rusos en el puente son hechos prisioneros por los granaderos panzer que nos siguen. Para nosotros sólo es "¡adelante!" A unos cientos de metros delante de nosotros, hay una columna rusa que aparentemente está descansando. Un cañón antitanque dispara una vez. ¡Ignorado! Un coche blindado ruso aparece, y pasamos de largo. Otro puente y otro más. Los rusos están de pie en el camino fumando y no sospechan nada. No les prestamos atención."

"Finalmente, vemos una gran zanja antitanque a unos cientos de metros de río y del puente. Los sorprendidos guardianes de los puentes se hacen prisioneros y se eliminan las cargas explosivas: el objetivo del ataque ha sido alcanzado. Todavía está tranquilo. Ahora tenemos que asegurar la cabeza de puente; Allí la primera resistencia se eleva. Dos tanques rusos, que pensaban que nuestros tanques parecían demasiado extraños, abren fuego. Después de una corta pelea corta se eliminan ambos, pero por nuestra parte también sufrimos bajas. El valiente Oberleutnant Michaelis, es asesinado, pero la cabeza de puente que es tan importante para las operaciones está firmemente en nuestras manos".

Al amanecer del 19 de diciembre, los primeros elementos estaban en el Myshkova. El ataque sorpresa de los panzers logró posesión del único puente a través del río y el centro de la aldea Vasilyevka. Todos los intentos soviéticos para eliminar esta pequeña cabeza de puente fallaron. El 6º Batallón de Reconocimiento en las horas de la mañana también cruzó el Myshkova estableciendo su posición en las alturas 6 kilómetros al oeste.

Cuando toda la artillería estaba en posición por la tarde, el 4° Regimiento Panzer Grenadier atacó hacia el este y el 114° Regimiento Panzer Grenadier atacó hacia el norte y al oeste con el apoyo de la artillería y los tanques para ampliar la cabeza de puente. La aldea de dos kilómetros de largo fue tomada en una dura batalla casa por casa. La 23ª División Panzer logró conectarse en el cementerio al sureste de Vasilyevka con su ala izquierda. El 6º Batallón de Reconocimiento estableció el contacto con la 17ª División Panzer.

El Oberleutnant Hans Soest, comandante de la 9ª Compañía del 76º Regimiento de Artillería Panzer, recuerda: "Habíamos conducido toda la noche. Ya de día, sufrimos un bombardeo ruso en nuestros vehículos, en el cual un ayudante fue herido. En la noche, esperamos para atacar el pueblo de Kapkinka, del que nuestros tanques ya han capturado la mitad. Coloqué mis armas en un barranco con el puesto de observación en una colina para atacar a las posiciones rusas. La aldea se toma a excepción de algunas casas. Al amanecer al día siguiente, adelanto mis armas y tomo posición con la 1ª Compañía en una zanja antitanque. Se convertirá en el día más inolvidable de la campaña. Apenas empieza a amanecer, y quiero abrir fuego sobre los rusos, cuando al mismo tiempo un ataque viene desde el flanco derecho. Ocho T-34 rusos con infantería montada vienen a toda velocidad hacia nosotros. Disparando violentamente, eliminan nuestro cañón antitanque, uno de los T-34 pasa por el puente sobre la zanja antitanque enfila hacia nosotros por detrás. A diez metros de mí, atraviesa el sistema de trincheras, y no podemos hacer nada más que encogernos en nuestros pozos."

"Se eliminan varios tanques y los otros se retiran. Los rusos se encuentran a 400 metros frente a nosotros. Traen cada vez más hombres y armas. Pero sólo nos quedan veintitrés proyectiles, y tendremos que guardarlos para un posible ataque en nuestras trincheras. Pero los rusos no atacan, y se oscurece. Ahora podemos disparar nuestros últimos proyectiles sobre las posiciones rusas. Bajo el abrigo de la oscuridad ubicamos nuestras armas en un barranco. No nos han llegado municiones porque los rusos han puesto una barrera de artillería pesada delante de nuestras narices, y los órganos de Stalin chillan toda la noche."

