Entrevista a Johannes Bebak
Soldado de la Wehrmacht, fue hecho prisionero por el ejército rojo en la primavera del 45. En 1946 intentó fugarse del campo de trabajo siberiano de Ufaley. Mario Sporn y Lars Ole hablaron con él sobre su situación en el campo y de su fuga.
Johannes Bebak.
Soldado de la Wehrmacht.
ZDF: ¿Cómo eran las condiciones en el campo de Ufaley en 1946, cuando usted ingresó?
Johannes Bebak: Cuando llegué al campo, el tifus estaba totalmente extendido. Cada noche morían 4 ó 5 hombres. Asumíamos que el siguiente podía ser uno mismo. Nuestros barracones estaban algo elevados, y se accedía a ellos por medio de una escalera de madera. Por las noches, cuando se sacaba afuera a los que habían fallecido, se podía oír el ruido de sus cabezas golpeando contra los peldaños de la escalera: bum, bum, bum. Esto nos hizo tomar la decisión: si queríamos sobrevivir, debíamos fugarnos del campo.
ZDF: ¿Cómo consiguieron huir del campo?
Johannes Bebak: Planeamos la fuga con todo detalle. Un camarada que trabajaba en la cocina, un brigadier, otro compañero y yo formábamos el grupo. El brigadier nos reunió en un grupo, para que trabajásemos juntos. El camarada de la cocina consiguió reunir algo de comida. Noche tras noche, excavamos un agujero por debajo de la valla, y finalmente nos arrastramos a través de él.
Advertencia del Tifus.
La principal causa de muerte en los campos soviéticos.
ZDF: Usted y sus camaradas se fugaron en invierno. ¿No tenían miedo a congelarse?
Johannes Bebak: Claro. Una noche nos cobijamos en una cueva. Por la noche, tuve la sensación, como si un animal me hubiera tocado. Al despertarme sobresaltado, me di cuenta, de que no podía ver a mis camaradas. La nieve los había sepultado. Gracias a que ese animal me despertó, seguramente era un lobo, pude desenterrar de la nieve a mis camaradas.
ZDF: Aparte del frío, había muchos peligros, como ser reconocido como un prisionero fugado y ser capturado de nuevo...
Johannes Bebak: Cuando en el campo hablábamos de la fuga, decíamos: quien salga de aquí, no tendrá ninguna oportunidad de llegar a casa. Quien tenga que cruzar los Urales, que están vigilados, lo tendrá muy difícil. Si lo consigue, fracasará cuando llegue al Volga. Y quien lo consiga aún deberá llegar a Moscú.
ZDF: De hecho, dos de sus colegas fueron atrapados en los Urales. ¿Iban la mayoría del tiempo a pie?
Johannes Bebak: Avanzábamos a pie solo algunos kilómetros cada día. Decidimos probar suerte. Como nuestras ropas eran parecidas a las de camionero, nos atrevimos a salir a la carretera. Paramos un camión, y como mi compañero, Josef Guscahl, hablaba bien ruso, dijo: "Towarisch, poswenitje nam!" "¿puede llevarnos un trecho? Viajábamos con nuestro camión, pero tuvimos una avería." Así pudimos avanzar.
ZDF: ¿Cómo consiguieron llegar a Moscú? En la frontera de la ciudad había controles.
Johannes Bebak: Viajamos en un camión en dirección a Moscú, y cuando quedaban unos 15 km, pasamos ante una caserna. Allí había 10 rusos con sus uniformes que también querían ir a Moscú. Los soldados subieron al camión. Como los soldados viajaban con nosotros no tuvimos que pasar ningún control.
ZDF: Recorrieron 3.000 km durante tres meses sin ser capturados. ¿Qué sucedió para que su fuga fracasara?
Johannes Bebak: Cuando llegamos a Wjasma, me dirigí a un colmado para conseguir algo de comida. Como no conseguí nada, me fui al restaurante de la estación, que tenía una puerta con pivote. Al abrir la puerta choqué contra un soldado y la puerta me golpeó la cabeza. Cuando vi el uniforme, me asusté y dije: "Iswenitje", algo así como "disculpe Usted". Cometí un gran error. Debía haber dicho "Tú, idiota, ¿dónde has dejado la cabeza?", o algo parecido en el lenguaje coloquial que utilizaban los rusos. Pero ese "Iswenitje" alertó al soldado y dijo "He, tui woina plenni?", "¿Eres un prisionero de guerra?"
Negarlo no sirvió de nada. El soldado apresó al fugado. Bebak fue condenado a 25 años de trabajos forzados. Por suerte, cuatro años después pudo volver a Alemania.
Su fuga dio al traste.
Bebak fue sentenciado a 25 años de trabajos forzados.
Fuente: ZDF, Politik und Zeitgeschehen
Traducción: Paradise Lost
Saludos