El anciano mariscal, al hacerse inminente la derrota de Francia ante las columnas de Hitler, fue aconsejado para seguir (y dirigir) la lucha desde Argelia.
A los que le planteaban esta posibilidad les contestó que "la patria no se lleva en la suela de los zapatos", negándose en redondo a abandonar el país y (aunque con la muerte en el alma) dio las órdenes para gestionar la capitulación y el armisticio.
Ubicación: Algún lugar entre Vierville y Caen. De permiso en Madrid.
Vie Mar 09, 2007 10:27 am
Mejor le habría ido si hubiera tomado nota de la frase de Benjamin Franklin sobre que la patria es el lugar donde se encuentra la libertad. Nunca fue santo de mi devoción el Viejo General.