En ocho días de batalla, la 6ª División Panzer había cubierto 120 kilómetros y alcanzado sus objetivos. Estaba a 48 kilómetros de Stalingrado, donde se había establecido el punto de enlace. Pero el VI Ejército no iniciaba su ataque. Por la noche, se podían ver las bengalas de las tropas cercadas y escuchar sus mensajes de radio.

En el frente del Chir, el Armeeabteilung Hollidt parecía que terminaría con éxito la maniobra de repliegue prevista.

A las 14:35 el Grupo de Ejércitos Don envía un telegrama al OKH solicitando que el VI Ejército pueda iniciar el enlace con las tropas del LVII Cuerpo Panzer. A las 18:00 el mando del Grupo de Ejércitos envía otro telegrama al VI Ejército indicándole que inicien la ruptura del cerco y que está orden podría ser ampliada a “Donnerschlag”, según el curso de las acciones.

A las 21:00 se celebraba una conferencia entre Manstein y Paulus, donde Paulus aceptaba la operación “Donnerschlag”, pero se negaba a ejecutarla sin la orden concreta del Grupo de Ejércitos; mientras que Manstein alegaba que no daría la orden “Donnerschlag” sin la autorización del OKH. Además el VI Ejército creía necesitar 6 días para disponer de los preparativos de la ruptura.

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Mapa de la operación Wintergewitter. Fuente: http://www.historyofwar.org/Maps/stalingrad9.jpg

Hitler había estado conforme con una ofensiva del VI Ejército en dirección sudoeste, pero a condición de que los cercados mantuviesen al mismo tiempo su frente este-norte-oeste en torno a Stalingrado. Hitler seguía ilusionado con mantenerse en el Volga. Pero 2 cosas se hacían patentes, la primera que no era posible mantener a 2 Ejércitos (el IV Panzerarmee y el VI Armee) al este del Don y la segunda que no era posible que el VI Armee rompiera el cerco hacia el sudoeste y al mismo tiempo mantener los otros frentes.

El 20 de diciembre por la madrugada, el comandante en jefe daba el parte de que 2 divisiones italianas se estaban retirando rápidamente, con lo que el flanco del Armeeabteilung Hollidt quedaba totalmente desamparado.

En el transcurso del día, el Destacamento se vio obligado a replegarse porque la 7ª División rumana y el I Cuerpo de Ejército rumano abandonaron sus puestos a la carrera.

Por la noche, después de todo un día confuso, lo único seguro era que había algunas de las cuñas de tanques por toda la retaguardia del Destacamento Hollidt, incluso alguna cerca del importante paso Kamensk-Schachtinskij sobre el Donetz.

El OKH informaba que disponía que la 16ª División Motorizada fuese relevada por la 5ª División Panzer SS Wiking del Grupo de Ejércitos A, pero el relevo requería de 10 días para concretarse. También prometía el refuerzo de la 7ª División Panzer y la primera sección disponible de tanques Tiger, que no habrían de llegar a tiempo para intervenir en Wintergewitter.

La crítica situación se mantuvo durante los 2 días siguientes, donde los tanques maniobraban a su placer en todo el sector del frente italiano. No le quedaba otra opción al Destacamento Hollidt que la de tratar de establecer un nuevo frente a la altura del III Ejército rumano y cubrir así su flanco junto con las bases aéreas de Morosovki y Tazinskaia, indispensables para el aprovisionamiento del VI Ejército. Pero el Destacamento también tendría que procurar por todos sus medios mantener libres los pasos de Forchstadt y Kamensk-Schachtinskij sobre el Donetz.

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Mar Nov 22, 2016 7:22 pm

Batalla Defensiva en el Myshkova
Los soviéticos vieron el peligro que amenazaba a sus tropas y, por lo tanto, reunieron todas las unidades que podían ser trasladadas para destruir al LVII Panzerkorps. Su cuerpo de tanques había sufrido tantas bajas que ya no representaba una amenaza seria. Por lo tanto, el comando soviético emprendió bombardeos con artillería y cohetes contra la cabeza de puente de Vasilyevka, atacando luego con la infantería.

