Comandos de Guerra [Hilo de juego]

[grognard]

- Pensándolo mejor, Müller y Diederich no van a necesitar las botas a partir de ahora...
- Vaya, vaya -se burla Bielki-. ¿El honrado Böhme robando a unos camaradas muertos? Parece que pese a todos tus ideales al final eres un vulgar ratero como yo...
- A grandes males, grandes remedios... ¿Vigilas mientras miro si me quedan bien? No me gustaría que me cayera un ruso encima mientras estoy descalzo
- Claro, hombre... Al fin y al cabo, todos acabamos siendo iguales...

[grognard]

- Oye, Bielki, hace más de tres horas que estamos aquí esperando. ¿Crees que se habrán olvidado de nosotros?
- Pudiera ser... Si el Oberleutnant ha compartido con los demás la búsqueda del fondo de su petaca, es posible que estén todos adormilados... ¿Tienes frío? Ahora que tienes unas buenas botas se te tendría que haber pasado un poco
- No bromees con eso. Me costó quitárselas a Müller. Parecía que pugnaba por evitar que se las quitara
- No seas fantasioso. Además, piensa que a él ya no le iban a servir de mucho, y que a tí te serán de mucha utilidad
- Visto así...
- Mira, en todos estos malditos años de guerra aún no he visto un muerto que reclame una pertenencia que le robaron, así que estáte tranquilo
- Como tú digas...

[Wyrm]

Después de un rato bastante largo en la trinchera, sin ninguna novedad, el frío es demasiado intenso como para permanecer más tiempo ahí. Las cejas, ya blanqueadas, y la cara tan helada que parece que se os podría romper en cachitos, os obliga a dirigiros al interior del refugio. A vuestra entrada, Conrad, Günter y Hans os relevan en el exterior.
Hlaine y Krueguer están hablando, de pie, en un esquina. Fritz está cocinando algo en su casco, lo más seguro que lo de siempre, patatas, y Rudolf está tendido en el suelo medio adormilado. Su hombro está medianamente vendado, pero la venda ya ha tomado el color rojizo de la sangre. Éstos casos son los peores, porque después de varios días, eso empieza a oler a queso del fuerte, y si hay algo que amputar, ahi se perdería todo el brazo...

Cuando os estáis aproximando, una voz irrumpe en el refugio. La voz viene de la radio, y el Gefreiter Adler, comienza a tomar notas.

- ¿Hay algún miserable ahi? -Pregunta la voz
- ¿Quién habla?
- Maldita sea, aqui las preguntas las hago yo. -Grita el extraño- Soy el Sturmbannführer Rössner. ¿Hay algún miserable ahi?
- Si..si señor. -Responde tartamudeando Adler
Hlaine se abalanza sobre Adler, y de un empujón con malas maneras -normal- lo quita de la silla y se coloca él.
- Aqui el Oberleutnant Hlaine. Señor, aqui no hay ningún miserable, pero si un grupo de soldados.
- Soldados...miserables...bueno, bien. El caso es que tenéis nuevas órdenes.
- Ya tenemos órdenes. Debemos permanecer aqui.
- Si, si, ya he hablado de eso con el Oberst Von Korff. Está de acuerdo en que seais vosotros los que hagáis el trabajo. Sois los más cercanos.
- Si...señor.... -Responde Hlaine, bastante confuso, y casi se podría decir que indignado
- Así me gusta. Debéis ir a un búnker, situado en XXX* y recoger unas cajas que están cerradas y listas. Con esas cajas iréis a YYY*, y me las daréis. El búnker está cerca de varias posiciones de los malditos rojos. No podéis permitir que estas cajas caigan en sus manos, o yo mismo me encargaré de que paguéis por ello. ¿Has entendido Oberleutnant?
- Psi...señor...
- Muy bien. -La comunicación se corta.

Hlaine, con cara de enfado, le da una colleja a Adler.
- ¿Qué es eso de decir "Si" a lo de los miserables? ¿Acaso tú lo eres? Idiota...
- ¡Ja! - Ríe Krueger- Claro que lo es. Para mi el mayor miserable de este lugar.
- ¿Y ahora, qué hacemos? -Pregunta Heinz
- Pues lo de siempre, morir por los intereses de los de arriba, muchacho -Responde Krueger

....

