Publicado: Vie May 22, 2009 2:13 am
por ParadiseLost
Hola a todos.
Después de acabarlo, debo decir que me ha gustado mucho, y quisera hacer un breve comentario.
Hace algún tiempo, leyendo el libro Un extraño para mí mismo, me topé con unas líneas que me dejaron de piedra. En ellas, un soldado alemán, explicaba que ante la imposibilidad de conseguirse un calzado adecuado en el Frente Oriental, optó por quitarle las botas a un soldado ruso muerto. Debido a las bajas temperaturas, el cuerpo estaba congelado y era imposible quitárselas, por lo que le cortó las piernas con las botas puestas, y se llevó su macabro trofeo a su búnker. Allí las colocó delante de la estufa, y esperó pacientemente a que las extremidadss se descongelasen, para acto seguido, extraer las piernas de dentro del calzado y calzarse las botas con toda naturalidad.
La verdad es que aquello me dejó atónito, y pensé que no econtaría algo parecido y tan duro en un libro, pero en el libro de Vasili Grossman, me he topado con algunas líneas bastante duras.
La acción transcurre en el invierno de 1941, en plena contraofensiva soviética, con los soldados alemanes obligados a mantener las posiciones invernales por orden expresa de Hitler.

Fuerte helada. La nieve cruje. El aire helado obliga a retener el aliento. El interior de la nariz se atasca, la dentadura duele por el frío. Los alemanes, helados hasta la muerte, yacen en los caminos por los que avanzamos. Sus cuerpos están absolutamnete intactos. No los matamos nosotros, fue el frío. Los más bromistas ponen de pie a los alemanes congelados, o a cuatro patas, formando caprichosos grupos escultóricos. Los alemanes congelados aparecen con el puño levantado, o con los dedos abiertos formando una V. Algunos de ellos parece como si estuvieran corriendo, con la cabeza hundida entre los hombros. Llevan botas raídas, delgados capotes, camisetas de papel que no retienen el calor. Por la noche los campos de nieve parecen azules bajo la luna brillante, y los cuerpos oscuros de los soldados alemanes congelados permanecen como estatuas sobre la nieve azul, colocados allí por los bromistas.

Sobran comentarios.
Saludos