La mañana del 20 de diciembre, los soviéticos dislocaron las unidades de tanques e infantería que se encontraban en los sectores frente a las 17ª y 23ª Panzer-Divisionen y comenzaron el ataque. Pero apenas eran suficientes para convertirse en una amenaza para la 6ª Panzer-Division. El desplazamiento de las unidades soviéticas dio a las débiles 17ª y 23ª Panzer-Divisionen un esperado alivio. Los ataques en el frente norte de la cabeza de puente fueron infructuosos. Sin embargo, un ataque con tanques al punto de contacto con la 23ª División Panzer logró romper el contacto con esa división y penetrar en profundidad. La infantería soviética ocupó el barranco cerca de la zona del cementerio y se colocaba en el flanco de la cabeza de puente. Una fuerza de reserva enviada allí para evitar cualquier avance adicional de la infantería, pero apoyadas por tanques, las fuerzas soviéticas lograron penetrar un poco más en el ala izquierda de la 23ª División Panzer. Este fue el comienzo del aislamiento de la 6ª División Panzer.

El comandante de la división, Generalleutnant Erhard Raus, condujo desde su posición de combate en la cabeza de puente -un agujero debajo de un tanque de mando- hacia la retaguardia para obtener una visión personal de la profundidad de la penetración soviética. En este momento, los tanques soviéticos se acercaban a los puestos de artillería de la división a través de un barranco. Al parecer, esperaban caer por sorpresa sobre las baterías alemanas, pero no sabían que habían sido descubiertas.

Una batería de 88s bloqueó la salida del hueco. También estaban los cuarenta y dos cañones de asalto en reserva. Además, varias baterías estaban cargadas de munición roja (munición perforante de carga hueca) y estaban listas para recibir a los tanques. Sin embargo, el número de tanques no era lo suficientemente grande como para dar un solo objetivo a cada una de las unidades defensoras.

El comandante de división decidió que ni los cañones de asalto ni la artillería participarían en la defensa, ya que había misiones más importantes. La misión de la defensa principal fue dada a los flaks, mientra que a los Panzerjäger se les dio la misión de eliminar cualquier tanque que logre superar los cañones antitanque.

Los soldados de los flaks dejaron avanzar a los T-34 hasta unos pocos cientos de metros para asegurar los blancos. Uno tras otro, los tanques avanzaron en el estrecho hueco, pensando que no se les observaba. Cuando sonaron los primeros disparos de los flaks, inmediatamente cuatro tanques comenzaron a quemarse. Los demás trataron de dar la vuelta, ya que no había manera de evitar a los que estaban en llamas. En esta difícil maniobra en el estrecho barranco, expusieron sus laterales y cayeron víctimas de más disparos de los flaks. Pronto hubo ocho o nueve columnas de humo que se elevaban desde el barranco. Sólo los dos últimos tanques habían logrado dar la vuelta, pero fueron víctimas de otro cañón antitanque que estaba emboscado.

Un oficial herido que había sido capturado confirmó las pérdidas extraordinarias que las fuerzas de tanques soviéticas habían sufrido en los pocos días del avance alemán. Más de 350 tanques habían sido destruidos en los campos de batalla. Por lo tanto, las unidades de tanques alemanas tenían una gran superioridad en el Myshkova.