Offtopic:

Os dejo continuar un poco la conversación si queréis, y luego os encaminaré, cuando estéis listos, en la dirección del búnker...

XXX, YYY, *: Dice unas coordenadas que Adler ha apuntado. Luego os paso más o menos la localización del lugar en el mapa de Bielki.

[Wyrm]

Offtopic:

Este es el mapa de Bielki con las coordenadas de los lugares dichos por el oficial tan amable que habló por radio marcadas.


Fuente: Google maps. Retocado y dimensionado por Wyrm.

Círculo blanco: Vuestra actual posición.
Círculo rojo: Coordenadas de entrega.
Círculo azul: Coordenadas del búnker.

Se podría decir que casi, casi, es un triángulo de unos 8-10km de distancia por cada lateral.

[grognard]

El oberleutnant Hlaine sale del búnker, supongo que a tomar un poco el (frío) aire o quizás a reflexionar. Hay algo que me está dando vueltas en la cabeza desde hace un rato, y decido planteárselo directamente
- Oberleutnant...
- Diga, Böhme
- Pensará que soy un poco paranoico, pero hay algo que me tiene un poco inquieto
- ...
- Pues... ¿cómo se lo digo? Me resulta extraño que de pronto ese Sturmbannführer Rössner se ponga en contacto con nosotros y nos ordene recoger unas cajas en un punto para llevarlas a otro... Estamos rodeados de rusos, y dice que las cajas ya han sido preparadas y cerradas... ¿Por quién? ¿Qué pueden tener obliga a nuestro Oberst a cambiar sus órdenes iniciales y enviarnos a una misión que, cuanto menos, se puede clasificar de suicida?
- Siga
- Además, sólo tenemos la palabra del Sturmbannführer. No tenemos ningún tipo de confirmación por parte del Oberst Von Korff. Tan sólo tenemos la palabra de ese tal Rössner
- ¿No le estará afectando su experiencia con los SS, Böhme?
- No tengo nada contra las SS en particular, aunque lo pueda tener contra algunos bastardos que se encuentran en sus filas... Pero no me negará que todo esto suena un poco raro.
- Pues no le voy a decir que no... Estoy en el VI Ejército desde el inicio del avance sobre el Volga, y hasta ahora no había visto nunca tropas de las SS entre nuestras unidades. Aunque eso no significa nada. Ya sabe que los chicos de Heydrich aparecen donde menos se les espera
- Si usted lo dice, Herr Oberleutnant...
- De todas formas, órdenes son órdenes, vengan de un Sturmbannführer o de nuestro propio Oberst. ¿Quiere arriesgarse a un Consejo de Guerra por desobedecerlas?
- En todo caso, la decisión es sólo suya, Oberleutnant. Yo sólo le doy mi parecer. Aunque insisto en que no estaría de más confirmar con el Oberst que las órdenes son correctas. También podría suceder que el Consejo de Guerra se llevara a cabo precisamente por obedecer esas órdenes...
El Oberleutnant Hlaine me mira con una expresión indefinida, quizás preocupada. Echa mano a su petaca y toma un pequeño sorbo. Me la ofrece. La acepto. No sé de dónde lo habrá sacado, pero en esta ocasión es algo parecido al cognac. Se la devuelvo y me giro para entrar de nuevo en el búnker.
- Böhme... -dice Hlaine
- ¿Oberleutnant?
- Pensaré en lo que me ha dicho...
- Sí, señor
- Gracias

[Volga1]

Bielki:

Ya estoy comprobando mis cosas, las municiones, las patatas... Es una pena que los enemigos que tan adecuadamente dejamos enfriando allá afuera para que no se estropease su carne no tuvieran municiones para mi fusil. Me arreglaré con la que me queda.

-¡Böhme! ¡Entra y deja de beber de la petaca! ¿Has mirado si los ivanes tenían algo de comer en los bolsillos? ¿Tenían dinero? No dejes nada de valor, y ya sabes que todo tiene valor en este mierdero. Yo ya me agencié una ropita de invierno por si hace frío. Es fea, pero debajo del poncho no se nota. Y mira, también un diente de oro.
¡Herr Oberleutnant!¡Yo ya estoy listo!-

Me incorporo y me cuelgo todo el equipo.

