Ayer vi una interesante entrevista a un historiador alemán que hablaba del nazimo, en un diario de tirada nacional.
Fuente: Diario La vanguardia, sección La-contra (Barcelona), autor Victor-Amela. 5 de abril de 2006.
GÖTZ ALY, HISTORIADOR ALEMÁN
"Hitler compró a los alemanes"
Tengo 58 años, nací en Heidelberg y vivo entre Berlín y Frankfurt. Soy profesor del Instituto Fritz Bauer de Frankfurt, donde dirijo una investigación sobre el holocausto. Estoy casado y tengo 4 hijos, de 36 a 26 años. ¿Política? Soy de la generación del 68, y hoy cambio mucho de voto. Soy un protestante alemán corriente y moliente
- Nació usted en el año...
- 1947.
- Sus padres le engendraron acabada ya la guerra, pues.
- Se casaron en 1942, cuando Alemania ganaba, pero a míme engendraron con Hitler ya muerto. ¿Por qué?
- ¿Qué hacía su padre durante la guerra?
- Ah, ya le veo... Pues es ilustrativo, la verdad: como otros diez millones de alemanes, ingresó en 1937 en el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores. Tenía 25 años. Fue un ingreso tardío, de hecho...
- ¿Por qué tardío?
- ¡Porque el partido nazi lo formaba gente jovencísima! La dictadura nazi fue una dictadura juvenil: el nazismo cargaba contra la vieja clase gobernante, considerada caduca.
- ¿Su padre fue nazi?
- Él dice que no. Se dejó llevar, como millones de alemanes... Si habla hoy con mi padre o con millones como él, le dirán que ellos eran resistentes dentro del sistema...
- ¿Ah, sí?
- Claro: todos le dirán que hacían lo que podían para impedir que pasaran cosas más graves. Y tampoco mienten... Cuando mi padre se casó era soldado, y se casó sin uniforme: "Fue para distanciarme", arguye hoy...
- ¿Qué tal era la vida de un soldado hitleriano?
- ¡Se les pagaba muy bien! Sus familias, por tanto, estaban encantadas.
- ¿Pese a la dictadura, pese a la guerra? -
- Sí: Hitler compró el estómago de los alemanes, su complacencia, favoreciéndolos notablemente en su bienestar económico.
- ¿Un soborno masivo? Eso suena muy crudo, ¿no?
- Lo he estudiado a fondo: con Hitler, los alemanes vivieron muy bien. No pasaron hambre y gozaron de ventajas que les reportaron gran prosperidad económica.
- ¿Qué tipo de ventajas?
- El III Reich creó subvenciones por hijos, seguro de enfermedad gratuito para jubilados, beneficios fiscales para familias, condonaciones de deudas a los arios...
- ¿Y de dónde salía tanto dinero público?
- ¡Del expolio de los países ocupados! Los altos funcionarios del Banco del Reich se desplazaban a esos países para organizar su saqueo. Las tropas alemanas, por ejemplo, se costeaban con las riquezas del país que ocupaban. Y los soldados enviaban a sus familias montones de paquetes - exentos de toda carga aduanera- de productos adquiridos a bajo precio a los conquistados...
- Claro, entraba riqueza fácil...
- No es que Hitler fuese un genio de la economía: es que rapiñó media Europa... ¡y también al 5% de su propia población, es decir, a los judíos alemanes!
- No se limitó a exterminarlos, pues...
- Primero los expolió. ¡El provecho económico espoleó el holocausto! Un dato: la expropiación de bienes de judíos en el año fiscal 1938-1939 ¡aportó a las arcas del Estado alemán unos ingresos adicionales del 9,5%!
- Qué barbaridad... ¿Qué sabían los alemanes de estos abusos y crímenes?
- La información no circulaba como hoy..., y si oían algo tendían a pensar: "Si el Estado lo hace, correcto será".
- Entonces..., ¿tiene un pueblo la dictadura que merece?
- Sí: una dictadura no se sostiene largo tiempo sin un consenso subyacente.
- No olvide la Gestapo, el terror...
- Prácticamente no necesitó aplicarse... hasta después de 1942, momentos en que ya podía verse que la guerra se perdía.
- ¿Nadie se opuso seriamente a Hitler?
- Sólo algunos círculos católicos, algún obispo... ¡hasta que se puso a bendecir armas en la guerra contra la URSS! Y socialistas y comunistas se acomodaron a la situación... ¡Les complacía el anticlericalismo de Hitler!
- ¿Y los obreros?
- Se incrementó su posibilidad de ascenso social, les creó seguridad social, los alivió de impuestos... Hitler hacía pagar a los ricos..., que, de todos modos, se forraban. Y, sobre todo: Hitler formuló una utopía de un mundo mejor que el alemán medio creyó.
- Si Hitler se hubiese sometido a elecciones..., ¿las habría ganado?
- ¿Cómo saberlo...? En 1935, su popularidad estaba en su apogeo. Y quizá aún hubiese ganado hasta 1941. En 1942, ya no: el confort alemán declinaba...
- ¿Qué pasaría hoy si Alemania tuviese que devolver todo lo que Hitler saqueó?
- ¡El Estado alemán quebraría! Ya acabada la guerra, funcionarios de la Hacienda de la RDA y de la RFA (con Helmut Schmidt) quemaron las actas de aquellos expolios...
- Vaya... ¿De cuánto dinero hablamos?
- A fecha de hoy supondría unos 230 millardos de euros. En Francia ¡robaron el equivalente al PIB de un año! Y el patrimonio de los judíos alemanes adinerados equivalía a medio presupuesto anual de Alemania...
- La actual economía alemana ¿tiene una deuda con los nazis?
- Pues sí. Su aparato productivo moderno se hereda de la Alemania nazi. También Polonia: allí florecerá una industria en torno al campo de Auschwitz...
- Con una economía tan engrasada, ¿por qué perdió Alemania la guerra?
- Por el ejército Rojo, por las tropas aliadas, por los partisanos... y gracias a Dios.
- ¿Cómo han reaccionado los alemanes ante esta investigación económica suya?
- A mi generación le cuesta aceptar que los crímenes del nazismo se perpetraron desde el corazón de la sociedad alemana. Ellos escuchan la vida de sus padres y no ven muchos indicios que concuerden con mi relato. Pero... ya le hablé antes mi padre, ¿no?