El día 21º Ejército de Choque, que había sido liberado del cerco de Stalingrado, se reunió para un ataque general contra la 6ª División Panzer en las alturas septentrionales y en el valle al este de Vasilyevka. Miles de puntos marrones llenaban los campos nevados, las laderas y las hondonadas de la estepa interminable. Las primeras oleadas soviéticas fueron forzadas a ponerse a cubierto por el fuego de artillería. Una y otra vez, surgieron nuevas olas. Pero todo intento de desbordar las líneas alemanas retrocedió ante el fuego de las ametralladoras. El ataque frontal vaciló. Pero después de unas horas, la infantería soviética penetró desde el ala oriental hasta la aldea y forzó el flanco del 4º Regimiento Panzer Grenadier por varios cientos de metros. Un poco más tarde, penetraron también a través de la brecha con la 23ª División Panzer, que retrocedió hacía la parte posterior de la guarnición de la cabeza de puente para no quedar aislada. La parte oriental del pueblo y la zona del cementerio se perdieron. Sólo cuando el cerco parecía haberse completado, los alemanes descargaron por un bombardeo sorpresa de la artillería sobre la infantería e inmediatamente seguido por los 150 tanques y por los 42 cañones de asalto. Ante semejante acometida, los soldados sobrevivientes no tuvieron más opción que rendirse a los alemanes.

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Los pueblos de Vasilyevka y Kapkinka sobre el Myshkova. Fuente: Google Maps.

En medio de este caos se encontraban el General Kirchner y el General Raus que salieron a echar un vistazo al frente. Se hallaban en el coche de mando blindado, cuando la situación se tornó complicada. Los proyectiles de artillería pesadas aullaban desde el norte y el sur y amenazaban con aplastar el vehículo. Las salvas de cohetes explotaban alrededor del coche, proyectiles de los tanques siseaban por encima o se impactaban en el terreno ondulado en frente. Conduciendo a toda velocidad alcanzaron el puesto de mando avanzado del comandante de la división. Bajaron rápidamente del vehículo y se ocultaron en el bunker. Apenas habían dejado el vehículo cuando una salva de los órganos de Stalin resonó en el camino y mató a los soldados que estaban al descubierto.

Por la tarde, los tanques alemanes llegaron a la zona del cementerio, y se tapó la brecha con la 23ª División Panzer. Pero aún así los cañones rusos seguían golpeando los atrincheramientos de la curva del otro lado del río. Una y otra vez, infantería roja intentó avanzar y sólo la oscuridad que se acercaba rápidamente puso fin a la lucha. La batalla defensiva en el Myshkova fue coronada con una victoria alemana.

Luego de los durísimos combates, el LVII Cuerpo Panzer se establecía firmemente en la cabeza de puente en el lado norte del Mischkova e infligiendo sangrientas perdidas a los rusos. Parecía que, a pesar de todo, Wintergewitter terminaría en favorablemente para el lado teutón.

Cancelación del Ataque de Socorro
El 22 de diciembre, el 4° Panzergrenadier-Regiment comenzó su contraataque con apoyo de la artillería y tanques, volvió a asaltar la parte oriental de la aldea, y ocupó la colina del cementerio al sur de la que había sido tomada por los tanques soviéticos. Esta última operación restableció toda la situación del día 20. Los tanques soviéticos y las masas de infantería habían sido barridos, por lo tanto ya no eran un obstáculo insuperable entre los libertadores y las fuerzas cercadas. La iniciativa había vuelto a pasar al comando alemán. Ahora las tropas esperaban la anhelada fuga del VI Armee. La situación debía ser mucho más fácil para ellos, ya que parte considerable de las tropas circundantes había sido aplastada en el Myshkova. La vacilación de la ruptura era incomprensible.

En ese mismo día, en el frente del Chir, era dudoso que el Armeeabteilung Hollidt y las pocas unidades rumanas que aún combatían consiguiesen replegarse y establecer un nuevo frente. El OKH negaba la cesión de una división de infantería proveniente del Grupo de Ejércitos A para asegurar la defensa de Rostov. De tal manera que solo quedaba más reserva, que las fuerzas que pugnaban por rescatar al VI Ejército.

