Hola a todos.
Aprovechando la tranquilidad estival, he pensado que a lo mejor era bueno que reflejase mis experiencias con el modelismo y como lo veo yo orientado para todo aquel que quiera empezar.
Lo primero, decir que el modelismo es un divertimento y como tal debemos tomarlo. No puede ser nunca un quebradero de cabeza (y creedme, a veces lo es) y su misión debe ser siempre entretenernos.
Como toda orientación artÃstica, tiene sus dosis de dificultad.
Es mediante la experiencia y hacer un modelo tras otro, que nos damos cuenta de que vamos avanzando. Este es, tal vez, el primer consejo para todo aquel que quiera dedicarse a esto. La paciencia.
No podemos pensar que el primer dÃa ya vamos a hacer un vehÃculo con una calidad pasmosa, porque no es asÃ.
Al igual que en todas las disciplinas, los comienzos son difÃciles. Pero el ir progresando anima bastante, os lo aseguro.
El modelismo está estrechamente ligado a la historia. Pienso que un porcentaje altÃsimo de modelistas son amantes y estudiosos del periodo histórico en el que ambientan sus figuras, sus vehÃculos, sus barcos o aviones.
Yo mismo me aficione a la SGM a causa del modelismo. Recuerdo que la primera maqueta que hice, más o menos en 1981, fue un Sherman a escala 1/72.
Desde ese momento hasta hoy, mi interés por la SGM fue in crescendo. De hecho, abandoné el modelismo más o menos desde 1989 hasta 2009, y lo retomé gracias al foro.
Los modelistas ambientan sus vehÃculos en tal o cual batalla o periodo, y se informan bastante sobre cómo va a ir pintado el modelo que van a representar, tratando de evitar anacronismos (por ejemplo, un Flakpanzer IV no puede ir pintado en gris panzer, ni se le puede ambientar en el norte de Ãfrica).
Si alguien quiere hacer un vehÃculo alemán en la batalla de NormandÃa, por ejemplo, pues buscando información encuentra enseguida más o menos cuales eran los patrones alemanes de camuflaje en ese momento y lugar, cuales las unidades que intervinieron, etc.
Es por ello que el modelismo nos hace aprender bastante. Como este foro está dedicado a la SGM, nos ceñimos a tal apartado y diré que hacer vehÃculos alemanes (que son los que más hacen los modelistas por su gran variedad de modelos y camuflajes) o de otros paÃses, con su rigor correspondiente, nos enseñará cosas que desconocÃamos totalmente sobre la segunda contienda mundial.
Otro apartado a tener en cuenta es el económico. El modelismo no es tan caro como podrÃamos pensar. Es tan caro como cualquier otro vicio. Un ejemplo, una persona que fume un paquete de tabaco al dÃa gastará, más o menos, unos 120 euros al mes. El modelismo es más barato que eso.
Bien es cierto que para el que empieza se acumulan algunos gastos, tales como comprar el material básico, pero una vez en marcha, sólo es ir reponiendo lo que vamos agotando, y eso no supone un gasto especialmente exagerado.
El precio de los modelos, como todo, depende de la calidad de estos. No es lo mismo un Italeri que un Tamiya, ni un Dragon que un Academy. Un buen modelo puede rondar, a escala 1/35, unos 50 euros.
Aquel que empieza no debe pensar en complicarse la vida.
Lo primero, a mi modo de ver, serÃa hacer algo básico y sencillo. Meterse de buenas a primeras con un panzer IV de dragon serÃa una locura, por la gran cantidad de piezas que trae y la dificultad de su montaje.
Por ejemplo, un panzer II de Tamiya serÃa un buen comienzo. Y a la hora de pintarlo, algo sencillo. Un gris panzer, irÃa bien.
No es de recibo, vg, en la primera maqueta intentar un camuflaje Splinter o un desgaste extremo de un vehÃculo en el desierto, pues lo normal será que salga un churro y eso puede desalentar al que empieza.
Los modelistas más avezados añaden un montón de cosas a sus vehÃculos, a veces en un intento exagerado de rozar la perfección con el modelo original, y muchas de estas cosas no vienen en la caja del modelo, sino que se compran por separado. Son los famosos fotograbados (piezas de metal de una precisión extraordinaria que detallan mucho el modelo y le dan un realismo extraordinario) y otras cosas hechas a "scratch" (este término define aquello que el modelista ha hecho a mano, artesanalmente, y que no ha comprado en ningún sitio. Por ejemplo, una bandera alemana que hemos añadido a la trasera de un Stug III y que hemos hecho a partir de papel tissue, cola blanca, etc).
Yo animarÃa a todos los que dispongan al menos de un poquito de tiempo a empezar con el modelismo. Creo que, aunque a veces no nos salgan las cosas como quisiéramos, la mayor parte de ellas nos reconforta ver nuestros modelos en la vitrina que al efecto tenemos para ubicarlos. Y nos gusta, como no, que nuestros amigos y conocidos las vean y también a ellos les gusten. Es esa dosis de vanidad que todos tenemos.
Si alguien quiere saber algo de lo mucho que me habré dejado en el tintero, puede preguntar y con sumo gusto responderé, aunque yo, por supuesto, no soy más que un simple aprendiz de modelista que va evolucionando poco a poco.
Saludos