El 17 de julio, Rommel fue gravemente herido por el ataque de aviones caza de la RAF, cerca de Livarot. Tres días después, mientras estaba bajo tratamiento por sus serias heridas, se llevó a cabo el fallido atentado contra Hitler.
Debido a que fue designado, al parecer sin su conocimiento, para convertirse en el Comandante en Jefe del Ejército alemán tras la eventual muerte de Hitler, fue involucrado en el Complot del 20 de julio, por ello Rommel tuvo que elegir entre hacer frente a un juicio ante la Corte del Pueblo o suicidarse bajo la promesa de que su familia no sufriría represalias. El 14 de octubre de 1944 Rommel optó por el suicidio.
La situación en el frente de Normandía se hace más difícil cada día, acercándose a proporciones de una gran crisis.
El poder de combate de las divisiones está en constante decadencia, debido a las elevadas pérdidas que derivan de la severidad de la lucha y de la abrumadora superioridad del enemigo para aprovisionarse de material, especialmente de artillería y blindados; como también de la actividad de la fuerza aérea enemiga, la cual domina absolutamente el campo de batalla. Los reemplazos arriban escasamente, llegando a la línea del frente, debido a la complicada situación del transporte, sólo después de varias semanas. Hasta ahora, 6.000 hombres han llegado como reemplazos para cubrir las pérdidas de 97.000 hombres, entre ellos 2.360 oficiales, incluyendo 28 generales y 354 comandantes. Es decir, entre 2.500 a 3.000 hombres en promedio son perdidos diariamente. Por otra parte, las pérdidas de material por parte de las tropas en acción son extremadamente altas. Hasta ahora han sido sustituidos sólo en pequeña proporción; por ejemplo, hasta este momento 17 tanques han reemplazado 225.
Las nuevas divisiones no están acostumbradas a combatir, y con la escasez de equipo, incluyendo artillería, armas antitanque y armas nuestros propios tanques, no pueden parar con éxito un ataque enemigo a gran escala y de varias horas de bombardeo. Como la experiencia en combate ha demostrado, el enemigo emplea material que destroza poco a poco a las mejor entrenadas tropas. Las condiciones de suministro son muy difíciles a causa de la destrucción de la red ferroviaria y los varios ataques de la fuerza aérea enemiga sobre las calles y carreteras hasta 150 kilómetros detrás del frente, permitiendo que sólo los mas esenciales artículos puedan ser suministrados. Munición de artillería en particular ha sido racionada al máximo.
Ya no es posible llevar al frente de Normandía alguna nueva fuerza que valga la pena mencionar. En el lado enemigo, nuevas fuerzas y nuevo material de guerra fluyen a la línea del frente día tras día. El sistema de suministro del enemigo no es perturbado por nuestra fuerza aérea. El enemigo ejerce una presión cada vez más y más fuerte; bajo estas circunstancias se debe asumir que el enemigo, en un futuro previsible (de dos a tres semanas), tendrá éxito en irrumpir a través de nuestro delgado frente, particularmente en el área del 7º Ejército, y abrirse camino hacia una más amplia extensión de Francia. Las consecuencias serán incalculables.
Nuestras tropas en todos los frentes están luchando heroicamente, pero la desigual contienda está llegando a un final. Debo pedirle que saque sus propias consecuencias sobre esta situación sin demora. Me siento obligado como Comandante Supremo del Grupo de Ejércitos, el expresar esto con claridad.
Mariscal de Campo Erwin Rommel.
FUENTE:
“The Nazi Germany Sourcebook. An anthology of texts” de Roderick Stackelberg y Sally Winkle.