Sólo las órdenes de la mañana del 23 de diciembre parecieron aclarar todas las dudas. Se planeó un avance de todos los blindados de la 6ª Panzer-Division a través de los restantes 33 kilómetros para la mañana del 24 de diciembre. Se acercarían a la fortaleza tanto como fuera posible para echar una mano a, las ahora incapaces, tropas del VI Armee y llevarlos detrás del sector asegurado Myshkova bajo escolta de tanques. Puesto que el ferrocarril había sido reconstruido hasta el Aksai y varios vehículos estaban a disposición de los liberadores, el problema de suministrar y transportar estas masas podría resolverse ahora. Tampoco era de suponer que las tropas que habían estado cercadas durante un mes ya no tenían la fuerza para marchar a pie cuando la vida y la libertad estaban en juego. Esta orden dio a las tropas nuevo espíritu y fortaleció su fe de que pasarían la Navidad junto con los camaradas liberados en Stalingrado.

Todos los preparativos para el último avance para decidir el destino de Stalingrado se hicieron rápidamente. Más de 120 tanques, 40 cañones de asalto, 24 autos blindados, un Panzergrenadier-Bataillon, una compañía de rifles de motocicleta, una Panzer-Pionier-Kompanie y un Panzerartillerie-Bataillon fueron asignados para el avance a Stalingrado. Las 17ª y 23ª Divisiones Panzer disponían apenas media docena de tanques y, además, eran tan débiles que no eran capaces de tomar parte en la lucha. Al igual que las unidades no blindadas de la 6ª División Panzer, debían mantener sus posiciones actuales.

Imagen
Mapa con el avance aleman - 12 al 24 de diciembre de 1942. Fuente: https://1.bp.blogspot.com/-wL7V5Ke4Es8/ ... 00/map.jpg

Las cosas resultaron de otra manera. Muy sorprendentemente, una segunda orden llegó por la tarde, cancelando la anterior y ordenando la retirada inmediata de la 6ª División Panzer. Las 2 divisiones vecinas tuvieron que asumir el control del área de la 6ª División Panzer.

Incluso durante la noche del 23 al 24 de diciembre, la división fue sacada de la línea y marchó a Potemkinskaia en el Don. Aquí se había preparado para ellos un puente de pontón de 400 metros de longitud, que se utilizarían para cruzar el río. El Generaloberst Erhard Raus había ido a la sede del III Ejército rumano en Morosovki lo más rápidamente posible para conseguir nuevas órdenes. A la división se le ordenó que lo siguiera hasta allí.

En la tarde del 23 de diciembre, el mando del Grupo de Ejércitos tuvo que trasladar el XLVIII Cuerpo Panzer, ubicado en la zona del III Ejército rumano, a colaborar con el Destacamento Hollidt. Mientras que no quedó otra opción que retirar una División Panzer del IV Ejército Panzer para ocupar el lugar dejado por el XLVIII Cuerpo. Como reemplazo, el Cuarto Ejército Panzer de Hoth tuvo que enviar una división panzer al frente del III Ejército rumano en el Chir inferior porque, sin una unidad pesada allí, este frente no podría ser sostenido de ninguna manera.

La 6ª División Panzer, que estaba a punto de dar el último salto decisivo, fue retirada. Por su cuenta, las divisiones Panzer 17 y 23 eran demasiado débiles para continuar el empuje hacia el Kessel. La Operación Wintergewitter había fallado.

El VI Ejército permaneció inmóvil en Stalingrado. Ésto tuvo un efecto decepcionante sobre las tropas. Estaba claro para el último soldado que eso significaba la pérdida de Stalingrado. Todos los sacrificios parecían haber sido en vano, todos los éxitos sin sentido. Aunque nadie había sido informado acerca de las razones de la orden, tanto oficiales como soldados tenían la sensación de que algo muy malo debió haber ocurrido para obligar al mando supremo del Grupo de Ejércitos a abandonar a cientos de miles de hombres a su destino.

El relevo de la 11º División Panzer tuvo lugar sin problemas. Parte de la ruta de marcha se llevó a cabo tres o cuatro kilómetros detrás de las posiciones de la 17ª División Panzer. Un ataque soviético contra este punto podría causar retrasos considerables. En reconocimiento de este peligro, el 6º Batallón de Reconocimiento ocupó el frente cerca de esta posición peligrosa hasta que toda la división hubiese pasado y después se ensambló con la cola de la división. La necesidad de esta medida fue rápidamente demostrada. Los soviéticos no habían dejado de notar el movimiento de tanques y camiones. Intentaron bloquear una encrucijada crítica con un avance.