[Wyrm]

Hlaine entra de nuevo al refugio, y con una expresión extraña, mira hacia Adler.
- Póngase en contacto con el cuertel del Oberst, Gefreiter.
- ¿Señor? -Responde Adler
- Ya me ha oído...hágalo. -Responde Hlaine, cada vez con menos paciencia hacia Adler, mientras el resto de la tropa prepara sus cosas para partir en cuanto el Oberleutnant diga.
- H1, aqui R1, contesten. H1, aqui R1, contesten...H1, aqui R1, respondan......
- ...
- Señor, nadie contesta. -Dice Adler tras un rato intentando comunicarse
- Maldita sea -Responde Hlaine- Muy bien. Esto es lo que haremos. No tenemos razones para creer lo que el tal Sturmbannführer Rössner nos ha dicho...
- ¡¿Qué?! -Responde Adler mientras se vuelve hacia Hlaine con una mirada fulminante
- Cállese, gefreiter, y deje acabar a su Oberleutnant -Dice Krueger, visiblemente molesto por la reacción de Adler- Continúe señor y perdone la intromisión.
- Como iba diciendo, no tenemos razones para creer lo que el Sturmbannführer nos ha dicho, pero tampoco es razón para desconfiar...del todo. Haremos dos grupos, y mientras uno se quedará aqui, el otro irá al dichoso búnker, pondrá su pellejo en peligro, y le llevará al oficial de las SS sus "valiosas" cajas...unas malditas cajas...
- Iré yo -Responde Krueger
- No, no, seré yo quien vaya. -Le responde Hlaine- Tu te quedarás aquí, al mando, junto con Heinz. Bittrich, Bielki y Böhme vendrán conmigo. Fritz, prepara vendas y tus utensilios. También quiero a Hans y Günter, por si necesitamos fuego de apoyo. Partimos en media hora, estad preparados....
- Señor, ¿Podemos comer antes? -Contesta Fritz, que seguía con las patatas
- Por supuesto. Partiremos después de comer entonces.

Seguido, Hlaine comienza a prepararse un pequeño macuto con lo necesario, mientras Fritz termina de hacer la comida, y los muchachos, deseosos de meter algo caliente al cuerpo, comienzan a sacar sus cuencos metálicos.

[Wyrm]

Offtopic:

Por cierto, la manera de hablar por radio me la he inventado. No sabía si se hacía así o no, nunca lo he tenido claro...

[grognard]

- Oye, Bielki, ¿no te resulta curioso que Hlaine cuente con nosotros para esta misteriosa misión, en vez de hacerlo con sus propios hombres? Al fin y al cabo, a nosotros no nos conoce prácticamente de nada.
- Psé... Quizás piensa que somos prescindibles, o que, al fin y al cabo, somos supervivientes natos. ¿Por qué arriesgar a Krueger, que es un buen soldado? ¿O por qué fiarse de Adler, que ya sabemos de qué pie cojea? Mejor nosotros. Por la cuenta que nos tiene, haremos todo lo posible por salir de ésta. Otros quizás quieran dejar la piel por el Führer o la patria...
- Puede que tengas razón... Por cierto, deberías cambiar ese fusil por algo con más cadencia de tiro. Creo que nos va a hacer falta...

[Volga1]

Bielki:
Me descuelgo de nuevo todo el equipo, no pienso estar media hora con todo encima, hasta que éstos bobos terminen de comerse sus patatas hervidas y tomar dinamita de la petaca de Hlaine.

(a Böhme):
-De cambiar el fusil, nada. Este tiene mucha experiencia y acierta cuando yo fallo. Si acaso llevaría una o dos granadas más, pero en esta mier*a de trinchera no las venden ya.

-<<¿Y ahora voy a tener que aguantar a borrachín de Hlaine durante todo el viaje?>>-

[grognard]

Me dirijo a Krueger con una sonrisa
- Oiga, Feldwebel, aquí el amigo Bielki cree que no le vendrían mal un par de granadas de más, ya sabe, por si nos encontramos con los amigos del otro equipo... ¿Tiene alguna de sobra por ahí? ¿O hacemos una colecta entre los compañeros?
Krueger me mira con cara de pocos amigos y una torcida expresión en la cara. No sé por qué, pero creo que acabo de ganarme una bronca.

