Publicado: Sab Ene 10, 2015 2:23 pm
por Capitan Miller
Ayer tuve la grandísima suerte de ver esta película.

Todo en ella es perfecto porque todo en ella es creíble y si existe algún fallo de esos que los aficionados a la SGM somos tan dados a descubrir, que los tiene, tendré que verla una vez más para afinar porque en este primer visionado quedé absolutamente inmerso en un guión y en el trabajo de unos actores absolutamente sobresalientes. Es más, ni puñetera la falta que me hace ponerme a buscar fallos de ese tipo en The Imitation Game (me niego a llamarla Descifrando Enigma).

Coincido con Wyrm en que Turing es una, a veces divertida, mezcla entre Sheldon Cooper y el Sherlock de Cumberbatch. ¿O no estará Sheldon Cooper inspirando en Turing? Es igual, lo importante es que Benedict Cumberbatch ha dado otro golpe sobre la mesa volviendo a demostrar que muy bien podríamos estar ante el actor llamado a dominar el cine en los próximos años. Si es así, ojalá sean muchos, muchísimos.

Ver a Keira Knightley en una interpretación contenida es otra bendición que echaba de menos desde hace tiempo y, en este caso, consigue también la perfección como Joan Clarke. De Charles Dance (comandante Denniston) y Mark Strong (Stewart Menzies) no digo nada, porque con solo citarles ya queda todo dicho. Hagan lo que hagan, hasta calceta, lo hacen bien en cualquier película de cualquier temática. El resto de actores, algunos de ellos shakespearianos de pro como Rory Kinnear, hace su trabajo de nuevo a la perfección, creíbles en todo momento.

Lo que la película transmite es, además de una profunda tristeza y rabia por el amargo destino final de Turing, lo que se encuentra en su título original: un juego de imitación (The Imitation game) o de suplantación. La maquina que imita a la mente humana, la mente humana que imita a la máquina, el genio que imita a la gente normal, el espía que imita al patriota, la guerra fría y calculada que imita a la guerra justa, el homosexual que imita al heterosexual, la injusticia que imita a la justicia... Todo un juego de imitación en el que ningún jugador sale indemne y algo o todo pierde en la partida, y en el que los únicos que ganan son los que no juegan pero escriben las reglas.

En definitiva, no dejéis de ver esta pedazo de película absolutamente imprescindible, serán tal vez los euros mejor gastados de la temporada cinematográfica. Y si al final se os escapa alguna lagrimita no os preocupéis, será que no os habéis dejado engañar por el juego de la imitación y habéis sido, al menos durante casi dos horas, humanos y no máquinas.

Saludos.