Los soviéticos rompieron las posiciones de la 17ª División Panzer y fueron contraatacados por una compañía de motocicletas, junto con los elementos de la 17ª División Panzer que se los había obligado a volver. En un enérgico ataque nocturno, los soviéticos fueron rechazados. Gracias a esta preparación, la salida tuvo lugar sin incidentes.

Al amanecer del 24 de diciembre, la columna de la 6ª División Panzer desandaba unos 130 kilómetros de campos ensangrentados por su lucha, recorridos junto con la 23ª División Panzer y más tarde la 17ª División Panzer. En tan sólo unos días, habían destruido un cuerpo de caballería reforzado por dos brigadas de tanques, un cuerpo de infantería, un ejército de tanques y un ejército de choque de infantería. Con un coraje inquebrantable y con toda su fuerza, estaba listo para avanzar en su objetivo el 24 de diciembre y romper el cerco alrededor de Stalingrado. El destino robó a la división de la recompensa de sus esfuerzos.

En el frente del Chir, 3 cuerpos blindados y mecanizados soviéticos habían penetrado por los boquetes abiertos en los sectores de las divisiones italianas y de la 7ª rumana. Dos de ellos (el XXV Cuerpo de Tanques y el L Cuerpo Mecanizado) se acercaban a las bases aéreas de Morosovki y Tazinskaia, el otro (VIII Cuerpo de Tanques) amenazaba la retaguardia del Armeeabteilung Hollidt situada en el Chir medio y superior.

El Grupo de Ejércitos intentaba arrancarle a Hitler la autorización para que el VI Ejército pudiese tentar una salida de Stalingrado, mientras el IV Ejército Panzer se esforzaba por avanzar hacia el norte, con la esperanza de que el VI Ejército se lanzaría a la operación combinada.

Ese mismo día se perdía el campo de aviación de Tazinskaia, que pudo ser reocupado el 28. Ver más información en viewtopic.php?f=23&t=579

La ofensiva soviética arrolló al VIII Ejército Italiano y llegó a unos 170 kms de Rostov atacando incluso los 2 aeródromos principales de abastecimiento a Stalingrado, la operación de rescate del VI Armee se dio por finalizada. Ahora estaba en juego la supervivencia misma de los Grupos de Ejercitos Don y A. A pesar de todas la evidencias del fracaso del rescate y de que la suerte del VI Armee ya estaba echada, Hitler se ilusionaba respecto a la liberación de Stalingrado con el SS Cuerpo Panzer que llegaría a Járkov en enero de 1943 y salvar como por arte de magia los 800 kms entre ellos.

Imagen
Mapa con el estado del frente. Noviembre 1942 - Enero de 1943. Fuente: https://reibert.info/attachments/donfro ... g.3238164/

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Mié Nov 23, 2016 9:18 pm

Consideraciones Finales
Manstein dice que el VI Armee debía ejecutar “Donnerschlag” enlazarse con la punta de lanza creada por el IV Panzerarmee y eludir el cerco, dado que el número de fuerzas requeridas no era suficiente para mantener las posiciones y se requería una dislocación de tropas en los frentes Norte, Este y Oeste para volverse a unir con el Grupo de Ejércitos DON.

Paulus había informado que solo tenía combustible para que sus tanques, unos 100, recorriesen 30 kms como máximo. El que Hitler contara con un oficial de enlace, hizo que se enterara de que Paulus manifestara que carecía del combustible necesario para emprender la operación de ruptura, sino que ni aún le bastaba para iniciar las maniobras de agrupación a las posiciones de partida, tal como el Führer le comentó a Von Manstein telefónicamente. De esta manera Hitler negaba al VI Ejército la libertad movimientos. Para Paulus realizar la operación de ruptura equivalía a jugarse todo en una sola carta porque las posibilidades de éxito eran escasas respecto a las de acabar como una verdadera catástrofe. Ésta fue la última esperanza de salvación del VI Ejército.