[Volga1]

Bielki:
(a Böhme, en voz muy baja)

-Oye, Böhme. ¿Tú crees que si hay un nuevo asalto a esta trinchera se salvará alguno de los nuestros? Ten en cuenta que sólo la va a defender un puñadito, casi nadie. ¿Has pensado en ir "tomando distancias", y largarnos a ver si salvamos el pellejo? Sinceramente, eres al único que le tengo aprecio. A los demás se los puede comer una bomba, no me importan nada. Sé que te puede sonar raro, pero mi mujer ya me lo decía: "Todo el mundo lleva a un hijo de put* dentro, pero tú lo llevas por fuera".-

[Volga1]

Offtopic:

Al Máster del juego se le va a liar el guión, jajaja

[Wyrm]

Offtopic:

Tranquilo Volga, estoy preparado para cualquier incidencia...

[grognard]

Bielki espera que conteste a su proposición. Me tomo mi tiempo para reflexionar, disimulando mientras me lío un cigarrillo con el apestoso machorka que me ha dejado Krueger. Me lo llevo a la boca y lo enciendo con parsimonia. Bielki me mira con una sonrisa de oreja a oreja. El también saber esperar...
- Bueno, dado que por el momento parece ser la mejor opción, creo que deberíamos cuidarnos mutuamente las espaldas. Al menos hasta que salgamos de ésta. ¿Qué quieres que te diga? Eres un superviviente, Bielki, y en una guerra, estar al lado de los que sobreviven aumenta las posibilidades de salir con bien de ella. ¿Conformes?

[Volga1]

Bielki, a Böhme, en voz muy baja:

- De momento vamos a ser prácticos. No vayamos a dejarnos atrapar en un renuncio. Seamos fieles soldados del Reich hasta la oportunidad más clara ¿de acuerdo? Una vez escapados seremos más difíciles de detectar por nadie. Hablaremos más adelante, con más tranquilidad que ahora. Temo que alguien se dé cuenta.-

Enciendo una colilla que guardaba en la cartuchera. Está un poco húmeda, pero "tira" bien. Sabe a demonios.

[Wyrm]

Después de la charla tan amena entre Bielki y Böhme, el gefreiter Fritz sale al exterior con el casco humeante en una de sus manos.
- Os he guardado un poco, porque si fuera por esos lobos hambrientos de ahi dentro, os hubiérais quedado sin nada... -Dice mientras os extiende el casco, donde quedan un par de patatas cocidas, que antes de cocinadas ya estaban en bastante mal estado, en el interior de un caldo blancuzco de agua y almidón- Mejor que nada ya es...sobretodo antes de encaminarnos a una misión. ¿No creeis?

[grognard]

- Tal como se presenta la cosa, se agradece, Fritz. Lástima que no haya un buen Borgoña para acompañarlo...

[Volga1]

Bielki:

-Gracias, Fritz. Qué gusto da tenerte como compañero. A estas patatas les falta sal y les sobran piojos (carcajada enorme y cómplice), pero son la mejores que he comido en mi vida. Toma, guarda esta patata de mi reserva para el próximo banquete.

[Wyrm]

- Me alegra que os gusten -Dice Fritz cuando termináis lo poco que el grupo os había dejado, mientras tira al suelo de la trinchera el resto del agua sucia que había en el casco, y vuelve hacia el interior a coger su equipo.
El par de patatas que os habían dejado no eran mucha cosa para comer, la verdad, pero meter algo caliente al estómago, en unos días con tanto frío, viene de perlas, y vuestro cuerpo lo agradecerá más adelante.

- ¿Estáis todos listos? -Se oye la voz de Hlaine desde el interior del refugio-
Al poco, Krueger sale al exterior, con el entrecejo medio fruncido, y extiende una granada de mango hacia Bielki y otra hacia Böhme.
- Son las últimas que me quedan, muchachos. Más vale que las aprovechéis, y os quiero de vuelta en el menor tiempo posible. -Dice cambiando su fruncido ceño a una mirada firme, y acabando en un guiño- Cuidad de Hlaine, y ya sabéis, no os fiéis ni de vuestra sombra. Atentos a los árboles, a los flancos, a...
- No les asustes, Krueger -Le corta Hlaine, riendo, que está saliendo del refugio con un poncho blanco colocado sobre su uniforme negro-
- No, señor, no estaba asustándoles, sino dándoles ánimos...
- Bien, bien...-Responde el Oberleutnant- Saldremos en minutos, antes de que el tiempo empeore y acabemos perdidos...

