Der zweite Weltkrieg

La historia de @deportado4443, el español que tuiteaba en directo desde Mauthausen, llega a su fin
07/05/2015

Este viernes, el republicano Antonio Hernández mandará su último mensaje desde 1945, tras la liberación del campo de concentración nazi

La emocionante historia de Antonio Hernández, más conocido como @deportado4443, llega este viernes a su final. La cuenta en Twitter del prisionero español de Mauthausen que tuiteaba en directo desde 1944 publicará este 8 de mayo su último tuit tras emocionar a decenas de miles de internautas con el relato de sus vivencias en el campo de concentración alemán donde estuvieron 9.300 españoles de los que más de la mitad morirían a manos de la barbarie nazi.

Todo comenzó el pasado 22 de enero. Antonio Hernández Marín escribía su primer tuit: “Estoy en el campo de prisioneros de guerra de Trier en Alemania. Somos unos 700 españoles. Los nazis nos mantienen separados del resto”. Así arrancaba la historia de este republicano de Murcia que en 48 horas ya tenía 14.000 seguidores y que en seguida superaría la cifra de 44.000. A bordo de un tren de ganado Han sido más de tres meses de peripecias verídicas recién enviadas desde el pasado, desde su llegada a Mauthausen a bordo de un tren de ganado en el que no disponía de agua ni comida y en el que los prisioneros tenían que hacer sus necesidades en un sucio bidón de metal. La suya era una de las muchas historias que sufrieron los españoles recluidos en aquel campo de exterminio solo por haber luchado por la democracia y la libertad, y que a día de hoy son unos grandes olvidados en su propia patria.


Los últimos españoles de Mauthausen
La iniciativa de la cuenta @deportado4443 nace de Carlos Hernández, sobrino de Antonio Hernández -aquel preso a quien le cambiaron su nombre por el número 4443-. Durante un año y medio, este periodista ha investigado la vida de su tío y de los demás españoles que pasaron por la factoría de muerte de los nazis. Y tras pasar por muchos archivos internacionales y entrevistarse con algunos de los supervivientes, ha plasmado esa historia en el libro Los últimos españoles de Mauthausen, de Ediciones By.


La muerte de @deportado4442
A lo largo de sus 827 tuits, 146 fotos y decenas de vídeos, la historia de Antonio Hernández ha vivido momentos dramáticos, como cuando su amigo, el albaceteño Antonio Cebrián Calero, se marchó voluntariamente el 16 de marzo al subcampo de Gusen, ignorando que ese viaje acabaría con su muerte. Ese día surgió un segundo perfil, @deportado4442, a través del que Cebrián narró su viaje a Gusen, su terrible vida en ese lugar que los prisioneros conocían como “El matadero” y, finalmente, su propia muerte. Fueron 13 días en los que publicó 96 tuits y 12 fotografías de ese subcampo en el que perecieron cerca de 4.000 españoles.


Apoyos y recuerdos
Pero la experiencia también ha dado episodios emotivos, como cuando @deportado4443 recibía ánimos y recuerdos de los tuiteros. Nietos y sobrinos de prisioneros españoles han compartido sus historias y han aprovechado la iniciativa para dar a conocer el sufrimiento y también el heroísmo de sus seres queridos. “Antonio, mi abuelo está en el campo ¡Mira a ver si está vivo!” “Mi tío murió en Gusen. Cuídate mucho @deportado4443″ son algunos de los mensajes enviados por familiares de los prisioneros españoles. Y también ha vivido el cariño de quienes no tenían familiares pero empatizaban con su historia: “¡No desfallezcas! ¡Tienes que sobrevivir!” le decía una internauta a @deportado4443 en un momento difícil. “¡Asesinos! Ya os falta poco para que recibáis vuestro merecido”, comentaba otro por las atrocidades que contaba Antonio.

Tras la liberación del campo por tropas estadounidenses el 5 de mayo de 1945, a Antonio le tocará ahora descubrir la amarga libertad que había tras las puertas del campo, y que para él significaría un exilio que ya nunca abandonaría hasta 1992, fecha de su muerte. Pero esa es otra historia.