Von Manstein no firmó la orden para que el VI Ejército ejecutara Donnerschlag, como reclamaba la situación, pero Paulus, a juzgar por las evidencias, ni siquiera preparó a su Ejército para realizar el enlace con el LVII Cuerpo Panzer, que al no poder mantener las posiciones en todo el frente, no quedaba otra opción que ir cediendo terreno al Ejército Rojo. Los alemanes disponían a su favor una superioridad táctica indiscutible sobre las tropas rusas y si se hubiese intentado la evasión, probablemente, se hubiesen logrado la salvación más soldados de los que finalmente sobrevivieron al calvario del Kessel, los campos de trabajo soviéticos y las enfermedades.

El 25 de diciembre los rusos atacaron las cabezas de puente que mantenía el LVII Panzerkorps sobre el Mischkova y se vio obligado a retirarse hasta el sector de Aksai. En los días siguientes el LI Ejército y el II Ejército de Guardias, con 3 cuerpos mecanizados, 1 de tanques, 3 de infantería y 1 de caballería intentaban cercar al IV Panzerarmee con lo que se veía obligado a retroceder hasta Kotelnikovo. Además, los 2 cuerpos rumanos que cubrían sus flancos no aguantaron la presión soviética.

Lo único que le quedaría al VI Armee hasta febrero de 1943 era una dolorosa agonía hasta la rendición final. En esta situación Von Manstein concuerda con Hitler en, que una vez pasada la oportunidad de evasión, el VI Ejército no debía rendirse y mantener fijadas a la mayor cantidad de unidades soviéticas en su sector (estimadas en 175 grandes unidades en el teatro de operaciones del Grupo de Ejércitos Don), mientras el frente sudeste alemán (Heeresgruppen A y Don) se retiraba a posiciones más fácilmente defendibles de acuerdo a la cantidad de tropas disponibles.

Orden de batalla Soviético
Frente de Stalingrado (General Andrei Yeremenko y General Nikita Jruschov)
    LXII Ejército (General Vasily Chuikov)
    LXIV Ejército (General Mikhail Shumilov)
    LVII Ejército (Mariscal Fiódor Ivanovich Tolbujin)
    LI Ejército (General Nukolal Ivanovitch Trufanov)
    XXVIII Ejército (General Vasilii Filippovich Gerasimenko)
    VIII Ejército del Aire (General Timojiev Chriukin)

Frente del Don (General Konstantin Rokossovsky)
    LXVI Ejército (General Aleksei Semenovich Zhadov)
    XXIV Ejército (General Ivan Vasiljevitsj)
    LXV Ejército (General Pavel Ivanovich Batov)
    II Ejército de Guardias (General Rovion Milanovsky)
    XVI Ejército del Aire (General Sergei Ignatjewitsch Rudenko)

Frente Sudoccidental (General Nikolai Fiodorovitch Vatutin)
    XXI Ejército (General Mikhail Chistiakov)
    V Ejército Blindado (General Profoky Logvinovich Romanenko)
    I Ejército de Guardias (General Dmitrii Danilovich Leliushenko)
    II Ejército del Aire (General Konstanton Smirnov)
    XVII Ejército del Aire (General Stepan Akimovich Krasovski)

Bibliografia
Victorias Frustradas – Erich von Manstein
Stalingrado y yo – Walter Görlitz
Winter Storm - Hans Wijers
Stalingrado – Antony Beevor
http://www.eurasia1945.com/batallas/con ... alingrado/

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Jue Nov 24, 2016 10:28 pm

Muchas gracias, Ratonerly, por este excelente y amplio artículo sobre Tormenta de Invierno.