[Volga1]

Bielki:

Colgándome de nuevo el equipo, estrecho la mano de Fritz y le doy un abrazo de camaradería. Deseando suerte a los que se quedan:
-Mucha suerte, compañeros. No bajéis la guardia.-

[Wyrm]

Cuando Bielki se dispone a abrazar a Fritz a modo de despedida, éste le aparta mientras comenta riéndose:
- Oye, oye, que yo voy contigo...

[Volga1]

Cuando Bielki se dispone a abrazar a Fritz a modo de despedida, éste le aparta mientras comenta riéndose:
- Oye, oye, que yo voy contigo...

Offtopic:

Ups! Perdón, había entendido que Fritz sólo debía preparar la vendas y que se quedaba en la posición

[Volga1]

Bielki:

-¿Sí? ¡Yo entendí que debías quedarte! ¡Qué buena noticia!-

(En voz baja):
-Fritz, te digo la verdad, si yo fuera Hlaine no sé qué haría. Ésta posición con tan poca gente es indefendible y el grupo que nos vamos somos pocos para defendernos y muchos para pasar desapercibidos. Es una misión muy complicada. Me da mucha tristeza dejar atrás a estos compañeros.

[Wyrm]

- Se sabrán cuidar -Responde Fritz a Bielki- Krueger es un gran suboficial, y cuidará de los chicos, además, seguro que volvemos antes de desayunar mañana...¿Verdad, Señor? -Dice el gefreiter volviendose hacia el Oberleutnant, que charla con Krueger, mientras mira un mapa
- ¿Gefreiter? -Responde Hlaine, perdido totalmente de lo preguntado por Fritz
- Que volveremos antes de desayunar mañana...
- Eso espero, Fritz, eso espero. -Contesta Hlaine- No me gusta tener el culo al aire libre mucho tiempo...ya sabéis como se la gasta Iván. Chicos, un minuto. Si alguien tiene que ir al baño...
- ¡Que le mande un mensaje de mi parte al führer y otro a Stalin! -Grita Krueger sin dejar acabar a Hlaine- ja ja ja ja

[Wyrm]

Tras el comentario, afortunado o desafortunado -según quien lo oiga-, de Krueger, el gefreiter Adler le echa una mirada que da miedo. Sus ojos, fijos en el Unterfeldwebel, podrían ser los de un loco homicida, aunque en este caso, más parecen, sólo, los de un loco fanático.
- No me mires así, Gefreiter -Le dice Krueger cuando observa como le está matando con los ojos- Ya sabes que yo no voy, no tendrás esa suerte...
Krueger, tanto o más frío que el tiempo que corre, coloca su pipa en la boca, y sin apartar la mirada del operario de radio, exhala una gran cantidad de humo que se acrecenta por el vaho de su respiración.
- Bah, algún día te darás cuenta... -Dice Krueger dándose la vuelta, dejando su espalda dirigida hacia Adler

Con una especie de gruñido gutural, Adler da media vuelta y se introduce en el refugio, al tiempo que Günter aupa la Mg42 al hombro de Hans, y Bittrich, más burro que un arao, prueba a golpear al aire con su pala de mano imaginando que tiene delante al enemigo.
El Unteroffizier Heinz sale al exterior, junto con los muchachos que aún quedaban dentro, para despediros.

[grognard]

Offtopic:

Imagino que a partir de ahora comenzará el Capítulo 2...

[Wyrm]

Offtopic:

No, ahora es cuando comienza el Capítulo 1 en realidad, todo lo anterior era la intro, tanto del juego como del capítulo...para conocer el sistema básico, interactuar, etc...

Pero bueno, tal vez si lo llame Capítulo 2, por ir dando un ritmo al juego.

