Publicado: Mié Ago 12, 2009 3:20 pm
por grognard
Condenan a cadena perpetua a hombre de 90 años
AP. El Universal
MUNICH
Martes 11 de agosto de 2009


Un ex oficial alemán ha sido condenado por crímenes de guerra contra once personas durante la II Guerra Mundial; familiares de los afectados consideraron el juicio com un gesto de reconciliación

Un ex oficial del ejército alemán de 90 años fue condenado el martes por ordenar la muerte de 10 civiles italianos que fueron encerrados en un establo que posteriormente fue dinamitado.

El tribunal estatal de Munich condenó a Josef Scheungraber por 10 cargos de homicidio y uno de intento de homicidio, y lo sentenció a cadena perpetua. Su abogado prometió apelar el fallo.

Scheungraber tenía 25 años siendo teniente de la Wehrmacht durante la matanza de junio de 1944 en Falzano di Cortona, cerca de la aldea toscana de Arezzo.

El tribunal falló que, tras matar los partisanos (la resistencia italiana) a dos soldados alemanes, Scheungraber ordenó que 11 civiles fueran encerrados en el establo que fue luego dinamitado. Un adolescente sobrevivió a la explosión.

''Fue un acto de venganza'', dijo el juez Manfred Goetzl.

Scheungraber ''fue el único oficial presente'', agregó Goetzl. ''No solía permitir que los asuntos importantes escaparan de sus manos''.

Scheungraber suspiró profundamente al escuchar la condena y siguió las explicaciones del juez con los ojos cerrados.

Empero, Scheungraber fue absuelto de haber ordenado a los soldados fusilar a cuatro personas -tres hombres y una mujer. Goetzl sostuvo que no pudo ser demostrado que Scheungraber dio la orden.

El abogado de Scheungraber, Klaus Goebel, dijo que apelará el ''veredicto escandaloso''. Scheungraber no quiso formular declaraciones.

La vocera del tribunal, Margarete Noetzel, indicó que Scheungraber no será encarcelado hasta que finalice el proceso de apelaciones, que podría demorar meses.

Unos pocos familiares de las víctimas de Scheungraber asistieron al juicio y mostraron su satisfacción con el veredicto.

''Para nuestra familia es un veredicto muy importante'', dijo Angiola Lescai, de 60 años, cuyo abuelo figuró entre los que perecieron en el establo. ''Consideramos esto un bello gesto de reconciliación''.

El alcalde de Cortona, Andrea Vignini, que también asistió, dijo que los vecinos de la zona han esperado 65 años para escuchar este veredicto. Creo que el fallo trae finalmente paz a los muertos y a los vivos''.

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/notas/618452.html

Y en una agencia de noticias alemana se desvela algo más acerca del proceso de investigación:

11.08.2009
Teniente nazi Scheungraber condenado a cadena perpetua


Por ordenar una matanza de civiles en la Toscana, la justicia italiana condenó a Josef Scheungraber, teniente del ejéricto nazi, a cadena perpetua. La justicia alemana dicta el mismo veredicto.

Múnich, 11 de agosto de 2009: el Tribunal de Múnich condena a cadena perpetua a Josef Scheungraber, ciudadano alemán procedente de Ottobrun en Baviera. Se lo condena por considerarlo responsable de la muerte de 14 civiles el 26 de junio de 1944 en la localidad italiana de Folzano di Cortona en la Toscana.

El móvil de la masacre “era la venganza, el odio y la cólera contra los partisanos que habían matado a dos de sus soldados. No eran represalias legales, pues se ejercieron contra civiles no contra soldados”. Uno de los abogados defensores pierde la conciencia al escuchar el veredicto, contaban con que lo declararan inocente.

Once meses ha durado el proceso, durante todo ese tiempo el entonces teniente y jefe de la compañía de montaña 818 del ejército nazi ha negado los cargos. En la audiencia el acusado escucha impasible; sólo mueve un poco la cabeza antes de tomar la palabra para subrayar su inocencia y quejarse por: muchos años de su vida ha sacrificado por esta así llamada patria y ahora a los casi 91 años tiene que sentarse en el banquillo de los acusados.

Toscana, junio de 1944: el Batallón 818 de la primera compañía del cuerpo de montaña está en la Toscana preparando la retirada de las tropas alemanas, después de su invasión a Italia en 1943. Las tropas de montaña se enfrentan a los partisanos de la resistencia. La compañía de Scheungraber no ha tenido muchas pérdidas.

Folzano di Cortona, 26 de junio de 1944: un grupo de partisanos los ataca y dos soldados alemanes mueren. Junto con el mayor Herbert S., Scheungraber da la orden de vengarse. Primero disparan contra una mujer de 74 años y tres hombres que pasaban por casualidad. El teniente ordena luego a sus hombres registrar la zona sistemáticamente y capturar a los que encuentren, sobre todo hombres. Once personas son detenidas–tenían entre 16 y 66 años. Fueron encerrados en una casa, que poco después fue dinamitada. Sólo un muchacho de 16 años sobrevivió.

Ottobrun, después de la guerra: Scheungraber es un ciudadano respetado, ha sido un ciudadano condecorado por su ciudad natal, varios años concejal del municipio. Su empresa de carpintería se convirtió a mediados de los años 1960 en una reconocida empresa regional de decoración de interiores. Participaba en los encuentros de veteranos de guerra en los que solía narrar con orgullo sus experiencias en la Segunda Guerra Mundial.

La Spezia, septiembre de 2006: En un juicio contra Schaungraber por la matanza de Folzano di Cortona declara un ex policía de 81 años, el superviviente de la masacre. El tribunal lo haya culpable y condena al teniente del ejército nazi a cadena perpetua. Alemania no lo extradita, sino que inicia una investigación propia.

Múnich, agosto 11 de 2009: El proceso ha sido difícil, los pocos compañeros de armas que aún viven no recuerdan que Scheungraber haya dado la orden. En documentos y testimonios de familiares y vecinos se tiene que basar la fiscalía.

Poco antes de la última audiencia, un antiguo empleado de la carpintería decide por cuenta propia declarar: había escuchado en una conversación cualquiera a Scheungraber hablar de su responsabilidad en la masacre. El ex policía, superviviente de la matanza, vuelve a declarar. Schaungruber es hallado culpable. El veredicto: cadena perpetua.

Autor: Mirra Banchón
Editor: Claudia Herrera Pahl

Fuente: http://www.dw-world.de/dw/article/0,,4558632,00.html