Ya hemos debatido en alguna ocasión, si mal no recuerdo, sobre el grado de autonomía de Manstein, la indecisión de Paulus, la obcecación de Hitler... pero creo que está claro que tras el fracaso de la ruptura fue la resistencia del VI Ejército lo que salvó mínimamente los muebles en el GES. Por supuesto que el precio fue elevadísimo y las consecuencias finales funestas para Alemania, por no mencionar el drama humano de los cientos de miles de prisioneros a los que, creo, que si les hubieran dado a elegir habrían preferido intentar la salida a permanecer en Stalingrado.

Lo que me pregunto es si tal vez, sólo tal vez, las consecuencias de aquello pesaron sobre Manstein a la hora de mandar a paseo las órdenes del Innombrable y desobeceder sus órdenes durante las operaciones en la Bolsa de Cherkassy. Le acabó costando el puesto, pero seguro que debió de quedarse muy tranquilo.

Saludos.

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Vie Dic 02, 2016 2:31 am

Gracias Capitan Miller. Me alegro que te haya gustado.

En lo personal, me gustó mucho investigar un poco sobre la operación en sí, porque no hay dando vueltas mucha información. O al menos, no fui capaz de encontrarla :( . Por lo cual, se me ocurrió la idea de plasmar Tormenta de Invierno desde las unidades que participaron y dejando un poco de lado lo que ocurría en el resto del frente y en el Kessel mismo.

Antes, yo estaba convencido de que en diciembre el VI Ejército no era capaz de salir de la bolsa, sin embargo, me parece que después de ver como la 6° División Panzer avanzó casi en solitario más de 130 kilómetros, es poco probable que un Ejército no pudiera salvar los 30 kms restantes. Sobre todo si avanzaban desde el sur y desde el norte, lo que ponía a los soviéticos en un grave apriete.

Puse de los casos de muerte por inanición dentro del Kessel, porque no encontré referencia alguna de que para ejecutar Wintergewitter se hubiesen aumentado las raciones, habida cuenta que era de esperarse para el VI Ejército, en el peor de los casos, la apertura de un corredor de suministros.

Capitan Miller escribió:Lo que me pregunto es si tal vez, sólo tal vez, las consecuencias de aquello pesaron sobre Manstein a la hora de mandar a paseo las órdenes del Innombrable y desobeceder sus órdenes durante las operaciones en la Bolsa de Cherkassy. Le acabó costando el puesto, pero seguro que debió de quedarse muy tranquilo.


Respecto a Von Manstein, el alegato que él realiza en sus memorias refiere más a deslindarse respecto a dejar al VI Ejército, para que los soviéticos no se vuelquen sobre Rostov y cortar así al Grupo de Ejércitos Don a la mitad y aislar completamente al Grupo de Ejércitos A en el Caucaso. Y, no tanto, a lo de no dar la orden en contra de la emitida por Hitler. Más tarde lo hizo, como bien decís, en la Bolsa de Cherkassy (XI y XLII Cuerpos) y le arrancó al Hitler la ejecución de la retirada Ucrania Occidental a Hungría, rompiendo el cerco del 1° Ejército Panzer, más allá de que se terminó haciendo cuando ya estaba Model al mando del Grupo de Ejércitos (Bolsa de Kamenets-Podolsky).

Saludos,

Re: Operación Wintergewitter. Se sella la suerte del VI Ejército

Vie Dic 02, 2016 2:40 am

[quote="Capitan Miller"]Muchas gracias, Ratonerly, por este excelente y amplio artículo sobre Tormenta de Invierno.

Ya hemos debatido en alguna ocasión, si mal no recuerdo, sobre el grado de autonomía de Manstein, la indecisión de Paulus, la obcecación de Hitler... pero creo que está claro que tras el fracaso de la ruptura fue la resistencia del VI Ejército lo que salvó mínimamente los muebles en el GES. /quote]

Si, en el foro hay muchísimos debates que he leído, antes y mientras, escribía sobre Tormenta de Invierno.
Así de movida me acuerdo de estos 2:

Saludos,
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