[Wyrm]

Capítulo II – Meinhard Rössner

Un par de abrazos y unos estrechamientos de manos fueron la despedida de los muchachos del refugio. No había sido una despedida militar, ni mucho menos, más bien había sido el adios, o hasta luego, de unos compañeros que deseaban volver a verse pronto...la mayoría.
A alguno de aquellos soldados que despedían a su camaradas le alegró el quedarse, a otros les hubiera gustado ser los elegidos para la misión, y otros, sin embargo, no se sabía muy bien lo que pensaban del asunto, pero todos acataron las órdenes, y desde la trinchera observaron como el grupo formado por Bittrich, Bielki, Böhme, Hans, Günter, Fritz y el Oberleutnant Hlaine se alejaron entre los árboles y se camuflaron con la nieve hasta perderles de vista.


El silencio reinaba entre los hombres de Hlaine, mientras éste marcaba el paso, y la dirección. Caminando la mayor parte del tiempo en cuclillas, y comprobando continuadamente los flancos, la retaguardia, e incluso los árboles, intentábais hacer el menor ruido posible, pues es bien sabido que a Iván le gusta esconderse en los sitios más insospechados y atacar cuando menos se le espera.
Lo malo es que estábais andando por un bosque con el suelo lleno de ramas, cráteres e incluso cadáveres congelados, bajo un espesor de más de 50cm de nieve, que hacía bastante difícil el ver donde poníais el pie, y más aún el no hacer ruido.

Después de un par kilómetros sin incidentes, el bosque poco frondoso por el que estábais andando acaba bruscamente a pocos metros delante vuestro. A partir de aqui lo único que véis es una gran estepa blanca sin apenas cobertura...

Hlaine, con un gesto de la mano, ordena que os detengáis y os agachéis, y a su vez, llama a Böhme.
- He oído que antes eras suboficial, Böhme -Le comenta en voz baja Hlaine- Necesitaré tu ayuda porque el resto son sólo soldados, y Fritz bastante tiene con ser el sanitario. -Tras una pequeña pausa, mientras saca su mapa de la funda, vuelve a continuar- Ahi delante no habrá cobertura, y estaremos muy expuestos. -Señala el mapa, y luego la basta extensión que tenéis por delante- Lo suyo es movernos rápido y no pararnos por nada, pero no se, Böhme, ésto es una gran jodienda...

[grognard]

- Bueno, Oberleutnant... Contamos con varios factores a nuestro favor, pese a todo. Mal que bien, estamos todos más o menos camuflados con capotes de nieve, bastante sucios, todo hay que decirlo, pero por lo que puedo ver desde aquí con la poca luz que hay, ese trozo de estepa no está precisamente inmaculado. Por otro lado, con esa luz escasa no será fácil distinguirnos si nos movemos lentamente y bastante separados unos de otros. Yo cruzaría en dos líneas, separadas unos 50 pasos una de otra, y con una separación entre los hombres de cada línea de unos 50 pasos también, e intercalados. Lo fundamental es moverse despacio, agachados y con calma, para que un posible observador no note movimientos bruscos en la llanura. Sería conveniente ir haciendo pausas, para que no pueda verse un movimiento continuo. Calculo que serán unos 2.000 metros más o menos lo que nos separa de aquella línea de árboles, al otro lado. Convendría también fijar un punto de cita una vez lleguemos todos allí. De una forma u otra, nos vamos a desperdigar y no vamos a llegar precisamente en formación, así que es importante que sepamos dónde ir cuando lleguemos. También será preciso establecer un tiempo límite. No podemos esperar a nadie que se retrase, ni buscar a alguno si se pierde.
- Está claro que cuando empieza a hablar, no hay quien le calle, Böhme
Sonrío ante la ironía de Hlaine
- Y esta vez no hizo falta que me diera un trago de su petaca, Herr Oberleutnant...
Hlaine sonríe a su vez, mete la mano bajo su capote y me alarga la petaca. La cojo y doy un largo trago. No he tenido suerte. Es vodka de tipo matarratas. Básico para llevar a cabo una misión suicida como la nuestra
- Por otro lado, podríamos intentar pasar a las bravas, corriendo, pero con una capa de nieve tan profunda, sería agotar a los hombres innecesariamente. De nada vale tardar menos y llegar al otro lado medio muertos y sin capacidad de combate. De todas formas, la decisión es suya, Oberleutnant. Usted manda y nosotros le seguimos.