Publicado: Jue Jul 31, 2014 1:49 pm
http://www.filmaffinity.com/es/film308748.html
Una patrulla de exploradores toma al asalto un edificio cercano al Volga en Stalingrado y deben mantenerlo. En el edificio vive una muchacha de la que se enamoran todos y cada uno. Paralelamente, el Capitán alemán que debió defender el edificio y que ahora debe recuperarlo, está enamorado de otra muchacha de la ciudad.
Bueno, muy francamente, me la tragué enterita por dos únicos motivos: porque los rusos son muy generosos en ambientación (fotografía, escenarios muy logrados, indumentaria y maquinaria de época...) y por pura curiosidad. Vamos, que es como para echarte a llorar y no precisamente por las dos tramas amorosas.
La cinta está pensada para el 3D y tiene el mérito de ser la primera rodada en IMAX 3D fuera de los EUA. Aparte de eso, más méritos aparte de la mencionada ambientación, más o menos ninguno. Y si eres aficionado a la historia de la SGM y a la de la batalla de Stalingrado, pues menos todavía (mejor átate a donde sea, no salgas disparado por la ventana).
Por un lado, y ya que he mencionado a los que andamos algo puestos en la famosa batalla, el guión es un batiburrillo de lugares comunes al que se le han añadido cosas absolutamente ilógicas desde el punto de vista militar pero necesarias para el guionista, cuyo nombre prefiero no conocer.
Por otro lado, hay escenas que hasta en una de Star Wars te erizarían los cabellos, y no por resultar especialmente trepidantes, sino sonrojantes por pertenecer a esa categoría del más imposible, imposible.
Por último, ya se que los rusos son misóginos y machistas a más no poder, pero que la muchacha que está con el oficial alemán se enamore de este justo después de que la viole ya es el colmo del insulto. La otra, la que está con los suyos, tiene una historia más ñoña y acorde con un capítulo de La casa de la pradera.
En resumen: aquí hay un poco de todo lo malo y una única cosa buena. Si Hollywood ya nos ha regalado perlas del color de la vergüenza, está claro que los rusos no quieren quedarse atrás. Lo del narrador ya es toda una declaración de intenciones: un ruso que va a ayudar al Japón cuando lo del terremoto y rescata a dos jóvenes alemanes. Casi que nada. Si está claro que no querían dejarse nada en el tintero.
Una patrulla de exploradores toma al asalto un edificio cercano al Volga en Stalingrado y deben mantenerlo. En el edificio vive una muchacha de la que se enamoran todos y cada uno. Paralelamente, el Capitán alemán que debió defender el edificio y que ahora debe recuperarlo, está enamorado de otra muchacha de la ciudad.
Bueno, muy francamente, me la tragué enterita por dos únicos motivos: porque los rusos son muy generosos en ambientación (fotografía, escenarios muy logrados, indumentaria y maquinaria de época...) y por pura curiosidad. Vamos, que es como para echarte a llorar y no precisamente por las dos tramas amorosas.
La cinta está pensada para el 3D y tiene el mérito de ser la primera rodada en IMAX 3D fuera de los EUA. Aparte de eso, más méritos aparte de la mencionada ambientación, más o menos ninguno. Y si eres aficionado a la historia de la SGM y a la de la batalla de Stalingrado, pues menos todavía (mejor átate a donde sea, no salgas disparado por la ventana).
Por un lado, y ya que he mencionado a los que andamos algo puestos en la famosa batalla, el guión es un batiburrillo de lugares comunes al que se le han añadido cosas absolutamente ilógicas desde el punto de vista militar pero necesarias para el guionista, cuyo nombre prefiero no conocer.
Por otro lado, hay escenas que hasta en una de Star Wars te erizarían los cabellos, y no por resultar especialmente trepidantes, sino sonrojantes por pertenecer a esa categoría del más imposible, imposible.
Por último, ya se que los rusos son misóginos y machistas a más no poder, pero que la muchacha que está con el oficial alemán se enamore de este justo después de que la viole ya es el colmo del insulto. La otra, la que está con los suyos, tiene una historia más ñoña y acorde con un capítulo de La casa de la pradera.
En resumen: aquí hay un poco de todo lo malo y una única cosa buena. Si Hollywood ya nos ha regalado perlas del color de la vergüenza, está claro que los rusos no quieren quedarse atrás. Lo del narrador ya es toda una declaración de intenciones: un ruso que va a ayudar al Japón cuando lo del terremoto y rescata a dos jóvenes alemanes. Casi que nada. Si está claro que no querían dejarse nada en el tintero.